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Señor, dale a Mis hijos la experiencia de un corazón puro, para que sus sentimientos sean puros y puedan tener una mente pura.
Señor, dale a Mis hijos un corazón noble, para que sus obras sean verdaderas y sus ideas sean de sabiduría.
Señor, dale a Mis hijos una visión pura, para que el propósito de la vida sea sano, capaz de impulsar Tus voluntades y aspiraciones.
Señor, dale a Mis hijos una consciencia redimida, para que sus vidas sean una victoria capaz de agradarte y de reconocerte.
Señor, dale a Mis hijos una síntesis verdadera, capaz de ayudarlos a dar el gran y último paso para que, con fe, puedan representar a la Obra de Mi Hijo y así, se cumplan los designios.
Señor, antes de que retorne a Tu Reino, dale a Mis hijos la oportunidad de amar, de vivir Tus Mandamientos y Leyes, a fin de que se establezca Tu Propósito de Paz y de Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy vengo con el pequeño Niño Jesús en Mis brazos para llevarlos a un nuevo estado de consciencia, un estado en el que pueden ver el mundo, no con las limitaciones de los hombres, sino con la perfección de Dios, contemplando la verdadera necesidad de estos tiempos, contemplando las Leyes que se mueven, que ingresan en la Tierra, Leyes que nunca antes actuaron en el planeta.
Muchos creen que ya conocieron la Justicia Divina, cuando en la era de los patriarcas Dios les hablaba con Justicia.
A lo largo de los siglos, esa Justicia se fue desarrollando, profundizándose y, a medida que la consciencia humana se transformaba, toda la Creación se transformaba.
Las Leyes y los Rayos ya no son los mismos de los primeros tiempos de la Tierra o de los primeros tiempos de esta Creación. Cada ciclo es nuevo y, por más que traiga semejanzas con tiempos anteriores, todo se renueva.
Llegó el tiempo de la Misericordia, la Nueva Alianza entre Dios y los hombres, sellada por Cristo en Su Cruz, confirmada por Él en Su Ascensión a los Cielos. Y a pesar de que esa Alianza sea eterna, para vivirla se deben corresponder con ella.
Para que puedan estar bajo una ley, deben atraer esa ley a sus vidas. Cuando no lo hacen, hijos, no justifican la Sangre derramada en la Cruz y por más que esa Sangre esté disponible, eternamente entregada a todas las criaturas, si sus corazones no están abiertos, ella fluye del Corazón de Cristo y no transforma sus vidas.
Los ciclos continúan pasando, y llegó la Ley de la Justicia, una Justicia que no es la misma de los primeros tiempos. Ella no viene con la ira de Dios, porque Dios solo se silencia. Las Leyes trabajan por sí solas, porque llegó el tiempo en el que la propia humanidad, como potencial cocreadora ante Dios, puede ser también responsable por su propia evolución.
En eras pasadas, Dios les hablaba a los hombres, les hablaba con Justicia y con lo que conocen como ira, que en verdad es el Rayo profundo de la Voluntad Divina que la humanidad no podía comprender. Ese Rayo descendía a la Tierra con toda su potencia, para romper las estructuras más duras y arcaicas de la humanidad. Pero cuando los seres humanos comenzaron a abrirse al amor, las Leyes comenzaron a actuar de una forma diferente, y el Creador encontró un espacio para transformar el mundo de otra forma, a través de un Amor mayor que trascendía todas las leyes, todas las formas, toda la vida.
Ese fue el Amor de Dios en Su Hijo.
Ese Amor aún permanece resonando en los cuatro puntos de este mundo y en toda la vida. Muchas veces se derrama sobre la Tierra sin que sean conscientes de él.
Dios constantemente le entrega oportunidades a cada ser. Les entrega lo mejor, lo que de más perfecto hay en el universo, las mejores oportunidades de evolución para aquellos que menos lo merecerían, porque Su Amor no actúa de acuerdo con la justicia de los hombres, sino con la Misericordia que nace de Su Corazón.
Hoy vengo con el Niño Jesús en Mis brazos para que, ante Su Presencia, comprendan este nuevo ciclo.
Su Misericordia continúa resonando, Su Sangre continúa derramándose sobre el mundo, Dios continúa entregando oportunidades a la humanidad, pero cada ser debe escoger en estos tiempos el camino que seguirá.
Siendo así, hijos, esta es una nueva era de Justicia. La Misericordia no dejará de existir, pero el Creador ya no intercederá por Sus hijos como antes. Él se mantendrá en silencio, un silencio que hablará profundamente a toda la Creación, porque el silencio de Dios significa una oración profunda, desconocida para todos los seres, inclusive para aquellos que, en las dimensiones de los ángeles y de los arcángeles, están constantemente a los Pies del Creador.
En el silencio de Dios, Su Amor por las criaturas se expande, y aquellos que se abren para escucharlo, para dejar que Su silencio resuene en el propio interior, que se abren a ese Amor infinito, ingresan en las dimensiones de ese Amor y viven una experiencia de transformación única, reconociendo el verdadero potencial de los seres humanos, reconociendo la unidad que sucede entre el Creador y Sus criaturas, comprendiendo lo que significa abrir las puertas entre las dimensiones y vivir la semejanza con Dios.
Todo eso ocurre cuando simplemente los seres corresponden al Amor del Creador, dejan de lado su pequeñez, sus aparentes imperfecciones y, con esfuerzo, buscan trascenderse cada día para abandonar la condición humana y conocer la condición de hijos de Dios.
De esa forma, atraen hacia sus vidas las Leyes sublimes y, dando un único paso, esas Leyes los conducen y los elevan a pasos cada vez mayores, más amplios y más profundos.
Pero, cuando los seres saben que Dios está en silencio, cuando ya conocen Su Misericordia e ignoran todas las oportunidades que Él les da, otras son las leyes que atraen hacia sus vidas: la ley de la justicia, la ley del sufrimiento, la ley de la soledad, del abandono, de la angustia y de la desesperanza.
Quiero que así comprendan, hijos, que no es Dios quien está diseñando sus vidas, sino ustedes mismos.
Este es el ciclo de la definición de la humanidad. Ya no pueden vivir como criaturas comunes, cuando fueron diseñados para ser hijos de Dios, semejantes a Él, cocreadores que traen en su interior, en su esencia más profunda, una posibilidad de transformar la Creación, como ni siquiera los Arcángeles lo pueden hacer.
Comprendan, así, la responsabilidad que tienen ante toda la vida y, de esa forma, ya no permanezcan en las cosas pequeñas, aquellas que los atan y los prenden a este mundo. Mediten sobre lo que les digo y en lo que Dios les habla a través de cada Mensajero Divino.
Nosotros llegamos al mundo como eco de la Voz del Creador, que se está pronunciando por última vez en este ciclo de la humanidad. No porque Él no ame a Sus criaturas y no desee hablarles eternamente, pero, si no fuera de esa forma, jamás descubrirán quiénes son y esta Tierra se autodestruiría por la ignorancia de los hombres.
Es posible reparar el sufrimiento, es posible despertar a los seres a través del amor, del servicio y de la oración constante; pero no es posible ingresar en la consciencia del otro para definir sus pasos según la Voluntad Divina. Cada ser debe vivir su propia definición.
El mayor servicio que pueden prestar hoy, en nombre de toda la humanidad y por la elevación de las almas que viven en la ignorancia, es dar sus propios pasos en dirección al Padre, es vivir ese Amor infinito, descubrir ese misterio que se esconde en su interior, dejar que ese Amor se expanda y transforme todo aquello que está a su alrededor. Y así, entregar un ejemplo al mundo a través de la propia vida, porque de esa forma estarán generando una oportunidad de redención, no solo para las propias almas, sino para toda la Creación, para mundos y universos que desconocen.
Ustedes son una gota de agua en el océano infinito, pero no cualquier agua. Un agua viva que cuando ingresa en ese océano es capaz de transformarlo, de transformar a todas las otras gotas, mares y a toda la vida que habita en él.
Sé que muchos no creen en lo que les digo y ni siquiera creen que Yo estoy aquí; pero Yo no vengo para que crean en Mí, vengo a entregarles una instrucción para que ustedes mismos vivan la experiencia de atraer hacia las propias vidas las Leyes divinas o las leyes humanas.
Hagan la experiencia, hijos, de dejarse transformar por el Amor de Dios que desciende sobre ustedes cuando oran, cuando sirven, cuando se silencian ante algo que les causa angustia, que hiere sus egos humanos y contraría a sus personalidades.
Cuando permiten que el otro se exprese, que el otro crezca, ustedes crecen desde adentro hacia afuera, porque cuando renuncian a los protagonismos del mundo es Dios quien encuentra un espacio para ser protagonista dentro de ustedes, y nadie los verá, pero es allí en donde el verdadero sentido de la vida se cumple.
Den gracias por todo lo que recibieron. Agradezcan al Creador permanentemente y eleven sus consciencias más allá de las necesidades humanas, más allá de sus aspiraciones y de sus voluntades, más allá de sus planes y metas para la vida en este planeta. Elévense a través de la gratitud.
Hoy el Niño Jesús, en Mis brazos, señala el infinito, y en él pulsa el Corazón de Dios que los llama a retornar, a retornar en esencia, a retornar a Él sin dejar de existir, a retornar a Dios, estando en el mundo y haciendo de este planeta una parte de Su Corazón.
Eso es lo que son llamados a vivir.
Hoy, sobre este altar, un misterio más de Dios les es revelado. Un misterio poco comprendido, porque muchos no saben lo que significa un objeto sagrado. Muchos cuestionan e ignoran las diferentes Gracias que Dios les concede a los hombres.
Un objeto sagrado, imantado por el Creador, es algo que les recuerda constantemente cuál es su verdadera misión, la que son llamados a vivir y cuál es el camino para hacerlo.
Un objeto sagrado es como un sello que los torna reconocibles ante los ángeles y arcángeles.
Es como una señal, una señal de luz que en la oscuridad del mundo hará que las almas los reconozcan y sepan el camino.
Es un símbolo de protección y de Gracia, un símbolo de adhesión y de fe. Él fortalece su fe cada vez que se lo colocan y creen en todas las promesas que les entregamos.
Un objeto sagrado es un símbolo de cura, de reconciliación con Dios, cuando un alma perdida, enferma, lo recibe y cree que recibió un presente divino de las Manos de su Creador, para recordarle cuanto Él la ama.
Un objeto sagrado es un misterioso símbolo de la aproximación de Dios a los corazones de Sus hijos. Él está allí, silenciosamente, en cada pequeña medalla, en cada pequeño escapulario, hablándoles a sus corazones, recordándoles a sus esencias de dónde ellas partieron y para dónde ellas deben retornar. Eso, hijos, es un objeto sagrado.
Por eso hoy, aquí en Mi altar, se encuentran las medallas de Mi Castísimo Corazón, estas que, junto a Mi pequeño Hijo, Yo vengo a bendecir.
Esta bendición resonará y permanecerá, por los siglos de los siglos, en cada medalla acuñada en honor a Mi Castísimo Corazón, y el misterio que hoy les traigo permanecerá en ellas y en todas las que vendrán, fortaleciendo la fe de los que creen que el Amor de Dios está allí.
Con Mi pequeño Hijo Jesús, impongo Mis manos sobre estas medallas y decreto, en nombre de Cristo y por la potestad que Dios Me entregó, que los Dones de Su Santo Espíritu permanezcan en ellas.
Que todas las bendiciones y promesas que Yo les entregué se cumplan. Que todas aquellas almas que las reciban se fortalezcan, despierten y se reconcilien con el Padre, que encuentren el camino en la oscuridad y ya no estén más perdidas. Que su sufrimiento se convierta en esperanza, que su dolor se convierta en reparación del dolor mayor y profundo que siente el Corazón de Dios al contemplar al mundo en estos tiempos.
Que las almas que las reciban escuchen el silencio del Creador, sientan su profundo amor y elijan vivir bajo la Ley de la Misericordia y no de la Justicia.
Que las almas que las reciban atraigan hacia sus vidas los rayos de la Gracia, de la cura y de la compasión, y sean consecuentes con ellos en todas sus acciones y pensamientos.
Por la Gracia de Mi Hijo, hoy en Mis brazos, entrego la paz a todos aquellos que lleven consigo esta pequeña medalla.
Escuchando Mis palabras, sé que algunas almas se preguntarán cómo hacer para atraer lo que Yo les dije hacia sus vidas para no vivir bajo la ley de la justicia, del sufrimiento o del dolor, pero sí de la Misericordia, de la Gracia y del Amor Divino.
Y Yo solo les respondo que sirvan, que sean agradecidos, que vivan cada palabra que ya les entregamos, que estudien lo que les dijimos, porque con una simple lectura cada día, la vibración de nuestras palabras por sí solas los transforma. Adoren el Corazón Eucarístico de Cristo y abran las puertas para que Él se exprese dentro de ustedes.
No busquen cosas para sí, no quieran acumular los tesoros del mundo, pero, en el silencio de sus almas, en lo profundo de sus corazones, en un diálogo y en un contacto con Dios, dejen que sus tesoros celestiales se manifiesten.
Nosotros ya les enseñamos qué hacer, ya derramamos bendiciones, Gracias como lluvias sobre sus vidas.
Solo deben crear las condiciones, cada día, para que ellas se manifiesten, y no les digo que sean perfectos, pero que se observen y siempre que estuvieran saliéndose del camino de la fraternidad y del amor, deténganse, pidan perdón e intenten hacerlo de nuevo de forma correcta, y no importa que caigan muchas veces, porque el calvario de estos tiempos también tiene muchas caídas, ustedes necesitan levantarse de ellas y continuar caminando hacia esta meta de superarse en el amor cada día.
Eso es lo que Yo tengo para decirles hoy, pero también debo cumplir un pedido del Creador, que Sus hijos comulguen espiritualmente para que reciban Sus Gracias y se fortalezcan, que sientan Su Presencia y que comulguen con el Cuerpo y con la Sangre de Cristo que se manifiestan en todas sus células en ese momento.
Pueden traer hasta aquí el altar y que venga Fray Yesua.
Cien de estas medallas quiero que lleguen a una hija Mía que, confiando en Mi llamado, día a día, atrae la Ley de la Gracia, no solo para el país en donde vive hoy, sino también para toda África.
Doscientas de estas medallas quiero que lleguen a la Casa Santa Isabel, llevando no solo Mi protección, sino el Amor de Dios para aquellos que generan méritos para la salvación de tantos niños en este mundo, a través de sus oraciones y de su pureza.
Quiero que los miembros de la Comunidad-Luz Fraternidad también reciban Mis medallas, porque, en su silencio y esfuerzo, a pesar de su imperfección, también generan méritos para la transformación de la humanidad. Y, poco a poco, que cada uno de los devotos que aspira a responder a este llamado y a recibir este terafín de Mi Casto Corazón también pueda recibirlo. Esto es lo que Yo más quiero para estas medallas y para todas las que vendrán.
Así como Dios Me concedió la potestad de derramar Gracias sobre el mundo, también se la concedió a cada sacerdote consagrado por Él. Es así que en Mi presencia y por la consagración de esta Eucaristía, orarán por todos los sacerdotes del mundo, por todos aquellos que se sienten desesperanzados por no poder repartir las Gracias de Dios y por todos aquellos que ignoran la Presencia del Creador en su vocación y la posibilidad que tienen de atraer las Gracias de Dios al mundo.
Comulgando espiritualmente con el Cuerpo y con la Sangre de Cristo, permitan que la Misericordia de Cristo llegue no solo a los que comulgan, sino también a los que reparten el pan y el vino transformados en el altar, para que esta vida abundante que se revela en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo pueda impregnar primero a sus corazones sacerdotales. Amén.
Fray Yesua:
En unión al Corazón de San José y al Corazón de Nuestro Señor, nos unimos a la Iglesia Celestial de Cristo y ofrecemos humildemente esta Comunión por todas las almas del mundo, por todos nuestros hermanos que en este momento necesitan el Amor y la Presencia de Nuestro Señor.
Recordamos aquel momento en el que Nuestro Señor tomó el pan, lo elevó al Padre dando gracias, lo partió y lo entregó a Sus discípulos diciéndoles: "Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por cada uno de ustedes, por el perdón de todos los pecados".
Escuchamos las tres campanadas, consumando la consagración del pan en el Cuerpo de Nuestro Señor.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
Y, del mismo modo, Nuestro Señor tomó el Cáliz y elevándolo al Padre, se lo pasó a Sus apóstoles, diciéndoles: "Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva y eterna Alianza, que será derramada por el perdón de todos los pecados y por la salvación de todos los mortales. Hagan esto en Mi memoria hasta el final de los tiempos, hasta que Yo retorne".
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
Y reverenciamos juntos la Presencia del Cuerpo y de la Sangre de Nuestro Señor y, en profunda unión con Su Corazón, oramos juntos el Padre Nuestro en arameo.
Padre Nuestro (en arameo).
Que la Paz y la Misericordia de Nuestro Señor desciendan a la Tierra en este momento.
Y Te pedimos, Señor, que a través de esta Comunión nuestros hermanos en el mundo puedan también comulgar con Tu Cuerpo y con Tu Sangre. Amén.
Hermana Lucía de Jesús:
Y vamos a visualizar, en este momento, a todos aquellos que están en sus casas, a San José con el pequeño Niño en Sus brazos y, de las pequeñas Manos del Niño Jesús, vamos a recibir la Eucaristía, con la cual nuestras almas comulgan en nombre de toda la humanidad.
Que la Paz de Mi Casto Corazón, todas las Gracias y el Amor que nace del Corazón de Mi pequeño Hijo, el Hijo de Dios, puedan llegar a todas las almas, transformando y curando los corazones, los espíritus, y los cuerpos enfermos, para que encuentren la paz.
Con Mis palabras los bendigo y les agradezco por reflexionar de corazón todo lo que Yo les dije.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Y con la intención de que la Cura de Dios llegue a los cuatro puntos de este mundo, vamos a finalizar esta oración con un cántico que atrae las Leyes divinas, la Gracia y las bendiciones de Dios al planeta.
Vamos a cantar, a pedido de San José, “Lluvias de Amor”. Muy agradecida a todos.
Un alma que creía en Dios, en Su Existencia Infinita, pero que no podía comprender los misterios de la oración, le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor, sé que existes y que eres el Dios de la vida y de la eternidad, pero sé que existen leyes que mueven esta vida y que existe el libre albedrío que nos da la libertad para que estemos en ella. Siendo así, Señor, no comprendo el misterio de la oración y no consigo creer que un Rosario o un simple diálogo Contigo transformen las leyes de la Tierra”.
Sintiendo el Señor la sinceridad de sus cuestionamientos, le respondió, diciéndole: “Alma pequeña, lo que ignoras en verdad no es el poder de la oración, es Mi Poder y Mi Amor por ti. Es la capacidad que tienes de unirte a Mí y la potestad que Yo te doy cuando oras en Mi Nombre, porque eres una hija querida y amada. Y como un hijo le pide a su padre y recibe de él lo que necesita, así Yo, que puedo todas las cosas, también les doy a Mis hijos aquello que necesitan.
Sin embargo, el misterio de la oración es aún más profundo, porque no espero que Me pidan solo aquello que necesitan para permanecer en el mundo como almas del mundo. Lo que Yo espero es que ustedes Me pidan aquello que hace de este mundo una parte de Mi Reino. Y, cuando se rinden ante Mí y abren sus corazones, Yo les concedo el perdón, les revelo el Amor oculto en sus esencias y les doy la potestad de transformar las leyes y la vida, como lo hacen los Ángeles y los Arcángeles al recrear Mi Creación.
No solo el misterio de la oración te es desconocido, alma pequeña, sino también el misterio de tu propia vida y el misterio de Mi Amor aún te son desconocidos. Por eso, aunque no comprendas, ora y rinde tus incomprensiones a Mis Pies, a los pies de Mi Altar, porque cuando Yo encuentre en ti un corazón abierto, no solo te haré comprender, sino saber y vivir todas esas cosas”.
Que, a través de este diálogo con Dios, hijos, sus almas sean inspiradas a orar y a clamar cada día más por la transformación del mundo.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
El mes de mayo, hijos, podría ser conocido como el mes de la intercesión por las almas y por el planeta.
Es el mes en el que las Leyes de la Gracia y de la Misericordia actúan más intensamente en la Tierra, a través de la devoción de las almas que se consagran y se reconsagran al Inmaculado Corazón de María.
Mayo no es solo un período cronológico, es además el período de un ciclo espiritual en el que los Espejos del Cosmos se alinean con los Espejos de lo profundo de la Tierra y también con aquellos que están en el corazón y en la esencia de los que oran. De esa forma, una red de luz espiritual, divina y planetaria se manifiesta por el simple hecho de que las almas expresan su devoción y amor al Inmaculado Corazón de María, la Reina de todos los Espejos de la Creación.
A través de las oraciones de Sus hijos, la Madre y Gobernanta Celestial manifiesta, entre las dimensiones, Portales de liberación y de intercesión para las almas más pecadoras y perdidas. Es así que la oportunidad de una Gracia es concedida a los que se arrepienten de corazón y oran por la redención y por la paz en el planeta.
También los Reinos de la Naturaleza, los elementos y la vida que habita el planeta son tocados por las Gracias más profundas que provienen del Corazón de Su Madre Celestial.
En el universo, como en la Tierra, los ángeles y arcángeles se mantienen atentos a las súplicas de los que oran en todas las culturas y religiones, a los que claman sinceramente por paz porque, a pesar de su incomprensión e ignorancia, el amor en los corazones de los que oran se transforma en méritos para la cura, la redención y el despertar de todas las almas.
Por eso, oren, hijos, y reconsagren sus vidas a Dios en cada instante. Están en un ciclo de Gracias, de Misericordia y de intercesión, aun ante el escenario caótico del planeta. Que sus almas estén en el punto correcto de su elevación para que siempre alcancen la paz.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castíssimo
Queridos hijos:
Existen ciertos compromisos internos de las almas con Cristo y, a pesar de lo que suceda, esas almas no se podrán desvincular de ellos; porque un compromiso con Cristo es eterno, y por más que el alma por alguna razón no lo cumpla, ese compromiso queda latente y visible en el plano espiritual.
Es como una señal o una marca espiritual que le recuerda a esa alma que aún deberá cumplir con su compromiso.
Yo los hago conscientes de esto porque el compromiso con Cristo nunca será pasajero, aunque el alma desee tomar otros rumbos.
Delante de la Ley, las almas que tienen un compromiso de redención con Cristo quedan señaladas, y en cualquier nivel de consciencia se sabe que esa alma pertenece al Redentor.
Por eso, en este tiempo crítico y desafiante, Yo los invito a recordar y a afirmar su compromiso con Cristo, porque así estarán protegidos de ustedes mismos y permanecerán bajo la Ley que los rige en su encarnación.
Que ese compromiso con Cristo los impulse a salir de ustedes mismos y a colocarse enteramente disponibles para toda la gran necesidad planetaria.
Que el amor les haga valorar y reverenciar el compromiso que cada uno tiene con Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Comunicado Mundial para todos los seguidores de la Obra Redentora de Cristo en la Tierra
Compañeros:
Respondiendo a:
declaro en Nombre de Dios, la suspensión temporaria del gran y último evento llamado “Sagrada Semana” a fin de evitar complicaciones humanitarias y, sobre todo, del orden de la ley de la Tierra, para los que preparan este acontecimiento con tanto amor.
Por consiguiente, en absoluta obediencia y resignación al Divino Padre, los invito en confianza y adhesión, a seguir y cumplir esta decisión que es parte de una medida preventiva y planetaria que incluye a esta Obra y a todos sus participantes.
Es también para evitar desobediencias y resultados judiciales y sanitarios que pudieran comprometer la continuidad de la Comunidad Figueira.
Para que los últimos eventos de los Sagrados Corazones se puedan llevar adelante, los invito a colocar sus mentes y corazones en Dios, y a cumplir humildemente lo que dictan las naciones y las organizaciones de salud internacional.
Esta decisión es una estrategia divina que intentará desterrar la raíz que generó mundialmente esta paranoica situación global.
Por esa razón, el evento de la Sagrada Semana quedará postergado hasta el mes de agosto, en el que la Jerarquía Espiritual tendrá una visión más clara de las posibilidades.
Sé que muchos de los que guardan fe y confianza en Mis Mensajes ya marcaron sus viajes para este Sagrado Encuentro; quiero que cada uno de ellos sepa que la Sagrada Semana se postergará y que ella se realizará en el mes de agosto cuando se haya alcanzado una difusión global mayor.
Solo les pido que confíen y que entiendan que, por encima de cualquier situación humanitaria, la Jerarquía los está protegiendo y les está enseñando a cumplir con la Ley de Dios.
Los encuentros del mes de abril serán todos retransmitidos a excepción de las Vigilias de Oración, que son importantísimos eventos de intervención planetaria, así como la novena preparatoria de la Sagrada Semana.
Durante el mes de abril de 2020 se transmitirán los encuentros de la Sagrada Semana del año 2019. De esa forma y desde donde se encuentren, serán invitados a revivir la Pasión de su Maestro y Señor.
Toda esta medida preventiva también los protegerá de quedar aislados por alguna razón y no poder retornar a sus naciones de origen. Antes de que eso suceda, los invito a recogerse y a orar, porque los grandes días de oscuridad están llegando para el mundo entero.
Los bendigo a todos y prepárense para el mes de agosto, en el que juntos viviremos la última Sagrada Semana.
Les agradezco por adherirse a Mi Plan de Amor.
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy, vengo a darles Mi tiempo porque lo necesitan, porque necesitan encontrar la verdad, que va más allá de las formas y de las apariencias.
Ustedes y muchos otros seres humanos, pertenecieron al pueblo antiguo de Israel, que con Moisés recorrió el camino de la liberación, de la esclavitud espiritual y material.
Pero la tarea no fue finalizada. Ustedes, como sus otros hermanos de camino, regresaron a la Tierra para terminar lo que faltó, y a cada uno de ustedes, y a cada uno de los grupos se le designó una tarea espiritual y material, la cual ante los Señores de la Ley deberían cumplir, como está dictado en el Corazón de Mi Padre.
Hoy vengo a traerles la claridad de Mis Palabras, porque la Jerarquía ya no tiene tiempo, y ese significado no es simbólico.
El Plan de Dios se repartió entre los seres y todas las criaturas que, a lo largo de los tiempos y aun después de la Ascensión de su Maestro y Señor, deberían cumplir ese Proyecto que fue pensado por el Padre.
A ustedes que están aquí les corresponde una parte de ese Plan, más allá de su situación humana, mental o espiritual; y Dios apela a que eso sea concretado, a que cada uno cumpla con su esfuerzo, con su entrega y con su dedicación, sabiendo que todo este Plan no termina solamente en lo material, sino en la concreción de lo que viene de lo espiritual y que los impulsará a vivir grandes cambios.
Sé que a veces o en muchos casos no comprenden por qué hermanos de camino partieron sorpresivamente.
La Voluntad de Dios es la felicidad para todos los seres, no es la condenación ni el castigo. Dios acepta las ofertas de los que interna y silenciosamente se entregan a Dios por medio de la donación y de la verdad, y hace de esas ofertas milagros. Y si fuera necesario llevarlos con Él, a Su Reino, ¿acaso, eso es algo triste?
El júbilo en sus corazones debe ser el triunfo de sus hermanos y la victoria del Amor por encima del mal. Pero deben apaciguar sus corazones, serenar sus espíritus y recibir en este momento el Amor de Dios, el que los quiere erguir hacia la Vida Mayor, hacia el entendimiento de Su Propósito y hacia todo lo que aún el Padre deberá cumplir a través de ustedes y de sus hermanos, siempre y cuando sigan Su Ley y Sus Mandamientos.
Ustedes saben que la humanidad está pervertida y el planeta sufre cada día más a través de los Reinos de la Naturaleza.
¿Quién llevará en sus espaldas este pesado madero de la Cruz que hoy quiero compartir con Mis compañeros?
¿Quién se arriesgará a salir de sí mismo, para poder vivir la vida cósmica y para poder encarnar en sí los Dones de Dios, que con urgencia deberán descender a la Tierra y a la consciencia humana, para que, como hace más y mucho más de dos mil años, el pueblo de Israel, que una vez caminó en el desierto, finalice lo que vino a cumplir en este tiempo?
Dios no les pedirá lo imposible. Dios le pedirá a cada uno de ustedes lo que en verdad le pueden dar, ese ofrecimiento de sus corazones y vidas por la Vida Mayor, que no puede desaparecer de la consciencia de los hombres y mujeres de la Tierra; porque si en este tiempo la vida espiritual se desconectara del ser humano, todo estaría perdido.
Pero aunque muchas situaciones suceden en el mundo, que ustedes desconocen completamente, tenemos un tiempo más para construir lo que la Jerarquía necesita y para elevar hacia los Cielos las aspiraciones de cada corazón humano, que con compasión y fraternidad se entrega con confianza en las Manos de Dios.
Hoy vengo a traerles este mensaje del Padre, porque Yo Me comprometí con Él para decirles la verdad y para que pueda forjar en ustedes la madurez espiritual y física que es necesaria en estos tiempos y que los ayudará a llevar el Plan adelante, sin contratiempos y sin demoras; porque lo que cada uno pueda dar, en este momento, ayudará a otro hermano en el mundo que está en la oscuridad y que deberá alcanzar la Luz del Reino de los Cielos para vivir la redención y encontrar la paz, la paz que hoy les traigo y que es inmutable.
Piensen en la posibilidad de esta Gracia. Mediten en la oportunidad que Dios les entrega. Sus caminos pueden estar llenos de muchas bendiciones y Gracias, pero deben corresponder con madurez.
Este es el tiempo de la emergencia planetaria. Este es el tiempo de colmar todo con amor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En donde está la Jerarquía se puede llevar una obra espiritual adelante. En donde no está la Jerarquía esa obra requerirá de un gran esfuerzo para poder realizarse.
En donde está la Jerarquía, existen impulsos cíclicos que se entregan para concretar ciertas metas. En donde no está la Jerarquía esos impulsos no existen, porque esos impulsos, que vienen directamente del Universo, los entrega la misma Jerarquía.
En donde está la Jerarquía se cumplen leyes, reglas y protocolos para que, donde está la Jerarquía, se aprenda a contemplar desde lo más pequeño hasta lo más grande. En donde no está la Jerarquía es difícil establecer un protocolo, una regla o una ley que todos puedan obedecer, porque siempre terminará en algo muy concreto y humano.
En donde está la Jerarquía se pueden expresar los diferentes rayos, no solo los rayos materiales, sino también los rayos inmateriales, y este movimiento de los rayos puede relacionarse internamente con las virtudes y los dones de los servidores que trabajan con la Jerarquía. En donde no está la Jerarquía, la presencia de los rayos no es posible, porque la Ley no está presente y prevalecen los ideales o los gustos de los que participan en un proyecto que no es apoyado por la Jerarquía.
En donde está la Jerarquía existe un gobierno, una organización fundamental y básica, que permite que los proyectos se cumplan conforme a lo establecido por las Leyes Mayores. En donde no está la Jerarquía existe un gobierno generado y construido por sentires propios, proyecciones mentales que no se basan en un beneficio equitativo, sino en la idea fija que tiende a cristalizarse o a someter a una forma concreta o a una agrupación de personas.
En donde está la Jerarquía existe despojamiento, entrega permanente de la voluntad propia, confianza en lo desconocido y amor por el Plan divino y cósmico, todo basado en el esfuerzo continuo. En donde no está la Jerarquía existen ventajas personales, sistemas o modos de regir un proyecto que es conducido por el temperamento, el ego o la visión limitada de la realidad.
La base para estar en la Jerarquía es la fe y es abrirse para ser guiado por la conducción Mayor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Ciertas Leyes Universales a veces cumplen y siguen el mandato de una Ley fundamental como lo es la Ley de la Transmutación, la que en este tiempo está actuando e interviniendo como nunca antes ella intervino.
La Ley de la Transmutación impide, permanentemente, que ciertos acontecimientos se precipiten sobre la humanidad o sobre una situación en particular.
Esa Ley auxilia en el desbloqueo espiritual de ciertos circuitos espirituales, mentales y físicos que dificultan que se pueda cumplir la Ley de la Armonía.
En ese sentido, la Ley de la Transmutación repele y al mismo tiempo evacua ciertas corrientes adversas que intentan destruir el Plan de Amor en la humanidad.
Cuando eso está por suceder, la Ley de la Transmutación entra en acción para intentar liberar y conducir hacia otros planos de consciencia lo que está impidiendo el fluir de las Leyes.
En este tiempo, la Ley de la Transmutación está presente para concederle al corazón humano una oportunidad de rehacer su vida y la forma de percibir la realidad de este ciclo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy Mi Consciencia Solar termina de completar la tarea espiritual que fue realizada en los planos internos, en ayuda y en beneficio de la recuperación del propósito espiritual del Uruguay.
Fue en ese trabajo interno de las almas en donde la Jerarquía, por la adhesión de todos, pudo volver a depositar Su confianza. La Jerarquía Espiritual espera que esa adhesión y correspondencia se mantenga viva para que otras oportunidades internas se puedan presentar y en consecuencia no solo ayude aún más al necesitado Uruguay, sino también al despertar de la consciencia de todos sus habitantes.
Eso colocará al Uruguay en el camino que siempre debió estar; lo que sucederá a partir de que se desactiven ciertos reglamentos y leyes terrestres que son las que comprometieron al país y derrotaron espiritualmente a sus pobladores, dejándolos dentro de la ilusión mundial y de la indiferencia.
Aspiramos a que el cambio de consciencia y de responsabilidad pueda llegar a los uruguayos, ya que las etapas del Plan que deberán cumplir los soles, que aquí se encuentran, serán etapas definitivas en el ámbito de la preparación del retorno de Cristo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Las almas a veces escogen seguir su propio camino aun después de haber sido llamadas por Dios para cumplir una tarea importante.
Cuando el alma abandona el llamado que es irrefutable y que tiene una razón divina, ella se desconecta de la esencia de su propósito y no puede evolucionar. Ella queda en el escalón general, como quedan las almas que por alguna razón o motivo despreciaron el llamado de Dios.
En ese sentido el alma ingresa en la rueda planetaria de los aprendizajes y todo lo que podría haber evitado aprender, al responder al llamado, se convierte en un escenario de experiencias interminables y de sufrimientos continuos por haber escogido el camino opuesto a la Voluntad Divina.
Pero los que realizan esa elección opuesta a la Voluntad Divina y tienen un compromiso eterno Conmigo pierden para siempre el estado de la Gracia, porque escogen vivir el estado de la desgracia.
Las almas no creen que la Ley es severa de verdad, porque como es arriba es abajo y, así, como es adentro es afuera.
Nadie puede ocultar su compromiso espiritual Conmigo como queriendo esconder de todos el sol que los alumbra.
Quien pierde la oportunidad de cumplir con la convocatoria divina, nunca podrá ser feliz porque en su espíritu quedará un constante vacío.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Las Leyes de la Naturaleza y de la Tierra serán modificadas, ya que al no ser respetadas ni amadas por la humanidad han sufrido la polarización de su forma original y en vez de ser leyes que ayuden en la corrección del hombre de superficie por todo lo grave que a lo largo del tiempo hizo la raza humana, esas leyes se volvieron formas de autocastigo para el planeta.
Esa es la causa de tanta adversidad, aun dentro de la naturaleza, porque grandes elementos y devas se vieron afectados por las constantes transgresiones de la humanidad.
Por esa razón, las propias leyes se volvieron un medio de castigo severo contra el género humano a través de las alteraciones del clima, de la gravedad y de la contaminación de los mares como así también de las grandes áreas naturales devastadas y explotadas por el propio ser humano.
Todo deberá ser redimido y transmutado. Las leyes deberán ser repolarizadas para que, a nivel espiritual, alcancen el estado que originalmente siempre les correspondió.
Es hora de que el ser humano asuma la responsabilidad y las consecuencias de lo que generó y ya deje de culpar a Dios o a lo Alto.
Es tiempo de arrepentirse de corazón para que el camino de perversión y de caos que vive el ser humano de hoy sea liberado por el amor y el perdón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mientras que en Colombia las riquezas naturales sigan siendo retiradas de las profundidades de la Madre Naturaleza para beneficio de los que se dicen países del primer mundo, la naturaleza se mostrará, porque es algo muy semejante a que el ser humano pierda alguna parte de su cuerpo. Así, la naturaleza también lo pierde, solo que ella no grita de dolor, aunque lo sufra ampliamente. Pero ella se mostrará.
Si Colombia no prohíbe la explotación de sus recursos y los protege de la ambición del hombre, la nación conocerá el poder indomable que guarda la naturaleza.
No le den perlas a los cerdos. Las naciones que se dicen poderosas hacen empobrecer desde siglos a toda Sudamérica y a Centroamérica, y más aún, ellas endeudan a las naciones humildes que, en sí, guardan las mejores e incalculables riquezas naturales del mundo que deben ser parte de la Nueva Humanidad.
Grande y desconocida es la deuda de los países explotadores. Que sus habitantes se aferren fuerte a la oración para que el impacto y el efecto de todo lo que hacen fuera de la Ley, sea suave.
Nadie puede superar a la Creación, porque la Creación y la naturaleza existen para educar e instruir al ser humano que está deseducado.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros:
Muchos de Mis seguidores en Sudamérica y en el mundo quisieran escuchar la palabra de la Jerarquía con respecto a lo que nuestra querida y sometida Amazonia está atravesando.
Eso es muestra de la indiferencia de los hombres y de la inconsciencia de los que se aprovechan de la Creación y de las grandes regiones del planeta, que son explotadas para beneficio de unos pocos y para pobreza de la mayoría.
El propio ser humano se dará cuenta muy tarde de todo lo que transgredió y de todo lo que perdió por sí mismo.
Por eso, lo que hoy sucede en la Amazonia es una respuesta de la corrupción descontrolada y de la explotación desmedida y enferma de los que gobiernan las naciones y es una consecuencia atroz para los que los escogieron.
En resumen, todo lo que vive la Amazonia no es castigo de Dios, es responsabilidad de la propia humanidad que se cree poderosa ante los Reinos menores y ante los elementos.
Pero mientras continúen hiriendo a la Amazonia, el mundo conocerá más la furia y la indignación de los Reinos de la Naturaleza porque la Ley, que es estable y segura, no podrá ser transgredida.
Por eso, los grupos de oración deberán colocar toda la situación de la Amazonia en otro nivel de consciencia y no deberán permanecer en la coordenada de los juicios y de los comentarios, porque eso fortalece los asedios del adversario en las mentes de los gobernantes en las cuales él trabaja ocultamente.
Pidan al Padre Celestial que solo se cumpla Su Voluntad y no titubeen ni por un momento. Coloquen su fe en el Señor y todo pasará.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el principio, Dios pensó y sintió en Su Misericordioso Corazón, que debían existir criaturas tan semejantes a Él, que por amor a la vida pudieran poblar todos los espacios del Universo para poder experimentar la felicidad de estar dentro de Su Reino.
Allí fue cuando nació el Proyecto Divino, porque Sus Hijos, seres de la Tierra y de todo el Universo, eran el mismo Proyecto, el que surgió y se creó por intermedio de los Arcángeles en las Fuentes de Luz.
De esas Fuentes de Luz todos Sus Hijos guardan, dentro de sí, una chispa divina, la llamada Esencia.
Pero cuando se manifestó la primera desobediencia, por parte de uno de los Ángeles de Dios, fue cuando surgió el mal y la oscuridad, estados opuestos a la luz y a la iluminación de la consciencia.
En ese entonces, el Proyecto Divino fue intervenido y para que el Proyecto no se deteriorase, el Padre Celestial decidió Él mismo manifestarse y encarnar en diferentes momentos del planeta.
Fue así para demostrar que Él amaba y ama profundamente a Sus Criaturas y que los amará eternamente, porque nadie más que el Padre Eterno conoce y sabe quiénes son Sus Hijos en esencia y por qué hoy están aquí sobre la superficie de la Tierra.
De esa primera desobediencia surgieron los primeros errores universales. Una acción contraria y opuesta a la Voluntad Divina se creó en el Universo Mental y por último se plasmó en el Universo Material.
A través de acontecimientos y de hechos que llevaron a los Hijos de Dios a salirse de la Ley, una innumerable cantidad de veces, surgió lo que conocemos como la dualidad, que es el sentimiento espiritual, mental y material de encontrarse dividido o contrariado ante los pasos espirituales o internos que debe dar una consciencia al servicio de Dios.
Entonces, Dios volvió a encarnar hace poco más de dos mil años; esta vez, el Padre Eterno decidió que Su Segunda y Divina Persona, el Hijo, llegara a la Tierra a través de una preparación espiritual y cósmica que fuera capaz de revertir el desvío que en aquel tiempo estaba viviendo la humanidad entera.
Fue así que grandes consciencias servidoras del Universo ayudaron en la preparación de la encarnación del Hijo de Dios y a través de la acción suprafísica e inmaterial de Leyes superiores, el Padre Eterno concedió que la Santísima Madre fuera fecundada por el Espíritu Santo y, que a través de un diseño perfecto y sublime, trajera a la Segunda Persona de Dios a la Tierra.
A partir del nacimiento de Cristo, todas las criaturas de la Tierra encontrarían la llave perfecta para disolver y vencer, por sí mismas, la dualidad, la que generaba deudas impagables y la que sigue despertando contrariedad y oposición al Plan Divino.
Esa llave, que abrió y siempre abrirá las puertas, se llama Amor. El Amor de Dios que es sabiduría. El Amor que es entendimiento. El Amor que da ciencia a todo lo que existe.
Por eso, este es el tiempo de volver a trascender esa dualidad dentro de cada uno, colocando todo el ser y toda la consciencia en Dios, en donde siempre encontrarán sentido y respuesta para todo lo que viven.
Porque si existen más consciencias que trabajen todos los días para vencer esa dualidad o esa desigualdad espiritual, ustedes impulsarán a otros para que también lo vivan y lo hagan, y puedan romper la cadena del sufrimiento y de los errores milenarios que solo llevan a la humanidad a la oscuridad y a la confusión.
Si su consciencia está en Cristo, nada será dudoso ni confuso, porque en Cristo estarán en sabiduría, estarán en discernimiento, para que en estos tiempos tan complejos no sean confundidos en el camino de fe que decidieron recorrer.
Por esa razón, los Sagrados Corazones vienen a su encuentro como lo hicieron en otros momentos agudos de la humanidad, en los que el camino de la oración y del servicio fueron puentes que llevaron a millones de almas a encontrar su propia redención.
Ahora es el tiempo de llevar a las naciones, como por ejemplo a Argentina, para que no se olvide a Dios, para que su aprendizaje y escuela sea benéfico para todos los que la integran en este ciclo.
Argentina necesita mantenerse protegida de los embates a través de responsables y maduros grupos de oración que, como en una guerra espiritual, no dejen de clamar al Padre y de atraer Sus Dones y Atributos para poder mantener la paz y la unidad interior en los tiempos de crisis, para que ningún hermano se levante contra su hermano, para que exista el espíritu del entendimiento y de la Verdad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Las Leyes de la Cura son aquellas que actúan en los seres a través de la donación de sí al prójimo; no solo de una donación física y material, sino a través de una donación espiritual y esencial, en la que el ser deja un poco de su propia vitalidad para dar a los que más necesitan.
El verdadero curador será siempre suplido por Dios y nunca llegará el día en el cual no podrá donar algo de sí para suplir a alguien que lo necesita.
El verdadero curador siempre buscará en el Padre su sustento y, comprendiendo que todas las cosas provienen de Dios, nunca sentirá que le falta algo, porque lo que él recibe del Padre retorna a Sus hijos y, de los hijos, algún día retornará al Padre.
La cura es el equilibrio, la complementación, la manifestación del amor para que acontezca la unidad entre todos los seres.
Un ser enfermo está en desequilibrio, algo le falta, y no siempre será algo físico o material; muchas veces la enfermedad es la falta de energía esencial, de amor, de unidad con Dios y con el prójimo, y la cura sucede cuando ese ser necesitado vive en equilibrio y recibe lo que le faltaba esencialmente, recibe el amor y la presencia divina.
Por eso, muchas veces, los que se disponen a curar se sienten cansados, ya que donan de sí a los demás para que el equilibrio y la unidad sucedan.
Lo más importante para un curador es saber buscar en Dios su sustento, aquello que él ofrece a los demás, y que ese movimiento de donación atraiga del Universo Leyes mayores, que suplan a los que necesitan, no solo con la energía de la cura, sino también con la energía de la Gracia, del perdón, de la compasión y de la Misericordia, para que las heridas que no son físicas también se cierren y los desequilibrios que siempre permanecen invisibles también se puedan curar.
Les digo todo eso porque, en este tiempo, todos deben ser curadores, a través del amor, de la oración, del servicio y de la donación de sí.
La humanidad como un todo está enferma por carecer de amor y de sentido para su existencia, y la cura para eso se encuentra en ustedes mismos, en la posibilidad que los seres humanos tienen de donarse a los demás y, así, construir la unidad de unos con otros y todos con Dios, para que nada le falte a nadie y todos estén en equilibrio.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
La cura espiritual e interior será el medio por el cual la humanidad se redimirá.
Pero, para poder encontrar la cura deberán existir verdadero arrepentimiento y pureza de intención; de lo contrario, la cura no conseguirá aproximarse a la consciencia que aún no se redimió.
Una verdadera convivencia con las Leyes y con los Reinos, en todas sus expresiones, concede la llegada de esa cura espiritual tan esperada; cura que colmará al espíritu y a cada rincón del ser para que la consciencia, libre de las opresiones, pueda dar los pasos hacia el Señor.
Este es el tiempo de regresar al origen y a la esencia que nos creó, para que el sentido de lo sagrado y de la reverencia sean los que eleven a la consciencia, a fin de que alcance la trascendencia interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Ciencia, madre de todas las ciencias, es el Amor Divino.
El amor renueva, transforma y convierte todas las leyes, en todas las dimensiones.
Del Amor de Dios nació la expresión de toda la vida manifestada, en este universo y en todos los otros.
Del Amor de Dios surgieron Su Espíritu y Su Hijo, Fuentes de vida nueva que dieron origen a todos los rayos, a todos los sonidos y a todos los colores que vibran en las diferentes escuelas de la vida.
Del Amor de Dios nacieron los ángeles y los arcángeles. Sus emanaciones multiplican ese Poder divino para todos los seres y lo protegen en su interior para que siempre tengan la posibilidad de desarrollar el amor, dentro de sí mismos.
Del Amor de Dios surgió la esencia de los seres humanos, como semilla de una nueva fuente, una gota que, cuando es multiplicada, se transforma en un nuevo mar. Esta es la esencia de los hombres, esto es lo que portan en su interior: un potencial de renovación de toda la vida, llamado amor.
Busquen dentro de ustedes ese misterio y dejen que esa pequeña gota de Dios, en su interior, se multiplique, crezca y, en su ápice, sea una nueva fuente de vida.
Dentro de ustedes, hijos, se encuentra un cosmos nuevo, pleno de posibilidades, en el cual todas las criaturas pueden encontrar la renovación. Esta es su misión como seres, como hijos de Dios: renovar todas las cosas.
Amen y verán surgir dentro de ustedes una nueva vida.
Amen y verán los principios divinos despuntando en el propio interior.
Amen e instituirán en la Tierra una nueva vida, porque el amor convierte las leyes del pasado, que hasta entonces guiaron a la humanidad, y les da a todos los seres la oportunidad de recomenzar.
Amen, descubran y vivan el propósito de su existencia.
Tienen Mi bendición para esto.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mi victoria celestial está dentro de cada uno de ustedes y en ningún otro lugar.
Aquellos que se hayan decidido a entregar su vida a Mí, sepan desde ahora y para siempre, que a Mí pertenecerán y no pertenecerán a ninguna otra presencia, porque Mi Presencia es insondable e infinita.
Quiero hacer de sus vidas corazones humildes y pacíficos, que puedan testimoniar la Presencia del Hijo de Dios en la Tierra para estos tiempos difíciles y críticos.
Por eso he venido nuevamente al mundo con el Rayo de la Transfiguración, porque aún la consciencia humana deberá sublimarse, para que sus cadenas y todas sus prisiones se puedan liberar y el espíritu vuelva a ser libre como lo fue en el principio, como lo fue desde su origen, desde su existencia. Que pueda volver a obrar y a vivir en Dios sin estar dentro de la cadena del sufrimiento y de la agonía.
Lo que Yo les ofrezco en este tiempo, compañeros, es un gran sacrificio y un gran servicio por la humanidad, porque como ustedes saben, la humanidad está desequilibrada no solo desde el punto de vista psíquico, también desde el punto de vista material. Y ese equilibrio que la humanidad perdió, deberá volver a recuperarse a través de instrumentos de Mi Misericordia y de Mi Gracia.
Por eso estos tiempos son difíciles y definitivos, tanto en el júbilo como en la alegría, tanto en la batalla como en el desafío.
Atravesarán muchos puentes y muchos desafíos, pero también atravesarán muchos abismos, dentro y fuera de ustedes y también lo verán en toda la consciencia humana.
No bastará que hoy relate lo que sucede en la humanidad, porque lo están viendo día a día.
El Fuego de Mi convicción debe llegar a ustedes todo el tiempo. Eso permitirá que las Leyes Superiores puedan actuar a la Tierra y ese equilibrio tan esperado se pueda generar y presentar en la humanidad.
Mientras estoy aquí estoy también con los que sufren, con los que agonizan y con los que se desesperan, día a día.
Por medio del canal de la Divina Misericordia que fue abierto es que hoy puedo interceder por cada una de esas almas, tan necesitadas del Amor de Dios, tan necesitadas de la cura y de la redención.
Lo único que hoy les puedo ofrecer, compañeros, es la persistencia que Yo alcancé en la Cruz, persistencia que necesitarán para este tiempo crítico, para este tiempo definitivo, en donde las pruebas serán las escuelas y los aprendizajes para todos. Grandes momentos de definición de su consciencia y de poder dar saltos seguros y firmes en la evolución del amor y de la verdad.
Las pruebas no llegarán para amedrentarlos, sino para fortalecerlos, para que sigan firmes el camino que Yo les ofrezco. Eso los hará más verdaderos y simples, porque es lo que Dios espera de todas sus criaturas, que puedan penetrar el Misterio de Su Amor y la Infinidad de Su Gracia, principios que aún están disponibles para la humanidad y el planeta.
Pero dependerá de la adhesión de Mis compañeros y de Mis seguidores para que esas Fuentes de Dios puedan descender a la Tierra y las cosas no se desestabilicen tan rápidamente como el pasar de las agujas del reloj.
Necesito que el mundo pueda recuperarse y redimirse.
Necesito sobre la superficie de la Tierra espejos de la oración que puedan reflejar hacia todo el planeta todo el amor que Yo les entrego hacia sus esencias y espíritus, porque eso no permitirá que el caos pueda ganar, sino que el amor pueda vencer como siempre ha vencido a través de los tiempos, más allá de los errores, de las fallas y de todas las acciones humanas, que han transgredido una y otra vez el Plan de Dios.
Pero ahora llegó el momento muy importante para el mundo, en donde esa definición interior será clara para todos y eso dependerá de ustedes y de Dios; de Él, no como un Juez, sino como un Padre de Misericordia y de Gracia que tiene sed de Sus hijos, del amor de sus criaturas, de la transparencia de todas las vidas de la Tierra, porque derrotará los principios que ha sembrado el mal en la humanidad y llevan a la perdición y a la desesperación de las almas.
Pero ustedes saben, compañeros, que a través de estos encuentros Yo los preparo para Mi retorno, porque primero debe prepararse su espíritu, para que toda su consciencia esté lista para poder verme y reconocerme.
En el momento más difícil de la humanidad es cuando Yo retornaré y revelaré Mi Faz a todos.
No daré hora, ni fecha. Llegaré en el momento más culminante de la humanidad, cuando todo esté en su gran agonía.
Por eso los necesito firmes, claros y conscientes, para poder reconocer Mis comandos y para que aún las puertas a la Divina Misericordia estén abiertas.
Mientras tanto, persistan a través de Mi Corazón y no vuelvan sus vidas como son las vidas de los demás, las que han perdido el sentido de la misión y del propósito, hasta de la propia experiencia de la vida sobre la Tierra.
Esto va más allá de algo espiritual. Es estar en el camino correcto que el alma vino a cumplir en este planeta para ser merecedora de la Gracia y de la Misericordia de Dios, para poder corresponder al Divino Propósito que la ha traído a la Tierra, más allá de los errores cometidos en otros tiempos.
Hoy no vengo a hablar de las fallas o de los errores, sino de los talentos que aún deben ofrecerme y darme; talentos que esperan despertar dentro de ustedes y sus almas gritan por poner en servicio.
Por eso, compañeros, perciban el fin de los tiempos en una profunda claridad y sabiduría.
Sepan diferenciar las situaciones y las formas. No es para que las omitan, ni tampoco para que las rechacen, porque la transformación es eterna e infinita.
Pero en esa transformación la consciencia se eleva y despierta y encuentra cada vez más el sentido y la razón de haber existido en este Universo y dentro del Universo Espiritual.
Todo tiene su comunicación y su reflejo interno y externo; eso va más allá de la mente o de la intelectualidad.
El sentido del alma debe ser profundo y verdadero. Ella debe poder expresar su tarea en este tiempo final. No puede ser perturbada por sus miserias, por sus dudas o incomprensiones.
Deben permitir que sus almas tengan la oportunidad de servir y de amar y de conseguir expresar el valor que ellas tienen para que puedan cumplir la Voluntad de Dios.
Mientras esa situación en las almas del mundo no se defina, limitadas serán las oportunidades de la intervención universal.
Por eso traigo el bálsamo de Mi Luz para el mundo entero y la cura profunda de Mi Corazón, para que las almas se animen a dar los pasos que necesitan dar, sabiendo que el compromiso definitivo aún es desconocido por todos y que aún están a camino de poder encontrarlo y de verlo.
Anímense a definir sus vidas en la manera simple de la vida, en el amor en el servicio y en la caridad; en la consideración de los otros y del prójimo, como de los Reinos de la Naturaleza.
La escuela que fue enseñada aquí debe permanecer eternamente en la consciencia humana.
Los atributos que fueron sembrados aquí por medio de la instrucción y el camino de la vida grupal deberán ser los pilares para sostener la gran transición planetaria y toda la crisis de la humanidad, sabiendo que, a pesar de los errores, de los sufrimientos o de las guerras, de la ignorancia o de la indiferencia, existe un lugar en el mundo donde se viven los Atributos de Dios de una manera simple pero verdadera, así como los vivieron cada uno de los representantes de los pueblos del desierto junto a Moisés.
Ustedes son el puente, queridos compañeros, para que el Proyecto Sagrado de Dios, reflejado y manifestado en la consciencia humana por medio de la intervención divina y cósmica, pueda tener su continuidad y sobre todo, su porvenir.
Pero depende de la decisión de las almas de estos tiempos, de la consciencia y de la atención ante el llamado que es proclamado desde el Universo Mayor, del interés de cada uno de los corazones del mundo y sobre todo de la unidad que pueda ser gestada entre sus consciencias, a pesar de las diferencias o de las escuelas, más allá de todos los aprendizajes.
Porque donde está el amor, está presente Dios y su Proyecto Divino, está presente Mi Corazón y el Corazón de Mi Madre y el de cada Jerarquía Universal que contempla y observa la humanidad en estos tiempos, y cómo pierde sus códigos y sus experiencias de amor por haberse sumergido en la modernidad actual y en la indiferencia global, raíces de la gran ilusión mundial.
Pero ustedes, compañeros, como cada uno de los que me escucha, no tienen esos velos en la consciencia; han despertado y han sentido el llamado de la Jerarquía.
Espero que puedan aprovechar Mis Palabras, porque Mi ciclo está finalizando con ustedes. Y cuando finalice todo sucederá y no serán solo mensajes o palabras, o cosas invisibles o lejanas a su realidad material.
Deberán volver a buscar la Fuente que aquí se abrió por medio de la instrucción y del conocimiento, para ayudar a sostener a los que no se sostienen, a los que son más ignorantes y necios, para ayudar a curar y a redimir, abriendo sus brazos y corazones para acoger al mundo, a las naciones y a sus pueblos, más allá de sus culturas y de sus creencias.
De nuevo se volverá a repetir el gran desafío de Noé en su Arca Espiritual.
Aquí se congregarán los pueblos si las puertas están abiertas.
Aquí se acogerán los que sufren si el amor está presente.
Aquí estará la Jerarquía si la adhesión y la respuesta fueran sinceras y verdaderas.
Eso permitirá que nuestro Fuego nunca les falte, que nuestra Luz siempre los guíe, que nuestra Consciencia siempre les refleje discernimiento y sabiduría.
Pero llegó el momento, compañeros, de vivir definitivamente el nuevo ciclo para que todo lo que está en el Universo Espiritual pueda descender al Universo Material y así, se lleve adelante el Plan de Rescate en el fin de estos tiempos.
Acepto sus ofertas, escucho sus corazones y acojo sus intenciones en unión a la Jerarquía.
Que se cumpla en ustedes la sagrada misión que han venido a realizar.
Que sus sentidos internos se abran para poder percibir la emergencia de estos tiempos y el llamado inmediato que viene del Cielo, para elevar la consciencia humana de estado y de condición.
Celebremos entonces en esta hora la comunión con el alma de cada ser, y ante la Presencia de Mi Iglesia Celestial, que no solo llega al Corazón del Padre bendiciendo los elementos de este Altar que hoy son ofrecidos y las intenciones más profundas e internas de sus espíritus, en esa donación que sus almas pueden hacer para estos tiempos por muchas, muchas almas más que en este tiempo no lo hacen, ni lo viven. Así también aliviarán Mi Corazón de la gran ceguera humana que estoy viendo en la humanidad y cómo eso sumerge a las almas en la ilusión y en la indiferencia.
Que el amor que ofrecerán hoy sus corazones ante el Rey Universal pueda disolver las corrientes contrarias, y las almas puedan renacer a la vida en el encuentro perfecto con la Esencia Divina.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestro Señor escucharemos el Padrenuestro cantado en latín, para que las Puertas de Su Iglesia Celestial se abran y Su Gracia descienda en todos los corazones.
Nos ponernos de pie para la consagración.
Pater Noster...
Cristo Jesús:
En aquel tiempo Yo les di Mi Cuerpo para que resucitaran.
En aquel tiempo Yo les di Mi Sangre para que pudieran purificarse, consagrarse a Mí, para consagrarse al Plan de Dios.
En esta hora y en este momento se vuelve a revivir el sacrificio del Cordero de Dios, cuando en aquel tiempo tomé el pan dando gracias a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo bendijeron, se lo entregué a Mis Apóstoles diciéndoles, para que le transmitan a la humanidad, que "este es Mi Cuerpo que fue entregado por todos para el perdón de los pecados".
Tomé el Cáliz y elevándolo a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo bendijeron. Lo pasé a Mis Apóstoles diciéndoles: "Tomen y beban todos de Él, este es el Cáliz de Mi Sangre, que a través de los tiempos y de las generaciones derramará la preciosísima Sangre del Cordero de Dios, para que todos reciban Sus Códigos de Luz y se rediman".
Este es el Cuerpo y la Sangre de quien dio la vida por ustedes hasta lo alto del Monte Calvario y sufrió por la humanidad para que ella no perdiera el sentido de su existencia y el camino perfecto de su alma.
Gloria a Dios en las Alturas, paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.
Y ahora que el Padre recibió la oferta de los elementos en el Altar y la oferta de los corazones, ha llegado el momento de la bendición a través de la infusión divina que el Padre propaga para todas las almas de la Tierra, y a través de la Obra, de la Ciencia del Espíritu Santo.
Que la Paz de Mi Corazón esté en ustedes y esté en todos los seres de la Tierra para que sean portadores de la paz y de la Misericordia de Dios, a fin de que terminen las guerras, el hambre, el sufrimiento y la desesperación de los corazones.
Por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús en este país y en el mundo, Yo los declaro Mis apóstoles y Mis compañeros, y les doy Mi bendición espiritual y paternal.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. (x 3)
En fraternidad y en compasión se darán el saludo de la paz.
¡Les agradezco!
Segundo Mensaje
La revelación del misterio se aproxima a la consciencia humana. Este es el momento de conocer la Verdad profundamente y de poder penetrar ese misterio a través de la revelación de su conocimiento divino y cósmico.
Hoy provengo nuevamente del Sol, porque este es el astro universal que los rige y que los ilumina, día a día.
A pesar de lo que suceda y ante cualquier acontecimiento, el Sol, como esencia, les da la vida, la regeneración y la cura.
Por eso, hoy Mi Mensaje también viene desde ese lugar, desde ese Sol que gobierna este sistema solar y que concentra muchas Leyes, universales y cósmicas, para la evolución de la vida y de la consciencia.
El Sol será el testigo de los acontecimientos del fin de los tiempos en este planeta y en su humanidad, y en él se verterán todos los principios para que el sistema solar vuelva a ser regenerado y todo comience de cero.
El Sol que los rige no es solo un elemento físico, material o cósmico; él es una energía que fue colocada dentro de este sistema de vida para que todos pudieran aprender de él, a través de los ciclos y de las estaciones.
Cada elemento, así como cada acontecimiento, tiene su lugar y su hora. El Sol que los rige entrará en un nuevo estado y en una nueva forma, a través de su autopurificación divina y de sus leyes que forman parte de este Universo Material; leyes que también forman parte de cientos de Soles en otras regiones del vasto Cosmos.
En este Sol encontrarán las usinas para la regeneración de las esencias humanas y de su contraparte espiritual que aún deberá vivir su redención, su purificación y, por último, su rehabilitación.
Las ondas que él emitirá para estos tiempos serán intensas y determinantes. Una parte de la humanidad lo identificará como un castigo, como un desequilibrio global o como parte de un acontecimiento universal; aunque eso sea cierto, la intención y el propósito es otro, el Universo nunca se detiene y nunca se detuvo, él vive en un dinamismo constante y en una aceleración permanente.
Ustedes, como humanidad y como planeta, están dentro de este sistema de vida y, dentro de este sistema de evolución que llega hasta lo más profundo de sus cuerpos, hasta la materia, hasta sus células y átomos.
La aceleración de estos tiempos es parte de la aceleración del Universo y de este sistema solar que se prepara para ingresar a un nuevo tiempo que, espiritualmente, no será tan notorio para todos, pero sí será visible en el movimiento de las leyes de la vida material o, incluso, en las agujas de reloj. El tiempo parece correr y no ser suficiente.
La transición de la humanidad y el auge de su gran purificación se aproximan para ingresar en el real tiempo del Universo, en donde existe solamente el eterno presente.
Por eso las Jerarquías, a través de los tiempos y de las generaciones, a través de todas las épocas y de todas las décadas, han preparado el preámbulo para el ingreso de ese nuevo tiempo; de lo contrario, la humanidad hubiera sufrido demasiado la aceleración del tiempo dentro de la consciencia y del espíritu.
La asistencia universal viene en auxilio de todos, la aproximación de la Jerarquía viene en auxilio de todos. Solo bastará vivir las reglas para poder cumplir el Plan y llevarlo adelante conforme al Propósito Divino.
De nada valdrá hacer mucho en la humanidad si la misión no está basada en el amor y en la verdad, en la transparencia y en la obediencia; atributos fundamentales para los tiempos de hoy, en donde muchas manifestaciones espirituales y humanas se presentarán y convencerán a la mayoría de que son reales y autónomas.
Seguir a la Jerarquía tiene un solo sentido y tiene un mismo fin, un mismo propósito, una misma meta que es alcanzar la fusión en hermandad, en unidad y con fe; atributos que promueven la materialización del Plan en la superficie de este planeta y en otros.
Las humanidades de este Universo se están postulando para ayudar a esta humanidad actual, a esta raza que proviene de los Adanes y de las Evas y de una continuidad de errores y de fallas sucedidas a través de los tiempos y de las épocas; pero el fin de la Ley del Sufrimiento se aproxima para que se abran las puertas a la cura y al alivio del dolor.
Cuánto más clamen por Mi Misericordia y por la Piedad de Dios, más aún se abrirán las puertas.
Cuánto más demuestren que están comprendiendo lo que decimos y lo que hablamos, más aún se abrirán las puertas a la Misericordia y cada uno, a pesar de donde se encuentre o de cómo se encuentre, recibirá lo que necesita. Confíen en lo que les digo.
El Sol, para la humanidad, representa esa fusión espiritual entre las almas y Dios, ese principio fundamental que una vez debió haberse vivido en la existencia de los Adanes y de las Evas, pero que no sucedió, por diferentes circunstancias.
Ahora la historia se recalculará y el Plan se profundizará en la consciencia humana para que todo ser en la superficie de este planeta tenga claro y presente lo que significa la Voluntad de Dios.
No dejen de abrir su corazón a los misterios. Beban de esta Fuente Inmaterial que hoy les traigo para que sus vidas sean renovadas y nunca, nunca sientan sed; porque la comunión con la vida superior es posible mientras se vive esta vida inferior en la superficie de la Tierra.
La Escuela de los Nuevos Cristos será regida por este maestro, el Sol del Universo Local; aquel que imparte muchas más energías y principios para la vida humana, para el planeta y el Universo.
De esta Fuente Solar nacerá el Nuevo Tiempo y colmará a todas las Jerarquías y a sus discípulos, a todos sus servidores y colaboradores.
Ahora es tiempo de dar ese salto y ese paso hacia el cumplimiento de la última parte del Plan que es responsabilidad de todos; que es responsabilidad de cada uno con Dios y el Universo.
La firma de sus espíritus ya fue concebida, el permiso ya fue dado y la hora se aproxima para ese acontecimiento en el que todos, congregados en el amor, prepararán interiormente el surgimiento de esa Nueva Humanidad que dejará de ser mental para que finalmente sea espiritual y divina; así como el Padre lo ha pensado desde los Orígenes, desde antes de que existiera el Universo y toda su vida.
Esta Maratón significa el pasaje a un nuevo tiempo y a una nueva energía espiritual concedida por la Jerarquía.
El pasado quedará en el ayer, el presente pasará a ser parte del futuro y las puertas se abrirán para un nuevo ciclo, a fin de que la consciencia humana participe de los impulsos que vendrán del gran maestro Sol.
Que Mis Palabras se conviertan, en ustedes, en fuente de sabiduría y de claridad, en fuente de discernimiento, de cura y de amor; porque el objetivo de todo este impulso es un fin mayor, basado en el Amor de Dios y en la unidad con la Fuente Suprema que los rige desde el origen de sus esencias en el Universo Material.
Para que, al fin, compañeros, sean esa chispa de luz para el mundo durante el tiempo de tinieblas y de tribulación para que más velos de la consciencia caigan de los rostros de los seres y se abran las puertas al conocimiento y al despertar.
Reciban, entonces, toda la asistencia de esta Fuente Solar que se revelará al mundo en poco tiempo por sus principios y señales, por sus emanaciones y energías superiores.
Vengan Conmigo a la Fuente del gran Sol y comulguemos, en esencia, con la nueva vida que estará libre de los errores, del sufrimiento y del dolor.
En la esencia nacerá el nuevo ser que se tornará como un Sol para iluminar los nuevos tiempos.
Reciban Mi bendición y Mi entendimiento, Mi Gracia y Mi Misericordia para los tiempos que vendrán.
Bajo este Sol que gobierna esta parte de la vida universal, bajo las estrellas de este Universo que son testigos de muchas experiencias y vidas, bajo la existencia del Universo Material y de sus corrientes poderosas, de sus atributos, rayos y energías que forman parte de la elevación de la consciencia y de la unidad con Dios, Yo los bendigo para este nuevo ciclo que será sostenido por su amor y por su fe, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más