Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS EN LA CIUDAD DE BUDAPEST, HUNGRÍA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 71.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA EN EL MES DE JULIO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo vengo como el sol del atardecer para traerles la Luz de Dios, porque no existe nada que no pueda ser resuelto a través del amor. El amor es salvífico, el amor es vivo, el amor es resplandeciente.

Cuando los hijos de Dios están en torno del amor nada sucede, todo se transforma y se eleva. Por eso no tengan miedo, sientan el Amor de Dios que los vivifica, que los transforma y que los hace cambiar, de tiempo en tiempo.

Mi Corazón es una fuente de ese Amor, de la que ustedes pueden participar día a día. Por eso necesito que sean como Mi Amor, como el Amor que los salvó, como el Amor que los rescató y que los redimió en la Cruz.

Ese Amor de Dios es el que se entregó y dio todo lo que tenía por cada uno de ustedes. Ese Amor es el que se dejó flagelar, se dejó humillar, se dejó sacrificar por los hombres para que aprendieran la verdad sobre el Amor.

En ese Amor Yo los quiero ver todo el tiempo. Un Amor que regenera, que trae vida, que pacifica, que neutraliza las formas y todos los embates.

Espero ver al mundo en ese Amor, una y otra vez, porque sé que no lo está y muchos no lo están porque no conocen los milagros que puede hacer el Amor cuando uno se entrega a él, verdaderamente y sin miedos. Porque el Amor de Dios es algo que penetra en la consciencia, es un Amor que trae confianza y que fortalece ante las situaciones de la vida y de los acontecimientos.

Hoy quiero entregar este amor para todos los que están aquí. Eso espero, porque sé que necesitan de este Amor que Yo les traigo para este tiempo final, en el que la consciencia humana debe enfrentarse a sí misma para aprender a trascenderse y a liberarse de sí.

Pero todo es posible en el Amor, en el Amor que Yo les enseñé, en el Amor que Yo profesé por Mis apóstoles y por todos Mis seguidores.

Es ese mismo Amor que hoy les traigo y del cual los hago partícipes, una y otra vez, para que sepan que el mundo necesita de seres de amor que puedan espejar, como instrumentos, la Fuente del Amor de Dios transformando su amor propio en un Amor mayor, un Amor que viene en auxilio del mundo y de los acontecimientos críticos de la Tierra.

Es ese Amor que Yo les ofrezco, el que les permitirá vivir la transición. Sin amor nada será posible, todo será un vacío, un desierto y una soledad.

Mi corazón es una puerta hacia ese Amor que puede transformarlos y permitirles trascenderse cuando no lo consiguen por sí mismos, cuando no saben por dónde ir ni a quién recurrir.

No solo les hablo del amor inmaterial, sino también del amor que Yo viví como ser humano, como hombre y como consciencia.

Ese Amor, que también es de Dios, actuó en todo, participó en todo y se entregó por ustedes como hoy ustedes se entregan por Mí.

El Amor los hará vivir la fraternidad que el mundo necesita aplicar urgentemente, una fraternidad que vea la necesidad del prójimo, una fraternidad que vea la necesidad que hay en el semejante.

Yo los invito a encontrar, dentro de ustedes, ese Amor que les hace ver a Dios en cada momento, en cada circunstancia. Será necesario atravesar estos tiempos bajo esa Ley para aprender a superarse y ayudar a superarse a los demás, a sus hermanos, a sus compañeros.

Pero sin Amor nada se puede hacer, es como no tener dirección, es como no tener camino. Por eso, les traigo esa Fuente del Amor para este tiempo final porque la humanidad lo necesita, urgentemente, para dejar de cometer errores y fallas, para no apartarse más de Dios y perder el rumbo de su camino.

Hoy me ofrezco como ese Amor que los renueva, que los cura, que los sana, como ese Amor que pone fin a muchas cosas y que abre puertas a nuevas experiencias, a nuevos aprendizajes, a nuevas escuelas.

No dejo de pensar cuánto aún deben vivir en ese Amor, un amor que no es palpable, un amor que mueve la energía Divina y que la hace fluir en todo el Universo y en todos los espacios de la Creación.

Así como los ángeles viven de la fuente de ese amor y se nutren de ella, ustedes también deben nutrirse de ese Amor de Dios que se ofrece de tiempo en tiempo, incondicionalmente, para que las almas cumplan su propósito y, sobre todo, la Voluntad de Dios. Cuando eso no sucede y el amor no está presente, todo se vuelve oscuro, frágil y débil.

El amor los hace elevar todo el tiempo, los hace ver la realidad y encontrar un camino de paz que los lleva a un entendimiento maduro y sabio. Solo deseo que encuentren ese amor algún día, porque es un Amor vivo y Divino que los consagrará, que los hará buenos servidores y colaboradores de Mi Obra.

Y aquellos que viven hoy ese amor y lo practican verdaderamente, que lo sigan haciendo porque el planeta lo necesita como consciencia, la humanidad lo necesita como raza así como todos los Reinos de Naturaleza necesitan el amor de los hombres para poder evolucionar y despertar, para poder crecer como ustedes crecen y viven, a pesar de cómo se encuentra el mundo y la humanidad.

La Fuente del Amor de Dios está abierta para descender, espiritualmente, a la Tierra. Debe encontrar instrumentos para poder descender y expresarse. Debe hallar corazones abiertos para poder depositarse y así, multiplicar las Gracias de Dios en todos los sentidos y en toda la vida.

Este es el tiempo de que vivan el milagro del Amor, pero primero deben creer en él para que lo puedan sentir y vivir. Eso los unificará, los hará más hermanos y más compañeros los unos con los otros.

Sientan a Mi Corazón que emana ese Amor de Dios y pacifíquense. Todo es una transición y una experiencia.

El Amor es eterno. El Amor de Dios nunca acabará, las miserias sí terminarán y la Luz vencerá cuando entren en la corriente del Amor de Dios y lo hagan parte de sí, porque el Amor de Dios les concederá el perdón y la reconciliación.

Esto es todo lo que espero para este tiempo, ver reflejada Mi Obra como una corriente viva de Amor en los corazones y en las almas que dicen “sí” al Creador y confían plenamente en Él, en Su Voluntad.

Yo los hago partícipes de la Verdad que proviene del Amor de Dios para que lo encuentren algún día, sabiendo que todo es pasajero, pero que la experiencia del Amor en sus consciencias es imborrable e intransferible.

Dios necesita que el amor pueda reinar en el mundo y en los corazones para que la paz se establezca y se viva la unidad entre hermanos, más allá de todo.

Les dejo Mi Amor como un camino de salida, como una Luz en el horizonte, como el sol que los alumbra en esta tarde de Gracia.

Hoy no vengo a juzgar sus actos ni sus hechos cometidos. Vengo a invitarlos para que entren en el Universo de Mi Amor en donde encontrarán la Verdad y la podrán vivir de una forma simple.

Así los haré representantes de Mi Obra en la Tierra y habrá seres sobre la superficie de este planeta que serán puentes de comunicación entre la Tierra y el Cielo, que es lo que necesita Dios no solo de la vida sacerdotal, sino también de todos los que oran y proclaman su fe al Creador. Así el mundo se mantendrá estabilizado y en equilibrio y todo sucederá de una forma más armoniosa.

Cuando las almas no viven el amor, los corazones sufren y no entienden por qué. El amor humano debe ser transformado en Amor Divino y solo una Gracia puede conceder esto, en este tiempo, para que la humanidad entienda que se equivocó y que deberá recapacitar para que la Misericordia la colme y la pueda salvar.

Es el Amor de Mi Corazón el que hoy les trae paz. La Paz de Dios los bendice y los colma para que sigan adelante por Mí, para que se cumpla el Proyecto y venza el Amor como él venció en la Cruz.

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 65º MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA , EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mi victoria celestial está dentro de cada uno de ustedes y en ningún otro lugar.

Aquellos que se hayan decidido a entregar su vida a Mí, sepan desde ahora y para siempre, que a Mí pertenecerán y no pertenecerán a ninguna otra presencia, porque Mi Presencia es insondable e infinita.

Quiero hacer de sus vidas corazones humildes y pacíficos, que puedan testimoniar la Presencia del Hijo de Dios en la Tierra para estos tiempos difíciles y críticos.

Por eso he venido nuevamente al mundo con el Rayo de la Transfiguración, porque aún la consciencia humana deberá sublimarse, para que sus cadenas y todas sus prisiones se puedan liberar y el espíritu vuelva a ser libre como lo fue en el principio, como lo fue desde su origen, desde su existencia. Que pueda volver a obrar y a vivir en Dios sin estar dentro de la cadena del sufrimiento y de la agonía.

Lo que Yo les ofrezco en este tiempo, compañeros, es un gran sacrificio y un gran servicio por la humanidad, porque como ustedes saben, la humanidad está desequilibrada no solo desde el punto de vista psíquico, también desde el punto de vista material. Y ese equilibrio que la humanidad perdió, deberá volver a recuperarse a través de instrumentos de Mi Misericordia y de Mi Gracia.

Por eso estos tiempos son difíciles y definitivos, tanto en el júbilo como en la alegría, tanto en la batalla como en el desafío.

Atravesarán muchos puentes y muchos desafíos, pero también atravesarán muchos abismos, dentro y fuera de ustedes y también lo verán en toda la consciencia humana.

No bastará que hoy relate lo que sucede en la humanidad, porque lo están viendo día a día.

El Fuego de Mi convicción debe llegar a ustedes todo el tiempo. Eso permitirá que las Leyes Superiores puedan actuar a la Tierra y ese equilibrio tan esperado se pueda generar y presentar en la humanidad.

Mientras estoy aquí estoy también con los que sufren, con los que agonizan y con los que se desesperan, día a día.

Por medio del canal de la Divina Misericordia que fue abierto es que hoy puedo interceder por cada una de esas almas, tan necesitadas del Amor de Dios, tan necesitadas de la cura y de la redención.

Lo único que hoy les puedo ofrecer, compañeros, es la persistencia que Yo alcancé en la Cruz, persistencia que necesitarán para este tiempo crítico, para este tiempo definitivo, en donde las pruebas serán las escuelas y los aprendizajes para todos. Grandes momentos de definición de su consciencia y de poder dar saltos seguros y firmes en la evolución del amor y de la verdad.

Las pruebas no llegarán para amedrentarlos, sino para fortalecerlos, para que sigan firmes el camino que Yo les ofrezco. Eso los hará más verdaderos y simples, porque es lo que Dios espera de todas sus criaturas, que puedan penetrar el Misterio de Su Amor y la Infinidad de Su Gracia, principios que aún están disponibles para la humanidad y el planeta.

Pero dependerá de la adhesión de Mis compañeros y de Mis seguidores para que esas Fuentes de Dios puedan descender a la Tierra y las cosas no se desestabilicen tan rápidamente como el pasar de las agujas del reloj.

Necesito que el mundo pueda recuperarse y redimirse.

Necesito sobre la superficie de la Tierra espejos de la oración que puedan reflejar hacia todo el planeta todo el amor que Yo les entrego hacia sus esencias y espíritus, porque eso no permitirá que el caos pueda ganar, sino que el amor pueda vencer como siempre ha vencido a través de los tiempos, más allá de los errores, de las fallas y de todas las acciones humanas, que han transgredido una y otra vez el Plan de Dios.

Pero ahora llegó el momento muy importante para el mundo, en donde esa definición interior será clara para todos y eso dependerá de ustedes y de Dios; de Él, no como un Juez, sino como un Padre de Misericordia y de Gracia que tiene sed de Sus hijos, del amor de sus criaturas, de la transparencia de todas las vidas de la Tierra, porque derrotará los principios que ha sembrado el mal en la humanidad y llevan a la perdición y a la desesperación de las almas.

Pero ustedes saben, compañeros, que a través de estos encuentros Yo los preparo para Mi retorno, porque primero debe prepararse su espíritu, para que toda su consciencia esté lista para poder verme y reconocerme.

En el momento más difícil de la humanidad es cuando Yo retornaré y revelaré Mi Faz a todos.

No daré hora, ni fecha. Llegaré en el momento más culminante de la humanidad, cuando todo esté en su gran agonía.

Por eso los necesito firmes, claros y conscientes, para poder reconocer Mis comandos y para que aún las puertas a la Divina Misericordia estén abiertas.

Mientras tanto, persistan a través de Mi Corazón y no vuelvan sus vidas como son las vidas de los demás, las que han perdido el sentido de la misión y del propósito, hasta de la propia experiencia de la vida sobre la Tierra.

Esto va más allá de algo espiritual. Es estar en el camino correcto que el alma vino a cumplir en este planeta para ser merecedora de la Gracia y de la Misericordia de Dios, para poder corresponder al Divino Propósito que la ha traído a la Tierra, más allá de los errores cometidos en otros tiempos.

Hoy no vengo a hablar de las fallas o de los errores, sino de los talentos que aún deben ofrecerme y darme; talentos que esperan despertar dentro de ustedes y sus almas gritan por poner en servicio.

Por eso, compañeros, perciban el fin de los tiempos en una profunda claridad y sabiduría.

Sepan diferenciar las situaciones y las formas. No es para que las omitan, ni tampoco para que las rechacen, porque la transformación es eterna e infinita.

Pero en esa transformación la consciencia se eleva y despierta y encuentra cada vez más el sentido y la razón de haber existido en este Universo y dentro del Universo Espiritual.

Todo tiene su comunicación y su reflejo interno y externo; eso va más allá de la mente o de la intelectualidad.

El sentido del alma debe ser profundo y verdadero. Ella debe poder expresar su tarea en este tiempo final. No puede ser perturbada por sus miserias, por sus dudas o incomprensiones.

Deben permitir que sus almas tengan la oportunidad de servir y de amar y de conseguir expresar el valor que ellas tienen para que puedan cumplir la Voluntad de Dios.

Mientras esa situación en las almas del mundo no se defina, limitadas serán las oportunidades de la intervención universal.

Por eso traigo el bálsamo de Mi Luz para el mundo entero y la cura profunda de Mi Corazón, para que las almas se animen a dar los pasos que necesitan dar, sabiendo que el compromiso definitivo aún es desconocido por todos y que aún están a camino de poder encontrarlo y de verlo.

Anímense a definir sus vidas en la manera simple de la vida, en el amor en el servicio y en la caridad; en la consideración de los otros y del prójimo, como de los Reinos de la Naturaleza.

La escuela que fue enseñada aquí debe permanecer eternamente en la consciencia humana.

Los atributos que fueron sembrados aquí por medio de la instrucción y el camino de la vida grupal deberán ser los pilares para sostener la gran transición planetaria y toda la crisis de la humanidad, sabiendo que, a pesar de los errores, de los sufrimientos o de las guerras, de la ignorancia o de la indiferencia, existe un lugar en el mundo donde se viven los Atributos de Dios de una manera simple pero verdadera, así como los vivieron cada uno de los representantes de los pueblos del desierto junto a Moisés.

Ustedes son el puente, queridos compañeros, para que el Proyecto Sagrado de Dios, reflejado y manifestado en la consciencia humana por medio de la intervención divina y cósmica, pueda tener su continuidad y sobre todo, su porvenir.

Pero depende de la decisión de las almas de estos tiempos, de la consciencia y de la atención ante el llamado que es proclamado desde el Universo Mayor, del interés de cada uno de los corazones del mundo y sobre todo de la unidad que pueda ser gestada entre sus consciencias, a pesar de las diferencias o de las escuelas, más allá de todos los aprendizajes.

Porque donde está el amor, está presente Dios y su Proyecto Divino, está presente Mi Corazón y el Corazón de Mi Madre y el de cada Jerarquía Universal que contempla y observa la humanidad en estos tiempos, y cómo pierde sus códigos y sus experiencias de amor por haberse sumergido en la modernidad actual y en la indiferencia global, raíces de la gran ilusión mundial.

Pero ustedes, compañeros, como cada uno de los que me escucha, no tienen esos velos en la consciencia; han despertado y han sentido el llamado de la Jerarquía.

Espero que puedan aprovechar Mis Palabras, porque Mi ciclo está finalizando con ustedes. Y cuando finalice todo sucederá y no serán solo mensajes o palabras, o cosas invisibles o lejanas a su realidad material.

Deberán volver a buscar la Fuente que aquí se abrió por medio de la instrucción y del conocimiento, para ayudar a sostener a los que no se sostienen, a los que son más ignorantes y necios, para ayudar a curar y a redimir, abriendo sus brazos y corazones para acoger al mundo, a las naciones y a sus pueblos, más allá de sus culturas y de sus creencias.

De nuevo se volverá a repetir el gran desafío de Noé en su Arca Espiritual.

Aquí se congregarán los pueblos si las puertas están abiertas.

Aquí se acogerán los que sufren si el amor está presente.

Aquí estará la Jerarquía si la adhesión y la respuesta fueran sinceras y verdaderas.

Eso permitirá que nuestro Fuego nunca les falte, que nuestra Luz siempre los guíe, que nuestra Consciencia siempre les refleje discernimiento y sabiduría.

Pero llegó el momento, compañeros, de vivir definitivamente el nuevo ciclo para que todo lo que está en el Universo Espiritual pueda descender al Universo Material y así, se lleve adelante el Plan de Rescate en el fin de estos tiempos.

Acepto sus ofertas, escucho sus corazones y acojo sus intenciones en unión a la Jerarquía.

Que se cumpla en ustedes la sagrada misión que han venido a realizar.

Que sus sentidos internos se abran para poder percibir la emergencia de estos tiempos y el llamado inmediato que viene del Cielo, para elevar la consciencia humana de estado y de condición.

Celebremos entonces en esta hora la comunión con el alma de cada ser, y ante la Presencia de Mi Iglesia Celestial, que no solo llega al Corazón del Padre bendiciendo los elementos de este Altar que hoy son ofrecidos y las intenciones más profundas e internas de sus espíritus, en esa donación que sus almas pueden hacer para estos tiempos por muchas, muchas almas más que en este tiempo no lo hacen, ni lo viven. Así también aliviarán Mi Corazón de la gran ceguera humana que estoy viendo en la humanidad y cómo eso sumerge a las almas en la ilusión y en la indiferencia.

Que el amor que ofrecerán hoy sus corazones ante el Rey Universal pueda disolver las corrientes contrarias, y las almas puedan renacer a la vida en el encuentro perfecto con la Esencia Divina.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestro Señor escucharemos el Padrenuestro cantado en latín, para que las Puertas de Su Iglesia Celestial se abran y Su Gracia descienda en todos los corazones.

Nos ponernos de pie para la consagración.

Pater Noster...

Cristo Jesús:

En aquel tiempo Yo les di Mi Cuerpo para que resucitaran.

En aquel tiempo Yo les di Mi Sangre para que pudieran purificarse, consagrarse a Mí, para consagrarse al Plan de Dios.

En esta hora y en este momento se vuelve a revivir el sacrificio del Cordero de Dios, cuando en aquel tiempo tomé el pan dando gracias a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo bendijeron, se lo entregué a Mis Apóstoles diciéndoles, para que le transmitan a la humanidad, que "este es Mi Cuerpo que fue entregado por todos para el perdón de los pecados".

Tomé el Cáliz y elevándolo a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo lo bendijeron. Lo pasé a Mis Apóstoles diciéndoles: "Tomen y beban todos de Él, este es el Cáliz de Mi Sangre, que a través de los tiempos y de las generaciones derramará la preciosísima Sangre del Cordero de Dios, para que todos reciban Sus Códigos de Luz y se rediman".

Este es el Cuerpo y la Sangre de quien dio la vida por ustedes hasta lo alto del Monte Calvario y sufrió por la humanidad para que ella no perdiera el sentido de su existencia y el camino perfecto de su alma.

Gloria a Dios en las Alturas, paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.

Y ahora que el Padre recibió la oferta de los elementos en el Altar y la oferta de los corazones, ha llegado el momento de la bendición a través de la infusión divina que el Padre propaga para todas las almas de la Tierra, y a través de la Obra, de la Ciencia del Espíritu Santo.

Que la Paz de Mi Corazón esté en ustedes y esté en todos los seres de la Tierra para que sean portadores de la paz y de la Misericordia de Dios, a fin de que terminen las guerras, el hambre, el sufrimiento y la desesperación de los corazones.

Por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús en este país y en el mundo, Yo los declaro Mis apóstoles y Mis compañeros, y les doy Mi bendición espiritual y paternal.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. (x 3)

En fraternidad y en compasión se darán el saludo de la paz.

¡Les agradezco!

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 64.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, fui llamado por la dulce voz de sus corazones, eso en verdad me atrajo hasta aquí para estar cerca de sus espíritus, para poder grabar en sus consciencias Mis Impulsos de Luz.

A través de este escenario podemos comprender y sentir cuánta belleza Dios nos manifestó.

Al ser humano solo le resta amar para abrir la puerta a la Voluntad de Dios y, a través de los pasos de la vida, aprender a vivirla.

¡Deseaba tanto estar aquí, en Brasil! Conté cada día para poder estar aquí, con ustedes. Porque saben que Yo los amo y los entiendo y que espero para sus vidas lo mejor, lo que en verdad vinieron a realizar como consciencias, lo que en verdad vinieron a cumplir y a manifestar a través de los Dones de Dios.

Eso tan sagrado y sublime, que se encuentra en el mundo interno de cada ser, es lo que he venido a rescatar de la consciencia humana, especialmente del Brasil.

Porque esa fuerza interior y espiritual de cada corazón humano es lo que Me permite llegar aquí, como a las demás Jerarquías Espirituales, que vienen con el Silencio de Dios, en total neutralidad, para poder auxiliar al planeta y a la humanidad.

El ser humano de este tiempo, dentro del fin de estos tiempos, deberá constituir en sí mismo lo que es, lo que Dios depositó en su esencia desde el principio. Es eso que hará repoblar a la Tierra de nuevos atributos.

Las buenas obras, la cooperación, el bien y el amor de todos los seres, es lo que hará repoblar a la Tierra de nuevos códigos y principios.

Porque mientras el mundo sufre y gran parte de la humanidad agoniza, ustedes tienen la Gracia, compañeros, de tenerme cerca como Consciencia y Espíritu, como Alma y Divinidad, que viene al mundo en el nombre de Dios, para despertar a la consciencia humana hacia su verdadera realidad, la que hasta ahora nunca ha visto.

Y por medio de sus oraciones y de su amor tengo el permiso de sus almas y mundos internos para poder ayudar al planeta y la energía de la Divina Misericordia puede llegar a lugares muy desconocidos por ustedes, en donde las almas tienen sed de Mi Luz y suplican, fervorosamente, por Mi Amor Redentor.

Vengo desde el Universo trayendo la Consciencia del Padre Eterno para que la humanidad se vuelva rescatable y no pierda la oportunidad de crecer interiormente, sabiendo que los valores de la fe y los principios de la oración serán los que transformarán la Tierra y harán de las almas verdaderos Templos de Dios.

Mientras estoy aquí con ustedes no solo contemplo al Brasil, sino también a todo el mundo y escucho las súplicas de Mis servidores y compañeros, llamándolos y elevándolos a través de la Consciencia de Dios; porque cuando escucho la oración de Mis compañeros, Yo voy en su ayuda.

Cuando la oración es fervorosa, ella transforma muchas situaciones de la Tierra, cosas inimaginables dentro y fuera de la consciencia de los seres, porque el poder de la oración aún es desconocido. Por eso, no dejen de sumergirse en esa escuela, porque así se volverán seres rescatables e instrumentos al servicio de Dios, colaboradores de la obra máxima de Mi Corazón.

Hoy, he venido aquí también para darles Mi bendición a través de los Sacramentos. Porque cada vez que se renueva este ejercicio espiritual, más son las oportunidades de redención, de conversión y de despertar de las consciencias y una Gracia se aproxima a sus vidas para transformar todo en algo sagrado, así como el Padre lo necesita.

Hoy, quiero que vivencien este legado como si fuera la primera vez, sabiendo que a través de ellos se podrán renovar, curar y redimir de sus dolencias espirituales e internas, y en consecuencia, ustedes curarán a la humanidad por medio del sagrado ofertorio de sus oraciones y vidas, al Reino de Dios.

Que estos tesoros espirituales sean revividos hoy por todos.

Que por medio del Lavapiés las vidas sean reparadas, la historia sea borrada para que renazca el poder del espíritu de cada ser y que por medio de la Comunión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre vuelva a ingresar en sus esencias y al templo de sus almas, los códigos de Mi perfección, los que los harán comprender muchas más cosas del Universo Espiritual de la Sagrada Voluntad de Dios para estos tiempos definitivos. De aquí se irradia el gran Espejo de Mi Corazón para el mundo.

Los océanos no solo claman por cura, sino que también  irradian sus sagradas energías para transformar y sublimar la consciencia humana.

Los Elementos se unen a esta coyuntura divina del ingreso del Universo Espiritual al Universo Material para que muchas más almas sean ayudadas, así como todo lo que vive dentro de este planeta y que está sufriendo mucho.

Por medio de los Sacramentos Yo vengo a reparar sus vidas y darles la posibilidad de encontrar el verdadero amor, que traerá para el mundo la Redención.

Entonces, eleven sus corazones ante Mi Iglesia Celestial y que sus almas, en un profundo silencio, proclamen el ofertorio al Padre Celestial, a fin de que más situaciones sean redimidas y reparadas y, especialmente, el Brasil no pierda la paz. Porque la devoción que este pueblo tiene ante el Universo Celestial, es lo que permite la paz a través de los tiempos y de las generaciones, y así, sus espíritus también son portadores de Mi Paz.

Esta paz hoy se irradia al mundo del gran Espejo de estos océanos para que la consciencia angélica descienda, transfigure y transforme lo que ha quedado corrupto; para que en la transformación de la materia y del espíritu la consciencia humana se unifique en Dios y así, descienda la Gracia Divina, que siempre les dará la alegría y el júbilo de vivir en el Padre Celestial.

Comencemos entonces, compañeros, con esta consagración para que sus vidas también sean reconsagradas a Mi Sagrado Corazón, a fin de que la potentísima Misericordia, como un afluente infinito de Gracia, de Compasión y de Piedad, descienda en este momento sobre el Brasil y el mundo, a fin de que se siga fortaleciendo la paz, la prosperidad y la justicia en este pueblo.

No he perdido la esperanza de que el Brasil sea el Edén de la Nueva Humanidad y que ustedes formen parte de ese nuevo Edén, que no es algo físico, sino profundamente interno e inmaterial que puede espejarse de forma espiritual sobre todo lo creado dentro del Universo material.

Brasil es la cuna de ese futuro surgimiento. Ustedes son una transición para que eso pueda suceder.

Dios quiere volver a establecer aquí el Génesis, como fue en el principio, para que todo lo que se ha vivido a través de los tiempos y de las eras sea borrado y el ser humano, en una profunda rehabilitación, retome el lugar que perdió después de tantos errores y desvíos.

Eso es obra de la Misericordia infinita de Dios y eso es posible para estos tiempos. Pero primero, compañeros, eso comenzará dentro de ustedes, en la convivencia con sus familias y seres queridos, en los días de trabajo y de labor y en los momentos importantes de oración.

Atraigan al mundo los Atributos del Universo porque la humanidad se está sumergiendo en un gran abismo y durante el momento más difícil es cuando Yo retornaré. Ya no deberán escuchar más Mis Palabras, sino sentir y ver Mi Presencia; vendrá de la Gloria del Padre Celestial anunciando desde el Universo, el nuevo tiempo, el resurgimiento y el advenimiento de la esperanza.

Que su fe sea sostenida por Mi Amor y que su amor sea sostenido por Mi Espíritu, a fin de que siempre estén conectados Conmigo en esa perfecta sintonía interior con el Universo Mayor.

Comencemos con la ceremonia.

Nos ponemos de pie.

Padre de la infinita vida,
Soplo Divino del Espíritu,
Creador de todo lo que existe en lo que es visible e invisible,
derrama a través de Mi Súplica, a Súplica de Tu Divino Hijo,
todas Tus Gracias posibles,
para que las almas se reparen en el bálsamo de Tu Amor
y para que Brasil se constituya como la Tierra Prometida.
Que así sea.

Bendice, Señor, con esta agua, a todos los que suplican por Ti,
por medio de Tu Gracia y de Tu Misericordia,
que los que lloran sean consolados, los que sufren sean aliviados,
los enfermos sean curados y el dolor sea borrado,
y que Tu Divino Amor e infinita Alegría, retornen a los que creen en Ti,
a fin de que se establezca Tu Paz por los siglos de los siglos.
Amén.

Señor, Tú que eres Vida y Misericordia, que vivificas todo lo que tocas y reenciendes en Tu Amor a todo el que te suplica y también te escucha, deposita Tus Dones sobre estos elementos para que las almas sean lavadas por Tu Espíritu y sus almas sean curadas por el sublime gozo de Tu infinito Amor. Que así sea.

Lava los pies del pasado, activa a tus discípulos, Señor, para que caminantes en la fe y en el amor, cumplan, Padre, Tu Divino Proyecto en los cuatro puntos de la Tierra. Amén.

Y hace más de dos mil años atrás Yo les dejé un legado espiritual imborrable que reverbera a través de los tiempos y de las generaciones. Es el gran misterio de Mi Amor por la humanidad por medio del Sacramento de la Eucaristía.

Les recuerdo que en aquel tiempo tomé el pan, di gracias a Dios por ese Sacrificio y les dije a Mis apóstoles: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados. Hagan esto en Mi Memoria hasta el fin de los tiempos”.

Y dejo sobre este pan no solo la transustanciación de Mi Cuerpo Eucarístico, fielmente adorado por todos los adoradores de la Tierra, sino también dejo Mi Código Crístico celular, aquel que alcanzó la perfección en la Pasión y la Muerte.

De la misma forma, tomé el Cáliz que las santas mujeres habían preparado especialmente para Mí, y Dios lo bendijo. Di gracias por ese Sacrificio y les dije a Mis apóstoles: “Tomen y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre de la nueva alianza entre los seres y Dios; Sangre que será derramada por los hombres, preciosamente, para el perdón de todas las faltas. También hagan esto en Mi Memoria hasta que Yo retorne en el fin de los tiempos para entregarles Mi Palabra viva”.

Transustancio este elemento en Mi Sangre preciosa ante la presencia de los Coros Celestiales y en ofrecimiento al Padre Celestial por la sinceridad de todas las almas presentes y unidas a Mí en este momento, por la Redención de la humanidad, la conversión de los corazones y la renovación de la vida. Que así sea.

En alegría y júbilo, compañeros, sírvanse de estos elementos sagrados que manifiestan el Sacrificio del Hijo de Dios por la humanidad y la oportunidad inextinguible de que cada uno de ustedes aprenda a amar cada día más, así como Yo los amo a ustedes, por toda la eternidad.

Sagrada Unidad de Dios,
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unifícanos en profunda fraternidad.
Amén. (x3)

Que la Unidad, el Amor y la Paz que provienen del eterno Corazón del Padre Celestial esté en sus corazones, en todo el Brasil y la humanidad, a fin de que surjan los nuevos cristos, los que repoblarán la Tierra de los Códigos infinitos de Mi Amor.

Como les dije a Mis apóstoles, hoy les digo a ustedes: “Les doy Mi Paz para que vivan en Mi Paz y lleven la paz a todos los rincones de la Tierra”.

En memoria de Mi Legado espiritual, por el Sacrificio, Pasión y Muerte de Nuestro Señor, les pido, fraternalmente, para que la Paz esté en Brasil, que se den el saludo de la paz.

Les agradezco por hoy haber estado Conmigo.

En nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo. Amén.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nos damos el saludo de paz.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 61ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Deposita en Mi Corazón lo que tú más necesitas.

Abre tu corazón para recibir Mi Misterio, la revelación más profunda de Mi Amor por ti y sacia la sed de tu espíritu con la Fuente de Mi Corazón.

Abrígate con Mi Manto en los duros inviernos del desierto.

Calienta tu alma con Mi Fuego y transforma todas las dudas en Luz.

Retira de tu interior todo aquello que te pesa y abrázame con fuerza para sentir Mi Fortaleza.

Abandóname, pero no como tú lo piensas.

Abrázame con regocijo para que Yo te pueda vaciar.

Disuelve de tu interior todo aquello que no quiere transformarse todavía.

Refúgiate en Mí y siente el gozo de vivir en Dios.

Abandona el mundo y entra dentro de Mí, porque así conocerás lo que Yo necesito, así recibirás lo que tengo guardado para ti, y tu alma vivificará la grandeza de estar en Dios y de recibir Su Reino, de tiempo en tiempo, sin límites ni formas.

Quiero que deposites en Mi Corazón lo que aún no comprendes, quiero que retires de ti aquello que aún no aceptas, porque todo lo que vives es lo que has cultivado en tu vida, nadie tiene responsabilidad en eso.

Todo lo que vives es parte de una transformación, así como Yo transformé la condición humana.

Cuando te pido que Me abandones no es para que Me dejes, sino para que Me superes en el amor, porque alguien deberá hacer algo más grande a lo que Yo hice.

Y Yo dejaré de ser tu Maestro cuando hayas aprendido lo que el Universo necesita, y así abrirás la puerta para que nuevos maestros te puedan guiar, aquellos que existen en el Universo y que forman parte de Mi Hermandad.

Hasta que llegues al gran Avatar deberás pasar por muchos maestros, porque muchas escuelas son vividas en las almas que escogen seguirme.

Nunca pierdas la oportunidad de aprender y de crecer, en la sinceridad de las obras, en la pureza de los sentimientos.

Grandes Maestros aguardan por guiar a la humanidad. Su Silencio ya es eterno, pero es hora de que ellos hablen para traer la gran revelación, en el fin de estos tiempos.

Ellos conocen sus moradas. Ellos obedecen a Mis Principios y se unen, así, a todas las Leyes. Viven en perfecta armonía con los tres planos de consciencia: espiritual, mental y material y forman parte de esa gran cadena de Luz que vibra en lo más alto del Universo, en la bóveda celeste de la Jerarquía.

Ellos han intervenido muchas veces en la humanidad. Muchos en Oriente y algunos en Occidente.

La maestría de los grandes Maestros es soberana porque su esencia está basada en el Amor-Sabiduría.

Cada uno proviene de una esfera especial del Universo, cada uno ha surgido de una gran experiencia vivida en los últimos tiempos.

Ellos son los maestros de la lealtad y de la sabiduría.

Ellos conforman una de las setenta y siete Voluntades de Dios y conciben en su mundo interno la expresión de uno de los Sagrados Nombres de Dios, Adonai.

De la Fuente de la Sabiduría surge el conocimiento para los Maestros.

El servicio por el Universo los hace humildes y resignados, tan semejantes al Maestro del Amor. Se han preparado para este momento planetario y han visitado al mundo muchas veces, para aprender sobre la existencia de esta humanidad y lo que Mi Padre ha pensado para este Proyecto humano.

Es así que todos ustedes son parte de una historia que se está escribiendo en un Libro Sagrado; son parte de una historia que intenta ser corregida, alineada y estar unida al Universo.

Los Maestros son emanaciones del Amor-Sabiduría y conocen, por medio de su experiencia, la vida crística.

Ellos estuvieron en Shambala y después en lo alto del Perú.

Ellos conocen toda la historia humana, tan semejante a las palmas de sus manos, o a la línea de sus rostros.

La Sabiduría ha sido alcanzada por ellos; es fruto del Amor de Dios, porque intentan llevar adelante Su Voluntad: santa, plena y pacífica.

Ellos vendrán en auxilio de los que digan ‘sí’, no importará donde se encuentren o donde estén. Ellos irán a su encuentro para llevarlos a la Verdad.

Han sido designados por el Padre Eterno, a través de los Arcángeles creadores, para socorrer a la humanidad en el fin de estos tiempos, para salvaguardar el Proyecto de Dios, así como una vez el Padre lo protegió por medio de la encarnación de Su Divino Hijo en el humilde pesebre de Belén.

Ellos conocieron Mi Nacimiento, ellos honraron Mi Presencia y se postraron ante el Hijo-Dios; allí fueron iniciados para este momento, para esta transición de la Tierra y este cambio de ciclo en la humanidad.

Ahora llamarán a todos por sus orígenes y así despertarán los talentos de la Creación, enseñarán cosas más profundas de las que Yo he enseñado porque ya las viven, son parte de sí.

Llevan en sus pechos algo inextinguible. Trazan con su mano la línea de la Hermandad. Son conocidos por su sabiduría y discernimiento.

Cualquier humanidad existente en el universo sabe quiénes son, porque ellos emanan lo que verdaderamente son y lo que han trascendido a través de los tiempos, todo lo que los ha unificado en la gran cadena de la Confraternidad.

Ellos conocen al planeta porque lo han contemplado muchas veces y saben de la historia de esta civilización.

En esencia conocen lo que Dios pensó en el principio y hoy trabajan en silencio y en sintonía para poder sostener el deseo ardiente de Dios en la humanidad, de que los hombres y mujeres de la Tierra conozcan la verdadera felicidad, que no es física, sino interna.

Yo Soy uno de esos Maestros de la Sabiduría y he estado presente en Oriente como en Occidente.

Por medio de Mis Palabras les estoy revelando una historia escrita en los Espejos, algo que se está refractando a la Tierra en este momento por medio de las puertas del Universo que están abiertas.

Aurora acoge esta información y este conocimiento, y todos los seres internos se postran en tierra, por estar delante de la Fuente de la Sabiduría, la que se ha manifestado muchas veces en el mundo y en su humanidad por medio de los Maestros que han encarnado para enseñar la verdadera esencia del Amor y el Sagrado Espíritu de la Unidad, que es algo que proviene del Eterno.

Hoy, el Señor de los señores y el Maestro entre los maestros les trae la síntesis de todo lo vivido en la Tierra y los aportes amorosos del Amor que han llegado a través de los Maestros a esta humanidad.

Por eso aún hay tiempo de poder rescatar al mundo, aunque los abismos se agiten en el mundo. La Misericordia está llevando a las almas a la redención.

Reciban este conocimiento y recuérdenlo. En la memoria de sus células se encuentra esta historia, en lo profundo de sus espíritus se encuentra ese legado.

En verdad, ustedes son algo totalmente diferente a lo que verdaderamente creen que son.

Los Maestros reunirán a sus discípulos y emitirán su gran convocatoria a la humanidad.

De diferentes razas y pueblos serán congregados y todos serán reunidos para la oración, cuando el mundo esté en su gran definición y la luna se vuelva a revestir de color de sangre.

De Marte vendrá el auxilio y el alivio vendrá de Venus.

La Luna será testigo de ese momento, porque su faz se transformará completamente, como nunca antes se transformó.  En ese momento todo estará dicho, los Maestros ya estarán presentes en la Tierra para guiar a las últimas tribus que se han autoconvocado.

En ese momento no existirá color, raza o nación, todos serán reconocidos por lo que hay dentro de sus internos.

Dejen entonces que en este momento el gran Maestro los pueda pulir, para que la Luz, dentro de ustedes, deba volver a brillar.

Reconozcan al Maestro que tanto han buscado en su interior y lleven adelante su gran misión en la Tierra, porque serán llamados a servir en situaciones inexplicables y en momentos culminantes de la humanidad.

Allí será cuando Yo veré Mi Iglesia emerger de lo profundo de los corazones y Mi Palabra será viva en ustedes, Mi Fuego será eterno en cada uno de ustedes y eso los moverá a vivir el Plan.

Transformen a la humanidad con sus actos de amor, rediman a la Tierra con sus ejemplos de paz y, así, con Mis propios Ojos podré ver a los Nuevos Cristos surgiendo de las imperfecciones y de las miserias, transformados por el Fuego del Espíritu Santo, colonizando a la Tierra con nuevos atributos, llevando el mensaje de la gran revelación y siendo portadores de la paz.

Por eso, no se dejen llevar por ningún otro mensaje que no sea el Mío. Deben tener discernimiento en el momento de escuchar, eso los hace crecer en la Verdad y los hará madurar en el Amor.

En Mis Palabras están guardadas las vibraciones de su destino. Dichosos son los que las adoptan y las viven porque se transformarán y no se dejarán vencer por nadie.

Sean inteligentes y podrán vivir el Plan.

Si Yo estoy aquí es porque el Plan continúa, si no, no estaría aquí y el Plan no se cumpliría.

Sigan la Ley de la Jerarquía y estarán en la protección necesaria.

Los que no están aquí es porque no Me han comprendido, pero Yo seré quien los juzgaré.

Ahora es tiempo de seguir adelante y de avanzar.

Aún hay almas que mueren sin ver la Luz, aún hay corazones que no reciben amor, aún estoy en cuerpos enfermos, que necesitan curar.

Aún estoy en el mundo esperando que Me reconozcan en aquel que ha sido olvidado, en el hermano que está encarcelado, en el corazón que se ha cerrado, por miedo y temor.

Yo les doy autoridad de amar al mundo mucho más de lo que Yo lo amé, aún espero que puedan dar ese gran paso.

Aún los Reinos de la Naturaleza esperan ser más amados.

Los Nuevos Cristos no solo serán humanos, la Creación que ya existe podrá ser la nueva vida crística en el planeta, totalmente redimida y curada por las manos que se donen para servirla y los corazones que se entreguen para amarla.

El planeta aguarda por su amor incondicional y por su gran consciencia en pro de su restauración.

Todos tienen un lugar a donde servir y donde poder crecer en el amor. Por eso Mis Brazos están abiertos para todos, y Mi Corazón está expandido para todos. Él se ofrece como refugio para su redención, para la disolución de las dudas y de las culpas, de los malos entendidos y de las incomprensiones.

Quien está en Mí estará en la Luz de Dios y se podrá renovar hasta que alcance su gran despertar.

Cerrando las puertas del conocimiento universal, abro las puertas a la ceremonia sacramental, a fin de que la Iglesia celestial descienda y se realice la Sagrada Voluntad.

Llega el momento en que deberán rever Mis Palabras muchas veces, porque Yo ya no podré seguir hablándoles.

Todo lo que les di es todo lo que Soy, pero aún faltará revelar el gran misterio del Hijo de Dios, de quién verdaderamente es. Cuando retorne al mundo por segunda vez, allí se dará a conocer esa revelación, y todos tendrán consciencia de esto.

Sumerjámonos en la Iglesia Celestial.

Adoremos el Sagrado Corazón del Padre, glorifiquemos Su Nombre junto a los ángeles del cielo, para que las almas se fundan en su esencia pura y original. Amén.

Nos podemos poner de pie para la consagración.

Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo que siempre los renueva, ofrecido incondicionalmente para la cura de las almas y como bálsamo de paz para todos los corazones. Dichosos serán los que se sirvan de Él en este Sagrado Sacramento del altar.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra tuya bastará para sanarme.
Amén.

Padre Nuestro...

Por favor que vengan aquí Guissepe, Luci y Mateus.

Que Tu Poder, Padre, descienda a través de Mi Cuerpo para que las almas vivifiquen la plenitud de Tu Espíritu.

Padre, que Tu Gracia descienda a través de Mi Sangre, para que las almas sean lavadas de todo y renazcan en el Fuego sublime de Tu Amor. Amén.


Padre Celestial que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti.
Guíanos por el camino del amor
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me iré al Cielo con Mi tarea cumplida, lleno del amor de aquellos que se han auto convocado en Mi Nombre, llevando esta experiencia de transformación a los Tronos de Dios, para que Él la contemple en Su infinidad de Gracia y de Misericordia.

Ahora, en nombre del amor y de la sagrada unidad, se darán el saludo de paz para que la paz se expanda a la Tierra.

Les agradezco por haber estado Conmigo en este especial aniversario.

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 49.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Muestro, en los planos internos, Mi experiencia de la Pasión, porque necesito que las fuerzas más contrarias de este planeta aprendan a redimirse y a convertirse en Luz. Y aunque esto parezca imposible para el mundo, cuando el Cetro de Dios sea tomado por Mi Mano y su Maestro descienda al mundo, terminará la oscuridad.

Ya no verán más rostros con lágrimas, ni personas en sufrimiento, porque el planeta ya se habrá purificado, ya habrá pasado por la última fase, la más aguda para la humanidad. Y así verán en el Cielo las señales que otras veces les he revelado; señales que indicarán un nuevo tiempo para el despertar de una nueva consciencia.

El Nuevo Testamento se cumplirá, porque en estos tiempos Yo he reescrito la historia en las almas que Me escuchan, en los corazones que están en Mí en solemnidad, en los espíritus que Me adoran perpetuamente.

El Arcángel Gabriel vendrá, trayendo las Tablas de la Ley; y así, lo que nunca ha conocido la humanidad, será revelado al mundo: son las Tablas de Dios, las Leyes eternas que se viven en Su Universo Celestial.

Ese será el momento en el que el mundo entrará en juicio y su Maestro y Pastor presenciará este acontecimiento.

Pero de un lugar muy desconocido vendrá la Mujer vestida de Sol, trayendo debajo de Su manto millones de estrellas caídas, las cuales, como esencias, depositará a los Pies del Creador.

Y ante los Santos Arcángeles, en un cierto momento, verán una señal muy fuerte, como cientos de tormentas juntas, que explotan en los Cielos para emanar la Luz.

Este será San Miguel Arcángel, quien enterrará Su Espada de Luz en el planeta, quemando las últimas entrañas de la perdición; y todo lo que fue su rival será vencido por el testimonio de Su Infinito Amor a la Fuente Suprema.

En ese tiempo, las almas ya no se sentirán perdidas, ni tampoco con falta de guía, porque su Rey estará aquí para encomendarles nuevos desafíos, para cumplir nuevas metas, para manifestar la Nueva Humanidad, que estará llena de gratitudes, que será vivificada por el Amor, el Amor que siempre ha vencido a través de todos los tiempos.

Y la Mujer vestida de Sol intercederá por última vez, después de haber escapado, al desierto, de la gran bestia que busca a Sus hijos.

Pero el tenebroso se confundirá, porque sus estrellas caídas, las últimas estrellas rescatadas, se volverán parte de Su Corona de Luz, de la Corona de Luz de la Gran Señora de todos los tiempos.

Esa Corona iluminará al planeta, iluminará a las naciones, colmará de Gracia a los espíritus que nunca recibieron una oportunidad.

Su Maestro también será testigo de esto. Él escribirá con Su propia Mano en el Libro de Dios este gran acontecimiento, en donde la Dama de la Luz habrá triunfado sobre el mal.

Los que han sido marcados por el Sello de Dios serán reconocidos en este próximo tiempo y muchos no creerán que esto es posible. Por eso, el Hijo del Hombre viene de nuevo a su encuentro, para gestar en las esencias este momento, momento que es inmaterial y que se volverá material en todo este mundo.

Cuando el Arcángel Gabriel llegue con las Tablas de la Ley, muchas cosas terminarán y los que han vivido el martirio de los tiempos, serán liberados de su cautiverio.

Ya no habrá hombre o mujer en este mundo que pueda gobernar el planeta, porque el Todopoderoso se mostrará a través de la Resplandecencia de Su Divino Hijo.

Todas las culturas y los pueblos lo reconocerán, porque sabrán que Él proviene de la Fuente del Amor, de donde todo ha surgido y comenzado.

Por eso, están siendo sacramentados en este tiempo. No piensen que un Sacramento es un sacramento más, porque si sus hermanos lo viven, también ustedes lo estarán viviendo.

Los invito a entrar en Comunión eterna, para poder comprender el Conocimiento Divino.

Éstas ya son Mis últimas Palabras para el mundo, Mi tarea está finalizando, y cuando ella finalice, deberán entrar en vigilia, porque a partir de allí, todo sucederá.

Hoy les estoy diciendo esto, de verdad, no para que teman, sino para que crezcan en consciencia y siempre, siempre salgan de sí. Y así podrán ver cuál es la verdadera realidad.

Muchos vendrán a golpear a sus puertas de diversas formas, para preguntar ¿qué es lo que han vivido aquí? Algunos buscarán auxilio y otros buscarán hacerles perder la fe que viven en Mí.

Ese será el momento en donde el mundo estará en prueba, y si Juan, el que Me bautizó en el río Jordán, dio su cabeza por Mí, ¿quién la dará ahora por Mí?

Mi Proyecto en este tiempo es osado, pero Mi Victoria es desconocida por Mi eterno rival.

Vengo a hacer de sus vidas una nueva morada, para que puedan estar fortalecidos. Y aunque a veces sientan que muchas veces he dicho estas palabras, pregúntense a sí mismos si en verdad las han escuchado con atención. Yo vengo a repetir lo que la humanidad aún no ha aprendido, porque es necesario crecer interiormente, para ser un soldado de la Luz en el fin de los tiempos.

No piensen ahora quién dará la cabeza por Mí, porque no dejaré que eso suceda. Ya mucha sangre corre en este mundo a través de las guerras y muchos inocentes padecen todas las cosas inimaginables de los que quieren gobernar.

Yo les traigo el verdadero Gobierno del Universo, el que está lejos de la mentira y del engaño, de la ilusión o de la apariencia, del materialismo y de la impunidad.

Yo quisiera que pudieran entrar en este Gobierno Universal, el que está formado por muchas Consciencias de la Luz.

Ha llegado el momento para que en este mes de agosto, ingresen en el ámbito de la Hermandad y que sus vidas, en la superficie de esta Tierra, sean espejos de los Centros de Amor, de todas las islas de salvación que iré activando en el fin de estos tiempos.

Por eso, todo lo que vivan ofrézcanlo a Mí, como un sacrificio, como una oportunidad de madurar en el amor y de expandir la consciencia, más allá de las estrellas.

No quisiera que salgan de aquí distraídos, sintiendo y pensando lo mismo, sino creciendo en la Verdad que los hará libres, así como la humanidad necesita estar libre de su propia enfermedad espiritual.

Vengo a darles la cura que necesitan, pero también vengo a ofrecerles la entrega que necesitan, porque eso los hará más misericordiosos, plenos en la Unidad y en la Gracia.

No todos estarán cuando el Juicio Universal acontezca. Eso no significa que demore, porque los primeros pasos de ese Juicio ya comenzaron. Pero, sí, todos serán llamados, independientemente del lugar en donde se encuentren, o el plano de consciencia en que habiten.

Todos, absolutamente todos, serán llamados por Mí; los creyentes y los no creyentes, los ateos, los humildes, los pacificadores y también los que han engañado, a través de los tiempos, a esta humanidad.

Gabriel Arcángel los llamará a todos y Miguel Arcángel ordenará las filas de este Juicio Universal. A través de Su espada y de la emanación de Su Luz, indicará a los diferentes contingentes en donde deberán estar, para declarar ante el Universo.

En ese momento, será la amorosa Justicia Divina la que actuará y nadie1, nadie escapará de esa Justicia.

Dichosos serán los que hayan seguido a la Dama de la Luz, porque estarán en los caminos correctos, en los senderos que los llevarán al Reino de Dios.

El último que será llamado es el padre que ha caído, uno de los doce arcángeles, pero la Tierra en ese momento estará un poco más elevada; cosas inimaginables se verán, porque es su propio infierno, el que se verá en la superficie.

El planeta estará en un fuego oro rubí, mil veces más que un atardecer. Eso llamará la atención de la humanidad, porque todos ya sabrán que estarán siendo juzgados, no como un castigo, sino como una oportunidad de cambiar, y de vivir nuevas instrucciones, en otros puntos del Universo.

Sé que no todos comprenden lo que hoy estoy diciendo.

Para que puedan comprender lo que les digo, a través de tantos símbolos, repasen Mis Palabras cuantas veces sea necesario, porque recuerden que Mis Palabras no se desperdician y si ellas se pierden de ustedes, es porque no están atentos, para poder crecer en consciencia.

Les confieso que cuento con una sola Mano los que leen todos Mis Mensajes.

No estoy reclamando su falta de amor a Mi eterno Plan, a la Instrucción Divina y al Sagrado Conocimiento. Lo más importante para Mí es que sus corazones crezcan y se expandan en el Amor, así como hoy lo han demostrado, trayendo al mundo la esperanza.

No se sientan juzgados. Soy el Señor de la Divina Misericordia y en Mis Palabras está la Misericordia, por más directas que parezcan.

Abro Mi Corazón de Luz en esta tarde de este mes de agosto, para revelarles los Misterios que están muy distantes de las almas, muy lejos de la verdadera consciencia. Pero sus oraciones han permitido esto.

Después de cuarenta y nueve encuentros, hoy les puedo decir todas estas cosas, porque sus corazones están más blandos, más flexibles, para escuchar la Palabra de su Señor. Si Yo les hubiera dicho esto en la primera Maratón de la Divina Misericordia, ya me hubieran dejado atrás, o habrían pensado que todo esto era una gran mentira.

Vean, a través de Mi Presencia, la Presencia de Dios, la Paciencia del Padre, el Amor del Hijo y la Sabiduría del Espíritu Santo.

Ustedes tienen la llave, a través de la oración, para cambiar el mundo. Por eso Mi Santa Madre, a través de los tiempos, les ha repetido: oren con el corazón y no se cansen de hacerlo, porque si oran, no se equivocarán ni tampoco saldrán de la Ley, así como sale el mundo todos los días, abandonando el Amor del Universo y la Misericordia del Padre.

Sus corazones misioneros ya están listos para saber la Verdad y saber, con consciencia, difundirla, sin alterar Mis Palabras, sin modificar Mi Mensaje, porque podría ser letal.

Escojo cada palabra con amor, para poder pronunciarla a Mis compañeros. Porque cada palabra que sale de Mis Labios es Agua Viva.

Si Yo vengo de la Fuente, ustedes deben saciarse a través de Mí, no porque Yo sea mejor que ustedes.

Yo Soy el Gran Esclavo de Dios, aquel que se ha entregado para redimir al mundo.

Yo Soy Jesús, el Nazareno, pero también Soy el Cristo Universal.

Mi Consciencia se ha elevado al Padre para que en el fin de estos tiempos, Yo pueda elevar a la humanidad de su desvío permanente.

Sientan gozo con todo lo que les digo, porque están despertando a una realidad que es desconocida por la mayoría del mundo.

Vengo así, a entregarles a través de estas palabras, las revelaciones del Cristo Glorificado para el fin de estos tiempos.

Recuerden que ustedes firmaron el compromiso de estar aquí, en este tiempo, y en esta humanidad, viviendo esta transición de todo el planeta.

De ustedes podrá surgir la posibilidad de cambiarlo todo.

De ustedes podrá surgir la Gracia de poder amar más allá de lo que ama este mundo, así como ama el Padre.

A través de Mis Llagas, vengo a dejar las señales para los últimos tiempos.

A través de Mi Corazón, vengo a entregarles el símbolo para su despertar.

Nunca dejen de ser corazones sinceros, porque así estarán protegidos de ustedes mismos.

Sean como Mi Corazón sincero que viene, en este tiempo, para transformarlo todo, para hacer de esta humanidad una civilización rescatable de las más profundas miserias, de los más extensos abismos, en donde Mi Amor triunfará.

Quiero escuchar sus corazones sinceros a través de esta Gloria que está descendiendo, para que muchos más corazones despierten a la definición de estos tiempos, de estar en el amor, o en la indiferencia.

Quiero escuchar sus corazones sinceros, como si le cantaran a un niño que debe aprender a sobrevivir en estos tiempos.

Canten esta canción suavemente, mientras sus corazones se sinceran con el Mío; porque la gran definición está llegando para este mundo en llamas, en donde los pacificadores deberán alcanzar la meta para que se establezca el Reino de Dios.

Los escucho.

Nos ponemos de pie.

Ora por el mundo...

https://mensajerosdivinos.org/sites/default/files/eps_canticos_cj_mayo_2... canto No. 93

Desde lo más íntimo de Mi Corazón dejo la Paz para ustedes, para todo el mundo. Amén.

Que el Señor siempre los bendiga, los guarde y los haga felices en Su Reino Celestial.

Que sus pies estén libres para caminar hacia el futuro cercano, en donde los nuevos cristos repoblarán el Planeta. Que así sea.

Colocamos nuestras manos en señal de recepción.

Reciban de lo más sublime de Mi Consciencia los dones de la Luz, los que harán de los siervos de Cristo almas comprometidas con Mi Plan de Amor y de Redención.

Que esta Luz que hoy deposito sobre sus manos sea preciosamente cuidada.

Llamen por esta Luz cuando estén en prueba, o en algún conflicto, porque sepan que Mi Luz, es la Luz de Mi Padre, es el Amor de la Fuente para toda esta Creación.

Ahora, guárdenla.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por hoy estar Conmigo y por haber tenido coraje para escuchar Mis Revelaciones del fin de estos tiempos.

Recuerden ser celadores de Mis Palabras y de Mis Mensajes, porque las almas que más necesitan vendrán a su encuentro para buscar lo que ustedes encontraron. Vendrán con la esperanza de recuperar la paz, y esto es tarea de todos.

Les agradezco.

¡Gracias Señor, por cuánto nos das!

En este encuentro, te honramos Señor.

Vamos por última vez cantar Corazón Sincero ofreciendo en gratitud este cántico como una oración.

* Jesús ha bajado Sus Ojos, mira al suelo.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE SAN FRANCISCO, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo traigo la Paz hacia un lugar en donde no existe; por eso he venido aquí, buscando de ustedes una respuesta verdadera que pueda abrazar Mi Corazón a partir de todas sus súplicas.

Vengo a retirar de este lugar lo que causa el dolor y todos los errores.

Vengo a apartar con Mi Mano lo que hace perder a los hijos de Dios, el camino de la Luz y del Amor.

Por eso he venido aquí en espíritu, bajo el Espíritu de Mi Padre, para despertar sus consciencias hacia algo que es necesario en estos tiempos, que es ser consecuentes, como nación y como pueblo, con los Planes de Dios, que a pesar de ser desconocidos por todos deben realizarse a partir de la entrega de sus corazones a Mi Propósito Redentor, que debe llegar a muchas más consciencias en el mundo.

Así podrán comprender compañeros, cuán importante es su paso delante de todo lo que sucede en el mundo y de lo que aún sucederá en esta nación.

No puedo prometerles en este lugar cosas grandiosas, solo les puedo prometer Mi Reino que es seguro y eterno para todos los corazones.

Es así, compañeros, que a partir de su paso verdadero Mi Obra se expandirá y llegará a aquellos corazones que aún estando cerrados, no conocen la grandeza de Mi Amor ni tampoco el poder de Mi Misericordia.

Hoy vine a traerles, compañeros, una oportunidad única de confirmar sus almas a la consagración, la consagración que es importante para que muchas Gracias más desciendan sobre aquellos que no las merecen.

Y ¿por qué hoy les digo esto? Porque el poder de Mi Misericordia trasciende todos los límites y las barreras, todos los errores y todos los obstáculos a través de los tiempos y en toda la humanidad.

Si ustedes aceptan esta Fuente de Misericordia que es inmaterial y luminosa, sus espíritus, que así lo esperan, lo agradecerán profundamente desde el momento que abran sus consciencias al llamado de Mis Palabras a la proclamación de Mi Divino Espíritu por cada uno de ustedes y por cada uno de sus hermanos.

Es así que el Padre Eterno en Su infinita Misericordia y por la intercesión de Su Divino Hijo, ha decidido, compañeros, continuar con esta peregrinación que no solo es material, sino profundamente espiritual; guiada por la Fuente Única para que la mayoría de los corazones sean tocados por este Gran Espíritu Redentor.

Porque en verdad les digo, compañeros, esta es la última oportunidad de despertar la consciencia a la verdad que muchos aún no han visto.

Es por eso que hoy vengo de un lejano desierto, que forma parte de su nación Norteamericana, un desierto muy experimentado que también debe consagrarse en su austeridad y soledad a Mi Sagrado Corazón.

Pero como Yo sé, compañeros, que muchos de ustedes no tienen conocimiento sobre la verdadera realidad, que sucede en los desiertos del mundo, es así que vuestro Maestro del Amor, antes de llegar aquí en este día, posó Sus Pies sobre ese lugar para desactivar muchas cosas que no deben suceder en la humanidad.

Es así, que por medio de la renovación que Yo les traigo para cada una de sus vidas y a partir del impulso de sus corazones, de abrazar esta gran propuesta de Mi Eterno Corazón de Amor, Yo los invito a contemplar con sus corazones toda la Creación de Dios que en este Planeta y en esta humanidad, está siendo destruida y olvidada por la mayoría.

Se podrán preguntar, compañeros, ¿por qué hoy los llevo al desierto de Nuevo México? Porque así como los demás desiertos en el mundo que forman parte de una tarea espiritual, de la trascendencia de la humanidad, de su condición humana, por medio del desierto interior, Yo les pido, por medio de este ejemplo, de contemplar los desiertos del mundo, que cada uno de ustedes Me pueda encontrar en ese desierto de Nuevo México, como Me han encontrado en Shambala, en Chilca, como en el desierto de Atacama.

Así como la Madre de Dios, la Reina del Cielo y de la Tierra les revela el poder de Sus Espejos, la comunicación inmaterial entre las almas y Dios, Yo les demuestro a través de los desiertos del mundo, la posibilidad de encontrar dentro de cada uno de ustedes, al Dios del Amor, al Dios del Perdón, al Dios de la Divina Misericordia.

Por ese desierto que Yo, hoy he pasado, intenté renovar muchos principios que en esencia forman parte de la consciencia espiritual de esta humanidad, especialmente de su nación y de su pueblo, que como los antiguos pueblos del desierto, deben recuperar no solamente su pureza original, sino principalmente su sabiduría., para que puedan tomar decisiones bajo el amparo y la guía de la divinas Leyes de Dios, que son alteradas en estos tiempos por las actitudes humanas, por las acciones humanas, por la respuesta que da la humanidad ante la verdadera necesidad de la reconciliación, del perdón y de la redención de toda la consciencia humana ante el Creador.

Vine así a retirar algo que oscurece a las almas, para que pudieran ser iluminadas por Mi Espíritu.

En esta hora definitiva, en donde todos está en juego dentro y fuera de los seres, en donde todos sus caminos están ante una gran definición y la posibilidad de un profundo despertar de la consciencia superior de cada uno de los seres humanos.

Y eso será posible, compañeros, por medio de una Ley que han olvidado, que olvidó toda la consciencia norteamericana, que es la Ley que hoy se manifiesta ante sus ojos y corazones: la Ley del Amor, del Amor-Sabiduría, que los llevará a encontrar el camino que muchos han perdido.

Es así que a Mi derecha les abro una puerta, una nueva puerta, para que junto a Mí y en Mí, comiencen una nueva etapa, un nuevo camino, un nuevo sendero, hacia la eterna redención de todos los aspectos que han llevado al pueblo norteamericano, a los errores y a las guerras, a los conflictos, a la desarmonía de las naciones del mundo.

Los invito a ingresar a la puerta de la humillación porque así el Padre Eterno verá en sus corazones una rendición verdadera y no superficial.

Como Mi Madre lo ha pedido en Fátima en 1917, para que la guerra terminara, y el mal se extirpara del mundo, Ella reveló la Pureza de Su Inmaculado Corazón, que puede ser venerado por todas las almas del mundo independiente de su religión y de su creencia.

Esta puerta a la humillación que hoy les abro es una puerta definitiva que los conducirá a estar más cerca de Dios y dentro de Su Proyecto de Amor, que Él desea realizar en sus vidas y en la vida de sus hermanos.

Dependerá de ese paso, de cruzar ese umbral hacia la verdadera rendición, que ustedes amorosamente y por medio de su verbo orante abrirán las puertas para todos los que las tienen cerradas espiritualmente desde hace siglos.

Vean así, compañeros, hasta dónde puede llegar el poder del Amor de Mi Misericordia.

Es así que Yo estoy retornando, aunque muchos no lo crean.

Dichosos de los que viven cada una de Mis Palabras y las hacen carne de su propia carne.

Porque así estarán Conmigo paso a paso, momento a momento, y podrán ayudar a los que han negado estas revelaciones del fin de los tiempos y podrán ayudar a los que se han burlado de Nuestras Sagradas Presencias.

Dichosos los humildes, bienaventurados los alegres, porque serán merecedores de ver al Redentor en Su máxima Gloria y en Su verdadera faz, la faz de Su Existencia, de Su Unión íntima y eterna con el Creador.

Y ahora que algunos de ustedes se han humillado por muchos más de los que no se humillan ante el Padre Celestial, es que realizaremos esta comunión interna con Mi Sagrado Corazón.

Por medio de la comunión y de la oferta que cada una de sus almas haga al Eterno en este momento, para que se cumpla el Propósito de Dios en esta nación y en esta humanidad, con los ángeles del Universo, que adoran Mi Sagrado Corazón como Fuente de Prodigios y de Gracias, Yo los invito, compañeros, a liberarse de sus pecados, de sus heridas, de todas sus incomprensiones, de sus obstáculos, de todas las amarras y cadenas que a través de los tiempos no han permitido que fueran dignos hijos de Dios.

Recuerden que esta Santa Comunión del día viernes es por toda esta nación, y en acción de gracias por la presencia de su Humilde Maestro del Amor sobre este suelo querido.

Oración del Ángel de la Paz por tres veces, en inglés.

El incienso es la oferta de todos los ángeles del Universo, a todos los santos arcángeles, Padres Creadores del Universo Celestial, que por medio de este sagrado elemento exorcizan las fuerzas del Universo, liberan los espacios y consagran las dimensiones a la Luz del Creador.

Con la autoridad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, todos los males sean liberados y las almas renazcan al poder de Mi Amor Redentor.

Este es el agua que purifica, que santifica, que sacramenta a las almas con los Dones del Espíritu Santo y de Su presencia inmaterial, en todo el Universo.

Este es el Símbolo Vivo de Mi Sangre y de Mi Cuerpo preciosamente derramado para la salvación de las almas del mundo y de todos los planos de consciencia.

Este es el Grial que está llegando para irradiar Sus códigos de despertar y redención en toda la humanidad.

Los invito a revivir Mi Última Cena, especialmente a aquellos que nunca lo hicieron, que abran su corazón y su alma para recibir por medio de esta comunión la unión definitiva con el Todopoderoso.

Cantemos.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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