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Queridos hermanos e hijos de Mi Padre:
Cuando sus oraciones son sinceras y amorosas, son escuchadas con amor desde los tronos que están en los Cielos, y Dios, su amado Padre, derrama el universo de Su Infinita Misericordia. Cuando la oración sostiene con fortaleza el Propósito, genera un desdoblamiento de los poderes de su Gracia y toca primero a los corazones que están caídos; así Mi Corazón Misericordioso también actúa para salvar a las almas que están perdidas o a las almas que sufren en el fuego del Infierno.
Si la oración es permanente sin volverse monótona, el resultado que generará al final será más intenso y evidente para los que oran con el corazón, y las realidades que hacen sucumbir al mundo se cerrarán y se establecerá la paz.
Durante estos días preparatorios de la Maratón de la Divina Misericordia, Mi Corazón ha sentido las Gracias que los discípulos han atraído hacia sí en colaboración con el rescate de este mundo. En estos tiempos la oración coliga el Cielo con la Tierra, coliga a las almas con Dios y, en consecuencia, con los Sagrados Corazones.
El alma que dedica espacios de su vida a la oración se transformará poco a poco; será un cuenco entre Mis Manos, que será pulido y moldeado, tomará una nueva forma desconocida para el mundo; será un espíritu permeable que recibirá los impulsos de Mi Amor para alcanzar la conversión y la redención.
Pero en Mi mesa hay pocos cuencos, la mayoría de ellos está dejando depositar dentro de sí elementos que no pertenecen a Mi Fuente Universal. Por eso llegó la hora de decidir si el corazón querrá estar Conmigo en el Cielo o si querrá guardar para sí los códigos viejos.
Mi Misericordia espera actuar en el fin de estos tiempos como mediadora y redentora de todas las causas que impiden el despertar de la vida espiritual. Es hora de confirmar la elección del camino y esta decisión también llega para los que se han entregado a Mí en la vida consagrada. El alma verdadera espera su gran paso al Infinito.
Bajo la Redención y el Poder de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis mensajes con el corazón.
Cristo Jesús
Que nadie se canse de buscarme. Que en estos tiempos Mi soldado de la Luz mantenga encendida la luz de su esencia. Que unido a Mi Misericordia, dé los pasos necesarios para vivir en la redención que Yo le entregaré.
Que todos los Míos puedan quitarme la sed a través del amor misericordioso de sus oraciones, porque así Yo los guiaré hacia el principio para que después encuentren el fin de toda la misión que Yo les encomiendo.
Es necesario ser decidido para estar Conmigo. Mi Corazón brota de gozo y amor cuando un alma se dispone a seguirme e imitar, en la paz, Mi Camino de la Cruz. Si asumen la cruz que Yo les entrego, ustedes podrán liberar su cruz, la vieja cruz que cargan del pasado y que les dificulta llevar la cruz de la redención para la humanidad.
Guíen sus corazones hacia el Mío porque así Mi Luz los alumbrará, los librará de las manchas y serán corazones cristalinos que servirán a todos por amor a Dios.
El tiempo amerita la rápida madurez porque los ejércitos de Cristo ya deberán estar preparados para la venida del Hijo de Dios, con las banderas de la paz en lo alto y el corazón abierto para acoger a los que han caído y a los que han creído estar en Mí pero que en verdad han estado en sí mismos por amor propio. Que la compasión sea inacabable en ustedes en ese momento.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por seguir Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
Hoy, permitan que Mi Voz resuene en el interior de cada uno de sus corazones, para que Mi retorno a esta Casa bendita sea de profunda Gloria en la Tierra, como lo es en el Cielo.
Hijos Míos, Mi Corazón se alegra profundamente de poder estar nuevamente próximo a sus corazones. El Señor observa, a partir de los Cielos, los pasos que dan día a día y los acompaña en esa trayectoria de crecimiento.
Amados hijos de Figueira, en este importante día de decisiones mundiales, les pido que oren, oren mucho con el fervor del corazón y la voluntad del alma; porque así, a través de una oración sincera, el Señor podrá hablar dentro del corazón de Sus hijos, de aquellos que sustentan la Iglesia de Cristo y necesitan de gran inspiración para tomar las decisiones correctas, de acuerdo con la Voluntad de Dios.
Este es un tiempo, hijos Míos, en el que deben orar para que la Voz de Dios sea escuchada en todos los corazones, de todas las naciones, razas y religiones; para que todos los caminos escogidos por el hombre sean verdaderamente guiados por un solo Dios.
El Señor emite Su Voz, tocando todos los corazones para que despierten en este momento y vivan la conversión verdadera de la vida.
Por eso, Yo vengo, hijos Míos, como un eco del Verbo Divino. Vengo para que la Voluntad de Dios se pueda manifestar en sus vidas y en las vidas de todas las criaturas.
Por eso, oren, oren los unos por los otros. Tengan siempre al prójimo en sus corazones, sin temer superar los juzgamientos y todas las diferencias que existen entre los seres.
Oren para que los caminos creados por el hombre se conviertan en caminos guiados por Dios, para que Sus hijos encuentren la entrada del Cielo.
Oren para que el discernimiento del Espíritu Santo permee las consciencias de todos los hombres. Porque, de esa forma, el hombre y Dios siempre tendrán la misma Voluntad, como lo fue con Mi Hijo Jesús.
Oigan Mi Corazón que ora, Mi Voz que se eleva, y oren Conmigo.
Los aguardo en oración y paz.
¡Agradecida por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos Míos:
Esperé reunirlos en Mi Nombre para que en sus esencias sea revelado el poder de Mi Unidad y de Mi Reconciliación. Alégrense porque hoy son bendecidos por Mi Santo Espíritu de Redención.
Mis compañeros, lleven en sus corazones el estandarte de Mi Absoluta Paz, Paz que los iluminará y les permitirá encontrar el consuelo que ustedes tanto buscan. En Mi Insondable Fuente de Misericordia se les revelará su verdadera tarea, porque como Pastor del Amor estoy volviendo a reunir a todos Mis rebaños para que recuerden el compromiso con Mi Sagrado Corazón.
Vengo en búsqueda de aquellos corazones que todavía no se han definido por seguir Mi Camino. Mi Luz viene para despertar en ellos el Don de la Sabiduría del Espíritu Santo, para que pronto ustedes puedan reconocer qué es lo que Dios quiere para cada uno.
Los Universos Celestiales hoy responden de forma especial por este encuentro, porque Mis Pies están dejando una huella interior que nunca se borrará de sus memorias; esa es la huella de Mi Amor por ustedes.
Ahora eleven sus ojos hacia Mis Ojos y solo díganme:
Oración y Petición Espiritual a Jesucristo
Señor,
yo confío en Ti, en Tu Corazón,
en Tu Instrucción, en Tu Voluntad.
Señor
ayúdame a ser fuerte e invencible
ante las asechanzas del enemigo.
Señor,
enséñame a caminar en la fe
y en la confianza absoluta en Tu Propósito Redentor.
Señor
me entrego a Tu Bendito Corazón Salvador
para que bajo Tu Gracia Celestial,
mi alma y todas las almas
que aún no se definen por Tu Único y Verdadero Camino
puedan encontrar juntas el consuelo para nuestro espíritu,
el fervor para vivir en Tu Devoción,
el perdón para disolver el pasado
y la Divina Misericordia para caminar valientes
hacia el advenimiento
de Tu Glorioso Reino de Amor y de Paz.
Salve Rey,
Fuente Inagotable de Gracias y de Piedad,
entrégame por entero a los Brazos de Tu Sumo Padre Creador.
Amén.
Si recitan esta petición espiritual todos los días serán aliviados de cualquier perturbación y hallarán la Gracia de Mi Eterna Luz Salvadora. Confíen una vez más en Mi Corazón.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados por toda la Eternidad.
Los espera en oración,
Cristo Jesús
Como Madre de los cristianos y de los no cristianos, en el nombre de la Luz de Mi Hijo, intento, día a día, retirar a muchas almas del largo desierto interior en el que viven por la falta de fe y de amor en el corazón.
En estos tiempos, queridos hijos, que vuestros corazones sean precursores activos de Mi llamado por la paz y por la salvación de las criaturas.
Queridos hijos, como Madre y Puerta del Cielo, hoy les pido que busquen a Dios dentro de vuestros seres internos, al Amor del Padre, al Espíritu Inmaculado de la Paz, porque ese Espíritu les permitirá crecer y los fortalecerá para las decisiones en la vida, en la mente y en el espíritu de cada uno.
Hoy los estoy llamando a preparar, con consciencia, vuestras moradas para que en poco tiempo, Jesús, el Rey del Universo, el Maestro de los maestros, encuentre reposo en moradas puras y cristalinas donde se pueda derramar Su Absoluta e Insondable Misericordia.
Queridos hijos, el mundo está viviendo grandes pruebas en la fe y en la vida de muchos corazones; por este motivo Yo les pido que coloquen a los millones de hijos que tengo a Mi resguardo en el verdadero ejercicio de vuestras oraciones para que ellos ingresen en la definitiva Ley del Perdón y de la Misericordia.
Como les he dicho, queridos hijos, este es un último ciclo para la confirmación de los corazones delante de los Planes de Dios. La humanidad puede vivir en el nuevo Plan de Dios, Plan que los llevará a permanecer en el verdadero estado de la paz y de la reconciliación.
Hijos Míos, es muy importante mantener encendido el fuego de la oración del corazón, oración que los une con el Sagrado Espíritu Divino de Mi Hijo. Pero para que eso suceda, queridos hijos, vuestros labios solo deben pronunciar palabras de amor y de paz, palabras que broten desde el corazón, palabras que alivien el gran sufrimiento que viven muchas almas solitarias.
Hijos Míos, hoy de nuevo les suplico y les hablo con el inmenso Amor de Mi Inmaculado Corazón, porque como ustedes saben, estos ya son los últimos anuncios que Dios Me envía a transmitir para todos los corazones.
Delante del nuevo tiempo que llegará, hijos Míos, que vuestros corazones, vuestros pensamientos y vuestros sentimientos sean misericordiosos para que dentro de ustedes reine Dios, reine por siempre el Amor de Mi Hijo.
Guarden en ustedes la gratitud para que ella irradie humildad y Misericordia.
Gracias por responder a Mi llamado.
¡Les agradezco!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Delante de las Gracias recibidas durante todos estos días, Yo los invito a vivir el amor y la fraternidad para que todos Mis hijos puedan nacer a la nueva humanidad.
Queridos hijos, para que eso suceda, Yo los invito a persistir en el ejercicio de la oración del corazón; para ello, ustedes cuentan con la asistencia y el auxilio de Mi Inmaculado Corazón, quien los guía en vuestro camino de oración.
Hijos Míos, recordando la importancia de la oración en este final de los tiempos, vuestros corazones podrán recibir la asistencia espiritual del Espíritu Santo de Dios. Sepan que cuentan con la Sabiduría del Padre mediante la oración para tomar correctas decisiones en vuestras vidas.
Quiero ayudarlos a crecer desde la consciencia para que el verdadero corazón del amor pueda llegar a cada alma de la humanidad.
Quiero prepararlos como Mi Corazón Maternal preparó el camino para la venida de Jesús. Quiero que caminen directamente hacia el Corazón Divino de Mi Hijo recordando la importancia de la comunión con Su Sagrado Corazón.
Hijos Míos, como Madre, los acompaño por esta peregrinación hacia el universo, la que vuestras vidas están realizando en estos momentos.
Recuerden que la oración es la base para que la vida del espíritu de todos Mis hijos pueda despertar a tiempo y en consciencia.
Queridos hijos, en este tiempo en donde la realidad del mundo necesita de vuestra oración, Mi Corazón los está llamando a servir a Dios mediante la oración del corazón, mediante vuestra confianza plena en Mi Hijo.
Con la humanidad en Mis brazos, hoy les digo, queridos hijos, caminen hacia el perdón del corazón para que pueda brotar en las esencias Mi Inmaculada Paz.
Estoy con ustedes durante estos días de manera especial y maternal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
¡Descansen en Mis brazos confiando en la Luz del Redentor!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Siendo Madre de las Gracias, contemplo la necesidad de cada uno de Mis hijos. Como Madre y Reina de la Paz, los invito a colocar en vuestras oraciones todas las súplicas que Me envían vuestros hermanos para que la Luz del Padre y la Gracia de Su Amor puedan responder al llamado de Sus hijos.
Hijos Míos, con esto, ustedes verán cuán grande es la urgencia de oración por la humanidad, por las naciones y por los continentes. Queridos hijos, como siervos de Cristo, hoy los llamo a orar por todas las súplicas que pronuncian las almas todos los días hacia el Cielo.
Orando y ayunando ayudarán para que la Gracia de la Misericordia de Mi Hijo pueda difundirse en el corazón de todos Mis hijos. Pequeños niños, Yo los invito a madurar mediante el ejercicio de la oración porque es en la oración que descubrirán la sabiduría que vuestra consciencia necesita para que, en estos tiempos, tome las decisiones de paz.
Queridos hijos, como Reina de la Paz, les pido que a cada momento de vuestras vidas busquen a Jesús para aliviar las ofensas que Él recibe de parte de la humanidad. Hijos Míos, traten, a través de la oración, de aliviar el Corazón de Mi Hijo y, a partir del ejercicio orante, consolidar en vuestro corazón la alianza con Cristo.
Queridos hijos, en estos tiempos, la paz debe reinar en la morada de todos Mis hijos; ustedes, con la oración, tienen la llave que abre la Puerta del Universo Celestial de Dios.
Mediante la oración ustedes hallarán el camino más pacífico para vuestras vidas.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más