Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 106.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos, 
que por Tu Santa Cruz redimiste al mundo. 
Amén.
(tres veces)

 

Cuántos días y meses He contado para poder estar aquí hoy.

Cuántos días y meses He contado para estar con cada uno de sus corazones hoy.

Ni se imaginan lo que Me ha producido esperar tanto tiempo para estar con cada uno de ustedes, y He podido presenciar cómo, en tan pocos días, han podido manifestar todo esto para Mí; porque en verdad todo lo que Me ofrecen es para Dios.

Hoy, vengo con una dádiva del Cielo; hoy, traigo entre Mis Manos un importante Tesoro Espiritual para la humanidad, que He traído desde Medio Oriente para cada uno de ustedes, para el propósito espiritual de esta nación y de este querido pueblo. He aquí, compañeros, el Arca de la Santa Alianza.

Sagrados Ángeles del Cielo contemplan este Tesoro Espiritual. Patriarcas y profetas de otrora lo veneran, y hoy todos los seres de buena voluntad pueden reconocerla como el Sagrado Terafín que preparará el surgimiento de la Nueva Humanidad en esta parte del planeta, en todas las Américas.

Por eso, no teman, he aquí el Sagrado Tesoro de Dios, del cual cada una de sus vidas puede formar parte.

Este es el Sagrado Tesoro que guarda el tesoro de las experiencias más importantes de la humanidad, desde el momento de la Creación, en el Génesis, hasta este mismo momento, en el que cada uno de ustedes puede sentirse partícipe Conmigo, para aportar a este Sagrado Terafín Espiritual lo que la próxima humanidad y la Nueva Tierra necesitarán, no solo para purificar al planeta, sino también para reerguir los Atributos de Dios en la superficie de este planeta. Atributos y Principios de la Sagrada Arca de Dios que, en este momento culminante, Argentina necesita y que cada uno de ustedes y de sus hermanos también necesitan para aprender a levantarse en las tinieblas, para atravesar con coraje los abismos de la consciencia, para decirle no al enemigo, para hacer triunfar el Gobierno Espiritual de Dios en esta nación y en el mundo entero.

Esto es lo que necesita, en este momento, Argentina, así como también lo necesita el resto de América. Porque en verdad les digo, que no encontrarán la solución en lo que es horizontal, rectifiquen sus vidas hacia lo Alto y encontrarán la respuesta que tanto buscan.

Si hoy están escuchando a su Maestro y Señor, después de tanto tiempo que no He podido venir a la Argentina como tanto lo esperaba; es porque vengo, compañeros, a cumplir Mi promesa de que cada uno de ustedes se sienta partícipe Conmigo, preparando conscientemente, a través de las obras, Mi Retorno.

La adhesión y la obediencia es la gran llave maestra para Argentina. Eso los protegerá de ustedes mismos y de todos. No vean en sus caminos a los que son enemigos, vean en sus caminos a los que necesitan compasión.

Por eso, He traído este Sagrado Terafín, ante la presencia de todos, para que lo recuerden y para que lo veneren; porque es el mismo Terafín Espiritual que muchos pueblos de otrora contemplaron y veneraron, que muchos patriarcas y profetas buscaron para sentirse en alianza con Dios.

Quiero que la experiencia de su amor y redención pueda estar finalmente en la Sagrada Arca de Dios y, aunque les parezca imposible lo que les digo, no existe nada imposible para Dios y para su Señor. Porque si hoy estamos aquí, en Argentina, ¿será que es imposible para Dios poder concretarlo?

Esta sagrada tierra guarda muchos tesoros que forman parte de la Sagrada Arca; lugares de Argentina por donde Nuestros Pies caminarán, así como caminaron en otros momentos, que guardan muchos tesoros que forman parte de la Sagrada Arca de Dios.

¡Alégrense y ya no se aflijan! Vuelquen sus aspiraciones en este Sagrado Terafín del Padre. Confíen en lo que les digo. Un lugar maravilloso los aguarda en el Reino de Dios. Por eso, persistan y no se desanimen, sean valientes y tengan coraje para persistir.

El Señor es capaz de buscar a Sus ovejas perdidas.

El Señor es capaz de salir del hemisferio norte para venir a ayudarlos. Estoy aquí y Mi Corazón no cambia, Mi Corazón es el Relicario para todos los que aspiran vivir a través de Mí.

Sé que como pueblo se han desanimado. No hay nadie más que Yo que sepa lo que vivieron en estos últimos dos años y cómo cada uno en la soledad ha aprendido a cargar con su propia cruz. Ese esfuerzo que pueden hacer por Mí, de aprender a vivir la cruz de estos tiempos, es lo que se puede guardar como experiencia en la Sagrada Arca.

¿Acaso creen que eso es posible?

Si estoy aquí, en este mismo momento con ustedes, es para confirmarlo, es para que sepan que Nuestros Sagrados Corazones recorrerán una parte de Argentina para volver a encenderla. Esto no será visible a los ojos de todos, pero quien verdaderamente esté en sintonía Conmigo lo podrá ver y reconocer. 

El propósito de sus vidas debe ser la vida inmaterial; porque el Espíritu de Dios vendrá en su auxilio, así como Su Sagrado Espíritu desciende en este momento para enderezar lo que está torcido, para corregir lo que se ha desviado, para pacificar la indignación de muchos corazones. Esto es posible por la presencia de la Sagrada Arca de Dios.

De esta forma, hoy los unjo a cada uno de ustedes, a través de la poderosa Señal de la Cruz.

También deseo que Mis Auxiliadoras Me vuelvan a ungir, que Me unjan con sus entregas, que Me unjan con sus renuncias, que Me unjan con su fidelidad y, especialmente, que Me unjan con su estricta obediencia. Porque a cada grupo de almas le He entregado algo especial a través de los últimos tiempos y eso nunca se puede perder ni desechar. Por eso, den valor a los Dones que recibieron y que Yo vengo a buscar, en este tiempo, a pedido del Padre Celestial.

Estos Dones, llamados talentos y virtudes de las almas más honestas y simples, serán los que permitirán que el Proyecto de Mi Padre se cumpla en Sudamérica, y que el Padre ya no espere ver cumplir Su Propósito, sino que Él pueda ver que Su Propósito se concrete a través de Sus hijos, los que dicen ser apóstoles de Cristo.

Vengo, así, a aliviar la agonía de muchos corazones.

Vengo a devolverles la paz que algunos perdieron.

Vengo a colocar Mi Mano sobre sus corazones para apaciguarlos; porque más allá de sus batallas o de sus imperfecciones, hoy Yo estoy aquí, en Argentina, porque creo en el amor de cada uno de ustedes, un amor que se puede seguir transformando y ampliando, un amor que no solo les recupere la inocencia, sino que sea un amor maduro que los anime a seguir los pasos de la Jerarquía Espiritual; así como Nosotros lo hacemos por ustedes, sin alejarnos ni distanciarnos, sino estando presentes en el Sagrado Silencio del Universo, en donde reverbera la Voz de Dios.

Es esta Voz Eterna y del Cielo que quiero que escuchen dentro de ustedes, la Voz del Padre que los ama, que los sostiene, que los alimenta con Su Espíritu, que les otorga Su Insondable Misericordia.

Es así, que vengo a sanar sus heridas, las heridas de cada uno de ustedes, pero también las heridas de su pueblo.

Sé que muchos no entienden por qué todo es tan difícil; pero todo comienza, compañeros, en lo que escogen. Ahí está el resultado de sus elecciones.

Sé que muchos no tienen que ver con todo lo que vive hoy la Argentina y América, pero nunca levanten su espada contra espada, eleven su voz en oración a los Cielos para que su Maestro y Señor pueda interceder, así como Él intercede en este momento.

Hoy, muchos de los que están presentes necesitan recibir el Sacramento de la Unción, porque es una señal visible de su pertenencia a Mi Reino, en donde ningún mal los puede tocar, aunque el mal crea que los puede oprimir o perturbar.

Hoy, les otorgó Mi experiencia de la Cruz, porque nadie más que Yo supo lo que es estar solo, sin dejar de confiar en la Divina Voluntad.

Extendiendo Mis Brazos y Mis Manos sobre Argentina, vengo a derramar la Luz del universo, de los soles y de las estrellas, la Luz de los Ángeles y de los Arcángeles, la Luz de todos los que viven a través de la buena voluntad y que no buscan nada para sí mismos, sino ser una chispa de Luz de Mi Corazón en este mundo herido.

Mi Madre Celestial lleva sobre Sí el Manto de la Argentina, para que el pueblo recuerde que Yo Soy el Sol de Dios, que nace después de una larga noche oscura.

Para que este encuentro tenga sus frutos, los frutos internos que todos necesitan para caminar más decididos y valientes en estos tiempos, les puedo ofrecer todo lo que tengo, lo más Sagrado de lo Sagrado que ofrecí al mundo hace tanto tiempo, que es Mi Cuerpo y Mi Sangre, emanaciones directas de la Misericordia de Dios. Esto apaciguará a la Argentina y al mundo.

Que esta Comunión, que enseguida celebraremos, vuelva a erguir espiritualmente a su patria y que todos se puedan sentir bajo el Manto de la Virgen de Luján, de la Sagrada Señora del Rosario de San Nicolás, porque fue Ella que Me trajo aquí.

Un buen hijo siempre obedece a su madre, así como una buena madre está cerca de su hijo, como María lo estuvo hasta los pies de la Cruz.

Que las poderosas Cinco Llagas de Mi Cuerpo bañen, purifiquen e iluminen a sus consciencias.

Que la Poderosa e Insondable Sangre de Jesús reconstruya la vida interna de los presentes y de los no presentes.

Que, por los méritos alcanzados por el Arca de la Santa Alianza, la Argentina se sienta en este momento sostenida por las Manos de Dios.

Porque el Amor, compañeros, siempre lo puede todo, aunque sea difícil. El Amor Me permitió llegar hasta la Cruz.

Anímense a vivir la misma experiencia, ofrezcan a Dios lo que son y lo que no aceptan, no se olviden que Argentina es parte de Mi sagrado rebaño. 

Que, hoy, muchos de los presentes puedan sentir el latir de Mi Corazón, porque en Mi Corazón está el Camino, la Verdad y la Vida.

Los amo y amo este país, amo las bellezas de sus montañas, amo la extensión de sus ríos y de su océano, amo cada parte de este país, Proyecto Bendito de Dios.

Que la Cruz imante este país y que, en el sur, en el norte, en el este y el oeste, la antigua tribu de Israel se levante y vea brillar en el firmamento la Sagrada Estrella del Amor, la Sagrada Estrella de la Hermandad. Amén.

Para preparar este momento, pediré a Mi hija Lucía de Jesús que cante una canción para todos, porque es necesario que recuerden que Mi Palabra es Agua Viva, el agua que quita toda sed.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cantemos.
 

Canción: “Tu Palabra es Agua Viva”.

 

Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanas y hermanos, vamos a celebrar este momento de Comunión, aún con nuestro Maestro presente en este lugar, ofreciendo este momento por esta querida y amada nación argentina, ofreciendo este momento por el Arca de la Santa Alianza presente en las Manos de Cristo, Nuestro Señor. 

Y, con el permiso y la licencia que nos ha dado Cristo a los sacerdotes, vamos a ofrecer este momento de Comunión como un acto de reconciliación y de perdón, para que todo este pueblo pueda recibir lo que tanto necesita, para que los corazones, en la Presencia de Cristo, reencuentren la esperanza, se liberen de sus amarras y de sus opresiones, puedan sentir el abrazo insondable de Dios que nos consuela a todos.

Con este ofrecimiento, vamos a purificar nuestro corazón a través del acto de contrición ante el Sagrado Corazón de Jesús y vamos a repetir una oración muy simple que nos enseñaron los Mensajeros Divinos, para que nuestro templo interno, el lugar más sagrado para Dios, se prepare para recibir este Divino Sacramento. 

Repetimos:

Yo te pido perdón, Señor, 
por todo lo cometido.
 Concédeme la Gracia de la liberación.

Por el Don del Perdón,
 que brota del Corazón de Dios,
 ábrenos, Señor, las Puertas de Tu Reino.

Amén.

 

Ahora, Cristo va a guiar esta celebración. 

Nos preparamos para este importante momento en el que las Gracias de Su Corazón descienden sobre la Argentina, sobre los corazones, como una afluente de Luz, como un inagotable manantial que nutre la vida.

Invitamos a los que puedan a que se arrodillen o se coloquen de pie. 

 

Hoy, los vuelvo a reunir en torno a Mi Mesa, así como reuní a los apóstoles en el Sagrado Cenáculo. Hoy, este Sagrado Cenáculo son sus corazones, que Me los pueden ofrecer en entrega y resignación para que Yo pueda saciar Mi sed de almas. 

Es así que, vuelvo a instituir la Eucaristía, como en aquel Jueves Santo, tomando el pan entre Mis Manos y elevándolo a Dios, pidiéndole que Su Insondable y Poderoso Amor Redentor transubstancie el pan en el Glorioso Cuerpo de Cristo, por la reconciliación y la paz en Argentina.

Es así, que lo vuelvo a partir, delante de ustedes, para decirles que este es Mi Cuerpo, que entregué por ustedes para el perdón de los pecados.

 

Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
 Te alabamos, Señor, y Te bendecimos. 
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
 Amén.

 

Reverenciamos el Sagrado Cuerpo de Cristo.

 

De la misma manera que en el Sagrado Cenáculo, vuelvo a tomar entre Mis Manos el Santo Cáliz, y elevándolo lo ofrezco al Padre para que sea transubstanciado en Mi Preciosa Sangre. Así como les dije a Mis apóstoles, hoy les digo a ustedes: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, de la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza entre las almas y Dios; Sangre que hoy es derramada sobre la Argentina para la remisión de todas las faltas. Hagan esto siempre en Mi Memoria, porque Yo ya estoy retornando”.

 

Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
 Te alabamos, Señor, y Te bendecimos. 
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
 Amén.

 

Reverenciamos la Preciosa Sangre de Jesús.

He aquí a Quien ha entregado la Vida por ustedes, este es el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. 

Que se alegren los misericordiosos, porque siempre alcanzarán Misericordia. 

En unidad perfecta con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, vamos a consumar esta celebración a través de la oración que Cristo nos enseñó, elevando nuestra más sincera oferta al Padre.

 

Oración: “Padre Nuestro”.

 

Que la Paz, el Amor y la Luz de Mi Sagrado Corazón descienda sobre ustedes y Argentina.

 

Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:

En un acto de profunda fe, oremos:

Señor,
  yo no soy digno de que entres en mi casa, 
 pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.

 

A pedido de Nuestro Señor Jesucristo, anunciamos la Comunión Espiritual de todas las almas del mundo con el Sagrado Corazón de Jesús.

En un gesto de reverencia y de fraternidad nos damos el saludo de la Paz. 

¡La Paz de Cristo! 

 

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente y
os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido;
y, por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.

Amén.

 

Los dejo con la Presencia Viva de Mi Ser a través de la Eucaristía. Que esa Presencia Viva, que es la Luz de Dios, siempre esté latente en sus seres, y así nos preparamos para esta importante Maratón de Oración, en la que todo se transformará y se curará; confíen en eso.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LA ASOCIACIÓN MARÍA, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, vengo aquí, a este Mi cenáculo predilecto, al gran oratorio de la Madre de Dios.

Hoy, vengo extraordinariamente porque quiero estar cerca de ustedes y con cada una de sus almas, preparándolos para ingresar al desierto que hoy Mi Mano les indica; a este desierto espiritual de la humanidad, que muchos no quieren atravesar porque se olvidan de que Yo estoy en el desierto, cuando tan solo Me buscan y Me llaman.

En este preámbulo de la próxima Sagrada Semana, vendré inesperadamente, durante esta semana, sin avisarles, para que sus corazones estén prontos, tal como estuvieron los apóstoles junto a Mi Madre en el Cenáculo, después de la Resurrección de su Señor.

Yo quisiera poder encontrarlos, Yo quisiera poder sentirlos y contemplarlos, así como a los apóstoles cuando estuvieron junto a Mi Madre Celeste en la Reaparición de Cristo, días antes de Mi Ascensión a los Cielos.

También vengo a aliviar sus corazones y sus espíritus, a quitarles el peso de la cruz que les han colocado en sus espaldas; pero Yo los animo y los invito a seguir cargando esa cruz, no solo por ustedes, sino por la gran necesidad de Amor en esta humanidad y en este planeta.

Vengo con este Mensaje para que todos se preparen internamente para la próxima Sagrada Semana; y Mi Corazón, con gozo y predilección, ha escogido este lugar bendecido por Mi Madre Celeste, para anunciar, una vez más, la Palabra de Dios, para que los corazones, al ingresar a este desierto que Yo los invito a cruzar en esta semana, puedan volver a encontrar a Dios y, delante de Él, estar en silencio, en sintonía y en amor por todo lo que es necesario y urgente reparar en esta humanidad y en este planeta; porque la guerra sigue aconteciendo, las almas siguen sufriendo; el temor, la impunidad y el miedo siguen siendo establecidos en los pueblos y en las naciones.

Yo los preparo en este desierto, así como su Maestro y Señor se preparó durante cuarenta días para aceptar el Cáliz que el Padre le ofreció y que hoy Yo les ofrezco, en Mi Nombre, para que lo beban sin temor alguno; porque Mi Sangre Preciosa viene a purificarlos, viene a bendecirlos y a reconsagrarlos para las próximas etapas del Plan del Redentor.

Que no pese más en ustedes la agonía de no poder alcanzarme ni sentirme. Yo estoy aquí, como el Sagrado Corazón de Jesús, para recordarles que tienen parte Conmigo en este momento, porque Mi aspiración es que sean Mis apóstoles del fin de los tiempos.

Que este desierto, que hoy los invito a cruzar con coraje y valentía, los fortalezca. Que este desierto que los invito a atravesar, con amor y con fe, los haga crecer interiormente para todo lo que llegará; porque ante el Padre Celestial necesito de almas que justifiquen los errores del mundo y los graves pecados que ultrajan el Corazón de Dios en estos tiempos.

Adórenme en el Divino Sacramento del Altar durante estos días. Que su vigilia en la Adoración se amplíe y se fortalezca, para que el Reino de los Cielos descienda a la Tierra no solo durante la próxima Sagrada Semana, sino también en esta semana preparatoria que con gozo y júbilo vengo a compartir con ustedes de forma extraordinaria, y Nuestro Señor, el Padre Celestial, ha decidido que esta casa bendita y consagrada al Corazón de Mi Madre sea el lugar, el cenáculo y el oratorio para que estos encuentros sucedan, estos encuentros inesperados.

Recuerden a sus Ángeles de la Guarda, ellos están sedientos de sus ofertas al Corazón de Dios, de sus ofertas por la humanidad y por el planeta, para que el Amor, la Paz y la Luz no desaparezcan de la superficie de la Tierra.

Yo los entiendo y también los comprendo, son tiempos desconocidos y difíciles, y a veces sienten que no pueden soportarlos. Pero tengan fe, Yo morí por ustedes para que ustedes pudieran tener vida en Mí.

Los bendigo y les agradezco por acogerme en este lugar, por la simplicidad en cada detalle, por la oferta sincera de los corazones que confían en Mí.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CUARTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En recogimiento prepárense para Mi gran momento; cubriendo sus cabezas ingresen al templo del alma, para que sus almas participen de la Comunión con el Señor.

En este día de segunda iniciación, en el que ustedes se prepararán junto al Maestro para ingresar en Su dolorosa Pasión, Su actual dolorosa Pasión por el planeta, en la que su Redentor compartirá con los Suyos las tareas que Dios le ha encomendado.

Antes de ingresar al Cenáculo de la Última Cena, mañana, volverán a escuchar, de su Maestro y Señor, instrucciones semejantes a las que Él impartió a los apóstoles del pasado, instrucciones que los prepararon para vivir su misión de evangelización y de servicio por el mundo.

Por eso, vivan este momento como algo único e irrepetible, dentro del preámbulo de Mi Retorno al mundo, en el que sus almas son llamadas a reafirmar su alianza Conmigo para siempre, en el que sus almas son llamadas a vivir la Voluntad de Dios a través de Mi Corazón.

Con esto, comprendan que lo que Yo les traigo a ustedes es desconocido, porque es algo que Mi Padre necesita que se cumpla a través de la vida de cada uno de ustedes y de sus hermanos.

Mientras el planeta y la humanidad siguen sufriendo, la necesidad de apóstoles, de apóstoles de Mi Corazón, es muy grande, apóstoles que estén disponibles en este ciclo final para sostener la pesada cruz de este fin de ciclo.

Pero no estarán solos para hacer eso, Mi Alma y Mi Espíritu los auxiliarán para que aprendan a cargar la cruz que Yo les ofrezco, una cruz madura que los sacará de ustedes mismos para estar inmersos en la Voluntad del Padre.

Antes de la celebración de la Última Cena en Jerusalén, Mis apóstoles conocieron las mismas cosas que hoy ustedes escuchan y eso no fue escrito, pero sí fue guardado en el corazón de cada uno de ellos, así como hoy es guardado en cada corazón que se abre para recibir Mi Mensaje.

En este día de Semana Santa, estamos en el medio de una transición, una transición interna y una transición externa, en las que se marcará la línea del fin del pasado y del nuevo futuro, el futuro que definirá los próximos pasos de esta humanidad.

Yo los invito a orar por esto, en este día y todos los días que vendrán, porque Mi Padre desea profundamente que Sus criaturas conozcan Sus misterios, los develen y los conozcan para poder cumplirlos y llevar Sus Aspiraciones adelante.

Cuando estaba con los doce, antes de ingresar a la Última Cena, al igual que las santas mujeres con Mi Santa Madre, conocieron este misterio que se develaba como una gran necesidad de Dios de la presencia imperiosa de apóstoles en el fin de los tiempos, dos mil años después de que Yo pasé por la Tierra, dos mil años después en los que se prepararía Mi esperado Retorno.

Hoy vengo con esta declaración de la Verdad, pero también de Amor, sabiendo que hoy es insuficiente la disposición incondicional de las almas, a lo largo y ancho del mundo.

Por eso, una vez más, vengo a servirme de grupos pequeños de almas que, más allá de donde se encuentren o estén, tienen la Gracia de guardar en su corazón este pedido de su Maestro y Señor, que es un pedido del Padre Eterno, bases ardientes que prepararán el Retorno de Cristo a la Tierra por medio de la transformación de la vida de las personas, por medio de todos los que Me dicen sí.

Hoy les traigo más que un sentimiento, hoy les traigo más que una palabra, hoy les traigo la profunda aspiración de Mi Corazón para que las almas entiendan que Mi Presencia en este día, entre ustedes y a través de los últimos años, no ha sido en vano, sino que sus vidas se han comprometido Conmigo hasta el final.

Por aquellos que no comprendieron Mi Mensaje y no están aquí, no se preocupen. En el gran día de Mi Retorno, no solo se cumplirán las Escrituras, sino también se cumplirán Mis acciones, porque separaré la paja del trigo. Llamaré a los benditos, pero también llamaré a los indiferentes para que vivan el Juicio Universal y sé que aún nadie está preparado para eso.

De forma inmediata y un poco apresurada, Yo desciendo de los Cielos con todo el Poder de Dios para socorrerlos y auxiliarlos con Mis impulsos de Luz, para que sus corazones estén prontos, así como Mi Corazón estuvo pronto, segundos antes de la flagelación.

¿Alguna vez le han dicho a Dios: Padre, mi corazón está pronto? ¿Saben lo que se guarda a través de ese enunciado?

Un corazón pronto no es un corazón emocionado. Un corazón pronto es un corazón maduro, sin condiciones ni aspiraciones. Es un corazón pronto y maduro capaz de darse a Dios por entero sin nada a cambio. Es un corazón capaz de morir por Mí y de dar valor a cada una de Mis Palabras y ser un corazón que testimonia la Presencia de Cristo dentro de sí.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora apareció al lado de Jesús, más pura y luminosa que todas Sus vestiduras.

Ella está aquí como la Señora del Santo Rosario de Fátima, junto a Su Hijo, mostrando Su Inmaculado Corazón espinado, que ofrece a cada uno de nosotros por la reparación y la cura de todas las mujeres del mundo, de las mujeres de la guerra, de las mujeres inmigrantes, de las mujeres explotadas, de las mujeres esclavizadas, de las mujeres que gobiernan, de las mujeres del campo, de las mujeres que sufren en silencio, y por todas las madres que viven por sus hijos.

María ofrece Su Corazón espinado en reparación por los ultrajes, maleficios e indiferencias que ha recibido la consciencia femenina de este mundo y que ha borrado, para siempre, el espejo del corazón de cada ser femenino de la Tierra.

Dice Jesús:

 

Ella es la Madre que Yo les he entregado en la Cruz, la Madre incondicional entre todas las madres del mundo, la Madre que Me suplica por ustedes todos los días de la vida y por toda la eternidad.

Por esa razón, hoy Mi Corazón misericordioso ayuda a todas las mujeres de la Tierra, para que puedan levantarse de donde han caído o de donde fueron sometidas.

Este es el ciclo de la Madre de Dios, el Cetro está en Su mano.

Bienaventurados serán los que reconozcan este Legado, porque el triunfo de Su Corazón Inmaculado siempre vencerá. Amén.

Para la comunión espiritual de este día, Yo los dejaré en compañía de Mi Madre, en la presencia de Su Espíritu inmaculado, porque es a Dios que le debemos la Presencia de la Madre de Dios y de todas las madres del mundo que gestan en sus vientres la vida y que han tenido a todos ustedes en sus brazos.

Ríndanse a la maternidad espiritual, que sus corazones no sean egoístas, que puedan sentir y ver, más allá de lo que es, que Dios haya creado a las mujeres de la Tierra como un símbolo de nobleza y de amor y no de explotación y de castigo.

Mi Corazón acoge a todas las mujeres castigadas, esclavas del hombre de la superficie de la Tierra, porque cuando Yo venga del Cielo entregaré un cetro para cada una de ellas y la Tierra será colmada de la pureza virginal para siempre.

Si Mi Madre fue capaz de llegar hasta los pies de la Cruz, ¿qué serían capaces de hacer sus madres del mundo? Siempre pregúntense eso, porque ellas quieren su bien, que sean dignos hijos en el Señor y que siempre cuenten con ellas.

Por eso, María, Mi Madre, estuvo en el Cenáculo. Ella dio la vida por ustedes para que triunfaran el Amor y la Redención. Ella entregó lo más preciado que tenía en Su Vida y lo vio clavado en una Cruz, como hoy muchas madres del mundo ven a sus hijos perdidos y sufren en silencio.

Pero el Espíritu de la Consolación llegará; así como María, Mi Madre, lo entregó a los apóstoles en Pentecostés. Y todo pasará, hasta que Mi llegada al mundo sea consumada.

Por esa razón, Nuestros Sagrados Corazones hoy están aquí, para que se cumplan las promesas de Su Redentor, y aquellos que son huérfanos acepten la maternidad de María.

“Madre, he aquí a Tus hijos”.  “Compañeros, he aquí a su Madre”.

Hoy daremos atributo a la Madre de Dios para que la consciencia femenina de la Tierra sea reparada y ya no sea un objeto de explotación ni de castigo, sino sea reconocida como un instrumento de amor y de servicio por todos los hijos de Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora desapareció, pero aquí aún está Cristo, infundiendo Su Luz para el mundo entero.

 

Ahora que han sido purificados nuevamente, meditarán sobre todo lo que les he dicho y sobre la importancia y el valor de la maternidad en el mundo, en este tiempo crucial.

Para eso, escucharemos una simple pero profunda canción, en reparación de toda la consciencia femenina del planeta:  "Mirarte a Ti”. Esa canción será como un tributo para las madres del mundo, para que las madres siempre confíen en María, la Madre de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEXTO DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Para la tarea planetaria que Nuestro Señor está realizando en este momento, a su pedido vamos a entonar "Adon Olam".

Invitamos a los que escuchan a colocarse de pie para acompañar a Nuestro Señor en esta tarea planetaria.

Canción: "Adon Olam".

Ustedes conocieron a un hombre frágil como Jesús, que cargó con el pesado madero de la Cruz y que siendo un ser humano, a pesar de Sus poderes divinos y cósmicos, se entregó por cada uno de ustedes para que no tuvieran que padecer y sufrir. Si hace más de dos mil años la humanidad sigue sufriendo y padeciendo, es consecuencia de sus acciones y cometidos.

El Todopoderoso encarnó en la Tierra a través de Su Hijo, para que la humanidad no tuviera que padecer nunca más.

El Todopoderoso encarnó como un hombre y como una consciencia al igual que ustedes, y redujo Sus grandiosas vibraciones de Luz para poder estar entre los seres humanos de esta Tierra.

La encarnación del Hijo de Dios y la dolorosa Pasión de Cristo significaron momentos importantes para la humanidad. A través de la encarnación del Hijo, la humanidad pudo recuperar el camino hacia su pureza original, aquella pureza original que fue pensada en el génesis del Proyecto Genético Humano. Pero también esa encarnación del Hijo de Dios puso fin a una cadena interminable de errores.

El propio Padre Eterno sabía que, por más que Él encarnara en la Tierra y trajera la consciencia del Amor Sabiduría, esa victoria no se completaría, porque habría seres humanos que dudarían de Su Presencia y Poder, y aun después de la Pasión de Cristo, eso sucedió en muchos seres humanos.

La encarnación del Hijo de Dios, a través de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, puso fin a muchos errores del pasado que, hasta ese momento de la historia de la humanidad, harían sucumbir para siempre el Proyecto Genético Humano, aunque hubieran pasado los Patriarcas y los Profetas.

Pero no todas las civilizaciones y razas se equivocaron, el adversario se encargó de poder desvirtuar algunas de esas razas que estuvieron presentes en la humanidad.

Desde los Adanes y las Evas hasta la Atlántida, la humanidad tuvo que aprender, como hasta los días de hoy, a enmendar los errores cometidos, para poder volver a alcanzar el poder de la Gracia y de la Misericordia.

Esa fue la razón principal de la encarnación del Hijo de Dios, que dio lugar y espacio para Su segunda e importante tarea, la Pasión de Cristo, que aconteció en muchos niveles y planos de consciencia, desde el espiritual cósmico hasta el plano más material y concreto.

Toda la consciencia de Dios participó en todos esos misterios y hechos, así como diferentes grupos de almas y consciencias que, por más que no estuvieron encarnadas en aquel tiempo, participaron de esos acontecimientos porque los necesitaban para poder estar presentes en los tiempos futuros como este.

Por esa razón, Cristo no solo padeció en el plano físico, sino también en el plano álmico y en el espiritual. La poderosa Pasión de Cristo, que para muchos fue una derrota, se convirtió en una victoria en los planos internos ya que, a través del poder de la oración de la Madre de Dios, así como de la oración de las santas mujeres y de algunos de los apóstoles, permitió reunir a la mayor cantidad de consciencias posibles, que en los diferentes planos de consciencia precisaban de la energía de la redención.

Cada padecimiento vivido por su Maestro y Señor, desde la noche del jueves santo en el Huerto Getsemaní hasta la muerte en el día viernes, en lo alto del Monte Calvario, fueron ofrecimientos únicos e imborrables para toda la humanidad y el planeta.

A través de esa dolorosa y profunda Pasión de su Maestro y Señor, muchas situaciones planetarias del futuro fueron contenidas, muchas generaciones futuras fueron protegidas para no vivir el desvío del Proyecto Original.

Y aunque en los días de hoy esto se ha desvirtuado completamente por la indiferencia y la omisión, muchos más se hicieron presentes a través de los tiempos y regresaron muchas veces a este mundo como servidores, siervos, discípulos y apóstoles, para estar presentes en colaboración y en servicio por la humanidad.

Ciertos grupos de almas, que alcanzaron la experiencia del Amor Crístico, se ofrecieron de forma semejante a su Maestro, para estar inmersos dentro de esta humanidad y en diferentes pueblos y naciones del mundo, a fin de dar continuidad al Proyecto Genético de Dios, el que en este tiempo y en esta hora, está viviendo su gran oportunidad de corrección.

Para que toda la historia de los errores que sucedieron, desde la muerte del Hijo de Dios hasta el presente, puedan ser enmendados por la fuerza de la devoción de todos Mis compañeros, por el poder de los que adoran el Eucarístico Cuerpo de Cristo, por los que sostienen la vida de servicio y de caridad, estamos en el tiempo y en la hora de cumplir las promesas y las aspiraciones del Único, que se presentaron a través de los arcángeles y ángeles, en el Génesis.

Por eso, la dolorosa Pasión de Cristo no solo fue un hecho o una historia que puede conocer la humanidad. Muchos planos de consciencia participaron de ese acontecimiento, por esa razón tuve que estar retirado cuarenta días en el desierto, ya que Mi aspecto más material debía prepararse para ese momento, aun durante los tres años de predicación, en los que la humanidad debería aprender a reconocer la verdad y a identificarla, para no perder el camino de la Luz y del Bien.

Por eso, la Pasión de Cristo es un hecho que nunca se borrará de la consciencia del planeta, es un hecho que siempre podrán revivir y recordar todas las veces que lo necesiten para avanzar en su proceso de purificación y redención. Porque así, en esos hechos están los códigos de luz que necesitan para alcanzar su liberación espiritual, cósmica e interior.

Con todo esto quiero decirles, compañeros, que coloquen su consciencia en la amplitud de lo que significó la dolorosa Pasión de Cristo y cómo muchas consciencias, en los planos internos, participaron de la redención de más consciencias que estaban condenadas a la perdición total.

Por eso, la Pasión fue tan dolorosa, porque debería superar a todos los planos de consciencia. Y esa Pasión, vivida por su Señor y Maestro, debería llegar con su experiencia al plano físico y al plano espiritual cósmico, en donde debería quedar registrado todo lo que sucedió, para que la humanidad aprendiera a no cometer los mismos errores, por la entrega que ella hizo del Hijo del Hombre en la Cruz.

El tiempo de la dolorosa Pasión de Cristo hoy se une a este tiempo material y a este presente, en el que toda la raza humana está ante la oportunidad de servirse de este acontecimiento, que quedó grabado en las entrañas de la Tierra por la Sangre que derramó su Maestro y Señor.

Ahora que el Armagedón ya está presente en el mundo, es cuando las consciencias deben estar más despiertas para su preparación, a fin de estar a la altura de los acontecimientos y de participar en los preparativos del Retorno de Cristo.

La Cruz del Redentor siempre los protegerá, los salvará y les traerá la fuerza interior para poder renovarlo todo.

Por eso, la Santa Cruz no se ha borrado de la memoria del planeta, porque era el árbol de Dios que entregaba sus frutos a la humanidad, a través del sacrificio del Hijo del Hombre.

Este es el tiempo de afirmarse en este legado que Yo les entregué, porque tiempos más intensos llegarán y sus consciencias no podrán vacilar. Deberán estar firmes y decididos para poder seguirme hasta el cumplimiento de lo que Yo espero de cada uno de ustedes. Esa también es la razón por la cual estoy aquí.

Hoy viven la comunión con Mi Espíritu a través del reconocimiento de la dolorosa Pasión de Jesús, de la que sus almas pueden recoger los frutos y los méritos que la preciosa Sangre de Jesús, que fue derramada, alcanzó por la humanidad. 

Ahora la humanidad ya no debe más autodestruirse, sino que debe reconstruirse de manera espiritual, mental y material, para recuperar su filiación con la Creación por medio de estos méritos divinos que Yo entrego al mundo, méritos que siempre les darán la libertad para estar en comunión con el Padre.

Hoy los ungiré a ustedes para poder ungir a la humanidad, así como las santas mujeres ungieron todo Mi Cuerpo preparando Mi sepulcro, el que después de tres días demostraría al mundo el poder de la Resurrección.

A través de esta unción que hoy les ofreceré, también ungiré al mundo entero. Les entregaré el poder de la Resurrección espiritual para los tiempos definitivos que llegarán y por medio de esta unción, que Mis santas mujeres hoy harán en ustedes, recordarán que siempre podrán sentirse ungidos por la gloriosa Presencia de su Maestro y Señor.

Esta unción viene a cicatrizar heridas espirituales de la humanidad, heridas mentales y materiales, para que todo pueda ser regenerado y la esperada preparación comience para el surgimiento de una nueva humanidad, libre de la indiferencia y afirmada en el Amor, en el Amor de Dios.

Traeremos aquí cuatro potes de unción para que el Señor los pueda consagrar, así como Él también consagrará todas las cruces que hoy hemos traído para afirmar nuestro compromiso con Él y Su unión eterna con cada una de las almas.

Por eso, desde donde estamos, ofreceremos nuestra cruz, para que nuestra cruz sea aliviada y la cruz de la humanidad sea aliviada de la enfermedad, de las guerras, de la persecución, de las crisis políticas y humanitarias, de la indiferencia, de la falta de amor, de la impunidad y de la maldad que muchas almas practican por ser ignorantes del Amor de Dios.

Por esa causa y motivo ofreceremos nuestras cruces, para que el mundo alcance la cura y la paz. Amén.

"Santifica, Señor, la cruz que les has dado a cada uno de Tus hijos, para que ella no sea un peso ni una agonía, sino una constante perseverancia del triunfo de Tu Amor a través de la transformación y de la redención".

“Deposita sobre estas cruces, a través de Tu Gracia y Misericordia, los méritos que Tu Hijo alcanzó desde el Huerto Getsemaní hasta lo alto del Monte Calvario, para que las almas puedan sentir fortaleza en estos tiempos, para que cualquier miedo sea disuelto, y Tus criaturas sean colmadas por la abundante confianza de Tu misericordioso Corazón. Y de esa forma, así como hoy bendices y unges estas cruces con Tu Espíritu, bendice y unge, Padre amado, a cada una de sus familias y seres queridos, para que la gran red de Tu Misericordia y de Tu Paz esté unida y viva en los corazones de los que creen en Mi Retorno a la humanidad. Amén”.

Elevemos nuestras cruces para que el Señor las bendiga, a través de la Luz poderosa de Sus Llagas. Podemos llevar nuestras cruces hacia el corazón.

Ahora pasaremos a la bendición del aceite, de los cuatro aceites que Nuestro Señor nos pidió y que representan a las cuatro principales razas del planeta: las razas de América, las razas de África, las razas de Europa y las razas de Asia y Oceanía.

Nos abrimos para esta unción espiritual y para esta unción material, que recibiremos a través de las Madres de Cristo, en nombre de la humanidad y de este Proyecto Genético, que deberá cumplirse a través de todos los autoconvocados.

A través de la unción, que cada uno de nosotros recibirá en este momento, también se estará permitiendo que todos los que están detrás de nosotros en el camino espiritual y esperan ingresar en esta corriente y Obra de Amor de Cristo, puedan tener la oportunidad de ser partícipes de la presencia de la Jerarquía Divina.

Así que, cuando seamos ungidos en este momento, tengamos presente a todos los que están detrás de cada uno de nosotros y esperan por su despertar y redención, así como a través de los tiempos somos redimidos y ungidos por el Amor espiritual de Cristo.

Madre María Shimani y fray Joaquín.

Madre María del Salvador y fray Luciano.

Madre María Getsemaní y fray Ariel.

Madre Zorobabel y fray Gabriel Pío.

Y antes de comenzar con esta unción, que intentará traer la cura espiritual para la humanidad a través de las cuatro razas representadas en nuestro planeta, cada uno de nosotros, aun no estando aquí presentes, en este lugar o en este Centro Mariano, realizaremos nuestra oferta interna a través de un minuto de silencio, para que la paz y la cura se alcancen en la humanidad.

Hacemos nuestra oferta en silencio; y hacemos esta oferta, a pedido de Cristo, por todos los que murieron por la actual pandemia. Pedimos por cura, Misericordia y perdón. Realizamos nuestra oferta por esas almas.

Elevo sus intenciones al Cielo para que el Padre Celestial las contemple en Su Fuente. Que esta unción espiritual e interna traiga todos los frutos que necesita la humanidad en este tiempo 

Por los que han padecido injustamente, que el Padre tenga Misericordia.

Por los que sufren injustamente, que el Padre tenga Misericordia.

Por los que padecen la enfermedad, la desolación o la muerte solitaria, que el Padre tenga Misericordia.

Por los más pequeños e inocentes, por los que son traficados, explotados y vendidos, que el Padre tenga Misericordia.

Por todos los niños no nacidos, que son millones en el mundo, que el Padre tenga Misericordia.

Que la paz, la renovación y la fe despierten en todos los corazones.

Que así sea.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y así despedimos a Nuestro Señor. Y por Su pedido para este Sacramento de la Unción, repetiremos la canción que escuchamos al principio de este trabajo: “El poder de la Sangre de Jesús”.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 63ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Al fin llegué al lugar donde tanto tiempo esperaba. 

Lleven en su pecho la señal de Mi Retorno, porque esa señal vendrá del Universo y nadie podrá decir que no la verá.

Vendré para los justos y para los que han sido injustos, y a partir de allí reconfiguraré la Tierra, repoblaré el planeta de nuevos dones, de algo que aún no ha descendido desde el Universo y que llegará cuando Yo retorne al mundo por segunda vez.

Pero para que Me puedan volver a ver en Gloria, primero deben sentirme en su divinidad.

Debo construir lo nuevo en ustedes, debo sembrar lo nuevo en ustedes, para que así estén preparados para recibirme por segunda vez.

Hoy estoy aquí con la alegría del Espíritu de Dios debido a la receptividad de sus almas y corazones, porque por más que no comprendan Mi Misterio, muchos de ustedes se adhirieron a él y eso es lo que permite ampliar la Obra de Mi Misericordia en el mundo.

Mientras les hablo, los purifico. Mientras sienten, Yo los consagro y elevo sus espíritus hacia el Reino de Dios para poder retirarlos de la superficialidad de estos tiempos e ingresarlos de lleno al Reino de Mi Corazón.

Todo lo que han hecho hoy, compañeros, ha servido para que Yo esté aquí entre ustedes, acompañándolos. 

Recuerden lo que les dije la última vez cuando estuve en Mendoza: que la Argentina viviría una gran prueba de fe. Esa prueba ya está sucediendo, pero Yo los invito a no coligarse con la prueba en sí sino con su enseñanza, para que puedan crecer interiormente y demostrar al Padre Celestial que están comprendiendo los tiempos definitivos, más allá de los acontecimientos y de las experiencias.

Yo necesito que cultiven dentro de ustedes, el bálsamo perfecto de Mi Amor, el que los llevará a la Divina Misericordia y a la Paz, para que estén libres de cualquier perturbación y agonía, y aprendan a atravesar los tiempos en esta transición final.

Así podrán ser verdaderos instrumentos de la Jerarquía Espiritual, presente en la Tierra, así podrán ayudar a sus hermanos de camino y a todos los que desconocen, para que aprendan a vivir también esta transición final.

Por eso deben recordar su compromiso Conmigo. Aunque hayan creído que nunca lo tuvieron, sus almas hoy los trajeron aquí para recordarles ese compromiso con Mi Corazón Eterno; para cumplir en esta hora, lo que está escrito en el Corazón del Padre dentro del Universo de Su Divina Voluntad.

Mientras Mi Gracia desciende a la Tierra, sus espíritus son elevados al Reino de Dios para que puedan despertar en ustedes los sagrados talentos que Yo les traje hace más de dos mil años; talentos que necesitaré en estos tiempos para llevar Mi Obra a los cuatro puntos de la Tierra.

Que sus espíritus puedan sentir el gozo de este sagrado reencuentro, de poder estar participando del Cenáculo de Mi Amor, en Comunión con Mi Espíritu y con Mi Esencia; Esencia que disuelve los errores y las culpas, los miedos y los fracasos; Esencia que disuelve las dudas y los malos entendidos.

Siéntanse parte de una nueva familia espiritual, aquella que vive en el Universo celestial, porque a pesar de que estén en la Tierra todavía, podrán formar parte de ella en la comunión de sus almas con el Espíritu de Dios, en donde se construye la Sagrada Unidad.

Argentina deberá ser repoblada de valientes ejércitos de la Luz, incondicionales colaboradores del Plan de evolución, que se animen a despertar en sí mismos la Sagrada Estrella de la Hermandad en su interior, para que toda su consciencia esté presente en estos tiempos y participe junto a los comandos de la Jerarquía espiritual en este plan de rescate del fin de los tiempos, que opera silenciosamente, que trabaja de forma invisible en lo más profundo de los mundos internos de los seres. 

Que sus consciencias en esta tarde se sigan elevando.

Asciendan de plano la Consciencia de la Argentina para que el plano espiritual sea purificado, no solo en esta ciudad sino en todo su país, en todos sus hermanos, que también son merecedores de la Divina e Insondable Misericordia, porque ellos sufren al igual que ustedes sufren, porque ellos esperan al igual que ustedes, la esperanza.

Que en esta comunión en donde sus espíritus son elevados de plano y de consciencia, se cree este gran círculo de la fraternidad que une los orígenes y los tiempos, las esencias y las almas con el gran Gobierno sideral, el que ha impulsado la manifestación en este plano material y la vida a través de los tiempos.

Que se vuelva a constituir en el espíritu de la Argentina el amor a la vida, para que los que vayan a nacer en los próximos tiempos tengan un lugar de reposo y de amor, de regocijo y de esperanza, así como ustedes lo han tenido.

Eso permitirá aliviar el sufrimiento de Argentina, la crisis social y las incertidumbres en los corazones.

La nueva Misericordia trae la nueva esperanza.

Las ovejas de Dios son llamadas a seguir al Gran Pastor del fin de los tiempos, El que en Su segunda venida al mundo, revelará Su verdadera Faz, así como fue revelada en lo alto del Monte Tabor, a algunos de Mis apóstoles.

El tiempo de la mayor tribulación pasará, pero persistan, vivan en la fe y practiquen la esperanza, a fin de que todo sea trascendido y los espacios más difíciles del planeta sean colmados por la Luz Crística.

Vengo también por los que realmente más necesitan de Mí, para los que esta es su única y última oportunidad.

Tal vez no comprenderán lo que les digo con esto, pero tengan confianza en Mi Corazón Misericordioso, porque la puerta a Mi Divina Misericordia aún está abierta para los que se han condenado de espíritu y de alma. 

Yo no vengo a buscar de ustedes lo que es imperfecto. Vengo a despertar en ustedes las virtudes de Dios, para que sus seres superiores cumplan su misión en la Tierra y aprendan a purificarse y a transformarse día a día, sabiendo que la sublimación y la elevación de la consciencia es un trabajo incansable del verdadero apóstol de Cristo. 

Si sus vidas se convierten por medio de Mi Amor, si Argentina acogiera Mi Llamado, más lugares del mundo se transformarán, muchas catástrofes se evitarán y no será necesario que las almas aprendan a través del sufrimiento.

Mi Misericordia es inagotable e inextinguible.

A veces no sé donde colocar tanta Misericordia de Mi Corazón en las almas, porque la mayoría no la clama, ni la vive.

Hoy puedo derramar Mi Divina Misericordia, porque ustedes la han clamado, y eso repercutirá en sus vidas hasta el próximo mundo. Así se manifestará la Divina Voluntad y serán partícipes de la eternidad después de esta experiencia en la Tierra.

Son sus espíritus que deben volar hacia lo alto mientras transforman su materia, purifican su mente y elevan sus sentimientos.

Sigan adelante confiando en el afluente de Mi Misericordia y no se cansen de llamar por Mí; porque por más que no esté en el próximo tiempo con ustedes, Mi Omnipresencia se cumple en donde las almas llaman al Señor.

La Consciencia del Hijo de Dios se elevó a los Cielos para seguir adelante con Su Misión y Tarea, para convocar a todos los que se han autoconvocado para el fin de los tiempos, para llevar adelante la Obra del Retorno de Cristo y el descenso de su Divina e Infinita Misericordia.

Crean que en los planos invisibles suceden muchas cosas. Es hacia allí donde deben colocar su atención.

Deben aprender a percibir, deben aprender a intuir lo que está en los planos superiores de la consciencia y todos los tesoros celestiales, que no solo pueden descender en sus vidas, sino también en el planeta.

Por eso no teman abrazar su cruz y seguirme, porque Yo puedo aliviar su cruz, puedo disolver su sufrimiento, transmutar su agonía cuando sus corazones son sinceros con el Mío y se abren, de verdad, a Mis Leyes Divinas, para que sobre la superficie de este planeta se cumpla la Divina Voluntad.

Ahora los invito, compañeros de Argentina, y colocando su mano sobre el pecho, a que sientan y encuentren en ustedes el Reino de Dios, más allá de lo que han vivido y lo que han sentido, de lo que han sufrido o experimentado.

Confíen en el Reino de Dios que está dentro de ustedes y háganlo parte de sus vidas a cada momento, para que ese Reino interior que está en lo profundo de sus esencias se pueda irradiar al mundo entero, y especialmente a su país, merecedor de una Gracia extraordinaria.

Sientan esa Luz que puede emerger desde dentro de ustedes y sientan el Amor de Dios y Su Confianza.

Fortalezcan este momento como el único momento para sus vidas.

Sírvanse del Espíritu de Dios que desciende a través de la Voz de Su Hijo para fortalecer los corazones, para unir a las almas al poderoso Reino de Dios.

Mientras las puertas del Cielo se siguen abriendo sobre la Argentina, sus espíritus son colmados por Leyes cósmicas.

Sientan el descenso de la Luz Divina y la bendición del Sagrado Espíritu de Dios, tan semejante a su Bautismo o a su Primera Comunión.

Arrodillados delante de los Tronos del Padre clamemos por Piedad, Misericordia y Redención, para que más almas sean llevadas al Cielo; para que más espíritus vivan el gozo de permanecer en el Reino de Dios y en Su Gloria, por los siglos de los siglos.

Y ahora que conocen lo que en verdad está dentro de ustedes y es eterno, recuerden su origen, la Fuente de la cual provienen, la Fuente de la cual surgieron para vivir esta escuela de amor y de perdón en la Tierra.

Y por más que tengan los velos en la consciencia, hoy los retiro, para que puedan recordar y nutrirse del Conocimiento Sagrado de las Estrellas; impulso divino que en el nombre de la Luz viene a reconstruir la consciencia planetaria y a curar a los espíritus heridos por los errores del pasado.

Y ahora que Mi Iglesia Celestial se ha presentado en la Tierra; la verdadera Iglesia de Dios que solo vive en el Universo Celestial delante de las Puertas del Cielo, que sus esencias se entreguen y se donen de una forma tan incondicional, así como Yo Me doné y Me entregué por ustedes en la Cruz, sufriendo Llaga por Llaga, gota de Sangre por gota de Sangre, para que triunfara el Amor de Dios.

En ese Amor los invito a sumergirse. En ese Océano Infinito de Amor los invito a permanecer y a vivir, porque será ese Amor Eterno que proviene de la Fuente de la Creación el que los ayudará a seguir adelante, a pesar de lo que suceda o de lo que vivan. 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Iniciando esta ceremonia de consagración ante la Iglesia Celestial de Cristo y de las puertas del Cielo, vamos a entonar los nombres de Dios, para que el Cielo descienda a la Tierra por medio del Amor de Nuestro Maestro.

Nos podemos poner de pie. 

Cada uno de nosotros en este momento, a pedido de Cristo, en el silencio de su corazón, realizará su ofertorio a Dios, no solo por sí mismo sino por Argentina, y colocará a los Pies de Cristo su petición para que sea contemplada y escuchada por el Padre Eterno. 

Que los elementos que el Padre creó para este Universo material sean bendecidos, y sublimen las energías a fin de que se cumpla el Propósito.

Cantan los Nombres de Dios

Hace dos mil años enseñé algo muy simple: era lavar los pies los unos a los otros, para que no solo fueran purificados de su sufrimiento y dolor, sino para que la humildad encarnara en las almas, a fin de poder reconocer la Faz Sagrada de Dios.

Que hoy, los que lavarán sus pies y también purificarán sus almas, puedan reconocer en sí mismos la Faz Misericordiosa de Dios, la que aplaca toda justicia. Amén. 

En el río Jordán, Mi Primo Juan los bendecía con agua, pero Yo los bendigo con el Espíritu de Dios, para que sus consciencias se consagren y se eleven en constante sacrificio y reparación. 

Que estos elementos sean impregnados por la Luz del Amor, a fin de que el alma se santifique, reencuentre la paz y el alivio que tanto busca. Que así sea.

Cristo llama a una hermana auxiliadora.

He esperado este momento para que recibieras Mi Bendición, porque para Dios todo tiene Su momento.

Quien confía y persiste, reconoce la Voluntad de Dios, forma parte de Su Divina Gracia.

Hoy Mi Espíritu te bendice junto a los ángeles del cielo por tu incondicional servicio a la humanidad. 

Hace más de dos mil años Yo les enseñé a compartir el pan para que tuvieran vida eterna. Les enseñé a compartir de Mi Sangre para que aprendieran a purificar sus vidas.

Hoy el Señor del Universo realiza este ofrecimiento por Argentina, para que su propósito se vuelva a restablecer y encuentre en el fin de los tiempos el gozo de vivir en el sublime Espíritu de Dios. 

En aquel tiempo tomé el pan, di gracias a Dios y Él lo bendijo. Enseguida lo entregué a Mis Apóstoles diciéndoles: Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados.

Tomé el Cáliz de la Salvación y en aquel tiempo les dije: Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por los hombres para el perdón de los pecados. Siempre celebren esto en Mi Memoria, hasta que Yo retorne al mundo.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo sean motivo de reparación y de cura en las almas, alegría y esperanza para los próximos tiempos.

Nos tomamos de las manos.

Padrenuestro...

Alabado sea Dios, Glorioso Su Reino. ¡Aleluya, aleluya!

Vamos a repetir: 

Alabado sea Dios, Glorioso Su Reino. ¡Aleluya, aleluya!

También Yo les enseñé en aquel tiempo a amar a través de un gesto tan simple pero profundo para la vida del Espíritu. 

Hoy en Mi Ascenso a los Cielos les pido que fraternalmente se den el saludo de la paz.

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 6, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

 

Oración: "Padre Celestial".

Cuando vean a su Maestro mostrar las Llagas de Sus Manos, de Sus Pies y de Su Costado, despertando en ellas la Luz de Dios, es señal que un nuevo misterio está siendo revelado para el mundo.

Cuando vean a Sus ángeles rodeando al Santo Señor, en la contemplación de Su divino Sacrificio por toda la humanidad, es señal que algo importante está por suceder.

Cuando vean detrás de su Señor, en lo más alto del universo, la presencia del Padre Celestial y del Espíritu Santo, es señal que algo importante está por suceder.

Y esto importante es lo que ha traído el misterio de Mi Cruz, hace más de dos mil años, en donde la preciosa Sangre se vertió sobre el mundo y el Agua divina se derramó de la Llaga principal de su Señor.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Los consagrados que están aquí, ¿pueden acercarse, por favor?

El Señor los está llamando para revivir el misterio de Su Cruz, porque es importante que sus corazones comprendan que la victoria de Cristo no fue algo solamente humano, sino también profundamente universal.

 

Y ustedes, que hoy prepararon este sepulcro para Mí, sepan que de él haré resucitar a la humanidad, que se ha perdido del camino de Dios, por las tinieblas.

De este sepulcro nacerán los Nuevos Cristos y así resucitarán las consciencias, para que puedan vivir el llamado de Dios, cumpliendo así Su Divina Voluntad en estos tiempos de crisis.

Quiero ahora, que cada una de las nuevas santas mujeres, que Me auxilian en la Divina Misericordia, encienda una vela para su Señor y así podré dar continuidad a la revelación universal, que hoy les traigo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Sol, Janisa, Aylén y Nadia, subirán aquí y estarán al lado del sepulcro, a pedido de Nuestro Señor.

 

Yo llamo a las ovejas por su nombre, para que puedan alimentarse espiritualmente de las vibraciones más sutiles de su Señor.

En aquel tiempo Me comprometí con las santas mujeres, para revelarles interiormente los misterios de Mi Pasión y las victorias universales de la Cruz.

Dejen entonces que Mi Luz penetre en lo más profundo de las células, para que despierten las células crísticas, que los renovarán y los harán dignos hijos de Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantemos: "Adoramos" por algunas veces.

Ahora, aquellos que puedan colocarán sus manos en señal de irradiación.

Nuestro Señor, en este momento, está mostrando Sus cinco principales Llagas: las de Sus Manos, las de Sus Pies y la de Su Costado. Y las cinco Llagas brillan más que un sol, mientras los ángeles lo rodean.

Está descendiendo un ángel mayor, quien le entrega a Nuestro Señor un pergamino, que ahora Él, está leyendo.

 

Él dice:

Esta es la revelación sobre Mi Divinidad; desde donde provengo y hacia donde fui, después de Mi Ascensión. Todo esto es posible por la exposición de Mis cinco principales Llagas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Ahora, los ángeles están orando:

¡Oh!, Señor Jesús,
resucita nuestra vida espiritual,

redime nuestro corazón,
eleva nuestro ser ante Dios.
Amén.

 

Podemos, ahora unir nuestras manos en señal de oración, aquellos que puedan, o de lo contrario colocar la mano izquierda sobre el cardíaco

 

Esta revelación fue escrita por los ángeles del universo, guiados por San Gabriel Arcángel.

Tres días después de Mi Ascensión, cuando Me elevé a la Casa de Mi Padre, a pedido del Único, por intercesión del Arcángel Gabriel, Sus huestes celestiales se reunieron en el universo, para dejar plasmado en este universo material y en todos sus éteres, la revelación sobre Mi Divinidad y Origen, de la cual, hoy contaré solamente una parte, porque la segunda parte será conocida cuando Yo retorne al mundo y Me vean venir entre las nubes, con el poder de la Gloria de Dios y de todos Sus ejércitos angélicos.

Yo provengo de una Fuente desconocida, llamada por los seres materiales “Fuente Primordial”. Nací y surgí como el segundo aspecto de la Santísima Trinidad. Y Mi Espíritu, por Obra y Gracia de Dios, descendió a un sol más radiante que este, que los alumbra todos los días, desde el amanecer hasta el atardecer.

Este sol es el centro de muchos universos, de muchas constelaciones, planetas y estrellas. Allí reposó por primera vez, la Divinidad del Hijo de Dios.

Por las manos de los arcángeles, en una sagrada Fuente solar, más radiante que el oro rubí, Mi Consciencia fue preparada como una sublime Esfera de Luz, que penetraría las dimensiones y los universos, hasta llegar a encarnar en la Tierra y nacer en el sagrado pesebre de Belén.

Pero antes de llegar al mundo, los tenebrosos ya sabían Quién era Yo. Sus planes temblaron y sus reinos fueron derrotados, porque era la Misericordia misma, que en Su Sagrada Divinidad, estaba naciendo y surgiendo en el Corazón del Universo.

Sutiles consciencias presenciaron, así como todas las criaturas celestes, el surgimiento de la Divinidad de Cristo, que por primera vez se materializaba dentro de este universo material, para despertar el Amor superior en todas las consciencias.

Concéntrense. No permitan que el enemigo abunde en las mentes. Quien contempla Mis cinco Llagas mientras escucha Mis Palabras, no se desconcentrará, porque estará en el propósito y en la vibración correcta para recibir lo que tiene que recibir y así, no perder todo lo que hoy traigo, para una humanidad en tinieblas.

Soy sincero con sus corazones, para que puedan crecer en la verdad y no perder las oportunidades que hoy les traigo, con el objetivo y la misión de aliviar su propia cruz, a través de Mi Divinidad Crística, desconocida por el mundo y por toda Mi Iglesia.

Es así como Yo les enseño que Jesús dejó de ser un hombre después de haber vivido la Cruz y de haber resucitado, entregando la expiación al mundo. Su Cuerpo, Mente y Alma se tornaron divinos para dar continuidad al Plan de salvación universal.

Fue esta Esencia que surgió desde ese sagrado Sol, la que atravesó los universos y los planos de consciencia hasta llegar a este planeta, para traer nuevamente la Fuente de Dios, que toda la raza en el tiempo pasado, había perdido.

Para que esta Divinidad estuviera aquí, Dios tuvo que sacrificar Su segunda Persona. Y en una universal humillación, volverse pequeño, humilde y simple, entre los más simples.

¿Ahora comprenden, compañeros, con Quién están conversando y a Quién están escuchando, aunque todos los días parezca lo mismo?

Mi Divinidad viene a cambiar el punto de sus consciencias, para liberarlos del engaño diario y para que así ingresen en la verdadera fuente de sus corazones, en donde Yo aspiro a estar todo el tiempo.

Hoy, es esta Esencia, esta Divinidad Solar, la que se muestra al mundo por segunda vez, después de haber encarnado en Belén, para traer la Luz al mundo y la Redención de la humanidad.

Hoy, no todos pueden ver esta Divinidad, pero sí pueden coligarse con Ella a través de sus esencias, en donde se guardan los verdaderos secretos de la historia de su evolución y de su despertar. Quiero servirme de esas esencias crísticas, que en estos tiempos son atormentadas por su personalidad; son flageladas por sus pensamientos; son crucificadas por sus acciones.

Dejen nacer, ahora y siempre, su verdadera esencia solar. Esto fue lo que Yo vine a encender hace dos mil años atrás, en todos Mis apóstoles y en las santas mujeres, con la ayuda de Mi amada Madre, Quien se comprometió a los pies de la Cruz, a ser guardiana de la fe de todas esas esencias, hasta el fin de los días.

Dejen nacer a su verdadero Ser interior. Él espera ser morada del Corazón de Cristo.

No pierdan tiempo. No se confundan. Ya no juzguen. Sean uno en Mí y Yo, hasta el fin de los tiempos, podré ser Uno en ustedes, en sublime hermandad.

Dios llora en este tiempo, en Su profundo silencio, al ver tantas esencias solares perdidas, que buscan el amor en lo exterior; que satisfacen sus necesidades en la superficialidad de las cosas; que no encuentran sentido ni salida, ni tampoco ninguna cura para sus consciencias.

¿Qué esperan, soldados Míos?

Esta, Mi Divinidad Crística, que estuvo entre ustedes por treinta y tres años, retornó a la Casa de Su Padre para terminar de concretar las Obras de la Santísima Trinidad, después del triunfo de Mi Corazón en la Cruz.

Hoy les traigo esta Comunión con Mi Divinidad, porque llegará un tiempo en que solo podrán estar en comunión perpetua con Mi Divinidad eterna. Ese será el refugio no solo para sus almas, sino también para sus consciencias y sus cuerpos. Ese refugio divino que hoy les ofrezco, es fuente de reparación y de prodigios en las consciencias que se rinden y se despojan de sí, para que habite en ellas el Supremo Rey.

Contemplen Mis cinco Llagas. Sírvanse del Manantial de Mi Corazón, para que todo resucite como era en el principio de esta Creación.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Por la Bendita Llaga
que marcamos en el Costado
de Nuestro Señor Jesús
de donde brotó la Fuente Insondable de Misericordia
para el mundo entero,
Adonai, Padre Eterno,
reconcílianos con Tu Glorioso Reino.
Amén.

Acepten en silencio, los sufrimientos que hoy les imparto y háganlo por Mí, por la salvación de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Las cruces.

 

Hoy, Mi Cruz se reparte en muchas consciencias del planeta, que se animan a aliviar Mi Corazón agonizante, para que así, todo el planeta sea restaurado; para que el planeta sea restaurado en esta hora aguda de la Tierra. La cruz representa la liberación interior de todos los atavismos de los seres humanos, de todos los que aceptan vivir esta entrega, por el surgimiento de una Nueva Humanidad.

Hoy también dejen posando sobre Mi Pecho su cruz espiritual, para que sea aliviada por el Amor de su Señor.

¡Cuántas cruces vive el mundo! ¡Cuántos sufrimientos viven las almas inocentes! ¡Cuántas guerras son generadas! ¡Cuántos conflictos son realizados! ¡Cuánto amor falta en los corazones endurecidos, que no aceptan Mi Divina Misericordia!

¿Por qué les he pedido colocar las cruces sobre este simbólico sepulcro? Porque estas cruces, que también carga su Señor, deben repartirse amorosamente entre Sus discípulos y seguidores.

Hoy, esta es Mi invitación para ustedes: que salgan de sí, para que Yo pueda estar en ustedes, compartiendo las cruces de la humanidad.

¡Cuántas razas y pueblos viven su cruz! ¡Cuántas culturas y tribus son diezmadas! ¡Cuántos niños son explotados! ¡Cuántos pequeños aún son abortados! ¡Cuántos padres están solitarios, sin tener a un niño en sus brazos, mientras muchos son retirados de los vientres de sus madres! ¡Cuántos enfermos agonizan en este Viernes Santo!

Así, Yo digo para Mi hijo Miguel que estoy con él, cargando su cruz hasta que Mi Amor venza.

¡Cuántos moribundos están en las calles de este mundo! ¡Cuántos ancianos son lastimados! ¡Cuánto sufre el Reino Mineral, en su más perpetuo silencio! ¡Cuántas piedras preciosas son retiradas de las montañas que son explotadas! ¡Cuántos vegetales son cortados y nadie lo percibe! ¡Cuántos animales son ultrajados, tanto en la tierra, como en los océanos! ¡Cuántos de ellos son comidos y no existe compasión por el sufrimiento de esos semejantes! ¡Cuántos devas son retirados de las grandes florestas del mundo! ¡Cuánta maldad se ha hecho a la Creación, después de tanto Amor expresado por el Padre! Y ni siquiera después de haber encarnado Su Hijo y de haber muerto en la Cruz, han terminado los males en el mundo.

¿Ahora comprenden por qué tantas esencias solares se pierden?

Llegó el tiempo de la gran fraternidad, de la unidad entre los corazones, entre las culturas y pueblos. Los simples reerguirán a la nueva humanidad, después de tantas catástrofes vividas.

Les doy la esencia de Mi Misericordia, para aliviar estas pesadas cruces del mundo.

Les dejo esta reflexión para que oren por ella y que, aún más, las puertas a Mi Divina Misericordia se abran para la humanidad.

Que así sea.

Mientras Me elevo al Universo, por Mi dolorosa Pasión, ofrezcan a Dios sus voces, invocando a Adonai, Su Espíritu Santo y Su Misericordia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Canten con toda la fuerza del corazón y del alma, para que la Tierra sea repoblada de nuevos códigos crísticos.

Que así sea.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

¡Gracias Señor por cuánto nos das!

En este encuentro, te honramos Señor.

 

 

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Arcángel Gabriel:

Yo Soy el Arcángel Gabriel, el Mensajero de Dios.

Vengo antes de Cristo para anunciar una profecía.

Recemos al Hijo Primogénito.

Gracias por escuchar.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

En nombre del Cristo de la Luz...

Vamos a volver a cantar "Cristo, Tú el Amor" para esperar al Maestro.
 

Cristo Jesús:

Abracen su cruz y síganme.

Yo vengo del Cielo como un Mensajero de la Paz, para traer esperanza a los corazones perdidos, para pacificar a los que Me juzgan, para traer cura a los que más lo necesitan.

Yo Soy ese Gran Corazón del Universo que se anuncia a todas las almas trayéndoles la renovación, la trascendencia y la transfiguración de sus consciencias.

Este es Mi Mensaje para el fin de los tiempos: Que todos Me puedan vivificar, no importando a qué creencia pertenezcan, porque si en ustedes está el Amor de Dios, estará el Amor del Hijo de Dios y Él los colmará, Él los guiará, ese amor los fortalecerá y sabrán cuál camino seguir en estos tiempos.

Yo estoy llamando a todas las almas que siguen diferentes caminos de luz, y más aún, llamo a aquellas almas que están perdidas en los caminos oscuros.

Incluso dentro de Mi Iglesia, Yo vengo a desterrar lo que ya está viejo.

Mi Gobierno es Divino y no es terrestre.

Mi Iglesia es Celestial y Universal y no está hecha de piedra, como está en las mentes de algunos corazones.

Yo vengo a traer para todos el Gran Espíritu de Mi Ascensión, aquel que pulsa en el corazón del Universo y que ha redimido a todos los mundos existentes. Así Yo les traigo también Mi Divina Misericordia para que en lo profundo de sus corazones puedan conocer Mi Paz.

No vengo a crear conflictos entre las naciones, ni tampoco entre las religiones. Mi única religión, queridos compañeros, es el Amor, y sé que desde el principio en que Yo estuve entre ustedes, los primeros no comprendieron Mi Mensaje. Y ese mensaje equivocado ha llegado hasta los tiempos de hoy, por eso la estructura de Mi Iglesia es muy rígida.

De tiempo en tiempo, a través de Mis Divinas Faces, Yo vengo a traer la renovación para poder romper con todas las estructuras que han cristalizado a muchos corazones de la Tierra.

Vivan en Mi Misericordia y profesen Mi Divina Misericordia verdaderamente.

Mi Cetro no está en los impíos, ni tampoco en los que creen gobernar a través de Mí.

Mi Cetro de Luz está en los humildes, porque no es nada material. Mi Gobierno es espiritual e incalculable.

Yo traigo para todos la Divina Misericordia del Universo, algo que atraje a la Tierra cuando morí en la Cruz.

Por eso, sientan estas cosas de verdad, transformen sus corazones a tiempo y no quedarán como sus semejantes, perdidos en sus propias ideas y proyectos.

Que todos puedan escuchar nuevamente, así como escucharon en el Monte de las Bienaventuranzas: Yo Soy el Hijo del hombre, Soy ese puro Corazón de Amor que se representa a través de la Misericordia para que todas las almas puedan alcanzar la redención.

En este ciclo final del planeta, nuestro mensaje no es traer terror a los corazones, sino consciencia y despertar.

Cuando el impulso de nuestros mensajes llegue a todo el mundo, verán cómo se mueven los castillos de arena de aquellos que construyen sus propias estructuras y dicen hacerlo todo en Mi Nombre. Pero esas cosas no son así, compañeros.

Yo los invito a vivir la renuncia de sí, el vacío de sí, para que Mi Iglesia que es celestial y no terrenal pueda despertar en todos los corazones que lo necesitan.

Por eso envío a Mis ángeles y arcángeles, para que den testimonio al mundo de que muchos de Mis apóstoles están equivocados.

Yo vine a traerles el Evangelio y la buena nueva a través de las cosas simples, de la oración, de la caridad y de la pobreza.

En Mi Iglesia Celestial no existe ningún  bien, sino que solo se guardan los tesoros del Corazón de Dios que no son visibles para todos.

Abran los ojos, apóstoles Míos del mundo entero, sacerdotes que predican Mi Palabra.

Mi verdadera Iglesia aún está descendiendo al mundo, y esta es espiritual y sublime.

Dichosos de aquellos que Me adoran en el Santísimo, porque podrán comprender todos los misterios que hoy traigo.

Ya no molesten a sus hermanos, vivan su propia transformación antes que la puerta de la Misericordia se cierre. No habrá lugar o espacio donde podrán llorar.

Arrepiéntanse y hagan penitencia, sacerdotes, antes de que todo sea tarde.

Ya fue dicho y fue escrito: El Hijo de Dios junto a sus ángeles y arcángeles separarán la paja del trigo y vendrá con Su Justicia Divina para corregir a la humanidad y también a toda la iglesia de la Tierra.

Nadie se escapará de Mi Justicia Universal, pero si se arrepienten de corazón y no de apariencia, podrán encontrar Mi Reino Celestial.

Nuevamente, no depositaré Mis perlas preciosas en los cerdos.

Ayuden a las almas a que se puedan rescatar y cumplan la misión que vinieron a cumplir.

No difamen las cosas de Mi Obra y únanse en la caridad y en el ecumenismo, porque será el Amor de Dios que triunfará en todos los corazones de la Tierra.

Será ese Amor infinito e inexplicable lo que unirá a las religiones y a los credos, porque cuando Yo retorne al mundo físicamente, demostraré al mundo y especialmente a todos Mis seguidores, cuánto se han equivocado. Así abrirán sus ojos y podrán reconocer todo lo que hice a través de los tiempos, a través de todas las consciencias que Yo he autoconvocado.

No tienten al mal, porque en verdad no lo conocen. Únanse a MI Corazón y encontrarán la paz.

No sean incrédulos, no desmientan Mi Mensaje.

Mi Corazón viene a los que no han llegado a Mi Iglesia, a todos aquellos que ustedes no consiguieron atraer.

Vivan en el amor y estarán en Mi Divina Misericordia, y no serán tocados por la vara de Mi Justicia.

No desmientan Mi Mensaje.

Yo no vengo por el mundo, vengo por las esencias, por los corazones que necesitan reencontrar el amor y vivir Mi última y Divina Misericordia, porque Yo elevaré hacia el Reino de Mi Padre a los que están caídos y no serán Mis sacerdotes los que entrarán primero al Reino de Dios.

¿Se han preguntado alguna vez, si pudieran ir al purgatorio?

Todo está permitido en estos tiempos.

Vivan el amor, porque el amor lo necesita la humanidad, así atraerán la paz, y así terminará el conflicto en todo el planeta.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cristo se fue.

Vamos a entrar un momento en adoración y a pedir perdón, por nosotros y por nuestros hermanos, por el cumplimiento de la Obra del Padre.

Cada uno hará su oferta para Cristo, en gratitud y amor.

El Arcángel Gabriel nos ha pedido el Santísimo. ¿Pueden traerlo aquí?

Vamos a mantener la conexión con los ángeles.

Vamos a mantenernos en oración silenciosa agradeciendo la presencia del Arcángel Gabriel, y lo que esto significa.

Vamos a mantener ese contacto con esa realidad, ese Reino Angélico y Arcangélico que viene a auxiliarnos y a traernos la paz. Y así vamos a prepararnos para adorar al Santísimo por algunos minutos, trayendo la paz para nosotros, para el planeta y para nuestros semejantes, para aquellos de quien Cristo habló.

El Arcángel Gabriel dice que penetremos el Universo del Santísimo con los ojos de nuestro corazón.

Que a través de este símbolo sagrado podamos encontrar el Reino de Dios y todos los ángeles adoradores que traen la Paz y la Misericordia de Dios para todos los Universos.

Vamos a adorar, dice Gabriel Arcángel, por todos aquellos que fueron ultrajados y sacados del camino de la luz.

Vamos a ofrecer esta adoración por esas almas, confiando en la plenitud de la Misericordia de Dios por cada una de ellas.

Unamos nuestras almas al Santísimo del Altar y confiemos en el Señor en este mismo presente, en el Eterno Presente del Creador.

Adoremos por los que son injustos y por los que lastiman el Plan de Dios, porque en su esencia, en verdad no conocen el amor, sino solo el dolor.

Tengamos misericordia, y seamos misericordiosos.

Reverenciemos.

Mi Dios, yo creo en ti...

Vamos a agradecer a Cristo por este momento y a llevar Sus Palabras en el corazón, a mantener esa comunión que hicimos con Él, internamente.

Vamos a cerrar el programa de hoy de esta forma, en silencio, para que podamos mantener lo que el Arcángel Gabriel y Cristo construyeron en nuestro interior.

¡Gracias Señor por cuánto nos das!

APARICI0N DE CRISTO JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy no vengo del desierto, pero sí de un lugar del Universo, para contemplar a Mis guerreros, a aquellos que dicen vivir en Mi Divina Misericordia.

Finalmente llegué aquí y a esta parte del planeta, para extirpar del seno de esta Humanidad y de algunas almas lo que hace corroer la vida espiritual. 

Ante la potestad del infierno, sus corazones no deben temer. Si Mi Gobierno está presente y vivo en sus corazones, el Plan de Mi Padre triunfará.

Podrá temblar la tierra, abrirse los abismos, emerger las bestias, pero los ángeles del Señor, aquellos que sirven a todas las almas, vendrán a su auxilio para desterrar todo lo que genera la impureza en la humanidad. Traerán del Universo y de los Universos Celestiales, los Dones y las Gracias de Dios para que las almas se conviertan y participen de este Plan definitivo que comienza a pulsar en Mis nuevos apóstoles.

Cuando Yo estoy presente, compañeros, no hay mal que se pueda resistir.

Recuerden que Yo sufrí por ustedes, padecí por ustedes, entregué Mi Vida por ustedes, derramé Mi Sangre por ustedes, para generar a través de los tiempos la Liberación.

A través de los Méritos de Mi Divina Misericordia crean que es posible trascender los abismos de la Tierra, y a través de Mi Presencia Sagrada, por medio de Mi Insondable Corazón de Luz; cerrar las puertas al mal para que las almas resuciten espiritualmente, se liberen de sus ataduras, de las cadenas de la involución, para que pueda emerger la verdadera alma, aquella esencia divina creada por Dios que vino a cumplir una parte del gran Propósito Universal.

Hoy vine aquí con Mi gran Consciencia de Luz.

Después de mucho tiempo, aproximo todo Mi Ser hacia ustedes, para que sus cuerpos no tiemblen, pero sí, sus corazones se puedan calentar en Mi Divino Espíritu.

Todos los ángeles que forman parte Mis legiones de Luz, se congregan cuando estoy presente para transmitirles el mensaje de salvación y redención.

Cuando el Rey del Universo está presente, las puertas al Reino de Dios están abiertas y todas las Jerarquías Celestes se reúnen como una única Hermandad, para impulsar a los autoconvocados a vivir el fin de los tiempos con un espíritu de valentía y de coraje, con el espíritu del verdadero guerrero que no batalla con la espada para lastimar, sino trabaja con su corazón para irradiar Mi Amor al mundo. 

El Amor de Dios que puede vivir en ustedes todo el tiempo los hará invencibles, soportarán las corrientes contrarias que vendrán hacia Mis apóstoles para prepararlos para el gran momento final, donde el gran ángel caído vivirá su juicio ante la Presencia del Hijo de Dios, del Supremo Padre, del Espíritu Santo, del Arcángel Gabriel y de la Santísima Madre del Mundo.

Cada vez que el tiempo pasa, que el final de los tiempos se aproxima y la hora del juicio se acerca, los demonios más impuros se estremecen, al ver resplandecer la Luz de Cristo en todos los hijos de Dios que se definen a dar los pasos en Mi Santo Nombre glorioso, para derrotar las corrientes del mal y hacer concretar el Plan de Dios en la superficie del planeta.

En cada mes, cuando Yo me aproximo a ustedes, sus corazones deben estar más conscientes, sus mentes deben estar unidas a la Mía, para que nada, ni nadie, los pueda separar de Mí.

Yo les ofrezco Mi Corazón poderoso que es el emblema de la verdadera espada de Luz que flamea en el Universo para instituir en toda la Creación, el Amor y la Unidad que nunca separará a las criaturas de Dios, a pesar de cualquier corriente contraria que venga a lastimarlos o a incomodarlos. Sepan, queridos compañeros, que las puertas del Armagedón ya están abiertas. 

Trabajen todos los  días, no solo para elevar sus consciencias sino también para redimir cada aspecto de sus seres y ayudar a sus semejantes para que abandonen las cadenas del mal, se rediman, se trasciendan, alcancen el amor y hagan triunfar Mi Corazón en cada ser de este mundo.

Sean Mis apóstoles del fin de los tiempos, sean ese único espíritu que trabaja por el Plan de Dios en nombre del Hijo Primogénito y de la Santísima Madre Celestial.

No se cansen de trabajar por esta Obra de Dios que desciende sobre la Aurora, y sobre cada corazón humano para que sea participe del venidero Reino de Dios, después de la transición de la tierra.

Crucen el umbral de esta transición sin miedo, a pesar de que los embates sean fuertes, y las batallas cansadoras.

Crean, queridos compañeros, que Mi Corazón Misericordioso y Luminoso los encandilará, será el farol para el mundo, será la llama encendida que alumbrará los caminos de cada uno de ustedes durante los tiempos de la gran tiniebla. 

Y a pesar de que en la superficie del planeta las fuerzas del mal tengan posesión de muchos corazones, Yo tengo muchos, muchas criaturas, que son servidoras Mías, incansables, que están a Mi lado, siguiendo Mis Pasos en nombre del sacrificio y de la humildad, en nombre de la reparación por todos los ultrajes cometidos.

En todos ellos está Mi Templanza, esta Mi Fuego, está Mi Luz, está Mi incansable Amor que puede irradiarse al mundo a través de los espíritus que dicen " sí" a la Voz del Gran Maestro.

Mientras les hablo, compañeros, Mi Voz exorciza todas las cosas, cierra todas las puertas inciertas, y trae el Reino de Dios a la superficie de un planeta enfermo, para que los corazones se puedan coligar todos los días con el Propósito de Dios, que está escrito en sus almas desde el principio de la creación hasta el fin de los tiempos.

Ustedes, junto a Mi, forman parte de una nueva historia que se escribe en el Corazón del Padre, una historia redentora, una historia de paz y de amor que vuelve a conocerse por cada uno de Mis apóstoles.

No intenten modificar los tiempos; todo pasará, mas Mis Palabras permanecerán.

Cuando Yo ya no esté aquí, entregándoles el impulso de Mi Corazón, deberán vivir en sus vidas todos los impulsos que Yo he derramado, a través de los últimos tiempos, en cada maratón de oración, en cada encuentro mensual Conmigo.

El alma que ha sido provechosa de todas las Gracias derramadas desde Mi purísimo Corazón, desde Mi manso Espíritu, estará al resguardo durante el tiempo final y tendrá el escudo, la espada y el casco para prepararse para la batalla.

Así Yo formo a los ejércitos, ejércitos de la humildad, libres de la soberbia, de toda arrogancia; espíritus en libertad que saben encontrar la paz cuando el caos está presente en el mundo. 

No se olviden, compañeros, de las Leyes Universales, las cuales encomiendo que estudien para que nada los sorprenda ante de tiempo, y así sepan preparar a sus semejantes, cuando todo se desate en el mundo.

El gran y último nudo de la consciencia resistente de la humanidad será desatado por vuestro Rey. Y cuando eso suceda, todo se desarrollará, así como fue escrito, por Mi amado apóstol Juan.

Vivan el Apocalipsis en consciencia, develen los misterios a través de las señales que vienen por medio de los Mensajeros Divinos.

Vean a su alrededor cada movimiento del planeta y no sean indiferentes, porque si son indiferentes, estarán aislados de la Verdad y no tendrán conocimiento para poder discernir en las cosas.

Vivan la Sabiduría que es derramada por medio de los instructores que Mi Padre les ha encomendado. Sepan reconocer  en humildad, el Amor qué existe en ellos.

Y sepárense de las apariencias, vivan una sola hermandad, porque esa hermandad, compañeros, construirá el verdadero castillo que soportará toda la batalla. 

Mas si están firmes en el Amor y en la Unidad, no habrá nada que lo derrote, que lo tire abajo, porque sus corazones estarán en la Luz, en la Unidad, en la Misericordia de Dios, códigos que el mal no conoce en estos tiempos y que nunca ha conocido.

Vivan la dualidad, no como un conflicto, sean inteligentes y sepan soportar las corrientes que vienen del Universo.

Nuestras manos están extendidas, no solo para retirarlos del desierto, sino para apartarlos del abismo que se abre sobre la superficie de este mundo, tragándose a muchas almas inocentes.

Sean misericordiosos. En los pequeños detalles de la vida imiten Nuestros Corazones, que ya son sagrados para ustedes, y que vienen a su encuentro para traerles la Luz de Dios, la Esperanza.

Ahora vean, compañeros, con sus consciencias de luz.

Sientan, con sus corazones, como todo se ha pacificado. Porque donde está el Amor de Dios, no existe nada opuesto, solo existe la Verdad, que compenetra los corazones para que vivifiquen, en espíritu, la Presencia del Padre Sublime.

Sientan cómo los ángeles ayudan a restaurar todas las cosas trayendo la Gracia de Dios para los corazones que se abren a recibirla profundamente en sus esencias.

Por último, les pido, carguen con su cruz, no como un castigo, ni tampoco como un martirio. Carguen su cruz por todas las almas del mundo, por los horrores que viven los Reinos de la Naturaleza y nadie, ni siquiera la mayoría, se acuerda de ellos.

Amen como nunca han amado, y sus corazones se redimirán.

Confíen. Porque si aman, Dios estará presente en sus vidas.

Mis Palabras traen el poder de lo nuevo, la renovación, porque Yo renuevo todas las cosas.

Vengo a anunciar para todos que los necesito para llevar Mi Obra adelante. Y mientras se purifican, Yo los ayudaré a poder ver la  meta en su universo interior.

Hoy celebro una cena reparadora con todos. Derramo Mi Gracia sobre el mundo para traer la Paz.

Me han preparado un pan especial, el cual Yo gusto mucho, porque es el pan que simbolizó hace dos mil años la presencia de Mi Cuerpo, en materia divina, para todas las almas del mundo.  Siempre que hagan un pan así, sepan que recordarán  la presencia del Hijo en la Última Cena y su transfiguración en Luz y  en Amor.

Ofreceremos estos dones por todas las almas caídas, por los que han abandonado Mi camino, en estos últimos tiempos, porque volveré a encontrarlos y les diré: “¿Qué has hecho con los talentos que te di?”

Las perlas preciosas que Yo entrego no pueden desecharse. Por eso Yo los transformo rápidamente y los ingreso al circuito de la purificación para que no pierdan los tesoros que Yo he depositado, en confianza, en ustedes.

Por eso, los que hoy están  alrededor de esta Obra, no son los mismos que estuvieron ayer, les enseño a trabajar en la humildad, pero no en la indiferencia de estar descansados, sin hacer nada por el Plan.

Yo los invito a reconocer una vida anónima, un vacío profundo, para que emerja el silencio  que siempre les revelará lo sagrado.

No existen primeros, ni segundos, para Mí. Todos están en las filas del ejército del Redentor.

Los invito a aprovechar las oportunidades que les doy en las últimas filas, pues en ellos está la mayor responsabilidad de animar a los que llegan para que trasciendan sus vidas y cumplan con el Propósito que Dios pensó. 

Celebremos esta Cena por los apóstoles que están llegando a Mi mesa y por los que llegarán para demostrarles a los que son mas viejos en este apostolado del amor, que la humildad siempre los mantendrá unidos a Dios.

Y harán como Yo hice con Mis apóstoles: lavarán los pies de los que son más jóvenes, para que ellos tengan la mayor oportunidad de amar.

Sean humildes como Yo les enseñé, no quieran nada para sí, sino todo para los otros. Esa es un alma que vive en la felicidad celestial.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Cristo vamos a cantar "Guerreros de la Misericordia".

Misericordia, Océano de Piedad...

Queridos compañeros, les dejo Mi Cuerpo y Mi Sangre como testimonio de Mi Fe por ustedes, para que el Propósito de Dios se cumpla en cada corazón que es congregado por Mi Espíritu para vivir la Sagrada Palabra y el divino ejemplo de la cristificación.

Les agradezco por soportar Conmigo las corrientes poderosas que vienen a liberar a la humanidad.

Sepan que Mi Corazón se ofrece como refugio para cada alma que aspire a estar en él.

Nos veremos, compañeros,  en la próxima Maratón de la Misericordia, en donde iré a visitar a Mis más queridos apóstoles, aquellos que apoyan incondicionalmente Mi Obra.

Vean en ese sentido, que los planes que Yo tengo para todos son fuente de Gracias para las almas, una oportunidad que no se puede perder.

Sean conscientes de eso y apoyen Mis santas decisiones, porque así no se engañarán.

Los bendigo, en el nombre de la Luz de Dios, bajo el poder del Padre,del Hijo y del Espíritu Santo. 

Sean paz para este planeta y nunca se cansen de serlo.

Mientras me elevo, que canten mis guerreros de la Misericordia, pues la fuerza del guerrero está en el Amor.

Guerreros de la Misericordia...

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos vamos a agradecer a Cristo la oportunidad de que Él descristalice nuestras consciencias en representación de todas las consciencias del Planeta que viven esa ilusión de estos tiempos, que no conocen el Amor de Dios y que no están despiertos a su verdadera tarea. 

Vamos agradecer porque Cristo, como un Gobernante mayor, venga a traernos esas corrientes para que las podamos conocer y distinguir y no tenerles miedo, sino abrir nuestro corazón y nuestro espíritu para poder acompañar esta Obra del fin de los tiempos a la cual todos estamos siendo convocados, como lo dijo hoy.

Hoy, Él vino con todo su Gobierno Celestial, por decirlo de alguna forma.

Cuando apareció, tenía un báculo en su mano izquierda, que lo hizo golpear en el suelo y una expansión de Luz solar abrazó, en cuestión de segundos, a todo el planeta, lo que se llevó, liberó, expulsó, muchas maldades.

Él mostró ese acto, ese ejercicio, no para que nosotros conozcamos Su Poder, porque mientras hacía ese ejercicio,  al mismo tiempo revelaba Su Corazón manso y humilde.

Sentimos que Cristo vino a enseñarnos a vivir la determinación, a poner fin a una etapa y comenzar un nuevo ciclo, acompañados por Su Presencia.

Así somos invitados, como Él nos dijo hoy,  a seguir sus santas decisiones.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS,  EN LA CIUDAD DE ÁVILA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi Dios, yo creo en Tí...(x3)

Te has animado a estar cerca de Mí a pesar de lo que ha sucedido y eso es parte de la victoria de Mi Corazón, del triunfo del Plan de Dios en la Tierra por encima de toda adversidad, perturbación o engaño.

Te has animado hoy a estar hoy aquí, Conmigo, delante de Mi Presencia, a pesar de los pecados o de las imperfecciones, pues Yo no te deseo puro, sino libre de ti, para que camines a Mi lado, en la perfección de Mi Plan que Yo revelo a Mis semejantes, a Mis amigos y apóstoles.

Has confiado en Mí y has venido a encontrarme, a pesar de que todo haya cambiado y que el lugar sea diferente. Eso hace la obediencia de un alma buena que sigue los caminos del Señor en total confianza y entrega para que, por  encima de todo, triunfe Mi Luz, que es la luz que proviene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy he venido como un Sacerdote, para sacramentarte y renovarte.

He venido a depositar nuevamente Mis Dones, que siempre estuvieron presentes, mas Yo todo renuevo en tu vida para que puedas seguir adelante y como te he dicho, caminar a Mi lado hasta alcanzar la meta que Yo propongo para tu vida y tu consciencia.

Anímate a seguirme y no perderás Mis Pasos, pues yo conduzco a Mis ovejas a ese establo de Mi Corazón, en donde las consuelo, las guardo y las contemplo por medio de Mi amor redentor.

Hoy Soy ese Sacerdote que te renueva la vida, la consciencia y el espíritu. Soy el Sacerdote que da fuerza a tu alma para no desistir ni perder de vista Mi precioso Proyecto, que es convertir tu vida en un instrumento de paz y de bien para el mundo.

Mira tu estrella, viejo peregrino, amado discípulo y siervo de Mi Padre. Mira tu origen y vislumbra tu hermandad, nunca te has apartado de ella a pesar de lo que ha sucedido.

Reencuentra tu existencia, el sentido de tu vida y unifícate con tus hermanos, para poder sobrevivir en estos tiempos difíciles. 

Así estará Mi Corazón entre ustedes, como estuvo con los apóstoles para guiarlos hacia la meta final de evangelizar el mundo y de traer la Consciencia Suprema de Dios para los que estaban caídos y perdidos en las tinieblas.

Ve en todo Mi Universo la potencia de Mi Amor, que es esplendoroso y magnífico.

Ve en cada paso que Yo te pido realizar, cómo Yo conduzco tu vida y nutro tu interior con nuevos patrones.

No dejes atrás Mis pasos pero siempre búscame, para que puedas ver en Mis caminos Mi Voluntad, que no es la tuya, sino la Voluntad de Mi Padre a través de Mí, a través de todo lo que Yo expreso para las consciencias.

He venido para agradecerte y para alentarte, para instituir un nuevo ser que deberá seguir siendo moldeado como el barro, hasta que el alfarero alcance la perfección del mismo y le ofrezca a Dios como testimonio de que este Plan se puede cumplir en este mundo.

Ve a mi alrededor a los doce ángeles que me acompañan; potestades supremas, adoradores de Mi Cuerpo Eucarístico y Santísimo.

Ve en ellos cómo emana el amor por adorarme y honrarme, pues Yo Soy el Hijo, el que está en los cielos y descendí entre ustedes una vez para traerles la paz y la redención, para mostrarles el camino verdadero, el camino simple que recorrió Mi Corazón por medio de la instrucción y de la palabra para todas las almas.

Y así te invito a que asciendas e ingreses a Mi Reino, en donde existe la paz y la unidad, así como existe la paz y la unidad en tus hermanos, tus compañeros.

Porque entre hermanos solo puede existir el amor y la unidad. Dichosos de aquellos que lo viven y que en Mi Nombre lo multiplican sin olvidar que todo dolor se cura a través del amor y de la compasión.

Yo Soy esa Consciencia que les traje la Misericordia, un misterio que aún no es muy conocido y que en este tiempo revelo para ustedes. Porque si Yo Soy la Misericordia misma, es ese misterio que se está revelando a ustedes y a todo el mundo, a la humanidad entera, para que pueda conocer que aún existe la gran compasión de Dios y su infinita Piedad para con sus criaturas, semejantes a Él.

Si esta Misericordia no estuviera entre ustedes, compañeros, ¿cómo sobreviviría el mundo en este tiempo, en donde las acciones comprometen a muchas almas y sumergen a los corazones en los abismos?

Es en eso que necesito que trabajen, en liberar a los corazones, a las almas y a los Reinos de la Naturaleza, porque cada uno tiene una misión Conmigo que no puede dejar de vivir, ni de cumplir.

Si Yo los llamo en este tiempo es porque ya los llamé en otro tiempo y ese compromiso ardiente se mantiene vivo en Mi Corazón. Así Yo vengo a cumplir ante Mi Padre la promesa que le realicé de autoconvocar a Mis compañeros en este tiempo final, en que todo está en  juego, hasta la vida espiritual.

Pero si su oración fuera fuerte, perseverante y amorosa, no tendrán qué temer, porque si oran Conmigo y oran con Mi Madre, u oran con San José, Nuestra Luz siempre estará, a pesar de las tinieblas.

Por eso, te digo, compañero: no temas purificarte, porque si el Hijo de Dios se purificó cuando fue entregado en el Templo a los brazos de Dios, toda alma de esta Tierra, por sus deudas y cometidos debe purificarse; pero existe una tabla de salvación que los ayudará a que todo se pueda trascender, y esa es Mi Misericordia.

Por Mi Misericordia hoy están aquí y Yo estoy con ustedes y con el mundo.

Por Mi Misericordia aún caminan a Mi lado y siguen Mis pasos.

Mi Misericordia es más fuerte que todo pecado, que cualquier indiferencia u omisión.

Mi Misericordia todo lo renueva y todo lo restaura.

Fue el Poder de Mi Divina Misericordia que me ayudó a cargar la cruz del mundo y los horrores de la humanidad, para poder liberar a las almas de todos los infiernos.

Por eso establezco este puente de luz con sus corazones y el Mío, para que puedan beber de Mi Fuente y nutrir sus espíritus en el poder de Mi renovación.

Así Yo los estoy sacramentando en esta hora, en donde la mayoría de las almas necesita de Mis Sacramentos, de Mis Dones y de Mis Gracias.

Cuánto dolor Me ocasiona la indiferencia del mundo o la indiferencia de los unos para con los otros, ante la necesidad que es visible delante de sus ojos y corazones.

Si son indiferentes entre ustedes, serán indiferentes Conmigo, y a ustedes no podré llegar. Por eso, hasta ahora y en este tiempo los espero, y aún mantengo Mis Brazos extendidos hacia ustedes, para que tomen Mis Manos y se puedan levantar de este suelo, de todas las piedras que los hacen caer.

Yo los restauro en espíritu y en vida cuando se lastiman a sí mismos o cuando hieren a los otros.

Mi Misericordia los ayuda a ver la verdad en cada corazón y en cada hermano que está a su lado.

En esta simple verdad es que Yo quiero que puedan vivir todos los días. Es la verdad que Yo les enseñé a Mis apóstoles y a Mis seguidores, incluso a aquellos que Me entregaron a la cruz y a la muerte.

Si Yo sufrí por ustedes, compañeros,  era para que ustedes no sufrieran, ni hicieran sufrir a los demás, con ninguna acción, o modos que pudieran alterar la paz del corazón que Me busca incesantemente.

Yo hago recordar a todos Mi legado y el compromiso de vivirme todos los días hasta los últimos días de sus vidas, porque se han ofrecido para eso ante Mi Padre y hoy se los vengo a recordar, para  que Me puedan vivir a través de sus semejantes, trascendiendo la imperfección y los errores, porque lo perfecto, compañeros, es el amor.

El corazón imperfecto que ama, es un corazón perfecto, porque trae para si el amor, lo comparte y distribuye como panes a los más pobres de espíritu.

Muchas veces, entre ustedes. quise mostrar ese amor, y mandé a distribuir panes como dones y gracias para sus corazones. Y algunas de esas veces no lo pudieron ver, pero Mi Amor los justifica y los salva, los redime y los restaura, hasta que puedan dar el gran paso, según el compromiso de cada ser.

Yo les ofrezco Mi Sacerdocio como un principio de renovación para aquellos que buscan la unión con Dios todo el tiempo, y especialmente, para que no olviden que Dios es misericordioso y piadoso con toda la Creación.

Les doy Mis Gracias para que se purifiquen y testimonien Mi Amor en el mundo, especialmente para los que más lo necesitan en esta hora aguda del planeta.

Llora, recostándote sobre Mi pecho y busca la esencia de Mi perdón que te unificará y te hará libre del pasado.

Llora, y deja que Yo te pueda limpiar profundamente.

Como el agua de los océanos es Mi Misericordia, que todo pacifica y sana en las consciencias.

Llora, y libérate del dolor para que Mi amor ingrese en tu espíritu y Yo haga una nueva morada en gloria a Dios.

Sientan Mi Corazón misericordioso y lleven la paz al mundo que urgentemente la necesita en esta hora crucial de la humanidad.

Las pruebas fortalecen a Mis seguidores. La transformación los une a Mí y la purificación los consagra a Mi Divinidad, para que Yo pueda ser en ellos y ellos en Mí para siempre.

Ante los doce ángeles que Me acompañan celebraremos este viernes de reparación del Sagrado Corazón de vuestro Señor, que se digna en mostrarse a los corazones simples para que puedan ver Mi verdad.

Mientras estoy aquí contemplo el mundo y a todas las almas que abren su corazón para recibirme.

Fray Elías:

Vamos a... Ante la Presencia de Cristo vamos a cantar : "Ven Oh Gran Espíritu" para la bendición de los sacramentos. Y vamos a permitir  que ese Espíritu de Cristo ingrese a nosotros. Colocamos nuestras manos en señal de recepción.

Una vez más.

Santísimo Corazón de Cristo,
convierte nuestros corazones
en llamas sagradas de Tu Divina Misericordia,
para que Tu faz se funda sobre el gran corazón humano.

Que el venidero descenso de Tu Gloria Celestial
redima a todas las consciencias.
En honor y en gloria al Padre Celestial.

Amén. (x3)

 

¡Oh Señor amado!, ¡oh Cristo amado!,
acepta nuestra reparación a través de nuestro amor,
nuestra entrega y nuestra oración,
para que Tu corazón flagelado, Señor, sea aliviado
por nuestra devoción a Ti. 

Amén. (x3)
 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

De esta forma compañeros, Yo los he sacramentado en este día para que sus espíritus y almas renazcan en Mi corazón y siempre encuentren la paz bajo la bendición de Dios y de todos sus ángeles.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Si pudieran venir aquí las hermanas que vinieron de Menorca para recibir la bendición del aceite consagrado.

Y así Yo enseñé a todos Mis siervos a amarse los unos a los otros, por medio de la ofrenda de Mi Corazón que fue traspasado por ustedes para que pudieran alcanzar, por encima por todo error y maldad, el Amor de Dios, que es un Amor que triunfa y sustenta a las almas que lo viven.

Agradezcamos al Padre que está en los Cielos, que nos congrega y que nos da la vida, por la presencia de sus ángeles que acompañan la gloria de su Señor en la Sagrada Celebración de la Eucaristía redentora de todos los corazones.

Alabemos, como los ángeles, a Dios, para que Yo pueda elevar a los cielos sus súplicas y las súplicas de todos los que Me escuchan.

Así Yo constituyo a los consagrados, de diferentes formas, como apóstoles en redención.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantemos Kodoish melódico junto a los ángeles.
Mantenemos nuestras manos en señal de recepción.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Bueno, ahora vamos a compartir un pequeño relato de la Aparición y después, a pedido de Nuestro Señor, vamos a hacer alguna reflexión.
 

Relato de Fray Elías del Sagrado Corazón:

A veces es difícil memorizar todo lo que sucede, ¿no?, porque son muchos impulsos los que la Jerarquía da para nosotros.

Voy a intentar hacer una síntesis de todo lo que pasó, porque fueron varias cosas, era lo que yo sentía y lo que cada uno de nosotros estaba viviendo, era como si fuéramos pasando por diferentes etapas, por diferentes planos. Y cada vez que pasamos por esas etapas, la experiencia y el encuentro con Él se iba profundizando, no sé si todos pudieron percibirlo, pero fue lo que sucedió.

Pero cuando estábamos en uno de los cánticos, que fue "Cristo, Tú el Amor", no, perdón, me equivoqué, no fue "Cristo, Tú el Amor", fue “Apóstoles del amor”, Él ya estaba aproximándose. Esto fue antes de las últimas cincuenta cuentas que faltaban.

Cuando comenzó a descender, lo que me llamó mucho la atención era lo que mostraba. Por lo general, cuando la Jerarquía desciende, Cristo, María o San José descienden, vienen en una esfera de luz, y es como si Ellos localizaran el lugar donde nosotros nos encontramos.

Entonces Ellos vienen desde el Universo, localizan el sistema solar, localizan el planeta y ahí, localizan el continente en donde estamos, el país donde estamos. Es así como sucede la Aparición, como comienza a acontecer.

Y ahí, Él localizó este lugar en Ávila, en donde estábamos, pero en vez de dirigir la energía hacia nosotros específicamente, Él la expandió por la región y de repente, mostraba las murallas de Ávila, como si fueran canales de liberación, túneles blancos, algo así.

Y por las calles de Ávila comenzaron a levantarse los muertos, o los que estaban muertos en este plano; mucha gente comenzó a salir y Él las llevaba para un lugar, como si fuera un espacio donde las reciclaba, digamos así, las liberaba. Era mucha gente de esa época, ¿no?

Y los ángeles que acompañaron al Maestro lo ayudaron.

Bueno, después que Él concretó esa tarea, que finalizó esa tarea, comenzó a dirigirse a nosotros. Como ustedes percibieron, Él hablaba en primera persona, porque hablaba para cada uno de nosotros; después, en otro momento, percibía que Él hablaba para muchos mundos internos, para muchos seres internos, no solo para los que estamos aquí, sino en otras partes, los hermanos que están coligados con nosotros y los que no lo están también. Él hablaba para todos y depositaba algo dentro de nosotros.

Y como Él dijo, se manifestó como un Sacerdote, todo vestido de blanco, como se viste un sacerdote y tenía en las mangas, en la parte extrema, así, de las mangas, un bordado; y tenía también una estola que era toda como si fuera toda bordada, era como si fuera un formato muy parecido a un bordado griego, como si fuera algo más ortodoxo, no sé bien distinguirlo, porque nunca vi eso. Él lo mostraba así.

Estaba todo de blanco y alrededor de Él, en su Aparición, estaban los doce ángeles, que Él decía que eran ángeles regentes. Y bueno, ahí comenzó a desarrollar esa tarea. Había momentos que Él citaba cuando hablaba y también por lo que mostraba, en los que refería momentos de su vida en Tierra Santa, con todos los que participaron de esos acontecimientos en su pasaje como Jesús.

Y percibía que también algunos de nosotros nos encontrábamos en aquel tiempo con Él. 

Él mostraba cómo éramos nosotros en aquel tiempo y qué condición espiritual y humana teníamos; y cómo Él de una forma tan sorprendente, maravillosa, trabajaba con cada una de las almas, según  la necesidad que cada uno de nosotros tenía espiritualmente de ayuda.

Él hacia ese puente con ese momento para este presente y a través de ese ejercicio, cuando  transmitía el mensaje, daba Su Palabra, Él nos renovaba.

Y entonces en un instante, citó el momento de la Pasión, cuando Él cae, y si ustedes lo recuerdan, Él dice: ”Yo renuevo todas las cosas"; se lo dice a Su Madre, en la cuarta estación del Vía Crucis, cuando se encuentra con María.

Él muestra ese acontecimiento; cita ese hecho cuando Él cae y se golpea muy fuerte, ¿no? Él muestra una situación que era peor a la que conocemos, y cómo, a pesar de estar exhausto, el Maestro se da un golpe muy fuerte en Su Cabeza, cuando cae en esa cuarta estación. Y cuando María va a ayudarlo a levantarse, en ese golpe que Él vive, a pesar de que es un golpe de dolor y de sufrimiento, libera como si fueran muchos Rayos de Misericordia, ¿no?, de Luz, de Amor.

Y a través de la expansión de esos Rayos de Amor y de Misericordia, consigue elevar a muchas almas, a muchos seres caídos, que estaban caídos en ese tiempo, y que en este tiempo también lo están de alguna forma. Según Él lo decía, según lo explicaba, estaba intentando que esos seres reencontraran el camino de la luz. Y ahí nosotros, en todo ese proceso, hasta el final.

Aunque Él pidió hacer la bendición de las hermanas de Menorca, hizo una iniciación, como un Sacramento, una renovación, como un voto de unión de nosotros con Él, en esta tarea a la que nos está convocado para vivir del Plan. Eso fue, más o menos, lo que sucedió.
 

Madre María Shimani de Montserrat:

Creo que todos hemos podido percibir que la Jerarquía cada día está más cerca, cada día da un paso más hacia nosotros.

La Aparición de hoy fue muy sentida, porque cada uno pudo percibir cómo Cristo le hablaba a su propio corazón, como si estuviéramos solos, Él y nosotros, y no hubiera más nadie en la sala.

Ese acercamiento que Él está haciendo con cada uno, tiene que ver con ese vínculo que quiere construir con el corazón de cada uno, y nos cabrá a nosotros poder darnos cuenta y  abrirnos para que Él construya ese vínculo. Porque en ese vínculo es que nosotros vamos a poder pasar por todo lo que hay que pasar, que podemos transformarnos, purificarnos con armonía, estando unidos a Él, bien personalmente.

Entonces no podemos perder de vista ese acercamiento que Él está queriendo realizar con cada uno de nosotros.

Y cada vez que Él está más cerca, más códigos de renovación nosotros recibimos.

¿Qué es un código de renovación?, es aquel impulso espiritual que cambia algo viejo que está dentro de nosotros por algo nuevo, y que como es un código, se puede multiplicar infinitamente dentro de nosotros, quitando lo viejo y colocando dentro de nosotros algo nuevo, espiritualmente.

Y cada vez que nosotros nos vinculemos con Él, amorosamente, esos códigos se multiplican con mucha más velocidad, digamos así. 

Nosotros tenemos que hacer que eso que Él deposita en cada uno pueda seguir multiplicándose más y más, cada día.

Entonces una Aparición de Cristo, en este tiempo, no es solo para venir a escuchar palabras bonitas. Es algo que es mucho más profundo y que nosotros tenemos que abrir nuestra consciencia, nuestro corazón, para no desaprovechar ni un solo segundo, ni un solo momento con Él.

Así que coloquemos esto en nuestro corazón, atesoremos esto que recibimos.

No muchas personas tienen la posibilidad de recibir, guardemos esto como el gran tesoro de este tiempo, para nuestras vidas, para nuestros espíritus, para nuestro futuro, para todo lo que vendrá.


Fray Elías del Sagrado Corazón:

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO EN LA CIUDAD DE BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Sagrado Corazón de Jesús
Fuente de todos los prodigios
Derrama Tu Misericordia
Sobre los conflictos del mundo
Amén.
(tres veces)

 

Como el Soplo del Espíritu de Dios, vengo a este lugar para bendecirlo y bendecirlos a todos, en el nombre de la Verdad y del Amor de Dios que se derrama en este momento sobre ustedes y sobre sus hermanos.

Esperé mucho tiempo para poder encontrarnos aquí, nuevamente, en la Alianza con Mi Divino Espíritu; esperé volverlos a encontrar en la Paz que traigo del Universo para cada uno de sus corazones en esta perfecta Comunión Conmigo, con Mi Cuerpo y con Mi Sangre.

Vengo a Europa para erguirla ante los  tronos de Dios, por la aceptación profunda que emiten sus corazones de que el Plan se cumpla en esta parte de la humanidad; para esto, las puertas del Universo se abren para poder recibirlos en el Corazón de Dios, Padre Celestial.

Las legiones de los ángeles han llegado aquí, con mucha levedad para poder encontrarlos en la oración que proclama Mi Divina Misericordia.

Abran sus corazones, sientan sus almas, y queden en Mí. Esto es ahora lo que necesitan para poder proseguir, sobre todo Mis apóstoles, a los que Yo he llamado con tanto amor.

Sigan Mis Pasos, sigan Mis Caminos y nunca perderán la paz, porque si sus corazones confían en Mí, estarán confiando en Dios, porque Dios ES a través de Mi Corazón, y Yo Soy a través de ustedes, en la esencia profunda del espíritu y de la hermandad.

Hoy no vengo a ver  las conductas malas del mundo, los horrores, las malas acciones y la indignación. Hoy vengo a ver de sus corazones la llama del Espíritu de Dios que encarnó en ustedes, desde sus nacimientos en esta humanidad y a través de los tiempos, una llama que nunca puede apagar Mi adversario porque si  el corazón ora y persiste, triunfará.

Hoy están nuevamente ante Mi Misión Celestial, que es la Iglesia a la que muchos esperan ingresar  pero que no la conocen.

Hoy están ante Mi Patriarcado, Mi Legado y todo Mi Universo; que es el Universo de Mi Padre, que se congrega en lo invisible de Su Espíritu.

Hoy vengo a traer para ustedes esa presencia que siempre deben aspirar encontrar en estos tiempos de caos y de persecución en el mundo.

Alimenten la llama de sus espíritus y por más que vean la oscuridad a su alrededor, les digo, en verdad,  que no perderán la paz.

Pero hoy los invito a ser verdaderos Conmigo, en cada paso de la vida, en cada ejemplo, y en cada pequeña acción. No necesito sus corazones perfectos, sino honestos y simples, abiertos a recibir Mi Instrucción, a través de Mi Santa Palabra, o a través de cada hermano que se encuentre en sus caminos, porque Yo me hago presente de forma inesperada en la vida de ustedes y de todos sus hermanos, compañeros Míos.

La oportunidad que Yo les traigo, es la oportunidad que necesita el planeta y toda la humanidad, como también los Reinos de la Naturaleza que tanto sufren la consecuencia del hombre de superficie.

En cada aspecto de la vida, Mi  Corazón y Mi Luz está presente, cuando el alma invoca Mi Presencia universal. Junto a Mis ángeles constituyo entre sus corazones, en esta hora, la presencia de Mi Iglesia Celestial y abro los altares del Cielo para que puedan comulgar, de lo único y verdadero que es el Amor de Dios.

Es el amor de Dios que nunca los decepcionará, que nunca los engañará, como muchos los engañan y se engañan a sí mismos todo el tiempo porque tienen sus corazones endurecidos a Mi Presencia y Energía; pero Mi Misericordia permite traerles el perdón y la expiación que tanto necesitan en esta vida y en este tiempo final.

Si están ante Mi Iglesia Celestial, están ante el Único, el Adonai. Emmanuel, Abba, el Elohim, están ante el Universo, ante toda la Hermandad que se congrega para recibirlos en la Fraternidad del Espíritu y de la Unidad.

Vean en este momento, corazones Míos, cómo emergen desde ustedes las estrellas de la luz, los soles internos, que deben  resplandecer en esta hora, para alumbrar a la humanidad que está en las tinieblas; y muchos no creen estar en ellas, pero lo están.

Si piensan estar Conmigo, compañeros, háganlo, y no pierdan tiempo. Busquen la esencia de Mi Corazón que los llevará a la paz y les permitirá  realizar el camino que han venido a cumplir en nombre de Mi Padre y de Su Plan.

Los corazones no se animan a amar Mi Corazón profundamente, por temor a lo que Yo les pueda pedir. Pero desde el principio, compañeros, Yo sé lo que cada uno de ustedes Me puede dar y no les pediré aquello que no Me puedan dar, eso sería una gran pérdida de energía para estos tiempos finales.

Necesito que Mi Obra se realice en sus corazones, de la mejor forma posible. Pero en verdad les digo, compañeros,  que algunos de ustedes tienen un compromiso marcado Conmigo y que es definitivo y eso no lo pueden omitir, con su propia indiferencia.

Sientan que Mis Palabras forman sus espíritus y moradas internas.

Sientan como sus almas se elevan a Mi Iglesia Celestial, para ingresar al templo y vivificar la unión Conmigo, a través de la Eucaristía.

Adoren Mi Corazón, como los ángeles lo hacen, y confirmen que en esta humanidad es posible alcanzar la Redención y la Paz.

Quisiera que otros soldados Míos estuvieran aquí para escucharme, pero sé que por sus propios medios, espirituales e internos, no lo pueden hacer; pero les pido que no se justifiquen. Mi Sangre y Mi Agua se derramó para justificar sus vidas, sus errores, sus pruebas, omisiones e indiferencias, como todos los ultrajes hasta los tiempos de hoy.

Ahora es momento de no hacerlo más y de abrir los ojos y de mirar hacia el infinito, hacia el Universo, para verme llegar entre las nubes con toda la Gloria del Padre Celestial.

Necesito que estén preparados por los que aún no se han preparado.

Necesito que despierten a Mi Vida Crística por los que aún no despertaron a Mi Vida Crística.

Necesito que sean testigos, incluso en las imperfecciones, porque si sus corazones son verdaderos y sus mentes son puras, siempre estarán en Mi Corazón.

No vengo a pedirles lo imposible porque sé que la humanidad ahora no lo puede dar.

Necesito que sus vidas se transformen, así como Yo transformo el barro con Mis Manos y moldeo un nuevo odre para la Gloria de Dios; odre que recibe los Códigos de Mi Gracia y de Mi Misericordia que provienen del Padre Universal.

Entonces, compañeros,  reciban en esta hora Mi Gracia, y Mi Misericordia, por aquellos que no la quieren recibir y que se omiten para no querer conocerme.

Hay tanto amor en Mi Corazón que muchos no creen que Yo pueda transformar sus vidas completamente.

Mi Corazón explota de tanto amor para entregar al mundo y a todas las almas, aún a las que omiten Mi Presencia. Es este el Amor que Yo viví por ustedes, que Yo trabajé por ustedes,  que Yo entregué para salvarlos, una vez cuando estuve en la Cruz.

Cada Llaga de Mi Cuerpo, cada señal marcada en Mi Santo Cuerpo Glorificado, fue para testimoniar la Salvación, el  Perdón y el Amor por cada uno de ustedes.

No quiero que en Mi Corazón se multipliquen las espinas de la ingratitud de los apóstoles Míos que no han comprendido lo que les he pedido en esta hora.

Sean parte de Mis Rayos, de los Rayos de Mi Corazón Glorificado, Sagrado y Bendito. Sean esos Rayos que se transforman de la noche a la mañana, que viajan como el viento; que viajan como el viento por todos los lugares del mundo, para llevar la Paz y la Misericordia de Dios.

Sean ese sol que nace todos los días en el horizonte y ya no vivan más a oscuras. Confíen plenamente en ustedes, en que pueden dar los pasos, al menos por Mí, por Mi Santa Madre y por Mi Padre Celestial.

Vivan todo el tiempo en Nuestra Santísima Trinidad y serán premiados con los Dones de Mi Espíritu: tendrán fuerzas para caminar, aliento para seguir adelante y esperanza por donde ver en cada parte de la Tierra.

Y a pesar de que el mundo está a oscuras y los corazones están cerrados,Yo vengo a dar, en esta tarde, el Testimonio de Mi Amor en ustedes y por cada uno de sus hermanos en  este mundo.

Reciban la Unión con Mi Sagrado Corazón y vivan Mi Camino como la puerta de salida a su liberación y perdón.

Agradezco que hayan preparado este Altar para Mí, así como preparan sus vidas, en este tiempo y en este ciclo, para recibirme en la plenitud de Mi Espíritu, de Mi Gracia.

No teman por lo que no han conseguido.

No quiero que sufran más, porque Mi Corazón ya sufre por los que son indiferentes, por los que caen, por los que hacen el mal, por los que niegan Mi Amor todo el tiempo.

Necesito de sus corazones un templo de alegría, de regocijo, de verdadero amor y de paz, para que sus pecados se limpien,  y las manchas en sus almas se puedan borrar por la Fuente y el Océano de Mi Divina Misericordia.

Así, compañeros, amigos, discípulos y siervos alegrarán Mi Corazón por los horrores que vive el mundo de los que caminan todo el tiempo al abismo.

Si sus corazones no aman, ¿cómo amarán al prójimo? Si no Me aman a Mí, ¿cómo amarán a sus semejantes? Porque si Yo estoy en sus semejantes, escondido en el tabernáculo del corazón, ¿por qué son indiferentes y no Me ven?

Yo estoy en el que está desposeído, triste, perdido, ciego y sordo. Yo golpeo la puerta de esos corazones para que puedan despertar a su verdad y a su misión.

Cada cosa tiene su tiempo, porque está marcado por el Universo de Dios.

Ofrezcan en esta tarde, esta Comunión por toda Europa, por los que están perdidos, por los que están ciegos, por los que están solos, por los que están enfermos, por los que sufren en la ignorancia de sus vidas y de sus caminos, por no encontrar,  por los que no encuentran a Mi Sagrado Corazón que hoy está aquí, entre ustedes, para que lo vivan y lo sientan en esta Comunión perfecta, con espíritu de paz y de fraternidad.

Yo los constituyo a todos como una nueva familia, así como fue la familia de Nazaret, junto a María y San  José. No está lejos de ustedes formar esa sagrada familia espiritual que debe reinar entre las almas y los corazones que siguen a los Mensajeros Divinos.

En esta hora, compañeros, la Divinidad trabaja en todos los continentes de la Tierra para sembrar Su Luz en el mundo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a cantar "Estoy contigo, Señor", a pedido de Jesús, para bendecir los elementos que Él hoy consagrará, para todos nosotros.

 

A través de los tiempos, compañeros, elevo a las almas hacia el Reino de Dios, cuando cada una de ellas comulga, el mayor testimonio de amor en la presencia de Mi Cuerpo Vivo y Mi Preciosa Sangre, en Honor al Padre Celestial y a Su Divino Plan que emana del Universo para todas las criaturas de la Tierra.

En Mi Iglesia Celestial, les vuelvo a enseñar lo que una vez prediqué para todos ustedes: sentados a Mi mesa de Luz y de Amor, los invité en aquel tiempo, a agradecer a Dios por todo, por cuanto Él nos da en el Misterio Infinito de Su Amor. Y para eso, compañeros, en el nombre de la Paz, Yo elevé el pan, di gracias al Padre por el Sacrificio; lo bendije, lo repartí a ustedes y les dije que "siempre comieran de él  porque él es el Cuerpo Vivo de Cristo, vuestro Señor".

Una vez terminada la Comunión con el pan, di gracias a Dios por el Cáliz que las almas recibirían en sus esencias, para ser depositarias de Mi Espíritu de Misericordia y Redención. Elevando el Cáliz hacia lo alto, di gracias al Padre, lo pasé a ustedes y les dije una vez: “tomen y beban  todos de él, porque esta es Mi Sangre que será derramada por ustedes y por todos los hombres para el perdón  de todas las faltas”.

Y hoy, en Mi Presencia, compañeros, ante Mi Iglesia Celestial,  reafirmo la Presencia y el Poder del Amor de Dios. Amén.

Gracias Señor, gracias Señor por tantas bendiciones que siempre nos das, que siempre nos das

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, queremos que todos los que están aquí presentes y a través de la transmisión en vivo para el planeta, por MMTV, nuestros hermanos del monasterio de la Orden, de las comunidades, de los grupos de oración, que están unidos a nosotros, queremos compartir, realmente, cómo  fue esta Aparición con Cristo, que en realidad, tal vez, no diga muchas cosas, pero lo que Él hizo hoy con nosotros, así como en los días de la Maratón anterior, en Buenos Aires, en Argentina.

Él nos introdujo en ese misterio que la humanidad todavía no conoce muy bien, que es la Iglesia Celestial de Cristo, y el propio Cristo nos dijo que es algo que intentó instituir para que pudiéramos aprender desde que el tiempo que estuvo aquí, con nosotros, hace dos mil y tantos años atrás.

Hoy, Él realmente vino muy espléndido, maravilloso en su Amor y en Su Misericordia.

Él nos fue introduciendo poco a poco , en ese espacio de la consciencia que llama la Iglesia Celestial, en donde los ángeles y los bienaventurados, de forma verídica, verdadera, celebran continuamente esa adoración, al Cuerpo y a la Sangre de Cristo; y Él nos llevó hacia ese lugar, poco a poco.

A través de Sus Palabras, de Su Mensaje, nos fue introduciendo a todos nosotros, los que estamos aquí y a los que están en sus hogares acompañándonos, quienes también fueron siendo llevados, a través de sus almas hacia ese espacio de la consciencia.

Fue algo bien intenso, muy difícil de poder soportar, porque a pesar de que es una Energía Divina, Celestial, el voltaje vibratorio energético de la Presencia de Cristo, de ese estado de consciencia, de la Iglesia Celestial. es bien alto para nuestras células, para nuestros cuerpos para nuestros átomos; pero como Él sabe que nosotros somos seres terrestres, somos seres humanos, Él cuenta con nuestras almas.

De alguna forma, Él se sirvió de nuestras almas, de nuestra apertura del corazón para quien tuvo el corazón abierto, para ingresar hacia ese estado de consciencia y vivimos, como quien dice, varias iniciaciones, varias purificaciones; pasamos por varios procesos durante toda la Aparición y no solo nosotros fuimos beneficiados espiritualmente, sino también aquí, esta región del continente europeo, que tanto lo necesita.

Y cuando el Maestro repetía que ofreciéramos la Comunión por todo lo que Él dijo, los enfermos, los que son ignorantes, que están  ciegos, están sordos, etc.,  Él fue detrás de cada uno de ellos porque el canal de oración que nosotros abrimos durante la coronilla  lo utilizó para esa tarea; de alguna forma encontró los corazones abiertos y consiguió realizar esa tarea.

Entonces entre tan pocos que somos, Él hizo que cosas grandiosas, como una vez lo prometió, que íbamos a hacer cosas más grandes a las que Él hizo, aunque en ese momento Él las comandaba, las llevaba adelante, esa tarea, esa misión, que vino a cumplir aquí, en Barcelona, la hizo a través de nuestro corazón.

Lo que vino a realizar, lo pudo cumplir y eso se expandió para todo el planeta , para toda la consciencia planetaria con la ayuda, gracias a Dios, de los ángeles que estaban bien cerca de nosotros; ángeles muy alados estaban bien cerca de nosotros, y eso también me llamó mucho la atención, el acercamiento de los ángeles, con una sutileza, una bondad, una misericordia inexplicable.

Queríamos dejar este relato con ustedes para que podamos proseguir unidos en esa tarea que los Mensajeros Divinos vienen realizando no solo en América, sino ahora aquí, en Europa, de una forma bien amplia.

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 33.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Paz para el mundo y fin para la guerra.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Yo vengo a absolverlos en el nombre del Amor y del Perdón, en nombre de la infinita Piedad que existe en el Universo y que se vive en los ángeles y arcángeles, en todos los seres de buena voluntad, que en el Universo y en la Tierra viven el Plan de Dios.

Hoy, Yo vengo como el Rey del Universo, como la Presencia viva de Dios para esta humanidad, aún muy dormida. 

Vengo a despertarlos del sueño de esta vida material para que sus almas se eleven a Mí y, en comunión Conmigo, sigan Mis pasos, que son los pasos que Dios les pide dar en esta hora definitiva de la humanidad, en el principio del ápice de esta transición, que muchos no sabrán enfrentar. 

Por eso he venido aquí, no solo para bendecirlos con Mi Misericordia, sino para unificarlos con Mi Plan y con Mi propuesta de paz para el mundo.

Hoy, quisiera que dejaran a Mis Pies lo que ya no deben vivir, lo que no pertenece a Mis Caminos, ni a Mi Obra. 

Quiero que se transformen en Mí y Yo Me transforme en ustedes, para que sean nuevos cristos; una nueva raza que colonizará a la humanidad cuando surjan los 144 000, que cada día más, se aproximan en el espíritu del despertar y de la misión que son convocados a vivir en este tiempo final.

Sé que muchos de los que hoy están presentes no entienden lo que Yo  digo.

No necesito, compañeros, que Me entiendan, sino que Me vivan, que guarden Mis Palabras en el corazón, porque no son solo palabras.

Mi Verbo es vibración y energía, es principio de manifestación y de toda Ley para este Universo, del cual ustedes forman parte en este sistema solar.

Por eso necesito que abran sus corazones y no sus mentes, porque lo que Yo estoy diciendo hoy, lo dije hace dos mil años atrás, en cada una de la parábolas, en cada uno de los signos, y aún así en Mi Pasión, que fue la señal más visible para todos ustedes, de que Mi Obra aún continúa, en la Victoria de Dios, el Altísimo.

He traído para ustedes a los ángeles de la guarda, para que les puedan prestar un poco más atención, porque ellos les sirven desde sus orígenes y esperan que los puedan percibir. Solo a los ángeles y a nadie más, que se haga parecer a un ángel. 

Su oración los elevará a esa consciencia, a la que Yo necesito que se aproximen, a la Consciencia Ultraterrestre, a la Vida Divina y Universal; porque la humanidad está muy densificada.

Pesan mucho sus acciones, sus sentimientos, pensamientos y las obras que van en contra del Plan de Mi Padre, en contra de la humanidad y de las almas.

Hoy les revelo, a través de Mi Corazón, el Plan de Dios en esta era de la Tierra, en este momento de la humanidad,  en donde cada uno de ustedes, compañeros, debe ser ese principio vivo de Mi Presencia en el mundo; debe ser ese soldado que responde a los comandos y ese apóstol que lleva la palabra de salvación y de verdad.

Para que todo eso sea posible en este momento, compañeros Míos, transfórmense, transfórmense mucho y no teman transformarse.

Ha llegado la hora de que todos ustedes y el mundo se purifiquen, no con temor, sino con valentía, para soltar las amarras del pasado, destituir lo que no es del Plan de Dios y  abrazar la cruz que el Padre les entrega en esta trayectoria evolutiva de la humanidad.

Así, estarán Conmigo viviendo Mis Principios; porque Yo los ayudaré a levantarse del suelo, a elevar sus ojos hacia el Universo para que reconozcan su estrella y así, se unan nuevamente con su Dios.

Adoren al Padre, que sigue ofendido, y ofrezcan una reparación, en este día, por todo el mundo.

Así ustedes, compañeros, recibirán lo que necesitan en la hora cierta y no cuando lo busquen; porque todo tiene un tiempo, dentro y fuera de ustedes.

Hoy les ofrezco Mi Constancia, por cada una de sus almas y por las almas del mundo que aún no Me viven.

Hoy les traigo esta realidad, porque Yo quiero compartirla con ustedes y así ustedes la compartirán Conmigo, en este eterno silencio que hoy promulgo para todos, el silencio que vive en el silencio y que permite descubrir lo que verdaderamente sucede dentro de los corazones.

Abracen este momento como algo único y reconfirmen  sus votos de colaboración con el Plan; ese Plan que hoy no conocen en profundidad, pero que hoy les entrego para que lo puedan seguir en oración y vigilia, en fraternidad y servicio.

Yo necesito que continúen cumpliendo lo que Yo les pedí hace dos mil años.

Las almas están muy perdidas y los corazones se desesperan por no conocer el Amor de Cristo, vuestro Señor.

Si hoy vengo aquí para pedirles estas cosas, es porque en verdad lo pueden hacer, de una forma simple y honesta, sin tantos conceptos, ni formas. Porque en verdad les digo, compañeros, todo nace del corazón, y es el corazón de cada alma  que rige las cosas, y es el que ayuda a que todo se cumpla, bajo la Voluntad de Adonai.

Como les dije en el día de ayer, compañeros, en los más jóvenes debe despertar el discipulado, el discipulado de Cristo, quien guiará sus vidas y los conducirá por el camino correcto de la redención.

Estén despiertos a lo que les digo y no pierdan ni una palabra, porque no podré volver a repetirla.

Digo todo esto antes de que todo suceda, pues ha llegado la hora de que los corazones se conviertan por el fuego de la oración y por el principio de la paz; y que todos sean más hermanos, unidos en una gran familia espiritual regida por Cristo, para esta Obra Redentora del fin de los tiempos.

Esta región y esta ciudad deben ser la cuna de las nuevas cosas, de los patrones elevados de conducta, de fraternidad y de hermandad.

Los jóvenes deben conocer Mi energía crística para que puedan redimirse. Y así como lo hizo Juan, el apóstol, puedan seguir Mis Pasos hasta el monte de la Cruz, en donde Yo compartiré lo que espero compartir con todos, en esta hora del planeta.

Yo vengo a curar en ustedes lo que aún no está cicatrizado, vengo a sanar sus heridas.

A través de Mis Llagas, Yo los purifico; a través de Mi Sangre, Yo los consagro; y a través de Mi Cuerpo, Yo los glorifico en el nombre de Mi Padre, para que al fin se cumpla la Nueva Humanidad.

Recemos:

(Padre Nuestro en arameo).

Y hoy lavarán sus pies, como Yo se los lavé a los apóstoles, que en ese momento no comprendieron la humildad del Maestro de la Luz.

Porque en la humillación y en la renuncia de los que lavan los pies a sus hermanos, se encuentra la existencia del amor y de la vida, que los unifica con el Universo y así, todo es renovado, como Yo lo renové en la Cruz por ustedes y por el mundo. 

Así quiero que lo hagan siempre y que lo vivan todo el tiempo que puedan.

Porque quien se lava los pies, lava su pasado, cicatriza sus heridas y reenciende su alma en la Luz de Dios, expulsando lo impuro, exorcizando todo lo que no es de la Luz, bajo la Energía Crística de Jesús.

Canción: Por las Llagas de Jesús...

A través de Mi Sagrado y Glorificado Corazón, compañeros, Yo les entrego Mi Bondad y Mi Gracia y los hago participar de Mi Espíritu, en esta Comunión perfecta con Mi Padre Eterno. 

Así, Yo los bendigo, los renuevo, los curo y los elevo cerca de Mi Corazón, para que estén entre Mis Brazos y sigan sintiendo la confianza que, desde el principio, todo estuvo bien.

En el nombre de la Luz, les agradezco y los bendigo bajo la señal luminosa de la Cruz Redentora de Vuestro Rey. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Ahora, puedo irme en paz de este lugar, porque sé que Me han escuchado en este momento y en otros tiempos, ¡Mis amados apóstoles en redención!

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Veneren y adoren al Señor Crucificado.

 

Por los martirios soportados,
por los dolores transmutados,
por la victoriosa Misericordia alcanzada,
Cristo Redentor, libéranos de las amarras.
Amén.

(x 3 veces)

 

Hoy vine aquí, mostrando Mi Costado para el mundo, desde donde brotó lo más insondable para todos y desde donde sigue brotando para toda la humanidad, hasta los últimos días de la Tierra.

Vean al Señor en recogimiento, preparando su momento para poder resucitar en más corazones que están muertos y que no me viven.

Vean al Señor junto a Sus Coros, penetrando los abismos de la Tierra a través del recuerdo de Su Crucifixión, para la salvación de la humanidad y la liberación de todos sus pecados.

Vean, a los pies del Sepulcro, a los Ángeles Custodios en adoración, para que pronto retorne el Hijo de Dios hacia la humanidad.

Los invito a todos a venerar Mi Cruz como una victoria, como la realización  de la Obra del Altísimo en aquellos que saben distinguir los prodigios del Mesías, de su Señor.

A Mi derecha, el Arcángel Metatrón, disipando hoy los abismos del mundo y a las tinieblas que abrazan a los corazones dormidos.

Su Fuego violeta todo renueva.

Su Luz ilumina lo que está oscuro, en unión al Hijo Predilecto, su Señor Jesucristo.

Dejen, compañeros, que esa llama se vierta en sus consciencias y almas.

Llamo a los que se han consagrado a Metatrón para esta tarea planetaria de liberación.

Vean los Aspectos de Dios manifestados en Resplandecencia y Luz sobre el mundo.

En esta hora de crueldad humana y de profunda indiferencia, retiren de sus corazones cualquier desunión con ustedes mismos, o con sus semejantes.

Dejen que este Fuego de Metatrón descienda en sus espíritus para que los purifique y los eleve a Mi Reino.

Vean la lanza ardiente de Metatrón en Su sagrada mano, que decreta los poderes del Cielo y los unifica con todas las almas.

Vean ese Fuego Solar y violeta que desciende sobre el mundo, en esta hora de conflicto y de falta de Paz.

Vean los prodigios que el Santo Padre Metatrón realizó a través de Mi Cruz contra los demonios del mundo y las bestias infernales que sucumben a los corazones perdidos.

Él es el transformador de la materia corrupta.

Él es el fuego que sublima las fricciones entre los corazones.

Él es el Unificador del pensamiento entre  las consciencias y el Patriarca de los elegidos.

Él es el portador del mensaje universal de la Llama Trina, el fuego incandescente del fuego liberador de todas las formas.

Hoy vean a Mi Cruz como una gran victoria y no como un fracaso, como muchos lo creen en la inmensidad de su ignorancia.

Vean al Hijo de Dios en el Sepulcro siendo exaltado, restaurado y transfigurado por los ángeles de la Luz y las legiones de los Padres Creadores que vivieron este Misterio junto Conmigo durante Mi Muerte y aun, cuando descendí a los infiernos para desterrar a los ambiciosos, a los perseguidores e infieles a la Ley.

¡A cuántos Yo retiré del abismo durante Mis días de sepultura!

Mientras Mi Padre Me tenía en brazos y mientras las mujeres santas oraban  en adoración a las afueras del Sepulcro, no dejé de trabajar por el mundo ni un solo minuto, esperando Mi Resurrección en el silencio.

Repitamos:

Arcángel Metatrón,
Patriarca y Portavoz del Fuego Divino,
trasciende la materia en liberación.
Amén.
(x 3 veces)


Fray Elías del Sagrado Corazón:
Jesús dice ahora  que tenemos que hacerlo con un poco más de fe interior.
 

Arcángel Metatrón... (x 6 veces)

Y así, compañeros, podrán liberar los malos espíritus que corroen a las almas y a los corazones dormidos que aún no aceptan a Dios en el verdadero testimonio de la resurrección de Su Hijo y de Su segundo retorno al mundo, en el momento más crucial de la humanidad.

Cuando sientan falta de fe imploren y decreten, por esa oración, al Arcángel Metatrón, el Padre que transforma a través de Su Fuego Divino y que eleva a las almas por medio de la liberación.

Así podrán ver, queridos compañeros, cómo la Obra de los Padres Creadores es única y Omnisciente, cómo todas esas sublimes Consciencias intercedieron durante Mi Pasión por la salvación de los pecadores y de todos los mortales.

¿Cuál fue el gran misterio que reveló el Sepulcro durante los tres días en un profundo silencio? Fue la liberación que el Amado Hijo de Dios, Jesucristo, junto a Metatrón y Miguel realizaron de todos los infiernos de la Tierra por un ciclo de dos mil años.

Y aunque el mal aún esté presente en los corazones y en la superficie del planeta, deben creer, compañeros, que su cautiverio terminará y que su libertad estará  cerca, para el próximo mundo.

No esperen ver resultados con prontitud, pero sí, sacrifiquen sus vidas para que la Nueva Tierra pueda nacer en la victoria y el triunfo de Mi Sagrado Corazón.

¡Cuántos ángeles del Cielo hoy visitan sus moradas y las moradas de sus hermanos que hoy no están aquí, pero sí presentes en Mi Corazón Sacratísimo!

Tomen su cruz con coraje y valentía, y trabajen todos los días por su redención, así como Yo se los he enseñado amorosamente por medio de la paz, la compasión y la misericordia.

No sean más indiferentes con sus semejantes.

Quiebren y rasguen sus estructuras para que el verdadero espíritu del Cristo interior pueda nacer cuando Yo ya no esté más aquí, entre ustedes, dirigiendo Mis Palabras para el mundo.

Sean consecuentes con el Universo, y vivan su cruz como una perfecta alegría de poder servir a Dios hasta el fin de sus días.

Al menos, compañeros, háganlo por Mí y no me fallen.

Esta Obra, que hoy reúno en ustedes y entre ustedes, fue escogida por Mí con mucho amor después de Mi Pasión, de Mi Resurrección, de Mi Aparición a través de los tiempos y de la revelación de Mis íconos Sagrados de la Faz de Mi Misericordia y de Mi Gloria hasta los tiempos de hoy.

En este presente, la Obra continúa en unión a su Santísima Madre María.

Si ustedes compañeros, no apoyan este Plan, ¿quién lo cumplirá?

Nosotros venimos del Cielo con Metatrón para traerles la Gracia y la Piedad.

Ustedes, remanguen sus vestimentas y trabajen en los caminos que Yo construyo para que la Obra se cumpla, así como está previsto en el Corazón de Dios.

Si la Obra no se cumple en cada parte del mundo que nosotros amorosamente visitamos, ¿cómo se salvará la otra parte de la humanidad y despertará?

Podría enviar millones de ángeles para el despertar de los corazones sin su ayuda, pero, ¿cómo, compañeros, serán Cristos en colaboración al Plan de Mi Padre? 

No se olviden de todo lo que están recibiendo.

Deberán dar testimonio y juicio en el último día de la Tierra, y así sabrán que Yo he dicho la verdad y que aún separaré la paja del trigo.

Manténganse firmes, en oración y vigilia Conmigo, porque al fin verán su gloria en el Paraíso.

Incienso...

Padre Nuestro en arameo.

Y ahora purifiqué sus faltas para que, renovados por Mi Espíritu, carguen con la cruz de la redención y de la paz, que traerá la oportunidad para muchos corazones de la Tierra en la constitución que Yo hago y en la efusión que Yo construyo a través de esta Orden, con Mi Espíritu Sagrado.

En Presencia Amadísima del Arcángel Metatrón, entonemos Su nombre sagrado, para que Sus legiones auxilien y acudan a los corazones más necesitados, en esta hora de la Pasión del Señor en lo alto del calvario espiritual de todo el planeta.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de nuestro Señor Jesucristo nos ponemos de pie.

Quien tenga  cruz, de los peregrinos presentes, el Señor pide que coloque esa cruz sobre el pecho para que Él la pueda bendecir también, en la Presencia de Metatrón, mientras cantamos e invocamos Su nombre.

Vamos a cantar Kodoish melódico y cuando el Señor diga, Nuestro Señor, comenzaremos a cantar.

Kodoish...

Metatrón...

Kodoish...

Que este recuerdo nunca se borre de sus vidas, y deben saber que cuentan con una intercesión divina que viene en auxilio de la humanidad en esta época, al igual que los demás Padres Creadores.

Que la confirmación de su cruz sea la entrega absoluta al Creador para esta sagrada tarea.

En nombre de los Cielos, den la paz para el mundo, Yo los bendigo a ustedes, a sus hermanos, familiares, necesitados y a todos los objetos sagrados que representan la presencia de la fe en los corazones.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

Jerarquía Divina de Ángeles y Arcángeles... (x 3 veces)

 

Este es el aceite de la simplicidad para los que viven la consagración monástica a Mi Corazón.

Hoy a todos señalaré con una cruz para que el Padre, en Su Misericordia, a pesar de lo que suceda en el fin de los tiempos, los recuerde y los ayude.

 

Canción: "Cristo del Calvario".

¡Gracias Señor por cuánto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Canción: "Escúchame, Redentor"

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, DURANTE LA 30.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

¿A qué le temen? Cuando Yo estoy presente la Luz reina y la oscuridad se disipa de los espacios más profundos de todos los seres. 

¿Por qué temen? ¿Acaso el Poder que Dios Me ha dado no es más fuerte que mil ejércitos?

El Poder que viene de Dios es invencible pero no puede ser tentado por nadie.

El ángel caído aún no ha salido de su abismo porque todavía falta que Yo retorne para entregarles Mi Victoria y Mi Paz. 

Yo los llevo a todos por un largo desierto y algunos temen morir en el camino por tanta sed.

Yo Soy ese gran Espejo de Agua, Soy ese Oasis que está en la mitad de sus caminos para salvarlos y darles de beber de la última Agua de Vida que todo salva, que todo redime y que todo sana.

Aún están a las puertas de ese gran desierto que Yo los invito a cruzar a través de las experiencias y de las pruebas. ¿Acaso no confían que Yo pueda estar allí para ayudarlos?

Hoy estén postrados como Yo una vez lo hice en el Getsemaní.

La soledad forma parte de la prueba de todos los iniciados. Si Yo, que Soy vuestra Vida, lo padecí, ustedes también, pero no en el mismo grado como Yo lo sufrí por ustedes y por todo el mundo, hasta los tiempos de hoy. 

No hay hacia donde puedan escapar, compañeros. El Armagedón es la puerta de entrada al Apocalipsis, que muchos creen que aún no ha llegado pero que se desenvuelve de una forma arrasadora en esta humanidad. 

Yo Soy ese Sagrado Corazón que los consuela, que los conmueve, que los une con el Padre Celestial.

Las espinas de Mi Corazón son la muestra de la gravedad del mundo y de todos sus moradores.

El yugo es fuerte en estos tiempos pero no hay qué temer, trabajen por Mi Padre y junto a Mí, para servirme en el nombre del Amor, del Amor Infinito. 

Hoy se desata en el mundo la gran y primera batalla espiritual, que no está en la visión,  ni al alcance de todos.

Por eso he venido en esta noche para confortarlos, para darles a beber de Mi Agua, que no los hará morir sino renacer en espíritu, en unión Conmigo. 

Son tiempos difíciles y se volverán cada vez más difíciles, pero necesito que se aferren a Mi Corazón para que puedan estar en el Corazón de Mi Padre.

También sufro por tantas crueldades, por tantos desánimos, por tantos pecados; pero Yo morí por ustedes en la Cruz y Me fue concedida la Misericordia de Dios.

El mismo Dios se hizo clavar en la Cruz por ustedes para que no se perdieran. Pero esta experiencia parece no ser suficiente para esta humanidad de hoy, que en la consciencia profunda cree que el Maestro fracasó.

La victoria está en la fuerza del Amor verdadero e invencible que proviene de la Fuente de Mi Padre y que regenera todas las cosas, las cosas más perdidas. 

Si sus caminos alguna vez se desvían de los Míos, sepan que pueden retornar.

¡Cuánto amor tengo para dar a las almas y pocos lo aprovechan!

¡Cuánto tiempo tengo Mis Brazos abiertos y extendidos hacia ustedes para acogerlos y pocos Me abrazan!

¡Cuánta paz puedo entregarles y pocos la buscan!

Les di los Sacramentos, las señales de la salvación para que pudieran vivirlos una y otra vez; porque el cuerpo puede morir pero el alma vive en la eternidad.

Es a sus almas que no deben fallar, es a sus espíritus que no deben lastimar por sus acciones, por sus dudas, por su poca fe.

Yo sé que muchos no se animan a cruzar este desierto tan extenso y duro.

Quien confía en Mi Misericordia se salvará y no estará perdido. 

Hoy vengo como el Jesús de la Divina Justicia para el mundo.

Mis Manos siguen llagadas por las faltas del mundo, por la soberbia, por la arrogancia, por la falta de penitencia. Pero Yo les doy la fuerza para reconstruirlos, para sanarlos, para renovarlos una y otra vez. 

Estoy a las puertas de ese desierto para acompañarlos, pues muchas almas no sabrán cómo caminarlo porque no tienen la guía interior. Pero Yo Soy ese sendero que los llevará al Padre, a la casa del Padre Celestial en donde no existe el miedo, no existe la oscuridad, solo reina el Amor. 

Me ofrecí al mundo para que llegaran a Mi Padre, para que ascendieran hacia lo más alto. Muchas veces sus cuerpos no lo quieren, pero no se amedrenten, todavía el universo es dual y la experiencia es viva para todos.

Pero si existe el amor entre los Míos, nada pasará, porque donde está el amor verdadero y no orgulloso Yo estoy presente. Tal vez no Me podrán ver ni sentir en los momentos más cruciales, pero cuando la batalla esté en pleno auge, Yo estaré presente para apoyarlos. 

Viví por ustedes la primera guerra de la Redención a través de la Pasión y de la Cruz. Yo les enseñé cómo hacerlo en el silencio, en la entrega y en la confianza en Dios, pero muchos no quieren hacerlo porque temen fracasar.

La no resistencia será su cordial hermana, la que los fortalecerá para vivir las pruebas, así como están escritas. Si no se purifican no pueden llegar al Reino de Dios. 

Adán y Eva salieron de este proyecto durante el Génesis y desde ese momento, el pecado original se cultivó en el corazón de los hombres y de las mujeres de la Tierra.

Llegaron los Patriarcas para enderezar los caminos de la humanidad.

Llegaron los Profetas para anunciar la salvación del mundo a través de Cristo.

Llegó María, vuestra Madre, para acompañarlos en el amor y en la fe; si esa mujer tan simple decidió vivir los poderes del Cielo, abrazándolos con fervor y devoción, aceptando la Voluntad del Padre, ¿por qué ustedes no lo hacen? 

Todo lo que se muestra en sus caminos es parte de una experiencia.

La santidad es la meta de los nuevos cristos, de los nuevos corderos que irán a diferentes mataderos; pero nadie irá al matadero así como Yo fui, por cada una de las esencias a las  que les faltaba la paz y la reconciliación.

Mi Sangre fue vertida sobre el mundo y pocos la adoraron; es la Sangre de Dios hecha carne que se entregó por la Redención.

La luz de los misterios es para todos sin excepción; los misterios de la Sangre vertida, los misterios de la Cruz, de la Pasión, de la Agonía y de la Resurrección, fueron y son para que el mundo pudiera dar sus pasos hacia el Señor. 

Mientras les hablo contemplo el mundo que agoniza y otros festejan su propia realización. ¿Qué es más valioso: Que una humanidad se salve, o que una nación se desarrolle por sus pobres poderes? Las armas fueron creadas para instigar a los corazones, para crear el miedo y la persecución.

Si están unidos a Mí podrán morir, pero sus espíritus siempre resucitarán. La victoria se encuentra en el Amor, en la Unidad que es encomendada por Mi Padre a todo el Universo. 

Mientras les hablo camino en el desierto junto a ustedes, así como lo hice con los doce para mostrarles dónde se encontraba la verdad.

Que sus corazones se pacifiquen, se calmen, que sean mansos y amorosos. Sus semejantes podrán fallar, pero su amor no podrá desaparecer.

¿Cómo estaré Yo presente en ustedes si no está la Fuerza del Amor que todo lo mueve y que todo lo recrea para que las almas crezcan en el Amor de Dios? 

Hoy consuelo a los que han caído, los que no consiguen levantarse del suelo por sus propias experiencias. 

Hoy los bautizo así como Juan Me bautizó en el Jordán y les confío la alegría de vivir esta experiencia que muchos no comprenden porque es desconocida.

No pierdan la esperanza, que su fe no sucumba, pues hoy el Rey de Dios, el Hijo del Hombre, el Siervo del Altísimo pisa con Sus Pies lo que causa el dolor y la amargura en los corazones, liberándolos de los pecados, de las tentaciones, de los desvíos.

Les entrego Mi Fe que es lo que puedo legarles. No dejen de buscarme, pues muchos corazones Me necesitan a través de Mis verdaderos discípulos. 

Hoy traigo la serenidad y la calma, pues las batallas no terminarán, y cada vez muchas más almas deberán sumarse para que ese Ejército de Luz nunca decaiga.

Vuestra Madre corre al desierto para refugiarse, así como lo dijo Juan; ustedes también deberán hacerlo antes de que llegue el mal tiempo. Muchos se sorprenderán por no haberse preparado. 

Los Sacramentos serán las llaves para entrar en ese refugio, así como la oración y la vigilia.

No deben perseguirse, no deben amedrentarse, sino estar al servicio de lo que Dios necesita para la humanidad. Pues en este Libro que hoy llevo entre Mis Manos, son pocos lo que se han comprometido, aunque podrían ser muchos más, si todos caminaran en la fe. 

Yo los amo, los bendigo y los bautizo en la indulgencia concedida por Mi Divina Misericordia. 

Adoren al Señor, adoren a Adonai. 

Padre, que confiaste a Tu Hijo el misterio del sacrificio por el mundo, ayúdalos Señor para que se vuelvan a erguir en Tu Nombre Santo.

Así como enviaste al Huerto Getsemaní a  centenas de ángeles para que Me auxiliaran, así Señor levántalos del suelo cuando caigan.

La carne es débil pero el alma es fuerte, creada a Tu semejanza, creada en el nombre de Tu Amor.

Adonai, nutre los espíritus, eleva a las almas a Tu Reino, a Tu Vida, a Tu Corazón. Disuelve el dolor del mundo, reconstruye Tu Proyecto por aquellos que te escuchan a través de Tu Hijo. Amén. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. 

Cristo Jesús Glorificado

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 24.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Mi propósito, en esta tarde, es buscar el triunfo de vuestro corazón, para que el Propósito de Dios se cumpla en vuestras vidas y en el planeta.

Por eso, Yo he sido consecuente con ustedes hasta los últimos tiempos y vengo a buscar aquello que Me pueden dar de verdad, todo aquello que se pueda donar al universo con amor y con humildad.

Pero hoy dejo, para todos, un camino abierto. Mi Padre les dio, desde el principio, la libertad de elegir y eso es respetado por toda la Creación.

Mi Corazón busca transformar corazones. Despertar nuevos apóstoles al camino del fin de los tiempos.

Pero de toda esa inmensidad de almas que existe sobre la Tierra, solamente una pequeña cantidad llegará a la meta. Pero para que eso suceda, compañeros, muchas otras almas deberán ayudar. Así, Mi Plan se va cumpliendo en todos los corazones y voy entregando a cada uno lo que necesita de verdad.

A muchos de ustedes les di muchas cosas que no merecían, pues el océano de Mi infinita Misericordia lo permitió. Y hoy estoy delante de ustedes como el Sagrado Corazón de Jesús, para que recuerden que en Mi Corazón se encuentra la verdadera Custodia Universal, el gran farol para este mundo, que ilumina la oscuridad y las tinieblas y que rescata a los corazones que están caídos. 

Por eso necesito de discípulos y de principiantes, para que Mi Propósito, el Propósito de Adonai, se pueda cumplir. Y estos discípulos Míos, a los cuales Yo convoco, deben pasar por muchas pruebas y experiencias hasta alcanzar el verdadero espíritu de la trascendencia.

Pero sé que a muchos de ustedes les cuesta vivir ese espíritu. Es algo que la humanidad no sabe y tampoco lo vive de verdad. A través de la experiencia de la fe, Yo vengo a encender ese espíritu, para que vuestras vidas sean el ejemplo y la escuela para otras almas. Hay muchos rebaños, en este ciclo, que están perdidos y otros que ya no Me quieren escuchar; pero otros no quieren ingresar en el Tabernáculo de Mi Corazón.

¿Y qué podré hacer delante de esas cosas? ¿Se lo han preguntado?

Pero Yo no vengo a entregarles la severidad, sino el Amor que todo transforma, que es el gran fuego de este universo, que alcanzó la Resurrección en el Hijo de Dios, a través de la Pasión y de la Muerte en la Cruz.

Dios les dio una cruz para cargar, midiendo el grado de vuestras deudas. Esa cruz es más pesada o más liviana. Pero Yo les enseño cómo saber cargarla. Muchas veces Me coloqué cerca de ustedes para ayudarlos. Y aunque no lo hayan percibido, compañeros, Mi Misericordia los levantó del suelo, una y otra vez, para caminar a través de la fuerza del corazón hacia el Propósito. No pueden perder esa visión, de ver el Plan Creador en toda consciencia.

Por eso, Yo vengo aquí otra vez, a este Centro Sagrado, para recordarles que pueden caminar libres y experimentar en esta humanidad, aunque no es Mi Propósito. Yo les muestro el camino interno, y dentro de vuestros internos caminos, se encuentran las dificultades a trascender.

Ayer Yo vine con el Padre y el Espíritu Santo. Hoy vengo con la Custodia de Mi Corazón, para que sepan hacia dónde mirar en los tiempos de tribulación. 

Pero la humanidad no cree que el mundo se purificará. No hay otro camino a seguir. Para ingresar en Mi Reino, deben estar limpios y puros, y ninguna pequeña mancha debe quedar en vuestras almas para poder entrar en el Reino de Dios.

Por eso vengo a destituir vuestra soberbia, para que reine el amor y la verdad. Y ese amor y esa verdad, que aún no conocen profundamente, son el espíritu que les permitirá vivir la fraternidad y la hermandad, y salir de este mundo superficial que se envuelve en las cosas terrenas.

Yo les traigo el Espíritu de otra dimensión, de la dimensión espiritual y divina. Estas luces sagradas participan en vuestras vidas. Preciosos códigos son derramados una y otra vez sobre la humanidad, en la sagrada esperanza de que alguien despierte a la esencia del amor, del amor que los curará y los liberará de ustedes mismos.

Les di los Sacramentos para que pudieran vivirme. Los Sacramentos van más allá de un acto material o más allá de un plano espiritual. Una de Mis Faces desciende para transformarlos a través de los Sacramentos: la Faz de Mi Glorificación que permite transformar vuestras cosas putrefactas para que, expurgando el mal de vuestros corazones, nazca la Fuente de la Divina Pureza, que es la que Yo les traigo a través de Mi Presencia Sacerdotal.

Muchas veces les di a beber de esa Fuente a pesar de vuestros pecados y deudas, pues necesito que una parte de esta humanidad se consagre a Dios; se libere de sí misma y de cualquier idea, de cualquier propósito propio que intente desviar Mis proyectos.

Pues quien está Conmigo, está Conmigo. Pero quien cambia Mis planes está en contra de Mí, en contra de la Ley. Y la Ley es justa y sabia para cualquier corazón de la Tierra o estrella de este universo. Todos somos regidos por la misma Ley y nadie se escapa de ella, pues si ahora viven lo que están viviendo, está dentro de la Ley de Adonai, de Su Divino Pensamiento y de la esencia de Su Amor, de Su Amor espiritual.

Aprendan y crezcan. Ya no se resistan. Les espera un universo mayor para que encuentren la paz y se liberen de la arrogancia, pues Mis caminos son cristalinos y Mis huellas marcan los pasos de la humildad. Todos ustedes son invitados a seguir Mis pasos. Yo acepto todas las ofertas, en los grados de amor que Me puedan expresar. 

Pero para algunos, Yo tengo decisiones firmes y determinantes, que son parte de la Voluntad de Adonai. Y cuando esto no sucede, compañeros, es como estar despreciando Mi Amor misericordioso, así como muchos desprecian Mi Presencia en este mundo por no conocer el verdadero Amor, que proviene del universo.

Vuestro proyecto es un proyecto de amor. No es un proyecto propio para nadie. En este proyecto humano de Dios existe un principio y un fin, y el fin fue desviado por la acción de la humanidad, desde el Génesis y a través de los tiempos.

Yo vine al mundo para corregir ese error. Les entregué Mi Palabra. Les doné Mi Amor y les entregué Mi vida, derramando Mi Sangre y Mi Agua por todos ustedes. ¿Habrá valido la pena? ¿Se lo han preguntado?

Vean cuán importante fue ese evento en el pasado que ha permitido, compañeros, que el Espíritu de Mi Divinidad los visite en estos tiempos para que puedan despertar a la consciencia del Amor de Dios.

Para entrar en Mi barca solo existe una forma de remar. No existen dos formas de remar. Pero alguno de ustedes así Me lo ha mostrado.

Yo los invito a seguirme en confianza. Los llevaré a buen puerto. Y aunque ahora y en estos tiempos, muchos no Me puedan seguir, así como estaba previsto, nunca los dejaré de amar.

Mi entendimiento supera todas estas pruebas y reverencia a los corazones heridos, colmando de paz a los que lloran por ver los males de mundo. Yo los confortaré. El sufrimiento es parte de una purificación. Hay muchos que no se animan a vivirlo así como Yo lo pasé, porque no aman el sacrificio. Aman su propiedad dentro de Mi proyecto. Y eso debe ser corregido, pues Yo los invito a ser discípulos y no gobernantes.

Yo Soy vuestro Rey, el Padre de todas las esencias del mundo. Yo Soy vuestro Gobernante sideral y ustedes son Mis discípulos, así como siempre lo fueron los doce, esa Ley siempre se cumplirá.

Yo no les pido que gobiernen a través de Mis planes. Yo les pido que amen a través de Mi Corazón. Así estará todo consumado.

Escucharemos "Pater Noster".

Por el poder de la Sangre que se derrama constantemente de Mi Corazón y del Agua que santifica y justifica a las almas, bendigo a todos estos elementos que se volverán sagrados ante los Ojos de Dios y que serán la oferta sacramental de las almas delante de los Tronos de Dios para que triunfe Su Plan sobre la Tierra.

¡Aleluya, aleluya, aleluya!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Los espero ver maduros y viviendo vuestros caminos, maduros de corazón.

Vayan en paz.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 3, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Después de haber seguido las huellas de Mi Pasión carguen vuestra cruz con valentía y sin demora, pues en el próximo tiempo Yo los espero para que formen parte de Mi Gloria, después de haberse transformado.

No teman por lo que vendrá, mas trabajen para que nada pueda suceder.

Estoy llamando a los últimos que formarán las últimas filas para que los que están adelante de ustedes puedan seguirme.

El Universo les muestra un misterio que es amado por pocos.

Ahora que saben todo, síganme, pues hay mucho por hacer. Y esto no son solo palabras, es el Verbo de Dios pronunciado a través de Mi boca, a través del Hijo de Dios que los convoca.

La Cruz es conocida por pocos, pero su misterio es inmenso; es un mar de Misericordia para aquellos que quieran sumergirse en él. Solo basta dar un primer paso y confiar en lo que Yo les entrego, pues vuestra purificación debe ser inmediata.

No hay más tiempo que esperar. El Universo los llama para la Gran Tarea, que no es solo en este mundo sino en todo este vasto Universo que espera silenciosamente por vuestra definición.

Cuando eso suceda compañeros, todo estará cumplido y las puertas se abrirán de un lado para el otro, de occidente a oriente, de norte a sur y todos así lo podrán ver cuando estén atentos y vigilantes Conmigo.

Mientras cantan para vivir los méritos de Mi Pasión recibiré en esta tarde de Misericordia vuestras intenciones y, principalmente, las de todas Mis hijas, Mis hijas consagradas a Mi Corazón eterno.

Cantemos "Vigilad unidos a Mí, siempre orando".

Mientras cantan a Mi Corazón, entréguenme aquello que ya le llegó la hora de vivir su propio destierro, para que nazca la Luz de Dios.

Canción: "Vigilad unidos a Mí, siempre orando".

Mientras el mundo arde en llamas por sus propias decisiones, la Gloria de Dios viene a vuestro auxilio para rescatarlos. Dichosos de aquellos que creen en Mi Buena Nueva, porque así no desistirán.

Hijas Mías, arrodíllense delante de vuestro Maestro y así como el primer día de vuestra consagración, Me honrarán.

Canción: "Devocionario a la Divina Misericordia".

Quien Me sigue no se arrepiente.

Quien Me sigue se dona por entero.

Quien Me sigue se alimenta de Mi Espíritu.

Quien Me sigue se transforma, así como el árbol, el que pierde sus hojas, da nuevos frutos y después revive todo el tiempo.

Quien Me sigue no se pierde, mas encuentra el camino que perdió.

Quien Me sigue, es Mi testigo y es quien Me espera para poder recibirme.

Quien Me sigue, no se detiene, anda rápido para alcanzar los Pies del Maestro.

Quien Me sigue todo lo recibe y no se pierde nada. Las Gracias son su suprema fortaleza.

Quien Me sigue escucha el Llamado y lo cumple como una premisa.

Quien Me sigue aguarda por el advenimiento de lo nuevo.

Quien Me sigue representa a un apóstol de los tiempos.

Quien Me sigue es porque confía y tiene absoluta seguridad de saber lo que está haciendo.

Quien Me sigue escucha en su interior las señales del Advenimiento.

Quien Me sigue está atento al cambio de los tiempos y socorre ante cualquier necesidad.

Quien Me sigue espera con paciencia el día de su redención, pero nunca se detiene pues vive la transformación infinita.

Quien Me sigue, es porque ya Me dijo que sí.

Cristo Jesús Glorificado.

Tráiganme el incienso para bendecirlo pues deben esperar hasta el día domingo, por la Resurrección del Rey en el corazón de los que estaban muertos.

 Los aguardo.

 Recemos. Esto es lo que es necesario para estos tiempos.

Agua, Sangre, Vida y Redención,
que brotaron del bendito Corazón herido de Jesús,
ten piedad, misericordia y compasión por todos nosotros.
Amén.
( se repite tres veces)

Vayan ahora, hacia el momento del nacimiento de Jesús y recuerden lo que allí sucedió. Recuerden lo que allí sucedió con los reyes de Persia, del Oriente y del más lejano Oriente, qué fue lo que ellos le ofertaron al Rey y qué es lo que hoy Yo les pido que Me oferten.

La representación de la vida de la naturaleza en el incienso es la oferta más sublime de la creación de la vida material.

Inciensen vuestros seres para que reciban la Gracia de la Misericordia y recuerden lo que él representa a través de los tiempos, que es la liberación de la impureza humana, aquello que corroe a las almas y las separa de Dios por absoluta ignorancia.

Hoy les ofrezco esta consagración para que vean en estas señales la presencia de Mi Espíritu que los exorciza.

Ante la potestad del Padre Celestial y en glorificación al Hijo de Dios, en esta hora en que Él vive Su muerte y derrama Su Misericordia sobre el mundo, elevemos hacia los altares celestiales, junto a los ángeles creadores, la oferta del incienso como redención y la puerta para vivir la rehabilitación.

Canción: “Pater Noster”.

Vivan Mi encuentro como algo único.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Vayan en paz y en honra al Creador.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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