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Soy el Cáliz Virginal
Yo soy el Sagrado Cáliz Virginal que guarda dentro de sí los códigos redentores y divinos del Preciosísimo Hijo.
Soy el Cáliz que derrama todas las Gracias en las almas que se abren para recibir en su interior los Misterios de Dios.
Soy el Cáliz que guarda dentro de sí la esencia de la Divina Vida de Cristo.
Soy ese Sagrado Cáliz que atrae con su Inmaculado Espíritu todas las Leyes de la Misericordia de Dios, para que las almas encuentren su liberación y su paz en estos tiempos.
Soy el Sagrado Cáliz que transporta en el Universo los principios de la nueva vida y de la redención.
Soy quien trae en su Cáliz Virginal el Amor Purísimo de Dios para que las almas lo reconozcan por medio de Mi presencia en el mundo.
Soy el Sagrado Cáliz de la humildad que viaja por las naciones llevando a todos los espíritus la preciosísima experiencia de Cristo en la Tierra.
Les doy de beber a cuantos claman por piedad, y vierto en las almas los dones de la rehabilitación.
Desde el principio de todo soy ese Sagrado Cáliz que gesta la vida espiritual e inmaterial.
A través de Mi vientre puro creo el espíritu redentor en cada corazón que se abre todos los días para conocer Mi amor maternal.
Soy el Sagrado Cáliz del Arca de la Santa Alianza.
Soy el instrumento que reviste al Precioso Hijo con toda gloria, amor y divinidad.
Soy el Cáliz que protege y guarda los preciosos códigos alcanzados por Cristo, y soy el Cáliz que los derrama sobre la consciencia planetaria.
En ese Sagrado Cáliz se guardan las más importantes memorias de la redención vivida por la humanidad.
Soy el Cáliz Divino que por medio de la Sangre Divina de Cristo refracta el Espejo sutil de la Redención para el mundo, con el fin de que las almas despierten a su momento de redención.
Soy el Sagrado Cáliz que gesta en la consciencia la rehabilitación, abriendo las puertas a la Compasión del Padre.
Soy ese sagrado instrumento de Dios que día a día vierte las Gracias del Universo en todos los corazones de la Tierra.
Soy ese Sagrado Cáliz que guarda la esencia del perdón para las criaturas que necesitan vivir la paz interior.
Hoy su Madre Celeste se presenta como el Sagrado Cáliz Virginal, para que las almas beban de la Fuente de Mis Gracias con el fin de aliviar los corazones y de hacer resucitar la vida espiritual de las consciencias.
Es así, queridos hijos, que la Madre del Todopoderoso hoy los acompañará desde el Centro Mariano de Figueira, para que las almas sientan que soy Omnipresente y Omnisciente en todo el planeta, que solo busco la unidad entre los pueblos y las naciones para que triunfe el amor, y el mal sea vencido por la paz.
Queridos hijos, en este día de la Virgen de Guadalupe, su Madre bendice a todo México y a todo su pueblo, con la misión de que los corazones sinceros abracen la Gracia que hoy recibirán.
El Santuario de Guadalupe hoy se reviste por la presencia del Cielo, y deja en la esencia de cada alma la vivencia de la comunión divina con Cristo, su Señor.
Que hoy se refleje en los rostros la sonrisa humilde de la Madre de Dios y de la siempre Virgen María, Madre de Guadalupe y Señora de los pueblos.
Que hoy todas las naciones de América se sientan unidas bajo la luz de la sierva y esclava de Dios.
Que la paz se establezca en cada corazón humano ahora y siempre. Amén
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica y los consagra,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La caridad lleva a la pronta santidad, porque en el servicio se abren las puertas para ayudar y colaborar con los más necesitados, como también con los Reinos.
Hijos, en este tiempo todo lo que hagan debe ser en el nombre de la caridad, para que así la consciencia humana no pierda el impulso de donarse a los demás sin condiciones.
Es la caridad la que permite establecer la paz entre las naciones y los pueblos, porque la caridad es movida principalmente por la esencia del Amor de Dios.
En cada acto de caridad, como en cada nuevo servicio, se pueden dar los pasos dentro del Plan de Dios y de Su grandiosa obra.
La caridad, como esencia de la vida espiritual de los apóstoles de Cristo, representa la posibilidad de entregarse a través del servicio hacia los demás y de estar constantemente derramando el Amor de Cristo.
En la caridad se establece la pacificación de la consciencia, porque el alma que vive la caridad permanente está atrayendo hacia sí los códigos crísticos de la piedad y de la misericordia.
La caridad es una fuente directa de transformación para todos los corazones, porque ella genera en las almas y en el planeta un efecto altamente positivo para todo lo que aún se debe redimir.
El camino de la caridad los lleva en algún momento a abrazar el divino sacrificio, porque después de una larga caminata a través de la caridad, el alma aprende a renunciar por los otros y por el bien del Plan Divino.
La caridad es un impulso para vivir la redención interior.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los colma,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En los tiempos que llegarán, queridos hijos, los últimos tiempos, la Ley de la purificación será la tónica.
Será el medio por el cual todo se liberará para que las consciencias estén más preparadas para recibir los nuevos códigos de Cristo.
Es por eso, queridos hijos, que no deben temer a esa Ley, porque ella los colocará siempre en el camino correcto para poder encontrar en todo el Amor de Dios.
En este último ciclo, las almas que estén en oración podrán ayudar a otras almas que, aún viviendo la vida del mundo, deberán purificarse intensamente para recibir en esa hora y en ese momento la Gracia de la ayuda que tanto necesitan.
La Ley de la purificación es una ley autónoma, es decir, que como proviene de la Fuente Divina ella actúa de forma más directa, así como ya ha actuado en la humanidad en otros tiempos.
Que sus corazones se abran para conocer esa Ley, porque es la fórmula del fin de los tiempos que expurgará todo lo que los seres humanos vivieron fuera de la ley, trayendo la Gracia de la reinserción en el camino crístico.
La Ley de la purificación traerá a las consciencias la posibilidad de volver a evaluarse, es decir, de recapacitar y, al mismo tiempo, de renovar sus votos ante el Creador.
La Ley de la purificación permitirá que el corazón humano se coloque en la misión y en el propósito personal y grupal que vino a cumplir.
Esta Ley genera la oportunidad de volver a concebir los principios crísticos, de aproximarse nuevamente al camino de la rehabilitación, porque ella no solo purifica, sino que redime de tiempo en tiempo los aspectos ocultos de la consciencia.
La oración permanente permitirá que la Ley de la purificación sea más equilibrada al momento de ingresar en la consciencia.
Recemos por todas las almas que en la ilusión del mundo y sin tener a Dios en primer lugar se purificarán, así como se purificará el planeta para que todo ingrese en un nuevo estado de consciencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Acompaña a la humanidad en su purificación,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La bestia de los últimos tiempos y la Mujer de todos los tiempos
Una señal inminente se precipitará sobre el mundo y revelará claramente a todos que los últimos tiempos han llegado.
Esa señal, que llegará al mundo, abrirá el último y gran abismo; y la bestia furiosa, que estaba presa en sus infiernos, saldrá a la superficie. El mundo no verá una bestia material, pues ella con su astucia ya está conquistando a muchos e inocentes corazones.
Esa señal, que llegará al mundo desde el universo, le revelará a los orantes cuánto la bestia ha reinado en las consciencias principales de este planeta. Su gran ostentación es llevar a los corazones al constante pecado; por eso, la bestia, que está aún en su abismo, se fortalece con los deseos que viven todos los hombres en esta vida material.
A la bestia no le apetecen las almas que son más conscientes, sino que ella siembra con su astucia la indiferencia y la omisión.
Ella no desiste de buscar a los más valientes; sus garras están sobre los grandes gobiernos del mundo, los que en consecuencia someten la dignidad de las almas y su evolución.
Cuando la bestia salga de su abismo, todos los pecados capitales estarán en una gran y decadente exacerbación; como muchos están pensando, todo estará permitido, aun el libertinaje y la superstición.
La bestia se alimenta del fracaso de sus semejantes; pero no sabe que la oración vuelve invisible a las almas y las aparta de sus garras. La bestia desenvuelve su furia a través de los conflictos y todos los que viven en conflicto atraen hacia sí la furia de la propia bestia.
En cambio, el alma que ora construye y se eleva, sabe sustentarse a sí misma y al planeta, y está más libre de la decadencia. Pero la bestia ya sabe que deberá ir en búsqueda de los hijos del Sol.
Por eso en esta hora, la Mujer Vestida de Sol está corriendo al desierto y les está señalando a Sus amados hijos que es hora de trabajar inteligentemente.
La bestia no solo intentará que no nazca ningún Cristo, sino que con su falso poder intentará destruir todo lo que una consciencia de la Luz haya construido internamente. Para estar protegidos de esos embates de la bestia, deberán estar atentos y vigilantes a todos los estímulos externos que les harán perder los verdaderos códigos crísticos.
La bestia, desde su reinado, manipula a las naciones y al mismo tiempo a sus gobernantes. Quien en verdad no está en Dios, no conseguirá escapar de esas filosas garras, porque la bestia se crea y se recrea en los pecados capitales que, en verdad, son las raíces de la maldad y de la perdición de millones de almas en el mundo.
Cada vez que una consciencia abre la puerta de su ser a esas tentaciones, aunque sea esporádicamente, la bestia se satisface con esas energías y dicha consciencia ingresa conscientemente en el reino de la bestia.
La bestia que somete al mundo es generada, de tiempo en tiempo, por los hombres; y los propios hombres reciben de la bestia todo el castigo. Pero una Luz esperanzadora desciende del universo y la Madre de Dios, la Mujer de todos los tiempos, batalla con la bestia de otra forma, para poder disiparla cada vez más de la consciencia del planeta.
La bestia sabe que le queda poco tiempo; pero en ese tiempo que le resta, querrá llevarse a su abismo a la mayor cantidad de estrellas caídas y no caídas. Por eso, los hijos de la bendita Mujer no podrán dormirse, porque ante cualquier movimiento astuto de la bestia, la batalla podría perderse.
Que la inteligencia de los soldados esté en la vigilancia de sus deseos y expectativas, la bestia se revuelca como un cerdo en las cosas superficiales y mediocres.
Para debilitar a la bestia, que la propia humanidad ha creado y que ahora es incontrolable, será necesario amar el Plan de Dios y vivirlo como si fuera lo primero en sus vidas, porque la bestia no conoce el amor interior de las criaturas, no conoce el amor que enseña Cristo; ese amor que la hace débil y la enferma al punto de dejarla inmóvil muchas veces.
Si ese amor siempre fuera lo suficientemente grande y verdadero, la bestia ya no tendría su reinado en Medio Oriente.
Que la escuela del Amor de Cristo motive a las consciencias para que abandonen la ilusión; porque mientras sus consciencias estén en dos caminos, estarán abriendo la puerta para que la bestia entre. Sean inteligentes y que, por su oración, la bestia sea desactivada.
La Mujer de todos los tiempos les vuelve a indicar y a marcar el camino, para que la mayoría de las almas no se desvíe del camino de la Luz.
Pero para vencer a la bestia, la Mujer deberá contar con soldados consagrados física y espiritualmente para que, a nivel universal, ese acto de consagración testimonie y confirme que la bestia será expulsada del planeta.
La propia humanidad deberá generar las condiciones para que todo pueda revertirse. Mientras el deseo desenfrenado y los pecados capitales sigan alimentando a la bestia, el planeta no tendrá paz.
Por eso, con más consciencia e inteligencia que la propia bestia, ayúdenme a vencerla a través del amor y de la unidad que aún no vive la humanidad.
Todos los días, refúgiense en el desierto de la Santa Mujer para estar protegidos, porque la bestia no conoce el vacío de sí, no sabe de qué se trata.
Por eso, sin motivaciones externas, que son las cosas que atraen a la bestia hacia la superficie de este planeta, trabajen en este tiempo para crear condiciones evolutivas opuestas a las condiciones que desde siempre han vivido en esta humanidad.
Que en esta hora, Mis hijos perciban que ya estamos en otro tiempo y que es urgente cambiar de actitud verdaderamente, porque así la máscara de la ilusión y de la ceguera caerá de muchos rostros que aún están dormidos y no consiguen ver la Luz de la Divina Misericordia.
Quisiera ver a Mis soldados bien despiertos y no inertes, porque la bestia se alimenta y se estaciona también en la comodidad y en el mínimo esfuerzo; ella es repelida por el sacrificio.
La bestia le teme a los Nuevos Cristos.
¡Les agradezco por acompañar en consciencia los últimos y esperados tiempos!
Los guía siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El divino diálogo entre María Santísima y el Ángel de Portugal
Ángel de Portugal: Dulce Reina de las Estrellas, Gobernanta Espiritual de todas las almas perdidas y no perdidas, dígnate, Majestad Celestial, elevar a cada uno de Tus hijos a los Brazos del Padre Celestial.
Virgen Santa y Adorable, haz resplandecer con Tu Amor Divino a cada esencia para que finalmente encuentre a Dios, el Supremo Señor.
María Santísima: Cálido Ángel de Portugal, legionario y siervo de San Rafael Arcángel, Te envío a ti y a todos tus benditos ejércitos, para que liberes en honor de San Miguel Arcángel, a todas las consciencias que están encadenadas por Mi adversario.
Disipa con tu paz, Ángel de Portugal, toda ilusión de la consciencia y Te pido, servicial ángel de Dios, que reces por todos Mis hijos, especialmente por aquellos que creen vivir su espiritualidad y no tienen a Dios, por su gran soberbia.
Ángel de la Paz, protege sin descanso a Mi amada Portugal, como también hazle saber interiormente que todo ese pueblo aún debe saldar las faltas cometidas contra Mis pueblos originarios.
Ángel de Portugal: Sí, Señora Mía, Piadosísima Madre que consuelas a los afligidos, que traes esperanza y renovación a los que están hambrientos espiritualmente.
Sí, Madre, esa es Mi humilde respuesta ante Tu precioso pedido de misericordia. Recuerda, Santa Madre Celestial, a los que blasfeman el Corazón de Tu Amado Hijo; implora, Virgen Santa, por cada consciencia de este mundo, para que nadie pierda la Paz del Señor.
María Santísima: Siervo de Mi Padre, que estás al servicio de los Universos Superiores, apreciado Ángel de Portugal, responderé a tus santas peticiones, pediré a Mi Amado Hijo que aplaque la Justicia de Dios y que Su Sagrado Corazón ayude a disolver la indiferencia humana, actitud que hace cometer todos los errores del mundo.
¡Oh Santo Ángel de la Paz!, ayuda a los ángeles de todas las naciones, impulsa al ángel regente de cada nación para que se muestre al mundo. Santo Ángel de Portugal, consciencia que adora el Cuerpo Santo de Mi Hijo en la eucaristía, irradia los códigos de luz que brotan del incansable Corazón de Cristo y haz conocer a cada alma la dulzura del Amor de Mi Hijo.
Hazlo conocer en la perfecta comunión con Su Cuerpo y Su Sangre, hazlo amar en primer lugar en la vida de cada ser, para que así Mis hijos abandonen el abismo de su gran ignorancia.
Ángel de Portugal: Amada Madre y Reina del Júbilo de Cristo, haremos conocer la majestad piadosísima de Tu Hijo, para que los corazones encuentren a Cristo y nunca más se separen de Él.
Enviaré a los ejércitos de San Rafael Arcángel, para que trabajen en la cura de todas las almas y especialmente de los corazones omisos que todavía niegan el poder de Tu Hijo.
¡No llores, Santa Estrella de la Paz!. De Tus lágrimas brota el apelo de una misericordiosa salvación para cada uno de Tus hijos. Déjame, Madre del Sol, secar con mis lienzos de luz cada lágrima de Tu purísimo rostro, para ofrecerlas al Padre Amado como pétalos de flores eternas de Tu Corazón.
María Santísima: Si las almas supieran, amado Ángel de la Paz, lo que siente Mi Corazón bondadoso, no dejarían de estar en Mis brazos, así como lo estuvo Jesús.
No dejaré ni un segundo de tender Mis brazos hacia el mundo y de ofrecer Mis consoladoras manos, como cura y remedio para cualquier dolor.
Me agrada escuchar de tu boca, Santo Ángel de Portugal, la ofrenda de tu consciencia angélica. Así aliviaremos al Padre, viviendo por todos el dolor del mundo. Así los corazones ofendidos podrán encontrar el camino de la esperanza.
Ángel de Portugal: Sabes, Madre Piadosa y Reina de la Paz, que estamos a Tu eterno servicio, pues Tu nombre, que es santo, resuena en nuestros corazones como una melodía de amor y de redención.
Escucharemos Tu llamado y responderemos de inmediato; todos los ángeles de la guarda de Tus hijos te ayudarán para que los hombres y mujeres de la Tierra respondan a la voz de Tus súplicas.
María Santísima: Entonces, Ángel de la Paz, emite desde tu corazón ese don de la Gracia, que la paz no solo abrace a Portugal para que algún día se redima, sino que la Paz de Dios, del Altísimo, llegue a todos los que la necesitan.
Invocaré tu nombre y tú, santo ángel, darás a conocer al mundo la falta de su inocencia. Refúgiate en la oración de todos Mis hijos y así, junto a tus legiones, redimirás a la Tierra, preparándola para el retorno de Cristo.
Ángel de Portugal: Sí, Madre Misericordiosa, cumpliremos con Tus dulcísimas peticiones, que Tu Santo e Inmaculado Corazón sea el refugio para cada ángel. Elevamos junto a Ti, Madre Adorable, todas las súplicas para que esta humanidad ciega despierte de su sueño profundo.
Te agradecemos y te alabamos, Madre Universal.
María Santísima: Es así, Ángel de la Paz, que en este día haré conocer nuestro divino diálogo a todo el mundo, para que las almas se conmuevan y sientan la verdad y el clamor de Mis benditas palabras. Por eso hoy lo revelo a todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al Ángel de Portugal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Espejos de Luz se encienden mientras las almas oran y piden misericordia.
Puertas inciertas abiertas a la decadencia de la humanidad se cierran, y un comando celestial se establece en este día.
Todos los orantes son convocados al despertar y ellos participan de una coyuntura especial, el Universo desciende a la Tierra y los soles internos brillan en la humanidad.
¡Despierten los que aún duermen!¡Trabajen por Dios los que nunca lo hicieron!
Que se eleven las torres de las consciencias como una ofrenda al Todopoderoso.
Que los redimidos estén unidos por el Propósito mayor para que finalmente se cumplan los mil años de paz.
Todo en este momento es reorganizado, todo es trascendido de plano y de vibración, así los mundos sutiles descienden y traen con su presencia a la Gran Hermandad.
Que las corrientes de la inercia y de la indiferencia se rompan, que todo se renueve por el gran despertar.
Los soldados del Plan se posicionan en las filas del Propósito, así todos reciben del Universo su propia señal, la señal de su origen.
Las puertas del Cielo se abren, las consciencias apoyan la transición de la humanidad preparando la última batalla donde el adversario será vencido por el amor y la unidad; eso lo dejará ciego, sordo y mudo y nunca más podrá emitir su maldad.
Para conseguir el triunfo del Amor los espejos se encenderán y esparcirán por los espacios los códigos de la cristiandad; mientras las almas oran, los corazones serán bañados por la poderosa Gracia de la Luz, y la Misericordia se establecerá para que, los que nunca la merecieron, se rehabiliten antes del tiempo final.
¡Les agradezco a todos por acompañarme hoy!
En comando celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deposito Mi Amor sobre ustedes como vino nuevo en odres restaurados por la Luz Infinita de Mi Hijo.
El Amor Misericordioso del Padre es el que permite generar la redención de sus vidas y la renovación constante de sus espíritus.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
Es a través del Amor sacratísimo del Padre que las almas buenas se animan a dar el paso a la conversión y así traspasan todos los umbrales de la consciencia para poder estar en Mi Hijo.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
Mediante la paz en los corazones se construyen buenas fortalezas y ellos se sienten plenos al estar en el Señor.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
Dejo en cada corazón la chispa de la verdad y de la unidad, para que en algún momento los corazones puedan reconocer que todo en la vida tiene un sentido dentro de los planes de Dios.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
De tiempo en tiempo Vuestra Madre Celeste todo lo renueva, para que las almas sientan que todo tiene un Propósito mayor y que nada se deja atrás.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo... para que vivan los códigos de Cristo y así vivencien la plenitud de Su Amor por toda la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en el Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Mi Gracia Maternal está derramando códigos universales de Piedad y de Misericordia sobre aquellas almas que se abren para reconocer en sus caminos la Voluntad de Dios.
Así, hijos Míos, serán estos códigos universales de Mi Gracia que los ayudarán a caminar en el momento culminante de vuestra purificación; allí podrán ver con claridad el pasaje del viejo al nuevo hombre, colmado de los códigos divinos y crísticos.
Por eso, hijos, hoy los estoy llamando a todos para que vivan la redención, así estarán dispuestos desde la consciencia para concretar el Plan Divino de vuestro Padre Celestial.
Ahora, Mis niños, el Plan determinará una próxima vuelta en la vida de todo el universo. Ustedes son invitados a prepararse y entrenarse, como lo hacen los planetas cuando de ciclo en ciclo giran alrededor del sol, siempre buscando una relación con el equilibrio del cosmos.
Queridos hijos, ese nuevo ciclo está llegando y nada quedará como antes; dentro y fuera de ustedes el universo se moverá para ser colocado en otro punto, y si ciertos aspectos no estuvieran ya trabajados, el propio universo y el cosmos los colocarán en otra escuela de instrucción.
Hijos, no pierdan la oportunidad de cambiar a tiempo, así como cambian los ciclos en todo el universo. Ahora estos ciclos serán visibles para muchos, y en la Tierra el alma más inconsciente e ignorante se dará cuenta de esto porque el planeta está casi a las puertas de enfrentar el ciclo tan esperado de la purificación.
Y así, se cumplirá la profecía de Mi Hijo: “la paja se separará del trigo y después será quemada en la hoguera”.
Hijos amados, Yo soy vuestra Madre e intento conducirlos siempre por el camino del bien. La paz será vuestra aliada en los momentos de purificación, y vuestra fe removerá todo lo que hasta ahora estaba preso en la consciencia.
Ustedes, Mis queridos, ya saben cómo hacerlo; tomen las herramientas y trabajen, así el planeta se salvará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los guía hacia la meta mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Abran sus ojos, para ver el Sol que ya nació en sus pequeñas vidas. Aquel que pueda ver y sentir este Sol del nuevo tiempo, será curado, por la Luz Divina que llega, y redimido por sus rayos de profunda Misericordia.
Mis queridos hijos, ya no son tiempos de lamentaciones para aquellos que recuerdan en sus espíritus tantos años de Gracias recibidas.
En este año, vengo a profundizar en sus corazones, almas y esencias, el contacto Conmigo, para que sientan esta unión dentro de sus consciencias, como antes sentían. Así. disolveré toda duda y todo dolor de los que no consiguen acercarse a Mí Corazón. La única cosa que necesito es que se abran verdaderamente.
En este momento en que Mi presencia una vez más se recoge del mundo, quiero dejara grabado en sus corazones que la Luz de Mi Sol es eterna y jamás se apagará. Por eso, no descansen y no bajen los brazos, si por algún motivo vivieran momentos de tribulación.
Busquen, ante las dificultades de la vida, este Sol curador que hice nacer en sus esencias para que ilumine sus caminos y más aún, ilumine los caminos de aquellos que están perdidos en la oscuridad de su propia ignorancia.
Con profunda alegría en Mi Divino Corazón, Me aproximo a Mis amados hijos y encuentro en sus esencias los códigos divinos que por tanto tiempo deposité allí, para que pudiesen en el tiempo presente y en el futuro, cumplir con la Misión de Amor que Dios les encomendó.
Mis amados, cuando Mi presencia ya no estuviere entre sus corazones de una forma tan contundente como hoy y como en los últimos tiempos, sepan que es porque ya estarán preparados para vivir, por sí solos, las pruebas de la vida y, delante de Dios, manifestar todas las enseñanzas que recibieron.
Como buena Madre, he formado a Mis pequeños hijos, exterior e interiormente y aunque hoy no lo puedan percibir, cuando llegue el momento recordarán lo que hoy les digo.
A través de la oración diaria y misericordiosa, maduren en la consciencia los frutos luminosos de Mi presencia en sus vidas. Si persisten, más allá de los impulsos externos que reciben y teniendo en cuenta todo el impulso interior que recibieron, podrán ver construida, en el espíritu, la fortaleza que necesitan para cruzar el umbral de la vida entre el viejo y el nuevo hombre.
Cuenten siempre con la presencia del Espíritu Santo, que invisiblemente los auxiliará.. El Espíritu Santo representa en el Universo la Misericordia permanente de Dios y Su Eterna Gracia para con Sus criaturas. Por medio del Espíritu Santo el Señor actúa permanentemente en sus hijos, con independencia de todas las acciones practicadas, aquel que se arrepienta de corazón y se abra en espíritu recibirá la Gracia del despertar y del retorno redimido al Origen Celestial.
Hoy les digo, Mis amados, que son tiempos de elevar los ojos hacia el Sol que nace y se levanta en el horizonte y de tener ese farol divino como única meta en sus vidas. Caminen firmes hacia este Sol de Eterna Gracia y no miren ni a los costados ni atrás, tampoco se miren a ustedes mismos.. Con la mirada fija en el Cristo Vivo, contemplen Su retorno, Su nuevo nacimiento en la vida sobre la Tierra.
Yo les agradezco eternamente por estar unidos en este tiempo a Mi Corazón y ayudar en Mi Plan de Salvación de las almas.
Yo los amo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Mis queridos:
Les agradezco por la perseverancia de sus corazones.
Les agradezco por el esfuerzo para comprender y vivir Mi Mensaje, pues sé de las dificultades de los corazones humanos en vivir los impulsos celestiales.
Les agradezco porque conozco las barreras que deben ser superadas, barreras creadas hace tiempo y fortalecidas a lo largo de los siglos que separan, con duras piedras, los corazones de Mi Manantial de Gracia.
Sé que no es tan simple quebrar esas barreras que existen en la consciencia, y veo como sus espíritus se empeñan en auxiliarlos en esta larga trayectoria.
Hoy les agradezco, porque de los Cielos vi el movimiento de sus corazones, escuché sus oraciones, sus súplicas, sus pedidos de auxilio en este camino de transformación.
En estos últimos días, llegaron a los Pies del Señor muchas ofertas, ofertas de las almas, de los espíritus y ofertas de todas la consciencias para que, a través de la intervención del Creador, sus corazones puedan dar nuevos pasos.
Mis queridos, después de este primer movimiento que sus consciencias, almas y espíritus realizaron en dirección al Creador, es momento de perseverar, más que nunca, porque el Señor oyó sus súplicas y, en este momento, les envía las pruebas que los fortalecerán en la persistencia y probarán la aspiración verdadera de sus corazones, para que sus consciencias ya no vivan de impulsos pasajeros.
Con fe, aseguren todos los impulsos enviados por Mi Hijo Jesús y por el propio Dios. Nutran sus espíritus con los códigos depositados en sus corazones a través de la Presencia misericordiosa de Cristo y permitan que esos códigos se multipliquen a través de la oración, de la comunión y del ayuno verdadero; porque, de esta forma, esos códigos transformarán las células, la materia, el corazón y la consciencia.
Delante de las pruebas que llegan, reconfírmense. Delante de todas las pruebas, traigan a la luz del corazón el manantial de Misericordia que les ofertó Mi Hijo y perseveren en el propósito de sus corazones.
Sigan con fe hacia las metas que sus consciencias se dispusieron a cumplir y, al retornar a sus casas, no vivan como si todo lo que presenciaron en estos últimos días hubiera sido un sueño.
Vayan y cumplan con las propuestas evolutivas que sus almas los impulsan a cumplir.
Vayan y perseveren en las aspiraciones de vivir los Mensajes enviados por Dios.
Vayan y no dejen morir todo lo que fue depositado en sus consciencias, porque sus almas claman, a los Pies de Dios, para que Él conserve en sus corazones esos impulsos.
Sus almas glorifican al Creador por la oportunidad que les fue dada de despertar definitivamente a la verdadera vida del espíritu. No pierdan estas oportunidades celestiales.
Hijos Míos, hoy solo les pido que continúen siendo perseverantes; que, así como respondieron a este impulso del alma que los trajo hasta aquí, sigan respondiendo a la Voluntad de Dios que resuena en sus corazones e inspira a sus consciencias.
Hoy les agradezco por estar Conmigo y por seguir a Mi lado.
Bajo el impulso de las infinitas Gracias que el Señor derrama sobre el mundo, Yo los bendigo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más