MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Bienaventurados aquellos que, a pesar de todas las dádivas recibidas, siempre se dejan moldear y corregir por las Manos de Dios.

Bienaventurados aquellos que nunca dejan de ser aprendices, aquellos que nunca pierden la oportunidad de observar, aprender y crecer, tornándose cada día más un representante del bien y de la paz en el mundo.

Bienaventurados los que enseñan con el ejemplo y que de sus bocas salen palabras sabias que aman y que corrigen con amor lo que estuviera fuera del camino y del Propósito de Dios.

Bienaventurados los que buscan la humildad, los que trabajan para que otros crezcan, los que aman los pasos dados y las oportunidades recibidas por sus hermanos.

Bienaventurados los que observan las faltas de los demás con compasión y que no afirman y reafirman el error del prójimo para justificar los propios errores y sentirse mejor que los demás.

Bienaventurados los que saben silenciarse para traer la paz, pero que no callan su boca para condenar con el pensamiento, sino que callan la boca para abrir el corazón y, en pensamiento, orar y atraer Misericordia.

Bienaventurados los que son transparentes delante de Dios y del prójimo, los que se liberan de sus amarras a través de la confesión con Cristo, los que no temen verse imperfectos, frágiles y pequeños a los ojos del mundo.

Bienaventurados los que, a pesar de todo, creen y buscan el Reino de Dios en el propio interior, los que no niegan su condición humana, sino que la reconocen como un pasaje hacia algo mayor.

Bienaventurados los que buscan lo sagrado en la vida sobre la Tierra, los que no se contentan con las energías del mundo y solo caminan hacia el Corazón de Dios.

Bienaventurados los que creen en las esferas celestiales, en la vida universal y superior, los que se saben solo una pequeña parte de una vida inmensa y desconocida.

Bienaventurados los que siempre se reconocen ignorantes, pero que no permanecen allí; los que se abren para que, en su ignorancia, Dios derrame sabiduría; y los que están siempre dispuestos a profundizar en el Infinito, por el simple hecho de saberse parte de él.

Bienaventurados los que aman de corazón, porque el propio amor les mostrará el camino.

Bienaventurados los que aspiran a ser bienaventurados y se esfuerzan para eso, teniendo como única aspiración cumplir la Voluntad y el Plan de Dios. Sus esfuerzos serán recompensados con la unión perfecta con el Creador.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En cada ciclo de la evolución humana, hijos, llega el momento de que los discípulos den sus propios pasos y entreguen al Creador los frutos de su aprendizaje. Esto se vive en el Cielo como en la Tierra.

Cuando llega el momento de colocar en práctica todo lo que fue aprendido, deben tener como primer principio lo más básico y al mismo tiempo primordial: la humildad. Nunca se olviden de que toda enseñanza recibida tuvo como base la Gracia de Dios, y no el merecimiento humano. Cada instrucción, cada don, cada virtud y hasta aun cada destreza alcanzada, todo es fruto de la Gracia Divina en sus vidas.

Por eso, hijos, no pierdan de vista esa Gracia y, bajo el espíritu perpetuo de la humildad, sepan que solo triunfan cuando están en la Presencia del Señor y Él actúa a través de Sus hijos. Por eso, la oración, el silencio y la eterna consciencia de la Presencia Divina y de la necesidad de Su Gracia son lo que les permitirá mantenerse siempre en el camino correcto.

Esto es lo que extirpará de sus corazones cualquier vestigio de competición y desunión cuando quieran imponer sus propias ideas y pensamientos por encima de las ideas y pensamientos de los demás. Que nadie quiera jamás establecer su propia voluntad, sino que todos, reunidos humildemente en la Presencia del Creador, oren y pidan la Gracia para actuar, decidir y discernir frente a cada situación de la vida; esto los protegerá, los guiará y los mantendrá amparados bajo la Ley de la Gracia y de la Misericordia de Dios, aun en los tiempos de justicia.

Todo en sus vidas debe ser guiado por el Creador y, aunque Sus Mensajeros se silencien, deben aprender a buscar la Presencia del Padre en el propio corazón y escuchar Sus designios. Los puentes ya fueron creados, las puertas ya fueron abiertas; basta que en sus corazones sean siempre humildes y conscientes de la necesidad de la Gracia frente a cualquier situación.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aprende, hijo, a lidiar con los dolores y los temores que provienen de tu alma, esa alma antigua que ya recorrió tantas etapas de la vida y que ahora se ve ante lo desconocido, lugar en donde las seguridades y las creencias más profundas parecen desaparecer, lugar en donde el desierto se ve tan amplio y la sequedad toma el lugar de la fe.

Aprende a sentir los dolores y los miedos que provienen de tu alma y que se manifiestan en tu corazón como sentimientos tan intensos y profundos, cuyas raíces no sabes de dónde provienen. En tu alma están esas raíces. 

Entonces, habla con esa pequeña alma y dile: "Confía en el Señor, alma amada. En ti se encuentra la fortaleza para cruzar desiertos y pruebas. En ti el Señor construyó la base sobre la roca para que, a pesar de los vientos de estos tiempos, no veas tu castillo interior desmoronarse".

Ora, hijo, con tu propia alma, conversa con los núcleos más profundos de tu ser y, al mismo tiempo que buscas la unidad con Dios, busca también la unidad contigo mismo. 

Comprenderse y abrirse a descubrir el propio interior para ver las propias debilidades y dolores es algo que deben comenzar a vivir para que, en el tiempo que vendrá, ustedes sean puentes y luces en el mundo, capaces de ayudar a los que vendrán ciegos por el camino.

Por eso, al sentir esos sentimientos profundos y ocultos, ve más hacia adentro, quédate frente a tu alma y pregúntale de dónde viene su dolor, de dónde viene su temor. Ora con ella y pide la Gracia de ser libre, de ver y de curar las llagas más ocultas de la consciencia, y no tengas miedo de lo que encontrarás dentro de ti, porque te espera el Curador y Redentor, el Dueño de todo perdón y Rey de la Misericordia, con los Brazos abiertos.

Pero si no lo buscaras, si sientes tus dolores y los escondes, ¿cómo podrá tu Señor tocar tus heridas y cerrarlas o, con una única mirada, curar todo tu ser?

Por eso, hijo, no temas, pero sí ama. Ama a Dios, ama al prójimo y ama también lo que Dios aspira a manifestar en ti. Ama lo sagrado que habita en tu interior, ama el Pensamiento del Señor para tu vida y permítete ser curado y retomar tu propósito.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que por mucho tiempo se preparaba para la gran tribulación del planeta, a medida que esta se aproximaba, se sentía más insegura e ignorante. Sentía lo desconocido de esta prueba planetaria y le cuestionaba al Señor, diciéndole: “Señor y Padre Eterno, ¿cómo puedo estar preparada para vivir estos tiempos? ¿Cómo puedo ir más allá de mi ignorancia e ingresar en Tu Sabiduría? ¿Cómo puedo ir más allá de mis miedos e ingresar en Tu Paz?”.

Y el Señor le respondió: “Como percibes, alma pequeña, estos tiempos son nuevos y esta prueba es desconocida y desafiante para toda la vida en la Tierra y más allá de ella; pero en tu interior, se encuentran Mis Gracias y todos los Dones que un día, mientras orabas y servías, fui depositando en él. Ellos emergerán y serán tu auxilio y tu paz.

Dentro de ti, sin embargo, vive también una síntesis que te permite encontrar aquello que aún no fue vivido: el Amor-Sabiduría aún no alcanzado en ninguna época de la humanidad, sino solo en el Corazón de Mi Hijo. Por eso, alma pequeña, deja que todos los aprendizajes más profundos de la humanidad se sinteticen en tu interior.

Vive y siente la ignorancia de los pueblos primitivos que, en su simplicidad mental, no permanecieron allí, sino que fueron capaces de lanzarse a lo desconocido para sobrevivir y evolucionar. Toma de ellos los registros más profundos de la posibilidad humana de romper barreras y crecer. Crece, entonces, no solo como ser humano pensante, sino como ser humano que siente la vida, que comulga y que se encuentra en el Todo de la Creación.

Vive la pureza de los pueblos indígenas, los pueblos originarios. Vive la perseverancia de los que, a pesar de toda el ansia de poder de la humanidad, escogieron la pura sabiduría y permanecieron en su paz.

Vive en tu interior la compasión de Oriente, la ciencia pura del estudio del cuerpo, de la naturaleza y de las estrellas, que hace que la consciencia humana reconozca, al mismo tiempo, su grandeza y su pequeñez.

Vive la fe de los primeros cristianos, los que rompieron barreras y fueron más allá de las primeras Escrituras Sagradas; los que no permanecieron en las palabras, sino que creyeron al ver profecías vivas; los que se permitieron transformar y supieron escuchar, más que a la simbólica predicación de Mi Hijo, a todas las revelaciones celestiales que Él trajo; a los que vivieron el Reino y se descubrieron Reino con Cristo, imitando Sus Pasos a lo largo de todos los siglos.

Vive la paz de las almas simples, que no se aferran a las riquezas del mundo, pero sí se sustentan en la alegría de la Presencia de Dios; almas cuya fortaleza fue construida sobre la roca y que no se perturban cuando se derrumba la gloria del mundo, sino que permanecen en Dios, aun delante de las tempestades.

Es así, alma amada, que experimentando en tu interior los Dones que Yo le entregué a la humanidad en cada época, en cada pueblo, en cada religión, te abres para vivir algo nuevo, fruto de todo lo que fue aprendido. Esta es la transición de los tiempos”.

Que este profundo diálogo los inspire, hijos, a encontrar la paz y la sabiduría en los tiempos de transición.

Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En cada nuevo día, amanece con el corazón pleno de gratitud.

Que tu primer pensamiento esté impregnado de gratitud por el don de la vida, de gratitud por cada aprendizaje que ese día traerá consigo, de gratitud por todas las Gracias recibidas, de gratitud por aún poder levantarte y servir, amar y transformarte según la Voluntad de Dios.

La gratitud, hijo, te hará crecer humana y espiritualmente, porque aquel que es agradecido no se envuelve con las debilidades humanas, sino que se afianza en la Gracia Divina y en la Misericordia que cada día recibe de Dios.

El corazón agradecido se torna consciente de que todo cuanto pueda hacer en este mundo es poco para retribuir y multiplicar el Amor que recibe de Dios.

La gratitud eleva las consciencias más allá de las dimensiones del caos y las coloca en un estado de Gracia para que sepan lidiar con cada situación de la vida con sabiduría y discernimiento, imprimiendo la Voluntad de Dios, y no la propia, en todas las cosas.

Por eso, elévate a través de la gratitud y, en cada momento del día, recuerda agradecer a Dios por todo. Así estarás en el mundo perteneciendo a los Cielos y el Reino de Dios se podrá expresar a través de ti.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN PHOENIX, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras recorren los lugares sagrados, tengan en sus corazones a toda la humanidad, a toda la vida.

Sientan que todo lo que reciben, como impulso interior, llega a cada ser de la Tierra y más allá de ella.

Sientan la unidad espiritual que se establece en los corazones de los que saben que todo lo que reciben no es para sí mismos, sino para que el Plan de Dios se cumpla en todos Sus hijos y en este mundo.

Más allá de unir las dimensiones y llegar al Corazón del Padre Celestial, los seres humanos, hijos, tienen la posibilidad de compartir interiormente todos los aprendizajes evolutivos que viven, así como todos los códigos de luz que reciben para dar sus pasos en dirección al Amor de Dios.

Fue de esa forma que el Amor alcanzado por su Señor en la Cruz desbordó de Su Corazón, y todo lo que Él alcanzó llegó a cada ser de este planeta y mucho más allá de él. 

Este es uno de los dones que Él les enseñó con Su entrega: el don de donarse no solo a sí mismo, sino de donar todas las Gracias recibidas y alcanzadas. El don de sentirse unido a todas las criaturas y saber que todo lo que viven es por todo y por cada ser de este planeta.

Miren al prójimo, aunque sea un desconocido, y sepan que él es también parte de Dios y que está aquí para aportar algo, aprender algo, redimir algo y alcanzar el mismo amor que, por Gracia y Misericordia, ustedes reciben todos los días.

Cuanto más dejen influir a las dádivas recibidas y, conscientemente, vivan las Gracias como un servicio por la humanidad, más, hijos, esas dádivas fluirán al mundo.

Recuerden que los seres humanos son un gran misterio. Misterio que se devela experimentando y viviendo, arriesgándose a amar y a servir cada vez más profundamente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cultiven la persistencia, la fortaleza interior y la paz.

Salir de sí mismos es la llave que les permitirá hacer de la cruz de estos tiempos un triunfo del Amor de Dios en Sus hijos, como lo fue con Aquel que cargó primero la Cruz y les mostró el camino.

La autoconmiseración es la preocupación excesiva consigo mismos; hijos, les impedirá ver la necesidad del mundo, de la Creación Divina y del Plan de Dios como un todo.

Ustedes ya no están en tiempos de experiencias y de meros aprendizajes. Están delante de pruebas finales en esta humanidad y, muchas veces, su prueba no será estar en el mundo, en medio del caos y de la locura humana, pero sí lidiar con su propio caos interior y trascenderse a sí mismos, por amor a un Plan Mayor.

Llegó el tiempo de usar la determinación, que ustedes utilizan para mantener sus resistencias, para quebrarlas. Y esto no va a acontecer tratándose mal a sí mismos, sino sirviendo y amando al prójimo sin condiciones.

La transformación no solo se trata de cuidar de sí, hijos. La transformación acontece cuando ustedes salen de sí mismos y dejan que la propia vida sea conducida y amparada por Dios, mientras ustedes se ocupan de servir y amar al prójimo en los menores detalles.

Ustedes ya saben de lo que les hablo. Suelten sus deseos y aspiraciones, sus metas tan humanas e insignificantes delante de la grandeza del ciclo que viven como humanidad. Reconozcan dónde están, lo que están viviendo y cuál es la aspiración divina para sus vidas. Así, ustedes estarán en el camino correcto de forma correcta.

Tienen Mi bendición para esto.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el Creador piensa en la manifestación de un alma, escribe toda su trayectoria, desde la creación de su esencia, a partir de una partícula de la Esencia Divina, hasta su retorno a esa Fuente infinita de Vida.

El Padre Celestial diseña con amor los pasos de Sus hijos y coloca en sus caminos todos los aprendizajes que ellos necesitan para crecer, evolucionar y retornar al Corazón del Padre.

La coyuntura celestial que se forma en el nacimiento de un ser, es aquella que él necesita para cumplir con la Voluntad Divina. El Padre diseña en las estrellas los impulsos de luz que esa alma recibirá y, en el instante de su nacimiento, viste en ella esos impulsos y bendiciones, que son los necesarios para su evolución.

Estas coyunturas celestiales son la expresión del Amor y de la Perfección Divina, para que Sus hijos perciban que, aun antes de llegar a la vida, ya recibieron todo lo que necesitan para estar en ella y hacer de esa experiencia una oportunidad para renovar el Amor de Dios.

Las fechas que llaman de cumpleaños, hijos, son momentos en que las almas recuerdan todos los impulsos que recibieron al nacer, recuerdan el propósito de su existencia y reciben nuevamente, del Universo Celestial, los primeros impulsos del Pensamiento Divino, para que en ese día tengan una oportunidad de retomar su camino evolutivo y reparar los desvíos que puedan haber vivido a lo largo de su aprendizaje.

Cuando los corazones se distraen con las cosas del mundo, esos impulsos se pierden, como tantas de las oportunidades que Dios les entrega a los seres. Pero cuando están atentos a los Cielos, en gratitud y reverencia, con el corazón pronto para recibir esas dádivas, pueden renovar su espíritu y su corazón, y comenzar un nuevo ciclo.

Hoy, recibe el Amor y la Gracia Divina, para que un ciclo de paz comience para tu pequeño corazón.

Tienes Mi bendición y Mi gratitud. Tienes el Amor de Dios.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Guarda en tu corazón lo que te hace ser un discípulo de Cristo, que es la obediencia, la humildad, el amor y la fe absoluta en Su Plan.

Recuerda, hijo, que tu corazón debe ser un instrumento del Señor y, a donde quiera que vayas lleva contigo esa certeza y esa misión.

Que tu corazón sea siempre un puente hacia el Corazón de Dios y para eso debe estar vacío de sí; vacío de planes, de proyectos y de expectativas; vacío de voluntades y de sueños a ser realizados.

Para ser un instrumento de Dios, tu corazón debe ser humilde y obediente, siempre abierto a escuchar, siempre dispuesto a aprender, más inclinado a percibir lo que el Universo te quiere mostrar cada día que a aportar algo para alguien o para alguna situación.

Si siempre estuvieras dispuesto y atento para aprender, podrías percibir lo que Dios quiere de ti a cada instante. Si estuvieras dispuesto a obedecer, acompañarías los ciclos y no te aferrarías a tus voluntades y a tus planes, por más que en algún momento hayan sido la misma Voluntad y el mismo Plan de Dios. 

Los tiempos cambian, los ciclos pasan y cada día trae consigo una necesidad diferente. Por eso, lo más importante en este tiempo es saber obedecer, es estar atento a los nuevos impulsos que llegan de Dios y estar dispuesto a cambiar la dirección de la barca, cuando así fuera necesario. 

Que ser un instrumento de Dios en el mundo sea tu única voluntad. Así, hijo, todo se cumplirá como tiene que ser y, sea en África o en cualquier parte del mundo, el Plan y la Voluntad Divina se manifestarán a través de ti.

Vive y permanece en el vacío. Busca, en oración, al Creador que habita en ti; escucha Su Voz, siente Su Amor y sabe que en tu propio interior siempre encontrarás un refugio en donde estar con tu Dios para renovar tus fuerzas y proseguir.

Tienes Mi bendición para dar un paso en el vacío.

Tienes Mi bendición para descubrir lo que es vivir bajo la Voluntad y la Gracia de la Jerarquía Divina todo el tiempo.

Tienes Mi bendición para ser un instrumento de Dios y para encontrar la paz.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FRANKFURT, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Acojan a la Ciencia de Dios que se revela y dejen que ella se asiente en su interior. No busquen comprenderla de inmediato, sino sentirla y experimentarla, poco a poco, hasta que ella los transforme y se revele a sí misma.

Aprendan a conocer, viviendo. Aprender a acoger, amando. Aprendan a transformarse, siendo cada día, un poco más compañeros de Dios y no solo Sus hijos.

Aspiren a ser lo nuevo en este mundo.

Aspiren a vivir lo desconocido.

Aspiren a ser precursores de un nuevo tiempo, verdades manifestadas, una nueva experiencia para toda la Creación.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FRANKFURT, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Deja que el espíritu de la gratitud permee tu corazón para que vivas cada día como si fuera el último y al mismo tiempo, hijo, sepas que no existe el último día.

Comprende la vida como una escuela de amor única en toda la Creación y busca vivenciar el amor verdadero a través de la fraternidad, de la unidad y de la constante gratitud por todo lo que el Creador te concede.

Que cada segundo de tu vida sea transformador, no solo para ti, sino también para los que están a tu alrededor.

Que tus aprendizajes enseñen a otros a buscar el amor y que tus errores sirvan también para que los demás no cometan las mismas equivocaciones y sí adentren en los caminos correctos.

Deja que todo en tu vida sea en pro de la evolución y que no te aflijan los errores ni te enaltezcan los aciertos, sino que todo eleve tu corazón y te aproxime al único propósito de tu existencia que es amar con el Amor de Dios, renovar la Creación Divina a través de ese amor y retornar al Padre para que un nuevo comienzo se dé en toda la vida.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FRANKFURT, ALEMANIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Busquen la ciencia de la iluminación en su interior y sepan que ella no es nada más que la vivencia del Propósito de la creación humana.

La iluminación es el acto de reencontrar al Creador dentro de sí mismo y descubrir en el propio interior el camino y la puerta hacia la Consciencia Divina.

Viviendo la unión con Dios, comprenderán Su Presencia en todas las cosas; sabrán cuál es la esencia de la vida, del aprendizaje sobre la Tierra y el motivo por el cual cada ser habita en ella.

Iluminar la consciencia es encontrar al Creador y saberse parte de Él, y esto, hijos, se alcanza con la experiencia, con la búsqueda constante de encontrar a Dios.

Los libros sagrados los guiarán; las filosofías y religiones verdaderas los ayudarán a encontrar ese camino; mas nada tiene sentido si cada uno de ustedes no busca, dentro de sí mismo, la experiencia de la unidad con su Creador. 

Orar es buscar el camino de la comunicación con Dios. Comunicarse con el Padre es recrear el vínculo de sus almas con Él para que, poco a poco, puedan ir adentrando en Su Verdad y recibiendo la revelación de Su Presencia.

Busquen en ustedes la Luz de Dios, para que Él ilumine los abismos de este mundo. Ya ha llegado el tiempo de que las lamparitas estén sobre la mesa, y esto se hace, hijos, no con la luz de los hombres, sino con la Luz de Dios en los hombres.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE TRIESTE, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cada nación de este planeta guarda, en sus registros espirituales, una parte de la historia del Cosmos que debe ser transformada. La Tierra, hijos, fue pensada y creada por Dios para ser el lugar en donde el amor triunfaría más allá de todos los errores, en donde el perdón abriría la puerta a la cura, en donde la Misericordia abriría la puerta a la redención de todas las almas.

Existe una realidad que precede a la vida en este mundo, una realidad que está escrita en las estrellas, pero que pocos supieron entrar en ella correctamente y aún ningún ser humano la comprende por completo. 

Cuando Dios manifestó el planeta, poco a poco, a lo largo de la evolución humana, fue dando oportunidades para que Sus diferentes hijos, almas que necesitaban de cura y de redención, vinieran a la Tierra para vivir un aprendizaje. En cada nación, el Creador colocó una parte de Sus hijos, cada uno de ellos trayendo consigo los registros ocultos de la historia del Universo para que, a través de la redención de las almas y de las naciones, la historia del Universo como consciencia, también pudiera ser curada.

Es así que cada pueblo por donde pasan guarda más que una cultura, una historia planetaria, una evolución humana. Guarda, hijos, en lo profundo de su consciencia, un registro universal que fue diseñando e influenciando en la expresión de esos pueblos y que necesita ser curado y redimido para que toda la Creación Divina sea redimida a través de la experiencia de la vida sobre la Tierra.

Les revelo esto para que comprendan que la vida guarda misterios amplios y aún desconocidos para los hombres, pero que llegó la hora de conocerlos para que, conscientemente, puedan cumplir con su parte en este tiempo.

Por eso, cuando oren por las naciones, oren también por todo aquello que espiritualmente ellas traen consigo para ser curado y redimido. Cuando acompañen, con el corazón, el peregrinar de los Mensajeros de Dios por este mundo sepan, hijos, que es mucho más que la historia de la Tierra lo que, poco a poco, va siendo curado. Es la historia del Universo y de la Creación Divina que va encontrando cura para retornar a Dios.

Su Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aprende a escuchar, en tus oraciones, la voz del planeta y de sus Reinos. Escucha su clamor, que solo al ser escuchado ya se calma y se aquieta. 

La Tierra clama por la unidad entre los seres, por la comunión de la vida que en ella habita y que evoluciona. Deja que tu oración sea también por la consciencia del planeta y por sus Reinos. Deja que tu silencio sea una plegaria para escuchar el clamor del mundo y así repararlo. 

Escucha, porque la propia naturaleza también ora en el sonido del viento, de los árboles, de los pájaros, de los animales, en el silencio de la vida.

La expresión de la naturaleza es una oración que, cuando los seres se silencian, pueden comprender y en ella participar. Coloca tu frase en esta plegaria por la unidad y tórnate parte de la oración por la vida.

Dios te habla hijo, también a través del silencio de la naturaleza. Aprende a escucharlo. 

Cuando los seres aprendan a vivir en oración y en comunión con la vida, entonces ahí, conocerán la paz. 

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mantén tu corazón en paz a través de la Fuente de la Divina Misericordia y tórnate un instrumento para que Dios pueda verter Sus Gracias sobre el mundo.

Contempla la gran necesidad del planeta, de las almas y de la Creación; y fortalece tu fe en la Divina Misericordia, en la certeza de que con ella los corazones encuentren la esperanza de poder recomenzar.

Que ningún pecado sea eterno delante de la Fuente de la Divina Misericordia. Que ninguna llaga permanezca abierta, más allá de aquella de la cual fluye la Gracia del perdón y de la redención para el mundo.

En este tiempo, Dios te entrega todo para que no solo vivas la redención, sino para que conduzcas a la humanidad por ese camino. Sé agradecido todos los días porque Él te colocó en el camino de la oración y de la elección del amor, y vive sin temor los aprendizajes que te conducen a eso.

Que cada experiencia vivida te fortalezca en este tiempo. Que cada instante te lleve a la vivencia del amor. 

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un alma busca auxilio, ora de corazón para que las consecuencias de sus actos, que la conducirán al sufrimiento, se transformen en una experiencia que la haga crecer y abrirse más al amor.

Cuando un alma busca auxilio, escucha su llamado y conduce ese pedido a los Pies de Dios. Habrá cosas que te serán incontrolables, las que no podrás modificar o ayudar, porque la vida humana tiene sus límites. Pero hay algo que no tiene límites, que te une al Infinito, al Origen de donde partió y hacia donde debes retornar. Eso, hijo, es la oración.

Ora y deja que tu alma pueda interceder ante Dios por los que más necesitan.

Ora y clama al Padre por Su Misericordia, no para que las cosas sucedan de acuerdo a tu voluntad, sino para que la Misericordia Divina sea la Ley que conduzca los aprendizajes y las experiencias que viven en este mundo como seres humanos.

Cuando alguna situación escape de tus posibilidades de actuar, de servir, de donarte, recurre a algo más profundo y a veces imperceptible, pero que es capaz de transformar todas las cosas: ora a tu Padre y clama a Dios, porque Él es el Creador de todas las cosas y a todas ellas puede transformar. 

Más importante que cualquier cosa en este tiempo es estar con el corazón unido a Dios. Y si, además de eso, pudieran servir y orar, estarán prestando el mayor servicio de la vida sobre la Tierra.

Ama a cada ser y, con amor, ora por tus hermanos. Dios, que es perfecto, escuchará siempre tus súplicas.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras en el mundo las naciones buscan formas ciegas de establecer el poder humano y planifican guerras y caos para someter a las almas al sufrimiento y a la desesperanza, tú, hijo, debes colocar tu corazón cada vez más adentro del Corazón de Dios.

En oración, reconoce el Poder de Dios que está más allá de cualquier poder humano.

Recuerda que tu vida debe ser el puente hacia una nueva vida sobre la Tierra y que, en esta vida, tu corazón debe ser el principio del Nuevo Hombre.

Que los vicios y las tentaciones de este tiempo no te estimulen a olvidar el principal motivo de tu existencia. Todo en esta Tierra pasará, solo permanecerá el aprendizaje de amor que hayas vivido en tu corazón.

Tu esfuerzo y tu empeño son los que contarán en el libro de la Justicia Divina como mérito para equilibrar la vida en la Tierra y para que aquellos que no lo merecen reciban una oportunidad.

Asume el lugar que te corresponde en este fin de ciclo. Dios te llama para ser precursor de lo nuevo y no para estar alimentando al viejo hombre, a sus vicios y a sus vanidades.

Encuentra el poder de Dios en la renuncia, en el silencio y en la oración. Encuentra tu libertad en lo que te une al Padre para que, sin importar lo que suceda en este mundo, tu espíritu, tu alma, tu mente y tu corazón sean siempre una fortaleza que ayude a otros a no perder la esperanza y a saber que, en el momento más difícil de la vida sobre la Tierra, el Cielo se abrirá y caminando sobre las nubes el Hijo de Dios descenderá, trayendo Consigo a Su Reino para establecerlo en este mundo.

Confía en que, a pesar de ser todo tan desconocido, partes de profecías muy antiguas que aún aguardan por cumplirse, se cumplirán.

Ora y crece en el amor, así tu corazón estará listo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oro para que las almas alcancen la paz.

Oro para que las consciencias despierten a la realidad planetaria, a la verdad universal, y así transformen sus vidas según el Propósito Divino.

Oro para que los corazones aspiren a la unidad con el prójimo, con los Reinos de la Naturaleza, con la vida, con Dios.

Oro para que los buscadores reconozcan la verdad en todas las enseñanzas transmitidas por Dios a través de Sus Mensajeros, para que aquellos que buscan, sepan ver más allá de las palabras y encuentren en las entrelíneas la ciencia divina de la Creación.

Oro para que la vida sagrada ya no sea ocultada por las superficialidades humanas y, de la misma forma, para que la esencia de los seres no esté oculta por las creencias ilusorias que ellos tienen sobre sí mismos.

Oro por una nueva vida y una nueva raza, para que después que el aprendizaje humano se consolide, los seres tengan valor y esperanza para hacer emerger la nueva vida y dejar florecer en sí mismos el nuevo ser que, delante de Cristo, comenzará a despuntar. 

Oro para que la humanidad no pierda el sentido de su existencia y la vida espiritual deje de ser una costumbre y una práctica, para ser una realidad y una experiencia de vida.

Oro, en fin, para que las Gracias de Dios no permanezcan en el Cielo, sino que sean vertidas sobre la Tierra.

Hoy Yo los llamo a que oren Conmigo y así intercedan por este mundo mientras hay tiempo. Oren Conmigo por la Paz.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los hombres ultrajan la vida y desequilibran las Leyes, las propias Leyes tarde o temprano retornan como consecuencia de las acciones humanas.

Después de tantos siglos de ultrajes y de indiferencia por la vida sobre la Tierra, ahora llegó el tiempo en el que las Leyes del equilibrio y del retorno comiencen a mostrar las consecuencias de las acciones humanas.

La misma gravedad de las acciones causadas por los hombres a la consciencia del planeta, retornará a través de las expresiones de desequilibrio de la Naturaleza y de los desastres causados por las propias obras de la humanidad.

En los cuatro cantos del mundo verán el retorno de las Leyes y no habrá nada capaz de detenerlas, porque ese fue el aprendizaje escogido por la humanidad para construir la propia vida sobre la Tierra.

Aquellos que son consecuentes con las Leyes Divinas, que las observan, las obedecen y las aman, serán dignos de recoger los frutos de una vida superior, frutos que tal vez no serán conocidos en este mundo, pero sí en otros.

La única cosa que el Creador les pide es que trabajen incansablemente para equilibrar los desequilibrios de este mundo y que no sigan alimentando las corrientes del caos, de la ira, de la discordia, sino que sean conscientes de que deben atraer hacia el mundo las vibraciones evolutivas que los harán dignos de una nueva vida.

Delante de las consecuencias negativas de las acciones humanas, es el momento de equilibrarlas con el servicio, con la oración, con la fraternidad, con la esperanza y, sobre todo, con el amor.

Mediten en lo que les digo y hagan de sus vidas el peso que equilibra, positivamente, la balanza de la Justicia de Dios para este mundo.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Camina hacia el nacimiento de Cristo en tu interior, reconociendo la Gracia que Dios te concede todos los días de no estar solo en este camino de transformación y de cura.

Camina hacia el nacimiento de Cristo en tu interior, reconociendo que cada uno de tus hermanos y compañeros en esta senda es aquel que el Padre escogió para que estuviera contigo, porque, a través de su presencia en tu vida, podrás aprender a amar cada día más.

Ábrete hijo mío, para saber agradecer a Dios todos los días por lo que Él manifiesta en tu vida. Agradece los desafíos, agradece las dificultades, agradece los momentos de frustración y los momentos de cansancio.

Agradece momentos como este, en el que el Cielo se abre delante de ti para escuchar tus súplicas, y Dios, a pesar de estar en todas las cosas, en ese momento coloca Sus ojos sobre ti y atentamente recibe tus súplicas.

Agradece porque, en un tiempo tan difícil para el planeta, el Creador te concedió una familia espiritual para que, como la Sagrada Familia, puedan caminar juntos hacia Belén. Agradece porque tus hermanos y compañeros se dispusieron a superar las dificultades de este tiempo contigo.

No vendrán días perfectos, y el tiempo que pasó no volverá para que puedas experimentar de nuevo lo que tu personalidad ya conoce, y quiere seguir viviendo.

En Belén todo será desconocido y después del nacimiento de Cristo en tu interior, nada será como antes. Cada día te sorprenderá, no porque serán días como tú quieres que sean. Los acontecimientos te sorprenderán porque, si tú le das permiso, este Nuevo Niño dentro de ti va a superar todos los desafíos a través del amor, uno después de otro, y cada día el amor se renovará en tu interior. Esta será la diferencia entre lo que vivirán aquellos que permiten que Cristo nazca en su interior y lo que vivirán aquellos que no lo permiten.

No será fuera de ti que el amor reinará. Llegará el tiempo en el que este mundo se unirá a lo que es verdadero, al Tiempo de Dios. Pero, hasta allá, es dentro de ti que ese Reino debe habitar, así como habitó en Cristo, desde Su Nacimiento hasta Su Cruz.

Los ciclos se renovarán, hasta que la humanidad pueda alcanzar la Voluntad de Dios. Por eso hoy, hijo, Yo vengo a llamarte al espíritu de la gratitud para que, a través de él, te dejes sorprender, una y otra vez, no por la vida en el mundo, sino por el amor que se renueva dentro de ti y supera a todas las cosas.

Este mismo amor vive en tus hermanos, porque el Padre te concedió la Gracia de caminar con una familia espiritual para que, siempre que te falte amor, puedas mirar hacia tus hermanos y una simple sonrisa te renueve.

Ábrete entonces para vivir lo que te digo, y así será. Esto es lo que Dios construye en tu vida a través de días como este*.

Te dejo Mi bendición y Mi paz.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

 

*Mensaje transmitido durante el Mutirão de San José, en la Comunidad-Luz Figueira.

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