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A los jóvenes buscadores del Gran Corazón Pacificador de Cristo
Hijos:
Un corazón pacificador es aquel que tiene claro, dentro de sí, el camino que quiere recorrer.
Un corazón pacificador está dispuesto a ir más allá de sí mismo, en pro del bien y de la paz en la humanidad.
Un corazón pacificador reconoce la necesidad y la atiende para poder aliviarla.
Un corazón pacificador no se defiende ni tampoco se justifica. Él siempre busca estar atento a las señales internas.
Un corazón pacificador sabe por qué está en este mundo y para qué ha venido a la humanidad.
Un corazón pacificador se alegra por el logro del semejante y se esfuerza para que los demás lo puedan superar, porque un corazón pacificador sabe que no tiene nada que ganar ni nada que perder, ya que su ardiente aspiración es ayudar a que todos alcancen sus sueños.
Un corazón pacificador ama a la Creación y trabaja secretamente para que cada día la naturaleza sea reparada.
Un corazón pacificador no eleva su voz ni tampoco reafirma sus propias ideas, sino que está receptivo y abierto para aprender de las posibles diferencias.
Un corazón pacificador mantiene viva su aspiración de servir al Plan de Dios y nunca deja de sostener el estandarte de la paz.
Un corazón pacificador busca las Huellas del Maestro, porque en ellas está el camino, en ellas encuentra la verdad, en ellas comprenderá la vida, las experiencias y los aprendizajes.
Un corazón pacificador trabaja por alcanzar sus metas y lucha por expresar sus dones y talentos.
Un corazón pacificador no retrocede, sino camina, teniendo presente que cada uno de sus pasos será bendecido por la Gran Luz.
Un corazón pacificador impulsa el cambio, renueva las formas y concreta las aspiraciones que tiene el Gran Corazón Pacificador que es Cristo.
Que los buscadores del Gran Corazón Pacificador, que en estos días se reúnen y se unen por un Propósito Mayor, reciban las bendiciones de su Madre Celeste, para que todos los jóvenes pacificadores sean las nuevas semillas que se plantarán en la venidera Tierra Prometida.
Los bendice en este día y les agradece por responderle a Dios,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Como Madre Naturaleza y Madre de la Vida, hoy desciendo con la Luz de Dios sobre esta sagrada sierra para volver a encontrarme con Mis hijos de esta humanidad.
Vengo en este día a auxiliar y a socorrer a todos los hijos Míos que en este tiempo sufren y padecen sus purificaciones y pruebas, enfrentando de la noche a la mañana situaciones inesperadas que cambian el destino de la vida de muchas personas.
Pero quisiera decirles, Mis hijos, que eso no significa que Dios esté lejos del sufrimiento o de la enfermedad. Él está más cerca de lo que parece y sufre junto con todos los enfermos y necesitados a través de Su Hijo, Jesucristo, que también sufre junto con los Hijos del Padre.
Este es el tiempo de tener que aceptar, pero también es el tiempo de tener que reconocer los aprendizajes de la vida, teniendo presente que cada momento es una sagrada oportunidad de crecimiento interior para todos.
Cada alma, en este ciclo final, vivirá lo que más necesita aprender, a fin de que en cada hijo Mío nazca y emerja el amor crístico, que le permitirá comprender la vida en su esencia profunda.
Como Sagrados Corazones, antes de Nuestro recogimiento, vemos cómo la humanidad no está preparada para el fin del tiempo. Por eso, la Jerarquía Espiritual dedica cada momento y cada encuentro para auxiliar en todas las situaciones posibles.
Que, en este momento tan turbulento y hostil del planeta, ustedes aprendan a perpetuar la luz de la oración y no pierdan la oportunidad de orar, de pedir Mis Gracias y de interceder por todas las causas, por todas las situaciones y por todos sus hermanos; porque en este tiempo solo bastará orar, pero orar de corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de todos los enfermos de cuerpo y de espíritu
Mis queridos hijos:
Tengan fe y nunca duden, porque los Sagrados Planes de Mi Hijo nunca podrán ser interrumpidos; pero cuando sucede algo semejante es señal de que el Plan está cerca, pero muy cerca de concretarse.
Aprendan de Mi Hijo que, junto a Sus apóstoles, ante la tempestad, la barca parecía que iba a naufragar y Mi Hijo, a través de la mansedumbre y de la paz de Su Sacratísimo Corazón, dio la orden de que los vientos y el mar se detuvieran.
No pierdan el ánimo y que cada aprendizaje sea un nuevo impulso de crecimiento.
Si Mi Hijo los envía en Su Sagrado Nombre, ¡alabado sea el Señor!, porque las puertas y los corazones se abrirán en la hora cierta y todos ustedes podrán ser testigos de esto.
Queridos hijos, este es el camino del apostolado.
Este es el camino del servidor que nunca duda ante las dificultades ni tampoco se aflige ante las adversidades porque, antes de todo, cree en Cristo y en Su Voluntad.
Este es el camino de los apóstoles, de aquellos que no retroceden, sino que avanzan; de los apóstoles que están prontos para responderle y servirle al Señor del Universo; porque en el corazón de los apóstoles de Cristo está primero la confianza que erradica la duda y la mediocridad.
Hijos Míos, Mi Hijo les entregó el Espíritu Santo y con Su Espíritu los bendijo a todos, porque Él sabía que Sus compañeros estarían yendo al encuentro de las inocentes ovejas entre los lobos feroces.
Véanse debajo de los Rayos del Corazón de Jesús. Allí nunca sucederá algo contrario a Su Divina Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando no tengas quietud interior, busca retornar a la paz del corazón, para que cada aprendizaje que vivas sirva para el crecimiento de la bondad de tu ser.
Sé que el ser humano no consigue comprender la razón de algunas experiencias dolorosas. Pero debe saber que existen causas y condiciones que generan como resultado esa experiencia.
En este momento, debes percibir con claridad las causas y las consecuencias para que, todo lo que lleves adelante, sea beneficioso para tu ser, dentro de los valores del bien común, de la justicia y, sobre todo, del amor.
Reconocer las raíces de las causas y de las consecuencias que tú mismo puedes generar para tu vida material y espiritual, te ayudará a salir de la ignorancia y de la incapacidad permanente de comprender o de aceptar las experiencias.
El camino real de la transformación significa ver más allá de uno mismo, comprender al semejante, buscar la belleza de las diferencias que puedan existir entre los seres humanos.
Al final de todo, es necesario no dejar de buscar la verdad, y la verdad se encuentra en el autoconocimiento y en ver, en cada momento, todo lo bueno que se puede aprender. Así, te irás liberando del sufrimiento.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hay momentos en la vida en los que parecería no tener sentido o motivo de por qué es que suceden algunas experiencias. Pero en esas situaciones que se presentan, el alma vive una escuela que necesita para poder crecer y madurar en su compromiso con Cristo.
El motivo o la razón de que algo doloroso se presente en la vida, es para que el amor pueda regresar a la consciencia con más expresión, porque el amor enseña sobre la importancia de considerar a los demás y de colocarse en el lugar del semejante, para que algún día pueda sentir lo que él siente.
Esa escuela es la más exigente para el ser humano, porque la humanidad siempre hizo lo contrario, luchó por su propio beneficio y resultado, olvidándose del semejante.
Cuando esa escuela, de fuertes o dolorosas experiencias, comienza a cursarse, es porque llegó el momento de vivir una experiencia mayor que colocará al alma en un escalón de la consciencia que le permitirá ver y comprender la vida desde otra perspectiva.
Por eso, hay que abrirse para ser impulsado por esa escuela, la que por momentos podría parecer demasiado dura o difícil, pero la esencia de ese aprendizaje será ya no tener que vivir algunas experiencias, sino estar con el corazón bien abierto para colaborar y cooperar con la fraternidad y el bienestar de todos. Así se podrá salir de sí mismo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Intenta con esfuerzo no perder la paz, porque la paz te ayudará a aceptar y a comprender los aprendizajes de la vida.
Practica la paz, para que ella te inspire y te enseñe el camino de la mansedumbre.
Mi Hijo expresó la Paz en el momento de mayor tribulación y abandono. Si Él no lo hubiera hecho, tal vez no podría haber conseguido cumplir con la misión que el Padre le había encomendado.
La paz lo es todo, desde el principio al fin.
Ella te hará ver las situaciones más difíciles como las más importantes oportunidades para la trascendencia y la elevación de tu ser.
Deja que la paz se vaya profundizando dentro de ti, con la fe de que todo es para bien y para el crecimiento interior de tu consciencia.
Así, cuando todos los días enfrentes nuevos desafíos, sabrás que allí estará la paz, la que te traerá confianza y sostén en los momentos culminantes de la vida.
Hoy vuelvo a dejarte Mi Paz para que, a través de ella, puedas dar el primer paso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuadragesimonoveno poema
Madre Dolorosa,
enséñanos todos los días
a perseverar en la fe y en el amor,
así como Tú perseveraste en Dios, todo el tiempo,
después de la Ascensión de Tu Hijo.
Madre Dolorosa,
revélanos el valor incalculable de la Pasión y de la Cruz;
que no le temamos al sacrificio, al dolor,
a la angustia y al fin del tiempo.
Madre Dolorosa,
sé el sostén de todos nosotros,
impúlsanos a servir y a amar
así como Tú serviste y amaste
a la ignorante e indiferente humanidad.
Que nuestro corazón se abra
para sentir y encontrar la respuesta
en cada aprendizaje de la vida.
Madre Dolorosa,
danos la paciencia que necesitamos
para poder atravesar estos momentos definitivos.
Que, por encima de todo,
vivamos la unidad de espíritu entre nosotros,
hermanos de camino,
así como Tú vives, querida Madre,
la unidad divina con Tu Hijo.
Muéstranos, en cada paso,
el significado de nuestra donación y entrega.
Que seamos amantes de la Cruz y del Corazón de Tu Hijo
para que, en el ejemplo de Cristo,
vivamos la hermandad y la fraternidad,
donándonos, sin demora, al semejante.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Noveno poema
Madre, Puerta de Sabiduría,
ayúdanos a aceptar y a comprender
estos tiempos.
Impúlsanos al vacío de sí
y a la donación total de nuestro ser.
Que no existan condiciones ni formas
para nuestro servicio.
Que podamos todos los días,
hacer las cosas por amor y por nada más.
Que consigamos imitar a Tu Hijo
en todos los atributos
de Su divina e insondable espiritualidad.
Señora de los Ángeles,
protege a todos los que siguen
el llamado de Tu Corazón.
Envuélvenos con Tu Manto de Luz y de Cura,
para que nuestras dificultades y traumas sean disueltos,
porque a lo único que aspiramos es a poder estar
en Tus brazos de Amor maternal.
Consuélanos, Virgen de la Paz,
cuando sintamos que ya no tenemos fuerzas
para seguir adelante.
Haznos ver, en cada aprendizaje,
una oportunidad de superación y de rendición.
Querida Madre,
que no le temamos a la enfermedad,
a la soledad ni al fin de los tiempos.
Sostennos,
para que, bajo Tu Espíritu incondicional,
aprendamos a entregarnos sin interés,
así como lo hizo Tu Hijo por Amor a la humanidad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hoy vengo del Cielo uniendo las faces de la Rosa de la Paz y de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad para ofrecer al mundo lo que de más puro hay en Mi Corazón, aquello que Dios depositó en Mi Consciencia y en Mi Esencia al crearme parte de Su Parte, emanación y prolongamiento de Su Divino Espíritu.
Con esto, hijos Míos, preparo sus corazones para los tiempos que vendrán, porque en el año que llegará, sus espíritus deben estar fortalecidos en la humildad, plenos en el servicio, fundamentados en el sacrificio, confirmados en la entrega y renovados en el amor. Estas son las llaves que hoy les traigo, para que no solo soporten la transición de los tiempos, sino que sean triunfos en el Calvario, victoria en la cruz de estos tiempos.
Hoy, hijos amados, abro Mi Corazón y en él les doy a conocer la pureza del origen, la esencia de la vida, el Amor primero que impulsó a su Creador a manifestar la vida, para que así sean colmados por la verdadera esencia de la existencia, no solo de la humanidad, sino de toda la vida.
Hoy le digo que sus historias ya fueron escritas en el Pensamiento y en el Corazón de Dios desde el origen. El Creador contempla con ojos de compasión y de esperanza cada aprendizaje que viven, cada error y cada triunfo, cada paso y cada retroceso.
Todos los seres de la Tierra tienen en su camino opciones duales para escoger, porque este es el aprendizaje de este planeta, como de este Universo. Deben aprender a escoger la luz, el amor y la Voluntad Divina, a pesar de todos los estímulos e impulsos que los llevan a vivir lo contrario.
Todos los seres de este Universo, al tener sus esencias creadas, recibieron de los Arcángeles el Plan de Dios, el Plan perfecto del Creador para esta nueva vida. Y recibieron de los Señores de la Ley y de los Ángeles de la Justicia y de la Evolución Universal el camino que representaba lo opuesto a sus pasos evolutivos, el que está escrito no para ser vivido, sino para ser vencido
Eso es así, hijos Míos, porque anteriormente a la existencia de las criaturas materiales, anteriormente a sus vidas, incluso como esencias, en el principio de la Creación existían consciencias espirituales, universales y solares que, debido a sus errores, manifestaron la dualidad.
Este Universo, como consciencia viva y parte de la Creación Divina, debe revertir un error muy antiguo, que hoy, sus pequeñas mentes no son capaces de comprender, pero que aun así deben ser conscientes del triunfo que deben generar a través de la renovación del amor en sus esencias.
Su evolución, hijos Míos, es semejante a una amplia playa, en donde un simple grano de arena puede cambiar el destino de toda la vida que habita en ella. Misteriosamente, así es la evolución humana, y así deben comprender que el misterio que habita en sus esencias es tan inmenso, profundo y con un potencial de revertir los errores del pasado tan grande que sus corazones se pierden dentro de él y lo desconocen.
Hoy, hijos Míos, vengo a hablarles a sus almas, las que sí son capaces de comprender lo que les digo; las que saben que, a pesar de ser pequeñas, guardan en sí un puente hacia un Dios Eterno.
Con eso, solo quiero conducirlos a la comprensión de la amplitud de la vida, para que no permanezcan en lo que es pequeño y superficial en este ciclo que se presenta, sino para que ingresen en este año definitivo con consciencia, hijo Míos, consciencia de la responsabilidad que tienen ante la vida, no solo de este planeta, sino en este Universo y más allá de él.
Es por eso que hoy les entrego Mi Rosa de la Paz y la coloco en lo profundo de sus corazones. Hoy les entrego los dones de Mi Divina Concepción, para que todos despierten para lo que fueron creados, concebidos por el más profundo Amor Divino, y sean así consecuentes con la misión que Dios les entregó desde el principio.
Yo los amo. Con Mi Espíritu los bendigo y con Mi Corazón le agradezco por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
A Mi amada África
Queridos hijos:
Hoy dedicaremos este trabajo de oración a las almas inocentes y más pobres de África, para que después de que cada una de ellas haya pasado por el aprendizaje de la miseria, del sufrimiento y del dolor, reciba la gracia de poder estar ante la gloria celestial.
Ahora, con Mi primer e inicial monasterio de consagradas en Angola, toda la Obra es llamada por la Madre de Dios para colaborar, de alguna forma, en esta misión de caridad y de servicio que recién comienza.
Así como Mi amado Hijo le pidió a la Madre Teresa de Calcuta servir y estar entre los pobres más pobres, hoy Yo como la Señora de los Pobres y de los Santos Inocentes le pido a cada hijo Mío, que Me escucha, que pueda estar en África con los más pobres entre pobres, especialmente con los más inocentes, con Mis pequeños hijos, con los niños huérfanos y abandonados por sus propias familias.
Deseo que la Obra entera, así como todos los que están despertando a través de ella, hoy tenga en sus oraciones a Mi amada África para que los bienes celestiales, que se convertirán en ayuda y en servicio humanitario, puedan descender del Cielo para ser ofrecidos en África.
Con todo este pedido, hijos Míos, el deseo ardiente de su Madre Celeste es poder llevar amor a los que no lo tienen y alivio a los que sufren.
Este es el tiempo en el que la injusticia y la desigualdad golpean a los más inocentes y pobres, a los que nada tienen. Pero también, hijos Míos, este es el tiempo de los milagros, milagros que sus propias vidas pueden realizar a través de su donación, de su apoyo y de su servicio a Mis pequeños hijos de África.
Esta Obra, bendecida por el Padre Celestial, tiene la misión de llevar el amor para poder curar el dolor del mundo, no solo con un gesto de cariño para aquel que nunca lo recibió, sino también a través de un gesto de servicio y de amparo a los más pobres entre los pobres.
África fue y es un continente ultrajado y explotado por las grandes naciones, pero eso en poco tiempo terminará, y aquellos que se llevaron todo y dejaron la pobreza y la miseria para los más inocentes, se verán Conmigo y con Mi Hijo el día marcado para el Juicio Universal; porque, como ya lo dijo Mi Hijo, no quedará piedra sobre piedra en aquellos que construyeron sus potencias sobre la superficie de la Tierra. Todo el mundo vivirá su momento de evaluación y de juicio.
Queridos hijos, también les pido colocar en sus oraciones a los Reinos de la Naturaleza de África para que, a pesar de ser extinguidos y comercializados, la consciencia-grupo de cada Reino hoy reciba el amor y el perdón de parte de los orantes.
África es el comienzo de una Obra mayor que colocará a cada uno de los servidores ante la oportunidad de dar el gran paso hacia el olvido de sí mismo para estar, sin condiciones, en servicio y en amor por los demás.
Recuerden que África espera amor, ayuda y redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Corazón, hoy, ilumina de manera especial a Alemania y a sus naciones hermanas para que las almas reciban el consuelo y la cura espiritual que necesitan para llevar adelante una nueva etapa, un nuevo tiempo que estará lleno de aprendizajes y de momentos de amor.
Como Señora de Schoenstatt, Me presento nuevamente a ustedes para que, dentro de cada hijo Mío, se vuelva a confirmar la filiación espiritual con su Madre Celeste.
Con alegría, su Madre y Reina de Schoenstatt retorna a Alemania, pero esta vez su Madre Divina irá abriendo las puertas celestiales para que el amado Hijo pueda trabajar y obrar espiritualmente en un área de Alemania en donde aún no llegó la Misericordia de Dios y que el Divino Hijo traerá consigo para liberar a los corazones y curar a las almas enfermas de espíritu.
Es así, Mis hijos de Alemania, que la Jerarquía Espiritual, al poder trabajar con tres ciudades de Alemania: Múnich, Frankfurt y Berlín, podrá ampliar el efecto positivo de su propósito en los planos internos, y todo esto es posible por la adhesión de algunos de Mis hijos de Alemania, Suiza y Austria, que en los últimos tiempos y después de Mi última visita respondieron a Mi llamado.
Por esa razón, hoy no solo los invito a que se renueven en la presencia del Amor de su Madre Celeste, sino también a que abran más sus corazones a todos los que a partir de este ciclo deberán llegar para formar parte de los ejércitos de la oración.
Este es un día especial porque, nuevamente, el Amor de Mi materno Corazón triunfará en Alemania, y hasta el próximo año nuevos frutos se manifestarán a fin de seguir profundizando en la Obra Redentora de Mi Hijo.
Agradezco profundamente la respuesta, la adhesión y el acogimiento de cada hijo Mío que hoy se congrega aquí para estar ante la Madre de Dios para orar y compartir un momento de elevación de la consciencia, a fin de que la consciencia de la humanidad sea elevada y sostenida por la oración devota de todos.
Les dejo Mi bendición de Madre y les declaro Mi Amor por su país.
Que la Señora de Schoenstatt siga siendo para ustedes la fuente de reverencia, de devoción y de admiración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de Schoenstatt
Queridos hijos:
Lo que hoy sucede en algunas naciones del mundo es el reflejo de lo que una vez sucedió en el Universo.
Todos fueron partícipes de una historia muy antigua que trascendió los tiempos hasta los días de hoy.
Todos presenciaron y participaron de un acontecimiento en el Universo que modificó el Plan de Dios, en el sentido de su realización y de su cumplimiento.
Todos provienen de un origen espiritual y universal. En ese origen comenzaron los primeros aprendizajes, los que, en la mayoría de los casos, fueron aprendizajes y experiencias que los hicieron llegar hasta aquí, hasta la Tierra, para poder alcanzar, algún día, el perdón y la redención.
Cada uno de Mis hijos carga en sí mismo una historia no visible a los ojos humanos, pero sí conocida a los ojos del espíritu.
Este es el tiempo en que esa historia, sucedida en el Universo, se cerrará para que otra etapa comience y la humanidad finalmente sea liberada de la cadena interminable de los errores.
Por esa razón, hijos, existen ciertos acontecimientos, aún no conocidos por ustedes, que están guardados en la historia de su ser espiritual. Su ser espiritual es el que conoce profundamente todas las causas y las consecuencias que una vez fueron vividas por ustedes mismos en el Universo.
Todos vienen de una experiencia un poco traumática. Todos vienen de antiguas guerras en el Universo que solo buscaban la conquista del espacio y el beneficio de la evolución personal, habiendo, para ello, salteado la Ley de la Jerarquía y la Ley del Amor.
Esa historia, que aún está grabada en el Universo, permanece allí, a la espera de ser purificada por cada hijo Mío, en el momento y en la hora que le corresponda.
En cada uno de ustedes, esa historia de grandes conflictos en el Universo tiene mayor o menor intensidad según las experiencias vividas y la participación de cada uno en esos acontecimientos.
Este es el tiempo de poner fin a esa historia porque la humanidad, a través de las naciones y a través del tiempo, ha vuelto a repetir los mismos errores, tan semejantes a los hechos más determinantes que una vez se vivieron en el Universo.
Los planos superiores esperan que cada uno de Mis hijos, por medio del servicio y de la entrega, puedan ayudar a disolver y a reparar esos acontecimientos pasados. Así, la humanidad tendrá la gracia de pasar a un nuevo ciclo con más posibilidades de profundizar en el amor y en el servicio.
En este sentido, todo lo que una vez se vivió en el Universo no solo es el resultado de los conflictos que fueron causados por la ambición de conocimiento y de poder, sino que también fueron delicadas experiencias que dejaron huellas imborrables en las consciencias.
Ahora que todos pueden ser más conscientes de eso y pueden ayudar a romper esa cadena de errores que la humanidad aún vive y comete, deben saber que la oración será esa llave que abrirá la puerta correcta para que todas esas historias del Universo se puedan perdonar y las almas tengan la oportunidad de comenzar a caminar con esperanza.
Tomar contacto con esa historia del Universo, en la cual la mayoría participó, es retomar el compromiso consciente de vivir el perdón, la cura y la redención, más allá de lo que haya sucedido.
Por eso, todos los que hoy se vuelven conscientes de que no solo son seres encarnados en la Tierra, reciben, en nombre de la humanidad, la posibilidad de cambiar el rumbo de la historia para que finalmente todos los seres vivan el gran momento de la redención.
Este es el tiempo en que la historia del Universo saldrá a la luz para que también las consciencias aprendan a redimirla.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Madre de los buenos estudiantes, de los que se esfuerzan todos los días para pasar por las pruebas, y después ser formados en el amor y en la verdad.
Soy la Madre de los buenos estudiantes, de los que dedican su tiempo a aprender a comprender la vida para que algún día sean buenas personas y almas al servicio de Dios.
Soy la Madre de los buenos estudiantes, de los que con esmero y dedicación ofrecen su consciencia, para aprender a desarrollarla y colocarla humildemente al servicio de Dios.
Soy la Madre de los buenos estudiantes, soy Madre de los que a pesar de estar atravesando el aprendizaje de una escuela, dedican su vida al servicio de los demás.
Soy la Madre de los buenos estudiantes, soy la Madre que acompaña a quienes un día serán consciencias maduras.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Existen ciertas historias pasadas en el Universo que de ser recordadas ocasionarían dolor. Por eso, es mejor estar en el presente aguardando con esperanza el próximo tiempo.
Lo que pudo pasar en el Universo no resolverá ni hará evolucionar en el amor a ninguna criatura. Solo en este planeta escuela es que por el sacrificio de Mi Hijo ustedes encontrarán el camino para vivir su entrega, su perdón y su redención esperados por el Universo.
Mientras tanto, vivan los aprendizajes del día a día como si fueran los últimos y hagan de toda esta experiencia un triunfo de amor para Dios.
Será de esa forma que el pasado será purificado y sublimado, todas las veces que sea necesario, y en ustedes mismos encontrarán nuevas virtudes que les darán ímpetu y fuerza interior para seguir caminando en la fe, en el sacrificio y en la esperanza de que siempre darán lo mejor para que este planeta y este Universo sean recreados por lo que alcance cada ser en la escuela de los grados de amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Nunca te canses de fijar tu consciencia en Dios, más allá de todo lo que suceda dentro de ti o a tu alrededor.
Esa actitud espiritual permitirá que las Leyes superiores vengan en auxilio de tu consciencia y que cualquier situación, espiritual o interior, sea resuelta.
Confía absolutamente en el propósito inmaterial que Dios creó para tu existencia y con base en esa verdad lleva adelante esta vida colmada de desafíos y de pruebas.
Pero nunca te desanimes ni tampoco te duermas. Haz valer cada momento como si fuera el último; haz que cada etapa de la vida tenga como resultado un aprendizaje de amor y de perdón.
Dios no busca las cosas perfectas dentro de ti, porque Él ya lo sabe todo, Él ya conoce todo lo que tú desconoces dentro de ti.
Por eso, el Padre Celestial espera el momento justo para pedirle a Sus hijos nuevos pasos. Pero esos pasos serán dados y entregados en la medida que amen el desapego en sus vidas.
Porque, en verdad, pocos serán los que le entregarán todo al Señor para la constitución de Su Propósito y para la realización divina de Su Voluntad.
Por eso, como Madre, sé lo que significa despojarse de uno mismo y cuánto eso ocasiona dolores, retrasos y estancamientos. Pero la luz del espíritu de la fe prevalecerá. Ten calma y confía, no existe obstáculo o barrera de la consciencia que no pueda ser superado.
No dejes de remar hasta poder encontrar el puerto seguro del Corazón del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escucha la Voz de Dios dentro de ti y recibe de Su Corazón Supremo todos los impulsos para que te puedas transformar.
Recibe, a través de Dios, las llaves que necesitas para poder atravesar los tiempos.
Bebe de esa fuente de conocimiento que el propio Corazón de Dios emana de tiempo en tiempo.
Ábrete para reconocer, dentro de ti, Su majestuosa Presencia y deja de lado todo lo que acongoja a tu corazón.
Recibe del Universo todo lo que necesitas dentro de la Ley del Equilibrio y de la Armonía.
Vive en cada ciclo un aprendizaje mayor.
Vive a cada paso la oportunidad de amar y de perdonar.
No dejes de mirar al Cielo y de sentir la Presencia del Padre; deja que Su Espíritu te colme y participa de la Sagrada Unidad, sintiéndote como criatura de Dios, parte del Universo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La cura y el perdón del pasado – Parte II
En todo el sistema universal de la Creación, el ser humano siempre fue un elemento de estudio y de análisis espiritual, a fin de lograr percibir la capacidad que tiene la consciencia terrestre para poder comprender y poder vivir la vida del espíritu con base en sus experiencias, sentimientos y sentidos.
En este siglo XXI, en que la humanidad afirma que el avance del ser humano está en la ciencia y en la tecnología y que todo eso moderniza al mundo, dentro de la consciencia terrestre eso generó un espejismo y una ilusión de algo que no es real.
Todo ese movimiento científico y moderno llevó a aumentar el poder destructor de la raza para con los Reinos de la Naturaleza y la Creación, en la búsqueda de un supuesto beneficio global que es impulsado por el trabajo de millones de personas, pero que es aprovechado por pocos a través de los denominados "sistemas de vida".
Todos esos factores, sumados a la violencia y a la transgresión de parte de los seres humanos para con el planeta y su manifestación natural, cerraron las puertas de las consciencias para poder prestar atención y percibir la realidad.
El esfuerzo de muy pocos por intentar proteger al planeta de la contaminación y de las transgresiones de los seres humanos para con las Leyes de la naturaleza, parece ser insuficiente.
Ante este escenario global, en donde reina la ambición por más poder y por sacar más provecho de los recursos del planeta, la Tierra, en su totalidad, se prepara para vivir su gran parto y para purificar y limpiar, a través de él, todo lo que la aprisiona; esto forma parte de un movimiento universal que sucede cada cierta cantidad de millones de años.
El planeta fue escogido y preparado por los grandes devas y ángeles del Universo para recibir a la actual civilización, la cual, dentro de la Ley de la Vida, debería estar en comunión con todos los Reinos; pero los efectos de la invasión y de la explotación del ser humano para con los recursos del planeta lo distanciaron del propósito interior de su existencia.
A esta escuela del amor y del perdón, que representa la Tierra, fueron enviadas cientos de consciencias con una condición espiritual primitiva, las que recibirían la gracia de evolucionar dentro de un contexto como lo es la Tierra, para aprender a despertar el amor y el perdón como medios para poder vivir la tan esperada cura espiritual.
Por esa razón, este planeta, bellísimamente creado por Dios, se ofreció, en su humildad y silencio, para acoger y contener a espíritus llenos de errores y de fallas; espíritus de otras estrellas, como los que conforman la humanidad actual; los cuales, despertando a su propósito divino, pudieran vivir la redención para comenzar a transitar la rehabilitación.
En la actualidad, la Tierra continúa siendo esa paciente morada que, una y otra vez, se ofrece para recibir espíritus de otras estrellas, consciencias muy necesitadas de amor y de perdón.
Pero, a lo largo de los tiempos, muchos se olvidaron de que esta escuela del planeta, que también fue vivida por Cristo, tiene su base espiritual fundamentada en la experiencia del amor. Por eso, la mayoría volvió a cometer los mismos errores o errores semejantes que llevan a las consciencias hacia un estado de precariedad espiritual.
Por ese motivo, la Jerarquía Espiritual se aproxima, de tiempo en tiempo, para poder enseñarles a los seres humanos el camino de retorno a la Casa del Padre y que ellos puedan tomar consciencia de la existencia de una unión sincera y verdadera con la Creación, sin necesidad de transgredirla.
Llegó la hora de curar y de perdonar el pasado, y para eso los seres humanos deberán reconocer sus fallas para aprender a enmendarlas y, así, nuevamente tener la gracia de poder vivir en Dios, cumpliendo de manera consciente cada uno de Sus designios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Desde que ustedes surgieron en el Corazón de Dios, hasta que llegaron al planeta Tierra para vivir una experiencia de amor, una larga historia se ha escrito en el Universo.
Su evolución permanecerá plasmada en los Espejos del Cosmos como el registro del aprendizaje de las criaturas de Dios; ella siempre quedará guardada para que ustedes puedan aprender de los triunfos, así como de los errores, y no vuelvan a caer en las mismas dificultades que los llevaron a la decadencia, tanto como seres y como humanidad.
Así como los Espejos del Cosmos se vuelven hacia la Tierra para irradiar luz y paz, ellos también, hijos Míos, colocan sobre la consciencia humana los registros guardados en el Universo sobre la historia y la evolución de cada ser. Esto es así porque llegó el momento de recordar, para que, con los grados de amor y de despertar que viven hoy, ustedes puedan curar y perdonar lo que vivieron en el pasado.
De la misma forma, todos los aprendizajes positivos y evolutivos que vivieron como consciencias, como espíritus en evolución, también se irradiarán hacia la Tierra, porque ustedes los necesitarán en este tiempo para saber cómo actuar delante de las dificultades que se presentarán.
Nada de lo que viven en la Tierra tiene sus raíces en este planeta. Aquí vinieron para consolidar un aprendizaje de amor y para curar los registros y las experiencias que necesitan de cura, porque, a pesar de que no lo parezca, hijos, en este mundo tienen todo lo que necesitan para eso.
Mientras el Tiempo de Dios se aproxima al tiempo de la Tierra, las realidades superiores también se van haciendo visibles y lo que antes estaba en dimensiones que no eran accesibles a la consciencia humana por su condición actual, comienza a revelarse.
Eso sucede, hijos Míos, porque ustedes ya experimentaron mucho en este mundo y, antes de que, por la ignorancia y el adormecimiento humano, destruyan sus propias vidas y la vida en la Tierra, su Padre Creador comienza a despertarlos.
La vida espiritual y la vida de verdadera oración son las llaves para vivir estos tiempos con paz.
Comprendan que todo saldrá de su control para que aprendan que el único poder verdadero es aquel que proviene de Dios, y la forma de participar del poder y de la sabiduría divina es rindiendo la propia arrogancia y control humano, reconociendo que sin el amor del Padre, son pura nada.
No teman estos tiempos; solo despierten a la verdad que emerge y, delante de las dificultades, así como de la gracia, manténganse en verdadera oración. Así, no perderán la paz.
No resistan los registros que emergen de adentro de ustedes, los que llegan a la Tierra irradiados por los Espejos del Cosmos; porque saber la verdad sobre sí mismos los tornará humildes y los aproximará a Dios.
Si no reconocen lo que deben curar y transformar, siempre se mantendrán en la ilusión de la vanidad humana. Pero si, en lugar de eso, hijos amados, ustedes abren sus corazones a la rendición, al perdón, a la cura, sabrán que la única perfección se encuentra en Dios, y a ella se aproximarán para encontrar la paz.
Mi bendición y Mis gracias siempre estarán sobre sus vidas, basta con que se dejen transformar y, en oración y en paz, vivan los impulsos que llegan al mundo en este tiempo.
Llegó la hora de ingresar en el Tiempo de Dios; no teman, solo oren. Mientras mayor sea la intensidad de las vibraciones que descienden del Universo para transformarlos, más cerca deben estar del Corazón del Padre, en oración.
Yo los bendigo y les agradezco por abrirse de corazón a las instrucciones celestiales.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Hoy hago brillar sobre Mi Pecho Maternal la Estrella de la Hermandad Celestial para poder anunciarle al mundo que el momento de la gran intervención se acerca y que las consciencias tendrán una última oportunidad para su despertar.
Hoy hago brillar sobre Mi Pecho Maternal la Estrella de la Hermandad Celestial, a fin de que los seres de la Tierra salgan del hipnotismo de la ilusión mundial, tomen consciencia y valoren la vida que el Padre les concedió para estar presentes en este planeta.
Hoy hago brillar sobre Mi Pecho Maternal la Estrella de la Hermandad Celestial para que todos los seres humanos comprendan, a través de este símbolo, que la vida no termina aquí, que después de esta vida vendrán muchos más aprendizajes que serán necesarios para poder elevar el espíritu hacia las Moradas de Dios.
Hoy hago brillar sobre Mi Pecho Maternal la Estrella de la Hermandad Celestial, porque llegó el tiempo de elevar la consciencia de plano para que la vida universal, aquella que despertará al Nuevo Hombre, se aproxime a los seres humanos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Nunca culpes a tu consciencia cuando ella encuentre la verdad sobre tu realidad y tu condición, incluso la realidad o la situación del semejante.
Todo lo que se revela y sale a la luz es parte de la liberación de los seres de todas las cadenas milenarias que aprisionan a la consciencia.
Conocerse a sí mismo y a los demás es parte del aprendizaje del Amor-Sabiduría y de la aplicación de esa Ley.
Saber de sí mismo, quién es uno verdaderamente, liberándose de las fantasías, ilusiones y engaños, es como mirarse en un espejo para saber que llegó el momento de la redención.
Por esa razón, nadie puede sentirse culpable o amedrentado cuando conoce de sí realidades desconocidas. Es la forma de poder vivir con transparencia el camino de la evolución y no el camino de la condenación.
El Amor-Sabiduría es un gran misterio. Quien consiga acceder a ese misterio, no solo aprenderá, sino también se liberará de sí mismo, porque es amando como se alcanza la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más