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Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Reverenciemos al Rey que está naciendo en el mundo que sufre, y eleven al Cielo sus súplicas, Dios los está escuchando. En cada parte del mundo, los ángeles están atentos para elevar al Cielo las plegarias de los hijos de Dios.
Escuchen con atención lo que les digo.
Yo soy Bienaventurada entre todas las mujeres y ustedes son misericordiosos ante los Ojos de Dios. Agradezcan, en este tiempo final, el encuentro Conmigo; pues Mi llamado está pasando por toda América, con la misión de que los corazones se consagren a Dios.
Liberen sus culpas y deudas, alcancen la cura y la redención, y vivan el Propósito de Dios.
Bienaventurados los que están Conmigo en esta noche, recordando este misterio del Nacimiento de Jesús. Hoy, traigo en Mis brazos al Niño Rey, que trae bendiciones para el mundo y para todas las familias de la Tierra, reconsagrándolas a los Sagrados Corazones, viviendo el misterio infinito del Amor en este ciclo que llegará.
Yo los preparo, de corazón y de alma, para el advenimiento de Cristo, el Redentor. Preparen sus moradas, hijos Míos, la Sierva fiel viene a su encuentro para ayudarlos, esperando una respuesta inmediata de la humanidad.
Hoy, las penumbras circundan la Tierra, pero Yo Soy el Sol radiante que todo transmuta. En este momento, las almas están siendo liberadas y los corazones, que creen en el Rey Universal, serán glorificados por Dios en los tiempos que vendrán.
Alégrense aquellos que escuchan Mi llamado y por todos los que celebran junto Conmigo el misterio infinito de la Sagrada Familia, porque los Códigos del Cielo están siendo derramados sobre la humanidad que está abierta para escuchar Mi Mensaje.
Por eso, hoy Me arrodillo, delante de ustedes, para reverenciar el Nacimiento de Cristo, Mi Hijo, en sus seres. Preparen sus corazones para este momento. Los coros celestiales están alabando al universo y todas las Jerarquías divinas de la Luz se congregan en el Amor al Propósito Mayor.
Abran las puertas de sus esencias para que el Rey pueda habitar en ustedes. Destituyan de sus vidas el pasado. Renuévense a través de la esperanza de Mi Corazón materno.
Yo vengo a preparar a los nuevos apóstoles de Cristo, aquellos que caminarán silenciosamente para servir a Dios. Por eso, Cristo debe renacer en ustedes en esta noche. Abran sus ojos al horizonte que se aproxima. La Misericordia de Dios está siendo derramada sobre el mundo. Dichosos todos aquellos que creen en Mi Palabra, porque encarnarán el Espíritu de Dios para el nuevo tiempo. No reconocerán sus vidas, porque serán transformadas por los Dones de Dios, los mismos Dones que Yo encarné en el Nacimiento de Cristo.
Por eso, hoy les traigo, Mis hijos amados, la Buena Nueva de la llegada del Mesías, el Profeta entre los profetas, el Maestro entre los maestros, el gran Salvador universal para el planeta.
Eleven en sus oraciones a los Reinos Menores, en ellos debe nacer el espíritu crístico salvador. Bienaventurados aquellos que cuidan de la Creación del Padre, porque en el futuro serán llamados dignos hijos de Dios.
Abran sus corazones, Mis amados hijos, porque a través de Mi Corazón Inmaculado, en esta sagrada Nochebuena, Yo les traigo el Espíritu crístico de Mi Hijo para que pueda encarnar en ustedes y, a partir del nuevo año que comenzará, sus vidas estén renovadas por el Propósito de Dios.
Que escuchen los cuatro puntos del planeta; la Mensajera de Dios, la Purísima Virgen entre las vírgenes, está anunciando Su última Palabra al mundo.
Hoy, Mi Espíritu se regocija por todos aquellos que celebran Conmigo la humildad y la venida de Cristo. Alégrense los corazones que han sufrido, sus nudos internos están siendo desatados, sus faltas están siendo perdonadas, porque Cristo viene a auxiliarlos y a redimirlos. Levántense aquellos que han caído en este mundo. Conságrense los corazones que aún no se han consagrado. El advenimiento del Redentor se aproxima y ustedes deben estar preparados para recibirlo. Dichosos aquellos que consagran sus familias a la Sagrada Familia de Nazaret. Aquellos, que se abran de corazón y de espíritu, podrán recibir los mismos principios de la Familia Sagrada y serán la nueva generación redimida, la Nueva Humanidad que dará principio a lo nuevo.
Por eso, hijos Míos, reciban Mis Palabras con gozo y plenitud. Que canten todos los seres de la Tierra. Que los coros celestiales pronuncien la Gracia de Dios. Yo he venido en su auxilio, en nombre de esta humanidad.
Yo los bendigo.
Canción: “Ave María”.
Cuando cantan con amor, Mi Alma se llena de gozo por los valientes, porque veo en este mundo a los nuevos rebaños que se redimen y que buscan la Luz de Cristo entre las sombras. Esos son Mis queridos hijos, los que encomiendo a Dios todos los días.
Sus almas muchas veces han estado en Mis brazos, de la misma forma como Jesús lo estuvo al comienzo. Yo les abro Mi Corazón maternal para que reciban Mi Gracia Suprema. En esta Nochebuena, Yo consagro a todas las familias y los invito a animarse, a seguir Mis pasos de Luz y de Paz, a través de la Sagrada Peregrinación que Yo realizo por el mundo junto a ustedes.
Invito a todos los buenos corazones a que Me ayuden a cumplir Mis pedidos; pues el mundo necesita, en todas partes, la Misericordia de Dios. Aún aguardaré, queridos hijos, llegar a África y a otras partes del mundo que también Me necesitan.
Mi Gran Consciencia Universal observa desde el universo a la humanidad. Yo quiero llegar, hijos Míos, a todo el mundo a través de sus esencias y corazones, porque así ustedes serán el fiel testimonio de la conversión, de la redención del fin del tiempo; y así, ayudarán a que otros corazones se animen a seguirme, en este llamado final que hoy pronuncio.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Les advierto, antes de que Mi Hijo llegue al mundo, que por última vez las puertas de la liberación se abrirán en este planeta, para que todas las almas que habitan en él puedan recibir una oportunidad grandiosa de liberarse definitivamente de todas las raíces del mal que las aprisionan a este mundo y no les permiten evolucionar y retornar a los Brazos de Dios.
Hijos Míos, para cerrar este encuentro de Mi Corazón con sus corazones, quiero decirles que reflexionen profundamente sobre esta noche y sobre la noche que vendrá, porque en estos tiempos finales generaron méritos para que, en estos dos días, sus almas recibieran una Gracia incomprensible para la mente de la humanidad.
A través de los ojos del corazón, vean la Presencia de Dios a través de Su Sierva y de Sus Ángeles.
El Señor le envía al mundo esta molécula crística que, por última vez, ingresará en las esencias de los seres humanos, en aquellos que deben despertar en este tiempo y que puedan cumplir su misión cuando llegue el momento de ver a Mi Hijo retornando sobre las nubes, porque Él aguardará de todos ustedes los frutos de las semillas depositadas a lo largo de los años.
Escuchen con atención Mi Voz y, sobre todo, abran sus corazones en esta noche única para la humanidad.
Yo les pido, Hijos Míos, que no vivan este momento como un momento común de sus vidas, sino que canten y glorifiquen al Señor y permitan que Él ingrese definitivamente en sus esencias y que, a partir del sí verdadero de sus corazones, aquellos de Mis hijos de la humanidad que todavía duermen en este mundo puedan ser despertados por Mis Ángeles y por todos los Bienaventurados que circulan en el planeta en esta noche.
¡Que se abran las puertas de la liberación al mundo! ¡Que las raíces del mal sean elevadas a los Cielos para que la humanidad viva la redención y la paz en los tiempos que vendrán!
Fortalézcanse ante Mi Presencia, fortalezcan la fe en sus corazones para superar las pruebas que llegarán al mundo y para ayudar a aquellos que no pudieron despertar.
Yo los aguardo, hijos Míos, en profunda oración.
Hoy, conduzco a sus almas a Mi Reino y, a través de Mis vehículos de Luz, elevo cada uno de sus seres para que, por un instante, reciban los códigos del Origen Esencial.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mi Espíritu Maternal se eleva sobre el mundo; y Dios Me ha permitido, a través de la Gracia, que Mi Corazón estuviera presente en sus hogares y familias, comulgando de este Nacimiento de Cristo, el Redentor.
Por eso, con alegría maternal, sonrían como sonríe Mi rostro de Luz. Que su rostro refleje alegría y amor, porque así la tristeza se disipará y la esperanza los resucitará en espíritu.
Invito a todos los presentes, queridos hijos, a que se aproximen a este sagrado Pesebre de Luz, para que sea bendecido en nombre de la humanidad. Cantemos con alegría y glorifiquemos al Redentor. El Niño Rey está naciendo una vez más en el mundo. Dichosos aquellos que abren sus corazones, porque Cristo entrará dos veces y les hará sentir el Amor de Dios.
Canción: "Noche de Paz".
Con la bendición con la que Jesús nació, Yo bendigo a estos niños en nombre de todos los niños de la humanidad, y también bendigo la Nueva Tierra que es el advenimiento del nuevo Niño Rey, aquel que nacerá en el espíritu de los simples y prevalecerá, a través de los tiempos, en la sonrisa de los más jóvenes y humildes.
Yo los bendigo, queridos hijos, con la misma pureza que Dios Me concedió, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por responder a Mi llamado. Sigan cantando mientras Mi Espíritu se eleva. Que suenen todas las campanas, Cristo está naciendo en la humanidad.
Canción: "Noche de Paz".
Madre María Shimani de Montserrat:
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
Muchos de sus corazones, en este día, se preguntaron cómo podrían ayudar a África. Vi muchas esencias que, con intenciones puras y verdaderas, aspiraron a llegar a este continente, llevando sus corazones y sus seres para ayudar, por amor al prójimo.
Pero hoy, les quiero decir, hijos Míos, que todavía no descubrieron el poder de la oración, porque muchos de esos deseos de actuar provienen del desconocimiento de sus consciencias sobre el poder de la oración verdadera.
Porque en esta noche, les digo que poderoso es el verbo que Dios les entregó; que aquel que ora con el corazón, podrá obrar mucho más que si estuviera físicamente en ese continente.
Hijos Míos, no les digo esto para desanimarlos a ir a África, pero quiero que descubran que existe un Poder Divino que actúa más allá del poder de la materia. Hoy, les muestro, a Mi derecha y a Mi izquierda, los frutos de sus oraciones, a las almas que elevo a los Cielos esta noche, que recibieron una oportunidad por las oraciones que ustedes pronunciaron, que siendo tan pocas y tan simples, llevaron a la apertura de los portales del Reino Celestial.
Mis queridos, si confiaran plenamente en lo que les digo y escucharan verdaderamente Mis Palabras, sabrían que sus pequeños corazones, aun con todas las impurezas e imperfecciones que presentan, podrían cambiar los acontecimientos de este mundo, podrían aliviar tan grande sufrimiento de tantas almas que no solo en África, sino en todo el planeta, padecen por la falta de amor y por el desequilibrio que esta humanidad generó en el mundo.
Como Señora de Kibeho, contemplo a toda la humanidad. Mi Corazón es único y en Él ingresará cada esencia de este mundo. Con la humildad de Mi Corazón, aspiro permanentemente a llegar a las almas más simples.
Hoy, les quiero traer este ejemplo de perseverancia que Mi Consciencia Maternal manifestó a lo largo de los siglos. No Me canso de repetirles las mismas instrucciones, con la esperanza de que la humanidad un día alcance el despertar.
Pero hoy, solo les pido que escuchen Mis Palabras con atención, que despierten definitivamente a ese poder que Dios les entregó desde el inicio de la Creación de esta humanidad. El poder del Verbo Divino, hijos Míos, puede mover los universos, puede abrir las puertas para que descienda sobre este mundo la Misericordia y detener la actuación de la Justicia Divina.
Todos los acontecimientos, que hoy ocurren en el planeta, son frutos de las acciones humanas; y esas acciones pueden ser convertidas por el mismo ser humano, hijos Míos, representado por cada una de sus almas; y las almas que hoy tanto sufren y tanto padecen, sí, podrán tener otro destino. Por más que este mundo no les pueda ofrecer nada sino sufrimiento, Mi Corazón Inmaculado puede llevarlas a una realidad que va a restaurar cada espacio de estas consciencias.
Hijos Míos, únanse a Mi Corazón, únanse al Poder de Dios que está representado en cada una de sus esencias; y profundicen, cada día más, en la oración que les entrego. Permítanse, Mis queridos, que Mi Corazón les enseñe a orar. Jamás piensen que han alcanzado la meta que Dios les propone; sino, como niños, permítanse aprender cada día un poco más, porque infinita es la enseñanza celestial que debo traer a este mundo.
Los Tres Sacratísimos Corazones también derraman Su Sangre sobre el mundo, pero no es la Sangre derramada por el sufrimiento, es el sufrimiento de Mis hijos convertido en Misericordia. Todo el dolor que siento en Mi Corazón, hijos Míos, lo convierto sobre este mundo en una Fuente de Misericordia Infinita, a ejemplo y semejanza de Mi Hijo, que entrega a este mundo el camino para la salvación de las almas. Con esto, en esta noche, les pido que también cada dolor de sus corazones pueda ser ofertado a este mundo como Misericordia para la salvación de todas las almas que padecen mucho más.
Mucho les habla el silencio de Mi Corazón. Sepan escucharlo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
No duerman, mientras Yo estoy presente, mientras estoy revelando secretos; podrían perder el impulso de Mi Instrucción.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy les reveló que, como consciencia humana, están ingresando en el Vía Crucis, que los invita en este tiempo a imitar el camino de Mi Hijo.
¿Quién de ustedes, hijos Míos, padecerá por la salvación de este mundo?
¿Quién ofertará la vida para el rescate de este planeta, de todas las almas como de todos los Reinos de la Naturaleza?
Mi Corazón viene a prepararlos, a cada uno de sus corazones, a cada una de sus almas, que hace mucho tiempo se comprometieron Conmigo y dijeron sí a todas las pruebas que vendrían. Ahora, hijos Míos, una vez más delante de Mi Consciencia, les pregunto:
¿Quién renovará ese compromiso?
¿Quién dirá nuevamente sí, pero una vez consciente de su misión?
¿Estarán dispuestos a entregarlo todo por el Amor de Dios?
Mientras los acontecimientos del mundo pasan delante de Mis ojos y les muestro realidades profundas a aquellos que Me pueden ver, hago que sus almas y sus pequeñas consciencias despierten al verdadero tiempo que viven hoy, para que ya no duerman más.
En el final de este Vía Crucis, así como sostuve a Mi Hijo y lo tuve entre Mis brazos, los tendré a todos ustedes. Yo los acompañaré siempre y, al final de esta batalla, los sostendré entre Mis brazos y restauraré cada una de sus células, de sus átomos, cada espacio de sus consciencias, porque esa es la Voluntad de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Con todos reunidos en la Colina de las Apariciones, comenzó el trabajo de preparación para recibir a la Madre del Mundo.
Se oró alrededor de una hora y luego la recibimos entonando el “Ave María”.
En determinado momento, Fray Elías, de pie delante del árbol, pidió silencio y relató lo que la Madre decía.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Madre dice que el mundo deberá alcanzar la paz a través de las pequeñas obras de todos los hombres. Ella nos está llamando a que despertemos a Su llamado, a que abramos nuestros corazones para escucharla.
Dijo que hoy nos viene a pedir que ofrezcamos nuestros sacrificios para impedir la Tercera Guerra en el mundo. Pero dice que no son sacrificios del alma, sino que debemos ofertar aquello que más nos apetece en este plano físico. Dice que el Señor acepta esos pequeños sacrificios y que nadie deberá morir a nada, solo debe ofrecerle lo que más pueda.
Yo Soy la Madre de la Concepción y conozco los ayunos que preparan al espíritu. Pues sepan que cuando el Señor nos pide sacrificios son por otras almas, como Yo les he pedido a muchos videntes. Solo quiero decirles que nadie debe acongojar su corazón, que debe estar alegre por estar ofertando su propio ser a otros.
Se salva a las almas colocándolas en las oraciones, pero Yo les pido hoy un poco más. No alcanza con recitar, debemos profundizar. Por eso, estaré aquí hasta el día 25, para aquellos que se animen a cruzar el umbral hacia la Reina de la Paz.
Nadie será obligado, desde los Cielos, a hacer lo que no siente, pues sepan que ustedes están regidos por la libertad. Aquí, en este Reino Celestial se vive la obediencia, lo que permite que el Plan Divino se dirija al Padre y a nosotros.
Sepan que la devoción puede despertar por estos sacrificios, que no deberán ser fanáticos ni rigurosos, pues lo que les estoy pidiendo es una colaboración por la paz, por el rescate de las almas y de las esencias.
El alma se santifica por los dones que va despertando cuando va perdiendo su voluntad y reconoce la Voluntad del Cielo que es infinita.
Estoy viniendo aquí, a ustedes, a pedirles esto en nombre del Amor Divino de Mi Concepción.
Estoy entregando, en este día que termina y en el que comienza, muchas Gracias al mundo, Gracias que han surgido de las oraciones y que han establecido un poco más de paz en algunos lugares del mundo.
Sepan, queridos Míos, que Yo Me sirvo de sus voces que oran Conmigo, con sinceridad y sin aburrimiento. Como estamos en un tiempo final, todo vale para los que quieren escuchar Mi Voz y responder a Mi llamado.
Les estoy pidiendo lo mismo que en Medjugorje: oración, ayuno y sacrificio, para que la Ley sea más blanda con los corazones que no quieren encontrar la paz y que continúan con sus voluntades, que no son la del Señor.
Los estoy invitando, hijos Míos, a que sus consciencias asuman sacrificios por las almas que están perdidas y que necesitan ser elevadas hacia Mi Reino Celestial.
No les estoy colocando días ni tiempo, cada uno sabrá lo que puede entregar por sí mismo en nombre de Mi Amor.
También les pido como Madre, que nadie sufra ni exagere porque no estará cumpliendo Mi Llamado, sino con su propia condición de querer elevarse con la fuerza de la Tierra. Deben elevarse con la fuerza del espíritu y sentir en sus corazones Mi llamado.
Quien da lo que tiene genera Gracias en los Cielos, los tesoros que Cristo, el Señor, nos ha anunciado en la antigüedad. Ahora todo está vivo para los que quieran reconocer las profecías que estoy volcando sobre este mundo que necesita de Paz y de Luz.
También, les pido que apoyen Mi llamado por África. No estarán yendo solo a servir para aliviar a las almas que están desesperadas desde hace siglos, estarán uniéndose a Mi Plan de Amor por todos los que deben ser elevados por Mis Brazos hacia Mi Corazón. Cada uno sabe lo que puede dar; por eso, Yo se los pido.
Los amo y los amparo en este nuevo camino que están recorriendo en consciencia Conmigo, por el mundo y por esta humanidad. Desde hace años, repito Mis Palabras en toda Europa, irradiando Mi Emblema de Paz, manifestándome con más fuerza para las mentes cerradas que no quieren escuchar la Voz del Señor.
Ustedes han caminado Conmigo por el sendero de la fe, cultivando la esencia interior y reconociendo lo que está sucediendo por intermedio de Mis anuncios. Solo lleven en sus corazones Mis pedidos, para que estos puedan sembrarse verdaderamente y con alegría. Es así cómo se alcanza el próximo Reino, para los que quieran trazar ese camino, trascendiéndose a sí mismos mediante la fuerza del espíritu y del amor que Me tienen.
Yo les correspondo con Mis Gracias, para que las repartan en paz a sus hermanos que no están aquí. Ustedes, hijos Míos, han visto cómo se responde a Mi llamado, unos vienen, otros van, pocos son los que permanecen para construir Mi Esencia de Amor en esta nación.
Ahora, estoy abriendo las puertas a lo que ustedes llaman de comunicaciones. Será necesario que Mi Emblema de Paz llegue a los rincones de esta nación y que haga un eco profundo en los corazones que quieran llegar aquí.
Estaré apareciendo los 12 y 13 de cada mes en Uruguay, y aquí, el día 25 a las 12h, el día 26 a las 20 h y el día 27 a las 12h. Así, en estos tres días, estarán escuchando Mi Voz y respondiendo a Mi llamado para recibir a las almas que tienen sed.
El día 8 de julio del próximo año será a las 12h y, entonces, notarán Mi Presencia.
Hoy, abro Mis Brazos para irradiarles Mi Amor, que debe cultivarse en lo profundo del corazón para que puedan borrar el dolor y nacer a Mi Buena Nueva, que les estoy anunciando como Madre de la Redención.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a repetir con Ella:
Infinita Misericordia,
irradia nuestras vidas.
Amén.
En este momento, Nuestra Señora está sosteniendo una rosa con Sus Manos, a la que llama rosa de la Misericordia.
Ahora, quiero llegar a los corazones a los que aún no he llegado. Iré con Mi prodigiosa maternidad a irradiar a un grupo de almas que debe afianzarse en Mi Corazón Inmaculado.
Mientras los videntes se trasladan hacia donde la Madre Divina les indica, se ora el “Ave Luminosa”, y cuando la Madre Divina imparte la bendición se entona el “Ave María”.
Por el poder sagrado del Espíritu, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que sus corazones, queridos Míos, se abran cada día más a Mi Luz y que encuentren la Paz que les estoy entregando.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre depositó sobre el grupo una esfera de Luz e irradió desde Sus Manos una energía color blanca brillante. Mientras hacía esto, caminó sobre el grupo en un nivel un poco más elevado, sonriendo e irradiando Su Paz.
Eleven sus almas hacia Mi Corazón y encontrarán Mi Reino. Yo los guío en este tiempo final. El Señor Me ha pedido cumplir una parte de la Obra, que es responder a las preguntas de Mis hijos hasta el día 25. Guarden sus respuestas más allá de sus corazones para que comprendan Mi Designio que es Mayor y Divino.
Se realizan las preguntas personales y la Madre Divina las responde.
Gracias por responder a Mi llamado, quédense en Mi Paz y duerman en Mi Reino.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más