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En tiempos de batalla, que reine la paz del corazón.
Que entre Mis soldados reine la unidad, para que así el enemigo no ingrese por ninguna brecha.
Que en el tiempo del Apocalipsis puedan escuchar Mi Voz y prepararse, para que algún día sientan la paz, igual que los oídos que escuchan una cálida melodía.
Hoy, queridos hijos, he venido en esta hora crítica para apartarlos del peligro y de la inseguridad que Mi adversario despierta a través del desorden humano.
Por eso, como en la victoria de Cristo en la Cruz, su Madre de las Siete Espadas se coloca en sus caminos para guiarlos y retirarlos de la adversidad y del peligro inminente que crea Mi adversario.
Su Madre Celeste enfrenta las primeras batallas con Su enemigo, para impedir la destrucción espiritual de los corazones, para evitar que las almas pierdan la fe en Dios y en Su Plan.
Por eso, los ejércitos de la Madre del Mundo se preparan para responder a situaciones inesperadas y no planificadas. Como verán, Mis hijos, el ritmo de los acontecimientos cambió y será a través de esas experiencias inesperadas que ustedes se transformarán en esencias de sacrificio y de entrega permanente para que, hasta el alma más distante de Dios, la más pecadora y condenada, encuentre Su Misericordia.
Hijos amados, no se desesperen. Sé que es difícil para sus vidas vivir tantos inesperados cambios, pero sepan que Yo Me he comprometido con Mi Hijo a retirarlos del peligro y del engaño que Mi adversario infunde en todo el colectivo de la humanidad, en lo que Yo llamo de tendencias y modernidades.
Los últimos acontecimientos han comenzado a desencadenarse entre el Cielo y el caos, y por todas las almas o por solo una, todo está permitido.
Síganme, Mis ojos no dejan de observar sus pequeños pasos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los protege más que nunca,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como vuestra Madre de la Misericordia, hoy acompaño este día de gran celebración y de expiación de todas las faltas que oprimen y condicionan la vida espiritual de las almas del mundo.
Por eso, hijos, peregrinando por Ruanda, ustedes Me acompañan por un camino lleno de dolor y de incomprensión interior.
Vuestras manos fueron llamadas para servir en la tierra de la indignación y del sufrimiento ocasionado por los planes de Mi adversario, quien llevó a miles de almas a tomar una actitud de destrucción y de masacre.
Pero Mi Gracia, que es bendita y misericordiosa, les muestra un camino diferente, una oportunidad de poder llevar a las almas perdidas y a sus familias por el sendero del perdón y de la paz.
Vuestros pies pisan la tierra de la desesperación, la que quedó grabada en la esencia de los corazones inocentes y de todos aquellos que no se pudieron salvar y que serán retirados del mar eterno del dolor por Mis manos de piedad y de misericordia.
Esa nación, marcada por la injusticia y por la falta de amor, ya despunta en el horizonte a través de la devoción y de la fe que todas las almas buenas proclaman a nuestra Señora de Kibeho.
Vuestra Madre Celeste realizó prodigios y dictó advertencias para todos en aquel tiempo. Mi adversario se encargó de distraerlos y de que las almas no colocaran la atención en Mis mensajes.
Y así vean ahora, hijos, el resultado de todo lo que sucedió.
Por eso, los misioneros de la paz son enviados por Mi Inmaculado Corazón para extraer el registro del dolor y de la masacre a través del amor, de la esperanza y, principalmente, como sacrificio y entrega, para ofrecer al Padre Celestial la abnegación y el esfuerzo, el trabajo y el servicio como una oportunidad de recibir la Gracia, el Perdón y la Absolución de todos los errores cometidos.
Miles de almas padecieron el resultado de la incomprensión y de la división entre las culturas a pesar de que la Madre del Divino Verbo profetizó la importancia de no dividirse y de buscar la Fuente de la Paz a través del Santo Rosario.
Al igual que toda la humanidad, primero buscaron la comprobación de lo que la Madre del Verbo dijo en aquel tiempo, para después arrepentirse y actuar en la fe. Pero eso no sucedió. La propia acción impulsiva y desmedida llevó a una nación entera a la autodestrucción en todos los planos de consciencia.
Ustedes, misioneros Míos, hoy visitan Ruanda para conocer las consecuencias de una humanidad ciega y sorda; pero también llegan a Ruanda, como tantos servidores Míos en el mundo, para solventar y equilibrar un proceso secular que aún no ha tenido fin.
Por eso, abran vuestros ojos y trabajen en la fe para que Ruanda reciba el don de la cura definitiva y muchas almas sean dignas, en este día, de recibir la Misericordia de Mi Hijo.
Recuerden que a través de vuestros ejercicios de caridad estarán abriendo la Fuente de la Misericordia.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los hace conocer una realidad desconocida por muchos.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Una vez más les ruego que acompañen todos Mis Mensajes desde el corazón, porque ya es tiempo de que vivan Mis Palabras, ellas han intentado construir algo inquebrantable dentro de sus seres. Ahora, Dios Me ha pedido que, después de todo lo que les he entregado a Mis queridos hijos, Yo le entregue a Él los frutos que deposité en cada uno de sus corazones.
Por eso, Mi consciencia maternal se manifiesta a través de impulsos espirituales a todos los que se abren para recibir el conocimiento de otras Leyes, Leyes que no están presentes en sus seres, pero que ustedes sí pueden estar unidos a ellas.
Mi Obra es una obra de paz, de fraternidad y de hermandad.
Todas las piezas que Yo moldeo, día a día, son entregadas después a Mi Hijo, para que Él las encamine hacia su misión final. Pero algunas de estas piezas, que forman parte del Todo, son duras de pulir. Por eso, Mi Amor que es profundo y verdadero por todos ustedes, intenta desterrar aquello que ya debe morir para que así nazca el nuevo espíritu.
A lo largo de los siglos, siempre le advertí a la humanidad que si ella no cambiaba de actitud, tiempos difíciles llegarían a la puerta de la vida de cada ser. Ahora, estos tiempos ya llegaron, tiempos de equivocadas acciones en el aborto, el suicidio, la mentira, el poder y el deshonor; los que en algunos corazones desbordan más que un río.
Pero Mi Corazón, que es paciente y manso, los quiere llevar a encontrar la Verdad, la Verdad de Dios para sus vidas, porque será a través de su transparencia y de su oración que se transformarán en aquello que Dios tanto espera y, de esa forma, ustedes como parte de toda esta única humanidad ayudarán a que ella se convierta pronto.
No se olviden, Mis queridos hijos, de que lo que fue escrito en la Biblia Sagrada se está cumpliendo, de una forma que muchos no perciben por estar llenos de otras cosas en vez de aferrarse a los poderes de la oración.
Si en verdad el mundo quisiera estar en el Reino de Dios, ya no cometería algunas acciones que perjudican siempre a los más desprotegidos y pobres.
Por eso, Mi Amor ingresa al mundo como una nueva Ley para que Mis hijos reaccionen, ya no son tiempos de vivir en las pequeñas insignificancias, sino que es tiempo de adquirir a través del Espíritu Santo una fuerza mayor para ayudar a los Planes de Dios.
Por medio de la Gracia y de la Misericordia, sé que ustedes podrán acompañarme y darán los pasos maduros hacia la conversión que los llevará a vivir la liberación. Hoy, más que nunca, los rebaños de Cristo deberán ser uno solo para que, a través de la oración, creen un muro protector que los separe del mal y los una más a Dios Todopoderoso.
Queridos hijos, he querido ser fiel a ustedes ante la situación planetaria, pues es hora de vivir la vida desde otra postura interior, porque su universo interior en este tiempo debe colaborar con el Plan del universo. Ustedes deben ser portadores de los nuevos códigos crísticos que Mi Hijo está derramando en aquellos que le dijeron sí.
Por eso, es hora de retirar de ustedes lo viejo, aquello que duele en lo profundo de sus corazones, para que en la oración alcancen la fuerza preciosa que irradia el perdón.
Queridos hijos, Yo los quiero preparar e instruir, porque la Mujer Vestida de Sol se está anunciando al mundo por última vez antes del nacimiento de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por madurar en la fe y en la confianza en Dios!
Los bendice siempre,
María, Madre y Reina de la Paz y de la Reconciliación
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más