APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL QUINTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Fray Zeferías, el Señor está pidiendo que toques el piano para preparar Su trabajo.

Él, de alguna forma, nos pide que todos nos preparemos en este momento para lo que va a suceder, bien despiertos y concentrados, sosteniendo este canal con Cristo.

 

Que alegría es estar hoy aquí, entre ustedes, para recordar lo que una vez les entregué por la redención de toda la humanidad: la gran llave de Mi Amor, basada en el espíritu de la redención, que Yo vine a vivir en carne propia, para salvar a todo el género humano.

Este será el Don que hoy le pediremos al Espíritu Santo para que, a través de Su Inteligencia Divina, le siga concediendo al mundo la oportunidad de la redención, especialmente para aquellas consciencias que ya están condenadas y que solo el amor de Mis Apóstoles sería capaz de poder salvarlas.

Por eso, hoy encenderemos la Menorah, pidiendo al Espíritu Santo que haga descender en este momento el Don de la Redención, atributo primordial en estos tiempos críticos, porque sin redención no hay rehabilitación y sin rehabilitación las almas no pueden encontrar el Amor de Dios.

La redención es la puerta que se abre para la liberación de las almas, para que se liberen las amarras y las cadenas de los que están oprimidos. Por eso, encenderemos una vez más la Menorah, invocando la intervención divina del Espíritu Santo.   

En el Cenáculo, les enseñé a Mis apóstoles sobre la Ley del Amor, basada en la inconmensurable Piedad del Padre por todas las almas, por todos los espíritus que surgieron de Su Fuente, para recrear esta Creación y bendecirla a través de las experiencias del Amor y del Perdón.

Si el padre caído no hubiera desobedecido, todo este universo local sería parte del Reino Celestial, porque en el Corazón de Dios aún está prevista esa fusión divina entre las dimensiones y los planos de consciencia.

Y en el Cenáculo, en los secretos que reveló Mi Corazón a los apóstoles, no solo les entregué el legado de Mi Amor y les revelé los valores del Sacramento y de la Confesión, y principalmente la importancia de comulgar Conmigo hasta el fin de los días, pero también les fue revelado el importante momento que su Señor viviría después de Su Resurrección. Ese momento, que compartí con Mis apóstoles y hoy comparto con ustedes, fue lo que después sucedería en Mi Ascensión.

¿Qué habría de acontecer entre el Universo Material y el Universo Mental, entre la consciencia humana y la consciencia angélica?

Cuando ascendí a los Cielos, al Universo, Dios, físicamente, Me abrió las puertas de Andrómeda, porque allí, en ese lugar del universo, Él colocó lo que había pensado para este Universo Material. Y eso fue posible a través de la intervención arcangélica, y a través de los Arcángeles por medio de las Jerarquías.

Entonces, piensen por un momento qué significó para los apóstoles recibir esa revelación de lo que verdaderamente sucedería con su Maestro y Señor, por la que deberían celar y velar a través de sus oraciones y oficios, en lo más profundo del silencio del corazón, porque en aquel tiempo no podía ser revelada ni tampoco en los tiempos posteriores. La revelación sobre Mi Ascensión debería ser revelada por Mí mismo, momentos antes de Mi Retorno al mundo.

¿Ahora, comprenden?, como hace más de dos mil años y hasta el presente, todas las almas que Yo congrego forman parte de una historia importantísima para Mí y que, con Mis propias Manos, vengo a retirar los velos de sus consciencias para que puedan ver la realidad, que el propio enemigo se ha encargado de confundir con sus espejismos y dudas.

En sus corazones se guarda una molécula importantísima para Dios, que a través del despertar de las consciencias se revela, y especialmente se muestra cuando los corazones se entregan a vivir la Voluntad de Dios.

A las puertas de este misterio que hoy se devela y que no puede ser comprendido con la mente, sino ser acogido con el corazón, cuando llegué a Andrómeda, Me encontré con Consciencias Sublimes, que en los planos internos Me habían acompañado durante Mi trayectoria en la Tierra, desde Mi Nacimiento hasta Mi Muerte y durante el importante momento de Mi Resurrección.

En esas etapas, esas Consciencias Sublimes estuvieron presentes, porque en Sus Corazones conocen sobre el Plan de Dios. Son nueve Jerarquías del Universo, Mentores de los Gobiernos Celestes, encargados de la evolución espiritual y material de millones de consciencias en esta Creación, así como de otras galaxias o constelaciones.

Con esta revelación, podrán comprender que la vida es infinita y que el fin que le colocan a la vida es a través de la propia mente, porque a las puertas de Andrómeda, esas Consciencias Me estaban esperando para entregarme el próximo paso que Yo daría por ustedes: no solo de ser el Redentor del Mundo, sino de ser el Gobernante del Universo, uniendo a través de Mi Corazón y de Mi Divinidad a todas las consciencias que Me sirven en el Universo Mayor desde sus experiencias y escuelas evolutivas.

Para que el Proyecto Humano no se perdiera, aun con lo que sucede en estos tiempos, lo primero que Dios Me entregó fue la esencia del Propósito de este planeta, así como de otros mundos que, a través de los aprendizajes y de los esfuerzos deberían alcanzarme, a través del Amor Crístico Redentor. Porque no olviden que cada uno guarda, dentro de sí, esa molécula crística que el Padre les entregó, molécula crística que intenta despertar, desde hace mucho tiempo, a través de ustedes.

Pero, ahora que están despiertos y conscientes, ahora que están aprendiendo a escuchar con el corazón; esa molécula se potencializa en cada uno de Mis compañeros para que, a través de las esencias, Yo vuelva a depositar, a través de Mi Retorno, esa esencia del Propósito de este planeta que Dios concibió desde el principio, desde lo que ustedes conocen como el Génesis.

De esa forma, a través del Retorno Glorioso de Cristo y de Su Faz Divina y Ultraterrestre, ese Propósito será reintegrado en todos aquellos que hayan sido consecuentes Conmigo, a través de los tiempos y de las generaciones. 

De esa forma, el código del mal se desvanecerá de la consciencia humana, las fuerzas del caos serán retiradas del planeta para reservatorios que están siendo preparados por los propios Arcángeles. Porque todo merece redención, desde la consciencia más evolucionada hasta la más pequeña partícula que tenga vida en esta Creación, todo forma parte del Proyecto Creador desde los principios. Por eso, deben estar atentos a ese momento, porque no serán avisados.

A través de este encuentro Conmigo, en este día, en el que hacen memoria sobre la Última Cena, es momento de que sus consciencias se amplíen y se expandan. Es momento de que sus sentidos internos despierten y sustituyan a los sentidos externos; porque, de esa forma podrán ver más allá de lo que ven, de esa forma podrán escuchar más de lo que escuchan, de esa forma podrán sentir más de lo que sienten. 

Porque cuando sus moléculas crísticas se unan a Mi Corazón en este trabajo que estoy gestando durante esta Sagrada Semana, les aseguro que no tendrán ninguna duda de dónde estar y qué hacer, porque lo que Yo necesito es algo muy importante que ahora no comprenden.

Cuando el corazón o el alma confía en lo desconocido y se lanza hacia ese océano del conocimiento cósmico, se prepara gradualmente para el gran momento del Retorno de Cristo, como también tiene la oportunidad de ser consciente de sus virtudes y talentos.   

Volviendo a Andrómeda, coloquen sus consciencias en ese lugar y en ese espacio del universo. No piensen que no lo podrán hacer porque, a través de Mí, la Puerta hacia Andrómeda ya está abierta y une los planos superiores con los planos inferiores. 

Quiero que ingresen en el mismo estado de revelación que ingresaron las santas mujeres y Mi Santa Madre, porque eso fue posible a través de la Comunión Espiritual que Ellas vivieron durante el ejercicio de la Última Cena.

Cada vez que reciben la Gracia del Cuerpo de Cristo, cada vez que reciben la Misericordia de la Sangre de Cristo, tengan presente y sean conscientes de su importante molécula crística interior. Es allí en donde ahora deben concentrarse y trabajar, aunque se sigan purificando y redimiendo.

No los quiero tornar gloriosos ni tampoco supervivientes. Los quiero tornar humildes, capaces, abiertos, adheridos y serviciales a todo lo que debe ser construido en el importante preámbulo del Retorno de Cristo, porque Mis Palabras algún día terminarán aquí y no falta mucho tiempo. Cada uno es responsable y consciente en este momento de lo que ha recibido, porque todo lo que Yo les doy y les di no se puede desperdiciar.

Al ingresar en Andrómeda, las Consciencias Sublimes revelaron Sus rayos, porque fueron los primeros que legaron de parte de los Padres Creadores, de los Arcángeles, el Plan que debería gestarse y manifestarse a través de los tiempos. Y cuando existió la gran interferencia y alteración a través del ángel caído, ese Plan tuvo que ser recalculado como está siendo recalculado, segundo a segundo, en estos tiempos definitivos.

Por eso, nunca deben pensar que la Jerarquía cambia de idea. Ahora ya es tiempo de que se den cuenta a través de la madurez espiritual, de que todo lo que plantea y hace la Jerarquía es con el fin de cumplir el Plan de Rescate. Y cuando alguna pieza, es decir alguna consciencia, se mueve de lugar, es desviada o abducida por las consciencias del caos, allí el Plan debe ser recalculado, porque la Divinidad y las Jerarquías Sublimes no solo trabajan por ustedes, sino por el mundo entero.

No pueden olvidar, compañeros, que ya está todo previsto, como estuvo previsto que hoy, los que están aquí, estén aquí. ¿Acaso ya comprendieron lo que eso significa y por qué en este momento escuchan estas cosas que salen de Mi propia Boca, afirmando la Voluntad de Dios para el mundo?

En esta aparente exigencia, existe una preciosa tensión ardiente que forja, en las consciencias terrestres, la elevación para que aprendan, de una vez y para siempre, a no pensar más en sí mismas y que tengan claro y muy presente, en el centro de su ser, el Divino Propósito que está latente, ante ustedes, en los planos internos y que corresponde que lo cumplan y que lo concreten.

Cuando solo se abren para servir, les aseguro que se están abriendo a lo desconocido.

Cuando se abren para amar cada vez más, les aseguro que están ingresando en los grados de Amor.

Cuando se olvidan de ustedes mismos, les aseguro que están bien cerca de Dios; así como muchas consciencias de este planeta lo estuvieron, a través de los santos del Oriente y de los santos de Occidente.

Todo es posible solo cuando la consciencia quiere dar el paso. Y cuando da ese paso, ingresa en una experiencia semejante a la experiencia que Yo viví en Andrómeda y que Me llevó tres ciclos del tiempo material el poder finalizarla; porque no solo Me glorifiqué y Me divinicé a través de la persona humana de Cristo, sino también asumí de una manera más profunda y eterna el compromiso de su salvación.

Ahora, ¿quién estará pronto, así como Yo lo estuve en Andrómeda, para recibir el Propósito sobre la continuación del Plan de Redención de la humanidad y del planeta, en la parte que a cada uno le corresponde vivir y cumplir? 

¿Quién será capaz de ser celador de ese Propósito? 

¿Quién será capaz de amarlo más allá de sí mismo, aunque no lo comprenda o no lo entienda? 

¿Quién será capaz de iluminar su consciencia y sus células a través de los impulsos que Yo les traigo en esta Sagrada Semana?

Porque lo que Yo necesito es muy grande, pero es muy simple. Necesito que se decidan a ser bienaventurados, aunque estén en esta superficie dolorosa y herida; que se animen a dar la vida por Mí, como los apóstoles se animaron durante su apostolado en Tierra Santa y más allá de Tierra Santa; que se animen a ser capaces, como fue la Santa Madre y las santas mujeres, de cruzar toda Europa y llegar a Inglaterra, para fundar la Orden de los Templarios y fortalecer las bases de la energía crística en el planeta a través de los Centros Internos.

¿Quién será capaz de dar continuidad a estos tesoros espirituales, mientras millones de almas en el mundo están absolutamente distraídas y desconectadas?

Les pido que recen por los que aún deben despertar. Y que ustedes puedan seguir despertando y no crean que ya están despiertos, porque si verdaderamente estuvieran despiertos, algunas cosas ya no les sucederían.

Pero los invito nuevamente a confiar en Mi Amor Redentor, para que aprendan a confiar en Mi Amor Cósmico, que está latente en el Corazón de Andrómeda entre todas las Jerarquías. Porque, así como hoy jueves, celebro este momento con ustedes, y celebraré con ustedes este momento de consagración por un motivo mayor e inexplicable; de la misma forma, cientos de Jerarquías en este momento están reunidas en torno al Hijo de Dios, delante de la Faz del Señor del Mundo, de la Divinidad de Cristo y de Su aspecto ultraterrestre que hoy se presenta a todos como el Ángel Solar.

Yo les pido ahora que piensen: ¿cómo es posible que un ser humano, que encarnó entre ustedes, enseñó, predicó, redimió y dio la vida por un motivo mayor, cómo fue capaz de convertirse, después de Su Ascensión, en un Ángel Solar?

Deben contemplar esto en lo más profundo del corazón, sin buscar una respuesta inmediata. Los pasos de la evolución y de la expansión de la consciencia son regidos por la Ley del Amor. Es allí en donde comienza su expansión y elevación.

Cuanto más amen, más crecerán, y su soberbia se disolverá. Ya no querrán vivir el poder personal, porque el Amor Mayor los llevará a vivir la Voluntad Suprema a través del compromiso y de la responsabilidad por medio de los linajes, llamados virtudes y talentos, que Yo les entregué a cada uno de ustedes.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A través del portal que está abierto detrás de Cristo, en este momento, el Señor nos hace contemplar Andrómeda y todas las estrellas en torno a ese lugar, así como todos los soles y todas las Consciencias Sublimes que, en este momento, están en comunión con todos los corazones abiertos.

Él nos pide que contemplemos Andrómeda en nuestro mundo interior y que veamos dentro de nosotros nuestro universo interior. Contemplemos, por un momento, escuchando la melodía que está siendo ofrecida. Y vaciémonos en el Todo.

Bajo esta poderosa energía que nos abraza y, a través de esta actitud reverente y devocional, vamos a proceder, en la Presencia de Cristo, a la consagración de los nuevos sacerdotes.

Les pedimos que nos mantengamos concentrados y unidos a este importante momento que Cristo está realizando.

Pedimos a las Madres que se aproximen al palco, a los pies de este escenario, y que cada una lleve consigo una vela.

Por favor, tráiganme una vela, aquí.

No nos desconectemos.

Contemplemos Andrómeda en nuestro mundo interior, bebamos de esta Fuente que Cristo nos está ofreciendo conscientemente y así, acompañemos esta ceremonia en reverencia y devoción.

  

Hijos Míos, que hoy se consagrarán, ante la autoridad que les entregaré a partir de este momento, a pedido de la Santísima Madre y respondiendo a Sus súplicas amorosas y eternas; en primer lugar, Dios les conceda la protección maternal, no solo divina, sino también terrestre a través de estas Madres consagradas al Esposo Celestial y que están enteramente disponibles para sostenerlos, escucharlos y consolarlos.

Este paso que hoy darán no será algo personal, sino será algo planetario para que, a través de estos apóstoles que Yo estoy consagrando en estos tiempos de oscuridad, reconstruyan Mi ultrajada Iglesia y, en especial, reparen las ofensas que Me han cometido millones de sacerdotes en el mundo.

Por esta razón, las nueve Consciencias Sublimes del universo, los Mayores Sacerdotes del universo, hoy acompañan este momento solemne, divino y reverente, a fin de que se reconstruya y se restituya el linaje espiritual del sacerdocio, que Yo establecí hace dos mil años en este mundo.

Y que, a través de la Piadosa Madre, del Espíritu Santo, la Madre de las almas consagradas, que ha suplicado incansablemente para que la vida sacerdotal no se pierda, hoy delante de todos y en especial de todos los sacerdotes del planeta, les confío por medio de la Luz del Espíritu Santo, que sean guardianes y celadores del Sagrado Oficio que enseñé a los apóstoles y que Mis apóstoles enseñaron a través de los tiempos, para que se uniera el Cielo y la Tierra en perfecta armonía y redención.

 

Cristo le dice a cada uno de los que se consagran:

Que el Santo Espíritu de Dios ilumine tus pasos en este día.

 

Cristo se dirige a uno de los nuevos sacerdotes:

El Señor te consagra hoy como fray Juan Evangelista, en honor al apóstol que amó la Cruz hasta el último momento, el apóstol que consoló al Señor en Sus horas más difíciles y que junto a la Madre Celeste y a María Magdalena, como también a José de Arimatea, no dejaron solo al Señor, porque padecieron con Él hasta el último minuto de Su expiración. Bienvenido, fray Juan Evangelista, que el Espíritu Santo ilumine este día.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Pueden hacer su oferta delante de Cristo.

Incienso.

 

“Señor, Padre Amado, 
Tú que purificas, a través de Tu Amor,
 todo lo que tocas y contemplas,
hoy purifica la consciencia humana de su condición inferior,
para que se eleve ante Ti,
como en este momento Tu Hijo está ante Tu Trono,
a fin de que estas consciencias Te alaben y Te glorifiquen,
así como lo hacen los ángeles del Cielo.

Adonai, 
a través de este incienso ofertado
en el Templo de Tu Corazón,
bendice a todos”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Agua bendita.

 

“Señor, Emmanuel, 
antes de crear a Tus hijos,
pensaste en cuidarlos y amarlos
como un amoroso Padre y les concediste el agua
para que, a través de ella,
aprendieran a saciar su sed. 

Que Tus Gracias y Misericordias
fluyan como un manantial, en este momento,
sobre todos los espacios oscuros del planeta,
y que en la unión predilecta
de las almas que están aquí presentes,
esta bendición restablezca la paz en la humanidad.

Amén”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Virgen María está presente en este momento, como la Madre de todas las madres y de todos los sacerdotes.

Podemos traer aquí las estolas para que el Señor las bendiga con el agua bendita.

 

Que, a través de este símbolo sacerdotal, el alma de los sacerdotes sea un puente de Luz entre el Infinito y el planeta para que, en su sacrificada entrega, las almas más necesitadas del Amor de Dios lleguen a Su Corazón. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

El aceite para bendecir.

Pueden destapar el aceite. Pueden elevarlo.

 

Con amor, Mis esposas de Jerusalén ungieron Mi Cabeza y Mis Pies antes de la Pasión.

Con amor, Mis esposas de Jerusalén ungieron el Cuerpo herido del Cristo crucificado.

Con amor, Mis esposas de Jerusalén ungieron la Resurrección de Cristo a través de su confianza en Mí.

Que hoy los que serán ungidos, siempre unjan a los que lo necesiten, porque en la poderosa Unción de la Cruz está su liberación. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, en este momento, vamos a llamar a las siguientes Madres para que se coloquen detrás de los hermanos que se están consagrando:

Madre María Fidelia detrás de fray Paulo Mateus, Madre María Shimani detrás del fray Juan Evangelista, Madre María Getsemaní detrás de fray Shemaya, Madre María del Salvador detrás de fray Nazareno.

Ahora, las Madres que están detrás de los hijos espirituales, van a entregarles la vela a los hermanos, delante de ellos, y pueden hacer, antes de entregar la vela, un ofrecimiento interno a Cristo.

 

Fray Elías pronuncia la Oración para pedir Sabiduría Divina para los consagrados.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, delante del Señor, los hermanos harán su acto de consagración sacerdotal.
 

Los nuevos sacerdotes pronuncian la oración indicada.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

De esta forma, aún delante del Corazón de Jesús, que contemplen la inmensidad de Su Obra de Amor y Misericordia.

Invitamos a todos los presentes a revivir juntos la Última Cena.

 

“Padre Celestial, 
que estas alianzas representen
la unión perpetua de las almas
con Tu Divino y Glorioso Corazón,
a fin de que siempre se establezca
 la unidad perfecta entre el Cielo y la Tierra”.

 

Así como a los apóstoles les ofrecí el compromiso eterno Conmigo en el Sagrado Cenáculo, hoy les ofrezco a ustedes, Mis nuevos apóstoles, ese mismo compromiso con Mi Corazón.

 

Los sacerdotes pronuncian la Oración de purificación del sacerdote antes de celebrar la Eucaristía.

 

Como en aquella noche cuando Me reuní con Mis apóstoles, hoy, en solemnidad, Me reúno con ustedes para restablecer la unión entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Dios.

Por eso, con un Amor desconocido por cada uno de los Míos, Yo vuelvo a tomar el pan y a ofrecérselo al Padre para que sea convertido en Mi Glorioso Cuerpo. De la misma forma lo vuelvo a partir, y ofreciéndolo a todos, les digo: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Reverenciamos el Cuerpo Vivo de Cristo.

 

Enseguida, tomé el Cáliz entre Mis Manos y, ofreciéndome aún más al Padre en sacrificio y amor por cada uno de Mis compañeros, le solicité que el vino fuera transubstanciado en Mi Preciosa Sangre. Enseguida, lo pasé a Mis compañeros como hoy se lo paso a ustedes, diciéndoles: “Toman y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, la Sangre de la Nueva y Eterna Alianza, que fue derramada por su Redentor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en Mi memoria, porque Yo ya estoy retornando”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Reverenciamos la Preciosa Sangre del Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo y nos da la paz.

 

He aquí el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Felices y bienaventurados los que se vuelven a servir de este poderoso Sacramento, porque siempre les prometo Mi Amor, Mi consuelo y Mi Paz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Unidos al Sagrado Corazón de Jesús, presente e insondable en este momento, terminemos de ofrecer estos elementos transubstanciados, en honor y gloria a nuestro Redentor, para que Su Amor y Su Misericordia se establezcan en el planeta.

Terminaremos esta consagración cantando el Padre Nuestro en arameo, junto a los ángeles de Nuestro Señor.

 

Canción: “Padre Nuestro” en arameo.

 

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.

En unión a nuestro Maestro y a través de un gesto de reverencia, saludamos a nuestros hermanos, dándoles la paz.

 

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.

 

Y anunciamos, en este momento, a pedido de Nuestro Señor Jesucristo, la Comunión Espiritual, en esta importante celebración de la memoria de la Última Cena, para que estos ejercicios se perpetúen a través de los tiempos y congreguen a muchas, pero muchas más almas, a través del Amor de Nuestro Señor.

Hoy, Nuestro Señor nos pide comulgar por los no redimidos.

Todos recibiendo la molécula crística del Señor. 

Todos contemplando, en esta Comunión, el Sagrado Corazón de Jesús y expandiendo la Luz de ese Corazón al mundo entero y a las almas, a través de esta alianza con la Comunión de Cristo; irradiando esta Luz a todos nuestros seres queridos, hermanos y conocidos; a nuestras familias, amigos y compañeros; todos recibiendo la Luz del Sagrado Corazón de Jesús que Él emana en estos momentos para todos.

Coloquemos en el Corazón de Jesús a todos nuestros seres queridos y al planeta, afirmando esa unión con Cristo; todos siendo aliviados y consolados por el Sagrado Corazón de Jesús presente en este momento.

Sintamos ese mismo abrazo que Él les dio a Sus apóstoles en la Última Cena. Y adoremos al Rey del Universo a través de esta Eucaristía.

 

Santísima Trinidad, 
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente y os ofrezco
el preciosísimo Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido.
Y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.

 

Ahora, Yo Me puedo ir en paz, porque este momento está consumado, entregándoles internamente los primeros impulsos de Mi Retorno físico al mundo.

Los bendigo y le otorgo la paz al mundo, y especialmente a los que sufren.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que nunca les falte la motivación y el empeño por servir.

Que la caridad le traiga al mundo la piedad que él necesita en este momento y que el descenso de la Piedad Divina transforme, en el servicio, a sus corazones y a toda la Tierra.

Que el acto de servir no solo sea una atención fraterna y amorosa al prójimo.

Que el servicio de los buenos corazones enmiende la inmensidad de errores y de faltas que son cometidas por la humanidad.

Que el servicio los impulse a ser cada día más caritativos, para que ya no sufran por no conseguir salir de sí mismos.

Que la llave del servicio a la humanidad y al planeta los coloque finalmente en el camino del apostolado.

No importa lo que suceda en este tiempo, sirvan con la convicción y la fe de que llegarán a encontrar la Piedad Divina, de que serán ayudados a través del acto de servir y que todos serán beneficiados por la Misericordia de Mi Hijo.

Demuestren a Dios que Su Proyecto de Amor es posible.

Reparen Su Corazón ofendido, en cada nuevo acto de servicio, y les aseguro, queridos hijos, que estarán ayudando en el Plan Redentor de Cristo.

Cuando su purificación o transformación sea difícil, vayan a servir.

Ocupen sus consciencias en acciones y en momentos espirituales de servicio.

Ayuden a construir la nueva humanidad a través de obras misericordiosas y fraternas.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE AUGSBURGO, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Un corazón arrepentido muchas veces, a pesar de la cantidad de errores cometidos, es un corazón que espera ver a Dios en su interior y poder encontrarlo como única y absoluta salida para su vida.

Un corazón arrepentido de sus faltas es un corazón que, a pesar de la gravedad de sus errores, se abre internamente a la Misericordia de Dios.

Un corazón soberbio, arrogante y mezquino, nunca podría alcanzar esta Gracia ni tampoco la revelación de estos Misterios del Amor de Dios.

Son los corazones arrepentidos los que Yo busco en este tiempo, corazones capaces de reconocer sus fallas, a pesar de que sigan cayendo o padeciendo.

En el mundo de hoy, hay muchos corazones que se podrían arrepentir para poder alcanzar la Piedad de Dios y así, volver a encontrar el sentido de estar en este tiempo y en este planeta.

Mi adversario trabaja para satisfacer a los corazones soberbios, arrogantes y mezquinos, pero cuando un corazón alcanza la claridad sobre su situación espiritual, se vuelve un corazón rescatable capaz de transformar, de la noche a la mañana, toda su historia.

Son esos corazones los que Yo estoy aproximando a fin de que participen del tiempo de la Misericordia de Dios.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE NÁPOLES, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 

Vengo a ofrecerles, hijos Míos, Mi Rosa de Luz y de Paz, como medio para su conversión y redención. Esta Rosa de Luz es el símbolo de Mi Pureza original, la Pureza que proviene de Dios y de Su Fuente que fue amorosamente cuidada y preparada por los ángeles del Cielo, antes de que Yo fuera creada por Dios.

Hijos Míos, acepten esta Rosa de Luz que nace de la donación de Mi Corazón, no solo por Italia, sino también por las almas del mundo; por Mis hijos de África, por Mis hijos de Asia, de Oceanía y de las Américas. Esta Rosa de Luz que Yo les ofrezco es para todos.

De lo más profundo de Mi Alma, de lo más profundo de Mi Espíritu vengo a ofrecer a todas las almas de Italia esta Rosa de Luz, porque así el Padre Celestial podrá contemplar su pureza, su esfuerzo en la transformación y en la redención, y Él al ver la Rosa de Luz en cada uno de Sus hijos no derramará Su Justicia, sino derramará Su inmensa Gracia. Derramará todo el Amor que los creó desde el principio de la Fuente.

Hijos Míos, que esa Rosa de Luz esté en sus corazones como una comunión espiritual, interna y silenciosa con la Madre Celeste.

Vengo a traer este símbolo y este ejemplo de caridad de Mi Corazón, porque Yo deseo de Mis hijos su pronta conversión y redención, para que algún día alcancen el Reino de los Cielos y descenderán a la Tierra futura por medio de la Nueva Humanidad.

Si en ustedes está Mi Rosa de Luz podrán ofrecer, hijos Míos, un ejemplo de vida, de bondad y de caridad a los demás.

Europa nunca podrá olvidar que el servicio es el camino para encontrar la Piedad de Dios que tanto necesitan así como, otras regiones del mundo necesitan de otros atributos de Dios, no solo para transformar la vida completamente, sino también para vivir Su Santa y Divina Voluntad.

Con esta Rosa de Luz que hoy les traigo hijos Míos, Yo expongo ante Italia y ante todo el Universo la Pureza esencial de la Madre de Dios, uno de los más inmaculados y grandes misterios de Dios que proviene de Su Fuente inmaterial para todas las criaturas del Universo, para todas las galaxias, todas las estrellas y todos los soles.

Todo, absolutamente todo, cuando se abre a la vida interior es permeado por la Pureza esencial de la Madre de Dios.

Yo necesito, hijos Míos, que cultiven en ustedes este símbolo espiritual de la pureza para que aprendan, día a día, a recapacitar y a cambiar, para que aprendan a vivir en los Mandamientos de Dios, especialmente para que aprendan a cuidar de su planeta, de la humanidad y de los heridos Reinos de la Naturaleza.

Abran sus corazones, hijos Míos, para este misterio de Amor que hoy les traigo. Estoy intercediendo por ustedes, como nunca antes intercedí por Italia.

Por eso hoy vengo, hijos Míos, como la última Mensajera de Dios para anunciar la Luz de Cristo al mundo, la que se aproxima a la humanidad y a todo el planeta por medio de la Pureza de la Madre de Dios.

Necesito que sus vidas sean un ejemplo no solo en la caridad, sino también en el amor; y aprenderán a reconciliarse los unos con los otros. Así aprenderán, hijos Míos, a reconocer la Faz Sagrada de Mi Hijo en sus hermanos. Es lo que Mi Hijo hoy necesita de Italia, que todos reconozcan Su Santa Faz en sus hermanos y en sus semejantes, para que Él pueda establecer la Paz tan urgente en su pueblo como en el mundo entero.

Necesito, hijos Míos, que siembren en la Tierra la pureza de sus corazones porque la humanidad la ha perdido completamente.

La Pureza que proviene de Dios está dentro de ustedes, iluminará a la Tierra, a todo lo creado y a todo lo manifestado, y así, todo se transformará según Dios lo espera desde hace tanto tiempo.

Anímense, hijos Míos, a reencontrar su pureza y a preguntarse, dónde está. Yo Me ofrezco como su Madre y Reina por medio del camino verdadero de la oración para que reencuentren ese camino y ayuden a sus hermanos a poder reencontrarlo porque con ese simple acto de caridad, al expresar el amor y el bien en todo este pueblo de Italia, muchos más reencontrarán el sentido de estar aquí en la Tierra y antes de que todo suceda en el mundo, muchos se sentirán llamados a vivir el camino de la conversión.

Mi Hijo les entregó un tesoro incalculable para la humanidad por medio de los divinos Sacramentos para que estén siempre bendecidos, renovados y colmados por el Espíritu Divino de Dios que llega al mundo a través de Sus Mensajeros para abrir los ojos de su consciencia, para que vean más allá de lo material, también más allá de lo espiritual.

Es hora, hijos Míos, que despertando su Pureza original, también puedan ver la necesidad del mundo entero. Aprendan por medio del amor y del bien a cubrir las necesidades del semejante, a aliviar el sufrimiento, a traer la paz donde ya no existe, donde falta desde hace mucho tiempo.

En este momento, su Divina Señora enciende Su Corona de Luz, por medio de Sus Doce Estrellas, para iluminar a cada una de las naciones de Europa en este peregrinar con los Mensajeros de Dios, para sembrar en la Tierra los nuevos atributos, tierras áridas y muy secas donde la Fuente espiritual ya no existe más.

Pero, Yo les hago brotar como en Lourdes, el agua que los curará y que los salvará. Yo les ofrezco, hijos Míos, el Agua que brotó del Costado de Mi Hijo, el Agua espiritual y material que brota de Su Costado trayendo la luz al mundo y la cura a la humanidad.

Ejerciten todos los días, hijos Míos de Italia, pequeños gestos de amor y de servicio. Mantengan en armonía sus ciudades y sus pueblos. Cuiden de la higiene ambiental para que la salud nunca les falte. Amen y respeten lo que Dios les entregó. Contemplen y amen a los Reinos de la Naturaleza.

Construyan la ciudad de Nápoles por medio de esos gestos para que perciban, algún día, que un Universo espiritual lejano a la Tierra pero dentro de este universo, espera descender al mundo para despertar sus consciencias espirituales. Y así, como los antiguos patriarcas y profetas se encaminen con valentía y amor a vivir el Plan del Altísimo, así como Él lo pensó y lo entregó al pueblo de Israel.

Recuérdenles cuidar el medio ambiente, con ejemplos y educación, a todos los que no los tienen, la naturaleza les agradecerá profundamente. La armonía espiritual se instalará para que otras cosas sucedan, no solo aquí, sino también en el resto de Italia.

Como testimonio de esa Pureza esencial que brota de Mi Corazón, hoy vengo a consagrar a nuevos Hijos de María. Escucharé en este momento, la versión instrumental del himno de su consagración, para que su Madre Celeste los pueda bendecir y comprometer con una nueva misión por muchas almas más, que esperan algún día despertar a la Consciencia de Dios para darse cuenta que nunca les ha faltado el Amor, la Gracia y la Misericordia del Padre.

Que los que hoy se consagrarán, se aproximen.

Con almas tan diferentes, unas de otras, vengo a traer el Espíritu de la renovación de Mi Hijo, sabiendo que Europa necesita de un cambio muy profundo para alcanzar los Atributos Divinos de Dios que transformará la vida en la Tierra, que traerá consciencia, luz y redención a la humanidad.

Bajo este Espíritu de Amor que proviene de Mi Hijo, les encomiendo la tarea, hijos Míos, de orar por Italia para que más hermanos suyos de esta nación, algún día, se comprometan a orar como ustedes, sabiendo que el compromiso de Mis hijos en este tiempo es por la humanidad y por todo planeta; entregándoles la Pureza de Mi Corazón a cada uno de ustedes.

Es así que los renuevo, los curo y les concedo la Misericordia de Dios a ustedes y a sus familias, a sus naciones de origen, al continente europeo, a toda la humanidad sabiendo que siempre deberán recordar que, más allá de sus naciones, historias o pasado, es posible redimir y renovar todo. Y que siempre serán hermanos en Cristo para que Él siempre los bendiga y los colme con Su Amor Misericordioso.

Hijos Míos, por este paso que hoy están dando ante su Madre Celeste, estoy muy agradecida. No saben lo que eso significa para Mí. Algún día lo comprenderán, cuando estén en el Cielo Conmigo en la Gloria Celestial del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Este nuevo paso les abre las puertas para nuevos aprendizajes, para nuevas escuelas, para nuevos desafíos. Serán amparados por su Madre Celestial, en obediencia, en humildad, en resignación, en absoluta confianza y en entrega.

En nombre de la Pureza de Dios que brota del corazón de Su Universo para toda la humanidad y el planeta, como una Fuente inagotable de amor y de compasión, más allá de los errores del mundo y de la injusticia de los hombres, Yo les traigo la bendición maternal, el amor de Mi Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre de Mi Hijo agradezco a todos por haber cumplido hasta este momento, esta segunda etapa de la Peregrinación por la Paz, y ahora Croacia y Hungría se prepararán para recibirnos, para que más luz de la Fuente Divina siga siendo derramada en Europa Oriental y también en el mundo entero.

Les agradezco por responder a Mi Llamado y como saludo a su Madre Celestial, los invito a cantar el himno de su consagración.

Les agradezco.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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