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Queridos hijos:
La oración es la gran llave que abre la puerta de los Cielos.
Cuando su oración es sincera y sin apremios, es una oración abnegada. Ella produce grandes efectos a través del alma que la practica y la vive. Es la forma de que estén en contacto con los Cielos en estos tiempos de definición.
La oración sincera siempre los volverá a colocar en el camino correcto y en la vibración espiritual correcta. Ella los protegerá de sí mismos y de los demás acontecimientos que se avecinan.
La oración es la verdadera vacuna contra toda epidemia adversa, porque al orar, ustedes, Mis hijos, elevan la consciencia y el espacio que los rodea, generando un importante vórtice para que el universo angélico pueda transmutar la oscuridad.
Cuando esa oración es ofrecida en grupo, más allá de las distancias, sus efectos son globales y muchos beneficios se establecen en aquellas almas que ya estaban condenadas.
Deben volverse aspirantes de los misterios de la oración, porque recuerden que la oración, en este momento mundial, es el alimento esencial y primordial de la humanidad en transición.
Yo los invito a orar sin causas ni condiciones. Los llamo, hijos Míos, a ofrecer sus vidas como una constante oración para que sus ejemplos sean el consuelo para Dios, ofendido y lastimado por la indiferencia del mundo.
Ofrezcan, en esta Navidad, sus oraciones por los niños y las familias refugiadas, por las graves crisis humanitarias, que se multiplican más rápido que la fraternidad y el bien.
Alivien, a través del Rosario, la indigna vida y el dolor de las mujeres refugiadas, de los que no tienen nada y no son aceptados ni acogidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A medida que la consciencia tridimensional accede a la verdad del conocimiento guardado en el Universo Mayor, aún más la consciencia comienza a percibir la amplitud de la condición humana, que cada ser de este planeta necesitará transmutar y trascender.
Eso colocará a la consciencia ante el momento de decidir el camino que ella se determinará a seguir, sea el evolutivo o el involutivo.
Todo eso es algo dual, pero tomando consciencia de toda la realidad individual y afirmando la fe, el ser humano es capaz de lanzarse hacia lo que es verdadero, lo que alimenta su espíritu de valores espirituales y lo que, algún día, lo convertirá en una buena persona.
Ese momento de definición se llama transición interior y espiritual, pero no es el único. Vendrán próximas etapas, y esas etapas volverán a colocar a la consciencia ante el momento de volver a decidir por su propia vida.
Los que tienen el destino de seguir el camino de Dios siempre serán impulsados a cumplirlo por encima de toda dificultad y situación personal.
La propia determinación hace del servidor de Cristo una consciencia decidida a ir desprendiéndose de todo aquello que la ata al pasado.
La oración siempre será la llave que cerrará las puertas inciertas y traerá también el impulso de la elevación permanente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo no Soy solo Jesús sino una Consciencia Divina, que surgió de una altísima Fuente inmaterial y vino al mundo para despertar en la humanidad la redención.
Pero antes de que Yo surgiera de esa Fuente inmaterial, muchas situaciones se dieron en el Universo, muchas fallas y errores se cometieron.
Fue decisión del Gran Padre Celestial que la Segunda Persona de Su Santísima Divinidad descendiera a la Tierra con el Poder del Espíritu y de todo el Amor Creador para poder encarnar en la Tierra y traer la Buena Nueva de la salvación.
El Hijo de Dios, cuando una vez estuvo entre ustedes, realizó muchas tareas espirituales e internas. La humanidad solamente conoció hasta el día de hoy el diez por ciento de esa Misión.
La Misión espiritual que el Padre Me encomendó fue más profunda de lo que parecía.
La Pasión, la Muerte en la Cruz, y luego la Resurrección y la Ascensión, fueron hechos significativos de esa gran Misión espiritual en la Tierra.
En verdad, compañeros, desde antes de que Yo encarnara en la Tierra como un ser humano y para estar entre ustedes, Mi Padre Me encomendó que ayudara a todo el Universo material, a los grandes caídos, para que se pudieran redimir y convertir.
Esa Misión espiritual no fue conocida por la humanidad, porque en aquel tiempo y también en los tiempos posteriores a la gran Presencia de Jesús en la Tierra, el ser humano aún estaba muy inmaduro para poder saberlo y conocerlo.
Todo esto fue posible por la actuación de leyes superiores e inmateriales que no están al alcance de la humanidad.
Vengo a revelarles, compañeros, a toda la humanidad, a los que creen y a los que no creen, que el gran momento del retorno del Señor se está aproximando y aún queda un poco de tiempo para poder arrepentirse y redimirse.
Yo les traigo desde el Universo todas las posibilidades.
Yo presento a sus vidas todos los caminos que llevan hacia Mi Corazón.
Pero siempre deberán reconocer a una sola Consciencia Regente: Aquella que los originó y que los creó, que estando presente en el Universo espiritual y supraespirital, espera que todas Sus criaturas del Universo material puedan dar el gran paso hacia la rendición, reconociendo sus errores, asumiendo sus fallas, transformando sus vidas por la fuerza imperiosa de Mi Misericordia; es esa energía espiritual la que en este tiempo Yo les traigo como la última tabla para su salvación.
Pero hoy no necesito que reconozcan sus pecados o sus fallas, porque Yo ya las conozco todas, profundamente.
Vengo a elevar sus consciencias hacia la verdadera realidad espiritual que aún sus almas andan buscando, a fin de que puedan fundirse en Dios y encontrar en el Camino de Dios, su sagrada tarea para estos tiempos, el cumplimiento de su misión espiritual para este tiempo final.
Yo necesito, compañeros, que abran su consciencia y sus corazones para que Mi Fuego Divino pueda descender sobre ustedes y no solo sean bañados por Mi Espíritu, sino también redimidos por Mi Gracia.
Esa Fuente inmaterial de la cual Yo provengo desde el Universo espiritual, aún está intacta y la pueden reconocer dentro de ustedes porque Dios les ha dado un Universo interior que aún deberán descubrir, que aún deberán profundizar para encontrar en sus caminos el Propósito Divino de la Creación, la meta y el objetivo que los trajo aquí, a esta vida que va más allá de la vida superficial y material.
Es el momento, compañeros, y ante el Universo espiritual que hoy los aguarda, de que puedan reconocer su misión espiritual en esta época, sabiendo que ya no queda mucho tiempo para la gran purificación de la Tierra y de la humanidad.
Pero cuentan con Mi sostén, con Mi Esperanza y con Mi Fe para poder atravesar esta transición del fin de los tiempos; algo que nunca vivieron y que por primera vez atravesarán en estos tiempos críticos.
Pero si sus consciencias y sus corazones están verdaderamente coligados con lo Alto y unidos a Dios, la Fuente inmaterial de la cual provengo los auxiliará y los ayudará, y todas las corrientes sublimes del Universo vendrán en su auxilio.
Aunque se estén purificando de mente y de cuerpo, el espíritu de cada uno de ustedes, si está unido a Mí, no perderá el espíritu del gozo de Dios.
Yo también traigo esta oportunidad para toda la humanidad, porque aún la consciencia humana no se ha elevado para poder percibir, más allá de la vida material, los errores cometidos y así ingresar en la Escuela de la Redención que Yo les ofrezco; lugar en el que podrán percibir y reconocer cuáles atributos de la vida deberán vivir en este tiempo, para alejarse definitivamente de muchas costumbres y hábitos que solo manchan sus almas y los apartan de Dios, alejándolos del Amor y de la Verdad.
Yo les prometí desde el principio decirles la Verdad y eso lo cumpliré hasta que Yo retorne físicamente a la Tierra.
Pero cuando Yo retorne físicamente muchas cosas habrán sucedido, porque en el momento más agudo de la humanidad es cuando Yo ingresaré desde el Universo al planeta, y nadie podrá decir que Yo no Soy el Cristo, el Maestro entre los maestros, que volverá a anunciar la Buena Nueva y reunirá a todos los redimidos para volver a celebrar junto al Padre Celestial la Comunión reparadora y redentora del fin de los tiempos.
Mientras tienen tiempo para poder prepararse para ese acontecimiento, no permitan que sus vidas se distraigan por el mundo y que las distracciones los absorban completamente, hasta poder quitarles la razón o el discernimiento.
Estamos en un tiempo de rescate planetario, pero eso se verá en poco tiempo físicamente. Primero el Universo espiritual intervendrá en la humanidad, porque son sus espíritus que necesitan de esa gran oportunidad en estos tiempos, para que toda su historia guardada en su Universo interior sea redimida.
No pierdan la oportunidad de conocer la Gracia. Esa es la Gracia Divina que hoy Me ha traído aquí, a Camboriú, para irradiar en el Sur del Brasil lo que este pueblo necesita, espiritualmente, para poder corregir sus caminos e ingresar en el Reino de Dios así como lo merecen, por medio de su esfuerzo, de su oración, de su servicio incondicional a los demás, en nombre de la fraternidad y de la solidaridad entre todas las criaturas.
Así estarán dando pasos seguros y cada vez más se aproximarán a Mi Corazón para que Yo los pueda colmar e iluminar a través de Mi Divina Esencia, que tiene el poder de más de cientos de soles para iluminar todos los Universos y todas las consciencias. Esa esencia es un Sol Espiritual e Inmaterial que fue manifestado por la Fuente Inmaterial de la cual surgí, para traer el gran impulso a este Universo local y especialmente a esta humanidad.
Todo el Universo contempla la oportunidad de que ustedes puedan dar ese gran paso. Aún las puertas a la Divina Misericordia de Dios están abiertas. Así podrán erguir sus seres hacia lo Alto e ingresar al Corazón de Dios para poder estar en comunión perpetua con Él y recibir en sus corazones Su Sagrada Presencia.
Tal vez no comprendan todo lo que hoy les digo. A través de las Leyes inmateriales es como puedo derramar Mi Mensaje al mundo, como un afluente de Gracia y de Misericordia para los hombres.
Y así ustedes también son partícipes de todos los códigos de luz que hoy entrega Mi Corazón para los que se redimirán.
Ha llegado la hora de mostrar Mi verdadera Faz. Pero para poder verla, y especialmente reconocerla, deben prepararse como se prepararon los apóstoles, que en oración y en vigilia, y sin saberlo, reconocieron la Faz del Señor en lo Alto del Monte Tabor, lugar en donde Yo les demostré y también les revelé, Mi Faz transfigurada, así como Dios Me manifestó desde Su Fuente con todo el poder de Su Divina Humildad.
El mundo no podrá decir que no sabía cómo cambiar y que el Universo espiritual no llegó para advertirles que era el tiempo del gran cambio de la consciencia, con esfuerzo y determinación, con fe y con ímpetu de espíritu.
Por eso, Yo les traigo las revelaciones superiores, para que sus consciencias se eleven y perciban y vean la realidad, la emergencia de estos tiempos a nivel planetario y a nivel de la humanidad. Es allí donde la indiferencia deberá ser erradicada para que pueda reinar el amor que impulsará la transformación de los seres y la elevación de la consciencia del planeta hacia su verdadero y real tiempo.
El esfuerzo deberá ser muy grande, pero los que se decidan de corazón, contarán con la ayuda y guía de la Jerarquía, porque en la Jerarquía obra el Plan de Dios y todo es posible cuando se sigue ese Plan con obediencia y transparencia.
Fuera de esas reglas el Plan no se cumplirá en ninguna consciencia.
El ser humano en estos tiempos, en los que se ha pervertido y desviado después de muchísimas Gracias, desde la Sangre derramada en la Cruz hasta todos los cristianos mártires y beatos de espíritu, deberá revertir esa situación espiritual con su esfuerzo, para poder ser merecedores de la Gracia, que como un potentísimo caudal de luz, transformará sus vidas de la noche a la mañana.
Pero es necesario que estén decididos y que confirmen sus consciencias a Dios, porque Mis Palabras ya no podrán pasar más. Ellas deberán ser atributos divinos en sus vidas para que se pueda alcanzar y materializar el Plan de Dios sobre la superficie de la Tierra.
Yo estoy aquí para ayudarlos e impulsarlos.
Yo deseo el bien para todos y el fin de la indiferencia en la raza humana.
Necesito que sean pilares de Mi Obra así como el Padre lo necesita, porque Mi Iglesia en el mundo se está derrumbando por tantas blasfemias cometidas y tantas transgresiones realizadas a las consciencias que más Yo adoro, los niños.
Ese calvario debe revertirse, debe triunfar el poder de la Cruz del Redentor.
Pero primero ustedes deben representar Mi Cruz en sus vidas, elevando sus consciencias hacia lo Alto y expandiendo sus brazos en donación, en caridad, en misericordia y en bien por donde vayan y a quien encuentren en sus caminos.
Eso revertirá mucho las deudas de la humanidad y más puntos de luz se podrán seguir abriendo sobre la superficie de la Tierra, porque ustedes demostrarán al Universo y al Creador, principalmente, que hay una parte de sus consciencias que está comprendiendo a la Jerarquía.
Les vuelvo a decir, compañeros, desde el Universo espiritual Yo les traigo las posibilidades para todos, para no solo revertir sus penas y sufrimientos sino para poder confirmarlos en el compromiso con el Creador.
Este sagrado planeta, todos los sagrados Reinos, deben cumplir el propósito para el cual fueron creados en el Génesis. Después de haberse desviado y pervertido, el despertar de la consciencia de la humanidad permitirá que llegue la cura para todo este planeta. Y así se establecerá la igualdad entre los pueblos, entre las razas y ,principalmente, entre las naciones.
Hoy, es todo lo que les puedo decir. Sus consciencias tienen un punto para poder soportar las corrientes poderosas del Universo que decididas y de forma imperiosa, vienen en auxilio de la humanidad.
Hagan fluir esas corrientes en sus vidas por medio de buenos ejemplos, de una vida de oración y donación, de servicio, de consideración al prójimo y a los Reinos de la Naturaleza.
Elevemos a Dios, en este momento, la oferta de cada uno de sus corazones, para que su Universo interior entre en comunión con la Divinidad y el Universo.
Nos ponemos de pie.
Su Maestro y Señor, Hijo del Dios, del Dios vivo, bendecirá y consagrará los elementos ofrecidos en el Altar para que las almas comulguen con la Santísima Trinidad, en perfecta armonía y sintonía y para que los frutos de la Creación despierten en los corazones simples y humildes.
Señor de la Vida que todo lo creaste y lo manifestaste, poderoso Padre Celestial, sublime Consciencia Divina, consagra estos elementos que hoy se ofrecen a las puertas del Universo Celestial como un acto de reparación y de cura para los corazones más necesitados de Tu Luz y de Tu Verdad. Amén.
Padre, bautiza a Tus Hijos con el Agua de Vida, así como Tú bautizaste a Tu Hijo una vez en el Río Jordán con Tu Espíritu de Vida, a fin de que Tus Obras se manifiesten en todos los que son congregados por Tu Amor. Amén.
Momento de ofrecimiento al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por la intercesión del Sagrado e Insondable Corazón de Jesús.
En aquel tiempo Yo tomé el pan dando gracias a Dios y Él lo bendijo con Su Divino Espíritu. Lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: “Coman todos de él porque este es Mi Cuerpo que es entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.
Y así, el Soplo Divino del Espíritu de Dios ingresó en los apóstoles y en todos los que estaban presentes en los planos internos.
Elevando el Cáliz a Dios, agradeciendo por el Sacrificio que sería vivido y experimentado, el Padre lo bendijo y lo pasé a Mis apóstoles diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre que hoy será entregado por todos para el perdón de los pecados. Siempre hagan esto en Mi Memoria hasta que Yo retorne a la Tierra”.
Padre Nuestro…
Coman de este Cuerpo y beban de esta Sangre para que sus espíritus alcancen la Vida eterna.
He recibido en Mi Corazón sus ofertas. Clamaré y pediré por cada una de ellas al Padre Celestial.
Espero que el ejemplo de sus vidas sirva para muchos más, sabiendo que aún es necesario que la corriente poderosa de Mi Divina Misericordia siga auxiliando al mundo.
La Paz de Mi Corazón esté en ustedes y que sus vidas siempre representen la Paz, sabiendo que la Paz de Dios es imprescindible para estos tiempos, para el descenso del Universo espiritual sobre la humanidad.
Como un acto de reparación y de cura, como un acto de júbilo y de alegría, y especialmente, de reconciliación con Dios, en Mi Nombre se darán el saludo de la paz.
Yo les agradezco por haber estado hoy Conmigo, algo que ha sido muy imprescindible para Mí y esencial para sus almas.
Los bendigo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Les agradezco!
Primer día de la Novena
Sumergiendo a las almas que viven el pecado mortal dentro de la Fuente de Mi Divina e Insondable Misericordia, las faltas más graves se disuelven como polvo en el viento.
Así, los corazones de los pobres pecadores reciben una inspiración en su interior que les despierta la importancia de vivir en Dios.
De esa forma, las almas aún no convertidas son motivadas, finalmente, por sus ángeles de la guarda para reencontrar el camino hacia Dios y poner en práctica los Mandamientos del Señor.
La Divina e Infinita Misericordia Mía no observa los graves errores, sino los enmienda a través de los méritos alcanzados por su Maestro durante Su dolorosa Pasión.
La Divina Misericordia Mía concede la reparación y, enseguida, atrae la paz hacia aquel corazón que se ha arrepentido de vivir todo el tiempo el odio, la ira o la perturbación.
Los Rayos Divinos de Mi Misericordia penetran en los lugares más profundos de los corazones para darles a conocer el Amor de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
¡Buena tarea en Polonia!
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más