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Mientras en el mundo las naciones buscan formas ciegas de establecer el poder humano y planifican guerras y caos para someter a las almas al sufrimiento y a la desesperanza, tú, hijo, debes colocar tu corazón cada vez más adentro del Corazón de Dios.
En oración, reconoce el Poder de Dios que está más allá de cualquier poder humano.
Recuerda que tu vida debe ser el puente hacia una nueva vida sobre la Tierra y que, en esta vida, tu corazón debe ser el principio del Nuevo Hombre.
Que los vicios y las tentaciones de este tiempo no te estimulen a olvidar el principal motivo de tu existencia. Todo en esta Tierra pasará, solo permanecerá el aprendizaje de amor que hayas vivido en tu corazón.
Tu esfuerzo y tu empeño son los que contarán en el libro de la Justicia Divina como mérito para equilibrar la vida en la Tierra y para que aquellos que no lo merecen reciban una oportunidad.
Asume el lugar que te corresponde en este fin de ciclo. Dios te llama para ser precursor de lo nuevo y no para estar alimentando al viejo hombre, a sus vicios y a sus vanidades.
Encuentra el poder de Dios en la renuncia, en el silencio y en la oración. Encuentra tu libertad en lo que te une al Padre para que, sin importar lo que suceda en este mundo, tu espíritu, tu alma, tu mente y tu corazón sean siempre una fortaleza que ayude a otros a no perder la esperanza y a saber que, en el momento más difícil de la vida sobre la Tierra, el Cielo se abrirá y caminando sobre las nubes el Hijo de Dios descenderá, trayendo Consigo a Su Reino para establecerlo en este mundo.
Confía en que, a pesar de ser todo tan desconocido, partes de profecías muy antiguas que aún aguardan por cumplirse, se cumplirán.
Ora y crece en el amor, así tu corazón estará listo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Mientras el Libro Sagrado de Dios se abre para revelar la historia verdadera de la Creación, el Hijo Universal escucha con atención las palabras de la Dulce Madre y, después de ser difundido Su Mensaje, el Redentor da continuidad a la historia escrita en el Universo Mayor.
Los “grados de amor” eran el camino más directo para que Adán y Eva pudieran trascender y superar la dualidad.
Así fue que, un tiempo más tarde, el Proyecto Universal, que había comenzado en la Tierra con los primeros pobladores de la humanidad, tuvo que transitar por diferentes escuelas de aprendizajes que comenzaron a llegar en forma de vivencias y de procesos de vida.
El llamado y conocido Edén fue el recinto dentro de la Tierra que fue puesto a prueba.
Las siguientes generaciones de Adanes y Evas, teniendo consciencia de la dualidad y del libre albedrío, comenzaron a definir, dentro de sí, la importancia de dar continuidad a la Voluntad Mayor que los había traído a la Tierra.
Ellos sabían que eran Hijos de Dios, que tenían un Padre Mayor que les había dado todo lo que Él tenía para que fueran felices. Sabían que era un Padre de puro amor que había creado todo lo que existía en el Cielo y en la Tierra para que los Adanes y las Evas pudieran amarlo y reconocerlo.
Dentro de ese escenario del Edén, no faltó, como lo expresa la Biblia, la presencia tentadora del símbolo de la serpiente; un movimiento paralelo que el adversario articuló para convencer a los Hijos de Dios que ellos, teniendo más libertad, podrían escoger más y así satisfacerse a sí mismos.
Todo ese plan del ángel caído intentó boicotear el Proyecto Original, el que al final fue interferido.
Pero los demás Arcángeles del Universo Mental ayudaron a las siguientes generaciones de los Adanes y de las Evas a seguir adelante y a cumplir con ese ansiado Proyecto de Dios, el que tenía como escenario al planeta Tierra.
En aquel tiempo, los Arcángeles les hicieron tomar consciencia a los Adanes y a las Evas que habían sido fieles que, por el error de sus primeros padres, Adán y Eva, habían adquirido la dualidad y, en consecuencia, el llamado pecado original, que significaba nacer con una mancha espiritual de impureza por lo sucedido en el pasado.
Pero dentro de la aspiración de Dios ese Proyecto de Sus primeros hijos se comenzó a realizar cuando ellos mismos descubrieron, dentro de sí, que podían vivir un amor tan grande y semejante al que el Padre expresó por todos por medio de la manifestación de la Creación.
Por esa razón, los Arcángeles les hicieron tomar consciencia a los Hijos Fieles de Dios que podrían superar sus elecciones y sus diferencias, si en verdad amaran la vida y todo lo que existe.
Así fue que algunas generaciones posteriores a Adán y Eva fueron capaces, con sus limitados conocimientos, de amar a la Creación, así como el Padre Celestial la ama.
En esa escuela de poder experimentar los primeros pasos del Amor Crístico no faltaron las tentaciones y las pruebas, las que llevaron a definir en el futuro la continuidad de los primeros pobladores de la Tierra.
Los Arcángeles dieron infinidad de impulsos, llaves espirituales y prácticas para que los Adanes y las Evas mantuvieran vivos los principios que los trajeron a la Tierra, para que más tarde representaran y fueran el reflejo de una primera Hermandad terrestre, la que seguiría fielmente los atributos de Dios.
En aquel tiempo, ese primer pueblo de la Tierra alcanzó esa aspiración de Dios y consiguió vivir patrones de conducta muy civilizados, los que, posteriormente, como estados de consciencia los llevaron a expresar códigos crísticos, tanto en la vida personal como familiar.
De esa forma, Dios, como Padre de todo lo creado, testimonió en los orígenes de la Tierra que, a pesar del plan de la dualidad del ángel caído, los primeros seres humanos eran capaces de superar todas las barreras de la consciencia a través de la entrega incondicional a los Designios de Dios y, especialmente, a través de la vivencia primaria del Amor Crístico.
El pasaje de los primeros pobladores de la Tierra y el resultado alcanzado por la intervención y por la obra de los Arcángeles dio como resultado la continuidad de la humanidad, a fin de que ella estuviera cada vez más cerca de Dios.
Continuaremos con estas revelaciones de los Libros internos de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Deja que Mi Amor entre en tu corazón para que Yo todo pueda transformar, pues Mi ardiente deseo es que se concrete el Propósito de Dios en tu vida y no se cumplan los caminos del mal.
A veces las almas no comprenden lo que Yo pido y lo que necesito. Pero en verdad les digo, podrían amar lo que Yo deseo desde Mi Universo inmaterial.
Deja que Mi Amor entre en tu casa y en tu vida. ¿Qué esperas? Aún tengo mucho por hacer en este mundo y tu vida es un camino para eso.
Yo no necesito de tus destrezas ni tus oportunidades. Solo necesito que Me dejes entrar para que Yo pueda remover todo y construir en tu corazón el templo de Mi Iglesia, que vibra en las dimensiones superiores y que está llena de ángeles de Dios, alabando y adorando al Único.
No esperes más para dar el paso. Entrégate. Y si ya te has entregado, entrégate aún más porque lo necesito.
Lo que Yo realizo no es comprendido ni muy valorado por el mundo. Lo que tú Me das sí es valorado por Mí y todo lo que tú Me entregas es escrito en el Libro Sagrado de Dios, porque será parte del testimonio que te salvará cuando el Juicio Universal se aproxime al planeta y a su humanidad.
El mundo no sabe que Yo todavía estoy sufriendo por lo que veo en los hombres y por todo lo que sucede en el mundo.. Así como consagro almas, adoradores y devotos, también necesito que tu corazón se consagre a Mí, a fin de que una chispa de Mi designio, que es el designio del Padre, sea depositada en ti y se cumpla lo que has venido a cumplir como está previsto. No necesito que te justifiques ante Mi Presencia porque Yo lo sé todo.
Es hora de hacer algo por los demás y sobre todo por el planeta, que agoniza a medida que pasa el tiempo en las agujas de tu reloj. A medida que los segundos pasan hay almas que necesitan de Mi ayuda y Yo Me sirvo de los apóstoles para llevar adelante Mi Obra, que está llena del Amor de Dios y de la Misericordia de Su Corazón.
¡Mírame y siente Mi Corazón, Mi Corazón vivo! Mira las arterias de Mi Corazón y la Sangre de Amor que brota de Él constantemente, a fin de justificar ante el Universo los errores de los hombres y de conceder la Divina Misericordia a las almas que más lo necesitan.
Pero tú, después de tantas veces de haber estado a Mi lado y de haber recibido todo, es hora de que des el paso en la confianza de Dios y de que digas desde tu interior: ¡Señor, aquí estoy!
No necesito grandes cosas de tu vida, solo que Me adores, que Me aceptes y que Me vivas como el complemento de tu vida, como la llama viva del amor, que nunca se apagará y que traerá al mundo la cura que tanto busca y que tanto necesita.
Hoy expongo ante el mundo el Corazón humano del Cristo vivo, aquel Terafín de Dios, aquel Corazón que entregó todo por ustedes, hasta Su última gota. ¡Cuánta Sangre de Amor tengo para derramar sobre Mis hijos y cuán pocos la aceptan!
Siempre les diré la verdad, porque recuerden que la verdad los hará libres y así alcanzarán la paz.
Que la humildad sea el timón de sus vidas en estos tiempos críticos, en los que muchas, pero muchas almas se confundirán con otros maestros.
Busquen la esencia de Mi Corazón y sus vidas estarán plenas.
Busca, hijo Mío, la llama de Mi Espíritu y nunca te faltará la Paz, porque lo que Yo prometo verbalmente, lo cumplo.
Si una vez le dije a Mis Apóstoles que volvería por segunda vez, aquí estoy, aunque no Me vean, preparando Mi retorno.
Necesito que el campo que he sembrado aquí dé sus frutos y no demore. Aún el mundo necesita alimentarse espiritualmente por medio de sus ofertas y de sus vidas, para que el Plan se realice. Y eso comenzará recordando el amor, el amor que los libertará, el amor que los sanará, el amor que los transfigurará para que finalmente sean otros, como Yo lo espero.
Pero no perderás tus defectos, sino trabajarás Conmigo para transformarlos uno a uno y a su tiempo. Sé que es doloroso desprenderse de sí. Les dí el ejemplo en el huerto Getsemaní, cuando en la mayor agonía y en el mayor padecimiento tuve que soportar todo por ustedes, para que tuvieran en este tiempo final una oportunidad.
Quiero que comprendan lo que les digo. Estas palabras y las que vendrán ya son las últimas, y cuando la última palabra sea pronunciada por su Maestro y Señor, todo pasará y el mundo no podrá decir que no fue avisado.
Rezo en el huerto de Dios por eso, todos los días, así como recé en el huerto Getsemaní por Mis enemigos, por los que Me traicionaron, por los que Me darían las espadas hasta los días de hoy.
Necesito, hijos Míos, que Mi Iglesia actual, expandida sobre la Tierra, sea renovada y reconstruida desde su esencia.
Necesito que en el amor, sean una sola hermandad, para que eso pueda suceder y que no existan divisiones, dudas, ni confrontaciones, porque cuando eso suceda, Mi Amor allí no estará.
Recojan con sus manos los frutos que Yo les he dado a través de cada aparición, por medio de cada encuentro, así como a través de cada Sacramento.
Aprendan a vivir la Voluntad de Dios tal cual es y no la modifiquen.
El mundo ya modifica muchas Leyes y por eso sufre y agoniza. Pero ustedes, que han sido agraciados desde el principio al fin, deben dar el ejemplo, salir de sí y dar todo por sus amigos, como por sus enemigos. Esta es la llave más importante que hoy les doy, a través de este mensaje.
Por eso expongo Mi Corazón vivo y humano, que ha sido glorificado y transubstanciado por medio de la lanza en la Cruz, para que sea considerado y adorado por los hombres como la justificación delante de Dios, a pesar de sus errores y de sus pruebas.
Los gobernantes no transformarán el mundo sino la fe de sus corazones transformará la Tierra.
Así como en el mar de Galilea llamé a los doce, hoy los llamo a ustedes nuevamente y a todos los que escuchan en el mundo, para que la Palabra de Dios sea considerada y apreciada como la última fuente de expiación antes de que los cielos se cierren hacia el mundo y sus Mensajeros se recojan.
Yo rezo por ese momento, también rezo por ese tiempo que llegará. El mundo no sabe lo que Dios está pensando, por eso cae en su propia voluntad una y otra vez. Pero Yo les enseño por medio de Mi Amor a hacerlos libres algún día, sabiendo que no miro sus imperfecciones sino sus virtudes, sus sinceras virtudes, que harán transformar al mundo como el mundo lo necesita en este tiempo.
Entren en Comunión con Mi Corazón vivo, humano y palpitante, y todo, todo se recuperará.
El proyecto de la humanidad en el Génesis fue alterado, y lo que hoy se vive es la consecuencia de los primeros errores de Adán y Eva. Pero Yo vine al mundo incondicionalmente y como un pobre hombre a enseñarles sobre el amor y la verdad. Me dejé clavar en la Cruz, ser flagelado, humillado y martirizado. Dios dejó que salivaran Su Rostro completamente y que Su Sangre fuera derramada, gota a gota.
¿Quién tendrá conciencia de ese misterio?¿Quién amará ese misterio para que el misterio se devele?
Todo comienza y termina en el amor, porque será el amor que los resucitará en espíritu y en vida. ¡Ay de aquellos que no se suplen de este amor! ¡Ay de aquellos que Me dieron la espalda por otros amores!
Si Yo estoy aquí es porque persevero en sus vidas y ustedes perseveran en Mí, a pesar de lo que sucede. Algún día todo se comprenderá, todo lo que ha sucedido aquí se comprenderá. La Puerta del Cielo se cerrará para que las almas de la Tierra vivan su último tiempo.
No estoy siendo dramático. Estoy siendo sincero, porque Cielo y Tierra pasarán, pero Mis Palabras quedarán en los corazones humildes y resignados ante el Padre Celestial.
Pero antes de que Yo Me eleve al Cielo por última vez y haya terminado Mi tarea con ustedes, después de las próximas peregrinaciones, enviaré a Mis Ángeles con las flechas del Amor de Dios para que sean enterradas en los corazones abiertos. Y así las esencias, en esta última hora y en este último tiempo, se unan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Hoy está presente el Espíritu Santo a través de Mi Boca, hablando a través de la Palabra y de Mis Labios el fuego de Dios, que transforma lo corrupto en incorrupto; lo que es bajo, en sublime; el error y la miseria, en misericordia.
Benditos sean los que guarden Mis Palabras, porque la necesitarán en el próximo tiempo.
Benditos sean los que escuchan Mi Verbo, porque recordarán Mis palabras en los momentos más difíciles de la humanidad y en estos tiempos críticos, en donde todo está en juego.
Cuando vean que el mundo esté por venirse abajo, será el momento en que estaré retornando físicamente. Y las escrituras del Apocalipsis se cumplirán. La Biblia será renovada, porque el Maestro y Señor del Universo reescribirá un Nuevo Testamento para la humanidad y el Universo. Y los Ángeles serán testigos del legado de Amor y de Gracia que fue depositado en el corazón de los que escucharon la Palabra del Señor.
Mientras la última trompeta suena en el Centro del Universo local, las leyes angélicas se movilizan con sus legiones de Luz y sus huestes, para preparar silenciosamente la derrota del ángel caído y de sus allegados.
El Cetro de Dios será colocado en la Tierra y será reconocido y visto como si fueran cientos de soles. Y la Justicia Divina se cumplirá.
Ha llegado la hora de dar ese paso para que todo eso se cumpla. Depende de la humanidad que todo eso suceda.
Reciban estas Gracias como las últimas. La hora de los testigos se está aproximando. Los desiertos están llenos de prisioneros y mueren por creer en el nombre del Señor. Más testigos aparecerán ante las naciones del mundo y serán reconocidos por el gran amor en sus corazones. Ellos le señalarán a la Tierra el próximo camino y en su ofrenda silenciosa prepararán el retorno de su Maestro y Redentor.
En este domingo glorioso del Espíritu Santo, ante la presencia de la llama de Amor el Espíritu Santo del Padre, del Todopoderoso y Sublime Creador del Universo, ante Sus Potestades celestiales y universales, angelicales y bienaventuradas, ante los santos y los servidores, recreo en este momento el legado de Amor del Sacrificio del Cordero de Dios, por medio de la Eucaristía.
Tomé el pan y les dije a Mis Apóstoles y a todos los que estaban presentes, en la bendición del Altísimo y de la Fuente de Su Divina Misericordia, y les vuelvo a recordar, que este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados y que les concede la vida eterna.
En esta Comunión y de la misma forma, bajo la efusión del Espíritu Santo, tomé el Cáliz, di gracias a Dios, el Todopoderoso, por el Cáliz que Me había ofrecido, por la salvación y la redención de la humanidad hasta el fin de los tiempos.
Y hoy les vuelvo a decir que tomen y beban todos de Él, porque esta es Mi Sangre, que fue derramada y hoy es derramada por los mártires y los santos de los últimos días, para el perdón de los pecados.
Que la memoria del Cordero de Dios quede impregnada en las células de los que comulgan del Cuerpo y de la Sangre de Cristo.
Yo Soy Aquel que se ha dado por todos los hombres y mujeres de la Tierra, a fin de que se cumpla la Sagrada y Divina Voluntad.
Y como les enseñé, repitan ahora el Padrenuestro en arameo.
Abbun debashmaia...
Hoy proclaman la resurrección del Señor en los corazones redimidos, bajo la intervención del Espíritu Santo.
En Mi Paz los dejo y Mi Paz les doy, para que esta Paz, que es inextinguible e inalterable, se multiplique en los cuatro puntos de la Tierra y sobre todo en los corazones que necesitan del Amor de Dios.
Que la paz comparta el amor y la hermandad; que la paz comparta el bien y la fraternidad; que la paz cure a los corazones y todas sus heridas; que la paz establezca el Reino de Dios en este planeta.
Ahora se darán, en Mi Nombre, un saludo de paz y de perdón, en nombre de la humanidad.
Les agradezco.
Que la luz del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo estén en este lugar y en los lugares del mundo que más la necesitan. Amén.
Después que han acogido Mi llamado, ahora sí podré volver a Egipto, luego de haber pasado por allí como niño; pero ahora volverá el Rey, a liberar al pueblo de su esclavitud, a traer a ese lugar y a Medio Oriente, la Paz.
Y aunque aún los acontecimientos se desencadenen en el mundo y en esta humanidad, llevaré Conmigo a las almas que más necesitan y retornaré a los corazones que más Me buscan, no importando su creencia o religión, porque lo que permite la vida en este mundo es el amor; es el amor que los mantiene vivos, es el amor que les permite respirar y soñar con un tiempo mejor, con esperanza.
El cautiverio terminará algún día, no solo en Egipto, sino también en el mundo. Por eso debo retornar a los lugares en donde una vez ya estuve, siendo niño, joven o adulto, en Oriente, o en el lejano Oriente.
Los valores de la espiritualidad se deben recuperar para que el mundo no pierda la paz. Por eso estoy volviendo a esos lugares, como sacrificio y también como Gracia, para llevar a los corazones el reencuentro con Dios desde los planos internos y para que estos se espejen en la superficie, en la sociedad. Eso hará todo más justo y equilibrado, eso aplacará el sufrimiento y las agonías, porque es a través de los méritos que su Maestro y Señor alcanzó en la Pasión, que estas Gracias son posibles en este mundo y en su humanidad.
No puedo dejar de decir que a veces Mi Corazón está triste por los que no entienden, pero el gozo de los que Me viven y de los que creen en Mi y Me dan su confianza Me alegra, como lo han hecho ustedes ayer y hoy, de forma simple.
El Reino de Dios es el mayor tesoro de la simplicidad para este mundo y para las almas. Si son simples siempre vivirán el Reino de Dios y Él siempre estará próximo de sus vidas y sobre todo, estará en sus corazones.
Quiero que este gozo y júbilo que viven Conmigo de tiempo en tiempo llegue al mundo entero y no solo a Sudamérica. Ahora llegó el momento de vivir el apostolado y de hacerlo parte de ustedes en cada etapa de la vida.
Así Mi Misericordia llegará a los que más sufren, como también a los Reinos de la Naturaleza, que en esas partes del mundo también viven su sufrimiento silencioso, porque no pueden hablar como los hombres de la Tierra.
Sé que a su alrededor también existe el sufrimiento, a veces en sus familias, en sus ciudades, en sus trabajos, en sus seres más queridos. Pero Yo les pido, por misericordia, que den un paso más hacia Mí y llevemos este tesoro del amor a los lugares que más necesitan y que durante miles de años no han recibido nada, ni del Universo, ni de los Cielos.
Vengo a recuperar a través de Egipto los valores de las últimas humanidades, porque la evolución continúa y el despertar también.
Llegó el momento, compañeros, de que recuperen lo que una vez vivieron Conmigo en Tierra Santa y más allá de ella. Esto no es una teoría ni tampoco es una ilusión. Es hora de vivir el Plan de forma verídica. Es hora de hacer el Plan vivo en más corazones del mundo, que Me están buscando y no Me encuentran porque no saben la salida.
Ustedes sí encontraron la salida, pero el mundo aún no la ha encontrado. Por eso debo volver y retornar al centro, desde donde todo se crea, como conflicto, guerra y persecución.
Porque esta vez no solo la Señora de la Luz pisará con Sus pies a la serpiente, sino también su Maestro y Señor pisará con Sus Pies a sus aliados y los derrotará, para que se arrepientan algún día. Y ya no existirá arma contra arma, religión contra religión, porque a pesar de que el momento más grave no ha pasado todavía, aún el ímpetu y la fuerza de Mi Corazón poderoso podrán transformar todas las cosas cuando tan solo Me digan “sí, Señor, aquí estoy”.
Así Yo tendré el permiso de seguir obrando, tendré el permiso de seguir transformando y unificando a las almas con Dios, para que Su Reino celestial descienda a la Tierra y se cumpla Su Voluntad. Porque al fin de todo, Su Sagrado y Eterno Corazón triunfará.
Los caídos serán perdonados, los asesinos serán redimidos, los perseguidores serán amados y se disolverá el mal, porque el mal no conoce el Amor que viene de la Fuente. El mal es la incomprensión de la consciencia humana por no aceptar la Voluntad de Dios, como fue la Voluntad de Dios traer a Su Hijo a la Tierra para enseñarles la Escuela del Amor y de la Redención.
Vuelvo a reunir en este tiempo a los que estuvieron Conmigo en algún momento, sea en la vida consagrada, o en la vida del espíritu; en la vida del servicio, o en la vida abnegada; en la vida misionera, o en la vida orante.
Que ese compromiso sea revivido por los que despiertan.
Que ese compromiso sea reconfirmado por los que ya despertaron, para que se siga cumpliendo la Voluntad del Creador en estos tiempos críticos.
Mi Corazón abrazará al Medio Oriente y a todos los que se encuentren en ese lugar, no importando su condición o su condenación. Porque en verdad, compañeros, Mi Misericordia es muy grande y aún desconocida. Mi Misericordia es tan grande, que Mi Sangre se dejó verter en la Cruz gota por gota, dolor por dolor y angustia por angustia, para disolver el mal de la humanidad y su condenación eterna.
Es el tiempo de dar a conocer Mi Amor al mundo. Y que los demás pueblos y razas sepan que los amo, como los amo a ustedes.
Que anuncien que estoy volviendo al mundo por segunda vez y que el Reino celestial se reaproximará a la Tierra junto a los ángeles y arcángeles, para poner fin a la perdición de la humanidad y para disolver las tinieblas por la intervención del poderoso Padre San Miguel Arcángel, de San Rafael Arcángel y de San Gabriel Arcángel.
Los anunciadores de la Palabra de Dios retornarán a la Tierra, como fue en el principio del pueblo antiguo del Medio Oriente.
Y a partir de allí se escribirá una nueva historia y se borrará el sufrimiento, trayendo del Cielo los Libros de Dios abiertos, para mostrarle al mundo Su nuevo Propósito en la Nueva Humanidad.
Bienaventurados serán los que vivan las profecías y se regocijen en ellas, porque el Señor, el Todo Poderoso, le mostrará Su Poder a los humildes.
Con esta Luz que traigo extiendo la Paz hacia la Tierra, renovando este ciclo y este momento para todos; dando la chance a los que están confundidos, de poder retornar a Mi camino antes de que el Portal se cierre.
Que se eleven los corazones hacia Mi Iglesia celestial y que en comunión con la vida de cada ser, todo sea renovado.
El Universo de Dios desciende a la Tierra y en este simple lugar, las almas siempre encontrarán a Dios. Aunque Mi Presencia no sea aceptada, Yo siempre aquí estaré para abrazarlos con la Luz de Emmanuel.
Vengo a bendecirlos con la Palabra de Vida. Vengo a ungirlos con el soplo del Espíritu. Vengo a bautizarlos con el Agua que brotó de Mi Costado en la Cruz, como parte de la Fuente de la Divina Misericordia, para que sean santificados por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Hoy no existen fronteras ni separaciones entre las naciones y los pueblos. El amor que Yo pude ver aquí es el que necesito para renovar los tiempos y sobre todo, a la humanidad. Es el amor de los que se congregan dentro de Mi Iglesia celestial para comulgar de la Llama de la Santísima Trinidad, junto a los Ángeles de nuestro Padre-Madre Creador, Emmanuel.
Hoy, los Elohim, llamados seres resplandecientes del Universo mental, los Ángeles de Dios, testimonian con Su puño y letra que Mi misión en Egipto será realizada por la receptividad y la oración de las almas que colaborarán para que eso sea posible y así, Mi gran Espejo de la Misericordia se encienda en Medio Oriente.
Alegren sus corazones porque están siguiendo el camino correcto. No habrá otro lugar que Me represente en la Tierra, sino este. Porque vuelvo a decirles, compañeros, vengo fuera de Mi Iglesia para llamar a los rebaños que más Me necesitan y que Mis representantes no han sido dignos de acogerlos con castidad.
Que el amor de los simples promueva la Paz en la Tierra.
Que el servicio de los humildes restaure a los Reinos de la Naturaleza.
Que la oración de los que se congregan en comunidad y en luz, transforme los tiempos, a fin de que el Cetro del Hijo de Dios descienda a la Tierra para poner fin a la maldad humana.
Y ahora elevaré al Cielo esta ofrenda que han colocado a Mis Pies, porque en verdad todo pertenece a Dios, nuestro Padre, que está en los cielos y hoy escucha con atención la Voz de Su Hijo y de Sus compañeros, a fin de que un grano de Su Reino celestial se siembre en esta humanidad, para que la humanidad sea recreada por medio del amor y del bien entre los hombres.
Que todo sea santificado y que todo sea elevado bajo el Rayo de la Transubstanciación. Y que a los pies del Altar de Dios sea colocada la ofrenda de cada corazón humano, en esta tarde.
En el silencio, compañeros, pueden hacer su ofrenda ante Mi Iglesia celestial. Los escucho en el silencio de la oración.
Padre Celestial, que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti.
Guíanos por el camino del amor,
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén. (x3)
La oferta ha sido aceptada.
Los que hoy serán bautizados serán iluminados, y al ser iluminados, se convertirán.
Los que hoy serán ungidos recibirán la Gracia que tanto esperan, pero por ella deberán orar.
Padre, que Te has hecho pequeño para que el mundo Te comprendiera y así pudieras ingresar en la esencia de Tus hijos a fin de que te vivificaran y exaltaran Tu Nombre, para siempre, a la mesa de estos nuevos apóstoles Míos, hoy Te vuelvo a declarar, mediante esta fórmula sagrada que Tú has dictado al humilde Corazón de Tu Amado Hijo.
Que escuchen los mundos internos lo que hoy declara su Rey y Señor del Universo: Les pido que tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que fue entregado por los hombres para el perdón y la remisión de los pecados.
Señor Mío y Jesús Mío, que escuchen las almas de la Tierra la Voz de su Maestro y Señor, el Cristo Vivo, que les dice: Tomen y beban todos de Él, porque esta es Mi Sangre, que fue derramada por los hombres para el perdón de los pecados.
Les pido, que por los tiempos que vendrán y los acontecimientos que llegarán, hagan esto en Mi memoria a fin de que la Paz y la Misericordia de Dios estén presentes en el planeta.
Señor Mío y Dios Mío, este es El que ha dado la vida por todos y que ha resucitado para volver al mundo en espíritu y divinidad, a fin de transfigurar la Tierra en una humanidad redimida.
Padre Nuestro...
Y como les dije a Mis apóstoles, Mi Paz les dejo y les doy Mi Paz, porque siempre su Maestro y Señor mirará la fe de los miembros de Su Iglesia celestial a fin de que todo sea reparado y la humanidad sea curada de su enfermedad espiritual.
Que esta Paz sea llevada a Egipto y a los lugares que fueron encomendados por su Maestro y Señor y por Su dulcísima Madre, la Santísima Virgen María, para que Sus Corazones de Servicio y de Humildad, de Amor y de Esperanza, lleguen a todo el mundo. Amén.
Dense ahora la paz.
Que la paz repueble a la Tierra de esperanza y que la esperanza renueve a los corazones que aspiran a alcanzar la Misericordia de Dios.
Con las voces de sus corazones hoy deseo expandir, por medio de una canción, la lluvia de amor en todo el planeta, dando la bendición al mundo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por estar Conmigo en la simplicidad del corazón y de la vida.
Hoy se abren los lirios de San José y las rosas blancas de Cristo, porque se celebra la presencia paternal del Casto Instructor y la presencia espiritual de Cristo en el día de la fundación de la Orden.
Dos acontecimientos importantes se escriben en los Libros de Dios, porque San José vuelve a confirmar Su presencia en los corazones humildes y Cristo vuelve a hacerse presente, como Sacerdote Mayor, en la esencia de la Orden monástica fundada por Él.
Esto es motivo de alegría y de júbilo, porque el Padre nuevamente está dando testimonio del universo de Sus Gracias en este mundo, y en los tiempos más difíciles.
Que hoy sea celebrada, en el espíritu, la comunión con el Señor y la sabiduría de las Palabras de San José, para que el mundo reciba del Cielo muchas más Gracias que puedan ser derramadas y colocadas en los corazones que deben despertar al amor y a la fe.
Que la Sagrada Instrucción sea reverenciada y que la Presencia de Cristo sea adorada, a fin de mantener las puertas de la Misericordia abiertas en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Padre Nuestro... (x2)
Pai Nosso... (x1)
Nunca dejen de mirar al Sol Interior de Mi Corazón, porque así siempre estarán protegidos de todo.
Mi Silencio hoy habla de una realidad planetaria aguda.
Por eso, en el día de ayer tuve que emanarles la mayor Fuente de Mi Amor, para poder hablarles hoy de lo que les iré a hablar.
Estoy con el Libro de la Sabiduría de Dios entre Mis Manos y vengo acompañado por los veinticuatro Ancianos. Reunidos en un solo Consejo, deliberamos los próximos pasos para esta humanidad.
Hoy no es un día común, sino un día de grandes definiciones, por las cuales Yo los invito a seguir orando, aunque aparentemente parezca un misterio.
En este Libro de la Sabiduría de Dios se encuentra el destino de la actual humanidad, un destino que nadie conoce, que aún no fue revelado, ni siquiera en sueños.
Pero hoy les traigo este tesoro de Dios porque es el propio Padre que con Su Santa Mano escribe los acontecimientos de esta actual humanidad que ya ha ingresado, de lleno, en la transición planetaria.
Les pido que abran sus corazones para lo que hoy les estoy trayendo como mensaje.
Les pido que no tengan miedo, sino una consciencia amplia, para poder percibir interiormente los Conocimientos Sagrados de Dios que están escritos en este Sagrado Libro de Su Reino Universal e Infinito; Reino que los ángeles y arcángeles cuidan en perpetua alabanza y honor al Todopoderoso, porque Él escribe y construye, todos los días, el destino de la humanidad.
En este Libro se encuentra lo que muchos quisieran ver, pero también lo que muchos no quisieran ver, porque en el Libro de la Sabiduría de Dios se espeja la Justicia Divina, la que ha comenzado a descender, invisiblemente, todos los planos, hasta llegar a este plano físico y concretarse.
Por eso les pido que concentren sus miradas en el Sol interior de Mi Corazón, porque allí existe el equilibrio, la armonía y la unidad que los hará fuertes para estos tiempos difíciles.
Por eso en estos días, compañeros, los invité a definirse como Mis apóstoles del fin de los tiempos, para que Me pudieran servir en cada rincón de este mundo en donde la realidad planetaria se agudiza y las almas se precipitan en sus propios abismos, sin encontrar ni un gramo de luz.
Los invito a ser conscientes para adquirir una madurez lo suficientemente elevada, que los ayudará a enfrentar estos tiempos y todos los aprendizajes que llegarán para enriquecer sus espíritus con nuevas experiencias de Amor y de Redención.
Es de esa forma que vengo a pedirles, con el Libro de la Sabiduría de Dios entre Mis Manos, algo que nunca vivieron: una entrega absoluta y plena para que aún más Mi Plan se pueda materializar en la superficie.
Los veinticuatro Ancianos del Universo, los grandes portadores del Conocimiento Sagrado de Dios, los Grandes Mentores entre los mentores son los que espejan al Universo, en este tiempo, la Justicia Divina.
No son los promotores del castigo universal, como lo es Mi adversario. Son consciencias justas que han aprendido y vivido, a lo largo de los tiempos, en todos los Cielos, el conocimiento de esta experiencia humana, dentro de este planeta sagrado.
Ellos tienen entre sus manos el Proyecto de Dios, especialmente en sus Corazones Solares.
Ellos saben que es lo que el mundo necesita vivir y cuál es la aspiración del Todopoderoso, pero no pueden interferir ni alterar el libre albedrío de esta humanidad, que es lo que en verdad la condena, de tiempo en tiempo.
Pero si sus ojos están en el Sol Interno de Mi Corazón, aprenderán a salir de la superficialidad y de todo lo que ciega al ser humano en este tiempo, desconectándolo de Dios completamente.
Hoy, ellos vinieron Conmigo, los Sagrados Ancianos del Universo, para poder ver y presenciar lo que sucederá en el mundo, de la noche a la mañana.
Es importante que no cambien Mis Palabras, porque cambia el sentido, la energía y el Principio de lo que Yo quiero decir, para sus mundos internos, no para sus mentes.
Por eso coloquen sus sentimientos en el corazón y revivan en este momento, lo que Yo les traje en el día de ayer; es lo que siempre deseo entregar a Mis compañeros, para que finalmente se disuelva la amargura universal, lo que ha condenado a todas las criaturas en este Universo a los errores de otrora.
Venimos como Consejo Universal a hacerlos conscientes de las nuevas decisiones que ya fueron tomadas y de las cuales ustedes forman parte, así como cada ser de esta superficie.
Hoy les pido que difundan en el mundo, la importancia de vivir en el Don del Temor de Dios, para que las almas tengan tiempo de arrepentirse y de hacer verdadera penitencia, antes de que todo suceda, porque sé que muchos creen que nada sucederá.
No tendría sentido que Yo estuviera aquí después de cincuenta encuentros, preparándolos para ese gran momento, en donde sus almas misioneras estarán activas, operativas y al servicio de la necesidad planetaria.
Prepárense para dejar de hacer todo lo que hacen diariamente. No se incomoden cuando llegue la hora de ser sacados de la normalidad de estos tiempos.
Ya les dije, compañeros, que ustedes son Mis Manos y Mis Pies para que Yo pueda trabajar en este planeta y evitar que millones de almas se pierdan inesperadamente, de una forma inusitada, que nadie hasta ahora conoce.
Por eso es importante que sus valores de espiritualidad estén presentes y latentes. Todos esos valores los necesitarán para poder atravesar el fin de los tiempos con valentía y coraje y así no estar distraídos con todo lo que sucede en el mundo diariamente.
Quiero construir en ustedes consciencias universales, seres que puedan espejar la Sabiduría de Dios en estos tiempos, sin perder ni un momento de sus vidas para poder aprender todo lo necesario, todo lo que Dios necesita que aprendan para el gran momento planetario que vivirá la humanidad.
Hoy expongo Mi Santísimo Cuerpo a todo el planeta porque será el Portal por el cual podrán entrar, para estar a salvo en la Divina Protección y bajo el Amparo de Mi Corazón Eucarístico.
Dichosos serán los que así lo hagan, y si lo hicieran muchos más, mayor equilibrio habrá en este planeta y no será necesario, a pesar de la gran deuda de esta raza, desde su género humano hasta los Reinos de la Naturaleza, que se agiten tanto los Océanos, ni tampoco se mueva tanto la Tierra.
Puedo decirles con todo Mi Corazón que nadie está preparado para el fin de los tiempos, pero será necesario vivirlos.
Ustedes encarnaron en esta era, en estos últimos tiempos, para participar de esta transición, de la cual muchos más deben ser conscientes, para salir de la somnolencia global.
Cuanto más obras de bien se hagan en el mundo, menor será la catástrofe en la humanidad.
Cuanto menos animales se sacrifiquen por el propio hombre de superficie, ya no será necesario, que siga corriendo la sangre en este mundo, sangre inocente.
Cuanto menos minerales y florestas se exploten, menores serán los abortos en el mundo, y las madres no quedarán con la pena de esa crueldad hasta sus próximas vidas.
Cuanto menos se infrinjan los océanos, contaminen los mares y se sacrifiquen las ballenas, menor será el movimiento del eje de la Tierra y el descongelamiento de los polos de una forma acelerada, nunca antes vista por Dios, ni por todo este Universo. No será necesario que el planeta se acerque tanto al sol y la temperatura se eleve a grados desconocidos, nunca antes vividos, en ninguna era de este planeta.
Ahora comprenden, compañeros, lo que el Consejo de los Ancianos está decidiendo como futuro de esta raza, por el triunfo de Mi Sagrado Corazón.
No queden tristes, sino más fortalecidos, porque Yo los necesito aquí fuertes, más decididos, más conscientes, más abiertos, para socorrer a la humanidad y a todo este planeta.
No piensen en lo que sucederá, sino en lo que el mundo aún no hace de forma equilibrada, verdadera y justa.
Y para finalizar este encuentro, los invito a ser portadores de la justicia, para que siempre y en todo, tengan actitudes justas: en todo lo que hacen, en todo lo que piensan, en todo lo que viven, porque por más pequeño que parezca, ayudará al equilibrio del mundo y a la armonía de este planeta y de todos los Reinos Menores.
Ahora quiero dejarles un pedido: que fortalezcan su oración por el Brasil, dos veces por semana, porque este pueblo y esta tierra está siendo muy buscada.
A pesar de todo lo que sucede en esta nación, el triunfo de Mi Sagrado Corazón solamente se podría dar aquí y desde aquí, para todo el planeta.
Les pido que no se involucren con lo que suceda en esta superficie. El propio Universo limpiará lo que está sobrando, y así, podré reforestar la nación con almas valiosas, que cumplirán Mi Proyecto en el fin de estos tiempos.
Colóquense por encima de los acontecimientos y así también Me podrán ayudar y ayudarán a muchas, muchas almas que quedan perdidas en los acontecimientos de esta superficie.
Si oran a Mi santa Madre por el Brasil, el Brasil mantendrá su espíritu original y no será necesario que haya conflictos, como existen en otras naciones.
Recuerden que el Arcángel Metatrón es el encargado de cuidar de su pueblo y ustedes deben unirse a su Fuego Cósmico para que sus corrientes ígneas transmuten las corrientes contrarias que traen disturbios para Mi amado Brasil.
Yo les prometo que esta tierra, ya no será tierra de esclavos, sino de almas triunfadoras que viven en el Amor de Dios y lo irradian a todo el mundo.
Brasil es el Espejo de Mi Corazón y cuando él sufre, Yo sufro en silencio.
Fortalezcan sus valores espirituales y enseñen a las almas simples a orar, porque en los más humildes, como en los más pobres, existe la sustentación de Mi Obra, lo que también Me hace venir aquí, de tiempo en tiempo.
Que el Señor ilumine a los corazones.
Que las almas se sirvan del poderoso caudal de Mi Corazón Eucarístico.
Que todos beban de la Fuente de Vida y que se renueve el Principio de la Redención de esta Tierra.
Amén.
Ahora reverencien a Mi Cuerpo y reciban así la disipación de las tinieblas y la iluminación de la esencia para los tiempos que llegarán.
Incienso.
Nos ponemos de pie.
Canción: "Tú eres el Rey".
Sepan que Me honra venir desde el Cielo para poder verlos en estos tiempos, por medio de este encuentro, en donde Mi Misericordia se expresa a todas las almas, de diferentes formas, en los corazones simples que buscan la Verdad y la Unidad con Dios.
Mi Corazón se colma de alegría cuando los veo tan cerca de Mí en la confianza absoluta de sus espíritus en Mi Proyecto Redentor.
Yo renuevo todas las cosas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Les agradezco por hoy estar en Mi Corazón.
Y hoy quisiera que irradien para el mundo más amor para que las almas sean curadas y retiradas de su cautiverio, para que la consciencia de este planeta, en este tiempo final, tenga en quién apoyarse y en quién confiar, sin temer de que la humanidad vuelva a agredir al planeta, como en los últimos tiempos.
El planeta también sufre como consciencia; por eso él se mueve tan velozmente en este tiempo y cada acontecimiento, es la señal de su sufrimiento, de su agonía, del parto planetario.
Abracen al planeta y colóquenlo en lo profundo de sus corazones, así como el planeta siempre los ha colocado en el Universo de la Creación, en todo lo que existe, en todo lo que vibra y en todo lo que evoluciona.
Vayan en paz y sean Mi Paz en el mundo.
Hoy he calmado Mi Corazón con su presencia, con la presencia de cada peregrino y de cada orante que se ha esforzado en dármelo todo en estos dos días y eso Me hace volver aquí, siempre.
¿Ustedes aceptan que Yo vuelva un tiempo más? Sí.
Fray Elìas:
Él está llorando.
Ahora sí Me debo ir, pero escuchando sus palabras con una canción que inspira a las almas a estar cerca de Mí.:Tu estás aquí
Fray Elìas:
Vamos a colocar nuestras manos en señal de recepción, para recibir de Cristo Su Energía y después llevarla al centro de nuestro corazón, en una comunión interna con Su Consciencia Divina.
Y vamos a agradecerle por medio de esta canción, por todo lo que nos ha dado en estos días.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Muestro, en los planos internos, Mi experiencia de la Pasión, porque necesito que las fuerzas más contrarias de este planeta aprendan a redimirse y a convertirse en Luz. Y aunque esto parezca imposible para el mundo, cuando el Cetro de Dios sea tomado por Mi Mano y su Maestro descienda al mundo, terminará la oscuridad.
Ya no verán más rostros con lágrimas, ni personas en sufrimiento, porque el planeta ya se habrá purificado, ya habrá pasado por la última fase, la más aguda para la humanidad. Y así verán en el Cielo las señales que otras veces les he revelado; señales que indicarán un nuevo tiempo para el despertar de una nueva consciencia.
El Nuevo Testamento se cumplirá, porque en estos tiempos Yo he reescrito la historia en las almas que Me escuchan, en los corazones que están en Mí en solemnidad, en los espíritus que Me adoran perpetuamente.
El Arcángel Gabriel vendrá, trayendo las Tablas de la Ley; y así, lo que nunca ha conocido la humanidad, será revelado al mundo: son las Tablas de Dios, las Leyes eternas que se viven en Su Universo Celestial.
Ese será el momento en el que el mundo entrará en juicio y su Maestro y Pastor presenciará este acontecimiento.
Pero de un lugar muy desconocido vendrá la Mujer vestida de Sol, trayendo debajo de Su manto millones de estrellas caídas, las cuales, como esencias, depositará a los Pies del Creador.
Y ante los Santos Arcángeles, en un cierto momento, verán una señal muy fuerte, como cientos de tormentas juntas, que explotan en los Cielos para emanar la Luz.
Este será San Miguel Arcángel, quien enterrará Su Espada de Luz en el planeta, quemando las últimas entrañas de la perdición; y todo lo que fue su rival será vencido por el testimonio de Su Infinito Amor a la Fuente Suprema.
En ese tiempo, las almas ya no se sentirán perdidas, ni tampoco con falta de guía, porque su Rey estará aquí para encomendarles nuevos desafíos, para cumplir nuevas metas, para manifestar la Nueva Humanidad, que estará llena de gratitudes, que será vivificada por el Amor, el Amor que siempre ha vencido a través de todos los tiempos.
Y la Mujer vestida de Sol intercederá por última vez, después de haber escapado, al desierto, de la gran bestia que busca a Sus hijos.
Pero el tenebroso se confundirá, porque sus estrellas caídas, las últimas estrellas rescatadas, se volverán parte de Su Corona de Luz, de la Corona de Luz de la Gran Señora de todos los tiempos.
Esa Corona iluminará al planeta, iluminará a las naciones, colmará de Gracia a los espíritus que nunca recibieron una oportunidad.
Su Maestro también será testigo de esto. Él escribirá con Su propia Mano en el Libro de Dios este gran acontecimiento, en donde la Dama de la Luz habrá triunfado sobre el mal.
Los que han sido marcados por el Sello de Dios serán reconocidos en este próximo tiempo y muchos no creerán que esto es posible. Por eso, el Hijo del Hombre viene de nuevo a su encuentro, para gestar en las esencias este momento, momento que es inmaterial y que se volverá material en todo este mundo.
Cuando el Arcángel Gabriel llegue con las Tablas de la Ley, muchas cosas terminarán y los que han vivido el martirio de los tiempos, serán liberados de su cautiverio.
Ya no habrá hombre o mujer en este mundo que pueda gobernar el planeta, porque el Todopoderoso se mostrará a través de la Resplandecencia de Su Divino Hijo.
Todas las culturas y los pueblos lo reconocerán, porque sabrán que Él proviene de la Fuente del Amor, de donde todo ha surgido y comenzado.
Por eso, están siendo sacramentados en este tiempo. No piensen que un Sacramento es un sacramento más, porque si sus hermanos lo viven, también ustedes lo estarán viviendo.
Los invito a entrar en Comunión eterna, para poder comprender el Conocimiento Divino.
Éstas ya son Mis últimas Palabras para el mundo, Mi tarea está finalizando, y cuando ella finalice, deberán entrar en vigilia, porque a partir de allí, todo sucederá.
Hoy les estoy diciendo esto, de verdad, no para que teman, sino para que crezcan en consciencia y siempre, siempre salgan de sí. Y así podrán ver cuál es la verdadera realidad.
Muchos vendrán a golpear a sus puertas de diversas formas, para preguntar ¿qué es lo que han vivido aquí? Algunos buscarán auxilio y otros buscarán hacerles perder la fe que viven en Mí.
Ese será el momento en donde el mundo estará en prueba, y si Juan, el que Me bautizó en el río Jordán, dio su cabeza por Mí, ¿quién la dará ahora por Mí?
Mi Proyecto en este tiempo es osado, pero Mi Victoria es desconocida por Mi eterno rival.
Vengo a hacer de sus vidas una nueva morada, para que puedan estar fortalecidos. Y aunque a veces sientan que muchas veces he dicho estas palabras, pregúntense a sí mismos si en verdad las han escuchado con atención. Yo vengo a repetir lo que la humanidad aún no ha aprendido, porque es necesario crecer interiormente, para ser un soldado de la Luz en el fin de los tiempos.
No piensen ahora quién dará la cabeza por Mí, porque no dejaré que eso suceda. Ya mucha sangre corre en este mundo a través de las guerras y muchos inocentes padecen todas las cosas inimaginables de los que quieren gobernar.
Yo les traigo el verdadero Gobierno del Universo, el que está lejos de la mentira y del engaño, de la ilusión o de la apariencia, del materialismo y de la impunidad.
Yo quisiera que pudieran entrar en este Gobierno Universal, el que está formado por muchas Consciencias de la Luz.
Ha llegado el momento para que en este mes de agosto, ingresen en el ámbito de la Hermandad y que sus vidas, en la superficie de esta Tierra, sean espejos de los Centros de Amor, de todas las islas de salvación que iré activando en el fin de estos tiempos.
Por eso, todo lo que vivan ofrézcanlo a Mí, como un sacrificio, como una oportunidad de madurar en el amor y de expandir la consciencia, más allá de las estrellas.
No quisiera que salgan de aquí distraídos, sintiendo y pensando lo mismo, sino creciendo en la Verdad que los hará libres, así como la humanidad necesita estar libre de su propia enfermedad espiritual.
Vengo a darles la cura que necesitan, pero también vengo a ofrecerles la entrega que necesitan, porque eso los hará más misericordiosos, plenos en la Unidad y en la Gracia.
No todos estarán cuando el Juicio Universal acontezca. Eso no significa que demore, porque los primeros pasos de ese Juicio ya comenzaron. Pero, sí, todos serán llamados, independientemente del lugar en donde se encuentren, o el plano de consciencia en que habiten.
Todos, absolutamente todos, serán llamados por Mí; los creyentes y los no creyentes, los ateos, los humildes, los pacificadores y también los que han engañado, a través de los tiempos, a esta humanidad.
Gabriel Arcángel los llamará a todos y Miguel Arcángel ordenará las filas de este Juicio Universal. A través de Su espada y de la emanación de Su Luz, indicará a los diferentes contingentes en donde deberán estar, para declarar ante el Universo.
En ese momento, será la amorosa Justicia Divina la que actuará y nadie1, nadie escapará de esa Justicia.
Dichosos serán los que hayan seguido a la Dama de la Luz, porque estarán en los caminos correctos, en los senderos que los llevarán al Reino de Dios.
El último que será llamado es el padre que ha caído, uno de los doce arcángeles, pero la Tierra en ese momento estará un poco más elevada; cosas inimaginables se verán, porque es su propio infierno, el que se verá en la superficie.
El planeta estará en un fuego oro rubí, mil veces más que un atardecer. Eso llamará la atención de la humanidad, porque todos ya sabrán que estarán siendo juzgados, no como un castigo, sino como una oportunidad de cambiar, y de vivir nuevas instrucciones, en otros puntos del Universo.
Sé que no todos comprenden lo que hoy estoy diciendo.
Para que puedan comprender lo que les digo, a través de tantos símbolos, repasen Mis Palabras cuantas veces sea necesario, porque recuerden que Mis Palabras no se desperdician y si ellas se pierden de ustedes, es porque no están atentos, para poder crecer en consciencia.
Les confieso que cuento con una sola Mano los que leen todos Mis Mensajes.
No estoy reclamando su falta de amor a Mi eterno Plan, a la Instrucción Divina y al Sagrado Conocimiento. Lo más importante para Mí es que sus corazones crezcan y se expandan en el Amor, así como hoy lo han demostrado, trayendo al mundo la esperanza.
No se sientan juzgados. Soy el Señor de la Divina Misericordia y en Mis Palabras está la Misericordia, por más directas que parezcan.
Abro Mi Corazón de Luz en esta tarde de este mes de agosto, para revelarles los Misterios que están muy distantes de las almas, muy lejos de la verdadera consciencia. Pero sus oraciones han permitido esto.
Después de cuarenta y nueve encuentros, hoy les puedo decir todas estas cosas, porque sus corazones están más blandos, más flexibles, para escuchar la Palabra de su Señor. Si Yo les hubiera dicho esto en la primera Maratón de la Divina Misericordia, ya me hubieran dejado atrás, o habrían pensado que todo esto era una gran mentira.
Vean, a través de Mi Presencia, la Presencia de Dios, la Paciencia del Padre, el Amor del Hijo y la Sabiduría del Espíritu Santo.
Ustedes tienen la llave, a través de la oración, para cambiar el mundo. Por eso Mi Santa Madre, a través de los tiempos, les ha repetido: oren con el corazón y no se cansen de hacerlo, porque si oran, no se equivocarán ni tampoco saldrán de la Ley, así como sale el mundo todos los días, abandonando el Amor del Universo y la Misericordia del Padre.
Sus corazones misioneros ya están listos para saber la Verdad y saber, con consciencia, difundirla, sin alterar Mis Palabras, sin modificar Mi Mensaje, porque podría ser letal.
Escojo cada palabra con amor, para poder pronunciarla a Mis compañeros. Porque cada palabra que sale de Mis Labios es Agua Viva.
Si Yo vengo de la Fuente, ustedes deben saciarse a través de Mí, no porque Yo sea mejor que ustedes.
Yo Soy el Gran Esclavo de Dios, aquel que se ha entregado para redimir al mundo.
Yo Soy Jesús, el Nazareno, pero también Soy el Cristo Universal.
Mi Consciencia se ha elevado al Padre para que en el fin de estos tiempos, Yo pueda elevar a la humanidad de su desvío permanente.
Sientan gozo con todo lo que les digo, porque están despertando a una realidad que es desconocida por la mayoría del mundo.
Vengo así, a entregarles a través de estas palabras, las revelaciones del Cristo Glorificado para el fin de estos tiempos.
Recuerden que ustedes firmaron el compromiso de estar aquí, en este tiempo, y en esta humanidad, viviendo esta transición de todo el planeta.
De ustedes podrá surgir la posibilidad de cambiarlo todo.
De ustedes podrá surgir la Gracia de poder amar más allá de lo que ama este mundo, así como ama el Padre.
A través de Mis Llagas, vengo a dejar las señales para los últimos tiempos.
A través de Mi Corazón, vengo a entregarles el símbolo para su despertar.
Nunca dejen de ser corazones sinceros, porque así estarán protegidos de ustedes mismos.
Sean como Mi Corazón sincero que viene, en este tiempo, para transformarlo todo, para hacer de esta humanidad una civilización rescatable de las más profundas miserias, de los más extensos abismos, en donde Mi Amor triunfará.
Quiero escuchar sus corazones sinceros a través de esta Gloria que está descendiendo, para que muchos más corazones despierten a la definición de estos tiempos, de estar en el amor, o en la indiferencia.
Quiero escuchar sus corazones sinceros, como si le cantaran a un niño que debe aprender a sobrevivir en estos tiempos.
Canten esta canción suavemente, mientras sus corazones se sinceran con el Mío; porque la gran definición está llegando para este mundo en llamas, en donde los pacificadores deberán alcanzar la meta para que se establezca el Reino de Dios.
Los escucho.
Nos ponemos de pie.
Ora por el mundo...
https://mensajerosdivinos.org/sites/default/files/eps_canticos_cj_mayo_2... canto No. 93
Desde lo más íntimo de Mi Corazón dejo la Paz para ustedes, para todo el mundo. Amén.
Que el Señor siempre los bendiga, los guarde y los haga felices en Su Reino Celestial.
Que sus pies estén libres para caminar hacia el futuro cercano, en donde los nuevos cristos repoblarán el Planeta. Que así sea.
Colocamos nuestras manos en señal de recepción.
Reciban de lo más sublime de Mi Consciencia los dones de la Luz, los que harán de los siervos de Cristo almas comprometidas con Mi Plan de Amor y de Redención.
Que esta Luz que hoy deposito sobre sus manos sea preciosamente cuidada.
Llamen por esta Luz cuando estén en prueba, o en algún conflicto, porque sepan que Mi Luz, es la Luz de Mi Padre, es el Amor de la Fuente para toda esta Creación.
Ahora, guárdenla.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por hoy estar Conmigo y por haber tenido coraje para escuchar Mis Revelaciones del fin de estos tiempos.
Recuerden ser celadores de Mis Palabras y de Mis Mensajes, porque las almas que más necesitan vendrán a su encuentro para buscar lo que ustedes encontraron. Vendrán con la esperanza de recuperar la paz, y esto es tarea de todos.
Les agradezco.
¡Gracias Señor, por cuánto nos das!
En este encuentro, te honramos Señor.
Vamos por última vez cantar Corazón Sincero ofreciendo en gratitud este cántico como una oración.
* Jesús ha bajado Sus Ojos, mira al suelo.
El triunfo de Mi Sagrado Corazón también se dará en la memoria de este planeta.
Dichosos de aquellos que participan de esta jornada, para que la historia sea escrita en los Libros de Dios y la Nueva Raza la pueda ver como un triunfo resplandeciente.
Todo es posible, hijos de Mi Padre, por la intercesión del Inmaculado Corazón y del Casto Corazón de San José, que en esta Sagrada Trilogía se unieron Conmigo, para que podamos vencer el mal y disipar las tinieblas de los corazones, que renacerán en Mí y en Mi Gloria.
Cuando las puertas son cerradas al enemigo, la derrota está establecida y las Leyes restablecen un principio del cual la humanidad anteriormente se había distanciado, por estar ciega y sorda.
Esta Ley que Yo les traigo y que ha triunfado en Mi Pasión, en Mi Muerte y en Mi Resurrección, es la Ley del Amor, de la Unidad y de la Luz, y hoy los invito a todos a comulgar de ella, para que sus almas sean vistas por Dios en plena redención.
Adoren en esta tarde Mi Sagrado Corazón que se vuelve a descubrir a ustedes, para sentir alivio de las ofensas del mundo y de la indiferencia humana. Corazón que se descubre a ustedes, para mostrarles el Amor que nutre la vida y el Espíritu de cada ser.
Adoren Mi Sagrado Corazón, que en este momento está expuesto ante todos, para la Gloria de Dios.
Adoren Mi Corazón, por los que no lo adoran y por los que lo niegan; por los que se han alejado de Mi Padre en la corrupción y en los vicios, en la tentación y en el olvido del Plan de Dios.
Adoren Mi Corazón, que es un Portal que traspasa al Nuevo Tiempo, al Nuevo Tiempo de las almas, en su vida real y verdadera, en el Universo de Dios.
Mistifiquen este momento como un testimonio y no lo olviden.
Adoren Mi Santísimo Corazón, que viene al mundo para complacerlos y amarlos en el espíritu y en la unión perfecta con Dios, el Todopoderoso.
Quien se postra en el suelo, Me adora y quien no puede hacerlo también, porque cada acto es visto por Dios en la humildad de los corazones que le sirven en este tiempo.
Mientras Me adoran, reciban Mis Rayos del Universo, que descienden sobre ustedes en Gloria y en Luz, en Omnipresencia y en Omnipotencia, en resplandecencia espiritual y en vida, para los que estaban muertos.
Adoren Mi Corazón, como lo adoran Mis ángeles en este mismo momento, ante los Portales del Cielo, sobre una ciudad que no se puede olvidar de Mí en ningún momento; para que se pueda salvar con la ayuda de Mis nuevos apóstoles, en esta Obra de Redención y de Paz.
El mundo se purifica y no adora Mi Corazón. ¿Cómo podrá ser digno de Mi Gracia, si no la busca? ¿Cómo se levantarán las naciones en medio de las tinieblas?
Si Yo Soy la Victoria para ustedes, adoren Mi Corazón e ingresen en Él, para que todo pase pronto y nunca más duela nada en ninguna parte de sus seres.
Mantengan la calma, pues Mi Corazón está expuesto ante un mundo indiferente y las Legiones de la Luz de todo el Universo se reúnen para adorar Mi Corazón, que es el Corazón de Dios, que está vivo en este momento en cada uno de ustedes, en cada plano de sus consciencias, si así lo vivifican a través de esta adoración.
Sientan que sus amarras se liberan y el peso se hace cada vez más leve, y todo se puede curar por la presencia de Mi Sagrado Corazón, que es la llama ardiente para este mundo, que está a oscuras.
Dejen que Mi Fuente se derrame a través de Mi Sagrado Corazón en sus esencias y en sus vidas.
Este es el mayor Sacramento para su fe, para su sostén, para este tiempo final que se acerca al mundo.
Quien quiera reconocer que Yo estoy aquí que lo acepte, porque Yo concreto lo que es imposible en medio del caos y abro las puertas del Universo, para que todos los hijos de Dios puedan entrar y se salven.
En esta Comunión que hoy establezco, revivan este momento todos los días de la vida y adoren Mi Corazón para que el mundo pueda recibir la Gracia que tanto necesita y que tan poco merece.
Lleven estampado Mi Sagrado Corazón en sus seres y enciendan este Proyecto de Mi Corazón en cada acto de la vida, en cada gesto de amor, en cada obra y solidaridad para con el prójimo, porque también allí Yo estoy presente, sufriendo en el silencio de los que se apagan por no tener Luz.
Quería compartir con ustedes, compañeros, este ejercicio espiritual, para que siempre lo recuerden y aún más, lo busquen en los momentos difíciles del planeta y de la humanidad.
Imiten a los pastores de Fátima, que adoraron el Corazón de Dios a través de Mi Sagrado Corazón, presente en la potente Eucaristía que les fue dada por el Ángel de la Paz.
Es así, compañeros, que hoy les entrego esa misma Eucaristía espiritual con Mi Sagrado Corazón, esa Comunión con lo eterno y lo divino.
Quiero que sus voces alaben a Dios, porque Mi Padre Me ha dicho, que ustedes, sin ninguna indiferencia pero con simplicidad, tocaron Su Corazón, Su Corazón eterno y misericordioso.
Sean como niños y busquen su niñez, la pureza que fue cultivada en el nacimiento de sus almas, en el estanque de Mi Corazón.
Alabado sea Dios por esta Gracia y bienaventurados los misericordiosos, porque no solo alcanzarán Mi Misericordia, sino que serán torres de luz para los tiempos de oscuridad, luceros para el mundo y la humanidad en los cuatro puntos de la Tierra.
Hoy, los ángeles comparten con ustedes esta Comunión, para quien así lo quiera vivir, en plenitud y humildad.
Beban de esta Fuente. Beban de esta Fuente y salgan renovados, porque el pasado ya es pasado y hoy están en Mi Eterno Presente.
Que así sea.
Hoy, bendigo con Mi Amor todas estas imágenes y símbolos que han traído a Mi altar, para que siempre recuerden que estoy con ustedes, no solo en la alegría sino también en la tristeza, en los desafíos y en la confirmación de su fe ante el Todopoderoso.
Que estos objetos sagrados sirvan de estandarte y de luz para sus vidas, sus hogares y por donde los lleven, recordando que Yo los bendije, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mientras aún estoy presente, compañeros, exponiendo Mi Corazón Sagrado para el mundo entero, quisiera también que los consagrados y orantes del mundo Me adoraran, como lo hicieron hoy sus hermanos, para así concretar el Proyecto del Creador.
Bendeciré en esta tarde los elementos que constituirán la renovación de las vidas de Mis nuevos apóstoles, a través del lavado de los pies, porque recuerden que así como Yo lo hice con Mis apóstoles, hoy Me postraré en el suelo en Espíritu y en Divinidad, para borrar sus huellas del pasado y todo sufrimiento interior, en honra a la Divina Misericordia de Dios.
Quien hoy comulgue, recibirá una expiación anual, lo que significa para Mi Sacratísimo Corazón que en esta misma fecha y en el próximo año, deberán volver a repetirlo, para que esta expiación se expanda hacia sus semejantes, hermanos y amigos, y así triunfe Mi Sagrado Corazón.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
A pedido de Cristo Jesús, vamos a cantar "Adonai, Espíritu Santo".
Nos preparamos interiormente para la bendición espiritual.
Vamos a orar, junto con el Maestro, la oración de la "Sagrada Unidad", mientras Él va a consagrar el agua para el Sacramento del Lava pies y también la Comunión. Vamos a orar juntos, con Él, unidos a Su Sagrado Corazón.
Sagrada Unidad de Dios... (x5)
Gracias por estar hoy Conmigo, compañeros, y que la Fe haga eco en sus vidas para siempre.
Sigamos cantando a Dios en plenitud y amor.
¡Les agradezco!
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, el Maestro nos está pidiendo que en esta Maratón especial, aquí, en Buenos Aires, que compartamos con ustedes, brevemente, el relato de cada Aparición.
Y hoy, cuando El Maestro nos hizo ingresar a todos, en esa adoración profunda, al interior de Su Sagrado Corazón, queremos compartir con ustedes que Él reveló, lo que Él denominó “la Iglesia Celestial”, un espacio en donde Su Cuerpo Santísimo, dentro de una Custodia de Luz, es adorado perpetuamente por los ángeles, para poder equilibrar los errores y las acciones que acontecen en este planeta, en este Universo local.
En ese estado de consciencia, en ese plano, en ese lugar celestial, el Maestro nos convocó a todos. Y para aquellos que tuvieron la oportunidad, de alguna forma simple, pero verdadera, de ingresar a Su Corazón en esa adoración, Él realizó una amnistía, lo que Él llamó una "expiación anual”, que durará, de parte de nosotros, si la cuidamos, hasta el próximo año, hasta el 5 de junio de 2017, donde Él nos pidió nuevamente, que cada uno, en el lugar en donde se encuentre o como se encuentre, que realice nuevamente esa comunión, para renovar esta amnistía, esta expiación.
Que no es solamente para nosotros, para la Argentina en este caso, sino también para el planeta y para las miles de consciencias que están detrás de nosotros en esa fila infinita, esperando que se les abra la puerta para ingresar en el Corazón de Dios y tener una oportunidad de redención y de rehabilitación.
Así que era eso lo que queríamos compartir con ustedes, porque fue un momento muy intenso, como ustedes pudieron percibir.
Él realmente hizo un acto y un trabajo de comunión espiritual con cada uno de nosotros y con la consciencia planetaria.
Madre María Shimani de Monserrat:
Una de las cosas que escuchamos de Nuestro Señor, es que lleváramos Su Corazón en cada cosa que hacemos. Y con todo nuestro amor, nosotros podemos imaginar a Su Corazón dentro del nuestro, unido al nuestro y podemos, cada día, en cada tarea que realizamos, sentir el Corazón de Cristo junto al nuestro.
Necesitamos prepararnos, entrenarnos, para que cuando las cosas se pongan un poco más intensas o difíciles, nosotros podamos vivir con ese Corazón dentro del nuestro.
Es un ejercicio importante que todos tenemos que aprender, porque eso también lo vamos a llevar a donde podamos ir; a nuestros familiares, a nuestros conocidos, a nuestro trabajo, a todas nuestras tareas; llevar el Corazón de Cristo dentro de nosotros, junto al nuestro, es algo que todos podemos hacer.
Así que los invitamos a profundizar en las Palabras de Nuestro Señor.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Y eso no termina hoy, hermanos. Continúa mañana, porque son tres días de bendiciones.
Él encontró nuestros corazones muy abiertos. Esperamos que cada uno cuide esa apertura de Su Corazón, en esta tarea de la Maratón de la Divina MIsericordia y que mañana realmente podamos dar un broche de oro, para esta tarea de paz que realiza Cristo y los Mensajeros Divinos en la Argentina.
Madre María Shimani de Monserrat:
Así que nos vamos a ver en el día de mañana, en la transmisión de las 8:00. Los esperamos a todos.
Buen trabajo de corazón a corazón, para todos. Buenas tardes.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
¡Gracias Señor por cuanto nos das!
Oremos:
Padre Nuestro... (x3)
Gloria al Padre... (x3)
Queridos hijos:
La oración los unifica y los eleva al Reino de Dios; y será en ese estado de consciencia que sus corazones comprenderán todo lo que les digo, no solo por el bien de ustedes sino también por la humanidad, que necesita despertar a la Verdad que ha sido sagradamente guardada de todos los ojos curiosos y de los ingratos.
Pero hoy, y en este tiempo, Yo les traigo esta Verdad para que sus corazones puedan crecer y definitivamente encontrar el camino hacia Cristo, en esa perfecta comunión con Su Corazón Sacratísimo.
Yo les abro las puertas al conocimiento elevado para que no solamente lo puedan conocer, sino también practicarlo en sus vidas.
El Señor espera poder hacerse presente en sus corazones y almas para expresar los talentos sagrados que serán de auxilio para la humanidad en este tiempo y en el momento más agudo del caos de la Tierra.
Los ángeles del Universo, los que acompañan Mi Corazón y toda Mi Obra, permitieron que esto sucediera; aunque no hay méritos para tan gran revelación, sé que alcanzar la vida crística para la mayoría ya deja de ser una meta imposible y es una realidad próxima para todos.
Quienes verdaderamente vivan las llaves que Yo les entregué en este día, y a través del mensaje para esta Aparición, podrán alcanzar lo que tanto espera Mi Hijo y Él los encontrará preparados cuando retorne a la Tierra, con el poder de Su Gloria y de Su Majestad.
Pero mientras eso está por suceder, el mundo aún se purificará y sufrirá.
Yo intento fundar por medio de Mi Maternidad, las bases crísticas para la nueva era, que ya comenzó; las bases que fundarán espiritualmente la Nueva Humanidad, en esa esperada Tierra Prometida que el pueblo de Israel siempre quiso ver.
Moisés, como maestro e instructor, como enviado de Dios al mundo, fue la primera experiencia de ese proyecto de la Nueva Humanidad.
A través de los tiempos y de la Sagrada Familia, se guardaron esos códigos preciosos, para que pudieran estar disponibles en este ciclo de la humanidad y los autoconvocados despertaran a la verdad del conocimiento.
Eso no solamente ennoblece sus espíritus, queridos hijos, sino también la consciencia planetaria que se está auto destruyendo, día a día.
Podría pasar la noche entera contándoles lo que veo del mundo, a través de la pureza de Mis ojos y de la imploración de Mis manos a Dios, para que muchas más almas puedan ser rescatadas en este último ciclo.
Pero todo dependerá hijos Míos, de los que se auto convoquen para esta sagrada tarea, que dejará de ser para niños y pasará a ser para adultos, en esta gran academia de la redención de la humanidad.
Los ciclos cambiaron a partir del ocho de agosto pasado.
Para este próximo ocho de agosto un nuevo ciclo comenzará y será imprescindible, no solo para ustedes sino también para Aurora, que todos estén presentes para esas fechas, en donde una nueva revelación será entregada como preparación de sus corazones para la venida de Cristo.
Mientras Mis planes construyen las bases de la verdadera familia, Yo veo, aún en el mundo muchos hijos perdidos, que no solo no quieren escuchar, sino que tampoco quieren despertar a lo que verdaderamente son esencialmente, como almas y seres humanos.
El ego de la humanidad ha tomado la potestad de toda la Tierra.
Ustedes, hijos Míos, por medio de la oración podrán percibir qué es lo que está sucediendo en este tiempo y cuánto sufren los Reinos de la Naturaleza, las consecuencias de todos los hombres.
Mientras los corazones no se arrepientan y se humillen ante el Creador, Jesús todavía no retornará y las almas deberán sufrir las consecuencias de sus acciones.
Pero si los corazones hacen un acto de contrición ante el Dios Creador, las cosas podrían cambiar precipitadamente y Leyes de Gracia podrían actuar en los corazones aún no redimidos.
Queridos hijos, aún hay mucho por hacer y no solamente cuento con sus corazones, sino también con sus manos, para poder servir al Creador.
Los tiempos son difíciles por donde se mire.
Ustedes saben, queridos hijos, que la prontitud de sus corazones podría modificar los acontecimientos y no estoy aquí, en este día, despertando su soberbia espiritual, ni su arrogancia.
El Señor necesita que estén libres de todo para poder servirlo en plenitud; y así, sus verdaderos seres descenderán y realizarán la tarea que tanto han esperado desde el principio, sus seres espirituales, sus seres de origen del Universo.
Mientras algunas cosas no maduren dentro de ustedes y se definan pronto, aún muchos seres espirituales del Universo esperarán la hora de poder aproximarse y realizar junto a Mi Hijo, esa gran obra corredentora de toda esta raza, aún no redimida.
Así como fue con Moisés y el pueblo en el pasado, queridos hijos, lo será con ustedes; el proyecto está en la Mente de Dios, aún por realizarse.
Una parte la cumplió Mi Hijo al estar presente entre ustedes en esta decadente humanidad y les enseñó que a través del Amor y de la Misericordia, todo se redime y todo se consigue.
Son las bases de su Fe, poder vivir en Cristo y corresponderle.
Yo les traigo el Conocimiento Sagrado del Universo que está guardado en los Libros de Dios para que finalmente lo puedan conocer y crecer a Mi lado, así como Yo siempre los tengo, entre Mis brazos y en Mi Corazón.
Sabemos que toda la humanidad no será consecuente con lo que estamos pidiendo en este ciclo, pero la mayoría podría hacerlo si solo se dispusiera a vivirlo en simplicidad y Amor.
Dios pidió fundar Comunidades-Luz, para erguir las bases de la Nueva Era, de la Nueva Familia y de la Nueva Humanidad.
Este proyecto debe expandirse para aquellos que quieran unirse a esta gran hermandad que está siendo construida espiritualmente desde hace mucho tiempo.
Porque ustedes saben que el Universo no los abandonará, mas tampoco dejará de corregirlos para que puedan seguir el único camino que propone la Jerarquía en este tiempo final.
Estamos trabajando espiritualmente por toda la humanidad, por este Universo en el cual ustedes se encuentran, por toda esta Galaxia que se expande con su Luz, cuando es vista desde otras esferas.
¡Cuán grande es la belleza que Dios creó para ustedes, hijos Míos, y pocos la consiguen percibir!
Mirar una estrella no significa rebajarse, ni ser menos, sino apuntar con su misión y con su visión al propósito que les espera encontrar en esta vida.
Todos los presentes en este mundo son seres en redención, algunos en rehabilitación y la mayoría aún no redimidos.
Las almas después de esta vida, toman consciencia de lo que no hicieron ante los Señores de la Ley y viven su juicio.
Pero no es necesario, hijos Míos, que pasen por esa prueba, y que pierdan una vida entera en la normalidad y en la superficialidad de las cosas, de todo lo que ofrece este mundo infiel.
Si Nosotros, como sus Corazones Amados encarnamos en esta humanidad, fue para testimoniar la Presencia del Amor de Dios y de Su Sagrado Proyecto que aún debe continuar hasta el fin de los tiempos y después del retorno de Cristo.
Pero cuando Mi Hijo vuelva, las cosas ya serán bien diferentes y los tiempos habrán cambiado.
Aún muchos corazones dormidos también en la vida espiritual que hoy llevan, están siendo llamados a dar un paso en la verdad y en la entrega a Dios.
Muchos sirvieron a través de los tiempos y de los años a este proyecto de las Comunidades-Luz, pero aún debe despertar en ustedes la semilla y el talento que dejó Mi Hijo.
Yo les traigo las llaves para que puedan vivirlo; en esa unión perfecta con Cristo podrán cumplir con el Proyecto de Dios, y se sentirán merecedores de ingresar al Reino de los Cielos, cuando Él vuelva en Su Gloria, a través de Cristo.
A través de Mi oración y de Mi imploración por todos, pedí al Arcángel Miguel, que se hiciera cargo de esta humanidad, porque Él es su Regente, Él es el Comandante de la Huestes de Luz y de este Proyecto Universal.
Él es el que piensa por ustedes y el que obra a través del Amor de Dios y de Su poder.
Él es el que destierra a los espíritus que impiden la realización del Proyecto del Creador y Él es el mismo que rehabilita a los que están caídos.
La potestad del Arcángel Miguel no es conocida por la humanidad, siempre ha sido un secreto. En este perdido lugar del mundo y del Uruguay, Él descendió aquí en un siete de agosto pasado, para comenzar a revelar lo que muchos desconocen de Su Consciencia.
Él ha estado cerca de ustedes por mucho tiempo y no lo han percibido.
El Arcángel Miguel fue quien estuvo con Jesús desde los primeros años de Su vida para prepararlo para ese gran momento de entrega y de sacrificio por la humanidad.
Él ahora está aquí, con ustedes, para conducirlos por el camino de la rehabilitación y de la cura que ofrece Aurora.
Si realmente Aurora fuera aceptada y comprendida, las almas andarían por aquí, de rodillas, para agradecer tan inmensa gracia recibida, en un país que no la merece.
Pero Dios no solo ve la nación, sino ve el potencial de los corazones que se resignan para vivir su redención.
Las estrellas caídas serán vistas en el juicio final y contempladas por todos, lo que ustedes llaman "la paja y el trigo".
Aún la hora máxima queridos hijos, está por realizarse y ustedes están escribiendo una historia para esta humanidad.
Una historia que se escribe en el Corazón de Dios cuando las almas corresponden a Su llamado y lo aceptan en prontitud y acción.
Verán los frutos de todo lo que hemos hecho a través de los años cuando todo esté próximo para suceder.
Mientras tanto, queridos hijos, aprovechen el tiempo para su preparación y unión con Cristo.
Porque en Mi Hijo siempre se encontrará la fortaleza y aun cuando ustedes no puedan levantarse del suelo Él los levantará, porque quien lo sigue, no perecerá.
Y en los ejércitos de luz y de oración que Yo voy fundando, aparición tras aparición, a través de los Hijos de María, constituyo un potente epicentro de Luz que sirve a las necesidades del planeta y de la humanidad.
Las oraciones de todos Mis hijos del planeta son utilizadas para realizar las grandes operaciones de rescate y eso deben saberlo, no para hacer crecer sus egos, sino para servir en simplicidad y humildad para todo lo que Dios necesita en este Proyecto de Amor y de Redención.
A través de los Hijos de María que se consagran, voy formando nuevas vidas, voy formando peregrinos; después formo colaboradores, por último servidores y quien se anima a seguirme lo formo como instrumento del Plan de Dios.
Queridos hijos, eso es todo lo que hoy quiero compartir y decirles que puedan repasar Mis palabras, será de agrado para sus espíritus y para Dios, porque en el Universo nada se pierde.
Que vengan aquí Mis hijos que hoy, con Amor, se consagrarán.
Ave María... (en latín, x3)
Elevando sus almas como luz al Universo queridos hijos, contemplen este momento de consagración como una renovación de sus corazones y vidas, ante los Planes del Creador y así mientras les hablo, sus vidas son redimidas por el poder del Verbo divino y por el amor de Mi Corazón Inmaculado.
Reciban el bálsamo de Mi Gracia y el abrazo divino de Mi maternidad, para que saliendo de aquí formen nuevas vidas y ayuden a todos Mis hijos a reencontrar el camino hacia Cristo, al menos hacia Dios, que está muy olvidado.
Oren Conmigo todos los días y construyan las bases de esta Nueva Humanidad que debe nacer primero en sus corazones, para que después se pueda expresar y manifestar para el nuevo tiempo de la humanidad.
Hoy Mis ángeles bendicen sus cabezas para que ingrese el Espíritu de Dios y Su Sacra Bendición.
Hoy Mi mano toca sus corazones para que se puedan curar y sanar y renacer en el perdón y la reconciliación. Porque el amor queridos hijos, es mayor y más fuerte que el pecado, el pecado es ilusión y perdición para las almas.
El Amor de Dios los renueva.
El Amor de Mi Hijo los sana y los redime.
Mi Amor Inmaculado los eleva al corazón del Padre Celestial.
Hoy escribo en sus almas una nueva historia de Luz que deberá ser cuidada por cada uno de ustedes; así, en el juicio final, queridos hijos, darán testimonio de lo que han recibido de Mi Corazón Sacratísimo.
Yo los amo y les digo las cosas por amor y verdad, para que puedan crecer en consciencia y en adultez, la adultez del espíritu.
Les agradezco queridos hijos porque hoy hayan llegado aquí, a este Centro Mariano, no solo para honrarme, sino para encontrarme en sus corazones, porque quien Me llama, Me encuentra; una Madre del Cielo nunca olvida a sus hijos.
Lleven estampados en sus pechos el escudo del Arcángel Miguel y sustenten la poderosa espada de la oración para los tiempos críticos.
Sepan que sus familias también deben renovarse y encontrar el camino hacia Cristo, hacia la redención y la paz.
No esperen resultados semejantes en sus seres queridos, solo oren por cada una de sus almas hermanas para que Yo me pueda aproximar y auxiliarlos en la hora indicada.
Mi Rosario de Luz ora por ustedes.
La Madre Universal los congrega, en Adoración a Cristo, Nuestro Señor.
Mientras Me elevo al Cielo, queridos hijos, escucharé sus voces cantando a Dios, el Creador y agradezco desde ahora y antes de tiempo, la ayuda de todos los peregrinos y devotos, para que Mis Planes de Paz se cumplan no solo en América, sino también en Europa.
Porque sepan, queridos hijos, que el Corazón de Lys, debe seguir pulsando en los corazones europeos; ellos también deben tener la Gracia y la oportunidad de concretar el Plan de Dios y la ayuda fraterna y la cooperación entre hermanos lo podrá conseguir.
En cada pedido que Yo hago, simple o difícil que parezca, existe el Propósito de Dios que finalmente es comprendido, después de que es realizado.
Amen las cosas del Cielo sin antes conocerlas, así serán humildes en la verdad y el bien.
Los amo y les agradezco por responder a Mi Llamado.
Bendigo a todos los presentes y a todos los que acompañaron este encuentro durante Mayo.
Mi peregrinar sigue para Argentina, pues Mis amados hijos también recibirán de Cristo la bendición celestial y la Gracia de seguir adelante, pase lo que pase.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Cantemos:
"Somos hijos de María…"
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, para terminar este encuentro tan especial con María esta noche, queríamos contarles brevemente cómo fue la Aparición y también la consagración de los Hijos de María, pues sentimos que cada vez que se consagra un nuevo hijo y una nueva alma asume un voto con María un compromiso, Ella va profundizando en la tarea espiritual de esas consciencias.
Primero, agradecer la adhesión y la unión que todos tuvieron, la concentración posible, para lo que María estaba revelando hoy, que fue bien importante. Ella decía que era una información, un conocimiento complementario a los que escuchamos hoy al principio de la transmisión y después, durante el trabajo del mensaje, cuando ella iba transmitiendo las palabras.
Por ejemplo, cuando habló de Moisés, Ella citaba pasajes de la vida de Moisés y del pueblo del desierto y todo lo que ellos fueron viviendo cuando fueron llamados por Dios a vivir ese proyecto del Padre, en aquel tiempo.
Y a medida que María iba hablando, iba mostrando a Su lado como una pantalla, como si fuera una tela, una pantalla; iba mostrando todo lo que fue sucediendo en aquel tiempo y todos los códigos crísticos positivos del Amor que fueron siendo alcanzados no solamente por Moisés, sino también por todos aquellos que lo siguieron en aquel momento.
Y a través de eso, María fue haciendo un puente de Luz, uniendo esa historia con la historia de hoy, con todo lo que Ella vino hablando como instrucción en los últimos ocho años y todo lo que ha ido preparando dentro de nosotros y también a través de nuestro trabajo de oración, el que hemos asumido ya hace algunos años como consciencia grupal.
Al final, Ella llamó a los Hijos de María para consagrar, que también dice que forman parte de ese Proyecto de Dios, de ese Pensamiento Único que quiere manifestar Su Amor en la humanidad, en este momento crítico del planeta.
Y mientras María los iba consagrando, iba dirigiendo Sus palabras para los hermanos que hoy se consagraron. En cierto momento, Ella revela, digamos así, el alma de cada uno de ellos; el alma de cada uno de los que se consagraron se presenta delante de María para vivir esa consagración. Y en consecuencia, el espíritu profundo de cada uno de esos seres.
Entonces María hace la consagración, le pide a los ángeles que bendigan primero a esos hermanos y después desciende un poco donde hoy aparecía aquí, en la Casa de Oración, bien cerca de ellos para hacerles la bendición, imponiendo Su mano santísima sobre el corazón de cada uno de ellos.
Y allí Ella purifica, limpia, sana, cura, restaura e ilumina, creando una nueva historia en la vida de cada uno de ellos.
Dejamos esto para ustedes, para que podamos unirnos y comprender que la tarea de María en este momento, en este ciclo es bien profunda y que la oportunidad que cada uno de nosotros recibe a pesar de las deudas que tenemos es única, y que Ella con todo Su Amor y con toda Su Gracia nos libera del pasado y nos renueva para caminar en Cristo.
Madre María Shimani de Montserrat:
Todas estas Gracias que recibimos de Nuestra Señora es algo que nosotros vamos a tener que cuidar con mucho esfuerzo, sabiendo que cada día vamos a construir una vida nueva gracias a Su Purísima Misericordia.
Nosotros les agradecemos por habernos acompañado, enviamos desde Aurora un abrazo de Cura para todo este planeta.
¡Gracias Señor por cuanto nos das!
En Mi Gloria hoy está el mundo sufriente y mezquino, porque a través de Mi Poder, todo se hace posible cuando los corazones se congregan a través de Mi Luz para adorarme.
Ciento cuarenta y cinco ángeles están hoy aquí Conmigo, en representación de todas las huestes de Luz del Padre Celestial y de los Padres Creadores, para dar comienzo a esta ceremonia sagrada durante siete días consecutivos.
Caminen a Mi lado, viviendo Mi Pasión, cada paso y cada hecho, cada momento y cada historia que fue escrita por Mí en este planeta y en su registro sagrado, en los libros del Cielo y de todo el Universo[1].
Este es el Libro de la Sabiduría de Dios, de las claves sagradas del Padre, que decretan desde el principio del Génesis el surgimiento de la Nueva Humanidad. Recuerden: Yo Soy el Alfa y el Omega, el que dio el primer impulso al mundo, y también soy el que dará el último, cuando retorne en Gloria a Su casa.
En este Libro está escrito la idea principal de Dios, lo que los corazones deben conocer para cumplir la Voluntad del Padre. Aquí está escrita su historia y Mi historia, Mi historia con ustedes en Tierra Santa.
Recuerden, compañeros, quiénes fueron en ese momento; no para vanagloriarse, sino para despertar al compromiso que olvidaron y que hoy vengo a renovar para todos en este lugar, porque en Aurora ya fue renovado. Y ahora ustedes tienen esta gracia de complacer Mi Corazón y de vivificarme a través de este encuentro sagrado durante siete días.
En este Libro está escrito lo que ustedes deben hacer, lo que Mi Padre espera de ustedes.
En este Libro está registrado el momento de su paso, así como está registrado en Mi Corazón Misericordioso, que se abre como una Fuente de Luz para todas las almas que aspiran verdaderamente curar su pasado y renovar sus espíritus en Mi Nombre Santo.
Y cada uno de los ángeles presentes, de los ciento cuarenta y cinco ángeles, guardan la voluntad en sus corazones para cada uno de ustedes, que es la Voluntad de Adonai, del Eterno, del Infinito.
Y este primer paso deben darlo los consagrados, porque como consecuencia, las almas se animarán a dar el paso en confianza a Mi Corazón y a Mis designios celestiales.
Quiero que honren al Dios Todopoderoso, que es el Rey verdadero de todas las cosas desde el principio.
Yo Soy parte de su Dios y de Su Magnificencia.
Yo Soy parte Su Omnipresencia y de Su Omnipotencia.
Honren junto a los ángeles la Presencia del Padre Eterno y de Su Gracia infinita manifestada a través de Su Hijo Amado.
Que canten los coros del Cielo y también canten los coros de la Tierra a través de los corazones abiertos a escuchar este llamado.
¡Aleluya, aleluya! Su hora de dar el paso está próxima.
Así como lo hizo Su Hijo Amado, lo deberán hacer ustedes en esta hora aguda del planeta, cada uno en su grado de amor y de evolución.
Abramos las puertas de los Cielos en este encuentro sagrado a través de Mi Corazón Glorificado.
Que se encienda el incienso y que se escuchen la voces, porque bendeciremos este altar para que él sea digno de recibir las Gracias del Hijo Primogénito, de su amado Pastor y Señor.
Cantaremos a pedido de Cristo, en Su Presencia, el Kodoish melódico, para honrar junto a los ángeles del Cielo al Padre Celestial.
Kodoish, Kodoish, Kodoish...
Ahora, compañeros, que sus corazones están limpios y sus almas están bendecidas por Mi Espíritu, ingresarán Conmigo por el Gran Portal de la Paz, para que Dios en Su Gloria, pueda derramar Sus Gracias sobre Sus hijos y todas las criaturas de este Universo, que también se congregan para este momento en alabanza y adoración y en acción de gracias por todo lo recibido; en donde Mi Misericordia pudo aplacar la Justicia para que ustedes pudieran estar aquí, en nombre de toda la humanidad y recibir también de Mi Corazón todo el Amor del Universo; amor que recibe el Universo también de ustedes en cada oración pronunciada, en cada Comunión realizada, en cada servicio entregado para aliviar el sufrimiento del mundo.
Hoy haremos una acción de Gracias especial y escogeré a catorce consciencias, a catorce almas entre todas las presentes, para que en acción de Gracias realicen una penitencia para el Maestro del Amor, por todo lo que lo ofenden y lo han ofendido y para que una vez más triunfe Su Misericordia en el mundo entero.
Esta acción de Gracias y esta penitencia significará, hijos Míos, siervos de Mi Padre, que los catorce a los que Yo escogeré, en nombre de todos, serán ungidos en su pie izquierdo, que representa la resignación ante el Padre Universal y ante Su Ley, para que en nombre de ustedes, de sus familias y de la humanidad entera, Yo pueda impartir en esta tarde una expiación que liberará a los corazones amarrados por las fuerzas del mal y perdidos por las tinieblas de Mi adversario.
Porque hoy establezco aquí Mi Luz, presente hasta el fin de los tiempos, para quien la pueda reconocer más allá de las apariencias y de las formas.
Aquel que pueda ver Mi Luz hasta el fin de los días será dichoso y bendito y Yo lo coronaré con Mi Gloria, para que esté sentado a Mis Pies en el Paraíso, junto a los ángeles y arcángeles, alabando al Creador por toda la eternidad.
Invoquen internamente la presencia de sus ángeles, porque ellos esperan por su respuesta y convocatoria, para que las obras del Señor sean realizadas por sus principios ultraterrestres, cumpliendo así la Voluntad de Adonai en las criaturas que se abren para reconocer esa Sagrada Presencia Divina.
Oración al Ángel de la Guarda...
No Me iré hasta que haya nombrado a las catorce consciencias que un sacerdote bendecirá para la liberación del mundo y para la paz en toda la Tierra.
Mientras los ángeles adoran la Presencia del Hijo de Dios, tráiganme aquí la Santa Custodia, para que ella simbolice el principio y el fin de un ciclo en el planeta para esta Sagrada Semana de amor y redención para los corazones del mundo.
El Santísimo representa para ustedes, compañeros, la sagrada expiación que irradia Mi Glorificado Corazón cada vez que lo miran con devoción y humildad, buscando la Caridad de Mi Espíritu, el Amor de Mi Alma, que está presente en la Eucaristía expuesta en el Santísimo Sacramento del altar.
No tengan expectativas por ser escogidos.
Busquen renunciar por Mí, al menos por una vez.
Sean misericordiosos de corazón y dejen que los que más necesitan reciban la Gracia, la misma que hoy derramo sobre todos ustedes.
Todos son importantes para Mí, todos pueden ser perlas preciosas en el Reino de Mi Corazón.
No se alejen de Mi Gloria.
Mientras espero el Santísimo contemplen Mi Corazón, que es poderosamente invisible para todos.
Contemplen en adoración a Mi Espíritu, que los abraza para renovarlos y que los absuelve para perdonarlos por toda acción errada, para que así conozcan Mi Amor soberano.
Dios se expresa a través de este santo Misterio para que las almas reconozcan Su Voluntad y la presencia de Su Amor.
Padre Nuestro en arameo...
[1] Jesús está mostrando un libro abierto.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más