MENSAJE ESPECIAL PARA LA 75.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, RECIBIDO EN LA CIUDAD DE MANAOS, AMAZONAS, BRASIL, TRANSMITIDO POR CRISTO JESÚS GLORIFICADO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como esta tarde de sol que los ilumina, así desciende Mi Misericordia sobre el mundo y, especialmente, en este sagrado lugar, en donde Dios pudo manifestar la expresión de Su más profundo Amor por la humanidad. 

Amazonia debe ser un lugar reverenciado, amado y respetado por todos.

No existe hombre sobre la superficie de la Tierra que comprenda lo que existe aquí, porque no es solo natural sino también espiritual.

Lo que Dios depositó para Sudamérica por medio de la Amazonia, es algo muy importante; una revelación que llegará en el fin de los tiempos, algo que se manifestará de la noche a la mañana, sin que ninguna persona, población o gobierno lo pueda controlar. 

Por eso, su consciencia deberá estar en la preservación de lo que tienen, no como medida ecologista ni activista.

Deben amar la Creación porque por alguna razón están aquí, en este planeta escuela. Por algún motivo llegaron hasta aquí para aprender y para redimirse, para poder vivir el amor y el perdón que necesitan en este momento crucial.

Ustedes saben que el mundo está desequilibrado y que la consciencia humana también está desequilibrada. Por eso, los he reunido aquí, a todos, presentes y no presentes. Los he reunido aquí en la Amazonia, en espíritu, no solo para orar por la paz, sino también para que la Gracia Divina proteja y ampare a los Reinos menores de la Naturaleza.

Si ustedes pudieran escuchar su sufrimiento o su agonía, la humanidad lo sentiría desde kilómetros, porque lo que viven aquí los Reinos menores, solo los Reinos por su consciencia grupal lo comprenden y lo entienden.

El hombre de superficie no fue hecho para someter lo que Dios creó a Su imagen y semejanza. No solo las Leyes Universales deben ser respetadas, sino también las Leyes de la Naturaleza.

Este es el tiempo de tomar medidas de emergencia porque si no la humanidad entera se lamentará y sé que, a los que se creen más poderosos, a los que creen estar por encima de los demás, a los que creen tener más libertad y acción sobre las cosas, no les importa.

Pero nadie sabe sobre la venida del Juicio Universal. Nadie puede ostentar la Ley porque no le pertenece.

Toda la existencia fue hecha con un perfecto equilibrio y armonía. Por eso, debe ser respetada y amada, para que ustedes también sean respetados y amados por sus semejantes y aun por los Reinos de la Naturaleza.

Amazonia es un tesoro que no se puede extinguir, es un regalo de Dios que no puede desaparecer por la ignorancia o por el poder que ostentan las manos de los que lo creen tener.

Nadie en este planeta conoce la fuerza de los elementos ni el poder de los mismos. Todo lo que fue manifestado es para vivir en el bien y en la paz. Pero muchas leyes fueron transgredidas a través de los tiempos y de los años, por eso he decidido reunirlos y venir hasta aquí para amparar y proteger lo que espiritualmente se encuentra en este lugar, así como también a los Reinos menores, que son parte de la vida de cada ser humano, aunque no lo parezca.

Si los Reinos de la Naturaleza no estuvieran en este ecosistema, en este planeta y en esta humanidad, la Creación estaría incompleta y la evolución de los seres humanos no se cumpliría. No puede haber avances espirituales ni materiales sin la presencia de los Reinos de la Naturaleza, sería como saltarse escuelas de aprendizaje.

Deben aprender a percibir la realidad. Deben amar lo que tienen, todo lo que Dios les ha dado en Su gran e infinito sacrificio.

Solo lo que resta, en este momento, es orar, orar de corazón no orar por compromiso ni por obligación. La oración debe abundar en todos los espacios para que al menos una Isla de Salvación se mantenga protegida y amparada por el Universo. Una Isla de Salvación conformada por todos los Reinos de la Naturaleza, una parte de la humanidad, la vida de Dios expresada en cada elemento y en cada Reino, como en el propio ser humano.

Pero sé que las leyes siguen siendo alteradas, solo la Divina Misericordia de Mi Corazón y las súplicas de Mis compañeros sostienen el movimiento del péndulo, el péndulo de la Ley, porque si el péndulo de la Ley se moviera, muchas cosas ya hubieran terminado.

Solo el amor los colocará por encima de realidades inferiores que el propio ser humano comete día a día, muchas veces sin pensarlo ni percibirlo.

Este es el tiempo de colocar en el corazón a la situación planetaria y de hacer algo por esa situación, no solo por los Reinos de la Naturaleza, sino también por la humanidad, por la existencia y la continuidad de esta raza para que el Proyecto no fracase. Ningún ser sobre la superficie de este planeta sabe lo que significa un proyecto fracasado o abortado.

Son tiempos en los que la espiritualidad debe ser protegida, y que esa espiritualidad sea verdadera en cada ser, que no tenga alianzas con otras corrientes que no son de la luz para que la verdadera cultura del hombre de superficie sea resguardada. Así como la viven los pueblos originarios y que ha sido una cultura y una civilización lastimada y explotada.

La humanidad por sí misma está disolviendo sus propias raíces y las raíces de los pueblos originarios que aún guardan la esencia del contacto con la Jerarquía, de un contacto que los ha mantenido unidos y firmes para expresar el Plan de Dios.

Las raíces de la sabiduría, del entendimiento, de la inteligencia y del bien no pueden disolverse de la consciencia del ser humano, porque eso está sucediendo y ustedes lo saben, compañeros.

Ahora es momento de colocar en la balanza lo que verdaderamente importa. Es tiempo de colocar como primordial lo que verdaderamente es importante para toda la humanidad y el planeta. Un ejemplo de esto es la Amazonia. La humanidad nunca podría vivir sin la naturaleza, aunque los que gobiernan crean lo contrario.

Nadie puede desafiar a la Ley porque no la conoce, está tan lejos de la realidad humana que ni siquiera el hombre de superficie sabe lo que significa la Ley. Por eso, hay que respetarla, amarla y reverenciarla aunque sea desconocida, porque la Ley existe por una razón, por un motivo y un fin que es mantener el orden universal entre todos los planos y todas las consciencias. 

Pero si la consciencia de los Reinos de la Naturaleza es transgredida, esa Ley es interferida, se rompe la unidad y las almas comienzan a sufrir las consecuencias de lo que deciden y de lo que hacen. Le digo al mundo entero que ya no culpe más a Dios y que se haga responsable de sus decisiones.

Así como deben aprender a evolucionar, deben aprender a no engañarse más a sí mismos. Deben ser reales con ustedes mismos, verdaderos, deben ser simples, porque así comprenderán la vida, la manifestación y estarán bajo el orden de la Ley y de sus corrientes poderosas que dirigen a este Universo y a otros y, así, estarán en hermandad no solo con la vida del semejante sino también con los Reinos de la Naturaleza.

Lo que hoy sucede aquí en la Amazonia es consecuencia de una corrupción humana, de una vulnerabilidad social que ya no se puede ocultar más a los ojos de todos. Por eso, piensen y mediten a quién elijen, porque las promesas de los hombres son hechas de castillos de arena.

Las promesas de Dios están fundamentadas en tesoros espirituales e inmateriales que son eternos y que los impulsará siempre al cambio. Por eso, esta Maratón de la Divina Misericordia es muy importante, no será un encuentro de oración más, será una oportunidad de tomar una decisión interna, de ustedes mismos con Dios y con Su Plan.

Sabiendo que es necesario asumir la situación del planeta y de su humanidad, de no ignorarla ni tampoco de rechazarla, de colocarse en disposición y de manera incondicional para servir y socorrer donde fuera necesario.

Ya no son ustedes los que deben vivir en la superficie de la Tierra, debo ser Yo quién debe vivir en ustedes, para que Me sepan representar y expresar como el Amor Crístico.

Que la fuerza de sus oraciones llegue al Corazón del Padre y abra las puertas de los Cielos, que no solo los Reinos de la Naturaleza de la Amazonia, sino también aquellas almas que están perdidas y obsesionadas por las riquezas de este lugar también sean consideradas por la Misericordia del Padre a fin de que los corazones se rediman y reciban el perdón, para que la humanidad entera sea reconstruida y la fuerza de la Luz y de la Paz triunfe sobre el mal. 

Sean consecuentes con lo que les pido y siempre sabrán por dónde caminar, porque llegará el tiempo en el que su amor por Mí será la dirección, el camino y la guía que los conducirá, en los tiempos de Armagedón, hacia Mi Corazón.

Les agradezco por escucharme y por hacer parte de sí el Plan de Dios.

Que los Soles brillen por encima de las tinieblas para que la Luz Divina se expanda en el mundo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS PARA LA 62.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Segundo Mensaje

Los bendigo a todos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Desde el Corazón del Universo proviene la Instrucción para la humanidad.

Siempre ha sido así, pero hoy los estoy invitando a ingresar Conmigo en una Fuente especial de Instrucción y de conocimiento, la que hasta los días de hoy ha sido inagotable, la que siempre ha permanecido viva a través de los tiempos.

Hoy les estoy hablando especialmente desde las Pléyades, lugar interior desde donde muchos conocimientos surgieron antes de los orígenes de la Tierra, antes de la manifestación de la primera humanidad.

Desde ese lugar fueron enviados muchos espíritus, consciencias sabias que se formaron en el conocimiento y que le dieron al mundo la Instrucción a través de los tiempos.

La Instrucción debe ser considerada como la primera regla de la vida, la que siempre los llevará a enderezar el camino y a mantener la consciencia en lo Alto.

Hoy las Pléyades, como estrellas, se hacen presentes y vienen al encuentro de los autoconvocados para que ellos sientan en su interior los impulsos del Universo, impulsos que se revelarán para la manifestación del Plan de Dios en la humanidad.

Para estos tiempos críticos, las Pléyades siguen colaborando con su humanidad, siguen vertiendo sus conocimientos sobre la esfera de la Tierra para que en el plano espiritual todo sea concebido y, después, sea vivido por las consciencias humanas en esta superficie.

Que hoy puedan comprender cuantos sagrados conocimientos surgieron desde esas grandes estrellas de las Pléyades, las que de tiempo en tiempo emiten impulsos para todo el Universo, a fin de que las consciencias capten las informaciones que necesitan para poder crecer interiormente y así ser portadoras de la paz.

Atraigan hacia ustedes esa consciencia superior del conocimiento y de la Instrucción, porque así siempre tendrán en sus vidas esa mano extendida que será la guía de la Instrucción, la que llevará a forjar en sus verdaderos seres lo que vinieron a cumplir y a vivir en estos tiempos finales.

Es momento de que se reencienda en ustedes ese compromiso, ese recuerdo sagrado con el Universo y con toda su Instrucción.

La Instrucción es como el manantial que nunca se agota, es como el río que nunca deja de correr para bañar los campos y las florestas, para nutrir la tierra con sus riquezas y minerales.

Vean, entonces, ese conocimiento sagrado como algo vital, porque los últimos impulsos ya están llegando a la humanidad, están siendo derramados para la formación de la Nueva Humanidad.

Reciban desde ese lugar todo el amor de la Instrucción. Reciban en sus corazones el impulso de algo sagrado que viene para develar el nuevo ser y para traer hacia la consciencia la Verdad, sin permitir que ella se confunda ni tampoco se engañe por las supuestas instrucciones que llegarán por otros caminos.

Les dije una vez que por sus frutos los conocerán. La Instrucción será esa llave que revelará lo que está oculto y dejará en evidencia lo que no es verdadero.

Por eso cada palabra que viene del conocimiento y de la Instrucción es vital, porque hará de sus seres consciencias libres de sí mismas, de esa constante cadena de los errores de la raza de estos tiempos.

El conocimiento sagrado los ayudará a revertir el caos actual, los ayudará a transformarlo todo y a vivificarlo todo en la plenitud que el conocimiento y la Instrucción tienen, al provenir de la Fuente.

Que el Sol que puede despertar en sus corazones reconozca este legado.

Sagradas instrucciones de las Pléyades son enviadas a la humanidad para formar a los últimos discípulos, para hacer de cada consciencia un terafín del nuevo ciclo.

Los invito a revivir lo sagrado que existe en el Universo, lo que viene desde lugares tan lejanos del Cosmos para que reconozcan allí su verdadera identidad y así no se perturben por la vida material, por la condición humana, por los errores ni por el sufrimiento.

Que puedan encontrar ese portal de salida hacia el corazón de las Pléyades, en donde la primera regla de la Instrucción es la oración de los Sabios Espíritus que se han donado a través de los tiempos para servir a la humanidad, para ayudar a elevar la consciencia hacia el verdadero propósito y hacia el verdadero sentido de la existencia.

Vean, entonces, compañeros, la importancia del conocimiento en estos tiempos. Hay muchos que aún están en el desierto, buscando el agua de vida para saciar su sed, pero no la están encontrando por estar en sí mismos.

Ahora que he abierto esta Fuente para ustedes, vayan y beban, beban de este conocimiento como si fuera la última agua que hay en el planeta; beban, para entregarles los más maravillosos códigos del Universo y de la Hermandad, para traer hacia la consciencia el verdadero recuerdo de su compromiso firmado en el Universo como esencia original, como parte de un gran Proyecto que aún no terminó.

Comulguen, entonces, con las maravillas de las Pléyades y de su constelación.

Sientan el amor de las Pléyades palpitar en sus corazones y en esta sagrada sintonía emitan su rayo de gratitud a lo superior para que más llaves sean entregadas a la humanidad, para que más Cristos internos puedan despertar y así se muestren los talentos en todos los seres; talentos que estarán al servicio de su Maestro y Señor para el fin de estos tiempos y que unidos serán imprescindibles para la Obra de la redención.

Emitan, entonces, su canto de gratitud al Universo, que sus espíritus abracen esta llama del conocimiento y que la acojan en lo profundo de sus seres, a fin de que despierten las virtudes que son necesarias para retirar a la mayoría de la somnolencia espiritual y de la inercia.

Que los tesoros de la Pléyades hoy se muestren a los corazones simples.

Que la luz de las Pléyades se irradie a los corazones humildes y que las consciencias comulguen de lo que verdaderamente existe y siempre ha sido eterno.

Eso salvaguardará a las últimas Tribus de Israel, las que están en el mundo para cumplir la gran profecía del retorno de su Señor.

Sean valientes y digan “sí” con confianza.

Reciban este aliento y esta esperanza del Universo en momentos críticos de la humanidad y del planeta, para que los verdaderos atributos y principios de la vida evolutiva no se borren de la memoria de los hombres, sino que estén presentes para los tiempos más urgentes de la humanidad.

Recojo y guardo Mi Corazón en los que verdaderamente Me escuchan, en los que más allá de todo comprenden y se adhieren a Mi Propósito.

También oro por los que no Me comprenden y por los que no Me siguen, porque todo quedará en evidencia algún día y eso no está lejos de suceder.

Por eso rezo, por eso imploro y por eso invoco a Mi Padre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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