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Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Noveno día
Ya hay espinas en Mi Corazón que se convirtieron en flores de amor para el Señor.
Esto es señal de que, más allá de cualquier circunstancia, el amor fiel de los Míos está llegando a lo profundo del Corazón del Pastor y los dolores están siendo aliviados por la oración de los que claman por Misericordia, no solo para sí mismos, sino también para el mundo entero.
Eso no significa que la humanidad dejará de colocar espinas dolorosas en el Corazón del Señor, sin embargo, la fe de los que creen en Mí permitirá convertir lo que parecería imposible.
Hoy vengo para pedirte que, a través de tu oración, retires la novena espina del Corazón de tu Pastor que es la espina de la vida materialista y lujosa.
Esa espina Me provoca un inmenso dolor, ya que las almas, a través de todo lo que es material y concreto, se vuelcan a una vida de vicios y de placeres, olvidándose de lo esencial, de lo que el Universo creador depositó en el mundo interior de cada ser.
Por esa causa, pídele al Padre Celestial por las almas que están completamente sumergidas y abducidas por las tentaciones de la vida material y del lujo.
Tú, detente por un instante y reflexiona para que dentro de ti se manifieste el desprendimiento de todo lo que es mezquino, superfluo y que no construye la hermandad entre los seres.
Vacíate completamente y deja que el Fuego de Mi Amor te invada, aun cuando creas que no sucede nada.
Rézale de corazón a Dios para que Su inmensa e infinita Misericordia se derrame sobre los que están hipnotizados por la ilusión mundial, para que ellos reciban el impulso del despertar y de la redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Cuando su Madre Celeste tiene la dicha de visitar la casa de Sus hijos, en los mundos internos se fortalece esa confianza en Dios y la fe se manifiesta como una flor a los rayos del Sol.
A través de Mi Visitación a los hogares de las familias, la Madre de Dios encuentra acogimiento y reposo; así, la Madre Celeste retoma fuerzas internas para seguir caminando en este mundo, para buscar y rescatar a Sus hijos más perdidos.
Por esa razón, cuando su Madre Celeste es recibida con mucho amor, Sus ángeles del Cielo, los que descienden junto a Ella, transforman los espacios en recintos sagrados de oración y de vibración, como una ofrenda de devoción a Dios.
La Visitación de María a las familias del mundo representa la posibilidad de reconfirmar esa filiación, espiritual e interna, que cada hijo Mío tiene con la Madre de Dios.
Delante de la desunión predominante de cientos de familias en el mundo por la falta de amor y de solidaridad, que la Madre de Dios hoy visite esta simple casa significa la oportunidad espiritual de interceder, de manera planetaria, por miles de familias.
Desde ahora agradezco esta recepción, porque en este día el seno herido de las familias está siendo cicatrizado por el bálsamo del Amor de Dios.
¡Les agradezco responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Alcanza la serenidad del alma entregándote cada día más a la Voluntad Divina que todo lo concibe y que todo lo transforma.
Alcanza la serenidad del alma confiando en que todo estará bien y que tu corazón recibirá la guía espiritual necesaria para estos tiempos.
Alcanza la serenidad del alma sabiendo y afirmando que estarás dando los pasos en Cristo, porque Su Divina Bendición siempre estará próxima a ti.
Alcanza la serenidad del alma confirmando en tu interior la realización de ese Plan de Amor y de Luz, el que deberá llegar a todas las almas y rincones posibles del mundo, a fin de que se cumpla la Obra de la Misericordia.
Alcanza la serenidad del alma teniendo un amor absoluto e inextinguible por todo lo que se deberá concretar.
Alcanza la serenidad del alma sabiendo que en cada etapa Dios triunfará, más allá de todo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Primer Mensaje
Que Mis Palabras rebroten en los corazones de los simples y de los que se han decidido a seguirme de forma incondicional.
Me alegra saber que algunos comprendieron lo que Yo digo al respecto de Mi Obra y que han permitido cumplir Mi Propósito en este lugar, en este Centro Mariano en el Reino de Aurora.
Porque, a pesar de que la indiferencia aún está en la mente de muchos hombres, hay corazones que consiguen seguir Mi Camino; y es a través de esos corazones que Yo cumplo Mis designios para poder sostener a este planeta y a esta humanidad.
Aún una gran misión nos espera en Europa en los meses de junio y julio, algo que delicadamente el Padre está pensando poder realizar por medio de los esfuerzos de los que se disponen a servirme; y esto incluye a todos, sin excepciones.
Cada uno debe cumplir con su parte en este momento del Plan; todas las piezas deben estar colocadas en sus correctos lugares para que el Proyecto pueda funcionar y seguir adelante. Nadie puede excluirse en este momento de lo que ha venido a cumplir en esta vida, nadie.
Cada uno de ustedes tiene una llave con la cual abrirá una puerta para que una nueva oportunidad se pueda dar; y eso va más allá de su personalidad, hasta de su propio espíritu.
Es necesario que las almas comprendan que la Obra es un motor en dinamismo; es un fluir constante de Leyes y de Principios que, de ciclo en ciclo, descienden a la Tierra para poder salvar a la humanidad.
No necesito que cumplan Mis designios de forma perfecta, pero sí de forma verdadera; eso traerá transparencia a sus vidas y a sus caminos; eso los hará verdaderos los unos con los otros, y también los hará verdaderos ante Mí.
Yo solo necesito que Me sirvan de verdad, para que los proyectos que Me ha entregado el Padre se puedan cumplir por medio de las almas que Me sirven, de tiempo en tiempo.
Hoy vengo por un Uruguay que ha decidido cerrarle las puertas a Dios, de muchas formas.
¿Y por qué digo esto? Porque lo verán en sus ejemplos, en sus acciones y decisiones.
En verdad ya lo pueden ver en todo lo que se ha decidido hacer en este tiempo y que está fuera del equilibrio del Plan y de la Justicia.
El Padre, el Universo y las Jerarquías no desean la condenación del país, sino la salvación.
El despertar de muy pocos permitirá la salvación de muchos, pero no como todos lo esperan.
Es importante hacerse responsable de las decisiones tomadas, de las cuales la mayoría de las almas no tiene consciencia de lo que se ha decidido. Eso provoca deudas grandes para los que han tomado las decisiones, a nivel espiritual y material.
Pero con la última parte de la Misericordia que vengo a derramar, vengo a salvar a los últimos, a los que en verdad se quieran arrepentir y vivir el camino del Amor y de la Justicia.
Las naciones están comprometiendo el despertar y la evolución de las almas; y eso es algo que quedará más evidente en el fin de los tiempos.
Por eso, el arte de la oración permite bloquear esos proyectos que no son de Dios sino de los hombres.
Estamos entrando en el ciclo de los últimos impulsos que recibirá el Uruguay para que, al menos, la minoría haga algo por su tierra, así como en las demás naciones del mundo que serán llamadas a declarar ante el Padre en el fin de los tiempos.
Quisiera hablarles de las maravillas que tiene el Reino del Padre, el Reino que está en los Cielos, y cuánto las almas podrían vivir dentro de él si se ofrecieran verdaderamente a Dios; pero primero debo hablarles del mundo y de su humanidad, porque hay una parte que a ella le corresponde resolver por sí misma; y esto comenzará con la sinceridad del corazón y de la vida.
Me apremia saber que hay compañeros dentro de Mi Obra que aún no comprenden lo que está sucediendo en este momento, porque no se animan a ver la verdad, la necesidad que emerge en estos tiempos para ser atendida, dejando atrás la vida personal de cada ser para atender a la humanidad y, sobre todo, al planeta que es su casa.
Deben comprender, compañeros, que en este tiempo deberá existir un lugar en el mundo en donde puedan poner sus pies, y que sea un lugar seguro, sin conflictos ni perturbaciones; sin guerras y sin tribulaciones; un lugar en donde reine un poco de paz y de esperanza.
Si Mis servidores colocan su atención en lo que es externo y no interno, ¿cómo percibirán la realidad de estos tiempos?
Ante sus ojos se muestra el mundo sufrido, es hora de socorrerlo; es hora de tomar consciencia que un propósito se debe cumplir y que no ha terminado, que no es pasajero ni tampoco estático.
El despertar de la humanidad continúa; la redención de la humanidad continúa, y es necesario percibir esa realidad sin entrar en la indiferencia ni en la omisión.
Porque más esfuerzo vivirán los que se han apartado de Mi Camino que los que ya están Conmigo, dentro de Mi Camino.
Todo lo que Yo les he dado nunca se desperdiciará. Todo lo que Yo les he dado un día deberá ser testimoniado por ustedes ante el Universo.
Por eso, los que están confundidos, o creen estar confundidos, que recapaciten.
Yo no vengo a hablarles de algo práctico o material, sino de algo profundamente interno, que comienza y termina en ustedes, y que afecta al espíritu por sus decisiones y acciones, por sus sentimientos y también por sus pensamientos.
No pueden opacar su esencia original, su pureza. Ella debe estar inmaculada y a la vista de la Luz de Dios, para que se mantengan en contacto y en comunión con el Divino Espíritu.
Busquen dentro de sí la respuesta y se darán cuenta que lo que les digo es verdad.
Que busquen la respuesta dentro de sí los que no han comprendido el Plan en este tiempo, para que tengan la oportunidad de ser reconducidos hacia el camino de la Hermandad.
Hoy vengo a mostrarles a los Míos, por primera vez, un sentimiento de amargura por los que Me decepcionan, por los que no se unen a Mí después de todo lo recibido, después de todo lo vivido y compartido.
Ofrezcan esta Maratón para que el Plan se pueda cumplir como está escrito y no se altere por las decisiones de Mis compañeros o de los que ya no están en Mi Camino y aún tienen su compromiso firmado en lo Alto; un compromiso imborrable e imposible de alterar.
Cada uno tendrá su oportunidad de vivir el momento de su definición, y eso será entre el alma y Dios. Las herramientas y los medios fueron dados para que se preparen para ese momento.
Quien está con algún obstáculo para poder estar a Mi lado es porque no ha hecho las cosas bien, y no ha estado atento y vigilante a los acontecimientos que cada día más se avecinan y que traen el cambio de la consciencia de la humanidad.
Les prometí decirles siempre la verdad y Mi Verdad hoy les traigo; la Verdad que veo del mundo y de la humanidad; la Verdad de los que veo, de los que están a Mi lado y titubean.
Es hora de colocarse frente al Trono del Padre y preguntarse: ¿Qué estoy haciendo?
No para culparse ni amedrentarse, sino para ver la realidad con neutralidad y mejorarla con ánimo renovador y alegría.
No necesito de ustedes penas ni incertidumbres, preocupaciones ni aflicciones; ya recibo bastante del mundo todos los días y espero que más, más corazones Me alivien, sin traerle más preocupaciones ni aflicciones a Mi Corazón.
Revivan Mi Pasión como el símbolo de Mi Amor por ustedes, a través de los tiempos y de las generaciones. De allí saquen las fuerzas internas para poder seguir adelante, así como Yo lo hice en el peor momento de Mi Vida, en la mayor soledad, en el gran momento de Mi entrega por la humanidad.
Sean valientes y no se desanimen. Enfrenten su transformación como parte de Mi Victoria Celestial y no den más trabajo a sus hermanos con sus insignificantes complicaciones de vida. Asuman la responsabilidad de lo que no están haciendo y crecerán verdaderamente, sin espejismos.
Ustedes saben a quién Yo le estoy hablando. Que cada uno asuma su parte, con madurez y sin comentarios.
Porque los que deberían estar aquí sustentando el Plan Conmigo, están distraídos, en sí mismos, como lo está la humanidad.
El planeta, como consciencia, está agonizando y necesita de almas en eterno servicio a Dios. Muchas más almas en eterno servicio a Dios, mucho más que los sufrimientos que genera la humanidad, día a día. Eso equilibrará los tiempos y los acontecimientos, y no será necesario vivir tanto el dolor ni la angustia que viven millones de almas en el mundo por su ceguera espiritual.
Abran aún más el corazón para que Mis Palabras trabajen profundamente y no se queden en lo superficial.
En este tiempo estoy trayendo todos los Rayos de Mi Consciencia para que los conozcan y los identifiquen. Eso removerá lo que está obstruido en la consciencia, sanará las heridas y elevará a las almas al Propósito de Dios.
Les agradezco por acompañarme de verdad y sin tibieza en el corazón.
Los bendigo y los animo a la lealtad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mientras sus voces le cantan a Mi Corazón, faltas graves hoy son perdonadas por el afluente de Mi Misericordia.
En este día de celebración especial, su Maestro extiende Sus Brazos hacia el mundo para poder bendecirlo y absolverlo de sus más recalcitrantes pecados mortales.
De esa forma, por la fuerza de la oración de los orantes del mundo, su Maestro y Señor los hace participar a todos de la comunión expiatoria para estos tiempos en los que las almas deberán alcanzar el mayor grado del Perdón de Dios.
Es así que, en este día, en el que Mi Insondable Misericordia concede a los pecadores el perdón de sus errores y de sus faltas cometidas, Mi Corazón Paternal recoge de los corazones nobles y simples, las plegarias que los ayudarán, a ellos y a sus hermanos, a seguir librándose de las cadenas de la ilusión y de la perdición.
Quien hoy haya concebido en su interior la Gracia de conocer Mi Divina Misericordia, sepa que la conocerá, no solo por el poder que ella adquiere, sino también por el alivio espiritual que ella concede a quien confía en Mi Corazón.
Es así que hoy, vuestro Maestro y Señor les concede la paz y el honor de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hoy retorno del Reino de Dios y traigo el Reino de Dios para ustedes, pero traigo sobre Mi Pecho las flores cultivadas en los jardines internos. Esta es la muestra que hoy traigo para todos de que Mi tarea se ha cumplido, a pesar de las adversidades.
Hoy no solo vuelvo a consagrar a Ecuador a Mi Sagrado Corazón, sino también a las Américas, a fin de traer al mundo la última Gracia Mayor, la que los ayudará a atravesar los tiempos tan definitivos y difíciles que enfrenta el mundo.
Pero hoy no vengo a hablarles del dolor y del sufrimiento, sino que vengo a hablarles de las promesas, que por más pequeñas que parezcan, se están cumpliendo. Por eso contemplo con amor todo lo que Me dan y todo lo que Me entregan. Contemplo con infinito gozo todo lo que donan a Mi Corazón. Con esas pequeñas cosas Yo haré la Gran Obra en el fin de estos tiempos.
No solo tendré el gozo de estar aquí, como en este día, estar también en otras naciones del mundo que también esperan por Mi llegada por intermedio de Mi Divinidad. Esto hace florecer las promesas de Dios en el mundo y sobretodo en los corazones que Me escuchan.
Hoy llevo sobre Mi Pecho todas las flores que he cultivado en los mundos internos, flores tan frescas y vivas, tan aromáticas y sutiles, que son el resultado y la muestra de la conversión de los corazones. Con este presente de las almas, hoy Yo Me iré de nuevo al cielo para dejar estas flores a los Pies del Creador y dar testimonio de que es posible cumplir lo que parecería imposible.
Estas son las flores de la confianza de las almas en Mi Corazón, de la justificación de sus errores ante Mi Presencia Misericordiosa. Y así, nada malo yace en los corazones, porque la semilla del arrepentimiento está brotando poco a poco en las almas y esto Me trae un gozo tan grande ante todo lo que veo en el mundo y que es horroroso.
Me complazco en las almas simples, en los corazones sinceros, en los espíritus humildes. Todos estos dones y estas virtudes, Yo las vuelvo a reintegrar a la Fuente de Mi Padre Creador, en donde una vez más se confirma que es posible la redención de la humanidad, a fin de que se establezca en este planeta el Reino de Dios.
Alegren sus corazones compañeros, porque hoy Mi Corazón está lleno del Amor de Dios y de Mi Corazón rebrota la Fuente de la Gracia y de la Renovación.
Desde el primer momento en que son sacramentados, hasta el último momento de la Comunión Conmigo, cada paso es muy especial para Mí. Cada acto de devoción, de entrega y de fe, son tesoros inextinguibles en Mi Reino. Y todo esto, Yo lo muestro a los Ángeles de Dios, que son tan semejantes a los hombres, pero de universos mayores. Ellos pueden testimoniar con su propia mirada, lo que realiza la Obra de Mi Misericordia en estos tiempos.
¡Cuántas almas son liberadas del error y del engaño! ¡Cuántas guerras se detienen con la oración sincera de los corazones! ¡Cuántas vidas continúan adelante para que no sean eliminadas ni abortadas! ¡Cuántos niños son llevados a los brazos de Mi Creador para ser consolados, para ser reparados y ser colocados en la Fuente del Amor! ¡Cuántas enfermedades futuras son disipadas para que no acontezcan en los seres humanos! ¡Cuánta luz es derramada en los que antes no la tenían y ni siquiera la veían!
Todo forma parte de la fuente de la confianza de las almas en Mi Corazón y esta Gracia no solo llega a ustedes, sino también al mundo que lo necesita. Esto hace cumplir las promesas en la Obra de Mi Divina Misericordia. Por eso hoy estoy en un pleno gozo, colmado por las rosas de la confianza de Mis compañeros y de Mis servidores. Soy colmado por el aroma del amor de los corazones simples que se entregan en los Brazos del Señor, para decir ‘sí’ y seguir adelante.
¡Cuanto más se enciende Mi Espíritu al escuchar la voz de las naciones del mundo pidiendo por la Paz! Ustedes ni se imaginan lo que sucede en cada nuevo encuentro entre los corazones que oran pidiendo la Misericordia al Señor.
¡Cuántos obstáculos son retirados del camino de Mis hijos y de Mis siervos! ¡Cómo la fe vuelve a brotar en los corazones que antes estaban vacíos y llenos del error!
Su Maestro y Señor se está preparando para un nuevo ciclo, junto a Sus compañeros. Y llamo a todos los que Me escuchan para que Me acompañen en la próxima Sagrada Semana, en donde no solo revivirán los Códigos de Mi Pasión, sino que acompañarán por primera vez a su Maestro a dar un gran paso que definirá el próximo tiempo para la humanidad y para el planeta.
Por eso vengo fuera de la iglesia, porque de lo contrario Me lo impedirían hacer. Es necesario meditar en los acontecimientos con tiempo, pero ahora, ya no hay tiempo. Mientras cada segundo y cada minuto pasa en su reloj, muchas más cosas suceden en el mundo. Como en África, por ejemplo, en donde a cada segundo un niño muere de sed.
¿Quién tendría el coraje y la valentía de ver eso junto al Maestro y solo callar y orar, pidiendo perdón por la indiferencia planetaria?
No iré a golpear a las puertas de los gobiernos, sino que iré a llamar a la puerta de los corazones que ni siquiera imaginan que están preparados para servirme en este último ciclo y en ellos realizaré Mi Obra, porque cuando se unen a la oración Conmigo, todo es posible, todo se realiza, todo se concreta, todo se manifiesta.
Del cielo Yo les traigo Universos Mayores para que los contemplen, porque ellos les servirán de auxilio para estos tiempos, para que no les falte la confianza ni la guía, para que Me sirvan sin distinciones, para que se entreguen a Mí de inmediato porque en Mi silencio Yo espero por Mis soldados, para darles Mi Voluntad.
Que las almas no pierdan la Gracia de estos tiempos, la alegría de estar renaciendo en el Señor, porque el Todopoderoso se hace visible entre las criaturas que solo Lo miran con amor y anhelo.
¡Cuántas heridas son cerradas en estos encuentros! Cada vez que se colocan ante Mi Presencia Yo puedo hacer más de lo esperado y no tengo límites para expandir Mi Misericordia en los más miserables del mundo, porque Mi deseo ardiente es que la mayoría no muera en pecado mortal, sino que esté limpio y puro para entrar al Reino de Dios.
Hoy vengo con un mensaje reflexivo para los que siempre Me han escuchado y que desde hace tantos encuentros Me acompañan sosteniendo entre sus manos la antorcha de la fe y de la persistencia a pesar de los obstáculos para seguir adelante junto al Maestro del Amor.
Hoy no quiero ver lágrimas de sufrimiento, sino lágrimas de alegría y de júbilo, al estar dando el paso junto al Señor, en la consagración interior y en el servicio por el planeta.
Al fin puedo ver con Mis Ojos a los que Me imitan, a los que viven Mi enseñanza así como Yo la pronuncié y la revelé en el Evangelio.
Parte de las escrituras del Libro Sagrado se cumplen en este día, porque la Sacrificada Mujer del Universo, Madre Mía y Madre vuestra, la Virgen María, cumplió Su promesa ante los Pies del Creador, llevando a Sus hijos al Universo de la oración y de la cura, para que ingresasen en una nueva etapa.
El Apocalipsis se cumple al pie de la letra: "Y verán venir del cielo a la Mujer vestida de Sol, coronada de Estrellas, con la luna a Sus Pies, anunciando el advenimiento del retorno de Cristo en los corazones del mundo y la serpiente del mal es pisada por Su bendito Pie y Ella disipa el dolor y la culpa de los hombres. Y la luna roja se eleva en el firmamento para anunciar la venida del Hijo del Hombre, el que está retornando como Fuente de Agua Viva”.
Llegó la hora de que todos ingresen a la Iglesia Celestial, la verdadera Iglesia que he fundado en los corazones y no en las columnas.
Eso fue lo que Yo les dije a Mis apóstoles y a todos Mis seguidores: "Busquen el Reino de Dios dentro de ustedes porque él está próximo. No sean opulentos, no se vicien con la vida material”. Pero muchos prefirieron llevar Mi Iglesia con poder y con un prestigio que Yo no quiero. Por eso retorno por segunda vez, para volverles a decir que la Iglesia Celestial, el Reino de Dios, está dentro de ustedes y no está fuera.
Pero hoy Me elevo al Cielo con el triunfo de los creyentes, de los que creen sin haber visto y sin haber comprobado absolutamente nada.
Bienaventurados son los que escuchan de Corazón, porque en el próximo tiempo y en el próximo mundo serán reconocidos como Mis siervos, Mis siervos de los últimos tiempos.
Que se rindan los que hoy no se rindieron y que reconozcan sus pecados los que hoy no se confesaron, para que sean merecedores de Mi Gracia renovadora, que viene a convertir lo que es imposible para este tiempo.
Cantan los Ángeles en el Cielo, cantan los coros en la Tierra, porque el Unigénito lleva sobre Su Corazón las flores de la confianza de Sus hijos al Reino de Dios, como el triunfo y la victoria de Su Proyecto.
Pero vendrán tiempos turbulentos y que estas, Mis Palabras, sean consuelo durante las horas difíciles. No prometo hacerlos felices; no prometo hacerlos felices en este mundo, sino en el próximo, en donde todo estará pronto para estar dentro del Reino de Dios y en sus memorias tendrán este pasaje y este momento. Hoy sus células guardan en su interior este legado, que es el último que Yo derramo antes de la última y gran batalla con el ángel caído.
San Gabriel Arcángel lo juzgará y Yo le entregaré la redención por medio de Mi Corazón Glorificado.
La dualidad terminará en la próxima Tierra, será la Tierra Prometida de la Unidad. Pero todo lo que Yo les digo estará por suceder. Mientras tanto no dejen de preparar sus corazones para el próximo tiempo. Las últimas llaves de la instrucción están siendo entregadas para la redención de los corazones y del mundo.
Llegará una hora, compañeros, que Yo ya no estaré más entre ustedes, porque como humanidad pasarán por la misma prueba que Yo pasé en el huerto Getsemaní, para confirmarme ante el Cáliz del Señor. Pero por esa hora no tengan miedo. Yo estaré en Espíritu Presente, cuando Me llamen.
Mi Sangre vertida en la Cruz, en la Pasión y en todo el Camino del Calvario, tiene un poder y un valor incalculable y será por la preciosísima Sangre de vuestro Señor, que quien confíe hasta el final tendrá la fuerza interior para vencer.
Mis Palabras hoy han bendecido todos estos sacramentos, porque son Palabras que vienen de Mi Corazón y de Mi Vida. Recuerden que Soy eterno y en la Eternidad todo es vivo y luminoso.
Que los que hoy se bautizan o los que hoy serán ungidos recuerden estas palabras, porque les servirán de auxilio para los próximos momentos y que todos sean sacramentados por el Sagrado Espíritu de su Señor. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Este es Mi Cuerpo y esta es Mi Sangre que ha sido entregada por su Maestro y Señor y por todos los mártires para el perdón de los pecados. Recuerden comulgar Conmigo y hacer memoria del triunfo celestial de su Señor en esta Tierra.
Todas las intenciones que colocan dentro de la cesta, son contempladas por Mi Corazón. Recen Conmigo para que sean escuchadas por el Creador.
Yo bendeciré con este Agua que brota de Mi Costado y de Mi Corazón, como Fuente Espiritual de Gracia y de Renovación, a los pioneros que he llamado para manifestar la Obra en Ecuador, Perú y Colombia, a fin de expandir la victoria de los Sagrados Corazones.
Llamo aquí a los hermanos de la Red Luz de Ecuador y de Colombia, para que el Señor los bendiga en esta nueva etapa y en esta nueva misión.
Bautízalos Señor con el Fuego de Tu Espíritu, para que en sus consciencias siempre exista la unidad, la hermandad y el propósito, el que se cumplirá según Tu Voluntad. Amén.
Que el Señor los bendiga y los proteja para esta nueva misión a fin de establecer Su Reino en la Tierra.
Recibirán de su Señor una Sagrada Medalla, a fin de que Yo los acompañe paso a paso.
Vamos a rezar junto a Cristo. Padre Nuestro...
Que los ángeles de la Guarda los acompañen, que acompañen a todas las almas de los peregrinos, a fin de que la guía y la sabiduría espiritual siempre esté presente en cada nuevo paso.
Hoy Me retiraré al Universo, llevando las flores de la confianza de las almas al Reino de Dios, para colocar ante Sus Tronos los triunfos del Redentor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más