En Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo reverencien siempre a la Divinidad que se aproxima a sus corazones.

Queridos siervos de Cristo:

Como Pastor y fiel Instructor de las almas que aspiran a llegar a Dios, hoy Yo les pido que jamás pierdan la reverencia delante de lo Sagrado. Jamás olviden que la reverencia es la base sobre la cual se construye la vida de consagración.

Para los servidores de Dios y seguidores de Su Plan para esta Nueva Tierra les digo que la reverencia debe estar en cada instante de vuestras vidas.

La grandeza de la reverencia es desconocida para muchos corazones del mundo, pero es solo a través de ella que estará siempre abierta la puerta que los une al Divino. La reverencia brinda a vuestras vidas lo Divino.

Sean reverentes unos con otros, demostrando así la comprensión de lo Divino en cada cosa creada por Dios. En la Creación de Dios está Su Consciencia, todo lo que el Padre creó fue hecho para ser un puente directo con Su Consciencia.

La imperfección surgió por la falta de reverencia de los corazones, porque todo lo que Dios creó es perfecto, para que dentro de Su Plan cada pieza encaje en su debido lugar; pero para comprender dónde está Dios en las cosas y en los seres, y para descubrir cuál es su Plan para cada consciencia, como para cada Reino, es necesario reverenciar.

Por medio de la reverencia descubrirán dentro de sus corazones, con simplicidad, que muchas llaves para la transformación estaban accesibles para ellos.

Dentro de la reverencia se encuentra la Castidad, porque un corazón que reverencia a toda la Creación encuentra en Ella a Dios y en Dios no existe impureza, en Dios todo es Castidad, es Pureza.

Dentro de la reverencia encontrarán la Humildad, porque al encontrar a Dios en el prójimo, podrán reconocer la grandeza de cada corazón, la Perfección de toda la Creación, la belleza que hay en todo y en todos los que fueron creados por Dios.

Dentro de la reverencia encontrarán el Equilibrio, porque un corazón que reverencia verdaderamente es justo, sabe relacionarse de forma justa con todas las cosas, porque descubre lo Verdadero que cada uno manifiesta.

Si solo fuesen reverentes, mucho en sus corazones sería purificado. El alma se aproxima a Dios a través de la reverencia; el espíritu es atraído hacia el alma por medio de la reverencia.

Dios encuentra espacio en la vida de los hombres y Su Consciencia puede revelar Misterios que siempre estuvieron ocultos; para que Leyes Mayores estén vivas en la Tierra y se manifiesten entre los hombres, es necesario que lo Sagrado ya exista en su consciencia y lo Sagrado se encuentra en la reverencia.

Queridos siervos de Jesucristo, hoy solo les digo que toda la aflicción que hay en vuestros corazones se disolvería en la alegría de reverenciar a Dios en todas las cosas.

Si aspiran a vivir en Dios, atraigan hacia sus corazones y en el día a día de sus vidas la reverencia y, poco a poco, como un dulce juego de reverenciar, Dios entrará en la Tierra y lo Sagrado volverá a vivir entre los hombres.

Es necesario saber oír y, con alegría, saber seguir las instrucciones que provienen de lo Alto.

Así aprendieron los Santos que vivieron entre ustedes.

Desde el Corazón Eterno de Dios, dejo en sus corazones el Eterno Amor de Mi Castísimo Corazón por toda la humanidad.

Les agradezco a todos por abrirme la puerta de sus corazones.

San José Castísimo y Eterno Fiel Obrero de Dios.