Hay ciertas pruebas que, a pesar de ocasionar dolor o incomodidad, ayudan a colocar a las consciencias en otro punto de su evolución y despertar.
Esas pruebas llevan a que las almas puedan definirse y, así, encontrarle sentido al propósito de su existencia en este planeta.
Esas experiencias que llevan a las consciencias a madurar en algún grado, hacen que se definan y también que despierten con la intención de que, a través de las pruebas, los corazones aprendan a escoger los caminos que recorrerán para llegar a la santidad plena algún día.
Las almas viven las pruebas diariamente; pero lo que cada alma debe percibir es el sentido que cada prueba tiene, a pesar de ser intensa o dolorosa.
Detrás de cada prueba se encuentra la posibilidad de desprenderse de sí y de no aceptar más esa condición humana que los llevaba a cometer errores.
Toda prueba puede ser superada con el amor, sabiendo que cada circunstancia de la vida se presenta para elevar aún más la consciencia, salir de lo cotidiano e ingresar en la verdadera realidad de estos tiempos.
Las pruebas nos llevan a cambiar profundamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz