Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL MONASTERIO DE LA INMACULADA MADRE DEL SANTO ESPÍRITU, MONTE SHASTA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Oración interna de Padre Pío
para cada momento de tomar una decisión


Amado Señor,
que mi mirada, mis oídos y mi alma
estén atentos a las señales que Tú me envías,
porque sabiendo cuán imperfecto
y pequeño soy ante Ti,
sé que, si Te imploro de corazón y de espíritu,
Tu Amor Inagotable me guiará.

Hazme, Señor, en este mundo,
un espejo fiel de Tu Presencia;
destierra de mi ser toda arrogancia, soberbia y orgullo;
convierte mi corazón según Tu Voluntad.

Que mi alma pueda ser
como un cántaro de agua fresca,
entre Tus Santas Manos,
para que Tú, Señor, derrames mi espíritu y mi ser
en donde Tú más lo necesites
y a fin de que, en perpetua donación y servicio,
yo pueda cumplir en cada paso Tu Obra de Amor.

Te pido, Señor,
 que al igual que Tu Hijo con los santos apóstoles,
laves mi cabeza y la purifiques
de todo pensamiento contrario a Ti.

Te pido, Señor,
 que laves mis manos, me liberes de todo el pasado
y especialmente me despojes del mal uso
del poder y de toda autoridad.

Te pido, Señor,
que laves mis pies del polvo del pasado,
de los traumas adquiridos, de todo sufrimiento o marca
que yo haya provocado en algún corazón.

Te pido que me purifiques,
así como Tu Amado Hijo
fue purificado en el Templo.

Hazme libre de mí mismo
para que, con otra consciencia
y bajo una segura condición,
yo pueda decidir conforme a Tu Voluntad
y a Tu Santa Aspiración.

Por último, Señor,
vacíame, humíllame, hazme nada
para que Tú, Padre Amado, lo seas todo,
porque al fin de esta peregrinación en la Tierra,
se cumplirá Tu sabia y amorosa decisión.

Amén.



¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María Rosa de la Paz
 

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 32.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Ríndanse a Mí, pues este ya es Mi último tiempo.

Las horas pasan para este mundo y las almas se pierden. Dichosos de ustedes por recibirme y por ser dignos en el Señor, aunque no lo merezcan. Pues si no se rinden, ¿cómo Yo podré estar en ustedes y ustedes en Mí?

Mi Sagrado Corazón derrama Su Sangre sobre los horrores del mundo, sobre todos los pecados. ¿Quién será digno de recoger Mi Sangre así como lo hicieron Mi Madre y María Magdalena? ¿Quién será como Juan y estará hasta la última hora en la Cruz sin temor alguno?

Lo que Yo les he dado en su vida es lo mejor que les pude dar; no hay otra cosa mejor que les pueda entregar. Cada uno tiene lo que es justo y lo que merece ante la Ley de Mi Padre. Pero, ¿por qué no se rinden? ¿Qué mal Yo les puedo hacer si, aun en medio de la tribulación, vengo a ustedes en esta noche bendita para derramar los códigos de Mi Sangre y renovarlos en el Espíritu de Dios?

Hay muchos que dicen estar Conmigo, pero no lo están. Necesito de apóstoles verdaderos, no apóstoles de barro que se puedan romper con un solo golpe. Así como les dije a Mis apóstoles en el pasado, ustedes no conocen Mi Justicia. No vengo a castigarlos, vengo a traerles la verdad, aquella verdad que puede estar en ustedes si ustedes están en Mí y no Me rechazan en sus hermanos.

Si no viven las pruebas, ¿cómo aprenderán? Sin las pruebas, ¿creen que van a alcanzar el Cielo y la Divinidad? No estoy hablando de cosas imposibles compañeros, pues hoy vengo a dedicar este mensaje a ustedes, aunque la necesidad del mundo es más grande que la de ustedes mismos.

Hoy les muestro Mi dolor, que es el dolor del mundo, e invito a que cada uno de ustedes lo conozca, lo acepte y lo viva en la oración. Pero sé que algunos de ustedes no aceptan ese dolor porque temen conocerlo. Entregué ese dolor a todos los santos y a las personas simples de corazón a través de los tiempos. El dolor es más grande que Mi Misericordia, y eso Yo no lo puedo ocultar. ¿Quién cargará con esta pesada Cruz y no solo vivirá de Mis Prodigios? Los que son llamados por el Pastor deben vivir todas las cosas que Yo les entrego de tiempo en tiempo.

Pero aún Mi Sagrado Corazón espera de cada uno de ustedes que, en esta ofrenda misericordiosa de oración, ya no sean los mismos porque ya no hay tiempo que perder. El mundo se oscurece poco a poco y el fervor no puede apagarse en los corazones. ¿Cómo podrán ser depositarios de Mis Gracias si a veces sus corazones se cierran ante Mí y ante sus hermanos?

Yo no vengo a prometerles una vida magnífica en este mundo, pero sí vengo a prometerles la vida eterna en el próximo mundo. Si se separan entre ustedes, ustedes se separan de Mí y Mi Mano no puede acercarse a ustedes porque ustedes se alejan. Se alejan de Mi Luz, de Mi Amor insondable, de Mi Paz, de Mi Esperanza.

Hoy no quiero dejarles un mensaje de dolor, sino una realidad. Todas las almas están en su Juicio y esto recién ha comenzado. El Juicio de ustedes podrá ser leve si su amor es más grande. El amor por lo que aún no sienten, el amor por lo que no aceptan, el amor por lo que rechazan, el amor por lo que niegan delante de todo lo que han recibido a Mi derecha y a Mi izquierda.

Hoy no puedo abrir Mis Brazos y extender Mis Manos hacia ustedes porque no veo el amor del mundo. Son muy pocas las llamas que se encienden para glorificarme, pero aún están a tiempo, compañeros, de dar un paso más en la confianza a Mi Sagrado Corazón.

Deseo verlos en plenitud y no con amargura. Mi Corazón derrama Su Sangre para renovarlos, para vivificarlos en el Espíritu de Mi Padre que está en los Cielos y que los contempla día y noche. Si ustedes no aceptan lo que Yo les doy no podrán vivificar a Mi Padre Eterno; pues Mi Padre está lleno de Dones para todas las almas, pero las almas no permiten que se derramen los Dones en sus corazones.

Desearía hablarles de lo que en verdad necesita el mundo pero primero debo cuidar de los que Yo he escogido con Mi Mano a través de los tiempos y he señalado con Mi Luz en este último ciclo.

Los apóstoles estuvieron separados para predicar, pero nunca dejaron de unirse, así como Yo les enseñé en la oración, en la Adoración a Dios. Ustedes creen adorar Mi Corazón pero no saben. Es una conquista para sus espíritus adorar a Mi Corazón cuando tengan confianza en Mí por todo lo que viven. Nada es casualidad. Ustedes viven lo que han sembrado y están cosechando lo que han plantado. No hay ningún error en todo esto. El Cielo sabe que las almas se equivocan, pero deben comenzar de nuevo todos los días, en la absoluta certeza de que servirán al Pastor a pesar de las consecuencias.

¿Qué más quieren de Mí? Esto es todo lo que Yo les puedo dar y ya es una Gracia máxima que lo puedan vivir en estos tiempos difíciles. Eleven al Padre sus errores porque son los errores del mundo, la indiferencia de los corazones que sufren por no poder reconocer el Propósito que ha pasado muchas veces frente a ellos de diferentes formas y con distintas señales.

Acojan Mi dolor por la indiferencia humana y transfórmenlo en amor y en compasión; acojan la indiferencia de sus hermanos, que sufren por rechazarme inconscientemente; acojan el dolor ajeno y así Me ayudarán a cumplir el Plan. Que esta Maratón sea asumir el dolor del mundo, que la mayoría no quiere vivir. Pues si el dolor no se asume, el mundo sufrirá por no haber escuchado el Mensaje.

Hoy Mis ángeles custodios adoran sus esencias que es lo verdadero y sublime ante los Ojos de Dios. Ellos no ven sus defectos y sus imperfecciones, ellos ven lo que en verdad son y no se cansan de hacerlo. Es algo que ustedes deben aprender en sí mismos y en sus hermanos; así se liberarán de las influencias de Mi adversario que tritura las mentes, así como el trigo se hace polvo.

Sean misericordiosos aunque no lo sean. Renueven sus votos ante Mi Corazón todos los días y no teman vivir su cruz, porque si Yo llevé la Cruz por ustedes y por el mundo, ¿por qué ustedes no compartirán la Cruz que hoy cargo por esta humanidad? Aunque sea un ser ascendido, que Mi humildad los humille, que Mi verdad los purifique, que Mi Corazón los limpie de toda mancha, de toda adversidad.

Si ustedes creen que Yo Soy la Luz entre las tinieblas, ¿por qué no Me siguen en lo que Yo he colocado en sus caminos?

Mi Rostro se dibuja en los corazones que son verdaderos y en los que son honestos en su transformación, a pesar de las caídas. Yo no dejo de ayudar a los que claman por Mí, pero no puedo ayudar a los que se enorgullecen por sus propias virtudes. Destierren aquello que ya no sirve más para Mi Padre, así Yo podré entrar en ustedes como Yo entré en el Padre Pío dejando la señal visible de Mi Presencia por cincuenta años. Tengo algo especial para cada uno, pero aún no lo he podido entregar. En el sacrificio se encuentra la confianza en Dios, en la humildad y en la humillación se encuentran el despojamiento de sí y se trascienden todas las barreras de la materia.

Quiero que en esta Maratón sean verdaderos Conmigo y que no solo lo sean en las palabras. Que sus verbos pronuncien lo que verdaderamente sienten ante Mi Corazón Misericordioso, porque mientras gran parte del mundo sufre la persecución y la guerra y no pueden recibirme, ustedes, ¿qué harán con todo lo que Yo les he dado con tanto Amor y Misericordia? Sean honestos ante los Cielos y renuncien no con soberbia, sino con humildad, con paz, con esfuerzo y sacrificio. Renuncien verdaderamente a lo que creen que es mejor o a lo que podrían mejorar. Mis apóstoles pasaron por esa prueba hasta el final de sus días.

No dejen dormir sus consciencias cuando Yo estoy hablando. Yo Soy su Rey y su salvación.

Necesito que crezcan en consciencia y no en vanidad. Mis perlas preciosas no pueden perderse en este mundo. Adoren a Mi Corazón para que nada malo suceda, pues el tiempo de Mi Justicia se aproxima para toda la humanidad.

Salgan de sí mismos y vean a los que mueren, a los que la televisión muestra como si fueran una victoria. ¡Oh compañeros Míos! aún no saben lo que siente Dios cuando un corazón es indiferente a lo que se le ha dado por Misericordia.

A todos los estoy llevando a una evaluación interior, porque cuando Yo retorne no podré ver en sus túnicas ninguna mancha, y si hubiera algunas manchas no podré reconocerlos porque hasta ahora Yo les enseñé a lavar sus vestiduras con el agua de Mi Misericordia y de Mi Gloria.

Intenten amar un poco más, aunque no puedan. Mi Corazón se ofrece para eso y sus hermanos también se ofrecen para ser amados de verdad. Recemos a Dios por los que no pueden amar a Mi Padre ni a Mí. Recemos con fervor y con Misericordia, así como Yo les enseñé en el principio.

Oración: Padre Nuestro.

No quisiera verlos con caras largas en esta Maratón, porque el mundo precisa alegría, verdadera alegría para poder trascender todos los males y las indiferencias que las almas cometen diariamente ante el Reino Celestial.

Hoy podré bendecir, por compasión, estos elementos que han puesto ante Mi altar, que está en el Cielo y está en la Tierra, para que sus corazones sean lavados por Mi Sangre y sus espíritus sean purificados por Mi Cuerpo, dos señales visibles de la redención y de la entrega a Mi Corazón que siempre los espera.

Hace dos mil años Yo les dejé un tesoro universal, una insignia perpetua para sus corazones y almas. Les dejé el tesoro vivo del universo, el Terafín de Dios manifestado en cuerpo y sangre para toda la humanidad. ¿Cuántas veces ya comulgaron Conmigo?, ¿lo hicieron de verdad o solo con apuros? ¿Cuántas veces Me ofrecí a la mesa de todas las almas para que Me vivieran en la Pasión y en la Cruz?

Mi Corazón Sagrado hoy derrama Su Sangre por las almas indiferentes, por los que no se animan a confesarse Conmigo, ante Mi divina Humildad y ante Mi Paz.

Hoy preparo con esta comunión a toda esta parte de la Tierra que debe consagrarse a Mi Divinidad antes de que Yo vuelva al mundo por segunda vez. Para llegar a Mi Divinidad deberán limpiarse y purificarse todos los días. Por eso les pido que se rindan a Mí para que sus corazones superen todas las pruebas, en el nombre de Dios y de Su infinito Proyecto.

Ante los Ángeles Custodios del universo, ante los Arcángeles que glorifican a Mi Padre perpetuamente, ante el santísimo Espíritu de Dios, ante Su Hijo amado, ante el Padre Celestial que unifica todo lo creado y que vivifica a los espíritus que le responden con sinceridad y ante la majestad de la Madre del Mundo, Yo los absuelvo y los perdono en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Cuando cometan una indiferencia laven sus pies, así como Yo se los lavé a los apóstoles para que reconocieran que Dios se hace tan pequeño ante las almas más orgullosas. No ofendan más a Dios, el mundo lo ha ofendido mucho.

Vivan Mis Tesoros celestiales y alcanzarán la vida eterna. Amén.

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA SEÑORA DE FIGUEIRA AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Hoy un rayo de cura que proviene del Cielo se derrama en Gloria sobre los corazones que claman por liberación. Hoy una Gracia Divina y Reparadora se vierte sobre las almas que tanto buscan la cura del corazón. Hoy en alegría y gozo la Señora de la Figueira retorna a Su Santa Casa, para consagrar en el mundo la primera casa que acogerá a los más enfermos de alma y de corazón para que Mis Consagrados, servidores del servicio y de la cura, ayuden a aliviar el sufrimiento.

El Señor concedió la Gracia de abrir para el mundo una Fuente de cura espiritual que brota desde este Centro Sagrado, y en toda esta obra Mi Inmaculado Corazón intercede para velar por los buenos corazones.

Hoy un nuevo Portal Divino se abre sobre la Sagrada Casa Hermano Pío. Ella lleva este bendito nombre para que tanto los servidores como los que serán curados imiten el camino de la humildad del corazón de San Pío; será la humildad que permitirá que la humanidad enferma espiritualmente se pueda curar.

El Cielo hoy reúne a Sus Ángeles y estos celebran el surgimiento de esta Sagrada Morada, la que luchará día y noche para que los corazones más sufrientes se alivien y sientan Mi Paz.

Por eso, Yo los encomiendo a la protección, al amparo y la guía de San Pío, fiel servidor de Dios; el que entre Sus manos llevó grabadas las señales de la Pasión de Mi Hijo.

Queridos hijos de la fructífera Figueira, ya es momento de que los frutos maduros sean cosechados del Árbol de la Sabiduría, para que las almas que no han alcanzado la liberación de sí mismas encuentren el auxilio que necesitan.

La Señora de la Figueira les anuncia hoy esta especial consagración; el Cielo espera que esta Sagrada Casa cure el espíritu de los enfermos y de los heridos de corazón, pues el mundo de la ciencia ha olvidado que la verdadera cura comienza en el alma de cada ser.

La Sagrada Casa Hermano Pío deberá ser un espejo de oración permanente, el cual permita que los códigos marianos y los códigos crísticos curen silenciosamente a todos los que allí lleguen. Si esto sucede de manera verdadera, el universo concederá muchas Gracias a los que las buscan en su interior. Yo Soy Vuestra Sagrada Señora de la Higuera, Soy el Sol del Universo que viene al mundo para retirarlo de la oscuridad y, por Mis hijos, Yo cumpliré con la Voluntad de Mi Señor.

¡Les agradezco queridos hijos, por haber respondido a Mi llamado por la cura de la humanidad!

Los bendice, los cura y los perdona,

Vuestra Madre María, Señora de la Sagrada Figueira

 

Oración de Agradecimiento

La Madre del Cielo convoca a Sus hijos,
para que ellos cumplan con la Sagrada Misión.

El Hijo de Dios derrama Su Infinita Misericordia
y todos los soldados despiertan en el Espíritu Santo.

Te agradecemos Señor,
por Tu Presencia.
       Te honramos y Te alabamos siempre.

Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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