MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA EN LA CIUDAD DE MANAOS, AMAZONAS, BRASIL, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Mis pequeños hijos de Manaos y del mundo entero:

Como Sierva Fiel de Dios, vengo al mundo para encender en los corazones la llama de la Devoción, del Amor y de la Paz, que día a día se apaga en las criaturas de la Tierra.

Vengo a pedido del Señor, para despertar del sueño a aquellos que duermen y que no cumplen con la misión para la cual están en este mundo.

Hijos Míos, hoy les digo, que para cada criatura de la Tierra, Dios tiene un plan perfecto. Cada criatura tiene un aprendizaje que realizar y una misión que cumplir. Y con el cumplimiento de la misión de cada ser se construye el Plan de Dios para esta Tierra; solo así se manifestará el mundo nuevo diseñado por el Señor.

Mis amados, hoy también les digo que este mundo que construyó la humanidad rompió, a lo largo de los siglos, la unión que existía en el principio entre las criaturas y su Creador. Cada día los corazones se ven más alejados del Divino y se sumergen en la ilusión sin fin, en la prisión material que construyeron para sí mismos.

Hoy, vengo al mundo trayendo en Mis brazos la Esperanza y en Mi vientre, una nueva raza. Raza que debe surgir del renacimiento de las almas que viven sobre la Tierra, las que deben renovarse y redimirse ante Dios, para que, a través de Su Santo Espíritu, puedan nacer para una nueva vida. Una vida que sea a imagen y semejanza de la vida Divina.

Mis amados, les pido que no teman escuchar Mis palabras. No teman seguir Mis pasos de peregrina, pues en este tiempo Mi voz resuena en el mundo entero, buscando el despertar de las almas. No descansaré hasta que el último de Mis hijos haya escuchado Mi voz. No podré caminar con vuestros pies sino quieren seguirme; pero a todos les mostraré el camino y les haré el ofrecimiento, para que tengan la oportunidad de reconocer este despertar y elegir por donde seguir.

Mis amados, no hay misterios en Mi presencia. Aquellos que abren el corazón, me sienten y así puedo disipar las dudas de su interior. Aquellos que Me abren el camino, Me verán actuar en sus vidas y en sus hogares. Aquellos que me permitan, verán en cada uno el milagro de Mi conversión. Aquellos que oren Conmigo, verán en el mundo el Poder de Mi intercesión.

Hijos Míos, nos les exigiré nada, les ofreceré todo. Les entregaré el sacrificio, pero también la paz y la fortaleza que los llevará a superar todas las pruebas que se les presenten. Les mostraré el camino para el olvido de sí. Los colmaré de Gracia Infinita, Gracia que nace de la donación al prójimo, Gracia que nace en el servicio y en el júbilo que significa para los corazones el encuentro con Cristo en los más necesitados.

Sientan hoy Mi Amor en vuestros espíritus, Mi manto sobre vuestros seres, Mi amparo, Mi auxilio y, sobre todo Mi Paz. Pues para eso llego al mundo, para estar con Mis hijos y ayudarlos a cruzar el umbral de un nuevo tiempo.

Los amo y los bendigo hoy y siempre.

Su amada Madre, María, Reina de la Paz