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Y la Señora Vestida de Sol ofrecerá la corona de estrellas para que surja desde las entrañas de la Tierra un camino por el que transiten los nuevos rebaños redimidos. Cada una de las estrellas será el signo visible de un nuevo ciclo y cada alma, según su elección, entrará por un sendero que la podrá llevar hasta el Reino del Señor.
En la puerta mayor del Cielo esperará el amado Señor a sus amadas almas para que juntos, victoriosos, consagren el espíritu al Eterno Amor de Dios. La Señora Vestida de Sol manifestará Su signo universal, y esa será la señal que anunciará la próxima venida del Rey del Universo.
Dichosos los que esperarán en alegría la venida del Rey de los Patriarcas, porque ellos serán partícipes de la Buena Nueva para el mundo.
Dichosos los que han dado el sí para transfigurar en Cristo sus vidas, porque ellos reconocerán los Rayos que provienen desde el Corazón del Hijo de Dios.
Y la Nueva Barca de la vida y de la oración navegará en alta mar, y muchos la verán surgir gracias a los esfuerzos de los servidores, de los pequeños seres de Cristo. La Nueva Barca no será del pasado, ella nacerá como un nuevo niño desde el vientre de Su Inmaculada Madre.
Muchos no entenderán ese misterio, y pocos sentirán el resplandor y la fuerza de su luz, la que proviene de la Barca de los nuevos rebaños. Estos son los congregados para la misión redentora, los que silenciosamente levantarán en alto la antorcha de la luz para mostrar al mundo el camino de la verdadera conversión.
Nadie quedará sin saber por dónde ir porque la Barca ya está navegando con los impulsos que recibe del predilecto fuego de la oración. Los curiosos querrán saber la esencia de ese gran alimento para el espíritu, pero por desconocerse a sí mismos verán tarde que todo comienza y termina en la oración del corazón.
Los obreros apresuran la obra del gran puente hacia el Gran Espíritu de Dios; el tiempo corre y las almas lentifican sus pasos hacia Dios. El Ave del Espíritu Santo anuncia una nueva llamada y solo la seguirán en vuelo los oídos atentos a la voz del corazón.
Una Nueva Humanidad despierta al sur del mundo. En el horizonte la Aurora despunta radiante para abrir el ciclo de la purificación. Todo el Universo confluye para que el Propósito Divino alcance su realidad en las consciencias dormidas.
Compasión para los que llorarán por haber despreciado la Instrucción del Cielo. La Voz del Gran Maestro seguirá resonando por un tiempo más, mientras Su Luz ilumina de amor el deslizar de la Nueva Barca.
Lo viejo será derrumbado porque los pilares no se basaron en vivir la Ley del Señor. Es hora de reconocer estos tiempos y de vivir en la Sabiduría del Señor.
Las puertas del Cielo se abren para acoger a todos aquellos que se han separado de Dios.
Penitencia para los soberbios.
Redención para los tímidos.
Misericordia para los que no se cansan de servir al Gran Señor.
La Estrella del Universo anunciará el gran momento para el mundo, mientras la Nueva Barca navega al sur; su pasar derriba con amor las estructuras que ya están vencidas. Nadie podrá oponerse a ella, porque está colmada por la Luz del Gran Rey Universal.
Reconozcan con fe todo lo que reciben en sus manos, porque para el esperado tiempo deberá existir un corazón arrepentido para que él sea curado por Dios.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Señales con el corazón.
Cristo Jesús, Maestro del Amor
Que Mi Paz sea en ustedes.
Mis Palabras son inconfundibles porque cada vez que Mi Corazón les habla sin prisa y sin descanso, derramo Mi Amor Misericordioso sobre ustedes, como almas del Creador. Quien Me entrega todo, Me da todo y se vacía de sí para caminar sin peso alguno, y libre del pasado, encuentra la luz en el futuro.
Hoy abro una vez más la puerta de sus corazones, para que ellos sientan que Mi Corazón busca redimirlos y transformarlos en verdaderos servidores. A veces Mis Palabras tienen poco eco porque Me escuchan todos los días. Mi Voz quiere despertar en ustedes Mi Consciencia, por eso estoy con ustedes todos los días y no Me canso porque veo la necesidad mayor para sus vidas.
Si tan solo Me escucharan en el silencio, sus vidas alcanzarían la armonía y el orden que tanto buscan. Estoy aquí como su amado Salvador y Redentor, esperando que a través de su consagración avancen otros pasos más para que mayor número de almas reciban el impulso del despertar a Mi Corazón de Amor.
Si ustedes como almas caminan y mantienen el propósito común, el mundo podrá ser otro y desde sus seres internos se reflejará la luz de la vida, de la paz y del amor. En todo y por todo se debe tener amor, incluso en los momentos de grandes y caóticos errores, y también con quienes cometen dichos errores, las almas menos preparadas en la consciencia.
Si ustedes aman, el amor los curará. Si ustedes aman, el amor los hará comprender. Si ustedes aman, podrán salir de sí mismos, porque el amor siempre les mostrará la salida y la respuesta que con ansiedad buscan. Nútranse del amor y comprueben el poder de su existencia; transformen su interior por entero para Mí.
Yo los ayudaré, estoy aquí aguardando el importante sí de ustedes.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, vuestro Señor
Sigan orando todos los días porque la súplica de la humanidad está siendo escuchada.
Hijos Míos:
Con todos ustedes en el centro de Mi Inmaculado Corazón, hoy los llamo a que se preparen mediante la vigilia de oración, vigilia a la que todos Mis niños están siendo llamados a realizar mañana, día 11.
Queridos hijos, Dios está recibiendo de todos ustedes verdaderos impulsos de amor. Los invito a continuar orando por todo el mundo. Mi Inmaculado Corazón eleva las plegarias de todos Mis hijos, y Dios, en Su Infinita Misericordia, contempla el amor de todos Sus hijos.
Queridos hijos, ¡sigan adelante!, ¡sigan adelante y no detengan el arte victorioso de la oración! Este es el tiempo de compartir, vuestra oración equivale a la caridad de muchas manos. Con la llegada de Mi Hijo todos podrán ser tocados por la Misericordia del Redentor.
Es momento de difundir la importancia de orar con amor por la redención de todos Mis hijos. Ustedes, pequeños Míos, han recibido el mayor instrumento de parte del Universo de Dios y este instrumento se llama “oración del corazón”.
Y hoy extendiendo Mis brazos misericordiosos y Mi Manto de Luz sobre todos los que lo necesitan, les pido que continúen por el camino cristiano que desde sus corazones se está construyendo.
Mi Hijo, bajo la Suma Gloria de Dios, los contempla con Sus Ojos de compasión. Él los invita a obrar por la Paz Celestial y, en nombre de esa Paz Celestial, es momento de ayudar al mundo, a los Reinos y a la humanidad.
Que el Espíritu Santo sea la llama de la sabiduría en el corazón de todos Mis hijos. Siempre y cuando Me lo permitan, Yo los acompañaré porque los amo.
En el Amor Misericordioso, ¡alabado sea el Redentor!
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Despierta en el amanecer bajo Mi Presencia Maternal.
Comienza a dar tus primeros pasos hacia Mi Corazón de Madre.
Sacia tu sed en la fuente inagotable de Mi oración.
Abre tu corazón a la humildad.
Siente en el pensamiento a la Mente Única de Dios para que tus sentimientos sean puros.
Dirígete hacia el Templo del Creador y celebra con alegría lo que Él te ha donado.
Vive en Su Voluntad, para poder comprender los pasos en tu consciencia.
Une tu mirada y tu alma con el eterno Cielo.
Sé durante el día como la flor y expresa la gratitud con reverencia.
Sé como el agua cristalina, recorre todos los caminos como lo hace la oración.
Dónate como las estrellas, brilla constantemente como la Luz.
Encuentra en el camino a una hermana: la oración.
Permite que ella convierta tu ser, deja que ella libere el camino.
Proclama con unidad el poder del Verbo Divino, para que colmado por Mi Amor prodigioso, veas ante tus ojos la Presencia de Dios.
Entra en los Cielos junto a tus hermanos; contempla a la Creación en oración.
Busca incansablemente la ley del Espíritu, para que la vida sea consagración.
Si vives el amor abnegado, abriendo tu alma con la oración, el Espíritu Santo derramará sobre tu ser la llama de la eterna devoción.
Cuando sientas que la vida te ha vencido, que el dolor te ha golpeado y que el sufrimiento ha secado la fuente de la adoración, afirma la unión de tu alma Conmigo, y Mi Corazón vendrá a auxiliarte.
Para tu alma, Yo soy la Guardiana de la Fe. Para tu corazón, Yo soy la Madre de las Gracias.
Quiero, querido Mío, querida Mía, que afiances tu alma en Mi Eterno Corazón. Para eso, deberás orar no solo por ti sino por el mundo entero.
Seca del Rostro de Dios las lágrimas que el mundo le ha generado.
Convierte la vida en una oración para esta última hora.
Mi Voz está llegando a los oídos que la quieren escuchar y vivir.
Nada está separado entre los hombres y Dios. Todos sus corazones deben ser uno solo; así podrán vivir en paz.
Para que las guerras no se creen, los pensamientos deben ser puros.
Para que la humanidad crezca, la entrega deberá ser mayor.
El Señor de los Santos Cielos los quiere llevar a todos en Su bendito y amado Corazón.
Como almas, ustedes deben agradar a nuestro Dios con buenas obras de paz; así, en poco tiempo, el mundo podrá ser otro y la vida de muchas almas cambiará.
Por eso, Mis pequeños, Yo vengo en auxilio de todos, anunciando Mi Buena Nueva de la Paz.
Yo los espero como Mis servidores.
Yo los aguardo en oración.
Así, la Paz de Mi Reino será en las almas y Mi Inmaculado Corazón triunfará.
En la Paz Eterna,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más