Jueves, 5 de mayo de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Clama por misericordia para este mundo, porque si tus pequeños ojos pudiesen ver la realidad de las almas y de los Reinos de la Naturaleza, tu clamor sería como el aire, sin el cual no puedes estar vivo.

Hijo:

Clama por la consciencia del planeta y siente en tu corazón que este mundo en el cual vives no es solo una esfera de tierra y de agua, suspendida en el universo. Este planeta posee un espíritu, una consciencia que lo sustenta y que renunció a estar en otras evoluciones en el cosmos infinito para sustentar a la Tierra en la cual colocas los pies.

El planeta vive y siente en sí mismo, en su espíritu, lo que sucede en todos los niveles de la vida sobre la Tierra. El espíritu del planeta sufre con las almas y con los Reinos de la Naturaleza; sufre por la ignorancia y por la maldad; sufre por la indiferencia de los corazones para con su misión de hacer evolucionar la vida que en él habita.

Lo que te digo, hijo, no es una fantasía; te revelo un misterio que la humanidad jamás quiso aceptar ni comprender, porque si ella supiera que el planeta tiene una vida espiritual propia y que padece por todo lo que se vive en su superficie, la vida humana sería otra.

Ese amado espíritu del planeta, hijo, es silencioso y hablará al mundo a través de los movimientos de la Naturaleza, movimientos que le demostrarán al hombre que las acciones humanas tienen consecuencias no solo físicas, sino también, sobre todo, espirituales. Y es por medio de esos movimientos, queerán intensos y dolorosos para muchos, que algunos despertarán y cuestionarán el sentido de su vida.

Tú, que lees este mensaje y eres consciente de lo que te digo, ora por la consciencia del planeta; únete a ese misterio de la vida superior y descubre en tu corazón, que una parte de ti vive dentro de ese espíritu que sustenta a la Tierra. Y así como ese espíritu siente y vive las consecuencias de todas las acciones, de todos los sentimientos y pensamientos humanos, también tú puedes sentirlo y, con ese acto espiritual de unidad con la Creación, darle una señal de esperanza al Padre, quien te creó para que vivas la unidad perfecta con todo lo que es Vida, en todas las dimensiones.

Te dejo este impulso para que, por ti mismo, te sumerjas en este misterio y lo develes. Si al menos intentaras hacerlo de corazón, comprenderías muchas cosas y, por tu acto de amor y de unidad con la consciencia del planeta, se evitarían muchos desequilibrios. Porque, a pesar de todo, hijo, todavía es posible vivir un aprendizaje basado en el amor y en el despertar de la consciencia a la vida superior; basta abrir el corazón.

Tu padre y compañero, el que te enseña a vivir la unidad con la consciencia viva de este amado planeta,

San José Castísimo