Sábado, 15 de diciembre de 2012

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA A HERMANA LUCÍA

Queridos hijos,

Mi Corazón Inmaculado llega hoy a este lugar para traer un mensaje de Paz y Esperanza a Mis pequeños hijos de Melo. Mi venida tiene un motivo espiritual, que es traer la Gracia de Dios a Mis hijos de la prisión. Quiero que este mensaje llegue no solo a Mis pequeños hijos de la cárcel, sino también a todos los que están presos dentro del sufrimiento, a los que tienen los corazones presos en amarguras y resentimientos antiguos que poco a poco se convierten en profunda oscuridad.

Mis queridos, algunos de Mis hijos cavaron para sí un pozo tan profundo y tan oscuro, que Mi Corazón muchas veces no consigue llegar a ellos. Si sus oraciones encontrasen esta oscuridad, Me permitirán retirar muchas almas de la desesperación y de la falta de Dios.

Los que se sienten perdidos, que eleven los ojos a lo Alto y allí Me encontrarán. Permitan que un pequeño rayo de Mi Luz ingrese en sus corazones y Me encargaré poco a poco de convertirme en la Reina de sus vidas y hacer de sus corazones Mi Reino de Paz.

Queridos hijos, Mi Corazón encuentra mucha aflicción en los presidios. En muchos de ellos solo reina el enemigo y Mi Luz no encuentra siquiera un pequeño espacio por donde ingresar. Mi Sagrado Corazón pidió esta visita, hijos Míos, para que delante del Trono de Dios Yo pueda llevar los frutos de sus oraciones y pedirle al Señor permiso para ingresar con Mi Amor en muchas otros presidios del Mundo. Sus corazones no saben cómo desea Mi Corazón de Madre rescatar a cada alma que se encuentra perdida. Si pudiesen ver, queridos, cuánto necesitan de Luz esos pequeños hijos, responderían un poco más a Mi llamado a la oración y al servicio.

Quiero que Mi Luz maternal ilumine los corazones y deposite allí la Esperanza de encontrarme en el Paraíso, pues esto es posible. Es tan posible, que Mi Amor trajo a Mis pequeños peregrinos hasta aquí, para encontrar junto Conmigo a las almas que se perdieron en el camino; y al encontrarlas, las tomaré de la mano y a cada una la conduciré al Encuentro con Mi Hijo.

Agradezco a cada uno de Mis peregrinos por buscarme en todas partes del Mundo y por acompañarme cada día. A ellos les hago un pedido especial: que oren con fervor por Mis pequeños hijos de las prisiones, para que Mi Luz una vez más pueda triunfar.

Les agradezco eternamente por seguir Mis pasos de Peregrina.

Los ama, María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad