Miércoles, 3 de febrero de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y MADRE DE LOS REFUGIADOS, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE DESDE LA CIUDAD DE SAN ESTEBAN, CÓRDOBA, ARGENTINA, HACIA EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

A las puertas del servicio humanitario en Turquía, los misioneros de la paz seguirán rumbo al encuentro de nuevas necesidades espirituales, sociales y morales; todas ellas serán cubiertas por medio del amor fraterno.

Es así, queridos hijos, que Vuestra Madre Celeste está en este momento trabajando en unión a los misioneros con grupos de almas especiales, las que desde el principio de sus vidas esperaban una ayuda espiritual mayor.

Vean, hijos Míos, cómo el servicio humanitario verdadero, sin lucros ni aprovechamientos de ninguna parte, el servicio de corazón llega hasta lo más profundo del espíritu de cada ser.

La Madre del Mundo motiva a los misioneros de la paz para que ellos alcancen el mismo grado de donación y de entrega, así como lo vivió Mi Amado Hijo. Por ese camino de donación absoluta y abnegada de parte de los hijos de Dios, es que las puertas celestiales se mantienen abiertas y son estas puertas internas las que indican a los servidores el próximo lugar de servicio.

Cuando la plegaria también se colma por el servicio y por la fe, queridos hijos, las puertas de la Ley de la manifestación y de la no carencia se abren, y el espíritu de la providencia transforma la pobreza espiritual y material de las consciencias.

El servicio es un don, pero al mismo tiempo es un misterio que se presenta en la vida de las personas, para que ellas se animen a trascenderse a sí mismas y sobre todo para que en el servicio al prójimo se viva el verdadero amor.

La misión de paz en Medio Oriente, en este momento, está permitiendo que las almas con diferentes credos recuperen por algún camino su filiación íntima con el Padre Celestial. Cuando se recupera esa filiación y ese sentimiento de pertenencia a lo Divino, el alma que sufre y que carece, gana fuerzas internas para continuar adelante y así avanzar en el nombre de Dios.

Las religiones en este momento se volverán un punto de conflicto para la humanidad, porque como ha sido hasta ahora, estará en juego la fe y la confianza de las pobres almas en el Señor. Esa fe y ese testimonio de cada hijo de Medio Oriente han permitido que la Jerarquía Celeste enviara en misión humanitaria a los servidores del Plan desde América.

Ese clamor de parte de los corazones sufridos también permitió, queridos hijos, que las misiones humanitarias se expandieran por todo Medio Oriente, por los países árabes.

A través del servicio, la llama del Amor de Dios nunca se apagará porque el servicio deja viva al alma que se dona sin intereses ni reclamos; es así que por el servicio de Mis hijos Mi Inmaculado Corazón también triunfará.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los motiva a la constante donación de sí,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados