Miércoles, 13 de diciembre de 2017

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MAR DEL PLATA, BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

A los Valientes

Queridos hijos:

Hoy su Madre Celeste dedica este mensaje de paz y de consuelo a los que desaparecieron, hace ya casi un mes, en el Océano Atlántico.

Quisiera que todos Mis hijos, especialmente los de Argentina, supieran que los 44 valientes están en Mi Regazo de Madre, como también sus familias, las que han sido espiritualmente consoladas por Mi Inmaculado Corazón.

En estos tiempos definitivos en los que toda la vida planetaria está en juego, ciertos grupos de almas en este mundo se ofrecen al Creador para que muchas almas más aprendan a percibir que los tiempos y los acontecimientos cambian inesperadamente.

Las almas que ofrecen sus vidas y sus familias para que millones más aprendan que es urgente salir del hipnotismo y despertar a la vida del espíritu, lo hacen en sacrificio interior con el fin de generar en la humanidad un cambio muy grande.

Los 44 valientes llegaron a este mundo para enseñarle a la humanidad sobre la imperiosa necesidad de buscar en estos tiempos la Vida superior y de unirse en la Confianza de Dios.

Ellos dejaron, para todos, la memoria de que la vida no termina aquí en este plano material, sino que continúa adelante por medio del alma de cada ser.

Ellos enseñaron, con su entrega, que la Verdad la tiene Dios y que, en los momentos críticos y en las situaciones límite, solo les bastará ir hacia su interior para poder encontrarse con Dios y unificarse en Su Divina Voluntad.

En este tiempo, en el que situaciones desconocidas se presentan en la vida de las personas, es importante, queridos hijos, percibir que si en verdad no están unidos en obediencia a todo lo que proviene de lo Alto y que es Ley verdadera, no podrán estar en justicia y en equidad con sus semejantes.

Hoy les pido que recuerden el mensaje que los valientes dejaron, el mensaje de un profundo y misterioso silencio en el fondo del mar.

Ese mensaje representa, a pesar de los acontecimientos, la oportunidad de silenciarse y de buscar una respuesta verdadera en su propio interior para que, a partir de allí, todo sea aclarado con Sabiduría y con un Amor Mayor.

El Universo cierra un ciclo interno con este acontecimiento, el que siempre llamará y convocará a las consciencias sobre la necesidad de que todos los días replanteen sus vidas y que sepan, por encima de todo, que tienen que estar en las Sagradas Manos de Dios para vivir y atravesar lo que en muchos casos es inexplicable y no está al alcance de la propia humanidad.

Con todo esto, queridos hijos, los invito en este día, a amar lo desconocido, lo que no tiene respuesta concreta y que algunas almas se ofrecen a vivir por muchas más, para que la mayoría de los corazones algún día reconozca que la existencia y la vida no es solo material, que todo parte de lo que es infinito, inmaterial, que proviene de la Fuente Creadora y que para la mayoría de los seres es un gran misterio.

Amando lo que no conocen, viviendo lo que el Universo les presenta día a día, aprenderán, hijos, a vivir la Redención, el camino hacia la unidad interior y la comunión con la Existencia Divina, aproximándose así a la verdadera realidad y abandonando lo que es materialista y satisface al ego.

Los invito, como los 44 valientes, a penetrar el misterio de lo desconocido, lo que desde el Principio existe en esta Creación y proviene de Dios.

Los invito a experimentar la unión con la Vida Universal.

Agradezco a todos los presentes por estar aquí hoy, por haber respondido a Mi llamado y por haber orado de corazón por las familias de los 44 valientes.

Los ama y los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz