Sábado, 4 de marzo de 2023

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN NERJA, MÁLAGA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

En este día radiante por la Presencia Solar y Eucarística de Mi Hijo entre ustedes, como Madre y Peregrina, Me aproximo a ustedes, Mis queridos hijos, para que en oración perpetua sigamos rogando a Dios, a través de la luz del corazón, por todas las causas urgentes que necesitan la intervención divina y espiritual.

Por ese fin, hoy, su Madre Celeste y Santa Reina de España destierra, a través del Cetro de Dios, la opresión que, a través de los siglos, vivieron Mis hijos esclavos de África y de Medio Oriente.

Hoy, estoy aquí como la Madre de los náufragos y de los desaparecidos. Estoy aquí como Madre que llora junto a las madres de la guerra y a las madres que perdieron a sus queridos hijos y familiares en los terremotos.

Vengo, en el nombre del Altísimo, para cerrar la gran herida espiritual y regional que no se cicatrizaba desde el terrible terremoto en Siria y en Turquía.

Como bien les dijo Mi Hijo, en el día de ayer, Yo vengo como Mediadora e Intercesora para elevar al Cielo a los que fueron descartados en el Mar Mediterráneo y a los que desaparecieron en Turquía, Siria, Nueva Zelanda, Japón y Brasil, en los últimos días.

Queridos hijos, ¿será que alguien más escucha el grito de la Madre Tierra y de todos sus elementos?

Por eso, Yo he venido, el sábado pasado, a pedirle al mundo penitencia sincera, verdadero arrepentimiento y profunda reparación; a fin de que en el mundo ya no sucedan los ultrajes de la guerra y la furia de la naturaleza.

Por eso, ahora y más que nunca, busquen su equilibrio interior, busquen ser pacificadores de Cristo. Y, con sus oraciones, abracen y amen, en servicio, a todos los que sufren; porque esta es la hora en la que verán cumplirse las profecías anunciadas por Cristo, antes de Su Ascensión, a Sus apóstoles.

Oren por sus familias y por las familias del mundo entero, para que la sagrada célula del Proyecto de Dios ya no siga convirtiéndose en un modelo de desamor, de traición, de venganza y de odio.

A Mi Corazón le duele ver la actual y triste situación de las familias. Les pido que recen de verdad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz