Sábado, 16 de febrero de 2013

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Queridos hijos:

En este día, Mi Corazón Inmaculado desea transmitirles un Mensaje reconciliador, para que comprendan la importancia de la unión entre Mis hijos.

Mis queridos, para construir Mi Centro Mariano y cumplir con Mi misión de paz en el mundo es necesario que la Verdad del Señor esté viva en sus corazones.

Para el cumplimiento de Mis planes, la unidad y la humildad deben reinar en todos Mis grupos marianos. Porque de esa forma, hijos Míos, sus oraciones recorrerán el mundo con el poder de Mi Amor y de Mi Verdad.

Como Madre y Mensajera del Señor, vengo a formar a cada corazón que se dispuso a caminar Conmigo. Por eso, permítanse, hijos Míos, aprender por medio de Mi Verbo y déjense impregnar de Mi Luz. Porque, por Mi Presencia, sus corazones podrán purificarse y las intenciones más profundas de sus seres tendrán la pureza de Mi Corazón.

Necesito, en estos tiempos, corazones misericordiosos dispuestos a construir el bien por medio de la oración. Sean simples, hijos Míos, y estén verdaderamente unidos a Mí. Esa unión se reflejará en todas las acciones realizadas en la vida, porque Mis soldados deben, en este tiempo, manifestar la Misericordia y la compasión en la vida diaria. 

Cuenten, hijos Míos, con la guía permanente de Mi Corazón. Porque Yo estoy aquí para instruirlos, no solo en la oración, sino también en la conversión, en la caridad y en la reconciliación que todos deben vivir en este tiempo.

Por eso, queridos Míos, vengo a decirles que no teman las transformaciones de este tiempo, sino que caminen valientes rumbo a la conversión de la vida. 

Mi Corazón siempre los guiará y los acompañará. 

Solo les pido que estén orantes y vigilantes para no caer en las trampas del enemigo. Y, cuando estén fortalecidos, jamás se olviden de acompañar con el corazón, con las acciones y con la oración, a todos aquellos que están viviendo dificultades. 

Estoy unida a cada uno de sus corazones. 

Sean siempre fuertes y misericordiosos.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

María, Reina del Mundo