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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Santos Ángeles de Dios,
fieles guardianes de las Reliquias Divinas,
irradien la Luz y la Paz al mundo.
Amén.
(5 veces)
He cumplido Mi promesa y aquí estoy, con el Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico.
Reverencien una de las Sagradas Reliquias del Arca de la Santa Alianza.
Impregnadas son las formas, en este momento, por la Luz de Mi Corazón.
La materia corrupta se comienza a transformar, la densidad se transmuta y se eleva, y dentro de los átomos y células de los seres se cumple la Sagrada Ciencia de la Cura. Así, los cuerpos de los seres humanos se liberarán de esta condición retrógrada de la superficie.
Los ángeles emiten sus voces hacia los Cielos para que se rompa el grillete de la perdición y las almas se liberen de la jaula de la esclavitud espiritual. Así, se cumple el tiempo de Mi profecía, los corazones comienzan a alcanzar la redención.
Las puertas de los Cielos se abren con la ayuda de los santos y de los ángeles. Aquellos que se animen a atravesarlas descubrirán en sí mismos el sagrado misterio de lo desconocido, que dejará de ser un secreto superior para convertirse en una realidad interna en la consciencia.
Así, los ángeles, respondiendo al pedido del Señor, comienzan a retirar las finísimas capas de la ilusión planetaria. Así, muchos velos comenzarán a caer lentamente de sus ojos, de todos los ojos de la humanidad y, en el horizonte, los que antes eran esclavos y ahora son liberados comienzan a ver venir al Hijo de Dios.
Y el Hijo de Dios ya no se ocultará detrás del Sol, ya no se recogerá en las estrellas; porque el gran misterio es develado y así, como lo fue en el Monte Tabor, el Señor llegará transfigurado.
Y aquello que siempre pareció inalcanzable para muchos, será una realidad palpable para los que tienen fe y persisten en Mi camino crístico. Porque los escogidos y los autoconvocados sentirán Conmigo la cruz planetaria, no como un sufrimiento, sino como un gran momento de liberación.
Y aquella esperanza, que fue suprimida de la humanidad por todos los errores que ha cometido a través de los tiempos y hasta el presente, volverá a nacer y a surgir como una fuerza sobrenatural en el corazón de los que persisten en Cristo.
Y así, la vida en la superficie dejará de ser un calvario, porque ya no será necesaria la escuela del sufrimiento. La ley de la deuda espiritual será disuelta y, los que hayan llegado Conmigo hasta el final, ya no sabrán nunca más sobre la dualidad.
No habrá diferencias, no habrá disociaciones, no habrá maldad, no habrá tristezas, angustias ni enfermedades; porque los que formarán parte de la Última y Nueva Humanidad no sabrán lo que es el pecado, porque el pecado habrá sido trascendido por los méritos del poder de Mi Sangre y las almas serán bañadas por Mi Luz, así como hoy Mi Luz envuelve al mundo.
A pesar de los errores y de los ultrajes, a pesar de las indiferencias y de las omisiones, a pesar de que hoy la mayoría ya no busque a Dios, nada impedirá que Yo Retorne al mundo.
Podrán sentir, en este momento, que el desierto espiritual se vuelve cada vez más árido, que no encuentran el oasis para saciar su sed, que el suelo bajo sus pies se seca y se agrieta, dejando los caminos tal vez confusos.
Cuando todo parezca absolutamente oscuro y parezca que la Luz no brillará en el fondo del abismo, será la hora del Señor, así como fue Su hora durante Su Muerte y Su descanso de tres días en el sepulcro.
En ese momento y en ese tiempo, que no están tan lejos, descenderé a los infiernos de este mundo, en los que muchos habitan en la superficie, para poner fin al sufrimiento y a la desesperanza.
Vendré a curar las heridas más profundas y con Mis propias Manos a tocar sus cuerpos, así como fue en Tierra Santa, en cada lugar por donde pasó su Maestro y Señor.
Y, en la hora que menos lo esperen, abriré la puerta de sus casas y Me verán, así como los apóstoles Me vieron en el Santo Cenáculo después de haber resucitado.
Yo reapareceré y cumpliré Mi promesa. En esa hora, el mal se estremecerá y gritará sin poder salir de sus profundos abismos, porque le daré la orden a San Miguel Arcángel de cerrar las dimensiones inciertas del planeta, porque Él verterá sobre el mundo una Fuente de Luz desconocida, nunca antes vista.
Pero esto no será una analogía ni una teoría, la Fuente de Luz que abrirá su Señor sobre el mundo será vista por todos, tendrá más poder y resplandor que el arco iris.
Y así, poco a poco, la oscuridad espiritual se disipará, los cuerpos enfermos se curarán, los ciegos que nunca vieron verán, muchos de Mis enemigos se convertirán. Y Yo estaré sobre un monte, semejante al Monte de los Olivos, para que todos Me vean venir en gloria.
Sé que aún a muchos les falta preparación para este acontecimiento. Pero no sean perfeccionistas, sean simples, así como es su Maestro y Señor, así como es Su Santísima Madre, así como lo es en la humildad San José.
Porque Dios está en lo que es simple y verdadero. Dios no sobresale por Sí mismo, porque Él se muestra donde vive y reina Su Amor, no solo en los Cielos, sino también en la Tierra. Su Amor se muestra y se manifiesta entre los hermanos y hermanas que se aman, que son capaces de dar la vida por sus amigos, así como Yo la di por ustedes.
Cuando Me tengan cerca en sus hogares o Me encuentren en sus caminos, en el momento y en el día menos pensado, ¿qué es lo que harán? Porque Yo veré todo en ustedes, así como Yo vi todo en la Cruz, en el solemne Silencio de Dios.
Cuando estén cara a cara Conmigo, ¿qué es lo que Me dirán? ¿Harán lo mismo que María Magdalena, cuando encontró al Señor en el huerto del sepulcro? Así, Yo los llamaré a ustedes por sus nombres, como llamé a María Magdalena; así como Yo llamé a los apóstoles, porque tenían miedo por haberme abandonado.
¿Y cuántas veces, ustedes, Me habrán abandonado, a través del hermano que no aman, a través del servicio que no asumen, a través del paso que no se animan a dar, a través de la falta de la oración? Pero Yo no vendré a señalar esos hechos; Yo vendré con Amor y Misericordia, porque sé quiénes son los Míos.
Por eso, prepárense para encontrarme. Que sus vidas sean un espejo de gratitud, que ya no haya reclamos, que ya no sean mezquinos, que sean capaces de dar valor y honra a todo lo que les He entregado; porque, así como hoy Me escuchan, Me escucharán cuando los llame por su nombre, y sus ángeles de la guarda serán testigos de ese momento.
Por eso, deben recordar los Sagrarios de la Tierra, así como los ángeles los recuerdan todos los días y los adoran; para que sus corazones estén prontos para los primeros momentos del Retorno del Señor.
Porque, así como les mostré Mi verdadera Faz a algunos de Mis apóstoles en el Monte Tabor; así, cuando Yo retorne, les mostraré a los Míos sus seres queridos que han partido. Y, en ese momento, se sellará la alianza de Amor. Y, por sus esfuerzos y sacrificios, permitirán que muchos de sus seres queridos entren a Mi Reino, así como muchos ya entraron.
Ahora, el Cáliz del Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico está en Mis Manos. Es el Sagrado Corazón de Jesús que viene a ofrecer este Cáliz a la humanidad, para que sea llenado de las más preciosas ofrendas de Mis hijos; porque en la propia donación, de cada uno de los Míos, está la liberación.
Dónense y se liberarán, y la cruz de cada uno ya no será un peso, porque existen cruces peores en este mundo y muchas de ellas están en África. Y Mis hijos de África son valientes, porque su fe supera toda adversidad y el Espíritu Santo guía a los humildes de corazón.
Ahora, haremos lo que les He pedido, antes del momento de la Comunión Espiritual, en la que este Cáliz inmaterial estará atento a sus ofrecimientos: ofrecerán la adoración a Mi Eucarístico Corazón, para que el Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico reciba las ofrendas de los corazones.
Es así que Yo los bendigo en esta nueva etapa y en este nuevo ciclo, en los que Mi Amor deberá ser llevado a las naciones del mundo. Recuerden esto: el Amor de Nuestros Sagrados Corazones deberá ser llevado al mundo y a las naciones que más lo necesitan. No lo olviden, porque los próximos meses serán definitivos para evitar más sufrimiento en la humanidad y en el planeta.
Adoremos a Dios, el Creador, a través de Su Hijo Primogénito, el Señor de Israel.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ayer, les envié al Ángel Celador del Cuerpo Eucarístico de Jesús, al que mañana todos tendrán la Gracia de poder conocer.
Este ángel ha cumplido lo que Yo le He pedido y aunque la dimensión de sus consciencias lo desconozca, sigan respondiendo internamente a lo que este ángel les ha pedido en Mi Nombre.
Los ofrecimientos Me han llegado y el Relicario de Mi Corazón hoy los recibe. Esto es algo inconmensurable para Mí, no puede ser medido por la mente ni por el pensamiento, porque la presencia angélica es servicial y eterna.
Por eso, les He pedido a todos los Mensajeros de Dios, a las huestes de Luz que sirven al Padre Eterno, que vuelvan a presentarse en este mundo, dada la urgencia de estos tiempos; ya que los ángeles de la guarda, de millones de almas en el mundo, no están recibiendo la respuesta que necesitan para poder presentarla al Dios Creador.
Por eso, su Maestro y Señor vuelve a repetir el mismo hecho, así como lo hizo con los apóstoles del pasado.
De muy pocos vendrá la gran oferta y de esa oferta se beneficiará el mundo entero, por la fidelidad y la lealtad de los Hijos de Dios que responden a los comandos de los ángeles, que responden al llamado de los arcángeles.
Lys-Fátima tiene este escenario y este preámbulo. Desde el año 1917, gran parte del Universo Angélico Ultraterrestre tocó este lugar y lo sigue haciendo para todo el planeta.
Por eso, todos los ángeles, devas y elementales de los lugares más recónditos e impenetrables del planeta, en este tiempo final, en este tiempo de Armagedón, en este principio del Apocalipsis, estarán respondiendo a Mi llamado y llevando adelante Mi Petición, la Sagrada Petición del Hijo de Dios; para que, a través de la consciencia angélica y arcangélica, la mayor parte de la humanidad pueda salvarse, antes de que todo suceda físicamente.
Porque las almas son preciosas para Dios, son un tesoro inimaginable para este planeta, porque este Proyecto de la humanidad es parte fiel de la primera y sublime Voluntad Divina; cuando Dios, desde Su Fuente Creadora y a través de ella, decidió en el principio que existiera esta civilización en la superficie de la Tierra para responder a Su Voluntad.
Hoy, en estos tiempos críticos, la humanidad en su gran parte no responde al Llamado de Dios y la inquietud y la depresión abrazan a muchas almas del mundo por no dar respuesta al Llamado de los Cielos; por eso, es que, en la interna aflicción de Mi Corazón y por el sufrimiento de Mis Hijos, volveré a enviar a los ángeles a la Tierra para que, desde las esferas superiores, en unión a los grandes elementales y devas del planeta, los grandes guardianes de los Reinos Menores, intercedan e intervengan por esta actual humanidad; ya que el velo del campo espiritual se sigue rasgando ampliamente y cientos de fuerzas retrógradas ingresan al planeta a una velocidad inimaginable, trayendo conflictos, discordias, venganzas, enfermedades y guerras.
Pero no se olviden de Mi promesa, aquella que pronuncié en lo alto del Monte de los Olivos, momentos antes de Mi Ascensión a los Cielos. Yo vengo a cumplir esta promesa de forma gradual para la humanidad; porque Yo sé, más que nadie, que, desde los cuatro puntos cardinales del planeta, muchas almas, familias y pueblos gritan por ayuda, porque ya no soportan la impunidad.
Por eso, confíen en lo que estoy haciendo, aunque no lo sepan. Cuando vean la luna pintada de color sangre y las nubes sean más grises que lo normal, será la hora en que Yo estaré retornando.
Yo Me volveré a presentar, así como Me presenté a Mis apóstoles, días después de Mi Resurrección. Pero será necesario en ese momento, y hasta diría que será una urgencia especial, que la gran consciencia angélica y ultraterrestre prepare Mi llegada al mundo en lo más profundo de la consciencia de la humanidad; porque el Señor del Universo y de la Tierra no será clavado de nuevo en la Cruz.
Querrán ponerme preso, entre rejas, pero no podrán. Yo demostraré el Poder que el Padre Me Ha dado desde Mi Nacimiento, no con autoridad, sino con suma obediencia a Dios; porque, así como reapareceré en el mundo y en varios lugares de la Tierra, así también desapareceré si es necesario, ante aquellos que quieran perseguirme o maldecirme.
Pero Mi Verbo, cuando se vuelva a pronunciar sobre esta superficie, detendrá este tiempo ilusorio que muchos viven; y Mi Palabra, que es la Palabra de Dios, hará descender el Real Tiempo del universo al mundo y el velo se correrá definitivamente de muchas consciencias.
En esa hora, todos los que no hayan creído en Mi Mensaje, el Mensaje de estos últimos tiempos, se arrepentirán y golpearán su pecho con su propia mano. Por eso, la importancia de la ayuda de los ángeles.
Es tiempo de que se abran a conocer al Universo Angélico, porque la propia inocente presencia de los ángeles, de los devas o de los elementales de los Reinos Menores hace elevar la consciencia humana para redescubrir la Fuente del Amor de Dios.
Los ángeles retornarán en este tiempo con una misión especial. Por eso, ellos en este momento están rodeando al Señor e impregnando los espacios de Luz y de Redención, a través de los códigos del Arca de la Santa Alianza, de los que ellos se sirven porque Yo se los He permitido.
Por eso, a todos aquellos que en este tiempo están decidiéndose a renunciar a sí mismos, a cargar con su propia cruz y a seguirme, que no se detengan y lo sigan haciendo, porque les prometo que llegará el gran día de la liberación.
Para eso, están sus fieles amigos, los santos ángeles, que muchos ignoran y algunos hasta desprecian por no conocer el fiel testimonio de la donación de los ángeles de Dios. Muchas situaciones no sucederían en esta humanidad, si la humanidad permitiera la intervención de los ángeles y de los arcángeles.
Es así que hoy, los siete principales Coros del Padre Eterno acompañan a su Maestro y Señor. Cada uno de esos Coros es responsable de una dimensión y de un plano de consciencia.
Ellos son los ángeles celadores de las Reliquias de Dios; entre ellos, el Ángel Regente y Celador del Cuerpo Eucarístico de Cristo, encargado de recoger de todos los Sagrarios de la Tierra las ofrendas de los adoradores de Dios, de los amigos de Cristo Jesús, a través de la veneración, de la devoción y de la reverencia al Santísimo Sacramento del Altar.
Por eso ayer, el Ángel Custodio del Cuerpo Eucarístico de Jesús les enseñó una simple oración, complementaria de la oración del Ángel de la Paz; una oración que les permitirá y les concederá, a todas las almas que la recen, que el ofrecimiento sea aceptado por el Padre Eterno en cada momento de comunión, de oración y de adoración al Corazón Sagrado del Hijo de Dios.
Hoy, vengo con este Mensaje preparatorio a decirles que, dada la importancia de este momento para el Universo Angélico y Ultraterrestre, mañana Yo retornaré junto con el Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico para que, a través del Santísimo del Altar, de la Santa Custodia del Hijo de Dios, Conmigo y con el Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico, adoren a Mi Sagrado Corazón presente en la Eucaristía, para que la oferta de cada uno de ustedes sea elevada a los Tronos de Dios, para que el mal en el mundo sea aplacado y se disipe el traidor espíritu de la venganza, de la impunidad y de la guerra.
Oremos:
Santos Ángeles de Dios,
fieles guardianes de las Reliquias Divinas,
irradien la Luz y la Paz al mundo.
(tres veces)
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Oremos ahora, todos juntos, en una sola voz y en un solo corazón, unidos al Corazón del Gran Maestro:
Santos Ángeles de Dios,
fieles guardianes de las Reliquias Divinas,
irradien la Luz y la Paz al mundo.
Amén.
(seis veces)
Les agradezco por estar Conmigo hoy.
En unión a todos los Ángeles de Dios, a todos los Coros Celestiales, para honrar esta invisible y poderosa presencia angelical y para que los ángeles de la Creación puedan intervenir en el mundo, vamos a honrar a Aquel que los creó, a Aquel que los manifestó y a Aquel que determinó que existieran los mundos, los soles, las estrellas y las almas.
Honremos, junto a las huestes de Luz, al Padre Madre Creador, Adonai.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a cantar el “Kodoish” melódico, recordando al Santo Señor de las Huestes.
Canción: “Kodoish” melódico.
Te damos gracias, Señor, por cuánto nos das.
En este encuentro, Te honramos, Señor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
He aquí el Señor de Shambhala, la Luz de Dios que siempre brilló en Oriente, la Luz que inició a muchas consciencias en el sagrado camino de ascensión y trascendencia.
He aquí la Sagrada Luz de Shambhala, que reverbera a través de los tiempos y de las generaciones, que inspira y despierta a las religiones a una unión predilecta con la Creación.
Yo Soy el Señor de Shambhala, que impulsó en los planos internos la unidad entre los pueblos y las culturas, de Oriente a Occidente.
He aquí la Estrella de Luz de Shambhala, que brilla perpetuamente en los planos internos del Sagrado Desierto de Gobi, la Luz de la Estrella de Dios que guio a los grandes maestros del Oriente, que consagró a muchos yoguis y consciencias para alcanzar el camino de la autotransformación y liberación.
He aquí la misteriosa y desconocida Luz de Shambhala, que instauró desde el principio el Gobierno Espiritual en el planeta, que abrió las puertas al autoconocimiento de los seres, que manifestó la Sabiduría y la Compasión de Dios.
He aquí el regreso del Señor de Shambhala, que anuncia Su Retorno al mundo, a todas las generaciones y los pueblos; que vendrá a unir, a través de la comunión interna, a todas las culturas y religiones.
He aquí el Señor de Shambhala, que escribe con Su propia Mano la Ley de la Creación, que forja en el corazón humano al verdadero guerrero, al eterno servidor, aquel que es capaz de dar la vida por Mí.
Sean bienvenidos al Reino de Shambhala, a la Sabiduría Infinita y Cósmica que impulsó y despertó a los primeros pueblos del Oriente del planeta para entrar en comunión y en unidad con la Creación.
Los misterios de Shambhala se revelan a los pacificadores del Señor de Shambhala, a aquellos que saben identificar en sí mismos las Señales de Dios.
He aquí el Señor de la transmutadora Luz de Shambhala, Quien erradicará las leyes incorrectas de la Tierra y las substituirá por las Leyes Divinas y Cósmicas, porque el Gobierno Espiritual del Señor de Shambhala se aproxima y las consciencias son tocadas por la Luz del Sagrado Reino de Shambhala.
Así como fue en Israel, la Luz de la Sabiduría y de la Compasión vuelve a emerger desde Oriente; y muchos, pero muchos consagrados de otrora, que siempre siguieron las huellas de los maestros, reencontrarán en este tiempo final el motivo y la causa de estar sirviendo al Dios de la Creación en el final de estos tiempos.
Por eso, recuerden, recuerden la Luz de Shambhala, el Eterno Misterio de Dios que se develó en el Desierto de Gobi, que ha guiado y conducido a muchos pueblos que tienen fe en lo inmaterial.
Hoy, sagradas formas emergen del Corazón de Shambhala y expresan sus sublimes geometrías creadoras para substituir la matriz del mal de este mundo, convertirla, transmutarla y liberarla, hasta que sea el arquetipo que el Padre Celestial necesita para este Proyecto.
Yo Soy el Señor de los Cielos de Shambhala. Vengo a anunciar el Nuevo Tiempo. Vengo a entregar la última oportunidad. Vengo a hacerles recordar sus orígenes, preciosamente guardados en las estrellas.
He aquí el Señor del Templo de Shambhala, que no es visible a los ojos físicos, pero que es visible a los ojos del corazón. El alma que intuye la Luz de Shambhala se ve ante ese Templo Sagrado que se fundó aquí, en este planeta, desde los principios de la Tierra para instaurar la espiritualidad en este mundo. Este es uno de los siete misterios de la Fuente, a medida que los sellos se van abriendo, la Luz de Shambhala se vuelve a revelar a través del Señor del Desierto.
El Señor de Shambhala vuelve a reunir a Sus discípulos, después de muchas escuelas y experiencias vividas en este planeta; para que, en este momento culminante de la Tierra, los discípulos y seguidores del Señor de Shambhala hagan su síntesis espiritual; y para que, a través del Centro Regente del corazón, las corrientes ígneas de este universo, los impulsos sublimes de la Fuente, a través de los rayos y de las corrientes, reconstituyan este planeta a nivel espiritual.
Pero no será a través del enfrentamiento o de la batalla que se disipará el mal de esta humanidad; sino como los grandes monjes y yoguis de Oriente que, con su cabeza en el suelo, reconocen la Luz de Shambhala y el tiempo de la compasión que viene a curar al corazón humano, que viene a liberar el espíritu de cada ser de las marcas de los errores del pasado, disolviendo los grilletes de la perdición, limpiando y purificando los caminos y el sendero de cada uno de Mis discípulos; para que, delante del Gran Portal de Shambhala que hoy une a todas las religiones y pueblos de este planeta, se conceda la Gracia de comenzar de cero este Proyecto Sagrado de la humanidad.
Por eso, el Reino de Shambhala hoy viene a su encuentro, al encuentro de cada corazón que tiene fe en la Luz Divina, al encuentro de cada corazón que persevera en su ascensión y trascendencia.
La Luz y el Señor de Shambhala vienen al encuentro de los que se esfuerzan para ser consecuentes con la Ley del Universo y con la Ley de la Tierra, a fin de que la paz y la armonía se establezcan en este tiempo de dolor.
Yo les prometí que retornaría. He aquí la Faz del Señor de Shambhala, que se revela a través de las oraciones de Sus hijos y que consagra a los que se definieron por seguir los pasos del Maestro entre los maestros.
Shambhala vuelve a presentarse al mundo por última vez. La Luz de Shambhala viene a preparar los próximos movimientos de la Jerarquía Espiritual en esta última fase del segundo semestre de este año.
La Luz de Shambhala llegará, como llega hoy, a reorganizar las Leyes de la Manifestación e impulsar internamente el establecimiento del Gobierno de Cristo. Aunque esto parezca prematuro no lo es, porque la Luz de Shambhala es original en su Sabiduría y en su Ciencia.
Muchos monjes consagrados y discípulos ya la contactaron, desde los extensos desiertos hasta las altas montañas, desde el Desierto de Gobi hasta el Tíbet y desde el Tíbet hasta la India, y más allá de esta nación la Luz de Shambhala se ha manifestado a través de los maestros.
Es así que los hacemos retornar al principio del Origen, porque los que se han decidido a seguir a Cristo, el Redentor, y han dado el paso de consagrar sus vidas a la Ley, necesitarán imperiosamente la guía interna de la Luz de Shambhala.
He aquí el Hijo Solar de Shambhala que, a través de esta nueva Maratón de oración, abre las puertas al próximo ciclo, después del último ocho de agosto.
Muchas serán las obras por alcanzar, tal vez pocos serán los autoconvocados, pero no se olviden de servir al Señor de Shambhala por amor y por ninguna otra causa.
Que la fuerza interior de cada uno provenga del amor que ustedes tienen por la Sabiduría y por la Compasión del Gran Reino de Shambhala, que siempre tiene la tarea de guiar el Plan de la Manifestación en las diferentes esferas de la consciencia.
Hoy, Me alegro por aquellos que trabajan en este mundo por las causas de la sabiduría, de la paz y de la compasión y, más aún, trabajan dando su vida por la presencia del Amor Mayor en este mundo. Porque sin Amor las almas mueren, sin el Amor de Shambhala las almas se precipitan en inciertas decisiones.
He aquí el Corazón de Shambhala, que se presenta como un terafín, impregnado de la experiencia pura, inocente e inofensiva de muchos de Mis discípulos de otrora, desde Oriente hasta Occidente.
Que estas Palabras los fortalezcan, que los animen a seguir los pasos del Señor de Shambhala, sabiendo que habrá que hacer mucho por esta humanidad en este tiempo de dura purificación.
Pero no se olviden de algo: la Luz de Shambhala, que es irradiada por el Amor del Creador, siempre triunfará, siempre vencerá en aquellos que tienen fe en ella.
Que esta Maratón sea un reencuentro con la sabiduría de Oriente para que sean sostenidos en todas las obras que llevarán adelante en estos meses construyendo el Plan de la Manifestación de Dios en esta humanidad.
Desde el Sagrado Desierto de Gobi, los bendice y los anima su Maestro,
El Señor de Shambhala
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Pueden ir en paz.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más