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Queridos hijos:
En este día sábado, acompañen el recogimiento del Señor, a fin de que Su Sagrado Corazón sea reparado de todos los males causados al género humano y especialmente a la vida.
Recemos para que las naciones, los pueblos y la sociedad reencuentren el sentido y la razón de pertenecer a Dios, para que las ideologías que incitan al rechazo y a la negación de toda espiritualidad e incluso de toda religión no socaven el camino de las almas, del retorno a la Casa del Padre Celestial.
Por eso, hijos Míos, este es un tiempo atípico, es un tiempo en el que prevalecen ideas propias, capaces de cambiar el destino de una o de varias naciones enteras.
Esta es la razón y es el momento de recurrir al Templo Espiritual de Dios, para orar y para pedir que la sensatez colme a todos los corazones posibles, especialmente a todos los corazones que ya no creen en la existencia del Dios Vivo. Esto también hiere a Mi Corazón de Madre, así como la lanza hirió a Mi Hijo en la Cruz.
Por eso, queridos hijos, deberán tener una vida unida a Dios, porque Él es la Fuente y Él es el alimento espiritual en estos tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
He aquí el Señor de Shambhala, la Luz de Dios que siempre brilló en Oriente, la Luz que inició a muchas consciencias en el sagrado camino de ascensión y trascendencia.
He aquí la Sagrada Luz de Shambhala, que reverbera a través de los tiempos y de las generaciones, que inspira y despierta a las religiones a una unión predilecta con la Creación.
Yo Soy el Señor de Shambhala, que impulsó en los planos internos la unidad entre los pueblos y las culturas, de Oriente a Occidente.
He aquí la Estrella de Luz de Shambhala, que brilla perpetuamente en los planos internos del Sagrado Desierto de Gobi, la Luz de la Estrella de Dios que guio a los grandes maestros del Oriente, que consagró a muchos yoguis y consciencias para alcanzar el camino de la autotransformación y liberación.
He aquí la misteriosa y desconocida Luz de Shambhala, que instauró desde el principio el Gobierno Espiritual en el planeta, que abrió las puertas al autoconocimiento de los seres, que manifestó la Sabiduría y la Compasión de Dios.
He aquí el regreso del Señor de Shambhala, que anuncia Su Retorno al mundo, a todas las generaciones y los pueblos; que vendrá a unir, a través de la comunión interna, a todas las culturas y religiones.
He aquí el Señor de Shambhala, que escribe con Su propia Mano la Ley de la Creación, que forja en el corazón humano al verdadero guerrero, al eterno servidor, aquel que es capaz de dar la vida por Mí.
Sean bienvenidos al Reino de Shambhala, a la Sabiduría Infinita y Cósmica que impulsó y despertó a los primeros pueblos del Oriente del planeta para entrar en comunión y en unidad con la Creación.
Los misterios de Shambhala se revelan a los pacificadores del Señor de Shambhala, a aquellos que saben identificar en sí mismos las Señales de Dios.
He aquí el Señor de la transmutadora Luz de Shambhala, Quien erradicará las leyes incorrectas de la Tierra y las substituirá por las Leyes Divinas y Cósmicas, porque el Gobierno Espiritual del Señor de Shambhala se aproxima y las consciencias son tocadas por la Luz del Sagrado Reino de Shambhala.
Así como fue en Israel, la Luz de la Sabiduría y de la Compasión vuelve a emerger desde Oriente; y muchos, pero muchos consagrados de otrora, que siempre siguieron las huellas de los maestros, reencontrarán en este tiempo final el motivo y la causa de estar sirviendo al Dios de la Creación en el final de estos tiempos.
Por eso, recuerden, recuerden la Luz de Shambhala, el Eterno Misterio de Dios que se develó en el Desierto de Gobi, que ha guiado y conducido a muchos pueblos que tienen fe en lo inmaterial.
Hoy, sagradas formas emergen del Corazón de Shambhala y expresan sus sublimes geometrías creadoras para substituir la matriz del mal de este mundo, convertirla, transmutarla y liberarla, hasta que sea el arquetipo que el Padre Celestial necesita para este Proyecto.
Yo Soy el Señor de los Cielos de Shambhala. Vengo a anunciar el Nuevo Tiempo. Vengo a entregar la última oportunidad. Vengo a hacerles recordar sus orígenes, preciosamente guardados en las estrellas.
He aquí el Señor del Templo de Shambhala, que no es visible a los ojos físicos, pero que es visible a los ojos del corazón. El alma que intuye la Luz de Shambhala se ve ante ese Templo Sagrado que se fundó aquí, en este planeta, desde los principios de la Tierra para instaurar la espiritualidad en este mundo. Este es uno de los siete misterios de la Fuente, a medida que los sellos se van abriendo, la Luz de Shambhala se vuelve a revelar a través del Señor del Desierto.
El Señor de Shambhala vuelve a reunir a Sus discípulos, después de muchas escuelas y experiencias vividas en este planeta; para que, en este momento culminante de la Tierra, los discípulos y seguidores del Señor de Shambhala hagan su síntesis espiritual; y para que, a través del Centro Regente del corazón, las corrientes ígneas de este universo, los impulsos sublimes de la Fuente, a través de los rayos y de las corrientes, reconstituyan este planeta a nivel espiritual.
Pero no será a través del enfrentamiento o de la batalla que se disipará el mal de esta humanidad; sino como los grandes monjes y yoguis de Oriente que, con su cabeza en el suelo, reconocen la Luz de Shambhala y el tiempo de la compasión que viene a curar al corazón humano, que viene a liberar el espíritu de cada ser de las marcas de los errores del pasado, disolviendo los grilletes de la perdición, limpiando y purificando los caminos y el sendero de cada uno de Mis discípulos; para que, delante del Gran Portal de Shambhala que hoy une a todas las religiones y pueblos de este planeta, se conceda la Gracia de comenzar de cero este Proyecto Sagrado de la humanidad.
Por eso, el Reino de Shambhala hoy viene a su encuentro, al encuentro de cada corazón que tiene fe en la Luz Divina, al encuentro de cada corazón que persevera en su ascensión y trascendencia.
La Luz y el Señor de Shambhala vienen al encuentro de los que se esfuerzan para ser consecuentes con la Ley del Universo y con la Ley de la Tierra, a fin de que la paz y la armonía se establezcan en este tiempo de dolor.
Yo les prometí que retornaría. He aquí la Faz del Señor de Shambhala, que se revela a través de las oraciones de Sus hijos y que consagra a los que se definieron por seguir los pasos del Maestro entre los maestros.
Shambhala vuelve a presentarse al mundo por última vez. La Luz de Shambhala viene a preparar los próximos movimientos de la Jerarquía Espiritual en esta última fase del segundo semestre de este año.
La Luz de Shambhala llegará, como llega hoy, a reorganizar las Leyes de la Manifestación e impulsar internamente el establecimiento del Gobierno de Cristo. Aunque esto parezca prematuro no lo es, porque la Luz de Shambhala es original en su Sabiduría y en su Ciencia.
Muchos monjes consagrados y discípulos ya la contactaron, desde los extensos desiertos hasta las altas montañas, desde el Desierto de Gobi hasta el Tíbet y desde el Tíbet hasta la India, y más allá de esta nación la Luz de Shambhala se ha manifestado a través de los maestros.
Es así que los hacemos retornar al principio del Origen, porque los que se han decidido a seguir a Cristo, el Redentor, y han dado el paso de consagrar sus vidas a la Ley, necesitarán imperiosamente la guía interna de la Luz de Shambhala.
He aquí el Hijo Solar de Shambhala que, a través de esta nueva Maratón de oración, abre las puertas al próximo ciclo, después del último ocho de agosto.
Muchas serán las obras por alcanzar, tal vez pocos serán los autoconvocados, pero no se olviden de servir al Señor de Shambhala por amor y por ninguna otra causa.
Que la fuerza interior de cada uno provenga del amor que ustedes tienen por la Sabiduría y por la Compasión del Gran Reino de Shambhala, que siempre tiene la tarea de guiar el Plan de la Manifestación en las diferentes esferas de la consciencia.
Hoy, Me alegro por aquellos que trabajan en este mundo por las causas de la sabiduría, de la paz y de la compasión y, más aún, trabajan dando su vida por la presencia del Amor Mayor en este mundo. Porque sin Amor las almas mueren, sin el Amor de Shambhala las almas se precipitan en inciertas decisiones.
He aquí el Corazón de Shambhala, que se presenta como un terafín, impregnado de la experiencia pura, inocente e inofensiva de muchos de Mis discípulos de otrora, desde Oriente hasta Occidente.
Que estas Palabras los fortalezcan, que los animen a seguir los pasos del Señor de Shambhala, sabiendo que habrá que hacer mucho por esta humanidad en este tiempo de dura purificación.
Pero no se olviden de algo: la Luz de Shambhala, que es irradiada por el Amor del Creador, siempre triunfará, siempre vencerá en aquellos que tienen fe en ella.
Que esta Maratón sea un reencuentro con la sabiduría de Oriente para que sean sostenidos en todas las obras que llevarán adelante en estos meses construyendo el Plan de la Manifestación de Dios en esta humanidad.
Desde el Sagrado Desierto de Gobi, los bendice y los anima su Maestro,
El Señor de Shambhala
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Pueden ir en paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Después de mucho tiempo, vuelvo a sentarme debajo de la Higuera, para que las almas se aproximen a Mí y alcancen la elevación de la consciencia, la trascendencia del sufrimiento, para que las almas puedan volver a alcanzar la paz, la paz que falta en este momento, que distancia a las almas del Camino de Dios, que aleja a los corazones de la Verdad.
Vengan a Mí e ingresen a Mi Templo Interior, al Templo de Mi Corazón; así como muchos más están dentro del Templo de Mi Corazón para contemplar en este tiempo el Propósito Divino, la Llama Flameante de la Fuente que nunca se apaga y que ilumina a los mundos internos más allá de donde se encuentren, porque es una Llama Inmaterial, es una Llama Divina que también su Maestro y Señor contempla para poder seguir siempre la Voluntad de Dios.
Por eso, ingresen al Templo Interno de Mi Corazón, así como ingresan los demás Maestros de la Jerarquía. Y debajo de este simple Templo, debajo de esta Luz de la Higuera, reciban la sabiduría y el entendimiento para este tiempo, para que el mundo aprenda a tomar decisiones correctas, decisiones benéficas y fraternas, decisiones que eviten que las consciencias se aparten de la Ley y de la Verdad.
Por esa razón, hoy los He traído hacia este Sagrado Recinto, al Templo Interno de Mi Corazón, debajo de la Higuera de la Luz, para que vuelvan a sus orígenes, a sus raíces; para que recuerden los Principios y los Mandamientos de Dios que son el sostén de su vida espiritual e interna, porque estos Principios y Mandamientos siempre los acompañarán en su trayectoria universal.
Vean los frutos de esta Higuera de Luz, que se expande a través de sus ramas en conocimiento y entrega, que les recuerda a las almas en los mundos internos que más allá de lo material existe lo inmaterial.
Este Sagrado Templo Interno de Mi Corazón está presente en esta Comunidad, fundada bajo los principios por los cuales fue inspirada. Esta gran Comunidad de servicio y de hermandad ha despertado a otras células a través de los tiempos en el mundo entero, trayendo a muchos lugares del planeta beneficios internos inexplicables, Gracias desconocidas, oportunidades únicas para las almas, a través del fundamento de la Fe y de la Verdad.
Por eso, hoy traigo a todos sus mundos internos al Templo Interno de Mi Corazón para que, junto al Maestro entre los maestros, contemplen debajo de esta Higuera de Luz esa Llama del Divino Propósito que es eterna e inextinguible, porque es hacia allí donde deben dirigir sus miradas, es hacia allí donde deben dirigir sus consciencias, para que siempre estén protegidos por el Propósito Divino y, así, sus almas sean una prolongación de ese Propósito en la Tierra. Hacia donde vayan o por donde circulen, ese Propósito Divino tocará a las almas que lo necesiten.
Es así, que Yo los llamo a imitar a los Maestros, a todos los que están reunidos Conmigo en este mismo momento, preparando este próximo encuentro de la Maratón de la Divina Misericordia. Porque después de tantas Maratones de oración, les aseguro que esta no será una Maratón más, porque sus consciencias ya aprendieron a profundizar en el espíritu de la oración, en el amor inagotable al Verbo Divino, a la manifestación de la caridad y del bien.
Por eso, Yo les digo que no teman por aquellos que no comprenden esta Obra, porque muchos se quedarán en lo que es superficial y perderán la Gracia de profundizar en esta riqueza espiritual de Figueira, de la Higuera de la Luz, que fue fundada por la propia Jerarquía con amor, devoción y reverencia.
Por eso, guarden en sus memorias y en sus mentes esta imagen del Templo Interno de Mi Corazón, en este Cónclave de los Maestros, debajo de la Sagrada Higuera de la Luz.
Es así, que los invito a que sus corazones y consciencias renazcan, después de estos dos últimos años de oscuridad organizada. Yo los invito a buscar siempre la verdad interior, aquello que es desconocido y está latente dentro de ustedes, aquella chispa de Luz que proviene de la Fuente Suprema, que los ilumina y que los bendice para poder seguir adelante.
Por esa razón, hoy, su Maestro reenciende la Sagrada Higuera de la Luz, llevando a las consciencias hacia los orígenes y los principios de este Plan, pero también ofreciéndoles a las almas los frutos de la Higuera de la Luz, frutos manifestados a través del esfuerzo, del sacrificio y de la entrega, de la verdadera intención de manifestar el Propósito en la superficie de las Comunidades-Luz y de sus extensiones en este planeta.
Ese Propósito Flameante, que proviene de la Fuente de la Creación, es el que no debe morir en ustedes. En este tiempo crucial del planeta, ese Propósito no puede desaparecer, ni de la faz de la Tierra ni de los mundos internos.
Cuando estén exhaustos o cansados, sobrecargados o perturbados, recuerden el Templo Interno de Mi Corazón, abrazado por la Sagrada Higuera de la Luz, que expresa los frutos de la instrucción y del servicio, no solo por este planeta o por esta humanidad, sino también por todo el universo.
Desearía que muchos más pudieran apreciar esta Gracia, especialmente aquellos que fueron permeados por esta Gracia y que hoy no están aquí. Dios les ha dado a los más simples Sus más preciados tesoros internos, que no provienen del Universo Material, sino que surgen del profundo Universo Espiritual, en donde las almas se pueden alimentar de la Luz de Dios, de Su Amor y de Su Unidad.
Hoy, a través de Mi Presencia, su Maestro y Señor convoca y reúne a los mundos internos a los pies de la Higuera de la Luz, para que juntos invoquemos el poder de la Paz, de la Misericordia y de la Compasión que tanto necesita este planeta, que tanto necesitan esta humanidad y todas las naciones, implorando a Dios a través de esta unidad entre sus corazones y el Mío, entre sus corazones y el corazón de los Maestros, para que el verdadero y sublime Gobierno Espiritual se plasme en la superficie de la Tierra, para que los que dicen dirigir a las naciones ya no generen más sufrimiento, sino que sean responsables de la propia humanidad con entendimiento, sabiduría, verdad y transparencia.
Pero Yo les vuelvo a decir, Mis compañeros, que no busquen los resultados y las soluciones en lo que es material; la Verdad se encuentra dentro de cada uno de sus corazones. Allí, podrán ingresar al Templo Interno de Mi Corazón para poder encontrar una respuesta; porque recuerden que, en el fin de estos tiempos, la humanidad se debe elevar completamente para que, de una vez y para siempre, abandone la ilusión mundial, la injusticia, la impunidad, la esclavitud y hasta la soberbia.
Por eso, los invito, en estos días de oración, a que todos estén a los pies de la Sagrada Higuera de la Luz, para que no solo el Padre los bendiga a través de Su Fuente, sino también para que el Propósito, que está previsto que se cumpla y se realice, se concrete a través de la adhesión de todos los corazones y mundos internos.
Por eso, esta será una Maratón muy importante, porque de la ofrenda de los corazones dependerá que ese Propósito Flameante de Dios se pueda cumplir no solo en Brasil, sino también en toda la humanidad.
Por eso, a aquellos que aman los mundos internos, aquellas consciencias que están en sintonía con los Maestros de la Luz, los invitamos a estar unidos bajo el espíritu de la Misericordia y de la Compasión que tanto el mundo necesita, para que los Principios y los Mandamientos puedan ser vividos por todas las consciencias y, todas las consciencias, recuerden sus orígenes, la experiencia del Amor y del Perdón que todos deberán llevar en espíritu al Universo.
Que los Rayos de la Divina e Insondable Misericordia colmen y permeen este momento.
Que las almas se sientan abrazadas por el Amor de Dios para que, en los tiempos de oscuridad, las almas caminen por el sendero del Maestro hacia el encuentro de Su Templo Interno, en el Templo de la Higuera de la Luz.
Oremos.
Señor,
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio y
que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.
Les agradezco por estar aquí Conmigo, por estar enteros a Mis Pies, cerca del Templo Interno de Mi Corazón, a los pies de la Higuera de la Luz, para que el mundo se convierta y se redima, y la paz se alcance en toda la Tierra.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigesimosexto poema
Señora de la Adoración,
que podamos ingresar en oración y en consciencia
al Divino Templo del Señor,
para que seamos purificados de todo
y liberados de cualquier opresión en nuestra consciencia.
Señora de la Adoración,
ayúdanos a que nuestros pecados sean disueltos
por el poder de Tu Amor maternal.
Que seamos lavados y purificados en el Templo,
para que nuestra alma renazca
libre de las prisiones de la vida
y entregada en confianza a la Voluntad de Dios.
Señora de la Adoración,
que nuestra purificación nos enseñe
sobre la redención de nuestras formas y modos de vida.
Que en esta oferta de purificación
que vivimos en este tiempo,
alcancemos el primer sendero de la santidad.
Madre y Señora de la Adoración,
ilumina con Tu Gracia nuestros caminos.
Que después de nuestra purificación,
encontremos la Luz del Rostro de Cristo Glorificado.
Que nuestra alma se exalte
al poder sentir y participar de la Comunión Espiritual
y de la consagración que Jesús nos ofrece.
Que, en esta purificación,
veamos el lado bueno de toda esta experiencia
porque, por medio de este aprendizaje,
esperamos poder crecer en Amor y en Verdad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Séptimo poema
Madre,
haz de mi ser imperfecto
un resultado de redención.
Haz de todas mis miserias
un acto de rendición y de perdón.
Que Tu Corazón, Madre,
me colme a través de Tus Rayos de Amor,
para que pueda vivir
la Sagrada Voluntad de Tu Hijo.
Libérame de las cadenas que aún sigo arrastrando.
Corta con Tu Espada de Luz, Divina Señora,
los lazos espirituales con el mal,
para que también el planeta se libere
de todo lo que le ocasiona la humanidad.
Te pido, querida Madre,
que me acompañes en cada paso,
que vigiles y guardes los tesoros que recibió mi alma,
a través del Amor de Tu Hijo,
porque mi única aspiración, Reina del Cielo,
es cumplir y vivir todo lo que Cristo espera.
Para eso, levántame, Madre,
de todas mis caídas;
socórreme, Madre,
en los momentos de mayor tribulación;
protégeme de todos los asedios.
Que mi espíritu, mente y cuerpo,
sean un templo
en donde Dios pueda estar.
Que, por Tu bendición, Madre,
pueda cumplir las promesas de Cristo.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A las puertas de los Misterios de Amor que Yo traje para el mundo durante la dolorosa Pasión de su Maestro y Señor, hoy traigo para el mundo la Presencia de Dios, la Presencia de Emmanuel.
Es así que, en este momento, Dios está con ustedes, así como ustedes están con Dios.
Y este Misterio, que hoy se presenta al mundo, es una de las tantas revelaciones que el Apocalipsis traerá a la humanidad, aunque la humanidad viva su tiempo de Armagedón.
Para que Dios pueda estar más tiempo con ustedes, a través de la Presencia de Emmanuel, ustedes deberán seguir profundizando en su unión interna con el Padre, para que Él, directamente de Su Fuente de Amor, de Misericordia y de Piedad, envíe al mundo lo que los corazones necesitan en este momento para poder sobrellevar estos tiempos difíciles.
Cada uno de ustedes, como también los que despertarán en el futuro, aprenderán a contactarse con Dios de la forma que cada uno lo pueda reconocer y representar en su interior, en su corazón.
Por medio de estas palabras es que hoy les traigo la Presencia de Emmanuel, que se representa a través del símbolo del Omega, con el cual un fin está llegando para toda la humanidad y el Universo. Un fin que traerá muchas más revelaciones, traerá más consciencia y más discernimiento para la humanidad, hasta que la mayor parte de los seres de la Tierra reconozca, en este momento y en este tiempo, que se apartó del Padre Eterno para honrar, adorar y alabar a los dioses de la modernidad y de la vanguardia de estos tiempos.
Pero como sé, compañeros, que los corazones están despertando hacia esa realidad, están comenzando a percibir que ya llegó el último tiempo en el que se presenta el Gran Portal para poder ingresar, por el camino del retorno, hacia la Casa del Padre.
El Corazón de Emmanuel escucha las súplicas de Sus hijos. El Corazón de Emmanuel acompaña el momento que vive hoy la humanidad, y con Él todos Su ángeles y huestes de Luz que, a los pies de Su poderoso Trono, adoran eternamente al Padre a través del Corazón Eucarístico de Su Hijo, para poder traer al mundo la ayuda que el mundo necesita en este ciclo.
Cuanto más aún las almas se vuelvan a Dios, más temprano terminará lo que la humanidad está viviendo en este ciclo.
Pero si eso no sucediera, si los corazones no se arrepintieran e hicieran sacrificios para reparar el Corazón ofendido de Dios, mayores pruebas vendrán a la humanidad y estas pruebas serán desconocidas. Cuanto más suplique el pueblo de Dios, cuanto más los corazones se arrepientan verdaderamente y no demoren en poder hacerlo, menor será el tiempo de sufrimiento, aunque estén viviendo en este momento la primera parte de este Armagedón planetario.
Si Emmanuel está entre ustedes, ustedes estarán dentro del Plan de Dios y de la gran Consciencia de Su Voluntad. Así, sus almas y corazones serán inspirados para poder rehacer sus vidas, conforme los Mandamientos de Dios lo declaran y así, recapacitarán y volverán a ingresar al camino que perdieron por diferentes circunstancias.
Hoy, en el Nombre de Emmanuel, del Dios entre nosotros, vengo a entregar este mensaje al mundo, porque aún queda un poco de tiempo para que la mayor parte de la humanidad pueda hacer el cambio que necesita, y así recibirá del Universo todos los códigos que necesita, todas las inspiraciones que necesita, para poder volver a erguir a esta humanidad que se alejó del Amor, del Perdón y de la Redención.
En este día, Mi Corazón Eucarístico se ofrece al mundo nuevamente, no solo para que los ángeles y las huestes de Luz lo adoren y lo contemplen, sino también para que las almas de la Tierra den honra y glorificación al sacrificio que realizó el Hijo de Dios por cada uno de ustedes, durante Su dolorosa y agoniosa Pasión.
Es por medio de este Corazón Eucarístico que Yo les traigo esta oportunidad y esta Gracia para que, por medio de Mi Corazón Eucarístico, mediante la Adoración a la Sagrada Eucaristía del altar, las almas puedan ser perdonadas y, por medio de los méritos que alcanzó su Redentor, las almas justifiquen sus vidas y consciencias, más allá de los errores cometidos, para volver a ser colocadas en el camino de la Redención y del Amor.
Lo que hoy les digo, compañeros, no es nada nuevo, lo han escuchado de diferentes formas y a través de las enseñanzas que Yo he dejado en el Evangelio. Pero precisan ampliar aún más sus consciencias para que la sabiduría y el discernimiento puedan llegar a sus vidas, sabiendo que en este momento es importante tomar decisiones correctas para vivir resultados correctos.
Dependerá de cada uno de ustedes que eso pueda suceder o no pueda suceder.
Por medio de este Sacrificio que hoy ofrece el Hijo de Dios, en el comienzo de esta Semana Santa, los empiezo a preparar, de una manera más consciente y real, para todo lo que el mundo está enfrentando en este tiempo y de todo en lo que está participando el Universo con lo que la humanidad está atravesando.
Nada de lo que está sucediendo está fuera de lugar. La humanidad está teniendo la oportunidad de reconocer sus errores y por medio de la vida sacramental y orante, enmendar todos los ultrajes que fueron cometidos al Corazón del Padre Celestial, especialmente por aquellos que, siendo llamados por su nombre, no cumplieron con su misión y dieron la espalda al Maestro y Señor.
Así comprenderán, Mis amados compañeros, la amplitud de este pedido y el sentido oculto de esta situación que hoy les presento a cada uno de sus corazones.
Porque con esa consciencia y con esa preparación para estos tiempos definitivos, vivirán la verdadera religiosidad, más allá del dogma o de la creencia.
Necesito que vivan la religión del Amor, espiritual, divina y esencial que les trae su Maestro por medio de Su Presencia para todas las almas del mundo.
Hoy hablo para ustedes, como adultos en el camino espiritual, para que cada uno reconozca definitivamente lo que ya no debe hacer más y que todo el tiempo lo quita del camino, de Mi camino de Amor y de Luz.
Reconfigurando sus consciencias y vidas, transformando sus almas y corazones, sus espíritus se redimirán y podrán ser esas estrellas de Luz sobre la superficie de la Tierra, que ayudarán a iluminar al mundo y a los tiempos de oscuridad que vive la raza en este momento.
Y Yo les daré el poder de la Luz, por medio del poder del Amor y de la Unidad del Padre, y así Emmanuel, el Todopoderoso, estará entre ustedes y estará en ustedes, obrando y trabajando después de dos mil años por una nueva redención de la humanidad.
Sírvanse, entonces, de los Sacramentos espirituales y divinos que Yo impartiré en esta Semana Santa. Esa es la razón espiritual por la cual estoy aquí, es la razón principal y fundamental por la cual estoy aquí; para que Mis compañeros, creyentes, devotos y fieles, cada día tomen más consciencia y discernimiento, sobre lo que es necesario hacer en este tiempo y sobre lo que ya no es más necesario hacer en este tiempo.
Así, madurarán muy pronto y sus corazones, como muchas veces Yo lo he visto, estarán disponibles para que Yo me pueda servir de cada uno de ustedes y no solo compartir Mis Gracias y Mis Misericordias, sino también compartir Mi dolor para que juntos lo podamos transmutar y sublimar, con la misma fuerza y poder del Amor, así como Yo lo hice en la Cruz hasta el último segundo de Mi vida.
Es así que hoy brota de Mi Corazón los Rayos de la Divina e Insondable Misericordia, la Sangre y el Agua, que justifican los errores de los seres humanos y que traen la Gracia de la conversión de los corazones.
Si sus almas, consciencias y seres internos se abren de corazón en esta Semana Santa que estoy compartiendo internamente con cada uno de los Míos, muchos serán los prodigios, más rápido se disolverá el sufrimiento y las almas reencontrarán el sentido de haber venido aquí a la Tierra, para servir a Dios y cumplir con Su Plan de Amor.
Por eso, Mi Corazón se abre durante estos ocho días, para recibir las ofertas de cada uno de los corazones, las ofertas de las almas y de las consciencias que, aceptando y reconociendo la dolorosa Pasión del Señor, se entregan como víctimas de Mi Amor para que más y más almas sobre la superficie de la Tierra justifiquen, al igual que el Redentor, los grandes errores del género humano, en esta guerra biológica que ha sido construida y que altera, absolutamente, el Proyecto original del Creador.
Pero no se olviden,
y en este momento Jesús señala al Cielo y nos dice:
Si el Cielo está por encima de ustedes, es porque Dios está por encima de ustedes. Y si el Cielo desciende sobre ustedes, es porque Dios está entre ustedes y es Su Voluntad. Nadie ni nada lo impedirá, aunque nación esté contra nación, aunque la enfermedad abunde en la superficie de la Tierra y los sufrimientos se agraven en el mundo, el corazón que cree y vive en Cristo no perecerá, porque tendrá vida eterna, y glorificará hasta los últimos días de la Tierra, entre los que se lamentarán por no haber reconocido la llegada del Mesías en Su retorno espiritual y divino al mundo. Los corazones que hayan vivido en Cristo celebrarán en el nombre de Jesús y recibirán la llegada del Maestro, así como fue escrito. Que así sea.
Ahora, que sus almas se han dejado moldear por Mis Manos para construir un instrumento nuevo en las Manos del Señor, quiero que hoy se ofrezcan como cálices vacíos, para que Yo los pueda tomar entre Mis Manos, pueda verter Mi Sangre, pueda entregarles Mi Cuerpo, y en esta Comunión ofrezcamos al Padre cada una de sus vidas por la redención del planeta y el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús.
Este es el momento de su ofrecimiento y entrega a las puertas de la Nueva Jerusalén, que hoy desciende al mundo a través del Poder infinito de Emmanuel, para que todos ingresen en la Sagrada Ciudad espiritual que habitarán durante los mil años de paz; una Ciudad que será elevada y erguida, integrada y conformada por la redención de las almas, por la fe de los corazones, por la bendición que cada espíritu haya recibido de Mí.
Este es el momento de su entrega, de su ofrecimiento sincero ante el Creador para que el poder de Mi preciosa Sangre los lave y los purifique, y así sean modelos perfectos en los Altares de Dios.
Ofrézcanse. Ofrézcanse. Ofrézcanse como cálices vacíos en las Manos del Redentor, en esta nueva Cena que hoy celebro con cada uno de ustedes, por el descenso de la Misericordia en cada espacio de la Tierra.
Ofrézcanse y vacíense. Ofrézcanse y vacíense, para que se cumpla Mi Voluntad y no la vuestra, para que en Mi Voluntad vivan la Verdad.
Ofrézcanse y vacíense. Ofrézcanse y vacíense, por los méritos que alcanzó Jesús en la Cruz y para que la vida sacerdotal en la Tierra vuelva a erguir a todos los que han caído en el abismo de la ilusión y de la perdición.
Ofrézcanse y vacíense, como cálices, al igual que los ángeles se ofrecen en adoración y en gloria por el nombre de Jesús y el cumplimiento de Su Plan de Redención.
Ofrézcanse y vacíense, porque ya han entrado en Mi Iglesia espiritual, que habita dentro de ustedes por medio de la comunión con el Santísimo Sacramento.
Yo les dije una vez: “Cuando dos o más estén reunidos en Mi Nombre, Yo estaré en medio de ellos”. Y hoy son mucho más que dos, son cientos que escuchan Mi Palabra en el mundo entero. Por eso, he escogido para este ciclo enviar Mi mensaje a través de la lengua inglesa, para que llegue a todos los corazones que necesiten de Mi Palabra.
Aunque Yo haya escogido este humilde lugar, algún día Mi Iglesia, extendida por toda la Tierra, deberá reconocer lo que aquí ha sucedido, cuando Yo Me eleve al Cielo y no regrese más aquí.
Eso sucederá en el tiempo y vendrán aquí a buscar Mis Gracias, así como vendrán a buscar las Gracias de Mi Madre, la Virgen María, y de Mi Padre, el Casto Corazón de San José. Porque lo que descendió del Cielo en este lugar nunca se perderá, porque no es algo palpable, sino profundamente espiritual, interno e inmaterial. Es algo que viene del Padre por Su Voluntad.
Y aunque la Tierra tiemble, las montañas se separen, aunque los mares suban y las florestas se quemen, aunque muchos animales se pierdan y los gritos se escuchen, en el monte de este lugar estará el Todopoderoso, el Dios entre ustedes, para que, a pesar de todo, sean colmados por Su Paz, reconocidos por Su Amor y santificados por Su Espíritu, a fin de que cada una de sus vidas, las de los fieles a Mi Proyecto, también hagan méritos para los que lo necesitarán en el momento más culminante de la humanidad, cuando ya el Cielo y la Palabra de Dios se hayan recogido del mundo para siempre.
Es allí, en donde Yo los probaré uno a uno, cara a cara, y podré ver con Mis propios Ojos qué han hecho de Mis tesoros, y vendré a buscar los talentos y los dones que he dejado en sus corazones para que Yo pueda repoblar la Tierra de seres humanos de paz, de almas que comprendieron, más allá de todo, el mensaje que ha traído el Cielo en estos últimos doce años.
Cuando se cumpla el ciclo todo sucederá, así como está escrito. Pero las almas que se ofrezcan a Dios de verdad, aunque imperfectas, cambiarán los acontecimientos, así como muchos santos y buenos servidores de la paz cambiaron los acontecimientos, a lo largo de la historia de la humanidad.
Pero nunca se olviden que este es el último tiempo, el tiempo definitivo.
Ofrezcamos a Dios los cálices vacíos de sus corazones para que, en esta hora y a las puertas de la Nueva Jerusalén y dentro de esta Semana Santa, concelebrada con todos los que escuchan y están presentes de corazón, el mundo reciba la intervención del Universo para que sea curado y reencuentre el camino que una vez perdió.
“Oh, Amado Señor del Universo que a través de Tus ángeles, santos y bienaventurados, a través de todos los seres de buena voluntad presentes en este planeta, sea bendecido este altar que en estos ocho días representará una pequeña parte de Tu Obra, de Tu grandiosa Obra, en todo el Universo. Amén”.
“Bendice esta agua, Señor, que es el primer elemento que Tú has creado en este mundo para que las almas, en este momento, vuelvan al Vientre de la Madre de Dios, se sientan contenidas, amadas y amparadas por el gesto maternal del Purísimo Corazón de la Virgen Santísima. Que esta agua bendiga y purifique a todo el planeta, bajo Su poder espiritual”.
Mi Madre Me purificó en el Templo, a días de haber nacido en Belén. Hoy Yo los purifico, pero también los bendigo en el Templo de Dios, en la Casa de Nuestro Padre Celestial, para que reciban Su Gracia y la fuerza de la transformación para estos tiempos.
Israel hoy se levanta en espíritu. Las tribus que crecieron y se expandieron por la Tierra glorifican el nombre del Señor. Y a pesar de los tiempos de oscuridad, las almas reconocen la Venida del Señor, el Retorno del Hijo del Hombre en estos tiempos críticos.
Bienaventurados sean los que escuchan la Palabra del Señor y la viven plenamente en su día a día, para reconocer siempre el Retorno de Cristo en cada corazón. Amén.
Y habiendo purificado a los apóstoles de los últimos tiempos, los invito a estar en Mi mesa, en la mesa del Santísimo Sacramento, para decirles nuevamente que hoy vuelvo a tomar el pan y lo ofrezco a Dios por la redención del género humano, para que sea bendecido y transubstanciado en el glorificado Cuerpo de Cristo. Y así, se los entrego diciéndoles: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que es hoy entregado por el mundo para el perdón de los pecados".
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.
Y hoy tengo entre Mis Manos cada uno de los cálices vacíos de sus corazones, y llenados por este vino de la renovación los ofrezco al Padre, para que sean bendecidos y transubstanciados. Y enseguida, se los entrego nuevamente a cada uno de ustedes, diciéndoles: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza entre las almas y Dios, Sangre que hoy es derramada espiritualmente sobre el mundo para la remisión de todas las faltas. Hagan esto siempre en Mi memoria".
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.
El Cuerpo y la Sangre de Cristo. Que sean felices los que son llamados a servirse de este Sacramento, para que descienda la Misericordia de Dios y las almas se exalten en gozo y alegría, hasta el retorno de su Maestro y Señor.
En unión al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, unidos a todos los que escuchan en los cuatro puntos de la Tierra, unidos a Mi Corazón Misericordioso y Eucarístico, a través de la fuerza y el poder de la oración, decretemos la oración que Yo les enseñé en el Monte de las Bienaventuranzas.
Padre Nuestro.
Vamos a hacer la oración en inglés.
Padre Nuestro (en inglés).
Que la Paz descienda a la Tierra.
Renovados por la fuerza de este Sacramento que los renueva en la vida espiritual, interior y física, reciban este impulso espiritual como preparación para caminar Conmigo durante esta Semana Santa a fin de revivir los méritos de la dolorosa Pasión de su Señor.
Agradezco la apertura y la disposición de los que escuchan, porque una Voluntad muy grande se está viviendo en este momento, y aunque sea desconocida, les prometo que la conocerán en poco tiempo.
En oferta por todos los que se ofrecieron en esta tarde como cálices vacíos, como corazones abnegados, y antes de que Me eleve al Cielo, lugar del cual provengo para visitarlos, escucharemos una oferta que también toca el Corazón de su Redentor, llamada “Tú eres el Rey”.
Les agradezco, y que la paz esté en ustedes para que la paz esté en el mundo, en las almas que más sufren.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor,
haz de mi corazón Tu nueva y eterna Jerusalén.
Entra en mi interior con Tu gloria y majestad.
Conduce Tus pasos al templo de mi corazón,
y allí, derriba toda mentira, vanidad y egoísmo,
toda soberbia, arrogancia y miseria
que me separan de la verdadera esencia
que habita en mí.
Torna sagrado este templo, por Tu Presencia,
por Tu Verbo y por Tu Corazón.
Que Tus Palabras encuentren eco en mi interior
y, por los siglos de los siglos,
resuenen en mi consciencia
y se tornen Vida en mi vida.
Amén.
Que este Domingo de Ramos acontezca no solo en la memoria, sino en el corazón, en la consciencia y en la vida de todos los discípulos de Cristo.
Tienen Mi bendición para ser morada eterna y renovada del Señor.
San José Castísimo
Serie: Los árboles secuoyas – Parte V
Los gigantes del Templo de los Mil Portales fueron contactados durante cientos de años por los eremitas y yoguis de Oriente.
Muchos de ellos llegaban a estar frente a los árboles secuoyas durante sus meditaciones, aunque estuvieran lejos, a cientos de kilómetros.
No había impedimento para que los ermitaños o los yoguis entraran en comunión con la naturaleza, porque la fuerza de atracción espiritual de los árboles secuoyas permitía mantener un rápido contacto interno con la Fuente.
Por esa razón, ellos alcanzaron las grandes alturas celestiales. Su crecimiento y expansión siempre buscaban alcanzar el Universo álmico de Dios.
Los árboles secuoyas desde siempre se ofrecieron para que el ser humano pudiera acceder, a través de ellos, a los niveles superestelares de consciencia y, desde allí, recibir los impulsos internos que necesitan las almas para sentirse dentro del camino de Dios.
Los ermitaños del pasado, como los yoguis del Oriente, entendían la ciencia y la filosofía de la Creación y sabían que cada Reino está para cumplir una función primordial dentro de la evolución universal; y que los árboles, las montañas, los ríos o los animales no solo son criaturas inferiores, sino que los ermitaños y los yoguis descubrieron que en verdad la belleza espiritual y álmica de los Reinos de la Naturaleza existió, desde siempre, para enseñarle al ignorante hombre de superficie.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mi abundancia espiritual se comparte y se distribuye entre todos aquellos que son verdaderamente devotos de Mi Corazón Eucarístico.
Así, esa abundancia, que es ilimitada e infinita, llega a las almas en forma de rayos de luz que traen consigo todas las virtudes y los dones que las consciencias necesitan para poder dar pasos hacia Mí.
La abundancia espiritual les permitirá acceder a Mis más íntimos tesoros guardados en el templo del corazón y preservados para cada uno de los Míos que se dispongan a penetrar más allá de la mente lo que la Fuente de Mis Prodigios puede hacer por la humanidad.
Todos son colocados en la fila de la paciencia para recibir en las manos esa Fuente de abundancia espiritual que llega al mundo para atender la necesidad de los corazones.
Ábranse a la Fuente de la manifestación y encontrarán todas las respuestas después de que sus vidas sean completamente parte de la Divinidad del Padre, y en la Divinidad del Padre tendrán más tiempo para recapacitar y decidir de qué lado estarán cuando todo suceda.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mi Corazón es un templo y un refugio de Amor y de Luz para quien lo acepta como receptáculo perfecto de Dios.
Mi Corazón es testigo del Amor Creador del Padre y de todo lo que Él pensó para llevar adelante el proyecto de la felicidad de Sus hijos.
Mi Corazón, por eso se ofrece al mundo como Él se ofreció en la Cruz por cada uno, para que cada ser tuviera la Gracia de la rehabilitación interior y de la redención.
Aquí está Mi Corazón que, aun siendo ofendido y lastimado por el mundo, se entrega, una y otra vez, por Amor y Misericordia para que se establezca la redención planetaria.
Quédate en Mi Corazón y nada te sacará de Él, porque Mi Corazón es el templo para la elevación de tu consciencia y es el consuelo para tus momentos de purificación.
Te entrego Mi Corazón como puerta de salvación y como sostén en los tiempos de tribulación.
En Mi Corazón siempre encontrarás a Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
No importa cuán imperfecto o defectuoso seas. Eso no tiene ningún valor para Mí, lo que tiene importancia es que mejores todos los días un poco más para que, así, Mi Obra de Redención y de Misericordia se realice en tu vida y en el mundo.
Lo que verdaderamente importa es que lo intentes todos los días, que te esfuerces de verdad por agradar a Mi Corazón ofendido. Eso Me bastará para contarte como parte de Mi rebaño apostólico en el fin de los tiempos.
Nunca dejes de abrir el corazón para la transformación de la vida y de la consciencia, porque en esa simple apertura permitirás que los milagros de conversión y de transformación sucedan, de etapa en etapa.
No busco tu santidad ni tu realización inmediata. Busco lo más verdadero que guarda tu corazón y lo que aún no le has mostrado a nadie.
Ábrete a amar tus imperfecciones para que ellas se transformen. Nunca entres en conflicto ni en batalla. Nunca te dejes vencer por la soberbia ni por la arrogancia.
Ríndete a Mis Pies todo el tiempo y sobre ti construiré Mi Templo Espiritual.
Adelante.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hermanos:
Vengan a Mi Templo de Luz. Las campanas ya están llamando. La hora de la ofrenda se aproxima. Preparen sus lámparas de aceite, porque el Sacerdote Mayor llegará. Vistan los atuendos de la consagración. Que las hijas del Altísimo cubran sus cabezas con el velo de la consagración.
Es hora de entrar al Templo y que los sacerdotes menores canten los himnos de la consumación final.
Prepárense, las campanas del Gran Templo ya están llamando y su sonido resuena en todos los mundos internos, en todas las almas, en todos los corazones.
El Señor del Universo está descendiendo bajo el poder de la Gloria de Dios. Mientras tanto, que sus corazones sientan el sagrado suspenso del Gran Momento en el que las puertas del Cielo se abrirán para conducir a las almas hacia el Reino del Señor.
Pero en la memoria de los Míos quedará el recuerdo de la Pasión del Señor. Así los creyentes y devotos se postrarán, cabeza al suelo, cuando escuchen en el cielo el estruendo y vean la luz de la llegada del Señor.
Todo se volverá a renovar y todos tendrán la gracia de poder hacer penitencia.
Las campanas están llamando. La Sagrada Semana se aproxima, y son invitados a comulgar de ese importante encuentro.
Despierten.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Ofrezco Mi Corazón como refugio y reparación de las almas.
Ofrezco Mi Corazón como fortaleza de protección y de amparo, pero, ¿quién ingresará a Mi Corazón para poder vivir Mis atributos?
Ofrezco Mi Consciencia y Existencia por cada uno de Mis hijos, para que puedan conocer en sí mismos las Virtudes y los Dones de Dios.
Por eso, ofrezco Mi Corazón, incansablemente, hasta que las almas aprendan a dar los pasos, por sí mismas, en la seguridad espiritual necesaria para estos tiempos.
Mi Corazón es el Templo que se ofrece a las almas para que Dios sea adorado y alabado, y así se cumpla Su Voluntad en el Universo y en la Tierra.
Ofrezco Mi Corazón como amparo de los corazones, para que el misterio de Amor esté vivo en Mis hijos y ellos aprendan todos los días a amar a Dios, más allá de todo.
Ofrezco Mi Corazón como refugio de los desamparados y como alivio de los que necesitan reencontrar a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Serie – Relevaciones Divinas de estos tiempos
De la humilde gruta de Belén al Templo de la Circuncisión – Parte II
Luego de los acontecimientos físicos, internos y universales sucedidos en la simple gruta de Belén, algunos días después, San José y su Madre Celeste se prepararon para presentar al Niño Dios en el Templo.
Este ya sería el segundo misterio que se revelaría en aquel tiempo a los hombres al respecto de lo que, espiritualmente, significaría la venida del Mesías a la Tierra.
En aquel tiempo, la gruta de Belén quedó impregnada y colmada de la luz crística. Por cada lugar que el Niño Rey pasaba, atributos y códigos divinos iban siendo depositados en esos espacios como terafines y todos aquellos que, de alguna forma u otra, participaron y supieron sobre el Nacimiento de Jesús en Belén, también recibieron impulsos espirituales que los llevarían a la transformación de la consciencia.
A días de haber nacido el sagrado Niño de Israel, San José ya había hecho los preparativos y rezado sus oraciones con el fin de que Él también atravesara, en el Templo, el proceso de la llamada purificación.
San José llegó al Templo junto con María Santísima y el Pequeño Niño en brazos, solo que, durante el acto de la circuncisión de Jesús, así como lo pide la Ley de Moisés, un hecho inesperado se presentó a través de un humilde sacerdote llamado Simeón.
Ese sabio y contactado ser era uno de los tantos hombres de la Tierra que esperaban la llegada del Mesías y el cumplimiento de las profecías de los Profetas.
En esa instancia de la presentación del Pequeño Niño en el Templo y luego de la circuncisión, Simeón, siendo inspirado por el Fuego Divino del Espíritu Santo, compartió y le anunció una profecía a la Madre de Dios, diciéndole que una espada de dolor atravesaría Su Corazón y, en seguida, repitió una de las profecías sobre el advenimiento de Cristo a la Tierra.
El Templo de la Circuncisión fue el escenario en que, no solo se determinó la consagración total del Niño Rey al Plan de Dios, sino que allí también se vio representado el sacrificio espiritual que Su Madre Celeste viviría, ofreciendo al Pequeño Niño como reparación y expiación espiritual por todos los errores cometidos por la humanidad.
Fue allí, a partir de ese momento, con la presencia de Jesús en el Templo, que comenzó la caída del imperio del mal que en ese tiempo sometía y castigaba a la Tierra, impidiendo la continuidad de la evolución del sagrado Pueblo de Israel.
La llegada del Pequeño Jesús al Templo, en compañía de San José y de Su Madre Celeste, permitió que en esa misma hora se desarrollara una gran intervención divina, la que pondría fin a la decadencia de los hombres y de todas las generaciones humanas por medio de la presencia de Cristo en la Tierra, así como por toda la vida que, de manera incondicional, el propio Niño, después Hombre, donaría por amor a todos Sus hermanos.
El acto de la purificación en el Templo significó el pasaje a otra etapa de ese Plan perfecto, pero silencioso, que el mismo Dios estaba llevando adelante a través de Su Amado Hijo.
Fue a través de la Presentación del Niño Rey en el Templo que la intervención angélica y arcangélica comenzó a suceder directamente en todas las almas de la humanidad de aquel tiempo, ya que era necesario que todo el género humano saliera de su proceso de autodestrucción y de su ansia de poder.
Por esa razón, desde que Jesús encarnó en la Tierra, los seres angélicos y arcangélicos, a pedido de la Madre de Dios, hicieron uso de los más altos instrumentos espirituales y de los más puros Rayos Inmateriales, a fin de que los espíritus en la Tierra vivieran los primeros pasos de la redención.
Para que todo esto fuera posible, el mismo Niño Rey, aun siendo recién nacido, aplicaba ciertas Leyes divinas, las que, a través de su cumplimiento, modificaban la condición espiritual de la Tierra y, al mismo tiempo, abrían los portales para el contacto y la comunicación espiritual entre la Fuente Mayor y los mundos internos, lugar en donde se encuentran las esencias.
Todo el movimiento universal realizado por la presencia de la Sagrada Familia y por la intervención angélica, impidió el avance de las potestades del mal sobre la consciencia humana, la que, en aquel tiempo, era más primitiva.
Esas entidades contrarias tuvieron que presenciar, como castigo, toda la victoria que fue generada desde el Nacimiento de Jesús, hasta la Muerte y la Resurrección de Cristo.
De esa forma, el planeta y la humanidad fueron convertidos y redimidos por el potente voltaje del Amor-Sabiduría.
La alianza que se alcanzó entre el Cielo y la Tierra derrotó y venció los proyectos del adversario.
Ahora, en este tiempo actual y antes de la segunda Venida de Cristo, la humanidad se encuentra en un momento muy semejante al Nacimiento de Jesús, un momento en el cual cada ser humano tendrá la Gracia de vencer a través del amor y de superar y trascender la indiferencia para que Cristo vuelva a triunfar en todos los corazones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Atraeré hacia Mi Corazón almas desconocidas para ustedes, y ellas se aproximarán a esta Obra por Mi intercesión.
Serán como mariposas que posarán sobre la Flor de Mi Corazón, o como abejas que tomarán el néctar de las flores vivas de Mi Jardín.
Esas almas serán retiradas de la vida superficial de la Tierra y, con todo Mi Amor, Yo las abrigaré para que tengan la gracia de conocer, por única vez, el Manantial de la Divina e insondable Misericordia.
Las colocaré dentro del océano de Mi Amor para que sean purificadas y reciban los impulsos espirituales que necesitan, así como la lluvia que humedece la tierra para tornarla fértil.
Esas almas llegarán de diversos lugares y caminos, y Yo las conduciré hacia un solo camino, les abriré la sagrada puerta de Mi Templo Interior para que reciban la bendición del Divino Espíritu.
Algunas de ellas sentirán el impulso de consagrarse a Mí de forma total; y otras sentirán la necesidad de seguir Mi Camino hasta poder encontrar, por sí mismas, la Fuente de Mi Misericordia y beber de ella para nutrir sus esencias.
A ustedes les corresponderá estar atentos para aprender a reconocer a las almas que enviaré para formar parte de Mis comandos, así como ustedes ahora lo hacen, según Mi Voluntad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cánticos de Figueira - “En la Cena”
En este cántico ingresamos al templo del corazón y nos recogemos durante la noche para orar con el Maestro.
El alma deja atrás las miserias y los miedos para acompañar al Maestro en la gran ceremonia de la Comunión.
En este cántico se confirma y se profetiza la expresión y la manifestación de las Comunidades-Luz, las que son guiadas por la Mano del Gran Pastor, quien, reuniendo al Pueblo de Dios, celebra con los autoconvocados.
La preparación comienza con la oración diaria para recibir, en el gran cónclave, al Maestro del Amor. Él demuestra Su Amor por todos los seres y se recoge como Espíritu dentro del alma de cada ser.
Cuando todos son llamados se revela la sala del gran encuentro para que entren en comunión con lo Alto y así las almas permanezcan en el Señor.
Él revela el gran momento de la Comunión, ofreciéndose al Padre, pero también pidiéndole a todos que vigilen y que oren siempre para no perder el rumbo hacia el Corazón de Dios.
El Señor se muestra amoroso y resplandeciente y recibe en Su Reino a todos los que fueron llamados para servirlo, llevándolos ante el Trono de Dios para que reciban las Gracias del Padre Celestial y, así, lo reverencien por los siglos de los siglos.
Este cántico demuestra la fidelidad al Señor, fidelidad que podemos vivir a través de la oración diaria y así encontrar el camino de retorno hacia nuestro origen.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Vengo a purificar tu templo para que Mi Consciencia pueda habitar en ti.
Deseo que todo en tu interior sea removido y, de la misma forma, contemplado por la inmensidad de Mi Luz.
No espero la perfección inmediata ni tampoco la transformación temprana.
Conozco tus virtudes, pero también sé de tus errores.
Vengo para despertar en ti el don de Mi Humildad, el que te hará libre de ti y del mundo. Así podrás participar de Mi Presencia inmutable y eterna, podrás ser parte de Mi Espíritu estando en comunión Conmigo.
Sé que todo tiene un tiempo para poder suceder y concretarse.
Aquiétate en Mi Presencia y no perturbes tu corazón por las posibles crisis de la vida.
Acepta la realidad que vives, carga con la cruz que Mi Padre te ha confiado y vivifica Mi Consciencia, una y otra vez, por medio de Mi Cuerpo y de Mi Sangre.
No dejes de sonreírle a la vida, el mundo necesita de la verdadera felicidad de los apóstoles de Cristo para que, así, sea colmado de un alivio que hasta ahora no ha conocido.
Sigue aspirando a la transformación. Las pruebas son los grandes puentes y abismos que por el resto de tu vida deberás cruzar.
Anímate a decirme “sí” y todo estará resuelto.
Sabes que para tu Señor no existe nada imposible.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Deja que la Divina Misericordia obre y actúe a través de ti.
Conviértete en una llama de la gran Fuente del Espíritu y sé luz para los tiempos de tinieblas.
Convierte tu alma en un templo consagrado por la oración sincera y por la fe constante.
Permite que cada momento de oración sea una ceremonia amorosamente ofrecida al Creador, Padre del Cielo y de la Tierra.
Que cada momento de ofrecimiento, en unión con lo Alto, sea una oportunidad de confirmar tu alma al Reino de Dios.
Lleva en tu corazón la gran experiencia de la Misericordia y guárdala dentro de tu ser como un tesoro espiritual que siempre podrás encontrar dentro de ti, cada vez que lo necesites.
Por eso, vive en la Misericordia por todos los miserables para que tú seas un puente y un instrumento de luz que sirva de auxilio para los que aún no conocen lo maravilloso de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Refugia tu espíritu y corazón en el Templo de Mi Ser, porque allí encontrarás claridad y sabiduría.
El consuelo que Yo te puedo brindar es inextinguible, porque es un consuelo divino, libre de condiciones humanas y pleno de Amor, del mayor Amor Superior.
Refugiando tu espíritu y tu corazón en el Templo de Mi Ser no sentirás miedo, temor o vacío; todo estará bajo Mis más preciosos cuidados y así hallarás siempre la Paz celestial.
Refugiando tu espíritu y tu corazón en el Templo de Mi Ser estarás en comunión con la divina existencia y podrás, poco a poco, profundizar los misterios guardados en el Corazón de Dios.
Quien se refugia en el Maestro se refugia en Dios y no le faltará sentido interior a su vida, sino que, al contrario, estará guiado por la Luz espiritual de Mi Corazón.
Así las puertas del Cielo se mantendrán abiertas y todo se renovará a fin de establecer el Reino de Dios en este planeta, dentro del corazón de los hombres.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El Segundo Retorno de Cristo
Llegará el día en el que el sufrimiento humano terminará y las almas conocerán el pleno gozo de estar en Dios y de que Dios esté en los hombres.
Las falsas creencias caerán y se levantará, en lo profundo de las almas, el templo del corazón, aquel templo que recibirá los Dones del Espíritu Santo, Dones que repoblarán la Tierra con principios verdaderos y evolutivos.
En esa hora se aproximará el Retorno de Cristo. En el momento más agudo de la humanidad, cuando la Madre Tierra esté en su parto dando a luz al Nuevo Hombre, será el momento del Retorno de Cristo.
Los tiempos se detendrán y el ciclo se estabilizará para que ingrese el Hijo del Hombre.
El verdadero tiempo absorberá al tiempo ilusorio y una nueva etapa comenzará después de que el Amado Hijo venga a buscar a Sus seguidores del amor y juzgue a los que por mucho tiempo hicieron el mal.
En ese momento todo será revelado y las almas de la Tierra ya no tendrán velos en su consciencia.
Muchos se darán cuenta de todo lo que podrían haber alcanzado, pero será demasiado tarde.
Otros se arrepentirán y de rodillas, ante el Hijo Amado, le pedirán perdón y Misericordia.
Pero, en ese momento, será el propio Dios el que juzgará a través de la boca de Su Hijo, y el Hijo Amado solo proclamará lo que Su Padre Eterno dicte en esa instancia.
Mientras tanto, y aún con un poco más de tiempo, arrepiéntanse de corazón y estarán a salvo, porque los que acepten vivir la escuela del Amor Redentor conseguirán ser parte de la Nueva Tierra.
Cuando Mi Hijo llegue por segunda vez a este mundo, ya se habrá desatado todo en la humanidad, con una fuerza de más de mil caballos.
La Naturaleza hablará por sí misma y saldrá de su constante silencio.
Los Reinos de la Naturaleza se expresarán y en cada parte de la Tierra dejarán un mensaje significativo que ningún hombre podrá destruir o borrar, porque lo que se les mostrará despertará la consciencia de los que están dormidos.
Del mismo modo, muchas más cosas sucederán. El Sol, la Luna, las estrellas y todo el firmamento darán señales definitivas.
Fenómenos naturales y espirituales indicarán que Cristo está retornando a la humanidad.
Las almas más dormidas despertarán. Otras se definirán por el resto de la eternidad.
La mayoría de los hombres y de las mujeres de la Tierra se darán cuenta de que estuvieron perdidos y dormidos durante décadas.
Una última Gracia será concedida al mundo, una Gracia que llegará sin que nadie lo sepa y que vendrá al mundo, inesperadamente, en el momento en el que suene la séptima Trompeta Celestial.
En esa hora y en ese tiempo, esa Gracia extraordinaria llegará a los hombres y a las mujeres para poder salvarlos y así, la Mujer Vestida de Sol abrirá la última puerta para que los últimos redimidos ingresen, en consciencia, a los Sagrados Recintos de Amor.
Cuando la última puerta se cierre todo sucederá y será incontrolable.
No habrá sistema, gobierno, nación o pueblo que lo pueda detener, porque será la propia corriente superior del Universo la que removerá todo lo que existe para que el planeta se libere del peso de sus átomos, generado por la mayoría con su densidad humana y espiritual.
Por eso hijos, recemos para que la mayoría de los no creyentes y de los no redimidos se arrepientan de corazón y reviertan sus penosas vidas.
Recemos para que las naciones del mundo se conviertan al Plan del Creador y lleven adelante acciones verdaderas en igualdad de condiciones.
Recemos y no dejemos de rezar, porque el inesperado Retorno de Cristo está cerca y sus corazones, en esa hora, deberán estar elevados en adoración para poder reconocerlo.
Dios los bendiga y les conceda el sagrado discernimiento.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más