Sábado, 27 de agosto de 2011

Apariciones extraordinarias
SÉPTIMA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 7:30, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El día de hoy el grupo aumenta aún más en número de participantes para el encuentro con la Madre Celestial.

A la hora indicada, se comienza con la oración a la Madre Universal.

Pasadas las 7.30 h, Fray Elías y Madre Shimani se colocan de pie, anunciando la llegada de la Madre Divina. En ese momento se pide orar la “Oración a la Madre de la Divina Misericordia”. Pasadas algunas oraciones, el monasterio femenino comienza a entonar el cántico “Ave María”.

Más tarde se hace silencio y Fray Elías se aproxima del árbol, cuando regresa comienza a transmitir lo que ha percibido.

 

Fray Elías: Cuando se entonó “Ave María”, la Madre Divina se manifestó en la parte superior derecha del naranjo, era como si una parte del cielo se hubiera rasgado y se manifestara otro cielo.

Al comienzo, la Madre Divina trajo en Sus Manos una medalla de forma oval y color plata. En el centro, la medalla se veía la representación de esta Aparición: la imagen de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad posada sobre la nube que tiene la luna y las rosas a Sus Pies.

Alrededor de esta imagen se leía la siguiente frase: “Yo Soy la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad”.

Reveló que en los días de oscuridad, quien llevé esa medalla no solo su cuerpo será protegido sino también su alma. Dijo que esa medalla trae una energía y una  presencia celestial.

Luego pidió que mirara hacia atrás de Ella, donde se veían ejércitos de ángeles. Algunos llevaban cetros en sus manos y otros un candelabro de siete brazos, con siete velas encendidas.

Los ángeles comenzaron a descender y a aproximarse de la Madre, caminaron en torno a Ella, como si estuvieran peregrinando.

En ese momento, cambió la imagen y la Madre Celestial, apareció sosteniendo en Su Mano derecha una pequeña campana, la que hizo sonar en el espacio. La fila de ángeles era larga, y ellos venían de un espacio profundo, de otro Cielo.

Luego, nuevamente cambió la imagen, Ella extendió Sus Brazos hacia abajo y a través de la palma de Sus Manos nos irradió con una intensa Luz. Irradió también a los tres primeros árboles que se encuentran frente a nosotros, los cuales forman una triangulación. Dijo que uno representaba al Padre, otro al Hijo y otro al Espíritu Santo; es ese Espíritu de la Trinidad que Ella está haciendo descender.

Momentos más tarde caminó hacia la copa del primer árbol y se posó sobre él, y ahí comenzó a irradiarlo con Su Luz.

Después mostró, de nuevo, la medalla que trajo al principio y la hizo crecer en tamaño y la colocó sobre el grupo presente.

Cuando pidió que me acercara al árbol, mostró detalles de la medalla en la cual la imagen que aparece tiene sobre Su Cabeza las doce estrellas, pero no la palabra Mirnahe.

Ella en algunos momentos nos sonríe en silencio.

 

Mi Corazón deberá triunfar dentro de los corazones caídos.

 

Y esto lo dice como si ese fuese Su lema.

La imagen de la medalla se recogió y ahora está abriendo un orandio con Sus Manos, es un orandio bien grande y nos lo ofrece. Cada diez cuentas, el orandio tiene una pequeña medalla, la cual brilla de color plata.

Ahora, cada una de esas medallas del orandio, y que son siete, tiene un color diferente, como los siete colores del arco iris.

La Madre Divina dice:

 

Encuentren la Paz en Mi Corazón.

Escuchen Mi voz, oren Conmigo, oren por los que sufren y por los que no están aquí, por los que no creen en Mí y por los que despiertan.

Yo Soy la Reina de la Nueva Concepción, Soy el Espíritu del Amor y de la Paz, Soy la Madre de los sufrientes y de los que están solos, Soy la Madre de todos.

 

Por pedido de la Madre Divina todos comienzan a orar la oración a la Madre Universal.

 

Fray Elías: Ahora esta mostrando nuevamente la medalla que mostró al principio. Alrededor de la frase que hay escrita, un poco más hacia el borde de la medalla aparecen tres pequeñas estrellas de seis puntas, la que representan: el Espíritu del Hijo, el Espíritu del Padre y el Espíritu Único, que es el Espíritu de la Trinidad.

La Madre Divina dice:

 

Esta es la alianza de los seres con Dios para estos tiempos.

Hoy vengo a pedirles que no vendan lo que les estoy entregando, sino que lo sientan como un objeto sagrado, un elemento divino que viene desde los Cielos.

Yo les estoy entregando tantas llaves para que crean en Mí y confíen en Mí. Yo custodio a todos en los mundos internos y escucho a cada corazón que me reclama.

Hoy les entrego la Luz de la Divinidad en sus corazones.

 

Fray Elías: Ahora está extendiendo Sus Brazos hacia abajo y nos está irradiando Su Luz, la Luz de la Divinidad.

La Madre Divina dice:

 

Sientan este sendero que están construyendo Conmigo, que en el fin de los tiempos comprenderán mejor, cuando ustedes se unan en Luz a Mí; así Yo podré protegerlos y resguardarlos.

Escuchen Mi Mensaje de paz, Mi Mensaje de reconciliación. He venido desde lo Alto para verlos, para estar con ustedes y con todos Mis hijos de este mundo.

Saben que Mi Mensaje está siendo revelado en varias partes del mundo; escuchen el eco de Mi Voz para que resuene en lo profundo de la consciencia y en el corazón. Así podrán ser Mis guardianes de la oración, una oración redentora que debe colmar a las almas que vendrán desesperadas, que vendrán en búsqueda de la Paz y del silencio interior.

Verán en las calles y en los pueblos a los demonios que rodearán a las almas. Por eso, entrego Mi medalla de la Paz, Mi medalla de la Divina Concepción de la Trinidad, para que la alianza original, que nace de la Fuente, a todos los proteja y los guíe.

Cuando Yo no esté aquí, proclamando más Mi Voz, será el momento en que ustedes se deberán unir a Mí en oración y construir un diálogo interno Conmigo.

Ahí Yo estaré como un padre que escucha y que clama por sus hijos. Como es el Padre Superior que está en los Cielos, así lo será en la Tierra para quienes abran sus corazones a este nuevo llamado de reconciliación y de paz. Ustedes deben llevar junto a Mí a los que sufren, para que sean rescatados y encuentren Mi Maternal Corazón aquellos corazones que están dormidos.

Yo Soy el Ave del Sol, el amanecer del mañana, Soy la Reina de la Paz que trae esta energía para estos tiempos; recíbanla en sus corazones.

No teman, Yo estoy con ustedes, unidos en oración construiremos los caminos para que los ángeles, Mis ángeles desciendan, y en lo que es desconocido, rescaten de los submundos lo que está oscuro y lo que tiene dolor desde hace tiempo.

Entreguen las plegarias a Mi Corazón, Yo las escucho. Sientan Mi Voz que clama; este es el último llamado, es Mi último eco para esta parte del Mundo.

Ustedes saben que Yo aparezco en otros lugares desde hace algún tiempo, llevando el mismo propósito de la paz para la humanidad, para Mis hijos y para sus corazones.

Viertan sus voces dentro de Mi Corazón Inmaculado, el cual escucha y responde a todos sin distinción, a cada uno a su debido tiempo y a cada uno según la respuesta que dan a Mi llamado.

Si pido que oren es porque es urgente; sus seres creen poco en lo que digo, pero cuando estén aquí Conmigo, en las puertas del Cielo, verán la senda recorrida y el Propósito de Dios que hoy Yo estoy cumpliendo para esta parte del mundo.

Toquen con amor Mi Corazón, Él les responderá y Mi Luz se encenderá en sus esencias para que se afirmen en Mí y sigan el camino en medio de los abismos y de los acantilados; Yo estaré sosteniendo la cuerda, el puente de la luz para que crucen y nos encontremos.

Hoy, estoy llevando más almas hacia los Cielos con este encuentro Inmaculado.

 

Fray Elías: Ahora se está encendiendo en Luz y está elevando Sus Brazos hacia arriba.

La Madre Divina dice:

 

Si escuchan Mi Voz recibirán la Gracia que desciende desde lo Alto a través de Mí, su Madre Protectora.

 

Fray Elías: Ahora, encima de Su Cabeza aparece una gran estrella dorada de seis puntas.

La Madre Divina dice:

 

Esta es la alianza final para los seres, para aquellos que creen en la eternidad y se unen a Mí para caminar por nuevos senderos que Yo arquearé a través del latir de sus corazones en Mi Corazón.

Hoy, les muestro los candelabros, los siete principios de Dios que se manifiestan en sus llamas: el Amor, la Redención, la Unidad, la Paz, la Cura, el Perdón y la Transfiguración. Estos siete principios estarán siendo derramados hacia el Mundo, hacia un mundo que vive el caos y la desesperación.

Pero si más almas responden a Mi llamado, con la oración permanente y  continua, las Gracias llegarán a pesar del dolor y Yo podré transformar todo en los corazones que sufren. Hoy alivio sus seres con una sublime Gracia y espero que me ayuden a aliviar a los otros  orazones que están presos entre las rejas del mal.

 

Fray Elías: En este momento la Madre Celestial está mostrando, a través de la visión de otro plano, la presencia de almas que estaban presas entre rejas desde hace tiempos eternos (siglos).

La Madre Divina dice:

 

Y así, entre oraciones y oraciones, Mi espada cortará el mal y pisaré la serpiente para que reine Mi Corazón, reine la Voluntad de Dios, la cual deben conocer a través de la apertura del corazón, del alma y del espíritu.

Yo les marco esta senda, sigan por aquí, en el camino orante Conmigo. Podrán, en los tiempos del caos, encontrar la Paz y el Amor y, así, Yo podré confiar en ustedes, amigos de otros tiempos, para que el rescate se cumpla en todos los corazones y en los que están más lejos desde hace tiempo.

Ahora sientan Mi Luz que está descendiendo y nutran sus corazones con Mi  Espíritu de Paz y Redención; esta es la Gracia que envía Dios para ustedes.

Formen grupos de oración para cuando los peregrinos lleguen a buscar Mi Luz y  Mi Amor. Ustedes están frente a Mi Maternal Corazón y así quiero que todos Mis hijos estén, como en este día.

Yo Soy la Concepción de la Trinidad, la Mensajera de Dios para estos tiempos, la que toca el suelo con Sus Pies descalzos. A través de las rosas de luz que les oferto ustedes puedan dar sus pasos, desde sus corazones y no desde los pensamientos. La verdadera vida espiritual se construye bajo el instrumento de la oración.

Soy una sierva fiel que responde a las Voluntades Superiores, como respondí una vez cuando estuve aquí en la Tierra, compartiendo con Mi Hijo la redención. Él me entregó a ustedes como la Madre y Guardiana del Amor, para proteger las esencias hasta Su cercano retorno.

Él ya está llegando, Él ya está apareciendo. Su presencia será vista y sentida no sólo en el corazón, sino en los niveles de la vida material, en el caos de este mundo. El Redentor está llegando y abriendo las puertas de la Misericordia, antes de Su descenso final al mundo al cual pertenece.

Hago descender Mi Paz hacia sus corazones.

 

Fray Elías: Ahora está extendiendo Sus Brazos hacia abajo y extiende el orandio con Sus Manos.

La Madre Divina dice:

 

Únanse a Mi oración que es constante desde los principios de Mi existencia. 

Oración silenciosa, oración hablada, oración elevada, oración del corazón, oración de la consciencia, oración en el sentir, en el hacer y en el querer. La vida debe ser oración; este es el nuevo movimiento para estos tiempos, para que las almas se eleven y encuentren refugio en Mi Corazón, que está abierto y los aguarda desde hace tiempo.

Conduzcan hacia Mí a las almas en sus oraciones y penetren los Cielos, porque Yo los escucharé y quien confía en Mí, recibirá la respuesta de Mi Voz interior.

Yo Soy el Ave de la Misericordia, Soy la Madre que viene desde el Sol, Soy Hija de la Trinidad, Soy Guardiana y Protectora de las almas. Únanse a Mí en devoción para estos tiempos, enciendan la llama que está dentro, no dejen que los pensamientos la apaguen, permitan que el fuego renazca en sus corazones y ahí, Yo estaré.

 

Fray Elías: Ahora se está elevando hacia los Cielos.

La Madre Divina dice:

 

Enciendan los Soles que son internos y permitan que Mi llamado se cumpla en sus vidas de oración. Anhelen y busquen ese fuego que debe iluminar la oscuridad en estos tiempos, cuando se unan en fidelidad a Mi Corazón.

Les entrego hoy Mi Amor, cultívenlo en sus corazones para que en las pruebas no se pierda. Recuerden lo que les estoy diciendo; este es Mi último llamado de paz. Vengo en busca de todos aquellos que una vez estuvieron en Cristo y escucharon Su Mensaje y el Mensaje del Padre, así lo reconocieron y hoy lo están siguiendo. Vean en Él al Redentor, vean Su Luz, vean Su Misericordia.

 

Fray Elías: Ahora está manifestando una gran rosa que está frente a Su Ser, una rosa roja abierta. Cada vez se eleva más hacia los Cielos. Nos está irradiando más Luz.

Ahora está apareciendo con un niño entre sus brazos y los dos irradian Luz hacia los cuatro puntos cardinales y detrás de ellos se está abriendo una puerta celeste.

La Madre Divina dice:

 

Yo Soy la Madre del Sagrado Corazón de la Paz.

Por el fuego que nace desde el Corazón de Dios: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.