- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
El grupo se reunió para subir, en procesión con velas, a la Colina de las Apariciones.
Después de un intenso trabajo de oración, Fray Elías se colocó de pie, y después del cántico “Ave Luminosa”, que encendió la devoción y la alegría en el interior de todos los presentes, se instaló una profunda quietud y un profundo silencio. Comenzó entonces la transmisión del Mensaje.
Por la señal de la Sagrada Cruz del universo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Antes de que el coral cantara, se percibió nítidamente que el cielo se abrió y apareció otro Cielo dentro de este.
Desde ese nuevo Cielo, descendió un grupo de ángeles, formando la imagen de un corazón. Ellos llevaban en sus manos llamas de fuego. En el centro de ese grupo de ángeles se manifestó una paloma blanca, que voló hacia la copa del árbol.
Más tarde, en lo más alto del árbol, comenzó a aparecer la Madre Divina. Nos irradió todo Su Amor y Su Compasión. Colocó Sus Manos en señal de oración y, luego las abrió, ofreciéndonos Su orandio.
Después, durante el cántico, descendió con el sonido de la melodía.
Yo amo la música cuando es una música que brota desde la esencia, desde el corazón, una música para el universo, una música para Dios.
Ahora, Ella está sobre el grupo que está en el primer nivel (1) y bajo Sus Pies hay una pequeña nube blanca. Viste un manto celeste y un vestido blanco con un cinturón azul y está pisando una media luna blanca.
Ha cambiado la imagen y ahora, debajo de Sus Pies, está la imagen del planeta. Sobre Su Cabeza lleva una sola estrella dorada que brilla, Su Rostro es rosado, casi transparente, y Sus Ojos claros están iluminados.
Lleva una llama de fuego entre Sus Manos, que sostiene a la altura de Su Corazón.
Vengan a Mí, Yo los busco.
Yo Soy la Reina del Mundo, la Madre de la Compasión y de la Verdad.
Yo los escucho, están en Mí y Yo en ustedes.
Lleven Mi Paz, lleven Mi Paz, lleven Mi Paz.
Yo los llamo a este encuentro para orar juntos por la luz del mundo. Esta es Mi última hora entre ustedes, corazones que hoy se abren para el reencuentro Conmigo.
Hoy, estoy sobre este grupo porque lo quiero bendecir, quiero bendecirlo una vez más con la Luz de Mi Corazón y ustedes, a su vez, bendecirán a sus hermanos que buscan descanso en el Amor y en la Paz.
Así de simple y verdadero, es encontrar el camino de la paz a través de Mí, para que esos hermanos que quieren encenderse como llamas Conmigo en esta última hora, vengan aquí.
En este momento se ora la “Oración a la Madre Universal” por algunas veces.
Yo Soy la Señora que cura las heridas, que da Luz a los corazones.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre Divina está ofreciendo una Corona de Rosas.
María pide que coloquemos una de las manos con la palma hacia arriba, Ella nos irradiará.
Quiere que entonemos por tres veces el cántico “Ave María”.
El grupo canta lo que se ha pedido y luego continúa la transmisión del Mensaje.
Escuchen el resonar de Mi Voz, Yo Soy la misma Madre de ayer y de hoy. Quiero que todos comprendan que están Conmigo, recorriendo cada uno su camino y aprendiendo cada uno en su escuela. Esperen recibir de Mí la Gran Luz que alumbrará en la oscuridad de este tiempo final.
Yo, la Madre de la Misericordia, pongo énfasis en el tiempo final, porque es la hora anterior al Retorno de Mi Hijo Glorificado. Quédense hoy con Mis ángeles una vez más y vean que en ustedes está naciendo la Gran Flor, que es Mi Esencia manifestada.
Hoy, el Señor nos pide que seamos humildes, que el mundo sea humilde para que pueda encontrar la Paz que Yo le estoy trayendo desde los Cielos. Por eso, les entrego Mi Corona de Rosas para que recuerden que Yo estuve aquí, asistiéndolos y acompañándolos.
Sé que todos tienen muchas cosas que decirme, pero primero debemos orar para aliviar sus corazones, porque como Madre sé que están cansados.
Ahora, sus corazones representan a los corazones del mundo entero, corazones sin luz o corazones con poca luz, corazones que están sin paz y sin alivio. Yo Soy el Recipiente que debe llenarse con las oraciones para saciar la sed de Cristo, que clama por las almas de este mundo.
Recuerden hoy las Palabras que Cristo, cuando joven, manifestó en el Templo. La Buena Nueva del Señor que se ha renovado de época en época para los que la quieren escuchar. Esta Buena Nueva, para la humanidad cansada, es vivir en comunión y en oración con Nosotros, desde el Reino Celestial hasta la Tierra.
Hago brotar sobre ustedes Mi Corazón, el mismo que ha despertado hace 30 años en Medjugorje.
Todos somos Uno, no hay dos. No es tiempo de separación, sino de unificación de las consciencias. Quien quiera aceptar este camino, Mi camino de la Paz, deberá transformarse como el árbol que pierde sus hojas y después florece y da nuevos frutos.
En el desierto, el descanso se encuentra en el Señor, que los espera desde hace tiempo para reencontrarlos en oración. El camino es simple. Si quieren, pueden imitarme como la Reina del Amor, la Protectora de las Almas, la Guardiana de los Corazones, la Concepción Divina, que le trae al mundo una nueva llama.
Esta llama no se deberá apagar, deberá mantenerse viva por las oraciones y por todos aquellos que se unan a Mí y que confíen en Mi camino como Inmaculada Madre. Les repito desde hace siglos las mismas Palabras para que sus corazones comprendan y reconozcan a Quién les habla.
Yo Soy Divina, pero también Soy igual a ustedes: simple de corazón y humilde en su profesión. Pues es así que se alcanzan los Cielos, que se está disponible para todos aquellos que quieran vivir en él cuando trasciendan este plano.
En este Reino de Amor existe la Paz, una Paz prometida a las almas, en él no hay sufrimiento. Por eso, con Cristo volvemos a este mundo para que las almas vean que la Luz existe para los que la quieren encontrar dentro de este caos.
La gran puerta de la Paz se está abriendo por un corto ciclo; pues Yo, como Madre de la Luz, he asumido ese principio de la Paz para que todos puedan avanzar en sus pasos de consagración hacia Mi Inmaculado Corazón.
Se entona el cántico “Ave María”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Al lado de la Madre, apareció un ángel que llevaba un gran cristal de Luz.
Este es Mi Reino, vengan a Mí, Yo los acompañaré.
Eso es todo lo que hoy les puedo decir.
Responderé siete preguntas, las respuestas brotarán de Mi Corazón.
Los escucho.
En ese momento se leen siete preguntas y la Madre Divina las responde, una a una.
Al final, Ella dice que responderá una octava pregunta por ser la Madre de las Gracias.
Ahora, volveré a Mi Reino para encontrarlos mañana.
Ya les he dicho lo que el Señor Me ha pedido.
Gracias por responder a Mi llamado.
En agradecimiento, se entona el “Ave María”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cuando se elevó, manifestó un Gran Corazón que Ella abrazaba.
Finalmente, escribió en el cielo con letras de fuego la palabra “Paz”.
Se cierra el trabajo con el cántico “La Mujer que nos guía”.
(1) La Colina de las Apariciones tiene varios niveles donde las personas se pueden colocar para asistir a la Aparición.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más