MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PAUJÍ, GRAN SABANA, VENEZUELA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mientras las redes del mal se desatan furiosamente en este día sobre todo el planeta, que celebra los vínculos ingenuos con estas realidades, Mi Corazón agradece a todos los orantes que, fortalecidos en la fe, vencen Conmigo al adversario y establecen, a través del corazón, la alianza perfecta con Mi Hijo.

Es por eso que, nuevamente, vengo a pedir más oración, no solo por Medio Oriente, sino también por toda la consciencia del planeta, que está deteriorada por las acciones y las decisiones que no dejan de consumarse.

Para que Mi Corazón tenga Su triunfo al menos en una parte de la humanidad, deseo que al término de la novena que se está realizando a San José, los corazones agraden a Dios a través del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús, orando las 81 cuentas durante nueve días seguidos.

Al finalizar este ejercicio, Mi deseo profundo, hijos Míos, es que dediquen nueve días más de oración a Mi bendito Corazón ofendido, por medio del Rosario del Perdón.

Cuando esta nueva jornada de oración termine, les diré, hijos Míos, cuánto su Madre puede hacer por toda la humanidad y especialmente por aquellos que cumplen con devoción, interés y fe estos simples pedidos.

Mis Ángeles custodios nunca dejan de acompañar la vida espiritual de todos los que agradan a Mi Corazón con su verbo orante.

Por todas las oraciones entregadas, Yo les agradezco a todos.

Sigamos trabajando por el Plan de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mis peticiones!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 16.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Madre María Shimani:

Buenas tardes a todos, estamos ahora sí, en las últimas 150 cuentas de la Maratón de la Divina Misericordia. Y nosotros aquí, en el Centro Mariano del Espíritu Santo vivimos un día muy especial. Lo único que faltó es que descendiera la Paloma del Espíritu Santo y nos llevara a todos al Cielo. El fervor, la intensidad, la devoción y el amor fueron la pauta de las oraciones de hoy y el escenario se prestó para acogernos, para que este descenso del Espíritu Santo se pudiera manifestar.

Hoy aprendimos que podemos conversar con Dios, cara a cara, cuando oramos la Coronilla a la Divina Misericordia y que, palabra por palabra, colocamos en el Corazón de Dios nuestra súplica por este mundo y por esta humanidad. Y cuando Sus hijos claman de esa forma por Misericordia, Nuestro Padre, que tiene un Corazón grande y bondadoso, no espera ni un segundo para derramar Su Misericordia en este mundo.

Así que hoy aprendimos a conversar, cara a cara, con Dios y nuestra oración cambió por completo. Por lo tanto, a partir de hoy ya sabemos como conversar con Dios todos los días a las tres de la tarde.

 

Reciban la bendición eterna para que esta bendición, en los días que vendrán, los santifiquen.

Recen Conmigo por Mis peticiones, por Mis preceptos, por Mis designios, por Mi gran Voluntad, que es la Voluntad de Dios Altísimo que viene en este día a auxiliarlos.

Para rezar Conmigo, concentren vuestro corazón en la fuente que corre, en el agua de Vida, el agua de redención y de paz que, desde el Cielo y el Infinito, viene para lavarlos y purificarlos.

Recen de corazón Conmigo como lo han hecho hoy, en oferta y donación a Dios.

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

Para honrar a Mi Corazón y para que vuestros pecados y faltas sean perdonadas, en nombre de toda esta humanidad y de aquellos que se pierden y no escuchan a Dios, de aquellos que no beben de la fuente de Mi Corazón, por este fin, por este objetivo divino, recemos juntos por tres veces cada señal de Mi Pasión y de Mi Transfiguración. Los escucho. Eleven vuestras ofertas a Mi Sacratísimo Corazón. 

A continuación, se oran las decenas del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús, repitiendo solo tres veces cada oración.

 

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, 
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.

Cuando oro con ustedes, oro por el mundo y Mis códigos de luz y de cristificación ingresan en vuestras células y átomos para modificar vuestras faltas y deudas y convertir a todos vuestros seres en la Luz y en el Espíritu de Dios, para que algún día Mis queridos, santifiquen el gran Nombre de Dios, Iod-He-Vaud-He.

Hoy traigo entre Mis Manos el Rosario de la Paz. Benditos aquellos que imitan Mi ejemplo y que en las noches oran Conmigo en el susurro del corazón, en el silencio del espíritu, el alma que ora y habla a Dios. 

Benditos aquellos que duermen con el Santo Rosario en sus camas. Estarán unidos, fusionados y ampliados por el gran Espíritu de Dios. Sus cuerpos se elevarán al Reino de Dios en cada nueva súplica, porque Mi Corazón escucha a las almas que oran pacientemente y que encienden en el corazón su fervor.

Hoy les revelaré, Mis compañeros, Mis discípulos del ayer y del futuro, hoy les diré, Mis compañeros, que he hecho con vuestras oraciones y con todos aquellos que estuvieron unidos a Mi Corazón en lo profundo del Amor, de la Verdad y de la Justicia. Muchas almas fueron aliviadas. Situaciones irreparables fueron transformadas. Muchas almas fueron rescatadas. Espíritus que estaban apagados se reencendieron. Muchas naciones recibieron un tiempo más de paz. Porque Mis Rayos de Misericordia Divina descendieron a través de vuestro verbo, de cada nueva palabra que pronunciaron con el corazón. Y aunque que ustedes estén cansados por luchar tanto tiempo en esta vida, Mi Corazón contempla vuestros esfuerzos y sacrificios.

Así como les ha dicho la Santa Virgen María, Yo vengo a pedirles también cosas simples y verdaderas. Necesito que permanezcan en este mundo sin pertenecer a él. Que todos los días de vuestras vidas, en cada nuevo despertar como en cada nuevo amanecer, vuestros ojos despierten recordándome, sintiéndome en el corazón, para que vuestro día sea bendito y alabado por Dios, el Todopoderoso. De esa forma, ustedes Me permitirán que Yo descienda a vuestras vidas.

A través de esta Santa Maratón muchas semillas fueron depositadas en vuestras esencias, las que deberán brotar en el próximo tiempo. Ahora, Mis compañeros, dependerá de vuestra convicción y oración que estas semillas puedan dar sus frutos y que, en los tiempos de mayor caos, de mayor tribulación y oscuridad, Yo pueda servirme de vuestras semillas como nuevos dones entre Mis Manos, que serán irradiados para el mundo entero por el fruto de vuestros esfuerzos, de vuestra dedicación y entrega a Mi Corazón.

Así como hoy Yo les hablo, Mi Voz hace eco en las almas de todo el mundo, pues no Me podré ir de aquí hasta que un alma alcance la cristificación. Eso será un gran evento para el Universo y también lo será más profundo y verdadero cuando todos, como grupo de almas, alcancen el gran paso a la cristificación.

En este ciclo, Mi Corazón los viene a purificar, a derramar Sus gracias y bendiciones, a separar el trigo de la paja, lo viejo y duro de lo sano y bueno que guarda vuestros corazones. Por eso sacrifíquense todos los días.

Yo estoy también en las cosas tan simples, en cada quehacer de la vida, en todas las tareas del día a día. Ustedes Me encontrarán en cada lugar y Me podrán escuchar cuando tan solo pongan atención en las cosas simples. Porque cuando Yo ya no pueda estar aquí, entre ustedes, anunciando Mi Palabra de Vida y de Resurrección, ustedes Me encontrarán a través de las señales, señales que serán puras y verdaderas, que serán una luz en vuestros caminos, una bendición para vuestras almas, un amor profundo para vuestras familias.

El gran momento para la humanidad se acerca. Muchos se están acercando al umbral definitivo del tiempo. La fusión del universo se aproxima. Todo el sistema solar se está congregando y preparando a través de las Leyes y de los Rayos, para dar el último impulso a la raza de esta humanidad. Ese será el gran momento para todos, antes del avistamiento de la luna roja, cuando ustedes podrán dar ese paso, recogerse en Mi Corazón Sagrado, orar profundamente en vuestros hogares sin mirar hacia afuera, sin poner atención en lo que suceda, solo en el templo interior, el que será vuestra verdadera protección.

Yo no vengo a anunciarles miedos, sino un tiempo de consciencia, de despertar, de evolución, de un gran paso hacia el Reino de Dios.

La humanidad ha sido muy ayudada por Nosotros. Nosotros somos parte de ustedes. Nuestros Corazones fueron humanos y ahora son Corazones glorificados. Vuestros corazones pueden ser glorificados solo cuando sigan el camino y la guía que Yo les entrego. Así estarán unidos a Mí.

Y a pesar de los desafíos y las pruebas y de todo aquello que caiga sobre ustedes, por más pesado que parezca o por la gran deuda que represente, Yo no los dejaré solos ni un momento. Necesito que se fusionen con Mi Espíritu, que eleven vuestras consciencias hacia Mi Reino Mayor, porque solamente la oración y la unidad de todos los grupos, orantes, devotos y fieles, será la posibilidad para todos de cruzar el umbral hacia el océano de Mi Misericordia que los aguarda todo el tiempo, cuando tan solamente lo busquen a través de la humildad del corazón.

Cuando llegue el tiempo del gran paso de la humanidad, verán surgir en el Cielo el advenimiento de nuevas señales, las que indicarán Mi llegada a la humanidad.

Por eso, les oferto Mi Corazón como único camino para vuestra conversión y redención. Yo les entrego los Dones y los Sacramentos, porque todas las almas que se han separado del Propósito de Dios, deben vivir los Sacramentos de forma simple, comulgar Conmigo, ser bautizados por Mi Espíritu, por el Espíritu de Mi Padre, por el Espíritu Santo de Dios, confesarse con Mi Corazón, trabajar y dar caridad a todos y ofertarse al servicio abnegado. Eso les permitirá dar el gran paso en nombre de todos aquellos que no lo darán. 

Los 144 000 seres, que serán los soles del Nuevo Tiempo, deberán ayudar a la humanidad a que se vuelva a erguir, a mirar hacia Dios y pedir perdón por sus faltas.

Hoy les entrego las llaves del gran cambio.

Vengan a Mí. Acérquense para una bendición. Sigan, orando con el corazón, coligados con Mi Espíritu, con Mi Fuente de Vida.

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

Así como Yo vertí, en la Cruz, el Agua y la Sangre de Vida que permitió la redención de la humanidad, desearía que en este momento espiritual vuestros seres y vuestras almas reciban el Agua y la Sangre de Vida, glorificadas y santificadas en el momento de Mi Resurrección.

Canten “Agua y Sangre de Cristo”, así uniré Mi Corazón con ustedes y con vuestras familias.

Pido a todos los Centros Marianos que oferten su entrega por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza que son altamente ultrajados por el hombre y eso ha hecho perder su inocencia. Por eso, el Agua y la Sangre de Vida les permite reencontrar la inocencia para vivir en la pureza y en la santa humildad.

Canción: Agua y Sangre de Cristo.

Gracias por haber respondido al Llamado de Mi Voz.

Gracias a todos aquellos que trabajan por el Plan de Dios, independientemente de sus ideas y sentires.

Gracias a todos los que alcanzaron la unidad predilecta con Dios, la fusión con Su Santo Espíritu a través del verbo de la oración y del canto.

Hoy les dejo el Santo Espíritu de Dios, el Don de la Sabiduría para que guíe vuestros caminos cuando solamente lo invoquen de corazón y de alma. La sabiduría les dará la respuesta en el fin de los tiempos.

Les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón: 

A pedido de Nuestro Señor, en presencia del Espíritu de la Sabiduría, vamos a cantar “Espíritu Santo, ven” en agradecimiento al Sagrado Corazón de Jesús.

Canción: Espíritu Santo, ven.

Nos resta agradecer a todos por esta oportunidad recibida, y creemos verdaderamente que todos fuimos lavados, bautizados, ungidos de alguna forma.

¿Qué habrá de tan fuerte detrás de estos Sacramentos que Cristo nos oferta en este tiempo?

Estamos imitando Su ejemplo y todo lo que Él nos pidió realizar en este momento.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN LA CIUDAD DE ASUNCIÓN, PARAGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 15.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a consagrar la comunión junto con Nuestro Señor y vamos a cantar la señal reparadora del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús.

 

Cristo Jesús:

En amor fraterno, bendigo estos elementos sagrados que representan la vida espiritual para las personas, el motivo esencial para cada alma, para todos aquellos que los portan en sí mismos.

Esto representa para Mi Corazón una señal luminosa de que, en esta Tierra, nuevos pacificadores llevan la señal viva de Cristo mediante la comunión y la oración.

A todos los congrego en Mi Corazón y les agradezco por responder a este Llamado.

La fuerza mayor se encuentra en el espíritu bondadoso y piadoso que le dice sí a Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, hoy Cristo se manifestó como el Sagrado Corazón de Jesús.

Es la primera vez que Él aparece con un rosario.

Le preguntamos que hacía con ese rosario, porque por lo general nunca aparece con un rosario. Él nos dijo: “Yo estoy orando por ustedes y por el mundo”.

Después, Él mostró algunas cosas que estaban aconteciendo en el planeta para que podamos comparar la oportunidad que recibimos con cuántas, cuántas almas que no reciben esa oportunidad.

Él nos hacía esta reflexión para que la oportunidad que nos da pueda pasar por nosotros y no quede como algo normal, sino como una memoria viva de Su Presencia en nuestras vidas.

Vamos a leer el Mensaje extraordinario que nos transmitió hoy 5 de octubre de 2014.

El día viernes pasado (3 de octubre de 2014), día de mensaje semanal de Cristo, Él nos hizo un pedido de oración y pidió que la repitiéramos.

Este mensaje ya está disponible en la página de Divina Madre, donde podrán encontrar las Palabras del Maestro.

Como síntesis, queremos responder a este Llamado que Él hoy nos hizo de orar por una situación urgente en África, por la enfermedad espiritual del ébola, así es como la llama Él.

Él llama a todos Sus seguidores, a todos los que lo escuchan, para que recen el “Rosario a las Siete Agonías de Jesús” que también ya está disponible en la página de Divina Madre.

Cristo colocó esto así, en este día, porque directamente está tratando esa situación que está aconteciendo en África.

Él dijo que ya está escuchando nuestras oraciones, pero que necesita muchas más oraciones para que pueda extirpar esa enfermedad que, según Nuestro Señor, ya se volvió una enfermedad espiritual.

Él dice que es a través de la humanidad, de nosotros, que podrá tratar esa situación, aliviar a las almas, curar a los corazones que están enfermos y derramar Su Misericordia.

Él nos pide que podamos responder a ese Llamado ya que es una situación seria que está aconteciendo en África y que, por más que sea un continente tan distante del nuestro, el Maestro nos está mostrando como todo es uno.

Él dijo que estará muy agradecido por las oraciones que todos puedan hacer.

Y después de este llamado de Cristo y de este mensaje de hoy, vamos a despedirnos, a agradecer a todos los orantes, a todas las Comunidades, a los Monasterios, a todos los que estuvieron coligados con este día de Misericordia. 

Pero esta tarea no termina hoy, continúa trabajando en nuestro plano interno. Mañana, en la mañana, volveremos a estar aquí para iniciar la segunda parte de la Maratón.

Solo nos resta agradecer al universo.

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 8.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Santísimo Corazón de Cristo,
convierte nuestros corazones
en llamas sagradas de Tu Divina Misericordia,
para que Tu Faz se funda sobre el gran corazón humano.

Que el venidero descenso de Tu Gloria Celestial
redima a todas las consciencias,
en honor y en gloria al Padre Celestial.

Amén.

A través de este Mensaje, Yo les he dejado una poderosa llave de conversión, como también les entregué el Orandio de la Pasión y de la Trasfiguración.

Son llaves importantes para la redención en estos tiempos. Aquel que las utilice de verdad y con honestidad, se transformará y no se reconocerá en el pasado, sino en el eterno presente de Mi Corazón.

Que los corazones se alegren en esta tarde y que nunca se cansen de buscarme.

Mis Oídos escuchan todas vuestras plegarias. Yo Soy vuestro misericordioso Pastor y ustedes son Mis ovejas que deben dirigirse hacia Mi Establo, hacia el Templo de Mi Corazón. En ese lugar nada los hará temer y no tendrán miedo de nada porque estarán en Mi Amor y en Mi Misericordia.

Me despido, bendiciendo los elementos sagrados, los cuales pueden traer hasta aquí en Mi Presencia.

La Comunión unifica el Cosmos y la Tierra, unidad perfecta entre las almas y Dios. Aquellos que comulgan de Mi Corazón, están unificados con el universo y reconocerán, al fin de los tiempos, las señales visibles que Yo traeré en Mi Retorno.

Les agradezco.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hoy tuvimos una experiencia genética con Cristo, y vamos a explicar de qué se trata esa experiencia genética que Él llevó adelante con cada uno de nosotros.

Cuando Él apareció, llegó como el Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús. En un momento de la Aparición, mostró que entre Sus Manos llevaba un símbolo.

Al principio no entendíamos qué era lo que nos quería transmitir, pero solo pidió que observáramos para pudiéramos compartir con ustedes.

Él siempre abre Sus Brazos cuando aparece para acogernos, para recibirnos, irradiando un gesto de amor y de fraternidad para nosotros. 

Pero cuando Él abrió Sus Brazos, en la palma de Su Mano derecha había cinco gotas de Sangre, aquella Sangre que Él había derramado en la Pasión. Y no supimos bien como sucedió, pero cuando Él mostró estas cinco gotas de Sangre, Él se convirtió en un manantial de Sangre preciosa y un fuerte rayo de luz color sangre comenzó a traspasar nuestro ser físico, nuestra alma, nuestros cuerpos.

En un momento todo quedó en blanco y solamente sentimos Su Conciencia presente.

En una cuestión de segundos, Cristo nos llevó al momento de Su Pasión y a algunos momentos culminantes que Él vivió. Por ejemplo, Él nos llevó al momento en que fue flagelado y derramó Su Sangre, y nos mostró a nuestra Madre María recogiendo esa Sangre preciosa. 

Cuando recibió la corona de espinas fue otro momento al que Él nos llevó, lo que Él sintió y lo que Dios realizó a través de ese sacrificio que Él ofertó. 

Y también nos mostró el momento de la Cruz de una forma diferente a la que hemos conocido en la historia de la humanidad, porque hoy Cristo se propuso mostrarnos verdaderamente lo que sucedió cuando Él murió en la Cruz.

Él nos pidió que nos sintonizáramos, que meditáramos sobre Su Sangre, porque nos dijo que fue tratando varios aspectos durante Su Pasión. Por eso, Él nos pidió que nos concentráramos específicamente en el poder de Su Sangre.

En un momento le preguntamos por qué quería trasmitirnos esto en este momento. Porque el poder de Su sangre, decía Él, preparará el retorno del Salvador a la Tierra.

El ejercicio de concentración en la Sangre de Jesús, en la visualización de esa Sangre preciosa, como Él la llama, puede revelar a nuestras vidas y a nuestro espíritu muchos poderes que Él llama poderes divinos, poderes celestiales. 

Después de que Él nos llevó por esos momentos de Su Pasión, nos vimos, como grupo, sumergidos dentro de esa historia de la Pasión de Jesús, al punto de que Él nos mostró los aspectos diferentes que teníamos en ese tiempo, cómo éramos físicamente, qué ropa vestíamos y qué papel cumplía cada uno en ese momento de la Pasión de Jesús.

Entonces, delante de todas esas cosas, le preguntamos por qué hacía todo eso, en ese momento, y Él no contestaba nada, estaba en silencio, y luego dijo: Yo lo revelaré en el Mensaje. 

Lo más importante fue la experiencia que Cristo nos trasmitió para que pudiéramos comprender el poder de Su Sangre, porque Él necesita que nosotros adoremos y contemplemos Su Sangre de una forma espiritual. Así es como nos lo pidió en este día, porque Él dijo que quien se coligue con esa Sangre preciosa podría resolver y curar muchas cosas irreparables. 

Entonces, hoy nos vimos delante de una importante experiencia espiritual para cada uno de nosotros, que vino directamente del Corazón del Maestro.

Fray Elías lee el Mensaje de Cristo Jesús para el día 5 de marzo de 2014.

En ese momento el Maestro empieza a trasmitir el Devocionario a la Poderosa Sangre de Jesús, como parte del Mensaje.

Y Él nos dijo al final:

 

Mediten sobre lo que hoy les entregué. Son llaves secretas de Mi Trasfiguración.

Bajo el Poder de Dios, sean bienaventurados.

¡Gracias por caminar a Mi lado!

Cristo Jesús

 

Madre María Shimani:

Mientras el Fray estaba leyendo, estaba recordando que tanto Cristo como nuestra Madre Divina nos dijeron que para este nuevo ciclo en este año, Ellos nos iban a revelar nuevos misterios celestiales, mucha información crística que la humanidad necesita saber para poder enfrentar esta purificación que estamos comenzamos a vivir, este apocalipsis que esperábamos hace tanto tiempo.

Así que están llegando todas estas dádivas y estas Gracias desde el Cielo, para que cualquier persona sobre la Tierra sea salva. 

Quedemos con esta reflexión en el corazón y hoy antes de dormir, agradezcamos mucho con nuestra consciencia. La gratitud es uno de los caminos más cortos para llegar a Dios. 

¡Gracias a Dios por cuánto nos das!

Gracias a todos los que nos acompañaron hoy.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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