APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, POR LA CONMEMORACIÓN DE LA MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Contemplen la grandiosidad del Amor de Dios en ustedes y cómo ese Amor es capaz de ir muy lejos; así como Mi Hijo fue muy lejos, más allá de la Cruz.

Contemplen ese Amor en sus esencias, háganlo por las almas que no contemplan a Dios en sí mismas, para que en esta noche el Corazón de Dios pueda ser reparado de todas las ofensas y ultrajes que comete el mundo.

Como Reina del Amor, como Madre que los ama, como la Guardiana de sus almas, les pido que recuerden el poder del Amor de Dios que es invencible e inextinguible, que va más allá de los conflictos y de las guerras, que obra más allá de toda división y disociación.

Este Amor es el que no conoce Mi adversario, y será este Amor Mayor e Infinito de Dios que también algún día lo redimirá; así como Cristo, a través de Su Preciosa Sangre derramada, redimió a cada uno de ustedes, liberándolos del pecado y del error, abriéndoles la puerta de Su Misericordia para que todos pudieran ingresar en Su océano de Compasión y de Amor.

Ante el terrible escenario del final de los tiempos, retornen a la esencia del Amor que está en ustedes y que los creó en el principio, en la Fuente. Así, trasciendan sus propios obstáculos; así, disuelvan sus propias amarguras y tristezas.

En esta noche, reciban con júbilo la Divina Esperanza, la Esperanza que Mi Hijo promete en Su pronto Retorno; la Esperanza, llena del Amor de Dios y de la vida, que renovará la faz de la Tierra, que liberará a las almas del sufrimiento de una vez y para siempre.

Porque en verdad les digo, Mis queridos hijos, que cuando surja la Nueva Humanidad, bajo el preámbulo del Retorno del Señor, no habrá ni un alma en esta superficie a la que se le escuche su llanto, porque el llanto de las almas en la Nueva Tierra será de alegría.

Si ustedes supieran cuánto Yo los amo, les aseguro que llorarían de alegría; porque el Amor de Dios no solo es invencible, no solo es profundo, sino también es un Amor transformador; un Amor que les concede la Gracia y el Perdón, que les otorga en esta noche una amnistía espiritual a ustedes y a sus hermanos que escuchan, a todos los que en este día se hayan dirigido al Santo Sacramento de la Eucaristía. Será una amnistía plenaria que disolverá los errores cometidos hasta el presente y que les permitirá a sus ángeles de la guarda dar testimonio de este extraordinario evento ante Dios.

Así, como les dije ayer, Mis hijos, los Altares de Dios hoy están abiertos; porque las puertas fueron abiertas por los santos ángeles del Señor, para que las ofrendas de reparación y de reconciliación de las almas sean depositadas honestamente ante el Señor; y así juntos, Mis amados hijos, aspiremos e invoquemos un buen año 2024, un año sin guerras, sin conflictos ni divisiones, un año en el que prevalezca el Amor.

Y así, ese Amor es el que renovará al mundo si las almas se unen a la esencia del Amor de Dios y se reconocen como Sus Hijos, los Hijos de la Fuente.

Esto permitirá, queridos hijos, que más almas en el mundo que están perdidas sean contempladas por la Misericordia y no por la Justicia; porque como así Yo les dije, Mis queridos hijos, Yo les deseo el bien a cada uno de ustedes y a sus familias, un bien mayor que les permita comprender la realidad, esta realidad del final de los tiempos.

Pero atención, Mis pequeños, no observen la realidad del mundo con temor o con miedo. A pesar de que es una realidad aterradora y triste, necesito que las almas despiertas, a través de la oración del corazón, se decidan de una vez y para siempre a ser puentes entre el Cielo y la Tierra, a ser mediadoras del verbo orante ante todas las causas imposibles que, con la intervención de la Divina Madre, no serán causas imposibles, sino serán soluciones posibles para todos.

Mi segundo pedido, en esta noche especial, es que invoquen la paz con más fuerza; y que sus actos, palabras y acciones sean de paz, para que la paz pueda ser recibida no solo por las almas que más la necesitan, sino también pueda ser acogida por aquellos lugares que han sufrido la guerra, el conflicto y la destrucción física de los espacios; que la paz pueda renacer en los corazones más sedientos.

Y ustedes, Mis queridos hijos, que han sido tan llenos de Gracia, al igual que su Madre Celeste, sean precursores de la paz y crean en esa paz, adentro ustedes y después afuera de ustedes. Así, la vida no será un sufrimiento, sino que la alegría emergerá de ustedes y de sus hermanos, por estar respondiendo al Llamado de Dios.

Mi tercer y último pedido es que, a través de la Santa Eucaristía que enseguida celebrarán, tengan muy presente a todas las huestes celestiales, que en esta noche ofrecen el Santo Sacramento y que abren todos los Sagrarios de la Tierra, para que la Luz poderosa de Cristo colme y bañe al mundo entero por medio de Su Amor y de Su Misericordia reparadora.

Que esta sea, para ustedes, la verdadera celebración de fin de año que una vez más tengan la dicha de vivir el Sacramento Eucarístico con Mi Hijo.

Deberían meditar y sentir en sus corazones lo que significa para el Reino de los Cielos que en cada día se celebre el misterio del Amor de Cristo, a través de la Comunión, y todos los méritos salvíficos y redentores que las almas reciben a través del Sacramento.

Por eso, hijos Míos, en este final de los tiempos, no vivan la Comunión como algo normal; que sus almas se exalten con júbilo y alegría por poder confirmar a Cristo en ustedes, como símbolo y señal de esperanza para el mundo entero.

Así, sus pequeñas almas y sus pequeñas esencias podrán ser ese gran espejo que se refleja en la Tierra, para que los códigos y los méritos de la Pasión del Señor enmienden todos los errores del mundo y les concedan la redención a las almas que ya se condenaron.

Con especial predilección y amor, Mis hijos, acompañaré esta Sagrada Eucaristía que hoy oficiarán en nombre del Señor. 

Así, su Santísima Madre, la Reina del Cielo y de la Tierra, la Humilde Esclava del Señor, la Intercesora entre los corazones y Dios, podrá elevar junto con los santos ángeles y los ángeles de la guarda todas las ofertas, para que en el mundo se alcance la paz y el fin de la guerra, no solo de la guerra física, sino también de la guerra en las familias.

Porque Mi deseo ardiente, Mis hijos, es que cada uno de los miembros de sus familias y de las familias del mundo pueda reencontrar en su mundo interior el Amor de Dios, que los salva y que no los castiga, que los libera y que no los condena, el Amor que los ama tal cual son y que los impulsa a la transformación de la vida y del corazón.

En esta noche especial, en la que se cierra un ciclo y comienza otro nuevo ciclo, aspiremos a través de la Celebración Eucarística a que todas las almas, especialmente las más perdidas en el mundo entero, alcancen la Gracia de la Misericordia en este próximo 2024.

Les digo y les pido que tengan fe, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará.

Así, los bendigo para el próximo año y les consagro cada uno de sus pasos, los pasos que deberán dar al encuentro de Cristo, Nuestro Señor, siguiendo las huellas de Luz del Gran Maestro.

Que sea un año, un nuevo año, de más Gracias y Misericordias para todos. Mi oración perpetua está presente incansablemente por esta causa.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

María ha sacado el Inmaculado Corazón de Su Pecho, en este momento, colocándolo sobre la palma de Su Mano derecha. Se lo ofrece a cada uno de nosotros como un Corazón Ardiente en amor, en Gracia, en servicio y en piedad por las almas.

Oremos, renovando nuestros votos para este próximo 2024 y tomando para nosotros mismos al Inmaculado y Ardiente Corazón de María, que arde en amor por las almas y las familias del mundo.

Santa Madre, agradecemos Tu Presencia aquí entre nosotros y en el mundo entero.

Acepta nuestra vida tal cual es, imperfecta, llénanos con la fuerza de Tu Amor para que podamos concretar las aspiraciones de Tu Amadísimo Hijo, Jesucristo.


Inmaculado Corazón de María,
fuerza, luz, protección y esperanza,
en Ti nos renovamos, a Ti nos consagramos
para que seamos testigos, ahora y siempre,
del triunfo de Tu Inmaculado Corazón
en toda la humanidad.

Amén.
(3 veces)


La Madre Divina está sonriendo, porque nos dice que Ella nos dio Su Corazón, y ahora nos pide que le demos nuestro corazón, y que no tengamos miedo porque no vamos a perder la vida, porque dijo que si le entregamos nuestro corazón tendremos vida en abundancia.

En el silencio de nuestro corazón entreguémosle el corazón a María, así como Ella nos lo entregó. Y así, nuestro corazón y el Corazón de María se funden en un solo Corazón, y recibimos de la Divina Madre el don del entendimiento, el don de la paciencia, el don de la fe, el don del perdón, el don de la cura, el don de la paz, el don de la unidad y el don de la redención.


Les agradezco por responder a Mi llamado.

Recuerden Mis tres pedidos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, vengo del Cielo, queridos hijos, para llamar a los que aún no han despertado, a través de los que se han consagrado a Mi Inmaculado Corazón.

Hoy, estoy aquí como la Reina de la Paz, como la Madre de todo el universo, como la Guardiana de la Fe, como la Protectora de los corazones y de los que dicen sí a Mi llamado.

Espero que su consagración como Mis Hijos, sea en honra a Dios, al Todopoderoso, y a Su Amado Hijo que pronto retornará para verlos en oración y en trabajo por el Plan.

Queridos hijos, hoy abro Mi Manto para mostrarles todas las naciones del mundo, principalmente aquellas que aún no se han consagrado a Mí, desde hace ya 2000 años. Aún espero en los corazones que Yo despierto, en esas naciones, que lo puedan conseguir.

Medio Oriente debe ser Mi reinado de Paz, y ustedes, hijos amados, deben acompañarme en la transmutación como en la oración. 

No tienen por qué temer a esas cosas, hay muchas almas en este lugar que verdaderamente sufren y ustedes lo saben.

Yo vengo aquí para entregarles todos los días Mi Reino Celestial, que es el Reino de Mi Hijo y de San José, el Reino del Paraíso.

Hoy, necesito que sus corazones se abran profundamente un poco más, porque no estoy sola aquí, estoy con los ángeles que custodian Mi tarea y la tarea de todos Mis hijos.

América tiene que cumplir esa promesa. En todas las naciones de América, Yo estoy presente, a través de Mis diferentes Faces, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, en Argentina.

Yo soy la misma para todas las culturas, pero todos los pueblos Me reconocen a través de su devoción y de lo que Yo he manifestado a través de los tiempos en Mis Apariciones.

Yo estoy en Salta como también estoy en Medjugorje, así como Mi Presencia nunca se borra en Fátima, en Lourdes y ni siquiera aquí, cuando ustedes llaman a la Madre de la Figueira.

Yo soy ese gran Árbol de Vida para ustedes, hijos amados. Ustedes deben cumplir Mi Plan en este lugar, el que Dios ha propuesto para esta parte de América; y sepan que se está consiguiendo a través de la fe y de la oración, que es lo que Yo necesito de todos Mis hijos.

Cada paso que puedan dar en su consagración, es grandioso para Dios y para Su Proyecto Original.

Hijos amados, vivan esta oportunidad que Yo les entrego diariamente; porque cuando Yo ya no esté aquí ni esté Mi Hijo ni San José, ustedes deberán seguir trabajando con todos los peregrinos que llegarán aquí a buscar la fuente de Mi Amor y de Mi Paz. Por eso, existe el Centro Mariano y los demás Centros que Yo he consagrado, así como Yo consagré a Fátima y a Lourdes para Mi Obra Mariana.

Quisiera que todos pudieran ingresar en Mi Corazón Inmaculado y que beban de la Fuente del Amor de Dios que Yo les traigo para sanar sus heridas y sus sufrimientos.

Hoy, les estoy hablando porque sé que Me escuchan. Pero más corazones deberán escucharme a través de ustedes, en el ejemplo de la oración y de la caridad; en el ejemplo de expandir Mi campaña de Paz por el mundo para que Mi Plan se establezca y su Madre Celeste junto con Su Hijo Glorificado derroten al adversario en el último tiempo que le queda.

La Tierra temblará y se purificará, para que sea más pura. Pero Yo no los dejaré de socorrer porque han confiado en Mí, desde el principio. No dejo de estar presente en sus hogares cuando abren las puertas a la oración, y en cada uno de sus familiares, a los que Yo intento llegar todos los días con Mi Amor y con Mi Redención, que es la Redención de Mi Hijo Amado.

Hijos amados, Yo quisiera que fueran parte de Mi vida espiritual; que el Reino de los Cielos no estuviera lejos de ustedes, como lo ha estado para muchas almas. Yo traigo el Reino de los Cielos en cada Aparición, en cada palabra, en cada gesto de Amor y de Paz.

Yo les traigo el nuevo código de Mi Hijo para que lo guarden en sus corazones y almas, y él pueda sembrarse en lo profundo de sus esencias y así despertarán los talentos.

Hoy, les hablo con dulzura porque sé que lo necesitan, porque sé que necesitan Mi abrazo consolador y maternal.

Yo no soy la que ama, es Dios que ama a través de Mí; y Yo quisiera amar a sus hermanos a través de sus corazones, disipando sus dudas y faltas a través de Mi Pureza Original, de la pureza del Reino de Lys-Fátima. Para que eso sea posible, amados Míos, en la presencia de todo el universo y del Amor invencible de Mi Hijo, quisiera escuchar con Mi Corazón una canción en honor al Reino de Lys, en honor a todas las esencias que despiertan y a los servidores que trabajan por el Plan en toda Europa y en el mundo entero.

En este día 13, los Jardines de Lys se abren para bendecirlos y para que los recorran espiritualmente Conmigo, en la belleza perfecta de Dios y de toda Su manifestación creadora.

Antes de consagrarlos como Hijos de María, debo llevarlos a la Pureza Original y a la esencia del Amor que los unificará con Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre señalando el coral, dice:

 

Los escucho.

Canten Conmigo, hijos Míos, para abrir las puertas del Reino de Lys.

Canción: “Lys, María, Lys”.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es de ese Jardín tan puro de donde provienen sus pequeñas esencias, porque Mi Corazón tiene Su morada en ese Jardín; y cada uno de ustedes, hijos Míos, nace de Mi Esencia Maternal, nace del Vientre Espiritual de su Madre Celeste.

Hoy, les traigo el Reino de Lys para que puedan renacer en espíritu, para que puedan vivir la pureza que les permitirá enfrentar los tiempos que vendrán.

Hoy, les traigo la Paz de Lys, así como se las traje en tiempos anteriores a través de los pequeños de Fátima. 

En aquel tiempo, aquellos tres pequeños niños pudieron abrir las puertas del Reino de Lys para establecer la paz y evitar una guerra en este mundo. Ahora, hijos Míos, la guerra ya está establecida y ella no es solo entre la Luz y la oscuridad, también el caos y el mal luchan entre sí para engañar a las almas. 

Por eso, hoy les traigo el Reino de Lys, que es Mi Reino en Fátima, para que se establezca la paz en sus vidas y, a través de ustedes, en el corazón de cada uno de Mis hijos. 

Quiero que sean precursores de Mi Paz, a través de la oración y también de los ejemplos de vida, así como los apóstoles de Mi Hijo. Cuando ellos predicaban, de sus bocas no solo emanaban palabras; ellos irradiaban a todos la Presencia de Cristo, ellos irradiaban el Verbo Divino, los Dones del Espíritu de Dios que fueron impresos en sus consciencias.

Cuando les pido que Me escuchen y lean Mis Palabras es para que también puedan quedar impresas dentro de cada uno de ustedes y que, de esa forma, anuncien Mi Presencia en este mundo y en todo el universo; que no sean solo palabras pronunciadas por sus bocas, que sea el Espíritu de Dios el que se manifiesta a través del amor y de la verdad que sus corazones pueden vivir.

Es por eso, hijos Míos, que necesito de tantos misioneros en este mundo, que necesito de tantos corazones que no solo vivan una experiencia en la Tierra, sino que vivan una verdadera misión, que vivan la misión espiritual de atraer el Reino de Dios, de vivir el verdadero arquetipo para esta humanidad, porque esa es la Voluntad de Dios. 

Y es posible manifestar eso siempre que sean verdaderos, sinceros, humildes; siempre que sean obedientes, que no quieran establecer en el mundo los propios planes, sino los Planes del Creador; porque sus planes, hijos, son muy pequeños. Ustedes son muy ignorantes porque sus corazones aún no conocen la verdad, no conocen el verdadero Plan de Dios. Pero si se abren en espíritu, en esencia, para unir sus pequeños corazones al Corazón del Creador; este Plan, que es perfecto y que incluye a cada esencia de este mundo, se podrá manifestar naturalmente a través de sus corazones.

Hoy les traigo del Reino de Dios la verdadera misión espiritual, el verdadero espíritu misionero, para que él se pueda manifestar en sus esencias; que puedan ser ejecutores de este Plan, así como lo son Mis ángeles, estos que hoy están a Mi alrededor manifestando la Voluntad de Dios en este día, para cada una de sus vidas; estos que traen de los Cielos los dones del espíritu misionero para depositar en ustedes.

Que ustedes, hijos Míos, vivan ese espíritu y cumplan la verdadera misión de santificar y consagrar este mundo, no solo a Mi Inmaculado Corazón, sino también al Corazón de Mi Hijo, al Corazón del Padre.

Que esta Tierra pueda vivir el Pensamiento Divino, aquella idea perfecta emanada por Dios en el principio. Eso es posible si ustedes aceptan responder a Mi llamado, más allá de todo lo que siempre desearon vivir.

Para Mi Inmaculado Corazón no existen límites, no existe edad, no existen destrezas. Todos pueden ser misioneros en espíritu, porque la verdadera misión trasciende los movimientos físicos que pudieran realizar. La verdadera misión se cumple cuando sus corazones están abiertos y permiten que Yo ame a través de ustedes. 

Por eso, reuní aquí a los misioneros que vinieron de Oriente y también a los que fueron a Chaco, porque quiero imprimir en esos corazones un impulso de Luz que se multiplique y se expanda a todos los servidores que quieran consagrarse a Mi Corazón como misioneros de María.

Por eso hoy, hijos, les traigo los impulsos de Lys y también los impulsos de Dios y, de esta forma, derramo una Gracia inédita, infinita, para aquellos que sepan vivirla de corazón.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

A través del canto de los jóvenes, queridos hijos, todos los jóvenes que se drogan, que se pierden por el alcohol y la desunión, pasaron por los Jardines de Lys por su mediación. Mi Inmaculado Corazón los ayudó a fortalecer su camino en la búsqueda de la Luz Eterna.

Antes de que Yo Me eleve al Cielo, Mis Palabras han reconsagrado a todos ustedes, los presentes, y a aquellos que Me escuchan abiertos de corazón y de alma.

Que los que hoy se consagrarán al Inmaculado Corazón, a la vida del servicio como voto, a la vida de oración como voto y a la vida en la fraternidad como voto, se coloquen de pie.

Tráiganme aquí agua para bendecir.

Queridos hijos que se consagrarán, Yo aproximaré a ustedes la lluvia de Mis Gracias y de Mi Paz a través del agua bendita, que es el símbolo más visible de la pureza y de la castidad; elemento creado amorosamente por Dios, su Padre Eterno, en el principio de los universos.

El agua los purifica. El agua los santifica. El agua los renueva, los libera del pecado y los lleva a encontrar la paz. Esa agua será rociada sobre sus cuerpos por un sacerdote que en Mi Nombre y en el nombre de la Santísima Trinidad les impartirá la bendición.

Hoy, bendigo a la Madre de Colombia, Chiquinquirá, la Madre de todos los pueblos originarios de los Andes, que Yo he instituido como Peregrina de toda Colombia y de los países de Centroamérica, junto con la Virgen de Guadalupe y la Virgen de Coromoto, y en unión a la Virgen de Cuapa.

En estas Faces, queridos hijos, Yo les revelo Mis Atributos, los Atributos de la Madre Universal.

Chiquinquirá es el Atributo de la Unión, de la unidad de las almas de toda la Tierra con Dios.

Por la autoridad que Me concede la Gracia de Dios, que esta agua se constituya por todos los Dones del Espíritu Santo, por la infinita Gracia de Dios y de Su insondable Misericordia, a través del poderoso Corazón de Su Hijo amado, Jesucristo, Nuestro Señor, que vendrá por segunda vez al mundo en Gloria entre las nubes y derramará Sus Gracias como una lluvia de Luz sobre aquellos que hayan persistido en la fe hasta el final de los días del Juicio Universal.

Los ángeles custodios de su Madre Celeste colocan sus manos de Luz sobre esta agua. Que ella bendiga a los que hoy se consagran y que inician un camino de oración y de servicio por los Planes de Paz de su Madre Celeste.

Con la autoridad suprema del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Yo los consagro a todos a Mi Inmaculado Corazón.

Escuchemos el himno de los Hijos de María, en devoción y fe.

Mientras Yo Me elevo al Cielo, quisiera, hijos consagrados, en este encuentro anual con Mi Corazón eterno, que asumieran en sus oraciones a un alma de Oriente, para que reciba la misma Gracia que ustedes reciben todos los meses.

No escojan a nadie, solo oren con el corazón, porque Dios todo lo ve.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

¡Gracias, hijos, por cuánto Me dan!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Apariciones extraordinarias
DECIMOTERCERA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL AUDITORIO DE F2, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 12:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, la reunión se realizó en el auditorio del área de F2, un gran salón donde se realizan estudios y charlas de la Comunidad.

La Madre Divina nos pidió realizar el encuentro en este lugar para que las personas estuvieran más atentas y concentradas en Su Mensaje. El sol, en estos días, ha sido muy intenso y muchas personas tienen dificultad para estar tanto tiempo bajo el sol del mediodía.

Con mucho amor y delicadeza, se preparó un bello altar y se colocó la pintura de Santa María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Esos detalles, más las comodidades del lugar, ayudaron a concentrar las energías, haciendo que la oración fuera profunda y llena de devoción.

Después de una hora de oración, Fray Elías se colocó de pie y se dirigió al lugar donde la Madre Divina apareció.

Se hizo silencio y comenzó la transmisión del Mensaje.


Queridos Míos:

Hoy, los convoco para que entren más profundamente dentro de Mi Corazón, para que reciban en sus manos el cáliz de Mi oferta, para que puedan permanecer Conmigo en Paz y dejarse nutrir por Mi Luz Maternal.

Quiero que todos oren más tiempo para establecer Mi Paz en esta nación y en las naciones hermanas. Debemos prepararnos para el tiempo que vendrá, así lo dice el Señor. Yo Soy la Guardiana de las almas y quiero conducirlos como un gran rebaño.

Hasta el día 25, muchas cosas sucederán. Quien permanezca en fidelidad comprenderá lo que le digo y sembrará en su corazón Mi Corazón, Mi Corazón de Luz, Mi Corazón de Paz.

En ese momento se generaron algunos movimientos en el fondo del salón y, por un momento, se hizo una pausa en la transmisión.

Quédense en paz mientras Yo les hablo, pues les está hablando el Señor a través de Mi Voz redentora.

Hoy, elevo sus plegarias hacia Mi Reino.

A aquellos que quieran creer en Mi Presencia Inmaculada, hoy les dejo la Luz de Mi Espíritu para que la puedan reconocer como la Madre de los antiguos tiempos que vuelve a surgir por el Llamado del Señor.

No quiero convertirlos a ninguna doctrina, solo a Mi oración eterna, que está abriendo las puertas para la reconversión de las almas que quieren caminar por esta senda hacia Mi Corazón.

Hoy, les irradio Mi Paz nuevamente, para que en la quietud Me escuchen y comprendan la Gracia que están recibiendo.

Yo Soy la Reina de los Cielos y la Madre de los ángeles, la Madre de todas las criaturas, y abro Mi Manto protector para que todos entren y se refugien en Mí.

Sepan, queridos Míos, que las naciones vivirán muchas pruebas para confirmar la alianza con el Señor.  Estamos en el tiempo de la Misericordia, antes de que la Justicia Divina llegue a todos los corazones, vivos y no vivos.

Sepan que es importante mantener la alianza de la oración en el fin de este tiempo. Reitero Mis Palabras a cada momento para que Me escuchen y reflexionen; pues Yo, como la Reina de la Paz, les traigo Mi Luz sublime y profunda.

Debemos orar para aliviar al mundo, que busca la Luz al igual que ustedes. Por eso, Yo he venido aquí para anunciarles Mi Paz, para que encuentren el camino que les estoy abriendo en esta última fase del mundo.

Muchos secretos, en el fin de este tiempo, serán revelados; secretos en Medjugorje, secretos en este lugar, que podrán formar a las almas que se mantengan en oración Conmigo cuando Yo ya no esté aquí.

Sé qué corazón corresponde a Mi llamado. Sé quién es quién y responde al Señor para poder encontrar alivio. Sepan que las puertas están abiertas para los que se animen a cruzarlas y encontrar un nuevo destino que Mi caminar está marcando.

Lleven con ustedes la adopción de otras almas que necesitan de salvación, antes de que todo ocurra en este mundo.

En este momento, Yo estoy aquí, en este hemisferio y en el otro también, para que Mi Voz se difunda y para que todos mediten sobre Mis Mensajes que se anuncian por última vez.

Todos recibirán la oportunidad de escucharme una vez más, en el último ciclo del año 2012.

Entonces, todo comenzará y sus corazones deberán estar preparados, sin malos sentimientos y sin prejuicios, completamente donados a Mí.

A los que se animen a cruzar hacia lo profundo de Mi Corazón Inmaculado, sepan que Yo, la Reina de la Paz, contaré con ustedes en el silencio.

Hoy, estoy acompañando a los elementos para que sepan Quién está aquí, respondiéndole al Señor; y es así como ustedes Me deben responder.

Yo conozco sus corazones y sus internos, y les digo que es importante abrirse a los nuevos caminos que vendrán. Pocos caminarán sabiendo qué hacer en este último ciclo; y por eso, oremos.

Oremos por el Plan Divino, por la salvación de las almas y de los corazones que están oscuros, a los que Yo despertaré en el fin de este tiempo.


En ese momento se oró: “Ave Luminosa”.


Que Mi Corazón Misericordioso cultive nuevamente sus vidas, para que puedan nacer en Mí y Yo en ustedes como la Madre de la Reconciliación, que perdona y eleva las faltas, especialmente las de aquellos que las esconden de Mí. Como Dios es prodigioso, Yo todo lo puedo ver, para saber quién es fiel y quién no es fiel a Mi llamado.

Las puertas están abiertas a Mi Reino Celestial, y las cruzarán aquellos que se animen a hacerlo con confianza en Mí, en Mi Infinito Corazón.

Preparemos los corazones para que estén mansos durante esta noche. Después de que todo pase comprenderán, pues sepan que la humanidad, en consciencia, todavía es lenta en comprender los Designios Divinos. Pero ustedes, a lo largo de estos días, han comprendido más que los otros que viven separados del Señor, separados de Dios.

Yo los estoy preparando para que encuentren alivio y se puedan curar, para que puedan caminar junto a Mí como la Madre de Paz, la Sierva de todos los rebaños que siguen el Camino de Cristo. Curen sus dolencias con la oración y perdonen todo lo que han hecho.

Este es Mi precepto para el fin de este tiempo.

Gracias por responder a Mi Llamado.

Meditemos y comprenderemos.

 
Se cerró el encuentro con la canción “La Mujer que nos guía”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre de Dios, por cuánto nos das!

Y tal cual Ella nos pidió, vamos a dejar a nuestros corazones mansos para recibirla esta noche en la Colina de las Apariciones, como todas estas noches.

Gracias a todos.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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