MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Para esta nueva novena que comenzará el próximo 14 de junio, quisiera que dediques cada día de la misma a un determinado grupo de almas, a fin de que Mi Divina e Insondable Misericordia pueda penetrar en los abismos de esas consciencias y, así, concederles la Gracia máxima de la expiación de sus pecados y de los del mundo entero, por medio de los méritos alcanzados por la Preciosa Sangre derramada por el Cordero de Dios en la Cruz.

Es así que en el primer día de la novena sumergirás en el gran Océano de Mi Misericordia a las almas que viven el pecado mortal o la falta moral en sus vidas, para que la Fuente de Mi Misericordia alivie su sufrimiento espiritual e interior.

En el segundo día, sumergirás en el Océano de Mi Misericordia a las almas adúlteras, especialmente a todas aquellas que se vengan y ultrajan Mi Corazón con el odio, la mentira y la impunidad. A todas ellas las colocarás en los lagos internos de Mi Insondable Misericordia para que sean purificadas y reparadas.

En el tercer día de la novena sumergirás en la gran Fuente de Mi Misericordia a todas las almas solitarias, especialmente a las almas que son maltratadas en los asilos, hospitales, orfanatos e institutos de menores, para que la Gracia de la Divina Misericordia les conceda la paz y la esperanza de ser amados.

En el cuarto día, sumergirás en el universo de Mi Misericordia a todos los opresores, refugiados y personas que trafican seres humanos en el mundo entero, para que el estado mayor de Mi Justicia y de Mi Misericordia sea testigo y suprema justificación de sus pecados ante el Padre Celestial, a fin de que esas almas, condenadas al fuego del Infierno, sean rescatadas por el potentísimo Amor de Mi Corazón manso.

En el quinto día, sumergirás en el Océano de Mi Misericordia a todas las madres del mundo, especialmente a aquellas madres que sufren por la muerte o por la prisión de sus hijos. Harás entrar en Mi Infinita Piedad y Misericordia a las madres que son esclavas del aborto e instrumentos del mal en el mundo para promover inseminaciones genéticas y proyectos de maternidad pervertidos. A todas ellas las llevarás hacia Mi Misericordia para que Yo pueda interceder y conceder el Perdón.

En el sexto día, sumergirás en Mi Misericordia a todas las almas que promueven las guerras, la persecución y el hambre en el mundo y, especialmente, llevarás hacia Mi Misericordia a todas las almas que firman acuerdos nefastos y llevan adelante proyectos que transgreden la paz y la unidad entre las naciones y entre los pueblos. A todos ellos, con inmensa piedad, los colocarás a los pies del Altar de Mi Misericordia para que sean perdonados y redimidos.

En el séptimo día, llevarás hacia la Fuente de Luz de Mi Misericordia a todas las almas que están presas espiritualmente y que son objeto de tortura mental y psíquica, para que el fuego poderoso de Mi Misericordia las auxilie y las libere de esa constante condenación.

En el octavo día, dejarás dentro del universo de Mi Misericordia a las almas que padecen de penas o de enfermedades terminales. A todas ellas las sumergirás en el Océano de Mi Misericordia para que Yo las pueda sanar. 

En el noveno día, dejarás en el universo infinito de Mi Misericordia a todas las almas que Me siguen y, especialmente, al clero de Mi Iglesia para que se purifique y esté a la altura de los acontecimientos que vendrán, sabiendo que necesito de transparencia profunda y de verdad iluminada para poder llevar adelante la preparación del retorno de su Maestro y Señor. Deseo de la Iglesia una máxima fidelidad, pero especialmente aspiro a la conversión de los que están en Mi Iglesia y ofenden Mis Obras, a fin de que se rediman.

A todas esas almas, durante nueve días, las llevarás hacia Mi Infinita e Insondable Misericordia para que el mundo entero algún día se pueda arrepentir y convertir al Amor de Mi Glorioso Corazón.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús