APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

A pesar de Mi despedida, como de la despedida de Mi Amado Hijo, seguiré acompañando los pasos de los que se decidieron a vivir en fidelidad a Dios.

Estamos en un momento semejante al de los apóstoles en el pasado, cuando después de la Ascensión de Nuestro Señor, Él envió al Espíritu Santo, el Gran Consolador, para que, como flameantes lenguas de fuego sobre las cabezas de los apóstoles y de Nuestra Señora, el Espíritu Santo guiara, a partir de ese momento, la Obra Crística de la evangelización y del apostolado.

Quiero decirles, a cada uno de Mis hijos, que después de estos diecisiete años de encuentros, están en ese momento semejante en el que, a partir de cada uno, tomen una decisión interior: si aceptan para el resto de sus vidas este camino que Mi Hijo les ofreció y en el que su Santísima Madre cuidó amorosa y maternalmente a cada una de sus almas hasta el presente, como flores preciosas en los Jardines de Dios.

Por eso estoy aquí, queridos hijos, no solo para celebrar este momento con ustedes, como Madre amorosa, humilde y servicial, sino también estoy aquí en este día, enviada por el propio Dios y a pedido de Nuestro Amadísimo Señor Jesucristo, para apoyarlos en este momento de transición; porque llegó ese momento tan esperado por Cristo desde el principio. Desde el año 2007 hasta el presente todo fue una experiencia preparatoria, en la que hubo aprendizajes, aciertos y errores.

Pero Yo deseo en este día, queridos hijos, amados Míos, que Mi dulce Voz pueda reverberar en sus mundos internos a partir de este día; que, a partir de este momento y por los tiempos que vendrán, puedan seguir estudiando el Nuevo Evangelio de Cristo, que Él dictó desde el año 2013 hasta el presente; así como también cada una de sus vidas no solo se pueda seguir sumergiendo en el poder de la oración del corazón, sino también en las Divinas Instrucciones que Mi Hijo dejó en las parábolas y en la experiencia infinita y profunda de los Sacramentos.

Es así, queridos hijos, que este 8 de agosto, así como lo anunció Mi Hijo en los últimos días, coloca a cada uno de ustedes ante el cierre de un ciclo, pero ahora de un ciclo realmente definitivo, en el que ciertas situaciones ya no se repetirán jamás, no solo en ustedes, sino también en el mundo entero.

Pero también este 8 de agosto, tan definitivo y especial, los coloca delante del camino del futuro, de aquel Proyecto que aún Dios tiene pensado poder realizar a través de las almas, a través de cada corazón que siempre le dijo sí.

Yo vengo a apoyar, como bondadosa Madre, este momento en cada uno de Mis hijos, y también vengo a agradecerle a cada hijo Mío personalmente que se haya animado a responder a Mi llamado hasta los tiempos de hoy, que se haya abierto a escuchar Mi convocatoria espiritual desde el primer momento en que cada uno de ustedes tomó contacto con Mi Divina y Soberana Palabra.

Ahora, ya no es tiempo de más Mensajes. Es tiempo, queridos y amados hijos, de que ustedes sean Mi Mensaje vivo en la Tierra, con todos los atributos, con todos los tesoros espirituales, con todas las Gracias que les fueron concedidas, desde el primer momento, desde el primer día en que cada uno de ustedes tuvo la oportunidad de estar ante Mí en una Aparición.

Quiero que sepan, Mis amados, como también quiero que sepa cada uno de Mis hijos en el mundo, que este momento que hoy les recuerdo de su primer contacto Conmigo no se borrará de sus almas nunca más.

Allí se encuentra el impulso que ustedes necesitaban en sus vidas. Allí se encuentra el puente espiritual que Yo coloqué, a pedido de Mi Amado Hijo, en cada uno de sus caminos para salir de la vida irreal, para ingresar en la vida real del espíritu.

Quiero que tengan esto muy presente en este momento y en este día, 8 de agosto; porque, a partir de ese momento y hasta el presente, comprenderán la Obra de Redención y de Misericordia que Mi Hijo construyó en cada uno de los que llamó por su nombre espiritual.

Hoy, Mis ángeles, que acompañan a su Señora, escriben en sus Libros este momento final, en el que, a través de sus más sensatas y verdaderas decisiones, como lo dijo Mi Hijo, Cristo, comenzarán a escribir esta nueva historia en este nuevo ciclo.

Y, sobre sus espaldas y sobre todo en sus corazones, ya no deberá pesar la agonía por la culpa de lo que no hicieron bien o del paso que aún no se animaron a dar.

Mi Hijo, en este mes de agosto, vino a liberarlos para que definitivamente sean Sus nuevos apóstoles, los Cristos de los últimos tiempos, como está escrito en el Corazón de Dios.

Pero ahora, Mis amados hijos, este camino le exigirá una mayor responsabilidad y honestidad a cada uno. Por eso, Mi Hijo vino a sacar de sus rostros las máscaras que han creado, para que el verdadero ser y la verdadera alma, que habita en cada uno, pueda surgir y emerger.

Permitan definitivamente que el espíritu, en cada uno de ustedes, los gobierne; porque cada uno de sus espíritus, que fue creado a imagen y semejanza de Dios, ya sabe desde el principio qué es lo que vino a hacer aquí, a la Tierra; qué es lo que vino a aprender por amor y por redención; qué es lo que vino a cumplir, conforme la Voluntad de Dios lo determinó.

Ahora, después de diecisiete años, ya los puedo contemplar y observar como adultos en el camino espiritual; los puedo contemplar como personas y sobre todo como almas, que ya no se esconderán en la culpa o en el victimismo, que ya no retrocederán ante el Llamado de Dios, que ya no se esconderán de la necesidad que se colocará en sus caminos, sino que la cumplirán con valentía y con determinación bajo el impulso que el Divino Propósito les proporciona.

Porque les recuerdo que Mi Hijo está preparando Su Retorno a la Tierra y esto no demorará mucho. Todos pueden ver con sus propios ojos el cruel escenario de la superficie, los conflictos, las guerras y la impunidad que se agravan.

Pero este momento ya estaba escrito; y ahora es necesario que, a través de la valentía de cada corazón orante, a través de cada corazón valiente, se pueda enfrentar el final de estos tiempos que está llegando.

Por eso, Mis amados hijos, es imperioso que ustedes vivan la fidelidad y la verdad, porque así sus propios pies no se confundirán de camino y no se desviarán por experiencias innecesarias, sino que en sus mentes y sobre todo en sus corazones, con la fuerza del espíritu en cada ser, deberán visualizar el Divino Propósito frente a sus ojos, la llama flameante del Amor de Dios que fue creada en la Fuente, que es eterna e inextinguible y que impulsa en todo este universo la renovación a través de los ciclos.

¿Ustedes, hijos Míos, ingresarán en este nuevo ciclo que Cristo les está presentando?

No necesito que Me respondan en este momento. Necesito que primero escuchen Mi Palabra y que después la vivan, para poder responderle a Mi Hijo con madurez y discernimiento.

Mis amados, el mundo se está ahogando en sus propias emociones y esto genera confusión y conflicto.

A medida que la Ley de la Armonía se aproxima a la Tierra para corregir a la humanidad por todas las Leyes que abandonó y de las cuales se desvió, es inevitable, Mis amados hijos, que, en este 8 de agosto y a partir de esta fecha especial y espiritual, los acontecimientos se precipiten en el planeta.

Pero no tomen esto como una advertencia o como algo extraordinario, las corrientes del universo existen para poder alinear a las almas con esa trayectoria que Dios creó desde el origen de cada ser.

¿Ahora, comprenden la importancia de esa decisión en este nuevo ciclo?

Muchos impulsos ya fueron recibidos, sus almas acogieron estos impulsos a lo largo de los tiempos. Ahora es momento de que esta Divina Instrucción y este Sagrado Conocimiento Espiritual se hagan carne de su propia carne, se hagan verbo de su propio verbo, se concreten en la vida material y en todos los planos.

Por eso, aún queda un poco de tiempo, como les dijo Mi Hijo, para que puedan enmendar sus vidas y corregirse. Porque grandes serán los acontecimientos que llegarán al mundo y deberán estar fortalecidos en la fe cuando Nosotros ya no estemos aquí; porque oramos y contemplamos ese gran día, en el que por ustedes mismos asumirán el Plan de Dios.

Quiero agradecerles a todos los que se han consagrado a Mi Corazón, a los que vivirán esta consagración día a día y a los que renovarán esta consagración a Mi Inmaculado Corazón a lo largo de los próximos tiempos.

En este día, en el que el Infinito se une a la Tierra, en el que la Fuente Divina se contacta y se acerca a la humanidad para que todos Mis hijos puedan retornar a su pureza original; desde el Sagrado Reino de Lys y desde el corazón insondable de Aurora, en donde su Madre una vez se presentó para llamar al mundo al cambio de la consciencia y al despertar flameante de los corazones, vengo a renovar su acto de consagración a Mi Materno e Inmaculado Corazón, bajo la bendición espiritual y especial que Mi Hijo le concedió a cada uno de ustedes en este día.

Que esta consagración los plenifique, los renueve y los impulse a seguir caminando en la reconstrucción de esta humanidad, y en el retorno de la fe y de la esperanza en los corazones, para que todos, algún día, en algún plano de sus consciencias, se sientan curados y sanados por la Gracia de Dios.

Les agradezco por estos diecisiete años de tantos momentos compartidos, de tantas súplicas escuchadas, de tanta devoción otorgada por cada uno de Mis hijos; porque todo lo que irradian para Mí, no queda en Mi Corazón, sino que Yo lo devuelvo en Gracias y oportunidades a las almas, porque es a Nuestro Creador que le debemos gratitud y gloria por todo lo recibido.

Los bendigo, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo y de Nuestro Altísimo Creador, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Sagrada Figueira, en este mes de agosto, comienza a mostrar sus primeros brotes del advenimiento de su nuevo ciclo, de su ciclo original y primordial.


Sagrada Figueira,
acoge a todos tus hijos como Madre Espiritual,
a todos los que fueron llamados
a estar debajo de tu copa de Luz,
para ser nutridos por las raíces de tu Instrucción.

Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das.

Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das.

Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das.

Vamos, a pedido de Nuestra Señora, a cerrar este trabajo, a través de una canción que Ella nos pidió. Vamos a cantar "Mirarte a Ti" y, a través de esta canción, cada uno de nosotros, en este momento, hará su síntesis interna ante el Corazón Inmaculado de María, agradeciendo profundamente por todo lo que fue recibido y confiado.

Desde el Reino de Lys, en Fátima, agradecemos a cada uno de los hermanos que a lo largo de estos diecisiete años ha sostenido esta Obra fielmente; y los invitamos, en nombre de Nuestra Madre, a ingresar confiados en este nuevo ciclo que Cristo, por Amor, nos presenta.

Gracias.

APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Desde el Cielo vengo a visitarlos para traerles Mi Paz y Mi consuelo.

Hoy vengo revestida por las banderas de las naciones de Centroamérica y los llevo de Mi mano hacia la peregrinación que vuestra Madre Celeste realizará por las almas del planeta.

Necesito que estén Conmigo en este camino y que puedan abrazar Mi llamado. Deseo ardientemente que todos Me acompañen y que, con la llama de fe de sus corazones, hagan propagar Mi Paz en el mundo.

Aunque Mi Obra fuera de la Iglesia está siendo enfrentada, no teman, ya no teman. Es hora de que las conciencias abran sus corazones para poder comprender lo que Yo estoy pidiendo en estos tiempos.

Por eso, vengo a buscar a aquellos que nunca vivieron en Cristo y que están fuera de la Santa Iglesia.

Vengo a darles una oportunidad a todos Mis hijos, porque el Proyecto de la Divina Misericordia es para todo el planeta.

Hoy los acompaño a todos desde muy cerca y digo, para los hijos que hoy se consagrarían a Mí, que sigan trabajando en oración y en servicio para que, cuando Yo retorne aquí, a este árbol sagrado, los pueda encontrar prontos, y así los consagraré en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Muchas almas Me esperan en Centroamérica. Muchas más de las que ustedes se imaginan. Mi Obra no es solo material, sino celestial y universal. Mi Consciencia Divina abraza a muchos universos y esta tarea que Yo realizaré en Centroamérica, es una pequeña muestra de Mi Obra universal.

Quiero que abran sus sentidos para eso, para que puedan ver más allá de todo, y así sentir en lo profundo de sus corazones, la importancia de que esta Obra se realice, más allá de los videntes, más allá de todo su grupo y de toda la humanidad.

Vengo hoy a demostrarles el Propósito de Dios a través de este pedido que Mi Corazón de Madre realiza para todos. Desearía profundamente, con toda Mi alma, que la Iglesia estuviera unida en esta propuesta, porque Mi Consciencia no viene a traer el conflicto ni la guerra, sino la paz, la paz que les falta. Todos son dignos hijos de Dios y todos merecen una oportunidad, así como la Iglesia la ha recibido a través de los tiempos y de Mis Apariciones.

No vengo a pedirles que crean en Mí, sino en el llamado de Dios a través de Su Sierva fiel. 

Yo vengo, como Mensajera, para anunciarles un nuevo tiempo, una nueva etapa que no es moderna, sino profundamente espiritual e íntima con Dios. 

Yo no vengo a realizar aquí, a través de esta obra, una nueva Iglesia, sino vengo a renovar la Iglesia que existe, en la fe, el amor y la devoción.

Únanse todos en esta sagrada misión y podrán vivir Mis planes verdaderamente. Quiero que puedan encontrar en esta propuesta un sentido para la vida y el espíritu.

Vengo así, a derramar Mis últimos tesoros celestiales sobre el mundo y esta vez en las almas de Centroamérica, que también son merecedoras de Misericordia y de Paz.

Así, Yo los invito a fraternizar entre los pueblos y las naciones, bajo el Espíritu de la Paz, del Amor y de la Unidad.

Yo los invito a todos Mis hijos del mundo, a encontrar a Cristo en sus hermanos y a poder verlo, más allá de toda apariencia. Si ustedes consiguieran vivir eso, tal vez el mundo no se purificaría tanto como está previsto. Por eso, es necesario que Yo recorra las naciones con Mis hijos, trayendo la buena nueva y renovando el Mensaje de Mi Hijo para el mundo.

Quiero que todos puedan orar Conmigo todo el tiempo y que aprendan a sustentar esta humanidad. Pero si nadie se ofrece a hacerlo, ¿quién lo hará?

Por eso, convoco a los soldados de Mi Hijo, de tiempo en tiempo, como Madre de los apóstoles y de los discípulos de Cristo, para que realicen junto a Mí la Obra de Dios, para que Me ayuden a concretar el Pensamiento Divino sobre la Tierra.

Junto a Mis ángeles, hoy los bendigo y espero poder llegar a Centroamérica definitivamente, porque hay almas que necesitan de auxilio, así como también los Reinos de la Naturaleza.

Ustedes deben alcanzar una nueva consciencia que ya no es más personal ni individual. Deben alcanzar la consciencia grupal de la humanidad y ver que cada espacio de este mundo les pertenece y debe ser cuidado.

Como Madre de los Reinos les imploro, oren por las Américas, así como lo vienen haciendo. Esta peregrinación a Centroamérica abrirá nuevos grupos de oración que podrán ir fortaleciéndose para los tiempos que llegarán.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Aún existe, hijos Míos, un pasado que debe ser curado en el corazón de Mis hijos de América Central. Así como Yo los perdoné, lavé sus heridas, los recogí bajo Mi Manto y los torné Mis soldados de la paz, aún debo hacerlo con muchos de Mis hijos.

Vengo a enseñarles a amar el Plan de Dios más que a sus propias vidas. Amar este Plan no incluye una meta personal, sino a toda la consciencia del planeta, del universo, de la Creación.

Por eso, vengo como Madre Universal. Por eso, Me presento ante sus ojos y corazones como su Madre Celeste, para que aquellos que se reconocen como Mis hijos, que reconocen Mi maternidad, puedan servir a este Plan Divino que el Creador pensó para este mundo y de cuya manifestación depende todo el cosmos.

La humanidad cometió muchos errores a lo largo del tiempo y sigue cometiéndolos. Aquellos que tienen sus ojos mínimamente abiertos pueden percibir, hijos, que el futuro que se diseña ante los seres humanos, por sus acciones y pensamientos, no es aquel que Dios pensó para la humanidad.

Por eso, a pedido del Creador, Yo vengo al mundo para reescribir ese futuro, para borrar el pasado y, de esa forma, disolver las consecuencias que los harían sufrir y equilibrar el mal causado en otros tiempos.

No solo aspiro a llegar a América Central y a México, aspiro a llegar a todos los continentes, porque aunque América se deba tornar la cuna de la nueva vida, quiero rescatar hasta la última de las almas que vive en el planeta y que no encontró a Dios.

No les vengo a insistir, hijos, por un viaje material y quiero que comprendan eso definitivamente; porque si no consiguen abarcar el Plan de Dios como un todo, si no consiguen amar y buscar una oportunidad para sus hermanos, como la buscan para sí mismos, ¿con quién contaré para manifestar este Plan?

Deben saber que el Creador tiene una Voluntad única para cada alma, para cada esencia que Él creó y que Él aspira ardientemente a que Su Pensamiento se pueda cumplir y manifestar en todos Sus hijos por igual.

No fue la Voluntad de Dios la que distanció Su proyecto de la perfección, sino los propios pasos humanos. El Creador aspira a que todos Sus hijos tengan la misma oportunidad, la misma posibilidad de redimirse y, a medida que despiertan y retoman sus lugares en este ejército de Luz, deben esforzarse cada día para que esta Luz se expanda por el mundo.

De esa forma, hijos, Me ayudarán a que Mi Plan se cumpla y que así, la humanidad pueda manifestar ese arquetipo perfecto, pensado por Dios.

Quiero que imiten a Mi Hijo. Que puedan llegar a aquellos que están más perdidos, sin importar sus costumbres, su clase social, su cultura o su creencia. Jesús comía con las prostitutas y con los eruditos, llamaba a la mesa de Su Padre a todos aquellos que se abrían de corazón.

Llegó la hora, hijos, de que ese ejemplo salga de los Libros Sagrados y se torne vida, porque la enseñanza ya fue entregada, ya fue renovada a lo largo de los tiempos por la Presencia de los Mensajeros Divinos, no solo aquí, sino también en muchos otros lugares.

Mi Hijo retornará y buscará en aquellos que se dicen Sus compañeros la vivencia de Su Evangelio, porque aspirará a renovarlo. 

Por eso, quiero que comprendan que ayudarme a llegar a América Central es más que un acto material. Debe partir de sus corazones como una aspiración, que proviene del espíritu, de que Mi Plan se cumpla y de que más almas despierten a la vivencia del Amor.

Si así lo hacen, hijos Míos, esta peregrinación generará más méritos que lo pensado por Dios; porque, aunque no Me acompañen y físicamente, si Me ayudan a llegar hasta allí de una forma sincera y oran por el despertar de sus hermanos, estarán formando parte de esa misión mariana y estarán ampliándola más allá de las fronteras entre las naciones, entre los continentes.

Por eso, les digo todo esto y con Amor espero que respondan a Mi llamado, y que lo hagan de corazón.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es así que pido para los Hijos de María, que en este día renueven sus votos, dentro de este Plan de Paz que Yo les propongo al mundo y a todas las almas. Es así que Yo podré seguir viniendo a encontrarlos, mes a mes y que la Puerta del Cielo no se cerrará antes de tiempo, para que ningún alma se quede sin poder ver la Luz y el Amor de Dios.

No crean en lo que Mis otros hijos divulgan, en este mundo, sobre esta Obra que Yo realizo con ustedes. Les pido que crean en lo que han sentido una vez, en lo profundo de sus corazones, cuando Me conocieron y Me sintieron viva en ustedes. Eso es lo más importante para Dios, porque es la respuesta de que las almas comprendieron lo que Yo vine a realizar aquí, en este tiempo.

Dejo una de las estrellas de Mi Corona brillando sobre este Centro Mariano, para que las esencias reconozcan que la Madre de todos, que nuestra Señora de Guadalupe, está aquí para ayudarlos y llamarlos a la oración.

Los encontraré por su ayuda en Centroamérica, para que Mi Consciencia Divina abra las puertas al perdón y a la reconciliación.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por cumplir este Plan de Paz, que va más allá de este planeta.

Dios los guarde y les de Su Sabiduría, les entregue Su Paz y Su Misericordia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En estos tiempos, el mundo no busca la Luz. Yo vengo del Cielo para darla a conocer, esa Luz poderosa y sublime que brota del Corazón de Dios para el mundo y para todos los universos.

Hoy, estoy aquí con ustedes, queridos hijos, conmemorando con Mi Corazón Sacratísimo este encuentro especial con Mi Consciencia que une a todas sus consciencias con el Hijo de Dios, Jesucristo.

Vengo a restaurar, en este día, sus vidas; a restaurar sus caminos materiales y espirituales para que sigan a Mi llamado, directamente al Corazón del Creador.

Este es Mi mayor prodigio para sus vidas, que sigan un solo camino a través de Mi Corazón Inmaculado. Por eso, Yo vengo a llamarlos, no solo a la oración, sino también al cumplimiento de su tarea espiritual en esta misión de los 144 000, de los nuevos apóstoles de Mi Hijo.

¿Acaso, ustedes creen que son uno de ellos?

Yo les vengo a revelar esta profecía a ustedes, pues la señal de que el mundo necesita cambiar profundamente, antes de que todo suceda, es visible en estos tiempos.

Mi Voz no solo se anuncia en Medjugorje; Yo vengo a esta parte de América, no solo a consagrar el Plan de Dios, sino que también, a través de los pueblos, surjan los nuevos apóstoles de Cristo, aquellos que impartirán los dones y las gracias a todos los que las necesitan. Por eso, Mi Corazón es perseverante, hijos amados.

 Hoy, se cierra un ciclo en sus vidas. Un nuevo ciclo espiritual y superior está llegando al mundo. Está comenzando en este mismo momento, en este tiempo real de Dios, en el que todos son invitados a colocarse, una y otra vez, a través de la elevación de la oración del corazón, de su comunión con Cristo y de su arrepentimiento ante las Leyes Divinas.

Por eso, Yo vengo vestida de Sol, para iluminar sus caminos, para abrir sus ojos, para abrir sus corazones y para que sientan el Propósito de Dios a través de Mí. 

Hoy, toda Mi Consciencia está manifestada en este lugar; así como Dios lo permitió en este fin de los tiempos, en el que todos son llamados a vivir una profunda reflexión en la consciencia, a cambiar los hábitos de sus vidas, a corregir sus caminos, a seguir el camino del Pastor que es el camino verdadero, es la verdadera Jerarquía en esta galaxia, en este sistema solar y en este pequeño mundo en todo el universo.

¿Saben lo que eso significa, queridos hijos?

Yo vengo a revelarles los misterios de Dios. Aquellos profundos secretos que, en la Vida Divina de los Sagrados Corazones, de la Sagrada Familia, fueron vividos plenamente, en la absoluta confianza de que todo era verdadero para la evolución de los corazones del mundo.

Yo vengo con la aspiración de una buena Madre, para instituir aquí el principio de una Nueva Humanidad fortalecida a través de la fe, del amor, de la unidad y principalmente de la confianza de que sus vidas, purificadas en Cristo, encontrarán la meta que tanto han buscado durante mucho tiempo.

La meta de ustedes, hijos Míos, se encuentra más allá de otras filosofías. Yo los invito a vivir la filosofía de Mi Corazón materno, que es la vibración perfecta del Amor de Dios manifestado en el Corazón de su Madre Celeste.

Hoy, les presento nuevamente Mi Corazón Inmaculado, como oferta perfecta para poder vivir la redención y la paz, dentro y fuera de ustedes, para que los caminos confusos se desvanezcan y vuelva a surgir la Luz de Dios en todos los pasos que deben dar hacia el Señor.

Mi Corazón es una Estrella manifestada ante ustedes, que viene desde el universo, cruzando estos umbrales de Luz, para derramar las Gracias que Dios ha concedido en este día. Desearía profundamente que, todos los días de Mi Vida omnipresente, ustedes Me pudieran ver; pero confíen, confíen en la Voluntad de Dios.

Ya es una Gracia, para sus corazones, que hayan sido convocados en este día santo para renovar sus votos espirituales con el Creador; liberar sus amarras; dejar los caminos de la perdición, del descontrol material, de esa vida que promete esta humanidad enferma.

Hoy, vengo a curar a muchos de sus corazones, corazones que están enfermos y que necesitan del alivio de los atributos de la Madre Universal. Si ustedes viven estos atributos, les aseguro, queridos hijos, que no perderán ese camino hacia el infinito que son invitados a vivir en este principio de paz que Yo difundo para sus vidas y el mundo.

Como Madre de esta humanidad, Madre y Princesa de este mundo, Comandante de todos estos corazones, Yo vengo a unir, en este 8 de agosto, a sus corazones con el Espíritu Sublime de Dios, que ustedes conocen como la Fuente Única.

Mi Corazón es ese Portal que hoy está hoy abierto a sus almas, delante de sus ojos, con profundo Amor materno, con mirada de Madre bondadosa, para que todos se animen a ingresar en Mí y a consagrar sus vidas, según sus posibilidades.

Yo vengo a entregarles esta última oferta en esta fecha. Esta es la mayor Gracia que Dios Me ha concedido después de ocho años de caminar a su lado pacientemente, en el amor y en la verdad, para que sus corazones pudieran crecer en la fe y ser nutridos por el Espíritu Santo de Mi Hijo.

Dios concedió, hijos amados, que Mi Hijo llegara hasta aquí para abrir las puertas de esta Aurora, para que los corazones fueran liberados, redimidos y curados a través del Arcángel Miguel. Pero esa es una tarea, es una misión espiritual de Nuestros Corazones Sublimes delante de este mundo infiel, que busca resultados en otras cosas, en otros caminos en los que las almas se pierden y se alejan de Dios cada día más.

Por eso, el universo está alrededor de Mi aura, Mi aura celeste de Luz, para irradiar hacia ustedes la fortaleza que necesitan para que se animen a seguir Mis pasos, tan simples y humildes que, en verdad, queridos hijos, si ustedes se animan a vivirlos, concretarán sus obras, que son las Obras de Dios para el mundo.

Pero hoy, Yo no estoy sola aquí, sino rodeada de los ángeles del Cielo, de todas las Jerarquías Celestes que responden a la Voluntad máxima del Creador. Hoy, estoy uniendo este Universo Espiritual, en donde Me encuentro, con su vida material, una vida de pena y de dolor que debe ser rescatada por Mi Espíritu de Paz, antes de que todo suceda.

Mientras Yo les hablo, queridos hijos, voy trabajando en sus corazones para que alcancen la Luz, la Luz de la redención de Cristo, tan necesaria y urgente para rehabilitar a todos los corazones posibles que caminan en las tinieblas de Mi adversario.

Pero, Yo piso con Mis pies, sobre este suelo de Aurora, la cabeza de la serpiente; para que ella deje de hacer perder a las almas y Yo, a partir de ahora, sea su Gobernanta, su Madre Universal, su Estrella Guía que guíe sus pasos, sus caminos y sus familias hacia la nueva Comunión Reparadora con Cristo, en el momento definitivo de Su Retorno a la Tierra.

Dichosos aquellos que creen sin ver, porque en verdad conocen el Reino de Dios.

Dichosos aquellos que escuchan con los oídos del corazón, porque sentirán el Espíritu Santo del Creador.

Dichosos aquellos que se arrepienten de corazón, que abandonan sus amarras para que la Aurora de Mi Corazón destituya todos los males de este mundo y se abran las puertas de la redención a los corazones que se pierden por no querer seguir a la Madre del Cielo.

Yo les traigo palabras verdaderas, definitivas para sus vidas. Yo les traigo la cura superior, principio femenino, sagrado e inmaculado, en esta vida universal.

Yo vengo a abrirles sus ojos para que alcancen a su alma y para que su alma viva en el Espíritu de Dios, por los siglos que vendrán.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es por eso que abro en este mundo todas las puertas que lo separan del universo, y uno el Tiempo de Dios con el tiempo de esta Tierra, para curar así todos los errores del pasado, un pasado que desconocen, que no proviene de este mundo, pero que Mi Corazón sí puede verlo y curarlo en sus consciencias.

Vengo a liberar los vínculos con el mal de aquellos que dicen sí a Mi Inmaculado Corazón, pero que este sí sea verdadero y que se manifieste en las acciones de sus vidas en los días que vendrán.

Espero, hijos Míos, que no hayan venido a Mi encuentro por la mera curiosidad de saber lo que acontece en este suelo sagrado; que estén aquí porque están dispuestos a transformar sus vidas definitivamente, a liberar las amarras del pasado y a renacer a un nuevo conocimiento, a una nueva vida, a una Nueva Humanidad que debe tener como semilla a cada uno de sus corazones y a cada una de sus consciencias.

No esperen, Mis amados, que esta humanidad surja de repente, porque ella deberá ser construida a través de la purificación y de la transformación consciente de cada uno de ustedes. 

Pero el amor por Dios y por Su Plan Perfecto deberá ser mayor que el amor a las cosas de este mundo; porque Mi adversario buscará, de todas las formas, alimentar los deseos y las aspiraciones que los atan a las ilusiones de este mundo y disfrazará de todas las maneras estas aspiraciones para que parezcan verdaderas y espirituales.

Por eso, abran sus ojos, no los ojos de la mente, sino del corazón; porque es por medio del corazón, Mis amados, que escucharán Mi Voz y sabrán que ella es la portadora de la Voluntad de Dios para sus vidas como para la humanidad, como para todo el universo, que en este día se congrega alrededor de Mi Manto para observar los corazones del mundo y contemplar el Proyecto de Dios.

El universo aguarda la respuesta de todos los seres humanos. Por eso, hoy les pido que sean valientes, en el espíritu como en la materia, para abandonar el pasado y rendirse al nuevo futuro que Yo les traigo ante sus ojos como una oportunidad de redención.

Esta redención está disponible para todos, pero si no Me dicen sí y no se disponen a transformar sus vidas, este manantial de cura se derramará sobre este suelo y retornará a su Fuente sin que haya tocado sus consciencias.

¿Reconocen, Mis amados, la gran pérdida que es para toda esta raza si no aceptan decir sí al Poder de Dios que se manifiesta en Su Sierva?

Dejen que Yo disuelva el miedo de sus corazones, que cure la falta de fe, porque de esta forma podré formarlos y protegerlos para que transiten por los tiempos que vendrán y que, a pesar de todos los acontecimientos del mundo, jamás abandonen el Camino del Señor, porque la gran victoria de Dios es manifestar en sus criaturas la plena certeza de la perfección de Su Proyecto y que estos hijos de Dios acepten seguir la Luz, más allá de la oscuridad que los rodea.

Es por eso, hijos Míos, que hoy les traigo la Luz de la Fuente Divina, que originó a las consciencias del Cosmos como a las de esta Tierra. 

De esta Fuente de Luz provienen sus esencias, a las que hoy busco reencender, para que así se manifieste, en este nuevo ciclo, un gran acto de redención y de reconciliación con Dios; anunciando así al cosmos que la manifestación del Plan de Dios es posible y que, en el inicio de este ciclo planetario, que anuncia el fin de la decadencia humana, una parte de la humanidad escogió seguir los Planes de Dios.

Necesito, Mis amados, que no solo escuchen Mis Palabras, sino que sus caminos sean rectos, que miren con firmeza a Mi Corazón Inmaculado y que no caminen por otro camino, sino por este que conduce a Mi Corazón.

Aspiro a que no solo hoy estén Conmigo, sino todos los días sus vidas; que venzan, en sí mismos, a todas las tendencias de este mundo infiel, para seguir Mis pasos que los conducen al Redentor; que proclamen al Hijo de Dios todos los días, todos los instantes de sus vidas; que anuncien la victoria del Rey del Universo en sus consciencias por medio de su transformación.

Vivan Mis Palabras, no solo las escuchen, porque esta es la gran posibilidad que les traigo en esta noche. Vivan Mis Palabras.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En este día santo, Yo los invito a vivir el camino del corazón, el camino del Amor que la humanidad está perdiendo por alejarse de Dios y preferir otras cosas que no nutren al espíritu, que no hacen resplandecer a la vida, así como Dios lo prevé.

Por eso, en esta noche, bendeciré este Libro Sagrado, que es la mayor expresión de Mi Amor perfecto por ustedes. Espero que lo lleven como un camino para encontrar la Luz.

Cantemos “Inmaculado Corazón de María”.

Queridos hijos, Yo bendigo este Libro, porque son las Palabras que Dios Me enseñó, las que hoy transmito a ustedes, con todo el Amor materno de Mi Corazón. Que estas hojas benditas sean leídas con la humildad del espíritu, con la simplicidad del corazón que busca la unión perfecta con Dios.

Que sus almas y las almas de sus hermanos, cada vez que lean estos documentos, estas Palabras de Mi Corazón materno, se puedan reencender espiritualmente y establecer definitivamente la unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Pero hoy, también bendigo a sus corazones, porque Mi Gracia se derrama sobre sus vidas y las vidas de las almas del mundo. Eso es lo único que deseo, queridos hijos, que vivan en unidad y en amor para que en el mundo no sucedan muchas cosas, por el simple hecho de no querer escuchar.

Bendigo estos frutos que representan al árbol de la vida. Cada uno de ustedes es un fruto de Mi Corazón; y, a través de esta simple cesta, Yo presento esta oferta al Creador, porque Él verá con Sus Ojos misericordiosos que ya están maduros para vivir la vida universal.

Aurora los acoge si tienen un corazón simple, con intenciones puras de buscar la unión con Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina está pidiendo que entonemos el cántico que le habíamos ofertado, porque representa para Ella la voz de todos Sus hijos, buscando la simplicidad y la humildad de Su Corazón Inmaculado.

Ella dijo: “Estoy aquí, en Mi casa de humildad”.


Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Nunca cierren las puertas de sus corazones, porque así Yo podré entrar.
 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, aquí, los hermanos van a entregar una naranja a los que están aquí.

Y María nos decía que tuviéramos estas naranjas, como fruto de Su Corazón simple.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Como Señora de la Natividad vengo a anunciar Mi recogimiento ante el mundo. A partir del próximo año, queridos hijos Míos, solo estaré con ustedes los días 13 y 25 de cada mes, pero los invito a seguir viviendo Mi escuela de oración.

El tiempo tan definitivo se aproxima. La humanidad ya ha escuchado mucho el Mensaje de Dios.

¡Ay de aquellos que han sido sordos y ciegos, y que niegan la Palabra de Dios en este momento! Ustedes sean misericordiosos y recen por todos. 

Hoy, vengo a anunciar Mi recogimiento ante la humanidad, la Vida Suprema que existe en los Cielos Me ha llamado a retornar.

Por eso, hijos Míos, eso significa que el Pastor se está aproximando. El Maestro de los maestros se acercará a la humanidad y, a través de esta última Aparición en esta parte del mundo, Yo habré concretado Mi misión ante Dios.

Por eso, Yo los invito, hijos Míos, a seguir orando. Cada día más, su oración deberá ser fervorosa y constante, así podrán superar las pruebas que llegarán y las limitaciones las podrán trascender, porque Mi Espíritu Inmaculado estará entre ustedes en el cenáculo. No dejaré de hablarles y de transmitirles Mi Amor puro.

Por eso, los seguiré invitando, hijos Míos, para que, los días 12 y 24 de cada mes, se reúnan en oración y glorifiquen a la Señora de la Divina Concepción de la Trinidad. Así, Yo podré ver, hijos Míos, que sus corazones han entendido Mis Palabras.

Llegará el tiempo, hijos Míos, que Mi tarea dejará de ser pública y cada alma, cada corazón, deberá asumir su propia bandera de salvación y, como un ejército de Luz, llevar entre las almas el estandarte de la Paz, aguardando con esperanza el regreso victorioso de Cristo al mundo.

El Apocalipsis se está cerrando, las Escrituras se están cumpliendo. Lean los Evangelios y actualícense todos los días.

A través de Mis Apariciones, Yo les he dado muchas señales. Prepárense, estudien y oren.

Las Gracias no vienen en vano y ustedes, después de este mundo, deberán dar testimonio ante Dios por todo lo que han recibido de Mi Inmaculado Corazón, porque todo ha sido a través de la intercesión de Mi Gracia.

Mientras Cristo está naciendo en muchos corazones, en otros corazones Cristo no ha ingresado. ¡Pobres de aquellos que han cerrado el corazón a Mi Hijo y se dejaron envolver por las cosas de este mundo material!

La Gracia de Dios ha venido en auxilio de la humanidad, por eso los invito a ser consecuentes con Mi llamado y que, a partir de este momento y de esta fecha, después de tantos años de Gracias, ustedes sean el mensaje vivo de Mi Corazón.

Muchos necesitarán de sus sanos ejemplos. Dios espera que sus corazones ya estén maduros y prontos para que cada alma y cada ser asuma su verdadera misión ante Dios.

Yo no los dejaré de guiar, hijos Míos, así como fue en otros lugares del mundo, en los que Mi Santa Faz ha aparecido a la humanidad. 

Mi Presencia no se ha borrado. Mi Espíritu es omnipresente y permanente, y todos los hijos que han llegado al lugar de Mis antiguas Apariciones siguen sintiendo Mi Presencia y Mi Amor maternal.

Por eso, Yo los necesito valientes y dispuestos a enfrentar el fin de los tiempos con coraje, sin miedo y sin temor.

La Luz del Corazón de Cristo será su guía y todos sus instructores estarán para ayudarlos. Dios los ha colocado en sus caminos para que pudieran crecer rápidamente en la conversión, amar la transformación y la santidad.

Queridos hijos, mientras Mi rostro de Luz llora por este mundo, por todos aquellos que no aceptaron la Natividad; Dios Me envía a ustedes porque Mi Espíritu es consecuente y bondadoso, y espero de cada hijo Mío un gran crecimiento espiritual, con el que las almas puedan vivir el gran Mensaje de Cristo, el advenimiento del Redentor para los tiempos de caos, a través de las enseñanzas que Yo les he transmitido, de la misma manera que lo hicieron los demás Sagrados Corazones.

En breve, en sus manos estarán las instrucciones de Luz, mediante los libros que Yo he mandado a elaborar, para que el Mensaje vivo, la Palabra de Vida, el Verbo Divino y los Divinos Corazones estén presentes en sus hogares para que, en los tiempos finales, ustedes cuenten con herramientas en las puedan sustentar sus corazones a través de las Palabras de Luz y de todos los Mensajes que Nosotros les hemos dejado a esta parte del mundo.

Cuando sus corazones se sientan preparados, difundan Mi Mensaje. Yo volveré a esta parte del mundo a buscar a Mis apóstoles para llevarlos a la Cena redentora de Mi Hijo.

Les agradezco, queridos hijos, por haberme acompañado en estos años. Dios los bendice todos los días.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Siempre que recuerden Mis Palabras, estas que deposité en Mis Libros Sagrados, cada uno de los códigos que transmití a sus almas en esas instancias en las que Mi Corazón descendió al mundo, emergerán en sus corazones para fortalecerlos aún más y para no permitir, Mis queridos, que sus espíritus se desanimen ante las dificultades del mundo.

No se entristezcan por Mi recogimiento, pero únanse cada día más a través de la oración, a través de los actos de fraternidad, que transformarán sus corazones en corazones invencibles delante de las pruebas del mundo.

El año que llegará representará para la humanidad un momento de colocar en práctica todo lo que aprendieron. A través de su ejemplo fiel, deberán activar a aquellas almas que no escucharon Mi llamado, pero que se comprometieron Conmigo y que necesitan despertar en este final de tiempo.

Muchos “Pablos” deben surgir en el mundo, aquellos que, a pesar de no estar ante Mi Corazón, reconocerán Mi Presencia por el ejemplo de otros, por el ejemplo de Mis fieles apóstoles, los que a través de Mí, caminan en dirección a Mi Hijo.

Mis queridos, muchos todavía deben despertar en este tiempo, y no será tarde; pero, cuanto antes despierten, mejor podrán cumplir su misión, y el Propósito de Dios con más fuerza se podrá manifestar en este mundo.

Dependerá de cada una de sus almas que la victoria del Señor sea una realidad en este mundo, porque los Mensajeros Divinos ya dejaron las semillas en la esencia de cada criatura y, en este tiempo, están cumpliendo con todos los pedidos del Creador.

Le cabrá a cada uno de ustedes, hijos Míos, solo hacer lo que les enseñé en estos tiempos y jamás olvidar la Presencia de Mi Hijo en sus vidas. Y, a través de la Comunión y de la Confesión con el Sacratísimo Corazón de Cristo, deberán mantener encendido y vivo este fuego de sus corazones; esta llama, Mis queridos, debe encender cada esencia de este mundo que se aproxime a ustedes. Que no exista un alma que se aproxime a un soldado de María y salga sin que esta llama esté encendida.

Para que eso suceda, sus corazones deben estar permanentemente abiertos. Mis enseñanzas no se pueden perder dentro de sus consciencias; pero que cada día crezcan en oración, en espíritu, para que sean valientes soldados marianos y estos códigos, que hoy deposité en sus corazones, puedan dar sus frutos y, en un tiempo futuro, generar nuevas semillas para las almas que llegarán a este rebaño del Señor.

Con Mi Corazón Inmaculado, acojo a todos sus pequeños corazones, estos que Me escuchan en todas las partes del mundo, para que aquí, dentro de Mí, puedan crecer y madurar en espíritu, puedan abrirse a las Verdades Celestiales, y que no duden nunca cuando sus ojos contemplen la Presencia del Redentor que, en Espíritu, Divinidad, Cuerpo y Alma, llegará a este mundo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

La profecía se cumplirá; por eso, recuerden, en los tiempos que vendrán, la Presencia de Mi rostro luminoso en sus corazones, de Mi Corazón Inmaculado, de Mis santas manos que los han bendecido.

Queridos hijos, recuerden que aún tengo el deseo ardiente de cumplir Mi Voluntad, de llevar Mi Mensaje y Mi Paz a Ecuador, Perú, Colombia, Nicaragua, Honduras y Estados Unidos. Si esto se llegara a cumplir en el próximo año, gran parte de la humanidad se volverá rescatable; y esto va más allá del asunto material, hijos Míos.

Yo quiero que puedan aprender a observar desde el espíritu. A través de su consagración y de los pedidos que han cumplido, han hecho triunfar Mi Corazón Inmaculado, pero aún falta un poco más, hijos Míos.

Mientras Mi Espíritu se retira de esta humanidad, Yo los invito a prepararse como buenos misioneros. Recuerden que Yo siempre los necesitaré en Mis peregrinaciones para llevar la esencia de la Paz. 

Y, como he hecho en otros tiempos y momentos, a lo largo de todos estos meses que han pasado; hoy, consagro a una comunidad entera que ha sido el testimonio de Mi llamado vivo, que ha sido el testimonio de la manifestación de este Centro Mariano. A través de estos pequeños espíritus, Mi Obra se ha manifestado en Uruguay, de la misma forma que ha sucedido en Brasil y en Argentina.

¿Será que muchos lugares más en el mundo se animarán a concretar Mi último pedido de Paz?

Yo los invito a la alegría y a la reflexión. Dios sabe que, a través de ustedes todo será posible; por esa razón, Yo se los pido, hijos Míos. 

Debo llegar a los últimos lugares de América, a los pueblos que han sufrido mucho y que en la esperanza Me veneran a través de Mi Presencia maternal, como fue en Nicaragua cuando Yo aparecí una vez allí.

Invito a todos Mis hijos de la Comunidad Fraternidad a que reciban, en esta noche, Mi bendición maternal. Vengan aquí, Mis pequeños.


Oración: Ave María (en latín).


Queridos hijos Míos, como Nuestra Señora de Nicaragua, consagro sus corazones y coloco sus esencias bajo Mi Manto de Luz para que siempre, en el Espíritu de la Paz, estén protegidos de todo mal y en el próximo tiempo ustedes puedan anunciar la Venida de Cristo.

Como Nuestra Señora de Nicaragua, con total gozo y alegría, consagro a Centroamérica a Mi Inmaculado Corazón.

Que esta Santa Señora, que una vez apareció en ese pueblito nicaragüense, pueda peregrinar por los lugares más humildes y simples, llevando la bendición de Nuestra Madre Celestial a todos los corazones que reciban Mi Presencia Inmaculada en sus hogares.

Como Madre de Nicaragua y Madre de la humanidad, de todos los pueblos y las razas, Yo los consagro, queridos hijos Míos, en esta última fecha de transición, bajo la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado! 

Aguarden con alegría el Retorno de Cristo. Su sed ha sido saciada.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Los hermanos de la Comunidad Fraternidad, a pedido de Nuestra Señora, besarán los pies de esta imagen de Nuestra Señora de Cuapa. Y desde aquí, a los pies de este altar, vamos a agradecer esta oportunidad que María nos ha dado, en esta noche, enviando un rayo de gratitud a nuestro Padre Celestial.

Por este encuentro y esta bendición: ¡Gracias, Madre, por cuánto nos das! Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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