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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos, como Madre Espiritual, hoy vengo a decirles, en oración y en súplica, que llegamos al fin de un año de durísimos y delicados acontecimientos que muchos de ustedes han podido observar.
Llegamos al fin de un año con una humanidad herida por la guerra, enferma por las epidemias, desolada por la falta de fe, castigada por los fenómenos del clima y del calentamiento global.
Llegamos al fin de un año con una humanidad que, en gran parte, ha quedado en la indiferencia, en la frialdad, en la falta de cooperación y de fraternidad.
Pero, en este último día del año 2022, Yo vengo como la Madre de la esperanza, de la fe, como la Madre de la reparación del Herido Corazón de Mi Hijo.
Hoy, vengo como el Inmaculado Corazón de María, como la Madre del Sol, como la Madre del Mundo, a decirles que el tiempo ya está terminando y que el último sello del Libro del Apocalipsis se está abriendo, que la última trompeta de los Siete Ángeles de la Anunciación ya comenzará a sonar. Y cuando esto suceda, que no está muy lejos, será el tiempo final; será la hora en la que deberá retornar Mi Amado Hijo a restablecer el Reino de los Cielos en la superficie de la Tierra y, sobre todo, Mis amados hijos, para que Él vuelva a encontrarse con aquellos a los que les prometió volver a verlos.
¿Cómo serán sus miradas cuando el Hijo de Dios retorne, cuando el Nazareno, el Pastor de las almas, vuelva a tocar con Sus Pies este suelo herido y ultrajado, así como están heridos y ultrajados los Reinos de la Naturaleza?
Su Madre Celeste prepara ese gran momento, tan anunciado en los últimos años y a través de los últimos tiempos. Y aunque todo en este mundo quede expuesto y revelado, Él no dejará de hacer lo que tenga que hacer para poder llevar a la humanidad al cumplimiento del Propósito, preparándola para el surgimiento de la Nueva Humanidad.
Y así, como el Arcángel Gabriel anunció la llegada del Mesías, hoy su Madre Celeste les dice que el Arcángel Miguel, con todas sus huestes, hará vibrar el cielo y la tierra, los océanos y los continentes, para que cualquier ser de la superficie de la Tierra, cualquier criatura viviente en cualquier punto de este mundo, sepa que Cristo está retornando.
Y, así como se cumplieron las profecías de Isaías, así se cumplirán las profecías de Juan, el apóstol, escritas en el Libro del Apocalipsis.
El día del Juicio Final será sin precedentes porque todo será contemplado y observado, no con la justicia que este mundo cree conocer, sino a través de una sabiduría desconocida que la humanidad conocerá a su debido momento.
Por eso, aunque este último día del año represente la síntesis de los acontecimientos del planeta más relevantes y dolorosos, no les puedo dejar de decir, Mis queridos hijos, que Cristo a pesar de las penumbras y de la oscuridad de la Tierra, a pesar de la impunidad o aun de la injusticia, a pesar de todo, Él podrá contemplar a través de Sus Ojos la llama ardiente de los últimos mártires.
Esos serán ya los últimos días de la Tierra. Esos días precederán a la reconfiguración y a la trascendencia de la humanidad desde su código genético hasta su parte más consciente y superficial.
En esa hora, todo lo que ha estado oculto y desconocido para la mente del mundo se revelará de una forma indescriptible, y todo se sabrá.
Aquello que está más allá de este tiempo material y que existe plenamente en el Tiempo Real se mostrará. No habrá consciencia sobre la superficie de la Tierra que pueda decir que no es verdad, porque lo que les digo será un evento físico, y nunca antes visto.
Esta será la única forma, según la Jerarquía, de que el mundo entero, en cuestión de horas, sea totalmente transmutado y liberado; porque en ese momento los mundos internos, silentes espacios del planeta, del alma de este planeta, ayudarán en ese especial movimiento físico y espiritual.
Esa será la hora definitiva en la que los que negaron a Cristo y lo abandonaron se podrán arrepentir. Pero no será necesario que digan sus pecados o sus faltas, porque cuando el Real Tiempo se una al tiempo material todo será conocido.
Así, las Leyes se restablecerán poco a poco, y aquellos que no les dieron importancia a las Leyes básicas de los Mandamientos ya no estarán aquí, porque el mundo deberá ser curado, porque la humanidad deberá ser redimida.
Y, en ese momento, el mal, Mi adversario, nunca más podrá actuar ni interferir; porque en la victoria de los sacrificados Cristos del Nuevo Tiempo estarán los tesoros de la gran conquista espiritual y cósmica, del cierre de un ciclo para la apertura del ciclo del Amor y de la Paz.
Yo vengo aquí como Madre de los profetas, como Anunciadora del Evangelio de Cristo, como Madre de los apóstoles y de los que se consagran de verdad, más allá de sus defectos; porque quien ama el misterio, se libera; quien reverencia lo sagrado se trasciende; quien sirve incansablemente se eleva.
Así como es arriba, también es aquí abajo; es una Ley a la que corresponden todas las Leyes del Universo.
El próximo tiempo devela acontecimientos únicos y más fuertes. No puedo dejar de decirles esto, Mis hijos; porque ahora, más que nunca, el corazón tiene que estar pronto para lo que sea, para ser testigo de Nuestro Amor y de Nuestra Palabra, pero también para ser testigo de lo que aún vivirá esta confusa humanidad.
Pero no pierdan la fe, porque la fe construye puentes entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Dios. Es el escalón más seguro que existe entre todas las Leyes y Principios.
La fe coloca a la consciencia en el camino correcto y la aparta de la dualidad y de la confusión, porque quien vive la fe es un corazón que ora incansablemente y que todos los días de la vida, intenta ser una mejor consciencia en esta humanidad.
No se olviden de que el Amor de Dios todo lo puede; y sepan que el Amor de Dios, a pesar de los errores de estos últimos tiempos, es un Amor que los perdonó, porque grande es Su Misericordia y sabemos que aún muchos no entendieron lo que esto significa.
Esperamos pacientemente que muchos más se decidan a sumergirse en el océano de la Misericordia de Cristo, para que sus más profundos defectos e imperfecciones se disuelvan y que, en la ardiente aspiración de la transformación del corazón y de la vida, aprendan a ser verdaderos apóstoles.
Llegó la hora de que los últimos congregados de Mi Hijo escriban la historia del amor, de la redención y de la transparencia a través de sus vidas y no de sus emociones.
Llegó la hora de que los últimos mártires de los últimos días reflejen y concreten, a través de sus vidas, el contacto con Dios a través de su amor, de su unidad y de su obediencia.
Hoy, su Madre Celeste, más que nunca, hubiera querido tenerlos a todos congregados en el amor y en la unidad de las almas, pero este es el pequeño sacrificio que Cristo les pide, para que lo hagan por Él y para que lo hagan con Él, a fin de que se cumpla Su Voluntad, aun en este planeta herido y lastimado.
Por eso, Dios permitió, en este último día de 2022, que se diera este sacrificio que Él amorosamente aceptó a través de Su Madre Celeste para que Mis hijos valientes y determinados asuman cargar la cruz planetaria y no le tengan miedo, porque estarán cargándola junto con Mi Hijo, el Cristo, el Rey y Salvador.
Hacemos esto por aquellos que hoy, en este último día de 2022, no tienen la oportunidad de escucharme ni de verme, no tienen la oportunidad de sentirse acogidos, protegidos y amparados por la Jerarquía, no tienen la oportunidad de tener un techo sobre sus cabezas, una cama para poder reposar, un alimento para compartir en familia, en comunidad.
¿Cuál será el sacrificio que hoy ustedes ofrecerán a Cristo por este durísimo momento planetario?
¿Será un día igual a los demás?
¿Será el pasaje a un nuevo año, como todos los demás desde hace siglos?
¿Quién dará valor y honrará a la Sangre Preciosa de Cristo que fue derramada?
¿Quién permitirá que Su Amor y Su Misericordia, a pesar de todos los errores del mundo, en estos tiempos sigan descendiendo para revertir la caótica realidad planetaria?
Hijos, es hora de que se decidan a ser adultos espiritualmente. Es hora de que, en el próximo 2023, un tiempo muy crucial para el mundo y la humanidad, ya no reclamen, ya no se justifiquen, ya no sean una dificultad, sino una solución concreta y permanente, a fin de que Cristo pueda, de una vez y para siempre, servirse de ustedes como instrumentos.
Hoy, la Madre del Mundo, a través de las palmas de Sus Manos, derrama la Luz de Dios sobre el mundo y la humanidad; pero también Su Corazón Inmaculado, rodeado de espinas, derrama la Sangre de Cristo; así como el Rostro de Luz de la Madre de Dios derrama Sus Lágrimas por aquellos que se desviaron de su camino hacia Cristo, sin tener consciencia de lo que esto significa y representa para Dios.
Así como fui capaz de orar por la salvación imperiosa de Judas; así hoy, Soy capaz de orar por la imperiosa salvación de los que quedaron atrás y retrocedieron. Porque Dios es un Padre tan Prodigioso y Bondadoso que es capaz de callar para que Sus Hijos puedan aprender, es capaz de silenciarse para que Sus Hijos puedan sentir Su Corazón, el Padre Celestial es capaz de recogerse para orar por Sus Criaturas, como siempre lo hace.
Yo, la Virgen Santísima, hoy Soy el Eco de la Voz de Dios en este día, para esta humanidad y para este mundo.
El tiempo está terminando, queridos hijos, no lo desaprovechen, no dejen para después el Propósito Espiritual que los espera hace tanto tiempo. No se rindan, sean firmes y valientes. Tengan el coraje de decirle no a Mi enemigo. La Luz de Dios siempre los protegerá, mientras no salgan de esa Luz.
Hoy, hago votos para que el próximo año, a pesar de los acontecimientos que se aproximan, sea un año para reforzar los principios del Plan de Dios en este mundo y para que este Plan se pueda cumplir en aquellos que vinieron a vivirlo.
Rezaré para que esto se pueda cumplir. Uniré Mi Voz a la de aquellos que oren por la misma causa.
Y no se olviden de que Mi Corazón siempre será su refugio en los tiempos de tribulación, porque en Mi Amor encontrarán fuerza, porque en Mi abrazo hallarán paz, porque de Mis Manos extendidas hacia ustedes se podrán tomar fuertemente y Yo los ayudaré.
No le tengan miedo al sacrificio y a la renuncia. Algunos fueron llamados a vivirlos por todos los demás.
¿Quién responderá a esta petición de Cristo?
Les dejo esta pregunta, pero también les dejo Mi Paz y Mi bendición, agradeciendo por la honestidad y el esfuerzo sincero de los que todos los días lo intentan, una y otra vez.
Que este próximo año sea un año de mayor luz, de mayor justicia, de mayor amor. Que sea un año de mayor paz, de mayor sabiduría, de más discernimiento.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo Soy la Señora de la Estrella del Carmen de Garabandal, y hoy, después de tanto tiempo, estoy aquí para dar continuidad a Mi Mensaje después de no haber sido escuchado ni aceptado.
Pero ese Mensaje que una vez traje a Garabandal, en este bendito lugar de Dios, sigue resonando, sigue reverberando en los corazones que creen en Mí.
Porque ustedes saben, hijos Míos, que Mi intención es guiarlos y conducirlos hacia Dios. Mi intención no es darles miedo ni tampoco perturbarlos. Mi intención es que tengan consciencia y que sean responsables, que sean capaces de reconocer el Llamado de Dios y de cumplirlo, así como una vez lo intenté hacer aquí, en Garabandal.
Después de esos importantes acontecimientos que las videntes vivieron aquí Conmigo, en este pueblo, su Madre Celeste retorna a pedido de Cristo, como la Señora de la Estrella del Carmen de Garabandal, para que la unión divina e interna se dé entre las almas y Dios, entre el Cielo y la Tierra, entre lo que es conocido y lo que es desconocido. Esa era la principal intención de su Madre Celeste, no solo advertir a la Iglesia del peligro inminente que en aquel tiempo estaba atravesando.
El Aviso de Dios era para poder despertarlos y cuando estuvieran despiertos lo pudieran corregir, pero muchos lo negaron porque no tenían abierto el corazón ni tampoco la puerta del alma para escuchar la Verdad Divina que agitó a muchos corazones de la Iglesia a punto de querer sepultar Mi Presencia aquí, en este bendito lugar.
Ahora que, a través de los tiempos, el Mensaje de Garabandal se ha conocido y deberá seguir siendo conocido por muchos más corazones del mundo entero, esta es la razón por la cual estoy aquí, porque es urgente para Mí que este Mensaje sea cumplido, un Mensaje que los llama al arrepentimiento, a una verdadera corrección no solo de la vida, sino también del sentimiento del corazón, un llamado que les trae el impulso hacia la ascensión, al descubrimiento de Leyes Inmateriales que en este simple y humilde lugar, Garabandal, esas Leyes Mayores actuaron y evitaron muchas cosas.
Por eso, en Garabandal los eventos fueron tan contundentes, y como le dije a una de Mis videntes, este movimiento contrario que aquí sucedió, de negar la Presencia de la Madre de Dios y del Arcángel Miguel, y también del Sagrado Corazón de Jesús, les traería a muchas consciencias la energía de la negación, aun después de haber visto todo lo que vieron.
Fue algo semejante a lo que vivió Mi Hijo cuando en las puertas de Jerusalén fue recibido, honrado y reconocido tan solo por un momento; ya que muchos de los que lo reconocieron y lo glorificaron, después lo negaron, lo agredieron y hasta lo salivaron.
¿Ahora entienden, hijos amados, el sentimiento de la Madre de Dios, lo que Su Corazón Inmaculado siente de Sus hijos que, habiendo vivido los acontecimientos de Garabandal, los dejaron atrás, olvidados y perdidos en el espacio y en el tiempo?
Por esa razón, Yo estoy aquí, para revivir el Mensaje y, a pesar de que los acontecimientos en el mundo cambiaron después de 1961, hay situaciones que aún no fueron resueltas en el seno de la Iglesia Católica.
El intento de corregir, ha sido hecho muchas veces a través de la intervención y de la ayuda del actual Papa, que también tuvo dificultades para hacer revivir a esta Iglesia, marcada y golpeada por los últimos acontecimientos de estos tiempos, que fueron anunciados también aquí, en Garabandal, por la propia Señora de la Estrella del Carmen, y que en aquel tiempo no fueron escuchados ni reconocidos.
¿Ahora, pueden comprender cómo se siente Mi Corazón?
Yo Soy la Madre de los sacerdotes, de todos los sacerdotes del mundo, no solo de los sacerdotes católicos. El sacerdocio es algo muy amplio, no solo en la teología, es más profundo en el espíritu, en la verdadera consciencia que sabe religarse con Dios.
Una consciencia que ora, un corazón que adora, un alma que comulga del Cuerpo y de la Sangre de Cristo vive un ejercicio de sacerdocio interior; por eso, ese ejercicio es tan perseguido y golpeado por Mi enemigo.
Yo traje, a través de Garabandal y sobre todo a través del último Mensaje que deje aquí, que si no había un verdadero arrepentimiento en el seno de la Iglesia se generaría una división. Esto no es una novedad para Dios y creo que no es una novedad para ninguno de ustedes.
No vengo con un Mensaje para generar división, discordia o separación; vengo a decirles lo que verdaderamente está sucediendo para que alguien internamente se haga cargo de esto, porque Mi Hijo Me lo ha pedido y no es suficiente solo con el actual Papa para que esta situación de la Iglesia sea trasmutada o liberada.
Los que se dicen más consagrados al Corazón de Mi hijo, en los diferentes grados de consagración y de unión con Dios, son siempre los que más necesitan de la ayuda divina. Por eso, Yo estoy aquí, una vez más en Garabandal, para que Mi Voz sea escuchada, Mi Presencia sea reconocida, Mi Amor sea sentido por todos.
Y ahora que los tiempos apremian y que el Mensaje de Garabandal se ha cumplido por falta de más arrepentimiento; Yo los invito, Mis amados hijos, a colocar en sus oraciones esta situación, porque Mi enemigo quiere seguir golpeando la vida sacerdotal en el mundo, al punto de que, a los corazones devotos y fieles a Mi Hijo y que viven su vida interior a través de los sacerdotes, él también quiere golpear e interferir, porque ellos no tendrían fe en los sacerdotes, porque lo que se vive en la vida sacerdotal es desproporcionado a lo que verdaderamente acontece en el corazón de Mis sacerdotes.
Por eso, los invito a rezar con más fervor para que, a pesar del dolor de la Madre del Mundo por lo que Sus propios ojos ven en este momento, toda esta situación pueda ser curada y aliviada, las almas de los sacerdotes y de los fieles se fortalezcan para que nunca pierdan la unión verdadera con Dios.
Por eso, su amparo y su refugio siempre estará en los Sacramentos y especialmente en el Sacramento de la Reconciliación, en el que sus corazones, almas y espíritus podrán vaciarse al entrar en comunión con Cristo a través de una verdadera Confesión que purifique sus corazones, para que se purifique el planeta, y aquellas fuerzas del mal, que dominan el planeta y la consciencia humana de la Tierra, sean liberadas en este momento, y las puertas de la Luz se puedan seguir abriendo para que las almas las puedan cruzar y, así, formar parte del Reino de Dios.
En Garabandal, desde el año 1961, la Señora de la Estrella del Carmen de Garabandal vino a evitar esta situación que hoy está sucediendo; porque desde el momento que negaron Mi Palabra y Mi Presencia, colocaron un obstáculo para la Madre de Dios, que no fue un impedimento para hacer Mi tarea, sino fue el gran momento, más allá de lo que sucedió en este humilde lugar, para que cada uno de Mis hijos escuchara Mi silencio profundo, que a través del silencio de Mi Corazón se dieran cuenta que estaban lejos de Dios.
Por eso, lo que hay aquí en Garabandal, en su simplicidad pero en su belleza, se mantiene vivo a través de la luz de los corazones que vienen aquí a orar Conmigo y que guardan en su memoria todo lo que fue vivido en Garabandal, y que no solo se restringe a este lugar o a este pueblo, sino que el impulso que trajo Mi Corazón Universal abrió grandes puertas internas, angélicas y divinas, para que la asistencia llegara a la humanidad.
Aspiro a que algún día Garabandal pueda seguir floreciendo como el Santuario Mariano que él representa y a que más almas puedan recibir las Leyes de la Cura que su Madre Celeste dejó aquí depositadas con la amorosa y servicial asistencia de los ángeles.
Por eso, cuando vengan a Garabandal o cuando se unan a Garabandal a través de la oración del Corazón, a pesar de donde se encuentren, sepan que serán recibidos por los ángeles para que sus almas vivan la cura que tanto necesitan y la reconciliación que tanto esperan.
Hoy, llego aquí de una forma modesta. Hoy, llego aquí de una manera simple, humilde y cercana a Mis hijos, porque este es el tiempo de la emergencia.
Mi llegada al mundo, a través de diferentes Apariciones tiene una causa mayor, y Garabandal no puede ser una Aparición más en este planeta, porque la Jerarquía Divina y todo el universo no desperdician los impulsos del universo, especialmente aquellos que vienen directamente de la Fuente Divina.
¿Ahora, comprenden la amplitud de la tarea de Garabandal, que no terminó de concretarse ni de realizarse?
Será siempre a través de los corazones peregrinos, de las almas simples y humildes, que el Mensaje de Garabandal permanecerá vivo en los mundos internos, y esto concederá que la tarea de Garabandal se siga cumpliendo, que los Ángeles de la Madre de Dios y todas Sus Huestes Celestiales sigan interviniendo y ayudando a la humanidad, desde lo que Garabandal representa para el mundo entero.
Si alguien, en este momento o en este tiempo crucial, necesita tomar una decisión que podría cambiar su vida, que sienta la Luz de Garabandal.
Si alguien se encuentra con un obstáculo sin salida, con una enfermedad no resuelta, en una crisis extensa, árida y dolorosa, que sienta en su corazón la Luz de Garabandal.
Si alguien aún no consiguió reconocer dentro de sí la simplicidad de la vida, la humildad necesaria y el servicio incondicional, que sienta en su corazón la Luz de Garabandal.
Si alguien aún no ha comprendido el Mensaje de la Jerarquía Divina a través de los tiempos y su mente es un obstáculo o una prisión, que sienta en su corazón la Luz de Garabandal. Porque Garabandal, así como otros lugares santos que Yo he visitado, los llevará no solo hacia la paz, sino los llevará a cruzar el portal del perdón y de la reconciliación que el mundo necesita.
Si sus corazones se colocan ante Garabandal en penitencia, les aseguro, Mis hijos, que Garabandal obrará a través de ustedes y los Ángeles de Dios los ayudarán.
Que las Estrellas de la Virgen del Carmen iluminen sus caminos para que siempre encuentren dentro de sí la verdad, y así sus vidas sean la prolongación y la ampliación viva y realizada del Mensaje de Garabandal.
Sean valientes y sigan el camino del Llamado, por todos aquellos hijos Míos que no lo hacen ni lo viven, especialmente por los que niegan a la Madre de Dios.
Les dejo Mi bendición y los invito a ser precursores del Mensaje de Garabandal.
No saben cuánto les agradezco por este momento, por todos los que se unen a pesar de la distancia a este momento, porque esto permite que internamente Mi Corazón Inmaculado triunfe y guarde debajo de Su Manto a todas las almas posibles.
Que la Luz de Garabandal siempre brille en aquellos que creen en ella porque, amando lo desconocido, algún día serán bendecidos para recibir la revelación de Garabandal, que aún deberá cumplirse.
Vayan en Paz, en la Paz de Mi Hijo, para que el Mensaje de Garabandal se cumpla en ustedes y la reconciliación de las almas sea una realidad en la superficie, a fin de que la reconciliación, el arrepentimiento y la penitencia justifiquen los graves errores del mundo, especialmente aquellos que acontecen a través de las guerras, de los desplazados, de los oprimidos, de los ancianos, de los olvidados, de los miserables y de los descartados en el mundo entero.
Hoy, colmados por la bendición de la Señora de la Estrella del Carmen de Garabandal, les agradezco por responder a Mi llamado.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, vengo del Cielo como la Señora del Apocalipsis, para decretar a través de Mis Palabras que el tiempo final se está aproximando y, nuevamente, el fin de un ciclo en el que la humanidad deberá estar aún más despierta para poder percibir los cambios, que no solo llegarán a la consciencia, sino también a la vida planetaria.
Soy la Señora del Apocalipsis, soy la que antecede al final del Omega, porque a partir de allí todo sucederá y nada más estará oculto.
Por eso, deben estar preparados para ese momento, con otra actitud a partir de la consciencia, porque así, esa actitud se reflejará en la vida material, y sabrán actuar con discernimiento y cautela en el momento de tomar decisiones y de llevar adelante el Plan de Mi Hijo.
No teman si ven a su alrededor a las fuerzas del caos moviéndose, actuando o interviniendo; es señal de que el fin está llegando y de que su neutralidad será importante para que, sin indiferencia, puedan hacer lo que deben hacer.
Este momento marca un tiempo inesperado para todos. La humanidad nunca pasó por esta transición y tampoco conoce de qué se trata.
Por eso, vengo a anunciar, como Señora del Apocalipsis, que todos Mis hijos deben estar despiertos en esta hora crucial para que, junto con sus Ángeles de la Guarda, puedan atravesar estos desiertos que se aproximan a la consciencia planetaria, en donde será muy necesaria la Misericordia de Dios.
Ya no teman por lo que se mueve dentro o fuera de ustedes, por lo que es impuro, imperfecto o infiel.
Aférrense a Mi Manto Solar, Yo los levantaré del suelo para que caminen junto con su Madre del Apocalipsis hacia la finalización de una etapa que recién ha comenzado.
Mientras tanto, mantengan un espíritu de esperanza y proyecten hacia el futuro todo lo bueno que podrá suceder cuando muchas más almas se rediman en Cristo y encuentren el sentido de sus vidas, para dejar de estar ciegas espiritualmente y encarceladas álmicamente.
Necesito que sustenten este Cetro que Yo les estoy entregando hoy, el Cetro de Dios, que moverá en este planeta todas las cosas antes de que retorne Mi amado Hijo, el Cristo.
Por eso, los apóstoles no pueden estar dispersos, perturbados ni tampoco alarmados por lo que sucede a su alrededor.
En estos tiempos, deben mantener un espíritu de fe, de confianza y de amor para superar las pruebas que llegarán.
Sé que se han preguntado interiormente: ¿por qué Dios permite ciertas cosas, al punto de que las almas deban sufrir y pasar por duras pruebas?
Dios no es Quien causa el caos, sino la humanidad que es indiferente y está apartada del amor.
Ustedes, que ya han conocido cómo llegar a la Fuente, deben llegar a esa Fuente todos los días, porque si no sus espíritus se secarán y no estarán nutridos por el agua de vida que representa Mi Hijo en Su Divinidad.
Necesito que sean valientes y que aún sustenten con una mano el estandarte de Mi Paz y con la otra mano la espada redentora de Cristo; porque aún habrá que seguir luchando por un Plan que, en muchas mentes, no tiene más sentido.
Si Mi Hijo no hubiera permitido que lo derrotaran, aunque aparentemente haya sido así, Su Amor no hubiera triunfado.
Su entrega, Su incondicionalidad y Su Amor derrotaron a los enemigos; y venció el Plan, triunfando la Luz por encima de todas las tinieblas.
Abran sus ojos internos y sientan en sus corazones, profundamente, que están atravesando el momento más crucial de la pasión que vive la consciencia del planeta, que está agonizando al sentir que sus criaturas aún no viven el cambio.
Por eso, las corrientes del universo están actuando, y algunas llegan físicamente a ciertos lugares, para movilizar el estado de resistencia y del no cambio que viven algunas almas.
No piensen que están siendo castigados o que el Juicio de la Divinidad ya llegó, porque aún no se ha aproximado al mundo.
El propio caos lucha contra el propio caos; el mal se traga a sí mismo, luchando, batallando y debatiendo para saber quién tiene el primer puesto.
No permitan que los tiempos los atormenten, no dejen de mirar al sol que verdaderamente son, porque será necesario que él brille en estos tiempos de purificación y de pruebas.
Yo vengo a preparar el camino para la llegada de Mi Hijo, para el momento en el que todo estará permitido.
Realmente serán dichosos aquellos que, con suma confianza, se coloquen debajo de Mi Manto, para que su Madre Universal los pueda proteger.
Y ahora, vean a través de lo que viven en estos tiempos, que es necesario realizar un cambio interior.
No se sorprendan por lo que ven dentro de ustedes y a su alrededor. Es hora de que todo se expurgue hacia afuera a fin de que se cumpla el Proyecto de Cristo en la humanidad, y los nuevos rebaños se congreguen en la nueva Cena que celebrará el Señor.
Yo soy la Señora del Apocalipsis; y hoy vengo como Madre y Sacerdotisa de las almas que espejan, con sus oraciones, el Amor de Dios y que, tomadas de las manos junto a Mí, en un sagrado oratorio, proclaman la victoria de Cristo y Su Retorno al mundo en estos tiempos que llegarán.
Que sus labios nunca se cansen de proclamar la fe, que su camino sea pleno de Gracias y que abran sus sentidos internos para poder percibir la realidad que acongoja al mundo y lo sumerge en un profundo dolor.
No teman, ya no teman. Yo estoy aquí y soy su Madre. Es momento de que confirmen su confianza en Mi Corazón Inmaculado.
Cuando las aguas de los mares están turbulentas es señal de que todos deben estar unidos bajo el mismo propósito. Y es ese propósito y ese fin que los protegerá, porque el propósito siempre debe ser amor, servicio y entrega para que muchos más se beneficien con esto.
Hoy tengo entre Mis manos el Libro del Apocalipsis, y su Madre Celeste lee las revelaciones que en él se encuentran y que aún la humanidad no ha conocido, que son las revelaciones escritas con las palabras de Juan.
Son las señales que él ha visto hace tanto tiempo y que se están manifestando en la humanidad, en esta era para que, finalmente, surja el cambio y todos puedan llegar a la Fuente y comulgar de Dios.
Sientan que estas escrituras se están proyectando en la humanidad y que el dragón de fuego está saliendo de su abismo. Esto indica que Cristo está retornando, aunque no lo parezca.
En seguida verán a San Gabriel Arcángel abriendo el último sello, de los siete que existen, para mostrarle al mundo que la última etapa de la redención se aproxima y que todo lo que está en el abismo será colocado en juicio ante el Creador. Mientras tanto, mantengan su neutralidad permanente e invoquen el poder del Amor para que sepan socorrer a sus semejantes.
Mientras el último sello se abre no dejen de orar ni siquiera por un momento. Llegó la hora de que su pensamiento esté elevado de forma continua y constante. Llegó la hora de que sus sentimientos, pensamientos y acciones sean pura oración, porque así estarán siempre protegidos por el Manto de su Madre Celeste.
Si algunas cosas hoy suceden a su alrededor, recuerden que por detrás de todo existe un Propósito.
Abracen el cambio y esas cosas terminarán; el sufrimiento se disolverá de la nada; florecerá la fortaleza, la sabiduría y la esperanza que muchos necesitan; y podrán caminar libres de sus amarras y cadenas. Sus pies llegarán hacia lo más alto de la montaña, donde Cristo posará Sus Pies como Luz Solar, para declarar al mundo que Él ya ha llegado a poner fin a todo lo que se ha destruido.
Y Sus Arcángeles elevarán los Cálices a Dios, ofreciendo este nuevo sacrificio por la humanidad.
Los que han sido mártires, corderos, los que han sido desterrados de su patria o de su misión serán reconocidos.
Cristo Jesús, a través de Su Corazón, entregará Su gran Estrella al mundo para sembrar en la Tierra los nuevos principios de Luz, los cristales de la redención que sustentarán a la nueva raza en el surgimiento de una Nueva Humanidad. Para que todo eso se cumpla, deben pasar por este ciclo, queridos hijos.
Cuando el lobo esté queriendo cazar a las ovejas del Pastor será señal de que el Redentor estará llegando con pasos firmes y silentes al mundo para derrotar a su enemigo y disolverlo en la Fuente del Amor.
Que sus ojos no dejen de mirar al cielo e implorar con oraciones.
Que sus actos sean verdaderos y no mezquinos.
Que su sentimiento sea, cada vez más, amar, amar y amar hasta que sus seres se rindan en la energía crística.
Y así, los que han venido del universo, enviados por los Señores de la Ley, finalmente, se redimirán. Entregarán sus cascos, espadas y estrellas a los Pies de Cristo; y ya no será necesario batallar para conquistar la Verdad y el Amor de la Fuente; porque su Señor, el Maestro entre los maestros, los liberará del pasado y sus esencias se encenderán cuando reconozcan la Presencia de Cristo.
Esto es todo lo que está en el Libro del Apocalipsis, algo que Juan no ha escrito, por más que lo haya visto, porque no era momento de que la humanidad lo conociera.
Pero ahora, Yo que soy su Profetisa y Sacerdotisa, al servicio eterno de Mi amado Hijo, vengo a anunciar los nuevos tiempos, las nuevas metas y los nuevos principios, para que las almas se aferren a ellos y no se dejen llevar por la tribulación, porque San Miguel retornará.
San Miguel Arcángel retornará en su estado de resplandecencia para que, con su espada de Justicia y de Luz, extirpe lo que ha ocasionado el dolor y el sufrimiento en la humanidad; y las ilusiones del mundo se disolverán, las almas sentirán un amor crístico desconocido y, finalmente, los soles en la Tierra brillarán para formar parte, junto con este mundo, de la Confraternidad Universal.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Todo lo que les revelo, en este día, es parte de una Voluntad Celestial, Divina, de Aquel que Me envió al mundo.
Llego con el Libro del Apocalipsis, hijos Míos, para fortalecer la fe y la esperanza en sus corazones; porque el mundo se purifica y aún se purificará más intensamente, y todos Mis hijos habrán de vivir esa purificación.
Sin embargo, en su interior Mis palabras resonarán como una fortaleza y una esperanza que estarán en el horizonte de sus vidas, como algo que se cumplirá, una Verdad que se manifestará después de que el caos y el mal emerjan en este mundo con todo su falso poder.
Hoy, vengo a enseñarles a no observar los acontecimientos del mundo solo con ojos humanos, sino que los ojos de sus espíritus y de sus corazones estén abiertos para comprender los acontecimientos y para hacer que otros comprendan que la Justicia de Dios no es un castigo, que la purificación del planeta no es el fin de la humanidad, sino el fin de la degeneración humana.
Es el comienzo de un nuevo ciclo, de una nueva era, en donde la indiferencia y la falta de amor ya no podrán existir en las consciencias. Y aquellos que no puedan vivir la Ley, manifestarla y expresarla en sus vidas, serán conducidos a otros mundos, a otros espacios, en donde podrán aprender según su consciencia y sus elecciones en esta Tierra.
Todo será encaminado hacia donde deberá estar. Nada quedará fuera de lugar, porque la Ley de Dios vendrá a enderezar los caminos de los hombres, para que ellos encuentren la senda para retornar.
Cuando el caos y el mal emerjan delante de sus ojos, recuerden Mis palabras, recuerden su misión y su propósito en esta Tierra. Porque lo que construí dentro de ustedes se transformará en herramientas para que puedan actuar en estos tiempos. Herramientas que se expresan a través de la paz, de la neutralidad, de la compasión y de la Misericordia para los que están perdidos y distantes de Dios.
Fortalezcan, hijos Míos, todo lo que les entregué. Descubran, dentro de ustedes, estas herramientas de Luz que se expresan a través de las virtudes para que, en el momento correcto, sepan encontrarlas en su interior.
Hoy, pensarán que su transformación es rigurosa y que los cambios son intensos para que la consciencia acompañe al ciclo del planeta. Pero pronto comprenderán que todo lo que Dios les pide tiene un principio y una finalidad superior, que verán manifestarse cuando llegue la hora de que Mi Hijo los encuentre prontos, dispuestos a unirse a Él, para que tenga compañeros con los cuales contar cuando llegue al mundo.
Su resplandecencia será absoluta y Su brillo será visible para todos los ojos humanos.
Sin embargo, muchos hijos Míos temerán mirarlo, seguirlo y recibirlo en este mundo; porque no se sentirán dignos de recibir Su perdón, porque verán emerger sus errores y las consecuencias de su indiferencia.
Por eso, hoy les pido que, comprometidos con el Plan Superior, preparen sus corazones y los fortalezcan, no solo para cruzar los tiempos de mayor tribulación, sino para que tengan el valor y la humildad de mirar a los Ojos de Cristo, cuando Sus Pies pisen la Tierra.
Que tengan la humildad de recibir Su perdón y de ser colmados por Su Misericordia, para que Él los transforme definitivamente y les muestre su verdadera faz, aquello que ustedes son como parte de una Voluntad Divina y que, de esa forma, hijos Míos, una molécula de la Consciencia de Cristo ingrese en su interior y los haga partícipes de un nuevo tiempo, de una nueva raza que se construirá con esfuerzo, con renuncia y con un profundo amor que no proviene de esta Tierra, sino de lo más íntimo del Corazón de Dios.
Quiero hoy, renovar a todos Mis hijos, a todos los Hijos de María, para que jamás teman vestir Mi Manto, para que den testimonio de Mi Presencia; que jamás nieguen que son consagrados a Mi Inmaculado Corazón, que venzan el miedo con la potencia del amor y que den testimonio de la transformación que la oración hizo en sus vidas.
Con esto, hijos, les dejo una advertencia, pero también una Gracia para que perseveren y sean dignos de ver cumplirse cada una de Mis Palabras.
Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:
Súplica de la Sagrada Madre y Señora del Apocalipsis al Padre Celestial
Escucha, Señor, la voz de Tu Sierva y Esclava,
que quiere amorosamente interceder por Tus hijos más perdidos.
Escucha la voz de los que claman por una oportunidad
y que, en estos tiempos, nada reciben en su mundo interior.
Vengo a ofrecerme como un Sol para iluminar los abismos
y elevar a Tus estrellas caídas hacia el Universo Celestial.
Derramo Mis Rayos de Gracia sobre el mundo,
para que las almas capten Mis sentimientos más profundos
de amor y maternidad.
Hoy, coloco en Mis brazos, Señor, a los que más necesitan de Ti.
Hoy, contemplo a través de Mis ojos
las heridas internas de todos Mis hijos,
y con la caricia que Yo les doy a través de Mis manos,
calmo y sereno a todo lo que perturba y trae tribulación.
A través de Mi abrazo, los coloco cerca de Mi pecho
para que sientan el calor de una buena y humilde Madre,
para que sientan Su Corazón Inmaculado palpitar infinitamente,
así como vibra todo el universo, en su creación y existencia.
Hoy, disuelvo las amarguras de los corazones y establezco Mi Paz
en aquellos que la han pedido con tanto fervor y oración.
Construyo las bases de una nueva vida,
traigo a esta civilización la oportunidad de amar
hasta que todos se sientan uno,
y Cristo los encuentre en comunión eterna.
Amén.
Oremos:
Padre Nuestro... (x3)
Gloria al Padre... (x3)
Queridos hijos:
La oración los unifica y los eleva al Reino de Dios; y será en ese estado de consciencia que sus corazones comprenderán todo lo que les digo, no solo por el bien de ustedes sino también por la humanidad, que necesita despertar a la Verdad que ha sido sagradamente guardada de todos los ojos curiosos y de los ingratos.
Pero hoy, y en este tiempo, Yo les traigo esta Verdad para que sus corazones puedan crecer y definitivamente encontrar el camino hacia Cristo, en esa perfecta comunión con Su Corazón Sacratísimo.
Yo les abro las puertas al conocimiento elevado para que no solamente lo puedan conocer, sino también practicarlo en sus vidas.
El Señor espera poder hacerse presente en sus corazones y almas para expresar los talentos sagrados que serán de auxilio para la humanidad en este tiempo y en el momento más agudo del caos de la Tierra.
Los ángeles del Universo, los que acompañan Mi Corazón y toda Mi Obra, permitieron que esto sucediera; aunque no hay méritos para tan gran revelación, sé que alcanzar la vida crística para la mayoría ya deja de ser una meta imposible y es una realidad próxima para todos.
Quienes verdaderamente vivan las llaves que Yo les entregué en este día, y a través del mensaje para esta Aparición, podrán alcanzar lo que tanto espera Mi Hijo y Él los encontrará preparados cuando retorne a la Tierra, con el poder de Su Gloria y de Su Majestad.
Pero mientras eso está por suceder, el mundo aún se purificará y sufrirá.
Yo intento fundar por medio de Mi Maternidad, las bases crísticas para la nueva era, que ya comenzó; las bases que fundarán espiritualmente la Nueva Humanidad, en esa esperada Tierra Prometida que el pueblo de Israel siempre quiso ver.
Moisés, como maestro e instructor, como enviado de Dios al mundo, fue la primera experiencia de ese proyecto de la Nueva Humanidad.
A través de los tiempos y de la Sagrada Familia, se guardaron esos códigos preciosos, para que pudieran estar disponibles en este ciclo de la humanidad y los autoconvocados despertaran a la verdad del conocimiento.
Eso no solamente ennoblece sus espíritus, queridos hijos, sino también la consciencia planetaria que se está auto destruyendo, día a día.
Podría pasar la noche entera contándoles lo que veo del mundo, a través de la pureza de Mis ojos y de la imploración de Mis manos a Dios, para que muchas más almas puedan ser rescatadas en este último ciclo.
Pero todo dependerá hijos Míos, de los que se auto convoquen para esta sagrada tarea, que dejará de ser para niños y pasará a ser para adultos, en esta gran academia de la redención de la humanidad.
Los ciclos cambiaron a partir del ocho de agosto pasado.
Para este próximo ocho de agosto un nuevo ciclo comenzará y será imprescindible, no solo para ustedes sino también para Aurora, que todos estén presentes para esas fechas, en donde una nueva revelación será entregada como preparación de sus corazones para la venida de Cristo.
Mientras Mis planes construyen las bases de la verdadera familia, Yo veo, aún en el mundo muchos hijos perdidos, que no solo no quieren escuchar, sino que tampoco quieren despertar a lo que verdaderamente son esencialmente, como almas y seres humanos.
El ego de la humanidad ha tomado la potestad de toda la Tierra.
Ustedes, hijos Míos, por medio de la oración podrán percibir qué es lo que está sucediendo en este tiempo y cuánto sufren los Reinos de la Naturaleza, las consecuencias de todos los hombres.
Mientras los corazones no se arrepientan y se humillen ante el Creador, Jesús todavía no retornará y las almas deberán sufrir las consecuencias de sus acciones.
Pero si los corazones hacen un acto de contrición ante el Dios Creador, las cosas podrían cambiar precipitadamente y Leyes de Gracia podrían actuar en los corazones aún no redimidos.
Queridos hijos, aún hay mucho por hacer y no solamente cuento con sus corazones, sino también con sus manos, para poder servir al Creador.
Los tiempos son difíciles por donde se mire.
Ustedes saben, queridos hijos, que la prontitud de sus corazones podría modificar los acontecimientos y no estoy aquí, en este día, despertando su soberbia espiritual, ni su arrogancia.
El Señor necesita que estén libres de todo para poder servirlo en plenitud; y así, sus verdaderos seres descenderán y realizarán la tarea que tanto han esperado desde el principio, sus seres espirituales, sus seres de origen del Universo.
Mientras algunas cosas no maduren dentro de ustedes y se definan pronto, aún muchos seres espirituales del Universo esperarán la hora de poder aproximarse y realizar junto a Mi Hijo, esa gran obra corredentora de toda esta raza, aún no redimida.
Así como fue con Moisés y el pueblo en el pasado, queridos hijos, lo será con ustedes; el proyecto está en la Mente de Dios, aún por realizarse.
Una parte la cumplió Mi Hijo al estar presente entre ustedes en esta decadente humanidad y les enseñó que a través del Amor y de la Misericordia, todo se redime y todo se consigue.
Son las bases de su Fe, poder vivir en Cristo y corresponderle.
Yo les traigo el Conocimiento Sagrado del Universo que está guardado en los Libros de Dios para que finalmente lo puedan conocer y crecer a Mi lado, así como Yo siempre los tengo, entre Mis brazos y en Mi Corazón.
Sabemos que toda la humanidad no será consecuente con lo que estamos pidiendo en este ciclo, pero la mayoría podría hacerlo si solo se dispusiera a vivirlo en simplicidad y Amor.
Dios pidió fundar Comunidades-Luz, para erguir las bases de la Nueva Era, de la Nueva Familia y de la Nueva Humanidad.
Este proyecto debe expandirse para aquellos que quieran unirse a esta gran hermandad que está siendo construida espiritualmente desde hace mucho tiempo.
Porque ustedes saben que el Universo no los abandonará, mas tampoco dejará de corregirlos para que puedan seguir el único camino que propone la Jerarquía en este tiempo final.
Estamos trabajando espiritualmente por toda la humanidad, por este Universo en el cual ustedes se encuentran, por toda esta Galaxia que se expande con su Luz, cuando es vista desde otras esferas.
¡Cuán grande es la belleza que Dios creó para ustedes, hijos Míos, y pocos la consiguen percibir!
Mirar una estrella no significa rebajarse, ni ser menos, sino apuntar con su misión y con su visión al propósito que les espera encontrar en esta vida.
Todos los presentes en este mundo son seres en redención, algunos en rehabilitación y la mayoría aún no redimidos.
Las almas después de esta vida, toman consciencia de lo que no hicieron ante los Señores de la Ley y viven su juicio.
Pero no es necesario, hijos Míos, que pasen por esa prueba, y que pierdan una vida entera en la normalidad y en la superficialidad de las cosas, de todo lo que ofrece este mundo infiel.
Si Nosotros, como sus Corazones Amados encarnamos en esta humanidad, fue para testimoniar la Presencia del Amor de Dios y de Su Sagrado Proyecto que aún debe continuar hasta el fin de los tiempos y después del retorno de Cristo.
Pero cuando Mi Hijo vuelva, las cosas ya serán bien diferentes y los tiempos habrán cambiado.
Aún muchos corazones dormidos también en la vida espiritual que hoy llevan, están siendo llamados a dar un paso en la verdad y en la entrega a Dios.
Muchos sirvieron a través de los tiempos y de los años a este proyecto de las Comunidades-Luz, pero aún debe despertar en ustedes la semilla y el talento que dejó Mi Hijo.
Yo les traigo las llaves para que puedan vivirlo; en esa unión perfecta con Cristo podrán cumplir con el Proyecto de Dios, y se sentirán merecedores de ingresar al Reino de los Cielos, cuando Él vuelva en Su Gloria, a través de Cristo.
A través de Mi oración y de Mi imploración por todos, pedí al Arcángel Miguel, que se hiciera cargo de esta humanidad, porque Él es su Regente, Él es el Comandante de la Huestes de Luz y de este Proyecto Universal.
Él es el que piensa por ustedes y el que obra a través del Amor de Dios y de Su poder.
Él es el que destierra a los espíritus que impiden la realización del Proyecto del Creador y Él es el mismo que rehabilita a los que están caídos.
La potestad del Arcángel Miguel no es conocida por la humanidad, siempre ha sido un secreto. En este perdido lugar del mundo y del Uruguay, Él descendió aquí en un siete de agosto pasado, para comenzar a revelar lo que muchos desconocen de Su Consciencia.
Él ha estado cerca de ustedes por mucho tiempo y no lo han percibido.
El Arcángel Miguel fue quien estuvo con Jesús desde los primeros años de Su vida para prepararlo para ese gran momento de entrega y de sacrificio por la humanidad.
Él ahora está aquí, con ustedes, para conducirlos por el camino de la rehabilitación y de la cura que ofrece Aurora.
Si realmente Aurora fuera aceptada y comprendida, las almas andarían por aquí, de rodillas, para agradecer tan inmensa gracia recibida, en un país que no la merece.
Pero Dios no solo ve la nación, sino ve el potencial de los corazones que se resignan para vivir su redención.
Las estrellas caídas serán vistas en el juicio final y contempladas por todos, lo que ustedes llaman "la paja y el trigo".
Aún la hora máxima queridos hijos, está por realizarse y ustedes están escribiendo una historia para esta humanidad.
Una historia que se escribe en el Corazón de Dios cuando las almas corresponden a Su llamado y lo aceptan en prontitud y acción.
Verán los frutos de todo lo que hemos hecho a través de los años cuando todo esté próximo para suceder.
Mientras tanto, queridos hijos, aprovechen el tiempo para su preparación y unión con Cristo.
Porque en Mi Hijo siempre se encontrará la fortaleza y aun cuando ustedes no puedan levantarse del suelo Él los levantará, porque quien lo sigue, no perecerá.
Y en los ejércitos de luz y de oración que Yo voy fundando, aparición tras aparición, a través de los Hijos de María, constituyo un potente epicentro de Luz que sirve a las necesidades del planeta y de la humanidad.
Las oraciones de todos Mis hijos del planeta son utilizadas para realizar las grandes operaciones de rescate y eso deben saberlo, no para hacer crecer sus egos, sino para servir en simplicidad y humildad para todo lo que Dios necesita en este Proyecto de Amor y de Redención.
A través de los Hijos de María que se consagran, voy formando nuevas vidas, voy formando peregrinos; después formo colaboradores, por último servidores y quien se anima a seguirme lo formo como instrumento del Plan de Dios.
Queridos hijos, eso es todo lo que hoy quiero compartir y decirles que puedan repasar Mis palabras, será de agrado para sus espíritus y para Dios, porque en el Universo nada se pierde.
Que vengan aquí Mis hijos que hoy, con Amor, se consagrarán.
Ave María... (en latín, x3)
Elevando sus almas como luz al Universo queridos hijos, contemplen este momento de consagración como una renovación de sus corazones y vidas, ante los Planes del Creador y así mientras les hablo, sus vidas son redimidas por el poder del Verbo divino y por el amor de Mi Corazón Inmaculado.
Reciban el bálsamo de Mi Gracia y el abrazo divino de Mi maternidad, para que saliendo de aquí formen nuevas vidas y ayuden a todos Mis hijos a reencontrar el camino hacia Cristo, al menos hacia Dios, que está muy olvidado.
Oren Conmigo todos los días y construyan las bases de esta Nueva Humanidad que debe nacer primero en sus corazones, para que después se pueda expresar y manifestar para el nuevo tiempo de la humanidad.
Hoy Mis ángeles bendicen sus cabezas para que ingrese el Espíritu de Dios y Su Sacra Bendición.
Hoy Mi mano toca sus corazones para que se puedan curar y sanar y renacer en el perdón y la reconciliación. Porque el amor queridos hijos, es mayor y más fuerte que el pecado, el pecado es ilusión y perdición para las almas.
El Amor de Dios los renueva.
El Amor de Mi Hijo los sana y los redime.
Mi Amor Inmaculado los eleva al corazón del Padre Celestial.
Hoy escribo en sus almas una nueva historia de Luz que deberá ser cuidada por cada uno de ustedes; así, en el juicio final, queridos hijos, darán testimonio de lo que han recibido de Mi Corazón Sacratísimo.
Yo los amo y les digo las cosas por amor y verdad, para que puedan crecer en consciencia y en adultez, la adultez del espíritu.
Les agradezco queridos hijos porque hoy hayan llegado aquí, a este Centro Mariano, no solo para honrarme, sino para encontrarme en sus corazones, porque quien Me llama, Me encuentra; una Madre del Cielo nunca olvida a sus hijos.
Lleven estampados en sus pechos el escudo del Arcángel Miguel y sustenten la poderosa espada de la oración para los tiempos críticos.
Sepan que sus familias también deben renovarse y encontrar el camino hacia Cristo, hacia la redención y la paz.
No esperen resultados semejantes en sus seres queridos, solo oren por cada una de sus almas hermanas para que Yo me pueda aproximar y auxiliarlos en la hora indicada.
Mi Rosario de Luz ora por ustedes.
La Madre Universal los congrega, en Adoración a Cristo, Nuestro Señor.
Mientras Me elevo al Cielo, queridos hijos, escucharé sus voces cantando a Dios, el Creador y agradezco desde ahora y antes de tiempo, la ayuda de todos los peregrinos y devotos, para que Mis Planes de Paz se cumplan no solo en América, sino también en Europa.
Porque sepan, queridos hijos, que el Corazón de Lys, debe seguir pulsando en los corazones europeos; ellos también deben tener la Gracia y la oportunidad de concretar el Plan de Dios y la ayuda fraterna y la cooperación entre hermanos lo podrá conseguir.
En cada pedido que Yo hago, simple o difícil que parezca, existe el Propósito de Dios que finalmente es comprendido, después de que es realizado.
Amen las cosas del Cielo sin antes conocerlas, así serán humildes en la verdad y el bien.
Los amo y les agradezco por responder a Mi Llamado.
Bendigo a todos los presentes y a todos los que acompañaron este encuentro durante Mayo.
Mi peregrinar sigue para Argentina, pues Mis amados hijos también recibirán de Cristo la bendición celestial y la Gracia de seguir adelante, pase lo que pase.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Cantemos:
"Somos hijos de María…"
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, para terminar este encuentro tan especial con María esta noche, queríamos contarles brevemente cómo fue la Aparición y también la consagración de los Hijos de María, pues sentimos que cada vez que se consagra un nuevo hijo y una nueva alma asume un voto con María un compromiso, Ella va profundizando en la tarea espiritual de esas consciencias.
Primero, agradecer la adhesión y la unión que todos tuvieron, la concentración posible, para lo que María estaba revelando hoy, que fue bien importante. Ella decía que era una información, un conocimiento complementario a los que escuchamos hoy al principio de la transmisión y después, durante el trabajo del mensaje, cuando ella iba transmitiendo las palabras.
Por ejemplo, cuando habló de Moisés, Ella citaba pasajes de la vida de Moisés y del pueblo del desierto y todo lo que ellos fueron viviendo cuando fueron llamados por Dios a vivir ese proyecto del Padre, en aquel tiempo.
Y a medida que María iba hablando, iba mostrando a Su lado como una pantalla, como si fuera una tela, una pantalla; iba mostrando todo lo que fue sucediendo en aquel tiempo y todos los códigos crísticos positivos del Amor que fueron siendo alcanzados no solamente por Moisés, sino también por todos aquellos que lo siguieron en aquel momento.
Y a través de eso, María fue haciendo un puente de Luz, uniendo esa historia con la historia de hoy, con todo lo que Ella vino hablando como instrucción en los últimos ocho años y todo lo que ha ido preparando dentro de nosotros y también a través de nuestro trabajo de oración, el que hemos asumido ya hace algunos años como consciencia grupal.
Al final, Ella llamó a los Hijos de María para consagrar, que también dice que forman parte de ese Proyecto de Dios, de ese Pensamiento Único que quiere manifestar Su Amor en la humanidad, en este momento crítico del planeta.
Y mientras María los iba consagrando, iba dirigiendo Sus palabras para los hermanos que hoy se consagraron. En cierto momento, Ella revela, digamos así, el alma de cada uno de ellos; el alma de cada uno de los que se consagraron se presenta delante de María para vivir esa consagración. Y en consecuencia, el espíritu profundo de cada uno de esos seres.
Entonces María hace la consagración, le pide a los ángeles que bendigan primero a esos hermanos y después desciende un poco donde hoy aparecía aquí, en la Casa de Oración, bien cerca de ellos para hacerles la bendición, imponiendo Su mano santísima sobre el corazón de cada uno de ellos.
Y allí Ella purifica, limpia, sana, cura, restaura e ilumina, creando una nueva historia en la vida de cada uno de ellos.
Dejamos esto para ustedes, para que podamos unirnos y comprender que la tarea de María en este momento, en este ciclo es bien profunda y que la oportunidad que cada uno de nosotros recibe a pesar de las deudas que tenemos es única, y que Ella con todo Su Amor y con toda Su Gracia nos libera del pasado y nos renueva para caminar en Cristo.
Madre María Shimani de Montserrat:
Todas estas Gracias que recibimos de Nuestra Señora es algo que nosotros vamos a tener que cuidar con mucho esfuerzo, sabiendo que cada día vamos a construir una vida nueva gracias a Su Purísima Misericordia.
Nosotros les agradecemos por habernos acompañado, enviamos desde Aurora un abrazo de Cura para todo este planeta.
¡Gracias Señor por cuanto nos das!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En estos tiempos, el mundo no busca la Luz. Yo vengo del Cielo para darla a conocer, esa Luz poderosa y sublime que brota del Corazón de Dios para el mundo y para todos los universos.
Hoy, estoy aquí con ustedes, queridos hijos, conmemorando con Mi Corazón Sacratísimo este encuentro especial con Mi Consciencia que une a todas sus consciencias con el Hijo de Dios, Jesucristo.
Vengo a restaurar, en este día, sus vidas; a restaurar sus caminos materiales y espirituales para que sigan a Mi llamado, directamente al Corazón del Creador.
Este es Mi mayor prodigio para sus vidas, que sigan un solo camino a través de Mi Corazón Inmaculado. Por eso, Yo vengo a llamarlos, no solo a la oración, sino también al cumplimiento de su tarea espiritual en esta misión de los 144 000, de los nuevos apóstoles de Mi Hijo.
¿Acaso, ustedes creen que son uno de ellos?
Yo les vengo a revelar esta profecía a ustedes, pues la señal de que el mundo necesita cambiar profundamente, antes de que todo suceda, es visible en estos tiempos.
Mi Voz no solo se anuncia en Medjugorje; Yo vengo a esta parte de América, no solo a consagrar el Plan de Dios, sino que también, a través de los pueblos, surjan los nuevos apóstoles de Cristo, aquellos que impartirán los dones y las gracias a todos los que las necesitan. Por eso, Mi Corazón es perseverante, hijos amados.
Hoy, se cierra un ciclo en sus vidas. Un nuevo ciclo espiritual y superior está llegando al mundo. Está comenzando en este mismo momento, en este tiempo real de Dios, en el que todos son invitados a colocarse, una y otra vez, a través de la elevación de la oración del corazón, de su comunión con Cristo y de su arrepentimiento ante las Leyes Divinas.
Por eso, Yo vengo vestida de Sol, para iluminar sus caminos, para abrir sus ojos, para abrir sus corazones y para que sientan el Propósito de Dios a través de Mí.
Hoy, toda Mi Consciencia está manifestada en este lugar; así como Dios lo permitió en este fin de los tiempos, en el que todos son llamados a vivir una profunda reflexión en la consciencia, a cambiar los hábitos de sus vidas, a corregir sus caminos, a seguir el camino del Pastor que es el camino verdadero, es la verdadera Jerarquía en esta galaxia, en este sistema solar y en este pequeño mundo en todo el universo.
¿Saben lo que eso significa, queridos hijos?
Yo vengo a revelarles los misterios de Dios. Aquellos profundos secretos que, en la Vida Divina de los Sagrados Corazones, de la Sagrada Familia, fueron vividos plenamente, en la absoluta confianza de que todo era verdadero para la evolución de los corazones del mundo.
Yo vengo con la aspiración de una buena Madre, para instituir aquí el principio de una Nueva Humanidad fortalecida a través de la fe, del amor, de la unidad y principalmente de la confianza de que sus vidas, purificadas en Cristo, encontrarán la meta que tanto han buscado durante mucho tiempo.
La meta de ustedes, hijos Míos, se encuentra más allá de otras filosofías. Yo los invito a vivir la filosofía de Mi Corazón materno, que es la vibración perfecta del Amor de Dios manifestado en el Corazón de su Madre Celeste.
Hoy, les presento nuevamente Mi Corazón Inmaculado, como oferta perfecta para poder vivir la redención y la paz, dentro y fuera de ustedes, para que los caminos confusos se desvanezcan y vuelva a surgir la Luz de Dios en todos los pasos que deben dar hacia el Señor.
Mi Corazón es una Estrella manifestada ante ustedes, que viene desde el universo, cruzando estos umbrales de Luz, para derramar las Gracias que Dios ha concedido en este día. Desearía profundamente que, todos los días de Mi Vida omnipresente, ustedes Me pudieran ver; pero confíen, confíen en la Voluntad de Dios.
Ya es una Gracia, para sus corazones, que hayan sido convocados en este día santo para renovar sus votos espirituales con el Creador; liberar sus amarras; dejar los caminos de la perdición, del descontrol material, de esa vida que promete esta humanidad enferma.
Hoy, vengo a curar a muchos de sus corazones, corazones que están enfermos y que necesitan del alivio de los atributos de la Madre Universal. Si ustedes viven estos atributos, les aseguro, queridos hijos, que no perderán ese camino hacia el infinito que son invitados a vivir en este principio de paz que Yo difundo para sus vidas y el mundo.
Como Madre de esta humanidad, Madre y Princesa de este mundo, Comandante de todos estos corazones, Yo vengo a unir, en este 8 de agosto, a sus corazones con el Espíritu Sublime de Dios, que ustedes conocen como la Fuente Única.
Mi Corazón es ese Portal que hoy está hoy abierto a sus almas, delante de sus ojos, con profundo Amor materno, con mirada de Madre bondadosa, para que todos se animen a ingresar en Mí y a consagrar sus vidas, según sus posibilidades.
Yo vengo a entregarles esta última oferta en esta fecha. Esta es la mayor Gracia que Dios Me ha concedido después de ocho años de caminar a su lado pacientemente, en el amor y en la verdad, para que sus corazones pudieran crecer en la fe y ser nutridos por el Espíritu Santo de Mi Hijo.
Dios concedió, hijos amados, que Mi Hijo llegara hasta aquí para abrir las puertas de esta Aurora, para que los corazones fueran liberados, redimidos y curados a través del Arcángel Miguel. Pero esa es una tarea, es una misión espiritual de Nuestros Corazones Sublimes delante de este mundo infiel, que busca resultados en otras cosas, en otros caminos en los que las almas se pierden y se alejan de Dios cada día más.
Por eso, el universo está alrededor de Mi aura, Mi aura celeste de Luz, para irradiar hacia ustedes la fortaleza que necesitan para que se animen a seguir Mis pasos, tan simples y humildes que, en verdad, queridos hijos, si ustedes se animan a vivirlos, concretarán sus obras, que son las Obras de Dios para el mundo.
Pero hoy, Yo no estoy sola aquí, sino rodeada de los ángeles del Cielo, de todas las Jerarquías Celestes que responden a la Voluntad máxima del Creador. Hoy, estoy uniendo este Universo Espiritual, en donde Me encuentro, con su vida material, una vida de pena y de dolor que debe ser rescatada por Mi Espíritu de Paz, antes de que todo suceda.
Mientras Yo les hablo, queridos hijos, voy trabajando en sus corazones para que alcancen la Luz, la Luz de la redención de Cristo, tan necesaria y urgente para rehabilitar a todos los corazones posibles que caminan en las tinieblas de Mi adversario.
Pero, Yo piso con Mis pies, sobre este suelo de Aurora, la cabeza de la serpiente; para que ella deje de hacer perder a las almas y Yo, a partir de ahora, sea su Gobernanta, su Madre Universal, su Estrella Guía que guíe sus pasos, sus caminos y sus familias hacia la nueva Comunión Reparadora con Cristo, en el momento definitivo de Su Retorno a la Tierra.
Dichosos aquellos que creen sin ver, porque en verdad conocen el Reino de Dios.
Dichosos aquellos que escuchan con los oídos del corazón, porque sentirán el Espíritu Santo del Creador.
Dichosos aquellos que se arrepienten de corazón, que abandonan sus amarras para que la Aurora de Mi Corazón destituya todos los males de este mundo y se abran las puertas de la redención a los corazones que se pierden por no querer seguir a la Madre del Cielo.
Yo les traigo palabras verdaderas, definitivas para sus vidas. Yo les traigo la cura superior, principio femenino, sagrado e inmaculado, en esta vida universal.
Yo vengo a abrirles sus ojos para que alcancen a su alma y para que su alma viva en el Espíritu de Dios, por los siglos que vendrán.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Es por eso que abro en este mundo todas las puertas que lo separan del universo, y uno el Tiempo de Dios con el tiempo de esta Tierra, para curar así todos los errores del pasado, un pasado que desconocen, que no proviene de este mundo, pero que Mi Corazón sí puede verlo y curarlo en sus consciencias.
Vengo a liberar los vínculos con el mal de aquellos que dicen sí a Mi Inmaculado Corazón, pero que este sí sea verdadero y que se manifieste en las acciones de sus vidas en los días que vendrán.
Espero, hijos Míos, que no hayan venido a Mi encuentro por la mera curiosidad de saber lo que acontece en este suelo sagrado; que estén aquí porque están dispuestos a transformar sus vidas definitivamente, a liberar las amarras del pasado y a renacer a un nuevo conocimiento, a una nueva vida, a una Nueva Humanidad que debe tener como semilla a cada uno de sus corazones y a cada una de sus consciencias.
No esperen, Mis amados, que esta humanidad surja de repente, porque ella deberá ser construida a través de la purificación y de la transformación consciente de cada uno de ustedes.
Pero el amor por Dios y por Su Plan Perfecto deberá ser mayor que el amor a las cosas de este mundo; porque Mi adversario buscará, de todas las formas, alimentar los deseos y las aspiraciones que los atan a las ilusiones de este mundo y disfrazará de todas las maneras estas aspiraciones para que parezcan verdaderas y espirituales.
Por eso, abran sus ojos, no los ojos de la mente, sino del corazón; porque es por medio del corazón, Mis amados, que escucharán Mi Voz y sabrán que ella es la portadora de la Voluntad de Dios para sus vidas como para la humanidad, como para todo el universo, que en este día se congrega alrededor de Mi Manto para observar los corazones del mundo y contemplar el Proyecto de Dios.
El universo aguarda la respuesta de todos los seres humanos. Por eso, hoy les pido que sean valientes, en el espíritu como en la materia, para abandonar el pasado y rendirse al nuevo futuro que Yo les traigo ante sus ojos como una oportunidad de redención.
Esta redención está disponible para todos, pero si no Me dicen sí y no se disponen a transformar sus vidas, este manantial de cura se derramará sobre este suelo y retornará a su Fuente sin que haya tocado sus consciencias.
¿Reconocen, Mis amados, la gran pérdida que es para toda esta raza si no aceptan decir sí al Poder de Dios que se manifiesta en Su Sierva?
Dejen que Yo disuelva el miedo de sus corazones, que cure la falta de fe, porque de esta forma podré formarlos y protegerlos para que transiten por los tiempos que vendrán y que, a pesar de todos los acontecimientos del mundo, jamás abandonen el Camino del Señor, porque la gran victoria de Dios es manifestar en sus criaturas la plena certeza de la perfección de Su Proyecto y que estos hijos de Dios acepten seguir la Luz, más allá de la oscuridad que los rodea.
Es por eso, hijos Míos, que hoy les traigo la Luz de la Fuente Divina, que originó a las consciencias del Cosmos como a las de esta Tierra.
De esta Fuente de Luz provienen sus esencias, a las que hoy busco reencender, para que así se manifieste, en este nuevo ciclo, un gran acto de redención y de reconciliación con Dios; anunciando así al cosmos que la manifestación del Plan de Dios es posible y que, en el inicio de este ciclo planetario, que anuncia el fin de la decadencia humana, una parte de la humanidad escogió seguir los Planes de Dios.
Necesito, Mis amados, que no solo escuchen Mis Palabras, sino que sus caminos sean rectos, que miren con firmeza a Mi Corazón Inmaculado y que no caminen por otro camino, sino por este que conduce a Mi Corazón.
Aspiro a que no solo hoy estén Conmigo, sino todos los días sus vidas; que venzan, en sí mismos, a todas las tendencias de este mundo infiel, para seguir Mis pasos que los conducen al Redentor; que proclamen al Hijo de Dios todos los días, todos los instantes de sus vidas; que anuncien la victoria del Rey del Universo en sus consciencias por medio de su transformación.
Vivan Mis Palabras, no solo las escuchen, porque esta es la gran posibilidad que les traigo en esta noche. Vivan Mis Palabras.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
En este día santo, Yo los invito a vivir el camino del corazón, el camino del Amor que la humanidad está perdiendo por alejarse de Dios y preferir otras cosas que no nutren al espíritu, que no hacen resplandecer a la vida, así como Dios lo prevé.
Por eso, en esta noche, bendeciré este Libro Sagrado, que es la mayor expresión de Mi Amor perfecto por ustedes. Espero que lo lleven como un camino para encontrar la Luz.
Cantemos “Inmaculado Corazón de María”.
Queridos hijos, Yo bendigo este Libro, porque son las Palabras que Dios Me enseñó, las que hoy transmito a ustedes, con todo el Amor materno de Mi Corazón. Que estas hojas benditas sean leídas con la humildad del espíritu, con la simplicidad del corazón que busca la unión perfecta con Dios.
Que sus almas y las almas de sus hermanos, cada vez que lean estos documentos, estas Palabras de Mi Corazón materno, se puedan reencender espiritualmente y establecer definitivamente la unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Pero hoy, también bendigo a sus corazones, porque Mi Gracia se derrama sobre sus vidas y las vidas de las almas del mundo. Eso es lo único que deseo, queridos hijos, que vivan en unidad y en amor para que en el mundo no sucedan muchas cosas, por el simple hecho de no querer escuchar.
Bendigo estos frutos que representan al árbol de la vida. Cada uno de ustedes es un fruto de Mi Corazón; y, a través de esta simple cesta, Yo presento esta oferta al Creador, porque Él verá con Sus Ojos misericordiosos que ya están maduros para vivir la vida universal.
Aurora los acoge si tienen un corazón simple, con intenciones puras de buscar la unión con Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre Divina está pidiendo que entonemos el cántico que le habíamos ofertado, porque representa para Ella la voz de todos Sus hijos, buscando la simplicidad y la humildad de Su Corazón Inmaculado.
Ella dijo: “Estoy aquí, en Mi casa de humildad”.
Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Nunca cierren las puertas de sus corazones, porque así Yo podré entrar.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, aquí, los hermanos van a entregar una naranja a los que están aquí.
Y María nos decía que tuviéramos estas naranjas, como fruto de Su Corazón simple.
Madre María Shimani de Montserrat:
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
El grupo se reunió en la Colina de las Apariciones a las 11:00 h para comenzar la oración de sintonía. Se comenzó orando la “Oración a la Madre Universal”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a prepararnos, la Señora está llegando.
En ese momento, el coral entona el cántico “Encuentro con María”. Luego, suenan 33 campanadas, anunciando la Aparición de la Madre Celestial.
Salve a todos, Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ella está tocando con Sus Pies este suelo. A Su derecha está la presencia del Arcángel Gabriel y a Su izquierda la presencia del Arcángel Miguel.
Ella pidió que los que puedan, se arrodillen.
Vengo a anunciarles el Tercer Secreto de Fátima, que es más profético aún.
En ese momento, Fray Elías les relata, de forma privada, a Madre Shimani y a José Trigueirinho lo que la Madre Divina está revelando como secreto. Mientras esto sucede, todo el grupo ora la “Oración a la Madre Universal”.
Un tiempo después se vuelve a escuchar la voz de Fray Elías.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Los que sientan, ya pueden ponerse de pie.
Nuestra Señora, María, hoy ha aparecido como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y se ve más nítida que en los otros días.
He venido aquí a anunciarles la Luz de los arcángeles, para que sepan que pueden contar con ellos cuando Yo no esté presente en este plano, y solo esté en sus corazones.
El Arcángel Gabriel trae la redención, el Arcángel Miguel trae la liberación. Estos son los dos Padres Creadores que asistirán al mundo antes del Retorno de Cristo. Esta es Mi Buena Nueva.
Oremos por la Paz y por la Luz. Encendamos los corazones que están quebrados desde hace siglos, corazones que nuevamente están aquí, en este mundo, buscando la Luz dentro de las tinieblas. Ha llegado la hora de la revelación; por eso, estoy aquí entre ustedes, sobre sus consciencias y las del mundo.
En Medjugorje, he anunciado una parte importante de Mis Mensajes; en Uruguay, he revelado otra parte; y aquí, en Brasil, Mi predilecto corazón de almas, revelaré otra parte más.
Yo Soy la Mensajera de la Paz para las vidas, para aquellos que se animen a vivir cada calvario dentro de Mí. Es hora de descender del monte y encontrar el nuevo camino que los lleva hacia Mí, en esta última hora, la hora del fin de ciclo.
Yo Soy la Inmaculada Concepción, la Mensajera de la redención para los que Me quieran escuchar por última vez. Lleven la Paz en sus corazones y no se detengan por nada que acontezca; saben que Yo estoy ahí, protegiéndolos en oración y en amor.
Estoy aquí para anunciarles que deben realizar una cadena de oración; y esta, Mi Casa, al igual que la de Fátima, deben progresar en el verbo orante. Para aquellos que quieran escuchar la Voz de los Cielos, este es el momento de la protección a través de las Palabras.
Yo Soy una emanación de esos Cielos, y les traigo Mi Espíritu de la Paz para que lo sientan y se abran a Él.
Les digo las mismas Palabras que he repetido en las diferentes Apariciones a lo largo y ancho del mundo: solo la oración es Paz. La Eterna Paz es la viva y ardiente oración que trasciende las fronteras y abre las barreras para que todos, a tiempo, puedan llegar a Mí.
Yo estoy aquí, en Mi Reino, aguardándolos.
Oremos por la paz en Medio Oriente y por el amor y el rescate de Mi amada comunidad africana.
Yo Soy la Reina de todos los lugares, que lleva el mismo Mensaje en Su Voz para que, al fin de este tiempo, todos lleguen a Mí. Yo llego a todos cuando se abren sin restricciones; pues el Amor, que no es de este mundo, todo lo puede, un Amor que nutre el corazón y que da vida.
Quien quiera peregrinar por Mi camino será salvo y victorioso.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a repetir junto con Ella la oración “Ave Luminosa”.
Todos oran algunas cuentas.
Por el Poder de Mi Inmaculado Corazón, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre Divina está anunciando que dará una bendición a los que están enfermos. Es importante que todos los enfermos se acerquen al árbol y si no es posible, que permanezcan en sus lugares.
Mientras esperamos, oremos la “Oración a la Madre Universal” junto con Ella.
En ese momento, muchas personas que estaban con alguna enfermedad se aproximaron al árbol.
Yo Soy la Señora de las Gracias y de las reconversiones del espíritu, el alivio de todo dolor y el amparo de todo mal. Yo Soy la Virgen Original, el respaldo de los corazones, la llama que arde en el dolor, que abre la purificación de las faltas.
Hoy, acepten a Mi Corazón Misericordioso y sientan descanso en Mí. No teman, Yo estoy con ustedes. Soy la Madre de la Sagrada Providencia, estuve aquí en la Tierra y sé cómo es.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, Ella abre Sus Brazos y los extiende hacia abajo, está irradiando una energía celeste.
Desde el centro de Su Corazón salen dos rayos blancos que se proyectan hacia abajo, y también se están iluminando Sus Estrellas.
El árbol está quedando cada vez más invisible y, a cada lado de Ella, aparecen tres ángeles que están abriendo un Cielo profundo y celeste.
Ahora, Ella abraza una cruz cristiana y transmite las siguientes Palabras.
Soy la Patrona que lleva la cruz de la redención. Toquen Mis Pies y sientan Mi Fuego.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Está iluminando Sus Pies y las rosas.
Sé que creen en Mí. Estén Conmigo, nada les faltará en este Reino en el cual Me encontrarán después de esta oferta que han hecho.
El Amor sana y si tienen Amor estarán curados.
Mi hora de partir ha llegado. Los volveré a encontrar pronto.
Ahora, otros hijos Me necesitan en otra parte de este mundo. Mi Ave de la Paz debe viajar hacia allá para que otros también encuentren reposo en este mundo en purificación.
Recuérdenme como María si quieren sentirme más cerca de sus corazones. Soy María, la Madre Universal, Yo Soy el Ave que desciende ahora desde los Cielos hacia sus corazones.
Recuerden, recuerden, recuerden, recuerden, solo Paz, plena Paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ella ya se fue y nos saludó con Su Paz.
Todo el grupo entona primero el “Ave María” y luego el cántico “La Mujer que nos guía”.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más