Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL QUINTO DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Reverenciamos la Presencia de Jesús, el Sagrado e Insondable Corazón de Jesús.

Él nos muestra, en el centro de Su Pecho, Su Corazón Misericordioso como una gran custodia de luz que irradia rayos hacia varias direcciones.

Él, con Sus Brazos y Manos abiertas, nos ofrece el centro de Su Ser para que podamos entrar en Él y Él en nosotros.

Detrás de Él vemos una casa muy humilde y simple, de piedra y de paja, con pequeñas ventanas y una puerta de madera muy simple y humilde.

Para aquellos que nunca lo han visto, dice Jesús, este es el Cenáculo y hoy los invito a entrar, a toda la humanidad, en el nombre del Santo Padre, el Papa Francisco, de los líderes religiosos, de todos los creyentes en el Sagrado Corazón de Jesús.

La puerta de esa casa se abre para que podamos entrar en consciencia y espíritu, en alma y en divinidad.

Primero entra Jesús para que nosotros podamos entrar; vemos su larga túnica y sus pies descalzos sosteniendo sobre Su Pecho el Santo Cáliz.

En esa casa simple vemos luces muy suaves y tenues en las paredes, creando un ambiente de religiosidad y de comunión; en esa casa hay otros invitados que no son los apóstoles, porque ellos ya vivieron esa experiencia, sino son otros Maestros, los Maestros de los Himalayas.

Ellos están allí presentes aguardándonos, para que nos sentemos en el suelo de tierra, que es protegido por una gran alfombra que en su centro tiene representada la Última Cena.

Nos descalzamos y nos despojamos para que entremos en esta comunión eterna.

El Maestro se muestra solemne, amoroso y cariñoso con cada uno de los suyos.

Él toca nuestras cabezas y acaricia nuestros rostros, y nuestras almas se rinden a Sus Pies.

Y a través de Cristo sentimos al Padre Celestial que, como una gran Luz, encandila el techo de esa sala, así como a cada uno de nosotros y de los presentes.

La puerta de la casa se cerró y vemos allí presente a Nuestra Santísima Madre, la Virgen María, que es rodeada por un gran manto de color rosa, y que se arrodilla un poco más lejos, en el interior de la sala.

Todos se miran con expectativa porque sienten, en el corazón de los Maestros de los Himalayas, la alegría de esta renovación y comunión con Cristo.

María, Nuestra Madre, reza en silencio por nosotros y por el planeta.

Nos dejamos llevar por este momento de comunión para que sea nuestra alma la que participe de este encuentro y así participe todo nuestro ser.

Y ahora todos sentados entre los Maestros y el gran Maestro que acaba de sentarse para compartir este encuentro, vemos como su rostro brilla y sus ojos son como el cielo; mantiene un semblante suave y cariñoso.

Todos los Maestros colocan sus manos en señal de recepción mientras aguardan, en silencio, que el Maestro comience a pronunciar Sus Palabras, en esta cena de renovación y de esperanza.

En el centro de esa reunión vemos a nuestro planeta. El Maestro lo contempla con amor, al igual que los demás Maestros que fueron invitados para participar de ese encuentro.

Por debajo de ese planeta, que es nuestra casa, vemos encenderse una estrella dorada de seis puntas y otra estrella igual por encima del planeta.

El planeta es envuelto por esa poderosa Luz dorada que desciende en el centro de esa sala directamente de la Fuente y grandes manchas oscuras que rodean al planeta son disueltas, mientras su aura es envuelta por una energía verde de Luz que ingresa en las entrañas de nuestra Tierra, en los océanos y continentes.

Quiero que sepan, dice el Maestro y Él eleva su mano derecha señalando el cielo, mientras habla para cada uno de nosotros, que esta es una de las últimas cenas espirituales que celebro con ustedes, porque el tiempo de las Escrituras se cumplirá y Yo no estaré aquí para hablarles, será el Espíritu Santo el que podrá obrar a través de ustedes, cuando lo sepan reconocer y contactar.

Esta es la hora, compañeros, de que sus talentos emerjan a la Luz y a la consciencia porque así podrán dar la vida por Mí, como Yo di la vida por cada uno de ustedes hasta el fin de los tiempos.

Reconozcan entonces, amados Míos, que son parte de una historia que aún no terminó de escribirse.

Por esa razón hoy los he traído aquí, al Cenáculo espiritual de Mi Corazón, pobre, verdadero y humilde para que se puedan servir de él.

Afuera de la casa, en donde nos encontramos participando de este momento importante con Jesús, hay muchas, pero muchas almas presentes, que no pudieron entrar, pero que Nuestra Madre, la Santísima Virgen, las trajo hasta allí para que pudieran participar de este momento.

Y dice Jesús: Mi morada es muy humilde y simple, pero Mi Corazón es muy grande para poder recibirlos a todos.

En este jueves Santo, en el que cada uno de ustedes tiene la oportunidad de participar nuevamente en este ministerio que Yo impartiré, con Amor al mundo, por todos los que aún deberán despertar y reconocer la Palabra de Cristo.

Esta es la Casa de Mi Padre, dichosos los que se encuentran dentro de ella para reconocer su compromiso con la Creación y con las Leyes Universales.

Reunidos en esta casa, volveré a lavar los pies, pero ahora lavaré los pies de los Maestros, mientras ustedes se lavarán los pies.

Los invito a dirigirse al lugar donde lavarán sus pies, mientras Yo lavaré los pies de los Maestros.

A cada uno de los que Mi Madre escogió hoy para lavarles los pies, le entregué un don y un talento antes de que nacieran para que, ahora y en este tiempo, estuvieran al servicio de Mi Corazón y de Mi Obra redentora.

Timóteo, tú tienes el don de unir fronteras, para que ya no existan barreras entre los pueblos y las naciones. Tú tienes que abrir los caminos para que Yo pueda ingresar en donde más se necesita Mi Palabra.

Iajodarah, tú tienes el don de la música, de poder traer del Universo hacia la Tierra las vibraciones sutiles y las melodías de Dios que tus manos pueden comunicar a través de los instrumentos que tocas, con la fuerza que te da la devoción a Mi Sagrado Corazón.

Valentina, tú tienes el don de la solidaridad, de vivir la incondicionalidad por el otro, de reconocer la dificultad del semejante y de aliviar los sufrimientos de los que padecen por soledad, abandono y discriminación.

Ceferino, tú tienes el don de llevar Mi Mensaje al mundo y de iluminar Mis altares, para que la Presencia de Mi Espíritu se pueda reflejar en todo lo que es ofrecido, de tiempo en tiempo. Tú tienes la misión de reflejar, en las imágenes, el espíritu de lo sagrado.

Camilo, tú tienes el don de la perseverancia del peregrino, que nunca se cansa de caminar hasta poder encontrar a su Maestro. Has llegado a Mi encuentro y te prepararé, a partir de este día, para que Me sirvas en la consagración cuando Yo te lo indique. El que persevera nunca muere. El que persevera nunca desiste, porque su fuerza está en la oración y en la confianza que le da Dios. Por eso, estás aquí.

Samaria, tú tienes el don de la comunicación, de abrazar los proyectos de Mi Padre y de llevarlos a la realidad, así como Yo lo necesito. Tú tienes el don de comunicar Mi Palabra a diferentes partes del mundo, a través de las lenguas de cada pueblo de esta Tierra. No es la primera vez que haces esto para Mí. Esto es la continuidad de algo que no terminó, por eso tu vida debe ser para Mí.

Los próximos seis que ahora serán sacramentados.

Fray Luciano, tú tienes el don del servicio incondicional, de llevar alivio a donde hay mayor sufrimiento, de llevar amor a donde hay mayor agonía, de llevar esperanza a donde hay mayor desesperación; para que la humanidad comprenda finalmente que, a través de la donación de sí y del servicio por el semejante, los seres humanos aprenderán a amarse los unos a los otros, verdaderamente.

Madre María del Salvador, tú tienes el don de la unidad, una unidad que lleva al entendimiento y a la comprensión del semejante. El don de la unidad para poder colocarse en el sufrimiento del otro y de ayudar a resolverlo. Una unidad que comprende, que es paciente y perseverante, que emana compasión.

Fray Ariel, tú tienes el don de la constancia, de aquel que no se deja vencer a sí mismo, de aquel que reconoce todos los días las Llagas del Señor, por amor a la humanidad. El espíritu de la constancia es un espíritu incesante que nunca cambia, que siempre mantiene su propósito a través de la fe.

Madre María Shimani, tú tienes un don importante que te entregué. Es el don del discernimiento invadido por el espíritu sagrado de la Sabiduría, para cumplir siempre la perspectiva de Mi Propósito en la humanidad. Tú también tienes un don especial que Mi Santa Madre te ha entregado, que es el amor y el entendimiento de aquel que no consigue transformarse, de aquel que tiene dificultades, y ese amor y ese entendimiento lo transforma, lo redime y lo lleva a la Verdad.

Mi hija Amerisa tiene el don de la belleza y de la cura, de aprender a soportar al semejante y de darles oportunidades a todos para que, a través del servicio de los altares, puedan expresar su devoción a Mi Corazón. Tú eres un puente para cada uno de ellos, por eso te he colocado en esa misión. También tienes el don de la cura, que te permite sentir el sufrimiento del semejante para aliviar las Llagas de tu Señor en aquel que sufre. Y eso Yo lo vi, en estos tiempos, a través de tu madre, la que ahora, después de su agonía, ya está Conmigo en el Cielo. Has aprendido la lección de amor que te quise enseñar, para que vivas algún día un amor más grande que el que Yo viví por ti. Estás en el camino de ese propósito.

Mi hija Romina, ya sabes lo que eres para Mí. Pero ahora llegó el momento de vivir lo que tanto has buscado, de vivir todo lo que Me has cantado, de cumplir lo que tanto deseo, sin miedo a nada, por tu nación y por tu pueblo.

Llegó el momento de la consagración del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, en el que cada uno de nosotros, dentro de la Casa del Cenáculo de Nuestro Señor, tendrá la Gracia espiritual e interna de recibir los impulsos, los mismos impulsos que Cristo dejó plasmados en el planeta y en la humanidad, a través del sacrificio de Su Última Cena, por medio de la Comunión.

Vemos a Nuestro Señor, Cristo, después de haber lavado los pies de los Maestros y después de habernos lavado los pies entre nosotros, cumpliendo así con Sus pedidos.

Mantenemos nuestra consciencia y concentración en ese lugar de la humilde Casa del Cenáculo, en donde Cristo nos invitó a entrar a cada uno de nosotros.

Mi Corazón siente este momento, porque es una de las últimas Comuniones espirituales que entregaré al mundo en este día, en el que Mi Vida es vida en ustedes y ustedes son vida en Mí.

Ahora que están limpios y preparados para recibirme, infundo en este momento, lo mismo que infundí en los Apóstoles, para que en este momento el legado espiritual que dejé para el mundo, por medio de la Eucaristía y de la Sangre de Cristo, descienda como Gracia y como Luz en la humanidad.

Elevo el pan y se lo ofrezco a Dios, así como sus almas pueden ser ofrecidas a Dios en este momento. Para que este pan sea transubstanciado, le pido al Todopoderoso que, por los méritos de Mi dolorosa Pasión, conceda al mundo la Gracia que necesita en este tiempo, para aprender a vivir en el Amor absoluto de Dios.

Por eso, luego de partir el pan, se los entrego, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Vuelvo a elevar el Cáliz de la redención de la humanidad, para que el vino sea transubstanciado en la Sangre de Cristo. Por eso, se los vuelvo a decir y les vuelvo a ofrecer este cáliz, porque es Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que es derramada por su Señor para la remisión de las faltas. Hagan esto en memoria Mía.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Dichosos sean los que se sirven de este Sacramento espiritual, porque sus vidas no perecerán.

Padre Nuestro (en español).

Padre Nuestro (en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.

En este día, todo ha sido consumado, conforme el Padre Celestial lo necesitaba y, de esto que fue consumado, todos fueron partícipes, bajo la renovación que les trae el Sacramento de la Eucaristía para cada una de sus almas, hasta que se concrete el Nuevo Tiempo.

Y la Casa del Cenáculo desaparece de nuestra consciencia, mientras el Maestro está aquí, con nosotros, entregando los méritos de Su Corazón a la humanidad, para que reafirmemos nuestro compromiso en Cristo y por Cristo.

Nuestra Madre Divina también nos bendice, y ahora se encuentra al lado de Su Hijo.

Ahora todos los sacerdotes se congregarán en este escenario y vamos a entonar, a pedido de Cristo, “Hijo Supremo”, como consumación de esta tarea.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Canción: "Hijo Supremo".

¡Gracias, Señor, por cuanto nos das!

En este encuentro te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Desde las altas montañas de los Himalayas hasta las altas montañas del Gran Cañón del Colorado, los Maestros descienden en peregrinación para vivir el encuentro sagrado con las esencias de la humanidad.

A través de las flautas y de los mantras, Ellos atraen el espíritu inmaculado de la compasión y, por un momento, las almas se sienten protegidas y consoladas por el vientre maternal de la Tierra.

El Oriente sagrado se muestra al Occidente lejano y así se vive una íntima comunión entre los pueblos del Tíbet y los pueblos de la consciencia indígena, porque ambos reconocen el mismo Origen que los creó.

Por esa razón, hoy se unen en espíritu y ofrecen sus escuelas para que la escuela de la redención de esta actual humanidad se pueda cumplir en todos los seres.

Desde los Himalayas resuenan los mantras, y las flautas de los pueblos originarios emiten las melodías que la raza humana necesita escuchar en este tiempo, para que pueda ver el gran portal de la redención.

Es así que el Gran Cañón vive su ceremonia silenciosa, y los frutos del conocimiento y de las experiencias son ofrecidos para la transfiguración de la humanidad.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor Cristo Jesús

Aparición reservada de Cristo Jesús Glorificado, en Tusayan, Gran Cañon del Colorado, Arizona, Estados Unidos, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús, para el Sagrado Llamado del 21 de febrero de 2020

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que la melodía del perdón resuene en sus corazones, para que pueda ingresar a este lugar sagrado a través del Gran Portal del Universo que hoy Mi Consciencia trae para el mundo entero y, especialmente, para todos los núcleos internos que deben encontrar el camino de la redención y el camino de la paz, para recuperar el sentido de estar en este planeta y en esta humanidad viviendo el Proyecto de Mi Padre tal cual Él lo ha escrito, para que se cumpla Su Voluntad y Su deseo ardiente de que Sus hijos alcancen, cada día más, las esferas celestiales.

Hoy abro lo más profundo de Mi Corazón en este lugar sagrado del Gran Cañón del Colorado, en donde el Reino Mineral es testigo de la diversidad de la historia de la humanidad, de todo lo que ha sucedido en este mundo y dentro de esta civilización, de todos los pueblos que pasaron por este planeta aprendiendo y viviendo el contacto con el Universo y con la Creación.

En cada una de estas piedras sagradas, en cada una de estas montañas, en cada rincón de este valle, está escrita una parte de la historia de la humanidad, y eso es lo que la Jerarquía necesita traer a la consciencia de los seres humanos de este tiempo, para que todos puedan reencontrar el sentido de vivir este Proyecto de Dios que aún es desconocido por la mayoría, pero que comienza a resonar en el corazón de los que siguen la palabra de la Jerarquía Espiritual.

Hoy vengo como Sacerdote Mayor acompañado también por los grandes Maestros de las montañas de los Himalayas, por aquellas consciencias que experimentaron en cuerpo humano lo que significa este código genético y lo que este código genético humano debe alcanzar en este ciclo actual del planeta, en el que, dentro de una gran transición y dentro de un gran Armagedón, la humanidad deberá definir su próximo ciclo, su próxima etapa.

En el silencio de este lugar se revelan los sagrados tesoros de la humanidad, aquel legado que ha sido evolutivo, que ha construido la consciencia del hombre de superficie y la ha elevado hacia dimensiones superiores para poder encontrar la vida cósmica, que es la esencia, que es la existencia y el origen de la razón de estar aquí, en este planeta escuela viviendo este aprendizaje y esta experiencia que les ofrece todo el Universo. 

Sí, que les ofrece todo el Universo, porque todo el Universo es parte de la experiencia de este proyecto genético que se detuvo en el tiempo por la condición humana, la dualidad, la adversidad y el caos. Y que en este ciclo actual de la transición planetaria, la Jerarquía, la Hermandad Celestial, se aproxima a la humanidad para tornarla consciente de sus raíces, de sus atributos y de su legado, para que así se vuelva a conectar con la esencia de lo que verdaderamente es y con la razón por la cual vino aquí, a este planeta, a vivir esta experiencia.

Es de esa forma que esta experiencia actual de la humanidad, este momento de redención, de transición y de definición, también debe ser parte de la historia que se deberá escribir en estas sagradas montañas del Gran Cañón del Colorado.

Y así, como este río hace fluir su más pura agua, cristalina, casta y humilde, de la misma forma deberán fluir en la consciencia del ser humano los nuevos conocimientos que vienen de la Hermandad. Es hora de que todos sean conscientes de esa verdad, para que más y más velos de la consciencia puedan caer de sus rostros y puedan encontrar el sentido de estar aquí, viviendo una misión y un propósito en el nombre del Único, de la Fuente Suprema, del Amor Universal.

Es por esa razón que he traído hasta aquí a un pequeño grupo en representación de todos los hermanos y seguidores de la Obra de Cristo, vuestro Maestro y Señor, para que puedan recibir en sus corazones, almas y espíritus, los mismos impulsos que esta civilización sagrada de la consciencia indígena, que vivió aquí, una vez recibió y que aún sigue resonando, en el corazón de los indígenas, todo lo que ellos vivieron y alcanzaron en la simplicidad y en la humildad de su contacto.

Por esa razón, Me aproximo a este lugar para darles a conocer y para mostrarles lo que de verdad existe aquí, que son muchas herramientas, muchos tesoros, muchas informaciones que este sagrado y sufrido planeta guarda en el interior y en lo profundo de sus Recintos Sagrados.

Después de que toda esta información ha sido reunida, ha sido compartida entre las Jerarquías del Universo Espiritual y de toda la Hermandad, es momento de que los seres humanos, en la superficie, tomen consciencia de lo que verdaderamente ha pasado en este planeta y no de lo que fue interpretado por el hombre de superficie.

De esa forma podrán retomar el camino que Mi adversario, por medio de sus engaños e ilusiones, les quitó y los hizo ingresar en un camino incierto de dualidad, de sufrimiento, de enfermedad, de confusión y de caos.

Por medio de esta Luz que emerge a través de los tesoros sagrados que guarda el Gran Cañón del Colorado, la humanidad tiene la oportunidad de retomar el camino que perdió en lo más profundo de su consciencia y, así, tener el puente directo y perfecto para retomar el contacto interior que necesita. Un contacto que trae en este tiempo la Ley de la Jerarquía Espiritual, que es una única Ley, un único camino y un único Principio, que les permitirá unirse a lo Alto y a toda la Existencia Suprema.

De esa forma, como la civilización indígena que aquí se encuentra y que ingresó en otra dimensión y plano de consciencia, ustedes, servidores y amigos Míos, seres humanos en la superficie de la Tierra, de una humanidad en transición y en definición, podrán espejar lo que Dios tanto necesita que espejen hacia los Universos Sublimes, hacia este macrocosmos, hacia todas sus estrellas, soles y galaxias. 

Y será de esa forma, mediante un contacto interno, simple pero seguro, que las informaciones de sus aprendizajes, escuelas y de su proceso de redención serán reunidas para que una síntesis espiritual se vuelva a realizar y así se pueda cumplir, finalmente, este proyecto humano.

Para que todo eso suceda, deberán atravesar la transición, deberán despojarse de todo vestigio de dualidad, de soberbia, de competencia o de indiferencia, y más aún, de muchas más energías, raíces que han sido sembradas en lo profundo de la consciencia y de la mente del hombre de superficie.

Todas esas experiencias deberán ser desprendidas, liberadas y transmutadas; y la puerta directa que tienen para poder vivirlo y experimentarlo, como también para poder realizarlo, es la energía de los Recintos Sagrados.

Esas informaciones transformarán su consciencia espiritual y también su código genético. Y en esa transformación, cambio y trascendencia que vivirán, podrán ver con claridad el camino del retorno hacia el Origen y del Origen hacia la Fuente, en donde se reúne todo el Conocimiento, la Instrucción y la Voluntad de Dios.

Con este mensaje quiero traer a sus consciencias el momento que ustedes están atravesando y la oportunidad que pueden vivir para, finalmente, poder liberarse de las amarras, de las prisiones de la vida, de todo lo que compromete al hombre de superficie con el mal. Y, así, atravesando y perforando las capas más profundas de la resistencia humana podrán encontrar, al final del camino, la Luz que siempre brillará en el fondo del abismo.

Así, la consciencia saldrá de su noche oscura y volverá a ver nacer a la aurora, que traerá consigo ese gran momento de revelación y de reencuentro con lo superior y con sus orígenes.

Y así podrán, de una forma simple y verdadera, estar en la Hermandad y encontrar en esa Hermandad el camino para el cumplimiento de la Ley que es la Ley primera: el Amor, el Amor que une a todas las Leyes, a todos los principios y que impulsa a todos los atributos que las consciencias necesitan para poder vivir el Plan.

Desde este lugar emito este mensaje que resuena en el corazón de los justos y en el de los que deben despertar. También es un mensaje que hace eco en todo el Universo, porque su Sacerdote Mayor y Gobernante, Cristo Jesús, es quien les habla para que puedan estar conscientes de la realidad en este camino de transición.

Nuestros Corazones, el Corazón de toda la Jerarquía estará expandido sobre el mundo y tendremos nuestras manos extendidas hacia ustedes, para que se puedan tomar fuerte y caminar en este tiempo de transición hacia el encuentro del Gran Portal de la Hermandad, de la Hermandad que se revelará en el corazón de los hombres, en aquellos que siempre aspiraron a encontrar su estrella de origen y el sentido de su misión en este tiempo final.

Crean y confíen en la posibilidad y en la oportunidad que se le está presentando al mundo entero. Estamos en un tiempo de gran adversidad, pero también estamos en un tiempo de grandes revelaciones; y serán esas preciosas y sagradas revelaciones que harán trascender el límite y el umbral de la consciencia humana.

De esa forma, como los Maestros del Himalaya, ustedes también se podrán iluminar y toda la consciencia será colmada por la Gracia Suprema.

Desde el Gran Cañón del Colorado envío Mi Mensaje de Amor y de esperanza a la humanidad. Manténganse firmes y unidos en el amor y todo pasará, porque Nuestro Espíritu no se apartará, Nuestro Corazón no dejará de emanar el Amor que necesitan para poder fortalecerse y encontrar siempre el camino que los llevará hacia la eterna Luz.

Es de esa forma que su Maestro y Señor, Cristo Jesús, y todas las Jerarquías y Maestros Sagrados de los Himalayas, hoy se unen en una única consciencia y establecen el Poder y la Voluntad de Dios en este lugar, que alcanzó con su simplicidad, el más alto grado de amor y de expansión de la consciencia.

Que todo este impulso y esta revelación pueda resonar en los mundos internos de los que los escuchen y que, a partir de allí, retomen su fuerza interior, coraje y valentía para atravesar estos tiempos difíciles en los que, como les dije al principio, al final del camino encontrarán la Luz que siempre brillará en lo más oscuro del abismo.

Y será esa Luz que todo lo transfigurará, que todo lo transformará y que todo lo curará. Así, estarán en Dios y, estando en Dios, estarán en Mí y Yo estaré en ustedes. Y en ustedes, Yo podré realizar la última parte de la tarea que el Padre Eterno Me ha encomendado por medio de Mis apóstoles, seguidores y orantes.

Ahora, con mayor apertura de corazón y de consciencia, reciban este Legado que se transmite por medio de estas palabras y bajo el impulso del Amor Mayor.

Yo los bendigo y los impulso a tomar consciencia de la Verdad.

Desde el Gran Cañón del Colorado, el silencio emite el Amor de Dios para todas las almas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN MONTE SHASTA, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL PRIMER DÍA DE LA 79.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Luz de la poderosa Montaña Blanca congregará y reunirá a todos los Maestros del ayer, a todos los que participaron del Cónclave de la Jerarquía a través de los tiempos.

Sus Presencias serán visibles, pero la mayoría no podrá llegar a Ellos, porque estarán bajo cierta misión y tarea, bajo cierto propósito y pedido del Creador.

Y así se abrirán los cofres de los Retiros interiores de la Tierra, y no solo se verá la luz de cada uno de ellos, sino también las reliquias más sagradas que la humanidad aún no conoce desde que comenzó este planeta como creación y como proyecto genético. De ellos vendrá una luz más fuerte y poderosa, porque la gran señal de la Luz Blanca de la Montaña traerá consigo muchas revelaciones y los misterios se develarán.

Todo quedará a la vista de todos, pero nadie podrá infringir esos tesoros y reliquias, porque una poderosa e invisible energía los protegerá.

Así, los Maestros llegarán desde lugares muy lejanos del planeta. Algunos bajarán desde los Himalayas, otros vendrán desde los Andes, como también algunos vendrán desde aquí, y el silencio mostrará la verdad.

El Corazón de Dios se conmoverá en ese momento, porque los Maestros del ayer, los Maestros de la Luz, los instructores del planeta y de la humanidad prepararán el Retorno de Cristo, y serán la gran compensación y sostén interno para Mi Iglesia.

Todo aquello que está escrito en el Universo, a través de las estrellas, se mostrará. Y lo que está escrito en el Universo descenderá a el planeta, como algo muy semejante a los cometas, a las estrellas fugaces que iluminan en la noche el firmamento.

Aquellos que aspiraron durante tanto tiempo a ascender hacia las montañas para encontrar su mundo interior, lo encontrarán después de haber luchado por muchos siglos contra ellos mismos, para transmutar sus deseos, sus tentaciones, su dualidad, su imperfección.

En esa hora, el Sagrado Cáliz, el Santo Grial, emergerá, así como una vez estuvo aquí, en esta Sagrada Montaña Blanca.

De nuevo la mesa de la redención será preparada.

Las tribus también llegarán, así como llegó Israel después de haberse liberado de la esclavitud de Egipto. Pero el pueblo de Israel, el antiguo pueblo, ya no demorará 40 años para encontrarme, para encontrar a la Segunda Persona de Dios, al Hijo, sino que ya sabrá el camino porque los Maestros serán sus propias estrellas que indicarán en el firmamento, como lo fue en Belén, la llegada del Mesías, del Salvador y Redentor.

Ya no habrá consciencia en la superficie de la Tierra, nación, poder humano o persona que pueda ocultar lo que sucederá, porque todo este movimiento y acontecimiento será a través del impulso mayor del Cósmico Amorque los ha creado a imagen y semejanza del Padre, para poder cumplir en este plano material y espiritual con sus designios y voluntades.

El invierno pasará, la noche oscura terminará, porque la luz poderosa de los Retiros interiores traerá lo nuevo, lo que nadie ha podido ver desde que comenzó este planeta y este proyecto genético.

Y al fin, antes de que llegue el Hijo de Dios, la Confraternidad se reunirá. Desde sus esencias brillará la gran estrella de sus orígenes.

Los rostros de los justos ya no llorarán por lamentaciones ni culpas, sino que se alegrarán. El llanto será de alegría, de júbilo y de gozo porque el Santo Grial estará allí, resplandeciente, en lo alto de la Montaña Blanca. 

La síntesis y el legado de todo el amor vivido por Cristo, su Maestro y Señor, abrirá el gran portal entre el Cielo y la Tierra para el descenso glorioso y victorioso del Hijo de Dios.

La gran Luz de la Montaña Blanca abrirá la puerta hacia el nuevo tiempo. Pero después, muchas señales más se mostrarán, aunque el planeta y su humanidad estén conmovidos, agitados o perturbados.

Aquellos que fueron designados para cumplir una tarea y una misión en estos tiempos serán llamados conscientemente, y el Padre Eterno ya no deberá esperar hasta que sus hijos despierten y tomen consciencia de la verdad.

Así como hoy les hablo desde lo alto de la Montaña Blanca, así también será ese acontecimiento, pero más contundente y revelador. 

Los Maestros de las montañas que descenderán desde los Himalayas, desde los Andes y que emergerán desde los Retiros interiores del planeta traerán consigo todo su legado y aprendizaje y, sobre todo, la experiencia del Amor Crístico vivido como grandes consciencias universales y cósmicas.

Nadie podrá decir que eso no será verdad, porque Dios así lo necesita y lo determina para la construcción y el advenimiento de la nueva raza, la que ya no deberá infringir ni ultrajar las leyes, los principios o los atributos que son parte de una Voluntad Mayor y de un designio que viene al mundo y a sus consciencias para elevarlas hacia el Propósito Mayor.

Mientras tanto y cuando todo eso suceda, la Mujer vestida de Sol también llegará después de Su Hijo, y los que no creyeron en Ella la verán en gloria, así como ascendió a los Cielos, rodeada de ángeles y de estrellas.

Sus grandes Universos se mostrarán, Sus Faces se revelarán, y al final Ella mostrará el último camino por donde retornar al Padre, para estar en comunión con Su Espíritu y con Su Consciencia por toda la eternidad.

El sufrimiento ya no será la causa de tantos males y angustias, de tantas desolaciones y pruebas, porque en esa hora Mi enemigo estará vencido y su cabeza estará a Mis pies.

Yo mismo y el Arcángel Gabriel lo redimiremos, así como a todos sus ejércitos caídos que sentenciaron a través de los tiempos a todas las civilizaciones y pueblos del planeta y del Universo. Y así, la Creación se recreará y todo volverá a tener sentido para Dios. 

Muchísimas, pero muchísimas almas reconocerán sus errores. Pero la Luz de la Misericordia Divina llegará como la última tabla de salvación en el momento del gran Juicio universal.

En esa hora todo estará definido. Por eso los preparo con estos anuncios y palabras, porque no las pueden olvidar. Ya no habrá otro momento en el que pueda repetirlas y anunciarlas, así como lo hago hoy, en este día.

Porque cuando todo suceda, ustedes, como parte de la prolongación de Mi Voluntad y de Mi Obra en el planeta, comprenderán el sentido de todo lo que han hecho, de todo lo que vivieron y experimentaron, de todo lo que les he pedido que cumplan al pie de la letra.

Así todo comenzará de nuevo y las almas se regocijarán, ya no perderán el camino ni el sentido de sus existencias; porque cuando retorne el Rey a través de la Luz poderosa de la Montaña Blanca, en ese momento todo se realizará y las nuevas escrituras se cumplirán.

La Biblia será renovada y restaurada del ultraje que le han hecho los hombres, porque una nueva historia se escribirá, no solo en el Corazón del Padre, sino en el corazón de Sus hijos.

Los ciclos se cerrarán cuando los Retiros interiores se muestren y todo, absolutamente todo, sin que falte mucho tiempo, comenzará de cero. 

Prepárense para ese momento, sean conscientes de lo que les digo. 

Difundan al mundo Mis Palabras, porque siendo las últimas son las más reveladoras. Hay una parte de las señales que deberán comprender por ustedes mismos, en sintonía y en amor Conmigo.

Así seguirán creciendo en el amor y en la verdad, en la justicia y en el servicio por todos los que no lo hacen y, algún día, en un próximo tiempo y en un próximo mundo lo deberán hacer.

Dios creó a Sus hijos para que se sirvan los unos a los otros, para que se amen los unos a los otros, para que crezcan juntos y en unidad.

Sigan rezando para que su Maestro pueda seguir hablando y anunciando la Palabra, que no es propia, sino que es la Palabra de Dios, la que viene de Su Fuente y sobre todo, de Su Amor.

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN CALI, VALLE DEL CAUCA, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy me encuentro con toda la Fraternidad Interna presente en los Himalayas para que juntos podamos transmitir un mensaje de cura y de paz para el mundo, desde los Recintos más elevados de estas sagradas montañas.

Estamos reunidos como un solo corazón hermanado que pulsa al compás del fin de los tiempos, y sentimos y vemos las grandes necesidades y carencias espirituales y físicas de la humanidad.

Por todo eso rezamos y a través de nuestras claves mántricas pedimos la asistencia del Amor-Sabiduría como también del Sagrado Espíritu Divino, para que toda consciencia, situación o especie terrestre sea colmada de compasión y de luz en estos tiempos de experiencias y de grandes traumas planetarios.

Nos unimos a todas las consciencias que profesan su fe en lo Alto y en la buena voluntad y nos adherimos a todos ellos en un solo corazón que busca vibrar en las melodías cósmicas.

Abrazamos internamente a la consciencia guía del planeta y a todo lo que esa consciencia guarda, para que todo lo posible sea transmutado y liberado a fin de que los corazones tengan la dicha de sentir amor y no desprecio o conflicto.

Por eso, desde lo alto de los Himalayas, emitimos nuestro pensamiento positivo para todo el mundo, para que todos los seres hoy encarnados en la superficie de la Tierra alcancen la esperada elevación de la consciencia y así se establezca el Propósito Mayor, a pesar de los acontecimientos finales.

Como Maestros y Celadores de la humanidad aspiramos a que al menos una minoría alcance Nuestro ardiente deseo de ser empapados por el Amor de Dios.

¡Les agradezco, en nombre de toda la Fraternidad Interna, por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Y como fue dicho, vengo descendiendo desde lo alto de los Himalayas para dar continuidad a la revelación del Plan de Dios, aquel que está escrito en Sus libros sagrados, guardados como copia en el Arca de la Santa Alianza y dentro de Su Fuente inmaterial, de Su gran afluente espiritual y de Su Pensamiento Divino.

Hoy, el Maestro entre los maestros, viene hacia ustedes para dar finalidad a este año, a este ciclo que ya se está cerrando en la humanidad. Ciclo que ingresará en un nuevo ciclo, en una nueva historia y en un nuevo movimiento guiado e inspirado por la Jerarquía.

En las montañas de los Himalayas se guardan muchos tesoros, los cuales, los puros de corazón los conocieron y así como todos los allegados que tuvieron una íntima relación con la montaña, con el fin de elevar su consciencia.

Aún el impulso de la consciencia de la humanidad, de su pronta elevación, debe continuar. Pero dependerá de este fin de ciclo para que eso pueda suceder. Mientras tanto, compañeros, ustedes atraviesan una transición muy desconocida por la mayoría, a través de la purificación y de la definición. Pero aún la Jerarquía espiritual no solo tiene para entregarles más revelaciones, sino también llaves que conducirán sus vidas durante esta etapa muy dura de la purificación, llaves que les permitirán atravesar los tiempos, las dimensiones y los planos para siempre poder encontrar a la Jerarquía que trabaja en una sola línea y en un mismo propósito.

Para que ese descenso de la información se pueda realizar, dependerá de que, en este lapso de tiempo en donde la Jerarquía espiritual estará recogida públicamente, haya en cada uno de ustedes una verdadera reflexión, más allá de lo que hayan podido comprender y sentir, más allá del símbolo o de la forma, aun más, más allá del propósito y del sentido infinito que nos une a ustedes y a nosotros en esta misión del fin de los tiempos por el rescate de los atributos de la humanidad y la redención de las almas perdidas y ultrajadas por mi adversario.

Para que la Jerarquía pueda seguir actuando en el planeta y en la consciencia humana, para que la Jerarquía pueda seguir trabajando en las diferentes regiones del planeta a través de todas las naciones que aún le falta recorrer y visitar, dependerá de la reflexión de Mis compañeros y de Mis allegados. Porque, ahora, la respuesta deberá venir de ustedes y no de Dios.

Es hora de asumir el Propósito con transparencia y humildad para que el Plan se pueda seguir diseñando y realizando. Para que comprendan la Inconmensurable Obra de la Misericordia de Dios, es que hoy les traigo parte de ese Plan Divino y Cósmico que Mi Santa Madre comenzó a escribir y a relatar por medio de Sus impulsos espirituales y mensajes.

Pero esta revelación no termina aquí, dependerá de esa reflexión. Lo vuelvo a decir y lo vuelvo a repetir, porque es importante que lo comprendan y que lo acepten, porque aún hay mucho por hacer.

Hay almas que aún están sumergidas en el infierno y la mayoría no lo percibe, por lo superfluo de estos tiempos y del hipnotismo de las modernidades que ciega a los corazones y los aleja de la vida del espíritu. Mientras tanto, cada uno de ustedes, según su escuela y su aprendizaje, según el grado de amor y según su madurez, tiene una responsabilidad para con el Plan de Dios.

No hay ningún otro lugar en el planeta que haya sido escogido para esto y señalado por el propio Dios de las Alturas, el Todopoderoso.

Su fe en lo inmaterial y no en el fenómeno es lo que permite la continuidad de esta obra, porque la humanidad ya fue demasiado merecedora de milagros. Ahora el milagro, cada uno de ustedes lo debe construir dentro de ustedes, para que triunfe Mi Proyecto, para que se concrete Mi Victoria en todos los redimidos.

Quiero escuchar ahora el instrumental de “Así habló el Maestro”.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En nombre de la honra de Dios, de Su Misericordia, de la Fuente de Su Gracia y del Universo infinito de Su compasión, Su Hijo primogénito, Jesucristo, tiene la autoridad de abrir Su libro Sagrado para que Sus Sagradas Escrituras Doradas sean fuente de renovación en las almas, despertar de las consciencias y continuidad del propósito en los corazones.
 

Padre que estás en los Cielos,
que se cumpla el advenimiento de
Tu próximo Reino en la humanidad.
Que todos los velos de la consciencia
caigan ahora, para que las criaturas de la Tierra reconozcan su linaje y
Tus más Sagrados Talentos despierten en Tus criaturas, a fin de que sirvan,
en el nombre del Amor y de la Gracia,
a toda la humanidad y en consecuencia a todo este planeta.
Amén.
 

Abraham fue el padre que recibió las síntesis de las primeras humanidades. En aquel tiempo, el Gran Patriarca de Dios que congregaba a los pueblos que serían el preámbulo del Advenimiento de Cristo, guardaron los Tesoros Sagrados del Arca en lo que más tarde fue el Templo de Salomón.

En aquel tiempo, muchos impulsos fueron recibidos por la Divinidad. El Arcángel Gabriel y Rafael descendieron a la Tierra para entregar los símbolos de la revelación en las propias manos de Abraham, y para que estos símbolos, estos impulsos sagrados fueran fuente de renovación y de evolución en esa civilización tan antigua.

Fue tan sagrado lo que sucedió en aquel tiempo a través de Abraham y de su pueblo que, hasta los días de hoy, la propia consciencia humana, sin saberlo ni comprenderlo, guarda dentro de sí, en sus núcleos más profundos e íntimos, el legado que Abraham alcanzó como Padre y Patriarca de la humanidad.

Él fue transmutado por el Arcángel Rafael, para que en la Tierra se pudiera vivir, dentro de los pueblos sagrados que él comandaba, las primeras leyes de cura y de regeneración que permitirían desatrancar el proceso de evolución que ese pueblo guardaba de sus descendientes Adán y Eva.

Para que eso fuera posible, Abraham tuvo que formar una gran familia para que fuera heredera de los conocimientos que él recibió del propio Arcángel Rafael, con la intención y el motivo espiritual, que la historia del Proyecto de Dios que el propio Padre revelaba a los hombres más simples y humildes, pudiera tener continuidad a través de los tiempos y de las generaciones.

Abraham fue un Patriarca que sufrió y vivió la impotencia de ver, en aquel tiempo, el desvío de algunos de sus hijos, que se mantuvo a través de las generaciones y hasta los tiempos de hoy entre Israel y Palestina.

Pero ese ciclo interminable terminará en la consciencia humana. En la genética de la humanidad está guardada esa experiencia de amor que Abraham vivió en profunda unión y comunión con el Arcángel Rafael. Su legado llegó hasta las manos de Moisés a través de los mandamientos y de las Leyes que ese siguiente Patriarca conoció de las Jerarquías espirituales y universales, en el sagrado Monte Sinaí.

Ahora estas llaves, que abrieron las puertas de la consciencia de Abraham, retornarán a la Tierra por el impulso del Hijo Primogénito que proviene de esos Sagrados Padres, de ese Sagrado Pueblo que estaba en la búsqueda de la Tierra Prometida. Pero la verdadera promesa de Dios se encuentra dentro de ustedes, en la realización de la Vida Divina sobre la superficie de la Tierra, en el alcance de los diferentes grados de amor y en la donación constante de sus espíritus para la materialización del Plan en toda la consciencia humana.

Y aunque estemos en un tiempo de grandes desvíos, en donde el caos y el mal batallan para ganar un lugar, hoy los despierto a todos los seres humanos de la Tierra, más allá de sus creencias o de su fe, para esos principios y esas llaves que también se guardan en el Arca de la Santa Alianza como en el corazón humano que tiene absoluta fe y confianza en el Plan de Dios.

Por eso, compañeros, así como Abraham se sirvió de los Principios de Dios y de todas las dádivas celestiales, sean dignos en el Señor y también sírvanse de esos principios y de esas llaves, plenamente identificados y representados en los atributos de la Madre Universal.

Si cada uno de estos atributos de cumpliera y se viviera al pie de la letra, una nueva humanidad nacerá y ya dejará de ser una promesa. Mismo un advenimiento será una realidad que será construida dentro de cada uno de ustedes, viviendo el camino de la transformación y la trascendencia, de la donación y de la entrega por los millones de almas que están encarnadas en este planeta y no lo hacen.

La unidad entre los pueblos y las religiones, profecía escrita en la Sagrada Biblia sucederá cuando dentro de cada ser humano despierte el Cristo interno, para dar continuidad a la Obra de Dios y a su Divino Proyecto en este planeta como en otros.

Sean como Abraham, sean como Moisés o como Mi propio primo, Juan el Bautista, que fueron difusores y precursores de la vida crística por medio de un modo de vida de simplicidad, de verdad y de entrega inconmensurable a Dios.

No les pido que sean patriarcas o profetas ni tampoco grandes servidores Míos. Yo necesito a los más miserables, a los más imperfectos, a los más condenados y a los más perdidos para rehacer la Creación y establecer, finalmente, cuando Yo retorne al mundo físicamente, una nueva colonia de Cristos que sabrán vivir el amor, la hermandad, la fraternidad y la unidad con el Único.

Dios entregó a Abraham un tesoro que no tuvo continuidad en el planeta y en la humanidad. Dios le dio conocimiento a Abraham de la venida del Mesías, de la llegada de la Madre de Dios como una simple mujer que fue escogida para ser el receptáculo del propio Dios. Le dio a conocer la llegada de San José, de un simple carpintero que llevaría adelante la misión más importante de todos los tiempos, desde el principio de la Creación hasta el fin de los tiempos.

Entonces, compañeros, ustedes, ¿ante quiénes están? ¿Reconocen nuestras faces? ¿Sienten nuestros corazones? ¿Palpitan en nuestro amor y son movidos por nuestro espíritu para llevar adelante, en el fin de esta trayectoria, el gran Plan de Rescate?, que deberá tener continuidad por la sincera adhesión de todos que comprenden, más allá de las formas y de la mente, la importancia de que en este tiempo se materialice el Plan de Dios.

Abraham conoció a los Sagrados Corazones en los planos internos y enseñó a todos sus hijos y a su pueblo que era imprescindible y fundamental vivir en el amor, más allá de las dificultades y de todas las pruebas, más allá de toda oscuridad y tiniebla.

Ahora que todos ustedes ya saben que son hijos de Abraham y de su descendencia, y de las antiguas tribus de Israel, expandidas por los cuatro puntos de la Tierra, tendrán en sus manos y principalmente en sus corazones la oportunidad de concretar el Plan de Dios. Y que a través del Amor-Sabiduría y del principio de la Sagrada Hermandad que trasciende todas las diferencias, todas las dificultades y todos los malos entendidos, podrán unir a las culturas y a los pueblos en la esencia del amor y de la verdad. Porque cuando eso suceda, será la señal de la raza humana de que Yo tendré el permiso y la autoridad universal de retornar al mundo por segunda vez, para que toda la raza humana: los perfectos y los imperfectos, los caídos y los resucitados conozcan al Hijo de Dios como Él es, desde el principio al fin, para que se cumpla así la Ley de la Divina Voluntad.

Como el Amor de Dios llegó a Abraham, Mi Amor siempre llegó a sus corazones.

Quiero generar en su interior una verdad pura que sea capaz de iluminar el fin de los tiempos, de trascender las fronteras y de unirse al prójimo más allá de su religión o de su credo, de su ateísmo o de su fe.

Que las columnas de Cristo, que prepararán el retorno del Hijo de Dios, puedan implantarse en la superficie de la Tierra. Que las vivas columnas de Dios representadas por los seguidores de Cristo que no viven ninguna manipulación, que no profesan ninguna mentira, que son verdaderos, transparentes y cristalinos como el agua, y que, más allá de sus impurezas y de sus errores universales y planetarios, estarán anunciando en sí el retorno del Señor, el “sí” del retorno del Señor, para este tiempo definitivo y por medio de esta obra.

Cuando se cumplan Mis palabras en ustedes, especialmente en estos dos próximos meses, es que Yo esperaré, ardientemente, poder retornar para seguir compartiendo con cada uno de los Míos la fortaleza que necesitará, la confianza imprescindible que precisará para poder abarcar la Obra de Dios, más allá del Brasil y de Sudamérica. Para abrir su consciencia y su corazón para acoger y recibir a los que buscarán la luz de Cristo, la luz de María y de San José en este lugar bendecido por Dios y señalado por Su Sagrada Mano, antes de que ustedes encarnaran en la Tierra.

Por eso, el compromiso de todos es muy grande; no solo en la Obra de Dios, sino en el mantenimiento de las Islas de Salvación. Espero que todos comprendan lo que estoy diciendo, porque cada uno sabe lo que debe escuchar para que se torne un ser responsable, maduro ante la Voluntad Divina y ante la necesidad de seguir haciendo florecer las Islas de Salvación, y eso también va más allá de lo material.

Las dádivas de Dios no pueden ser sacadas de aquí. Este fue el lugar escogido por el Padre, así como los demás Centros Marianos para que, en la semejanza de la simplicidad de la Casa de Nazaret, fueran verdaderos receptáculos y templos en donde el Dios Viviente esté presente en los momentos de mayor tribulación, en donde la luz será escasa y la oscuridad será muy grande por cegar a los corazones con sus propios espejismos.

Por eso, hoy les entrego, del Libro de Dios, la revelación de la vida de Abraham y del legado que él recibió como persona, como alma y como espíritu. Ese legado no puede terminar en Israel, una historia que se sabe de lo que allí se vivió. Ese legado debe continuar, vibrante y luminoso, en el corazón de las personas que profesan su fe a Dios y su confianza para que se lleve adelante Su Sagrada Voluntad. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Cerrando el Libro de Dios, abro el libro de sus historias internas para que Mis Palabras se escriban en él y ya no sean promesas, sino realidades. Realidades que serán de verdad y que se podrán manifestar por la consecuencia y la adhesión de los Míos.

La decisión está en sus manos y, sobre todo, en sus corazones. Celebraremos esta noche la Eucaristía de la Reflexión y de la Sabiduría para que el discernimiento en estos dos próximos meses, esté en todos los seres humanos. Para que la oración diaria, la comunión diaria y la confesión diaria con Mi Corazón Misericordioso sean atributos que impulsen el despertar de la consciencia y el discernimiento promovido por el Espíritu Santo para que se cumpla la Voluntad de Dios. ¡Qué así sea!

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nos ponemos de pie a pedido del Señor.

Y a Su pedido, vamos a celebrar esta cena junto a Él, bendiciendo los elementos del Altar, ofrecido por los corazones nobles, los corazones humildes que abrazan el llamado de Dios a través de los tiempos.

Cada uno de ustedes en este momento, compañeros Míos, tendrá la oportunidad ante Mi Iglesia Celestial de realizar su oferta y su entrega, en el silencio más íntimo del corazón y del alma. Porque en ese lugar, en ese sagrado recinto interior de cada ser, Dios escucha la voz de sus súplicas.

Pueden comenzar a rezar interiormente.

No lo hagan solamente por ustedes, sino por el mundo entero. Abracen el planeta así como Yo lo abrazo. Amen a la humanidad imperfecta, inmadura y errada, así como Yo la amo, desde que nací hasta que enseñé, pasando por la cruz y por la Pasión, la Muerte y la Resurrección, más allá de la Ascensión y del retorno de Mi Corazón y de Mi Sagrada Presencia en la humanidad, sigo amando a esta raza y abrazando a este planeta, más allá de su condición y de sus aprendizajes.

Que esta oferta se amplíe, que no se restrinja a sus pequeñeces. Que sea una oferta capaz de ir más allá de las fronteras, de las naciones y de los pueblos. Que llegue, esa oferta, al Corazón de Dios, por los que verdaderamente sufren y no tienen nada, ni siquiera la dádiva de escucharme aquí, así como Me escuchan ustedes hace bastante tiempo.

Si esa oferta fuera de esa forma, Me dejarán tranquilo y Yo pacificaré sus corazones, porque cuando Yo ya no esté más con ustedes en el próximo ciclo, será la señal que habrán comprendido y entendido que todo lo que viven y hacen, deben hacerlo por amor por la humanidad y por este planeta para que mantenga su eje en equilibrio, más allá de la purificación y la transición que la Tierra vivirá duramente.

Cielo y Tierra podrán pasar, pero Mis Palabras serán vivientes en ustedes. Serán Perlas de luz en los tiempos de mayor tribulación; y no tendrán dudas. Su fe no se enflaquecerá, no se debilitará. Será una fe fuerte y madura que se arriesgará a dar la vida por Mí.
 

Señor del Universo,
Padre Creador del Cielo y de la Tierra,
inspirador de todas las religiones,
presente en Sus diferentes Faces
en todos los pueblos y culturas;
que en el fin de estos tiempos,
toda esta generación, todas las religiones
y los pueblos se unan en un solo camino,
en la Fuente que brota incansablemente
de Tu Corazón,
la Fuente de Tu Amor-Sabiduría.
Amén.
 

Que el legado de Tu Sagrada Arca descienda a la Tierra para cumplimiento de Tu Divina Voluntad.

Bautízalos, Señor, con la Luz de Tu Espíritu, para que la lluvia de Tus Gracias penetre en lo profundo de las almas y cure a los corazones doloridos.

Hoy Mi Inconmensurable Amor se mostrará a todos, en un simple acto de consagración, para que sean testigos de que hoy y que aún estoy con ustedes hasta el fin de los tiempos.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Lucy, de Venezuela, puede venir aquí para consagrarse como Auxiliadora. El Señor necesita de un velo y de un aceite para ungir.

En este momento, cada una de sus almas tendrá la oportunidad, delante del Padre Celestial, de volver a vivir esa reconsagración interior a Mi Sagrado Corazón. Recuerden que eso es importante para Mi Consciencia, así como también es importante para Mí de que sigan orando con fervor la reconsagración de Brasil a Mi Sagrado Corazón. Esta tierra no puede ser sumergida ni invadida, debe ser el Edén que Dios escogió desde el principio de Su Creación para generar aquí la familia universal.

Hija Mía, Dios te bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Te unjo con Mi Luz, para que Mi Luz esté en todos los que te rodean. Amén.

Mientras estoy aquí, los códigos de la Sagrada Arca descienden sobre ustedes y el mundo.

En aquel tiempo, por ustedes, Yo tomé el pan y reunido con Mis apóstoles, que representaban a muchos más, Yo les dije: “Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado y ultrajado por los hombres. Que sufrirá y morirá por todos para el perdón de los pecados. Hagan esto en Mi memoria hasta el fin de los tiempos”.

En aquel tiempo tomé el Santo Cáliz del Señor y elevándolo a Dios, el Todopoderoso lo bendijo. Lo entregué a Mis apóstoles, diciendo: “Tomen y beban todos de Él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será eterna en todos los que Me sigan y Me vivan, a través de los tiempos, hasta que Yo retorne a la humanidad por segunda vez”.

“Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo, dichosos los que son llamados a servirse del Señor.”
 

Señor,
yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.
 

Bienaventurados serán los que hoy comulguen de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, porque tendrán la Gracia y el impulso de poder representarme interiormente para los próximos tiempos.

Hija de Israel y de Abraham, hija predilecta de María Santísima, Hija y Esposa Mía recibe el Sacramento del Altar, la donación perpetua de Mi Corazón por las almas que deben vivir Mi Amor a través de los tiempos.

El Cuerpo de Cristo...

Recibe del Cáliz, la poderosa y preciosa Sangre de Cristo, el manantial infinito de la Gracia y el Universo de la Cura, para que todas las dolencias espirituales sean disipadas y se establezca el Amor y la Voluntad de Dios en tu vida.

La Sangre de Cristo...

Ahora es momento de celebración, de júbilo y de alegría, porque los redimidos se están congregando. Los hijos de Adán y Eva se están uniendo. Los hijos de Abraham están recibiendo su legado y dando el paso para vivir los Mandamientos que una vez recibió Moisés; a fin de que la Tierra, en este tiempo, a pesar de su decadencia y de su enfermedad, a pesar de los conflictos en las naciones y en los pueblos, de la muerte y del hambre, prevalezca el amor, el que nunca será ocultado ni vencido por los que pronuncian la Victoria de Cristo en la humanidad, la Victoria de Cristo dentro de sí.

Por esa razón, bienaventurados sean los misericordiosos, porque siempre recibirán Misericordia y donarán Misericordia por donde vayan y pasen.

En unión a las Sagradas Revelaciones de Dios y la Suprema Fuente Divina, principio de Amor y de Unidad, en nombre de los Arcángeles y de los Ángeles del Universo y de toda la Jerarquía Espiritual, en nombre de la Hermandad y de la Fraternidad, Yo los bendigo y bendigo al mundo para los Cristos internos que despertarán en esta Navidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por tener ánimo de escucharme y por abrirse a las correcciones de Dios.

Un corazón se transforma siguiendo un solo camino y estando en una sola barca, que es la barca que Yo les ofrezco, la que los llevará hacia el puerto de Mi Corazón para vivir el Amor eterno, el Amor inapagable, el Amor intransferible, el Amor invencible.

En nombre de la Luz de Dios, para que la Luz esté en la Tierra y en los nuevos cristos, fraternalmente, se darán el saludo de la Paz.

¡Les agradezco!

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN PUERTO LÓPEZ, SAN CARLOS DE BARILOCHE, PROVINCIA DE RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A través de la red de comunicación espiritual de los Espejos, la humanidad y el planeta reciben la ayuda tan necesaria en estos tiempos.

En ciertos espacios del planeta, más preservados y resguardados del hombre, existen Recintos Sagrados, en el plano espiritual, que actúan como puertas de comunicación hacia niveles profundos del universo.

Esos Recintos Sagrados, que guardan una inmensidad de herramientas de soporte y de apoyo para el planeta y su humanidad, permiten silenciosamente mantener el equilibrio del eje de la Tierra, de los polos y de los continentes, aunque en este tiempo el planeta esté comenzando su purificación y la humanidad también.

Dichos Recintos mantienen ciertos resguardos para seguir generando armonía en el momento de la utilización de dichas herramientas. En este sentido, la Jerarquía Espiritual mantiene sus moradas en la Tierra hasta los días de hoy, en lo alto de los Himalayas, en las profundas selvas y en los inhóspitos desiertos de la Tierra. Todo está acompañado y protegido por los Recintos Sagrados, aunque en su superficie los elementos de la naturaleza estén purificando el planeta.

En esos Recintos, el ser humano puede encontrar, a través de la oración o tan solamente con su corazón abierto, un lugar en donde poder reencontrarse consigo mismo y con su origen.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, SANTARÉM, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy emito Mi Divino Pensamiento desde los lagos más elevados de los Himalayas.

Desde lo más alto de estas montañas, el cóndor, ave sagrada, sobrevuela los espacios del planeta, para depositar sobre los lagos los nuevos atributos que deberán gestarse en la consciencia de la humanidad que despierta.

En lo más alto de las montañas y sobre los lagos, su Madre Celeste ora, contempla y decreta en silencio todas las afirmaciones divinas que ayudarán, en los próximos tiempos, a concretar en las almas de los seres humanos nuevos principios de rehabilitación y de cura, que hasta ahora nunca fueron recibidos.

A través de los lagos, en lo más alto de los Himalayas, su Madre Celeste moviliza sus mundos internos, para que las almas orantes, que se vuelven espejos con la oración, capten interiormente las señales que provienen del Divino Pensamiento de la Creación.

Es así, que el Universo Mayor intenta espejar, sobre los lagos, los impulsos que harán, de esta humanidad en transición, una raza de discípulos de la Jerarquía Espiritual.

Captando estos impulsos que provienen del universo, la consciencia humana, que se abre para despertar por medio del conocimiento, podrá recibir lo que necesita para dar nuevos pasos en el amor y en la consagración interior.

Desde lo alto de los lagos de los Himalayas, su Madre de la oración trabaja incansablemente para equilibrar el interior del mundo y de la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en Fátima, Portugal, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Lleven en sus corazones la insignia de la Hermandad.

Que se levanten los que han caído.

Que la maldad se sumerja en sus infiernos y que finalmente se cierren las puertas a la perdición de la condenación de las almas, porque el Todopoderoso ha venido a su encuentro para poder colmarlos con Su Luz y Su Misericordia y hacer de Sus criaturas un nuevo rebaño de Luz, lleno del Amor de Dios, e impregnado por Sus Dones de Compasión, de Unidad y de Fe.

Hoy vengo como el Sacerdote del Universo; vengo a darles Mi Paz para que estén en Mi Paz y les doy Mi Paz para que la multipliquen y la hagan viva en sus corazones y en los corazones de sus hermanos.

He venido de un lugar muy especial para Mí y también para Mi Padre, uno de los lugares más bellos de la Creación de este planeta.

Vengo de las altas cumbres de los Himalayas, en donde el espíritu de lo sagrado, de lo puro y de lo reverente se gesta para la humanidad.

Quiero que los Míos caminen junto a Mí por esa montaña. Quiero que sientan sus pies libres para poder hacerlo.

Quiero que puedan alcanzar las metas que Yo les propongo para estos tiempos y que, a pesar de todo, sigan confiando en Mí, porque a pesar de que la purificación sea grande, el misterio de la Fe es infinito y es lo que permite a las almas estar en Dios y a Dios estar en ellas.

Quisiera que contemplen estas montañas de los Himalayas como una gran revelación de su Maestro y Señor, que cuando estuvo entre ustedes hace más de dos mil años, ya conocía lo que allí existía.

Que las montañas sean el ejemplo y el principio de la elevación de la humanidad y sobre todo, de la elevación de la mente humana que es precaria y destructiva.

Vengo a dar fuerza a los que se consideran Mis soldados.

Vengo a traer la Luz que surge en lo infinito del horizonte.

Por eso, caminen junto Conmigo por esa senda de la montaña, hasta poder alcanzar el punto más elevado de ella; y así, sus espíritus se regocijarán porque ya no verán obstáculos ni tampoco tendrán límites para poder elevarse a Dios. Mientras la materia se purifica, que el espíritu sea firme en su propósito y en su misión.

Joyas preciosas de hermandad están siendo entregadas para todos y ellas deben ser reconocidas primero en su interior, para después poder expresarlas en la vida material.

Para poder subir a lo alto de esa montaña deberán cumplir una regla que es necesaria para Mí: que sean lo que Yo necesito que sean; que den el ejemplo de su verdadera espiritualidad y que, a pesar de lo que suceda, se mantengan en la fe y saber que nada está perdido.

La humanidad nunca ha enfrentado tiempos tan difíciles como estos. Es la primera vez que cruza un portal hacia la definición de sus consciencias y de su propósito.

Yo vengo desde lo alto de los Himalayas para poder mostrar al mundo que es posible alcanzar la meta y llegar al final del propósito cueste lo que cueste.

Pero si sus manos se mantienen unidas como hermanos y crean una gran cadena de Luz hasta lo más alto de los Himalayas, aquel que es último y está en la prueba más difícil, podrá ser elevado a través de ustedes y alcanzará la Luz, sentirá la Paz y podrá encontrar en este ejemplo el Espíritu de la Hermandad.

Muchos lugares del planeta guardan sagrados misterios.

Llaves desconocidas serán activadas en el fin de los tiempos para que la Humanidad dormida pueda despertar.

Y para que eso pueda suceder, primero partirá de ustedes esa iniciativa, porque en verdad ya saben que es lo que existe en los mundos internos de este Planeta y que permite el verdadero despertar de la humanidad.

Hoy les muestro a los Himalayas para que puedan ver en ellos el espíritu de lo sagrado, de todo lo bueno que se puede fecundar en la consciencia que busca la trascendencia y la elevación de su ser.

Yo no soy el único Maestro en ese lugar, también hay otros, que en los planos internos, trabajan por el propósito de la salvación de esta Humanidad, sobre todo de la Humanidad más inconsciente.

Ingresen a lo alto de estas montañas y sientan sus espíritus en profunda libertad.

Vean cómo sus almas vuelan como las aves, sientan cómo sus corazones se abren al palpitar de la Hermandad y de todo lo sagrado.

Descubran en ustedes el verdadero Sol que son. Déjenlo que brille y que encandile para poder cumplir con su propósito en esta humanidad.

Vengo a liberarlos de las raíces de la indiferencia.

Vengo a elevarlos hacia el espíritu de la Verdad, para que puedan ingresar hacia esas montañas, libres del pasado, redimidos en sus acciones y curados en sus heridas.

Así recibirán la luz interior que necesitan y abrazarán, con gratitud, los Códigos de Amor que les enviará Dios a través de Su Presencia en esos sagrados lugares del planeta.

Desde lo alto de los Himalayas, vengo a proclamar Mi llegada al mundo, para que todos los oídos escuchen en los mundos internos y este Verbo haga eco y resuene en donde debe resonar, mas allá de este Universo.

Mientras tanto, las puertas hacia una oportunidad incalculable se abren, para que las almas puedan reconocer su origen y dejar de ser ignorantes y dormidas, ante los Misterios del Universo que se develan en estos tiempos, en donde todo está en juego.

Hoy, los dejo a todos en lo más alto de los Himalayas, en uno de los lugares más sagrados para Mi Padre, el que Él ha escogido para posar Sus Pies y traer de nuevo Su Espíritu de Reconciliación y de Paz, para entregarlo a todas Sus criaturas.

Su Fuente se hará visible en los tiempos que llegarán, y las almas despertarán y dejarán su ignorancia; abrirán sus ojos a lo que verdaderamente son y abandonarán la soberbia y todo lo que es mezquino en el hombre de superficie.

Las cadenas de los errores de otrora se disolverán porque San Miguel Arcángel pasará Su espada sobre ellas. San Rafael Arcángel derramará Su cura en los espíritus que sean incondicionales a Dios.

Las llaves de las puertas del Cielo serán entregadas en las manos de los simples, en aquellos que han seguido el Camino del Señor, a pesar de su purificación y de sus pruebas.

Benditos sean los que ingresen a Mi Himalaya interior.

Benditos sean los que comulgan de este Misterio y lo revelen al mundo.

Benditos sean los que, con gratitud, agradecen todas estas cosas, sin profundamente conocerlas.

Benditos sean los que buscan el Espíritu de la Hermandad, más allá de si mismos y de sus imperfecciones.

Benditos sean los que cuidan el Proyecto de Dios y lo hacen parte de sus vidas, defendiéndolo de sí mismos.

Benditos sean los que se descalzan para entrar al Templo, en un acto de reverencia y devoción a la Divina Compasión.

Benditos sean los que se postran en lo alto de las montañas, para suplicar al Padre, al Adonai.

Benditos sean los que construyen lo nuevo y lo preservan a través de los tiempos.

Benditos sean los que no tienen nada que ganar y tampoco qué perder, porque el Reino de los Cielos estará en ellos y se cumplirán todas las escrituras; serán liberados del pecado de Adán y Eva. Y finalmente nacerá una Nueva Humanidad, colmada de nuevos cristos, espíritus servidores, de almas en constante adoración.

Benditos sean los que cuidan su trabajo de oración, verdaderamente y sin engañarse.

Benditos sean los que construyen las bases de la espiritualidad y las guardan en sus corazones, como el último legado.

Hoy, su Sacerdote Mayor les habla; el Todopoderoso pronuncia Sus Palabras a través de Su Amado Hijo, para que los rebaños extendidos por toda la Tierra se congreguen, a los pies de esta montaña de los Himalayas, a la espera del gran momento del Retorno de su Amado Señor.


"Te pido, Padre, que abras los Cielos sobre un mundo que está a oscuras y que a través de la Compasión de tu Corazón veas en el mundo las luces que se encienden para reconocer Tu Llamada.

Mira ahora, Padre, cómo brillan Tus estrellas caídas y cómo ellas se elevan hacia lo más alto del Firmamento para formar parte de Tu Reino Universal y de Tu gran Bóveda Celeste.

Ahora, Padre, no dejes a nadie para atrás. Prometo refugiar en Mis Brazos a los que están perdidos. Prometo cumplir Mis Obras a través de los que se donan a Mí y que, incondicionalmente, son consecuentes con Mi Convocatoria.

Hoy dejo en lo más alto de los Himalayas, Padre, a los que más necesitan de Ti, para que los que son más conscientes y despiertos, a los pies de estas montañas sagradas, cuiden de Tus demás rebaños.

Coloco Mi Cetro sobre lo alto de estas montañas y lo golpeo sobre la Tierra, para encenderla en Luz.

Los falsos templos caerán a Mi derecha y a Mi izquierda y las ruinas de la perdición y de los infiernos serán tragados por la tierra, a fin de que se abra Tu Gran Portal de Compasión entre Oriente y Occidente, y finalmente, Padre, se cumplan Tus Palabras en la Humanidad. Amén".


Hoy envío Mis agradecimientos a los que cuidan de la Sagrada Instrucción, de la Jerarquía Espiritual y Divina. A través de ellos Mi Palabra es conocida en el mundo y todas las lenguas pueden recibir Mi Mensaje, para que él se pueda cumplir en la Humanidad.

Quisiera dedicar Mi Amor a los que hacen los esfuerzos para que esto se cumpla según Mis designios.

Sepan que a través de Mis Palabras y de todos lo que revisan y corrigen, para que Mi Mensaje de Luz se expanda en el mundo, sus corazones son trabajados profundamente, de época en época, y sin percibirlo, sus consciencias se unifican a la Mía y así se manifiesta el Plan.

Después de estos últimos años de trabajo, los que cuidan de las Instrucciones de los Mensajeros Divinos sepan que tienen un tesoro espiritual entre sus manos y que a través de su oferta, este tesoro espiritual e interno puede llegar a muchas almas que también lo necesitan.

Porque así despertarán los ciento cuarenta y cuatro mil que esperarán a su Señor durante una noche de vigilia.

Y antes que despunte el amanecer, antes de que surja la nueva Aurora, escucharán en su silencio, los Pasos del Señor que se aproxima para volver a encontrarlos y así sellar la Alianza entre los corazones y Dios.

Que así sea.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Sientan en Mi Corazón la Presencia de Dios.

Sientan en sus corazones Mi aproximación en este momento culminante del planeta.

He venido como el Mensajero del Cielo, también como el Señor de Oriente, para anunciarles Mi Presencia en ese lugar y en este tiempo final, en donde muchas cosas suceden sin que la mayoría de la humanidad perciba lo que en verdad está ocurriendo.

Por eso hoy vengo desde ese lugar con una faz nueva. Hoy Me nombro ante ustedes como el Señor de Oriente, para que el conocimiento y la sabiduría se unan entre ambos hemisferios del planeta.

Vengo así a dar comienzo a un nuevo ciclo, trayendo la síntesis del Conocimiento Sagrado de todo lo que ha vivido el planeta en su sabiduría y también en la Fuente de la Instrucción.

De esa forma compañeros, como el Señor de Oriente, vengo a proporcionar para las almas el conocimiento de otrora, aquello que conocieron los grandes sabios en la antigua Asia.

Vengo a cumplir con un pedido de Mi Padre y vengo a dar continuidad, compañeros, a lo que su Señor no pudo concluir cuando fue instruido en Su juventud, en la antigua Asia, en donde en verdad existían los mayores tesoros del Cielo, a través del conocimiento y de la instrucción.

Vengo aquí a establecer un puente de Luz, para que muchas almas dormidas al verdadero conocimiento sagrado, puedan despertar.

Ha llegado la hora de que Occidente recupere los valores que perdió a través de sus diferentes razas y civilizaciones del pasado. Es por eso que su Señor de Oriente trae en Su manifestación de Luz la síntesis de todas las culturas de los antiguos pueblos asiáticos, que hicieron en el principio, un planeta equilibrado y armonioso, que generaba una fuente de sabiduría y de instrucción.

Tuve que pasar por allí cuando fui Jesús, además de ir a Persia.

En Asia reviví muchas cosas que Mi Padre Me pidió reencontrar, un tiempo anterior a Mi vida pública, tiempo anterior al bautismo en el río Jordán.

Así comprenderán compañeros Míos, cómo aún los valores de la espiritualidad existen en el planeta. Por eso, sagrados recintos del Padre, extendidos en el Himalaya, como en el Tíbet y más lejos, en Asia, guardan esos principios gestados por la humanidad desde los comienzos de la Tierra.

Dios quería de este planeta una fuente de sabiduría; que muchas más criaturas se pudieran iluminar como Él se iluminó. Por eso vino al mundo Buda, para demostrarle y a todo el lejano Oriente, la Fuente divina de la compasión, que fue la primera base de la instrucción crística para la humanidad.

Esta Fuente de compasión generada por Buda para disolver el sufrimiento, el dolor y la muerte corporal, crearon las bases para la llegada del Mesías.

Vean así, compañeros del mundo entero, como la espiritualidad es una sola en todo el Universo y más allá de él, basada en la Fuente del Amor, de la Sabiduría y de la Verdad; porque es lo que Mi Padre siempre quiso desde el principio, cuando Él creó a Adán y a Eva.

Por eso hoy les presento Mi faz del Señor de Oriente, como la primera iniciación para esta gran misión que deberá suceder allí el próximo año.

Desde ahora los invito a acompañarme en esta sagrada tarea, porque muchos valores de la espiritualidad humana se están perdiendo también en Asia por causa del sufrimiento, de los errores, de las guerras y de las dificultades que viven las naciones de Asia.

Así como Mi Padre, a través de Buda, le aproximó a todo el pueblo asiático la Fuente de la Divina Compasión, hoy Me digno aproximarles en este ciclo, a Mis hijos de Asia, la Fuente de Mi Divina Misericordia.

De esa forma, compañeros, hermanos tan lejanos del planeta podrán, así como ustedes, ser merecedores de los tesoros que hoy les traigo, que son los más íntimos de Mi Corazón, que espero desde hace más de dos mil años atrás derramar sobre Asia y poder reencontrar en ese pueblo, los mismos valores que una vez encontré, cuando su Maestro y Señor visitó esa región del planeta.

Vengo así a revelar y confirmar lo que fue escrito en algunos libros sagrados, en donde se cuenta la historia del pasaje de su Maestro y Señor por Oriente. Si su Maestro y Señor no hubiera viajado hasta allí, no podría haber comprendido, en su fase de sacrificio, todo lo que ese pueblo de Asia necesitaría para el futuro, después de Mi ascensión.

Vengo así a cumplir los Designios de Mi Padre y a elevar sus consciencias más allá de la vida tridimensional. Y aunque Me presente a ustedes en tres dimensiones, Mi verdadera intención y propósito es que alcancen también la iluminación de sus seres a través de la oración, del servicio, de la humildad, del amor, de la compasión y de la unidad.

Vengo así a mostrarles que son capaces de transformarse mucho más y de tornarse verdaderos servidores del Plan, para poder acompañar esta Obra, que culminará siendo conocida en todo el planeta, por toda la humanidad.

Les daré el don del corazón impregnado por el don del amor, lo que les permitirá, compañeros, que puedan comprender todas las lenguas, todas las culturas y todas las naciones, según su naturaleza y origen.

Vengo así a extender lo que les di a los doce apóstoles, cuando ellos comenzaron a seguirme en esta Obra de predicar la Sagrada Palabra de Dios y de proclamar Su Divino Reino.

Su Señor de Oriente desea que ya lo tengan presente en sus corazones, porque esa sagrada faz les permitirá comprender y sobre todo adherirse a los próximos designios que la Jerarquía Espiritual presentará para ustedes, en este nuevo ciclo.

Eso es todo lo que hoy les quería revelar. Aún tengo más para decir, pero las almas precisan de un tiempo para poder corresponder verdaderamente a todo lo que se está construyendo espiritualmente en el planeta, a partir de la Iglesia Espiritual de su Señor, que viene en auxilio de las almas y de las regiones del planeta, en donde se necesita la Misericordia y la Redención.

Hoy su Señor de Oriente celebrará una Comunión mundial integrada por todas las culturas, lenguas y naciones, que creen en su interior en la existencia del amor, presente en todo lo divino.

Traigan aquí un lavatorio.

Mientras Mis hijos traen los elementos, intenten sentir y comprender a su Señor de Oriente en Su faz de sabiduría.

En esta oferta vean también cómo lo sagrado surgió en el principio, a través del continente asiático y cómo los sagrados misterios de la espiritualidad del planeta y de la esencia del Amor crístico, también estuvieron presentes en esas culturas, en el ejemplo fiel de los Reyes Magos.

El agua de Asia debe ser reconsagrada a través de sus océanos y mares, para que su verdadera esencia y naturaleza no se pierda.

Que así sea.

Nos preparamos entonces ahora para la consagración. Los que puedan, se arrodillen. Vamos a elevar la cesta para la ofrenda.

Señor convierte estos elementos en el Cuerpo y en la Sangre de Tu Amadísimo Hijo, con el fin de que hoy, Oriente pueda vivir nuevamente, su más sagrado despertar y esto se irradie a todo el planeta, en unión a Tu Creación, a los continentes, a los océanos y a los Reinos de la Naturaleza.

Que así sea.

Padre Nuestro en arameo...

Su Señor de Oriente hoy bendice estos elementos así como sus corazones, para que se rehabiliten y alcancen la redención, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a invitar a todos nuestros hermanos a que se unan a nosotros en estos momentos, ofreciendo sus oraciones y corazones como acto de reparación al Sagrado Corazón de Jesús.

Desde aquí hoy nos despedimos, y unidos internamente como un solo corazón, celebremos esta unión con Cristo, y demos gracias a Dios.

¡Gracias Señor por cuanto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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