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Eleva tus ojos al Cielo y contempla, en ese silencio, la Presencia omnipotente de Dios.
Eleva tus ojos al Cielo y contempla la magnífica Creación a través del Sol.
Eleva tus ojos al Cielo y contempla el infinito Universo de la Creación.
Renuévate a través de todo esto y forma parte, en comunión interna, de las Leyes Superiores.
Reenciende en ti la filiación con Dios y encuentra el sentido interno de cada aprendizaje.
Eleva tus ojos al Cielo y aprende a sentir la Presencia del Creador en todo lo que existe, vibra y se manifiesta como Luz cósmica.
Eleva tus ojos al Cielo y encuentra el camino por donde tu espíritu retornará a la gran Morada.
Eleva tus ojos al Cielo y aprecia con devoción a Aquél que nos creó, que nos ama y que nos bendice.
Eleva tus ojos al Cielo solo para decir “sí”.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis amados:
Estoy nuevamente aquí con todos Mis preciosos hijos para seguir celebrando, dentro y fuera del corazón de Mis fieles niños, el advenimiento de Cristo, el advenimiento de la Nueva Humanidad.
Hoy Mi Corazón de Madre se cobija dentro del corazón de los fieles, de los devotos, de los incondicionales, aquellos que le dicen SÍ a Mi Inmaculado Corazón y al llamado poderoso del Hijo de Dios para estos tiempos.
En ellos encuentro consuelo y alivio para Mi Consciencia Universal, la que, a pesar de provenir de la Fuente Creadora, no deja de sentir dolor por lo que ve en este mundo y, sobre todo, por la infinita ignorancia e indiferencia que la humanidad sufre en este tiempo planetario.
Le estoy pidiendo al Padre Eterno, con humildad, como Madre de todos, que en Su Infinita Misericordia Me permita estar junto a ustedes el mayor tiempo que sea posible, porque veo que muchos necesitan imperiosamente Mis instrucciones maternales.
Sin embargo, tengo total confianza en que todo lo que ha sido entregado por Nosotros, los Mensajeros Divinos, ha encontrado dentro de la consciencia de cada uno, un espacio para germinar, crecer, dar frutos y también flores, semillas que puedan ser sembradas en otras almas.
En este nuevo aniversario quiero agradecerle a Mi amadísima Aurora, a su Reino de Cura y de Redención por haber sido la casa, aquí en el planeta, que en este ciclo abrió sus puertas y su corazón para recibir a la Madre Universal, a la Madre de Dios, a la Corredentora del Salvador.
Como nunca antes un Reino de Amor se donó sin condiciones a la Voluntad Mayor, colocando al Plan de Amor, casi desconocido, en primer lugar, con total humildad, amor y confianza.
A esta, Mi Casa en el planeta, le entrego hoy el terafín de Mi Corazón Inmaculado para que esté siempre disponible para las almas.
Este Corazón Inmaculado irradiará Cura y Redención, Perdón Divino, Liberación y Rehabilitación a todas las almas que lleguen aquí en busca de una nueva oportunidad para sus vidas.
Aquí, este Corazón, unido a la poderosa Luz del Arcángel Miguel, liberará de la opresión a todos los espíritus que lleguen, con sinceridad y humildad, buscando ser puros, libres; buscando ser curados de las enfermedades del alma, aquellas que enferman a las mentes y a los cuerpos.
Aquí la Madre de Dios dejará abierta para siempre la cura del alma y del espíritu, la posibilidad de que los seres sean lavados y purificados por los Códigos que Cristo alcanzó cuando derramó Su Sangre en la Cruz.
Toda consciencia que ingrese en este lugar con reverencia y humildad, reconociendo que pisa suelo sagrado, un espacio en el cual el Redentor colocó Sus Pies nuevamente en este planeta después de dos mil años, recibirá del Universo lo que necesite para seguir adelante, para servir al Hijo de Dios en la preparación de Su camino de Retorno al mundo.
Aquí se forjarán los Guerreros de la Misericordia.
Aquí las almas valientes recibirán sus instrumentos, aquellos que tocarán unidos en la gran sinfonía del rescate planetario en el final de los tiempos.
Aquí los Guerreros de la Paz esperarán las grandes señales del Cielo que anunciarán la llegada gloriosa del Hijo de Dios.
Aquí será donde los Guerreros de la Luz iluminarán, con el Sol de su interior, la senda de las almas que deberán llegar para encontrar el camino perdido.
Aquí, en la Aurora de Mi Corazón, se levantarán las columnas espirituales que sostendrán a los caídos, a los que encontrarán a Dios por primera vez y, como un milagro celestial, colocarán sus almas en el suelo para ofrecerlas al Redentor cuando retorne.
Esta Aurora de Mi Corazón, que con tanta humildad y regocijo Me espera siempre, será la escuela de los que a través de su esencia e instrucción gobernarán la Tierra Prometida, cuando, después de la Gran Transformación, la Nueva Humanidad despunte en el alba de una Nueva Era.
A ti, Mi Aurora Amada, ¡Salve!
Salve tu corazón puro y humilde, ¡Mi Amor se engrandece en tu presencia!
Los amo y los bendigo,
Vuestra Madre María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Madre Universal
Aurora, el Sol interior que vuelve a nacer
Aurora es el Sol interior que vuelve a nacer, es el Sol que despunta en el universo interior de los que la invocan.
Aurora es ese Sol que disipa las tinieblas y trae cura espiritual para todas las almas.
Aurora es ese Sol que nunca muere, porque es un Sol eterno.
Aurora es el fuego que unifica todas las cosas, es la llama que consume las corrientes contrarias.
Aurora es ese Sol que penetra en los abismos de la consciencia, es la fuerza misteriosa de Dios que todo exorciza.
Aurora es el imán que atrae Leyes de cura y de perdón para los seres de la Tierra.
Aurora es esa estrella fugaz que todo ilumina.
De Aurora surge la fuente de reparación para las criaturas terrestres, porque Aurora obra por medio del amor y de la redención.
Aurora aún no es conocida ni comprendida.
Aurora es anterior a la existencia de este mundo. Ella proviene de una concepción espiritual especial, eso hace de Aurora un lugar sagrado e inmaculado, y todos lo que llegan a Aurora deben abrirle su corazón para poder ser impregnados e irradiados por ella.
Aurora es ese Sol desconocido que eternamente brilla; es la luz que no deja que la noche acontezca; es esa llama fugaz que ilumina los mundos internos.
Todos los que llegan a Aurora simples de corazón y puros de intención, son trabajados por este sagrado Sol de Aurora.
Aurora no tiene límites, pero sí tiene puertas. Ella se comunica de corazón a corazón y activa los sentidos internos, que no son sentidos humanos, para establecer una comunicación entre la consciencia y Dios.
Aurora es ese Sol que concentra principios, experiencias y resultados de altos grados de amor que guarda en su interior.
Aurora nace de un misterio, pero vibra como nota musical en el Universo, despierta la voluntad de servir y de vivir el sacrificio por los demás.
Aurora sobrevive en este tiempo porque vive el amor, y eso la hace fuerte y perseverante junto a sus guerreros que la integran.
Aurora forja la verdad del corazón y repele a los falsos. Ella acoge a los enfermos y cura a los miserables, libera a los oprimidos y retira del abismo a los presos de sí.
Aurora concede una gracia intangible, pero duradera. Ella acompaña a los humildes y fortalece la fe de los tibios de corazón.
Aurora es transparencia. Ella repele a los mentirosos y encarcela a los manipuladores.
Aurora es una Ley concreta y justa, para eso fue creada.
Su esencia es Voluntad-Poder de Dios y su espíritu inquebrantable es amor infinito.
Aurora es el sendero para la redención de los que dicen “sí”.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deja que la corriente curadora y redentora de Aurora ingrese en lo más profundo de tu ser, para que secuelas desconocidas de la consciencia sean borradas por el afluente de la Aurora del amor y del perdón.
Cuando abres tu corazón a este misterio, él primero debe ingresar en tu interior, para que luego se revele y ese conocimiento se vuelva parte de ti.
Por eso, cuando estás dentro de Aurora, Aurora está dentro de ti, y no hay nada ni nadie que pueda romper esa comunión interna con la Esencia de la Cura de las almas.
Siempre agradece por estar en Aurora, porque ella puede hacer de ti un nuevo ser, colmado de los principios de la redención y del perdón.
Deja que la desconocida Aurora esté siempre en ti, aunque creas que no es posible. Ella actúa tan solamente cuando el corazón humano y el alma se abren para recibir esa poderosa energía divina.
Recibe, entonces, ese bálsamo de la Aurora del Amor, y que todas las secuelas espirituales no redimidas se disipen para que el Principio que es Aurora pueda hacer renacer el principio de tu concepción.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Retira toda angustia y pesar de tu corazón, y ya no pienses que no lo conseguirás.
Anímate, aunque parezca desconocido, a dar el “sí” al Universo con una total confianza.
Da tus pasos en dirección a Cristo. Aún en los momentos de mayor tribulación, deja que Mi Mano maternal se aproxime a ti para poder guiarte.
Deja que lo más viejo de ti vaya muriendo mientras que en tu esencia despierta lo que en verdad eres y lo que has venido a cumplir en este planeta azul.
Confía en que podrás seguir caminando. Deja que la Llama Sagrada de Mi Corazón ilumine tu camino y así puedas llevar adelante el propósito interior que el Padre te confió.
Mientras tanto, hijo Mío, recupera tu esperanza desde el origen de tu despertar, desde el momento en el que tu corazón sintió seguir este sagrado, pero desconocido camino. Desde allí, tú debes tomar coraje y fuerza interior para aprender a trascenderte, para aprender a elevarte y a encontrar el sentido justificable de tener que estar aquí.
Ahora tu vida es tan semejante a aquel momento en el que Pedro, el Apóstol, tuvo que confirmarse si estaba o no con Jesús, ya que, a pesar de su negación, en la esencia de Pedro existía esa confianza escondida por el miedo.
Abre tu corazón y atraviesa ese umbral del miedo que no existe y dile “sí” al Sagrado Corazón. Siempre di “sí” por más que no comprendas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo, querida hija:
Vacía completamente todo tu ser de expectativas, resultados y miedos, porque en este tiempo la hora de la purificación consciente se aproxima.
Vacía todo tu ser de elucubraciones y de ideas maravillosas, para que, buscando el Vacío de Dios, encuentres el universo de la nada, de la entrega y de lo incondicional.
Vacía tu mente de proyectos, de ideales y de cualquier duda, para que cuando estés delante de la Voluntad del Padre, tu consciencia no pierda la oportunidad de lanzarse en plenitud y en confianza al Plan de Dios.
Vacía tu mundo interior de lo que es perfecto o imperfecto, de lo que es débil o tiene solidez o fortaleza espiritual, para que ante cada nueva prueba tu corazón pueda vivir todo en paz.
Vacíate sin miedo, vacíate, para que pueda surgir en ti la semilla poderosa de la humildad y de la renuncia, y así, en cada nuevo aprendizaje puedas estar libre de ti.
Tienes que vaciarte completamente de ti para que puedas escuchar las enseñanzas y las correcciones que llegarán a tu camino a fin de moldear tu espíritu y de transformar en tu consciencia todo lo que es arcaico.
Vacíate y solo di "sí" a la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi tiempo para estar en este mundo y entre ustedes, está acabando. Por eso, hijos, sean misericordiosos y buenos, sean amorosos y pacificadores, así como Mi Amado Hijo espera de ustedes todos los días.
Aprendan pronto a cuidar, de ustedes mismos, los tesoros de Dios; ya no ofendan al Padre con sus actos e indiferencias, con su falta de amor entre hermanos. Hijos, que no los trague la omisión ni el desprecio.
Mi tiempo entre ustedes ya está acabando y de la noche a la mañana lo sabrán, porque así como Yo vengo del Cielo para ayudarles, de la misma forma Me elevaré al Cielo y no podré volver más.
Hijos, vivan Mis mensajes, ya no los escuchen como si fueran dirigidos solamente para el mundo. En primer lugar está su transformación, su redención y su entrega.
Hijos amados, Mi tiempo continuo entre ustedes ya está acabando y si no viven Mis palabras, si no buscan todos los días Mi amorosa instrucción, cuando Yo ya no pueda estar entre ustedes, sentirán un gran vacío.
Mis pequeños, Mi tiempo entre ustedes y cerca de ustedes ya está acabando y deberán ser testigos de todo lo que Yo hice en estos últimos años, tanto aquí como en otros lugares del mundo que ya visité.
¡Ay, hijos Míos, de aquellos que se cerrarán en sí mismos y estarán más impenetrables que una gran muralla! En verdad les digo, solo rezaré por su salvación, a fin de que, a tiempo, esos corazones endurecidos por el orgullo y por la soberbia se quiebren para que se puedan convertir.
Hoy más que nunca Me inunda una tristeza, no solo por lo que veo del mundo, sino por lo que veo de los que están cerca de Mí, quienes, a pesar de tanto amor derramado, ya se decidieron a no cambiar.
Eso Me angustia como Madre, como responsable de todas sus vidas. Mi último pedido, mientras las lágrimas caen sobre Mi Rostro, es que no olviden estas palabras, que al menos sirvan de conversión para los que Me dirán "sí" con fervor y no con tibieza.
¡Les agradezco por escucharme abiertos de corazón!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que el peso o la angustia que pueda sentir tu corazón no precipite a tu consciencia. En los momentos de mayores pruebas es cuando debe nacer y surgir el gran espíritu de la templanza. Como Madre, comprendo y entiendo lo que significa atravesar un momento culminante y crucial.
Por encima de lo que podría parecer doloroso o difícil, deben aprender, hijos, a ver en acción la omnipotente Voluntad de Dios, que viene para ampararlos y protegerlos de ustedes mismos. Voluntad Mayor que intenta, desde el principio de este planeta, colocar a la consciencia humana en el verdadero camino de su evolución.
Anímense a decirle sí al dolor, a la prueba o incluso al sufrimiento que Dios les mande, porque todo eso hará más fuertes a sus corazones y se disolverá la ilusión humana de creer que la vida comienza o termina aquí.
Vengo, como Madre de los Dolores vividos por Mi Hijo, para darles el espíritu de la valentía, el ímpetu de vivir con coraje y determinación este fin de los tiempos que la mayoría de los seres humanos no acepta vivir ni enfrentar y solo intenta escapar de la verdadera realidad.
Que este momento y esta transición coloquen a cada hijo Mío ante la verdadera realidad de cómo el Plan de Dios se debe llevar adelante, confiando, amando y sintiendo en lo profundo del corazón, así como Yo lo sentí cuando Su Madre dijo sí a Dios por medio del Arcángel Gabriel.
Aceptar, en este tiempo, realidades, verdades y revelaciones que vibran y que están lejos del control humano, del poder o de la propia indagación de las cosas, será la tónica que llevará a la consciencia humana a definir si ama el Plan de Nuestro Creador más que a ella misma, porque eso determinará el próximo paso de la raza humana y su destino futuro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hora de salir de la ilusión mundial
Ha llegado la hora, hijos Míos, de salir de la ilusión mundial y de comenzar a enfrentar la realidad, primero dentro de ustedes, para después reconocerla afuera.
El mundo no esperará a que maduren para que él viva su purificación y la transición de los tiempos, que marcará el antes y el después entre el viejo y el nuevo hombre. Los cambios ya se precipitan sobre la Tierra y se expresan a través del desequilibrio de los elementos de la naturaleza, de los hombres, de los jóvenes, de las guerras entre naciones, razas y religiones. Así, hijos, se diseña el "fin" que muchos no quieren ver, porque creen que todo está en donde debe estar.
Hoy, como ayer, vengo como la Madre de la Verdad, la Señora de la Sinceridad Divina, para que nada más esté oculto ante sus ojos y que les sean dichas todas las advertencias a tiempo, para que transformen sus vidas y despierten sus almas.
Mis amados, en medio de un mundo que se pierde en su propia ignorancia, Yo vengo a construir un ejemplo de transformación en este lugar. Si Me abren la puerta y Me dicen “sí”, le demostraré al mundo que es posible convertir la ignorancia en sabiduría y la ingenuidad en verdadera pureza del corazón.
Quisiera que todos Mis hijos de esta ciudad vinieran a Mi encuentro, para que Yo pueda despertarlos a la Voluntad que Dios tiene para este pueblo.
Hijos, aquí quiero construir un modelo de respeto, de igualdad y de esperanza; un lugar en donde las almas lleguen para reencontrar la dignidad que perdieron por entregarse a la ilusión.
Sé que el enemigo de Dios lo hará todo para que este Plan no se cumpla y para que las almas no se unan para construir este propósito. Pero hoy, Yo les pido, hijos amados, que sólo coloquen sus corazones en la meta de expresar para el mundo una esperanza de vida, que él perdió.
Quiero ayudarles a reconstruir sus familias; quiero enseñarles a crecer y a respetar las diferentes expresiones del corazón humano. Quiero que las religiones se unan aquí en el servicio y en la oración, por un mundo de paz. Que el respeto y la consciencia de que existe un Dios Único que los congrega, permita borrar de sus corazones el prejuicio y el sentimiento de superioridad en relación a sus hermanos. Quiero que se vean los unos a los otros como esencias únicas de Dios, amadas profundamente por Aquel que las creó. Y de esa forma, se abran para aprender los unos con los otros.
No es mucho lo que les pido, hijos Míos. Quiero extirpar la violencia con el despertar del espíritu. Pues un corazón que se entrega a la oscuridad, es aquel que no conoce verdaderamente a Dios y que no ha encontrado un sentido para su vida. Yo vengo para darles este sentido y para abrir en sus corazones aquel espacio que le corresponde ocupar al Creador, para que un día, Mis amados, puedan expresar la semejanza con el Padre.
Para las naciones del mundo, esa es una meta distante y casi imposible, pero para aquel que está en Mí y se deja guiar por Mi Corazón, nada es imposible. Dejen, hijos, que Yo establezca la paz a través de sus corazones. Dejen que Yo construya lo imposible en sus vidas.
Sólo quiero que se respeten, que se sirvan mutuamente y colaboren para la construcción de un mundo en mayor paz. Porque el planeta agoniza y las guerras ultrajan los corazones de Mis hijos, por la incapacidad de los hombres de vivir el verdadero amor y el respeto consciente.
Por eso, hijos, les pediré que Me acompañen y que Me dejen transformar este lugar en un ejemplo de una nueva vida, en donde es posible respetar, colaborar, admirar lo mejor del prójimo y así, vivir en comunión.
Si Me permiten hacerlo y se dejan guiar por Mí, en poco tiempo verán Mis palabras manifestadas en la transformación de sus vidas.
Lleven Mi mensaje a los cuatro puntos de esta ciudad y dejen que él resuene en los corazones. Llamen a Mis hijos para que vengan a Mi encuentro. Es hora de despertar y de salir de la ilusión mundial.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Carta de María Santísima a los que dicen sí…
Mis amados hijos:
Es a través de ustedes, de sus oraciones sinceras y de sus actos de amor, que Yo puedo traer a la Tierra todo lo que existe en el Universo.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre puede mostrar al mundo el camino de la redención y de la pureza.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre puede expresar en todo el mundo Su más cálida obra de amor por las almas y por los Reinos.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre puede sumergirse con toda Su Consciencia, en los más profundos abismos de la Tierra y rescatar lo irrescatable.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre puede enseñarles a través de la oración a redimir los aspectos más arcaicos de la vida, para que sus almas estén libres de expresar lo que verdaderamente son.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre, en cada nueva Vigilia de Oración, ofrece al Padre Eterno la posibilidad de desarmar grandes planes de Mi adversario.
Es a través de su más sincero sí, que su Madre tiene el permiso de actuar en el planeta y en la humanidad más dormida por medio de la devoción ardiente y del gozo interno de los corazones simples.
Queridos hijos, aunque no lo parezca, el sí de la humanidad podría cambiar los acontecimientos de este mundo, y sus efectos llegarían más allá de las naciones, de los pueblos y hasta de los continentes.
Cada nuevo sí pronunciado por las almas y expresado mediante la presencia física en las Vigilias de Oración por la Paz en las Naciones, significa para el Universo la oportunidad de actuar de forma operativa en la humanidad por intermedio de sus ángeles y de las Jerarquías de la Luz, con el fin de desactivar de la consciencia humana ciertos aspectos corruptos que la hacen retroceder espiritualmente de tiempo en tiempo.
Un verdadero y sincero sí de un hijo Mío, en este ciclo, haría la diferencia para que la Jerarquía espiritual pueda ayudar o no a la humanidad y a todo lo que ella genera por medio de sus acciones y de sus actos.
En este tiempo un sincero sí, permite al Padre Eterno llevar adelante Sus Designios en las criaturas más inferiores y perdidas de la humanidad.
Aún más, si este sí está compuesto por un espíritu de servicio desinteresado, por una oración hecha de corazón y por un amor desconocido, su repercusión en la consciencia humana será mucho más grande de lo que parece.
Por eso, hijos Míos, un sí sincero permite que el Universo actúe a través de las Leyes de la Misericordia y de la Gracia, y que casos imposibles de resolver en la humanidad, puedan ser equilibrados y aliviados.
Los invito a pensar, sentir y meditar en el poder del sí, del mismo sí que una vez dio su Madre Celeste para ser el Tabernáculo espiritual, el vientre humilde y purísimo que recibiría la Luz Universal y el Amor invencible a través de la llegada de Cristo.
Que este sincero sí que puede brotar de sus corazones les permita trascender los tiempos, superar las pruebas más difíciles dentro y fuera de ustedes, que les abra la puerta segura para llegar a encontrar a través de ella la Presencia del Rey Universal, de Jesucristo.
Queridos hijos, será el sí de esta actual humanidad el que hará purificar y elevar al planeta, ayudándolo a liberarse del peso generado por la propia humanidad.
Será el sí de las almas lo que hará de esta humanidad una consciencia más elevada y madura.
Será el sí de los corazones al Plan Divino, el que cambiará para siempre el curso de todos los acontecimientos venideros.
Será el sí de todos Mis amados hijos, el que vencerá a la bestia de todos los tiempos.
Será el sí de Mis hijos, de los hijos de María, el que abrirá las puertas del Universo para el Retorno de Cristo.
Anímense a decir sí al Universo y no se reconocerán.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tesoros espirituales e internos fueron preciosamente entregados a los corazones que se abrieron para recibirlos durante estos dos últimos días de oración misericordiosa. Frutos incontables fueron entregados en las manos de los que fueron consecuentes con la tarea de la oración misericordiosa.
Ahora, llegó el momento de vigilar y hacer de esos presentes espirituales, verdaderas joyas que llegan desde el Universo Espiritual a los más necesitados.Todo esto es obra de la Divina Fuente, por causa del Propósito y, al mismo tiempo, de la Justicia.
Quien tenga oídos para oír que oiga, pues el Señor, invisiblemente, ha entregado un legado interno a las almas que desde el principio le dijeron sí y le respondieron. Esto es motivo de alegría porque, algo tan espiritual e importante que nunca sería recibido por las almas, hoy fue depositado perfectamente en las esencias que, una vez más, se abrieron al Amor del Creador.
Una nueva fase comienza, las almas ya no serán las mismas de ayer ni del pasado, ya son otras a partir de hoy.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Cuando el Sol de Dios despunte en el horizonte de sus vidas, den gracias y póstrense en humildad, pues es la Voluntad del Padre que se presenta a sus corazones.
El Sol de Dios representa un nuevo ciclo de vida y de prosperidad, un ciclo en el que la oscuridad no reinará más en la vida de los que lo contemplan. El Sol nace para anunciar el fin de la noche y la Gracia de un nuevo día.
Antes de la llegada del Sol, la noche ya comienza a disiparse y pueden ver en el horizonte la Estrella de la Mañana. Ella indica por dónde despuntará el Rey Universal, el Príncipe Solar.
La Estrella de la Mañana es su guía en la oscuridad y representa la esperanza de que las tinieblas se disiparán en poco tiempo, porque la aproximación del Sol iluminará y apartará la oscuridad.
Yo Soy la Estrella de la Mañana que hoy se aproxima a sus vidas, porque muchas de ellas están en la oscuridad de un mundo sin paz. Yo vine para aparecer en el horizonte de esta ciudad anunciándoles un nuevo ciclo, ciclo en el que la Voluntad de Dios es que toda oscuridad se disipe y que pueda reinar la Luz de Cristo.
Vengo para anunciar el retorno venidero de Mi Hijo, para que preparen sus corazones y ya no vivan ultrajando el Corazón de Dios, porque el Sol despuntará entre las nubes y Su brillo será como un incendio celestial que ofuscará los ojos que no se prepararon para verlo y recibirlo en el horizonte.
Mi Hijo vendrá. Sí, Él vendrá, y Yo estoy aquí para lavar con Mis lágrimas cada lugar por dónde Él pisará para despertar a aquellos que se comprometieron con Él en Oriente y que ahora, en Occidente, deben proclamar Su Nombre.
Yo vengo, hijos Míos, para advertirles pero también para consagrarlos y corregir sus caminos. Vengo para limpiar sus manchas y hacerles recobrar la pureza de sus corazones. Que así puedan experimentar la plenitud interior y la paz del corazón para que tengan fuerzas y valor para transformar sus vidas y ya no acepten que el mal duerma dentro de sus casas.
Quiero hacer de sus corazones pequeños soles que iluminen las calles de esta ciudad y le devuelvan la paz. Si oran Conmigo, hijos Míos, respetando las creencias y las religiones de cada corazón, solo por la unidad entre los seres, estarán abriendo las puertas para que Dios descienda y transforme no solo sus vidas, sino el mundo entero.
Quiero hacer de este lugar un ejemplo de conversión y pacificación. Y hablo de la conversión de la vida, de la conversión de las costumbres, de la conversión de la oscuridad en la luz del espíritu, de la conversión del preconcepto en unidad, de la conversión de las adversidades en paz.
Si tan solo oran Conmigo, sentirán Mi Presencia en sus vidas y Yo les mostraré como en verdad es simple decirle “sí” a Dios.
Vengo a extender Mi manto sobre el mundo, para que Mi Hijo, al retornar, camine sobre él. Preparen esta ciudad con las flores de sus oraciones y con las joyas divinas de sus acciones pacíficas.
Disipen Conmigo, hijos, la oscuridad que no permite que las almas encuentren a Dios y den testimonio, al mundo, de que es posible vivir en paz, cuando abren las puertas de sus corazones y de sus hogares a la Luz del Creador.
Que Mi Hijo entre en sus casas como el Sol de la mañana, que los cure, los bendiga y los renueve, que los perdone y los redima para siempre.
Dense a sí mismos una oportunidad para amar más profundamente a Dios. Únanse de corazón y testimonien el poder del perdón y de la unidad.
Yo los bendigo,
Su Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Sol
Que el Poder de Dios descienda a la Tierra para que las almas sean liberadas de las presiones de la vida material.
Que el supremo Don del Amor de Dios encarne, como verbo y energía, en todas las esencias que se rehabilitan mediante el perdón y la oración.
Que los reinos de oscuridad se disipen de la faz del planeta para que las corrientes del Amor Divino, que vienen en auxilio de la humanidad, hagan restablecer la misión espiritual de cada criatura.
Que hoy los Portales del Cielo se abran para que descienda el poder de la cura y la nueva Aurora encienda nuevamente los corazones heridos a través de la reconciliación mayor.
Que la inocencia original de las almas pueda volver a despertar, para que el espíritu de la hermandad guíe el propósito de los autoconvocados.
Hoy se escucha la Voz de la Mensajera de Dios en el universo, porque el Plan y el Infinito aspiran a vivir en lo profundo de los corazones que fueron llamados.
Se elevan al Cielo todas las torres espirituales que han caído y el sol del universo alumbra los caminos de los que dieron el gran sí a Dios.
Los reyes del Cielo se congregan y celebran la eterna comunión redentora con Jesucristo, el Señor y Maestro del Amor.
Nadie en este mundo dejará de escuchar el llamado, porque la fuerza del Amor de Dios promueve la unión inquebrantable de las almas con el Reino Superior.
Alégrense los que reencontraron el camino que una vez perdieron, porque la Portavoz del Cielo los convoca a la rehabilitación. Así, suelten de sus seres las riendas y las amarras del pasado para que surja, entre los corazones, el espíritu de la paz.
Recojo en Mi Corazón todas su necesidades. Dios contempla la pureza de los justos y la misericordia de los buenos. Ya es hora de abrazar la oportunidad y de no retroceder.
El Corazón del Gran Maestro los llama a la unidad mayor, porque la vida suprema debe gestarse en los seres redimidos.
Sostengan en sus manos la llama divina que los alumbra y no dejen de mirar el firmamento que los acompaña.
Sean portadores del mensaje reparador y liberador. Sean estrellas que forman parte del nuevo Universo de Dios. Alaben al Padre como lo hacen los ángeles en el Cielo y serán dignos de recibir las Gracias universales.
Reconstruyan con la oración a la humanidad y ya no se separen por las apariencias. Reconozcan la Voz que viene del Universo, la mano que acaricia vuestros rostros, el Manto que los protege de todo mal, los ojos que los contemplan con bondad y amor, la sonrisa divina que los alienta a seguir adelante y el abrazo maternal que los acoge.
Sientan en sus vidas el Reino de Mi Paz, la calma que los penetra, la serenidad que los tranquiliza, el destello luminoso de Mi Corazón. Sean Mis soldados y ayuden a redimir este amado planeta que sufre. Acepten Mi convocatoria y profesen, por medio de la oración, el amor a Dios.
No dejen de mirarme ni de escucharme. Yo soy la misma madre y mujer que gestó a Jesús, el Salvador y ahora soy su Madre de la esperanza.
Es hora de cerrar el infierno de este mundo para que Cristo pueda retornar pronto. En sus manos está el poder para su transformación, en sus manos y corazones puede nacer el manantial de la oración del corazón.
Reciban Mi llamado con alegría y regocijo. Canten a Dios todos los días, así aliviarán Su flagelado Corazón de Amor.
Estoy con ustedes en el silencio como en la alegría, estoy con ustedes en la cura como en la enfermedad. Purifíquense a tiempo y reciban Mi Amor maternal.
Deseo que de Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca y Viedma surjan renovados grupos carismáticos de oración, que representen la Ley de la Cura para la humanidad. Eso lo conseguirán a través de su unión interna.
¡Les agradezco a todos Mis hijos de Argentina y del mundo por haber respondido a Mi maternal llamado!
Los bendice y los cura vuestra Madre María, Madre de Dios de la Misericordia
Paz en la Tierra
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más