MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el Creador pensó en el proyecto humano, contempló desde el principio la posibilidad de hacerse Él mismo criatura entre Sus criaturas.

Los seres humanos fueron creados, entre tantos seres y civilizaciones del Universo, para expresar algo que ninguno de ellos había expresado.

Fueron creados para unir las dimensiones, para expresar el amor que supera los límites de toda la existencia y que permite que los seres se unan a Dios. Fueron creados para expresar la semejanza esencial con el Padre de toda la vida.

El propósito humano es grandioso y es por eso, hijos Míos, que no se alcanza simplemente, a pesar de que todo se pueda dar con el despertar de la consciencia y la firme decisión de amar sin condiciones y de entregar todo por ese propósito de profundizar los misterios divinos en el propio corazón, como en el Cosmos infinito.

Vivir el potencial humano parece algo imposible, porque la mayoría de los seres no se abrió para experimentar verdaderamente el Amor de Dios, que son capaces de encontrar y de sentir dentro de sí mismos.

Yo les enseñé a orar, para que de esa forma cruzaran las puertas del propio corazón y, poco a poco, descubrieran la posibilidad de unirse a Dios, sentirlo y vivirlo.

Cuando un ser vive verdaderamente el Amor a Dios, hijos Míos, aunque sea por un instante, esto es suficiente para llevarlo a comprender que todo sacrificio, esfuerzo, o renuncia de las cosas del mundo y de las ilusiones humanas es poco para alcanzar la Eternidad dentro de este Amor Divino.

Sabiendo Dios que Sus hijos estaban perdidos en su evolución y que cada vez se distanciaban más de su propósito y de su verdad, y para no permitir que la humanidad  nuevamente se perdiera como tantas otras veces sucedió, su Padre Creador decidió Él mismo venir al mundo y mostrarles el camino.

Tan inmenso y misericordioso fue el impulso de Dios para la humanidad, impulso nunca antes dado a ninguna criatura en el Cielo ni en la Tierra, que toda la existencia colocó sus ojos, su corazón y su esperanza en este mundo.

Misterio entre misterios es la evolución de los hombres, hijos amados, donde los errores del pasado y la historia de antiguas consciencias universales se detienen para que se inicie una historia de redención y la revelación del Amor de Dios para toda la vida.

Aún ningún ser de la Tierra fue capaz de comprenderse a sí mismo y de profundizar, estando en vida, tanto en su origen como en el verdadero potencial de su esencia. Todos aquellos que recibieron de Dios la posibilidad de vivir la experiencia del Amor en este mundo, solo después de esta vida fueron capaces de percibir la oportunidad que recibieron.

Pero hoy, hijos Míos, ustedes son llamados a vivir el mayor milagro de este y de todos los tiempos, el milagro del despertar de la consciencia, el milagro de la unión de los tiempos, el milagro de comprender lo que fueron antes de llegar a este mundo y cuál es la esencia y el propósito de sus vidas. Son llamados a vivir el milagro de la Ciencia y de la Sabiduría Divina para comunicar al mundo Su Verdad, no solo con el verbo, sino sobre todo con la propia vida.

Hace más de dos mil años, a pedido de su Creador, reuní a los discípulos y compañeros de Cristo para que el Espíritu Consolador vertiera, sobre ellos, Lenguas de Fuego. Su misión era anunciar la Buena Nueva de la llegada del Mesías y plasmar en la consciencia y en la historia de la humanidad la presencia y el ejemplo de Dios entre los hombres.

Hoy los reúno para que el Espíritu Consolador les dé fortaleza, despierte en ustedes el Don de la Ciencia, que se convierte en sabiduría y discernimiento. La ciencia para despertar, hijos amados, la ciencia para saber cómo actuar y cómo hacerse responsables no solo por la propia redención, sino por la sustentación de este mundo en transición.

En cuanto Mis últimas palabras resuenan en el mundo, Yo les derramo Gracias en medio de la Justicia, les traigo Dones entre las correcciones, porque es necesario que sean corregidos, pero también es necesario que despierten y cumplan el Propósito de Dios.

Así como el Creador vino al mundo cuando la humanidad estaba perdiendo su propósito y les mostró el Camino, la Verdad y la Vida, hijos Míos, Él vendrá nuevamente, a mostrarles la revelación de Amor dentro del caos, a mostrarles el despertar de la Verdad en el ápice de la ilusión del sufrimiento humano. Vendrá para que sepan cómo unir los tiempos y las dimensiones y así lo hagan no solo en este mundo, sino en toda la Creación, porque no solo la Tierra necesita de redención, toda la vida debe aprender a retornar a Dios, y esto acontecerá a través de la plenitud de sus vidas y de la expresión de lo que verdaderamente son.

Yo los amo, los bendigo y con la profunda humildad de Mi Inmaculado Corazón les agradezco, para que ustedes aprendan que a través de la gratitud el Cielo se abre y el Creador toca todos los corazones del mundo.

Su Madre María, Rosa de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ  Y MADRE UNIVERSAL, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El corazón que se une a Dios sabe que las Verdades Celestiales aún están guardadas, para este mundo, detrás de los velos de los misterios divinos; sabe que la humanidad estuvo, durante estos millares de años de existencia, madurando su crecimiento espiritual, para algún día manifestar el Propósito de Dios para el corazón humano.

Por más que la mayoría de los hombres aún no esté pronta para conocer la Verdad de Dios, los tiempos se aceleran, y esa Verdad se revelará y causará el despertar y la evolución brusca de aquellos que nunca quisieron abrir sus ojos a la existencia de la Luz.

Hoy, hijos Míos, les revelo la grandeza de Mi Corazón que, en el universo, reina junto a Cristo, junto a Dios, y conduce Sus ejércitos divinos para la concreción de Sus Planes en esta Tierra y mucho más allá de ella. 

Vengo abriendo el camino a San Miguel Arcángel, porque soy Aquella que conduce la Voluntad de Dios para Sus Padres Creadores, los Cocreadores de todas las cosas. Y así fue desde la manifestación de Mi existencia, en el principio de toda la vida, anticipando toda la manifestación de la Creación Divina.

Antes de tornarme un espíritu divinizado, Mi Consciencia ya habitaba en la Consciencia de Dios, como vientre materno, de donde proviene la manifestación del Pensamiento Divino. Mi Espíritu fue generado en el universo, en la Fuente de la Consciencia de Dios; porque así como en consciencia Yo ya manifestaba el Pensamiento Divino para todo el cosmos, como espíritu encarnado en Su Proyecto principal debería dar vida a Aquel que representaría al Pensamiento Divino encarnado, el Verbo de Dios hecho carne y hombre.

Sé que muchos ignoran esa verdad, por eso vengo a hablarle al mundo y no a unos pocos; porque la soberbia y el orgullo hicieron desaparecer la humildad del corazón de los seres humanos y así les impidieron contemplar y creer en la grandeza de la Creación, cuando esta se manifiesta delante de sus corazones.

La falta de humildad en el corazón humano no le permite reconocer la propia pequeñez y la grandeza de Dios. Por eso, muchos comparan a Su Hijo con la humanidad común y a Su Madre Celestial con un espíritu humano común, ignorando las posibilidades de que Dios se manifieste en la Tierra para conducir la creación de esta raza que deberá alcanzar la semejanza con Él. 

Para que alcancen la semejanza con Dios y así lleguen a Su Universo espiritual y divino, fue que Él Se hizo carne en el hombre como en la mujer y, de esa forma, mostró a todos cómo seguir Sus Pasos; y por medio del Corazón Castísimo de San José, el Creador demostró que si la humanidad siguiera e imitara los pasos de Su Hijo y de Su Madre Divina, podrá alcanzar Su estado de Divinidad. Fue así que San José, como hombre, se hizo semejante a Dios; y la única llave que abrió las puertas a ese grandioso paso fue la sublime humildad que expresó Su corazón. 

Por eso, hoy, hijos, delante de San Miguel Arcángel, abandonen el camino de la oscuridad y del pecado, libérense de la ignorancia y ábranse para vivir según la sagrada humildad que Dios les ofrece. Así podrán estar prontos para escuchar lo que debo decirles en los próximos días.

Yo los amo y los conduzco a la Verdad Divina.

Su Madre María, Rosa de la Paz

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE LA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Cuando Mi mirada se posa sobre la Tierra, ella viene repleta del Espíritu de Dios, para que la Fuente Divina de la Creación irradie Sus Dones y Su Luz hacia la Tierra.

El Espíritu Santo es la Conciencia viva de Dios que reina entre las criaturas, una parte Suya que existe para iluminar la materia y divinizarla.

El Espíritu de Dios desciende sobre los hombres en forma de aspiración, instrucción, Luz vivificadora que todo restaura. Se puede percibir la presencia de este Espíritu Santo en la iluminación del conocimiento, cuando se tiene claridad y comprensión de la Verdad; en la iluminación del espíritu, a través del espíritu de amor y humildad; en la iluminación de la materia, a través del renacimiento constante en Dios Padre.

El Espíritu Santo, hijos Míos, es la Fuente de eterna creación que permea los universos. El poder creador de los hombres proviene del Espíritu Santo, y para saber lidiar con ese don de crear, que los hace semejantes a Dios, es necesario invocar permanentemente a Su Espíritu.

En la vida de María, de Jesús y de José, perpetuamente reinaba el Poder del Espíritu Santo porque, aunque en verdad no lo conociéramos, lo invocábamos permanentemente hasta que, en el silencio y en la soledad, este Santo Espíritu se mostró a cada uno de Nosotros en secreto. Nuestros ojos se iluminaron por la presencia del Espíritu Santo y Nuestra mirada se tornó misericordiosa para siempre. Nuestras manos fueron bendecidas por el Espíritu Santo, y así como Jesús curaba, María consolaba y José traía gracias de caridad a todos los que tenían contacto con la materia de Su carpintería.

Cada ser que recibía de José, siempre de gracia, algún bien hecho por Él, recibía del Espíritu Santo una Gracia especial. En las mesas, que Él hacía, se manifestaban los alimentos que las familias necesitaban; las herramientas para cultivar hacían nacer del suelo plantas saludables y abundantes para que todos se pudieran alimentar, y así cada instrumento que Él creaba en Su carpintería llevaba Gracias misteriosas a los que los recibían. 

Los niños que eran instruidos por José, eran instruidos sobre todo en el amor y en el poder de creación a través de este Amor. José, pleno del Espíritu Santo, enseñaba a los niños a obrar con caridad y a crear como los ángeles, a vivir en silencio, en castidad y en oración y, muchos de los que Él educó en Su carpintería, se tornaron discípulos amados de Jesús.

El Espíritu Santo obraba de diferentes formas en aquella simple familia, siempre en secreto, siempre en silencio. El silencio es la primera llave para los que buscan al Espíritu de Dios; la soledad con Dios es otro paso que debe ser dado por el alma de aquel que aspira a unirse a Su Santo Espírito, porque los misterios más preciosos de esta vida sobre la Tierra son revelados en el silencio del propio corazón.

El Espíritu Santo se da a conocer a aquellos que aguardan Su presencia con simplicidad, que mantienen el alma unida a Dios y que, en la Tierra, obran con caridad, humildad y silencio.

Para alcanzar la Gracia de la eterna presencia de este Espíritu se debe aspirar eternamente a estar con Él y a vivir en Dios; y cuando la mente aspira, las emociones aspiran y el alma también aspira. De esa forma, ejercítense en la caridad y en el silencio, ejercítense en la oración y en la paz, en la comprensión y admiración del prójimo; así alcanzarán un espíritu humilde, y el Espíritu de Dios, al fin, podrá aproximarse a sus corazones.

Yo los bendigo siempre.

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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