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A las almas más probadas
¿De qué tienes miedo?, ¿de no poder corresponderme?, ¿de perder completamente la fidelidad a tu Maestro y Señor?
Recuerda que cada prueba que atraviesas es para forjar el cumplimiento de cada uno de tus votos y, a través de tus votos, concretar la gran misión que te he encomendado.
Cada prueba está llena de incertidumbres y de desafíos que, con inteligencia y no con culpa, debes aprender a superar. Debes demostrarle al Padre que tú Me puedes superar en lo que Yo viví por ti y por tus hermanos en el huerto Getsemaní.
No puedes permitir que la prueba te empuje o te arrastre. Cada desafío de transformación tiene que ser para tu consciencia la oportunidad de dar un paso más en dirección a Mi camino de apostolado.
En las pruebas más difíciles, las resistencias y los aspectos se pueden disolver y volverse cenizas. Nunca habrá una prueba o un aprendizaje que no puedas superar.
De lo contrario, ¿cómo Me demostrarás que de verdad quieres seguirme? Yo no prometo jardines de rosas, sino prometo triunfos espirituales para Dios a través de tu renuncia, sacrificio y redención.
Sé inteligente y actúa con determinación. Haz valer el don que te entregué. Hazlo florecer todos los días y Me estarás haciendo comprender que ya sabes todo lo que necesito.
No te desanimes, un apóstol de Cristo nunca retrocede.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros y apóstoles Míos:
Todos los días los coloco ante la Gracia y la oportunidad de servir a Dios de infinitas formas. Pero en todo tiene que estar su corazón, porque el corazón que sirve, siente la necesidad y la atiende.
Así, Yo los hago formarse en el servicio de amor por la humanidad; ya que en estos tiempos difíciles, las necesidades espirituales, mentales y materiales son grandes; pero son pocos los que, en Mi Nombre, se entregan como vasos vacíos para que el Sacerdote Mayor los colme de Sus Dones.
Vengo para hacerles recordar los votos internos que una vez fueron hechos por ustedes ante Mi Presencia misericordiosa.
Que esos votos sean la convicción perfecta y la confirmación verdadera de estar viviendo este tiempo por amor a Su Señor y Maestro, porque tiempos más exigentes están llegando.
Tiempos que colocan a los servidores de Cristo bien lejos de sí mismos, para poder estar con todo el ser y la consciencia disponibles, y enteros para vivir la gran y última convocatoria.
Este es el ciclo de reconocerse como un apóstol y misionero de Cristo para que, de forma inmediata, el planeta sea aliviado de su condición de adversidad, a través de la reparación y de la cura que el servicio de los Míos puede despertar en todo lo que aparentemente está perdido.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Invocación al Divino Atributo de la Humildad
Señor nuestro,
hazme pequeño e insignificante.
Que mi persona no se vanaglorie de nada;
que mi corazón sea un puente hacia Tu santa Paz.
Señor, hazme servicial y bueno,
bondadoso y misericordioso con los demás.
Que mi consciencia siempre reciba
las correcciones necesarias de la vida;
que mi corazón humano nunca se cierre;
que yo pueda aprender a agradecer
todas las lecciones y experiencias.
Que todo lo haga por Ti, Señor,
y nada por mí, ni por mi propia e imperfecta voluntad.
Enséñame a vaciarme.
Enséñame, en humildad, a reconocerte
vivo y presente en la Comunión,
en la consagración de la vida,
en cada uno de los votos
que me he propuesto realizar por Ti.
Señor,
destruye mi soberbia,
disuelve mi arrogancia
y cúrame de la negligencia espiritual.
Que aprenda a proteger de mí mismo Tu majestuosa Obra;
que ya no sea más una espina en Tu Corazón manso,
sino una flor a los pies de Tu sagrado Altar.
Señor,
enciéndeme en Tu Humildad,
vivifícame en el constante vacío
y redímeme, todo el tiempo,
en el fuego amoroso de Tu Corazón
para que, al menos, lo más pequeño de mi vida en la Tierra
sea el testimonio de Tu Amor y de Tu Divina Voluntad.
Amén.
¡Les agradezco por orar de corazón esta oración!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros:
En vísperas de la Natividad quiero decirles que, a partir de este momento, sus corazones estén preparados para recibir los impulsos internos que vendrán directamente de Mi Corazón, porque para este ciclo esos impulsos los colocarán en el camino de concretar y de representar la Obra de Cristo en la Tierra.
Por eso, este ciclo para ustedes, significará una oportunidad de colocar toda su atención en la coyuntura verdadera que representa y no en la fiesta que popularmente se hace, año tras año.
La Natividad es una oportunidad interior de renovación de votos con el Cristo interno de cada ser, es la oportunidad de ampliar el compromiso que cada alma adquirió antes de encarnar en la Tierra.
Por eso, compañeros, la Natividad significa la aproximación de las Leyes Crísticas sobre la consciencia planetaria para toda la humanidad.
Quien, de verdad, sepa aprovechar esa coyuntura será más beneficiado, y no estará distraído con el jolgorio que el enemigo creó a través de los tiempos en esta fecha especial.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Hijo consagrado:
Renuévate en este día y celebra por estar formando parte de la Obra de Misericordia y de Amor de tu Redentor.
Renuévate en tu interior confirmando los votos internos que tú has hecho ante tu Maestro y Señor, y no te preocupes por nada, porque si Yo formo parte de tu vida y de tu existencia, tienes que creer para siempre que todo, absolutamente todo, está bajo Mi soberano Poder y que nada semejante a tu Señor podrá interferir.
Por eso, con los ojos llenos de alegría y de luz, celebra, hijo Mío, este día de confirmación y de reconsagración a Mi Paterno Corazón. Que esta afirmación interior permita construir en ti el nuevo propósito y que ese propósito pueda abrazar a más corazones.
En este día de renovación para cada consagrado que no exista el temor, la duda o la falta de fe.
Que cada alma consagrada sepa que siempre deberá hacer lo mejor para que triunfe el Corazón Sagrado del Maestro, para que más puertas inciertas en el mundo sean cerradas por medio de la íntima comunión de los espíritus con el Salvador del mundo.
Que este día sea motivo de celebración, y no de angustias, de esperanza, y no de amarguras.
Que cada alma que se ha consagrado al Redentor mire con ardiente aspiración hacia el firmamento y que, en algún punto del espacio sideral, encuentre el retorno de Cristo, primero en su corazón y segundo, en este planeta dolorido.
Que hoy cada consagrado ofrezca su consagración y sobre todo su corazón humano para ser depositario de nuevas virtudes y Gracias, para que esta Orden de amor y de hermandad, que preciosamente he fundado, reciba la Gracia de nuevas vocaciones, del despertar de nuevos talentos para estos tiempos, en los que deberán reinar el amor y la paz universal.
Reciban de su Maestro la bendición paternal para que cada alma consagrada en este día vuelva a decirle a Mi Corazón: “Mi amado Señor, aquí estoy para servirte, para cumplir Tu Voluntad”.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Finalmente llegué aquí para estar con ustedes y nunca más separarme, si así Me permiten.
Finalmente llegué aquí a liberar a cuantos lo necesitaban desde hace mucho tiempo, y eso es por su intervención junto a Mi Obra redentora eneste tiempo final.
Yo Soy ese Santísimo Corazón que se presenta a ustedes para mostrarles el Universo de Dios y para que nunca pierdan la filiación con Mi Padre, que está en los Cielos.
Esperaba ardientemente estar hoy con ustedes para que no solo proclamen Mi Divina Misericordia, sino también para que Me sientan en lo profundo de sus corazones y vidas, en cada espacio de sus seres, en cada aspecto de sus consciencias.
Finalmente estoy aquí, compañeros, para orar por Mi Argentina junto a Mi Madre, a San José y a todos los ángeles del Cielo que han llegado aquí extraordinariamente para elevar al Universo las plegarias de los hijos de Dios, de los autoconvocados.
Necesito que en estos tres días en los que estarán Conmigo para adorarme y amarme, veneren Mi Santísimo Corazón, que es su Eucaristía, la unión perfecta con Dios que disipa todo mal, que libera las amarras y que trae cura a los corazones.
Finalmente estoy con ustedes, compañeros, para que puedan renovar los votos Conmigo una y otra vez, sin dejar atrás Mis Proyectos, que son los proyectos de sus vidas, de sus familias, de toda esta nación que está también en su transición y en su prueba como todas las naciones del mundo. Si ustedes, compañeros, fortalecen ese voto Conmigo no perecerán, y la nación tampoco perecerá porque habrá corazones consecuentes que seguirán Mi Camino a pesar de lo que suceda y enfrentarán los desafíos, aquellos que llegarán al encuentro de todos para confirmarlos al gran Proyecto de Dios, que es Su Amor y Su Unidad con todo el Universo.
Hoy vengo especialmente, compañeros, con los ángeles que adoran Mi santísimo Cuerpo en la Eucaristía, y hoy estoy aquí con ustedes con una compañía muy especial, que dio el impulso a la revelación de Mi Sagrado Corazón: Santa María Margarita Alacoque, quien trajo para el mundo, anticipadamente, la revelación de Mi Divina Misericordia, primero a través de Mi Sagrado Corazón, y después a través de la unión Conmigo. ¿Qué mayor tesoro les dejé en aquel tiempo, al igual que con Santa Faustina, quien les mostró el camino del apostolado y la devoción a Mis Rayos de misericordia que hoy están presentes entre ustedes para purificarlos, consagrarlos a Mi Señor?
Con cada ángel de la guarda sientan el Universo de Dios que se aproxima a esta realidad material e ilusoria y que abre los ojos en todos los mundos internos de las almas que aún están buscando una salida. Si ustedes perseveran, compañeros, el pueblo perseverará y, a pesar del tiempo que se aproxima, los corazones estarán Conmigo para honrar a Dios y hacer descender Su Proyecto divino en cada corazón y en cada consciencia.
Hoy vengo aquí, compañeros, finalmente, para que estén entre Mis Brazos y sientan Mi Amor que les da el calor para el frío que sienten, que les da la fortaleza para los miedos que puedan sentir, que les da la alegría en cada prueba, en cada desafío, que les da la vida a los que mueren espiritualmente.
Yo necesito vivir en sus corazones todo el tiempo y un poco más. Necesito que Me lleven en sus vidas como el mayor testimonio que les dio la redención y la paz.
Abro las puertas del Universo a los que no lo merecen; entrego oportunidades a todos los corazones que Me escuchan y que Me viven en la plenitud del amor.
Estoy aquí, compañeros, finalmente, para que a través de la oración restauremos a muchas consciencias que aún esperan salvación y liberación.
En la santísima presencia de Mi Corazón Yo los adoro, los contemplo y los amo y disuelvo de sus memorias toda imperfección en quien lo cree verdaderamente.
Estoy aquí, compañeros, para convocarlos a que sean misioneros Míos no solo en la Argentina sino en el mundo; pues necesito misioneros en cada país para que las puertas del mal se cierren y la Obra de Dios triunfe en los corazones simples.
Vean Mi Sagrado Corazón que se descubre a ustedes para que lo adoren y lo sientan en sus corazones. Este es el Amor que se entregó a ustedes y por cada uno de sus hermanos. Este Corazón Sagrado es la fuente que les sacia la sed y que los renueva de tiempo en tiempo. Este es el Corazón que proviene de Dios y que pulsa por cada consciencia de este Universo; es el Corazón que les trae la paz y la esperanza en los tiempos de oscuridad; es el Corazón que se dona como luz para sus caminos internos y externos. Este fue el Corazón humano que cargó con la Cruz y con todos los pecados del mundo hasta los días de hoy. Es el corazón que no es muy honrado, el que está lleno de Gracias, de misericordias y de cura.
¡Cuánto duele Mi Corazón por estar tan lleno de amor y no poder derramarlo en los que no lo invocan! No Me duelen tanto las espinas de las indiferencias y de los pecados, Me duele el rechazo que sienten los corazones hacia Mí, porque no Soy Yo quien está con ustedes, sino es Mi Padre a través de Mí, es el Universo de Dios en vida y esperanza. Beban de este Corazón que derrama una fuente de Sangre y de vida crística para todos. Reciban los rayos de Mi Corazón en sus corazones y digan: "Señor, Yo confío en Ti". Con esa confianza no temerán y a través de esa confianza todo lo podrán.
Hoy no vengo a ver de Argentina lo que no ha hecho bien porque eso no es de importancia para Dios ni para Su Plan. Hoy vengo a ver dónde he dejado los talentos y cómo ellos han florecido a través de cada uno de Mis compañeros. Hoy vengo a tocar sus talentos en lo profundo de sus corazones para que puedan despertar y servirme en hermandad.
Aleluya, Aleluya, Aleluya. Muchos de los que son indiferentes en esta nación hoy reciben Mi Divina Misericordia porque ustedes abrieron la puerta para que eso sucediera y perseveraron en la fe y en la confianza a Mi Sagrado Corazón, eso es incalculable para Mí, aunque Yo veo todas las cosas y sus mundos internos. Las almas son impredecibles porque sin ellas saberlo, guardan llaves invisibles que abren las puertas del Corazón de Dios.
Les agradezco y honremos a Nuestro Padre, que está atento a la voz de todos Sus hijos de Argentina para que clamen por más misericordia, por más redención y especialmente por la paz.
Glorificaré este altar que Me han preparado en la simplicidad del espíritu y de la donación. La belleza de los altares está en los gestos que emiten a Mi Corazón, en las manos que colocan cada flor, en los brazos que se donan para levantar Mi Imagen al mundo.
El Señor escucha las plegarias de todos Sus hijos y abre las puertas de Su Corazón para recibir el llamado de todas las criaturas de la Tierra. Establece así Su Amor en todas las consciencias que se unifican a través de Su Presencia y de Su infinito Amor. Él destierra todo lo que separa a las almas de Su Reino Divino y de Su Gloria. Junto a Sus Ángeles del Cielo establece la misión para cada uno de Sus hijos, y quien Lo acepta con todo su corazón, nunca dejará de servirlo y de tener la oportunidad de hacerlo así como Él lo pensó.
Hoy bendigo a aquellos que siempre fueron leales Conmigo en la alegría como en la tristeza, en la confirmación como en el desánimo, porque nunca dejo atrás a quien está Conmigo y Me vive.
Bendigo estos elementos que serán vida divina en sus células y cuerpos y que llegarán a lo más profundo de sus seres para que estén en constante renovación y en Mi Paz.
Yo los renuevo y también los redimo y los abrazo con Mi Luz cuando tan solo Me lo piden.
Demos gracias a Dios y a toda Su Gloria.
Les agradezco, compañeros, por estar Conmigo en verdad y en simplicidad.
Celebren con alegría Mi Ser y que el Espíritu Santo los guíe hasta que Yo retorne a su encuentro. Amén.
Cristo Jesús Glorificado
En las cosas simples, Yo les hago examinar sus consciencias para que ellas recapaciten el grado de oferta a Mi Corazón y, así, perciban la diferencia de estar cerca o lejos de Mí.
Yo les traigo todos los días, en la hora de la Misericordia, la oportunidad de renunciar a las cosas materiales, de amar a Mi Consciencia Paternal y de reparar todas las causas que ofenden al Corazón de Dios Padre.
Por eso, Yo los animo a madurar rápidamente, en estos tiempos de crisis espiritual y planetaria.
Yo los llamo a crecer desde la consciencia madura, que sus espíritus sembraron en el momento de su nacimiento humano.
Sus almas pueden servirme o entorpecerme, dependiendo del grado de su intuición interior sabrán si están Conmigo o no.
Yo necesito de sus corazones la posibilidad de ayudar a evolucionar a este Plan y de hacerlo crecer y madurar como un fruto nuevo a través de sus conscientes y sanas acciones como apóstoles del nuevo tiempo redentor.
Yo los necesito despiertos para poder trabajar Conmigo y, así, apartarlos de las tentaciones más insignificantes de la vida. De esta forma, estarán libres de sufrir innecesariamente y ahorrarán sus energías de servicio y caridad para poder donarse en Mi Nombre.
Cuando Yo les coloco una prueba en sus caminos diarios es para que puedan dar pasos en el Proyecto que Mi Padre les ofertó a través de Mi Corazón Misericordioso.
Día y noche, rezo por ustedes y por la humanidad dormida en el huerto de Mi Eterna Vigilancia, para llevarlos a ser el establo de Mi Corazón a través de la luminosa esencia de Mi Espíritu Sacerdotal. Así, Yo puedo a través de ustedes, cuando Me lo permiten, congregar a las almas que más necesitan de Mi Divina Misericordia.
Esfuércense por alcanzar aquella virtud espiritual que aún no han alcanzado y Yo los apoyaré a través de su perseverancia y transparencia de toda la vida.
Mientras tanto, aférrense a la fuerza amorosa de Mis Manos, Yo no los soltaré, sino que los llevaré a encontrar la comunión eterna con el Padre Celestial.
Hagan revivir el poder de sus votos. Ellos serán plenos y poderosos cuando se animen a vivirlos desde la consciencia y no desde la ilusión.
Los quiero ver fuertes y determinados a servirme en este Plan de transición.
Reflexionen en Mis Palabras, para que permanezcan en ustedes siempre.
Gracias por buscar la unión Conmigo en la hora de la infinita Misericordia.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados, maduros y determinados.
Cristo Jesús Glorificado
Ustedes pueden estar más Conmigo, así Yo les daré compañeros de camino, para que juntos busquen en la noche la Fuente que les saciará la sed inmaterial; pues quien realmente está Conmigo recuerda todos los días Mi Presencia, por lo menos al despertar.
En estos tiempos de purificación y de renuncia, Yo los llamo a replantear sus votos Conmigo. Todos tendrán siempre un espacio de luz en Mi Corazón, pero para que Mi Tarea se cumpla, Mis soldados deberán en verdad estar definidos y así Yo los llamaré para tareas mayores o menores, según el grado de su entrega.
En Mis Planes Crísticos no existen diferencias ni privilegios, solo deposito Mis Voluntades en aquellos que más necesitan crecer en consciencia y en experiencia de vida.
Estoy aquí, en el silencio, meditando sobre sus vidas y sobre lo que vendrá dentro de poco tiempo. Yo los invito a asumir los votos de una manera humilde y simple; que cada uno, según como Me perciba, se coloque en el escalón del servicio que le cabe. Mis Ojos Misericordiosos siempre los mirarán con amor y compasión.
En estos tiempos, el camino del discipulado es solo para los que se animen a morir todos los días para sí, porque los verdaderos tesoros se encuentran al entrar en el Reino Mayor.
Que cada uno se confirme, que cada alma Me entregue aquello que verdaderamente Me puede dar en estos tiempos críticos.
Los observaré con detenimiento, y así ustedes se animarán a fortalecer un poco más sus espíritus a través de Mi Corazón Misericordioso.
Bajo el Bien Mayor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras Sagradas con atención.
Cristo Jesús
En el Universo Celestial todo tiene una Jerarquía, y en la Tierra debe existir una prolongación de ese Comando Divino.
Aquel que sigue las reglas estará amparado de sí mismo y evitará inútiles y constantes caídas que lo llevarán a la condenación del alma. Solo basta, Mis queridos amigos, que observen a su lado para percibir en qué punto se encuentran las almas del mundo.
Un buen discípulo está atento a las reglas y ellas siempre serán el lucero para su camino; si en verdad el Padre Eterno no hubiera creado la obediencia, habría sido difícil la venida de Cristo.
Desde el principio, cuando estuve en el mundo, reuní a los doce para que ellos fueran el ejemplo vivo de la transformación y de la obediencia a Mi Sacerdocio Interior. Así fue como, a lo largo de los tiempos, surgieron las órdenes monásticas, las que preservarían el espíritu de la regla y de la vida consagrada.
Es necesario aceptar los comandos porque ellos siempre los llevarán a una profunda reflexión sobre los aspectos de la vida. Necesito discípulos dispuestos a encarnar la obediencia interior que los llevará a encontrarse con el verdadero ser y así ascender en consciencia hacia el Espíritu de Mi Padre.
Mediten respecto de los votos que han hecho Conmigo, pues ellos los resguardarán en los momentos críticos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Mientras estén en este mundo, la vida será un ejercicio de constante trascendencia y redención. Por eso, no detengan sus pasos en aquello que forma parte de su indomable condición humana.
Entréguenme día a día sus pequeños seres y beban de Mi Fuente de Misericordia, que los liberará del pecado.
Déjense llevar al Reino de la Paz y del Amor Absoluto.
No pierdan de vista Mis huellas peregrinas, porque estoy a su lado para enseñarles el correcto uso de la Ley del Señor.
Afirmen sus vidas en la Pureza Infinita de Dios; aspiren cada día a ser menos para sí y más para los que en verdad necesitan de ayuda.
La llave para su purificación constante se encuentra en la oración y en la fe, porque a través de ellas fortalecerán la vivencia de sus votos.
Yo sé con anticipación que Me faltarán, Yo sé con anticipación que vendrán a Mi encuentro buscando fuerzas internas para enfrentar su propia batalla interior.
Solo les digo que se necesita valentía y amor para vivir en Mi Proyecto, porque para ser bienaventurados de espíritu, ustedes antes deberán conocer el desierto de sus seres. Y allí, en el desierto, Yo estaré para darles de beber de Mi Fuente Misericordiosa de Piedad.
Confiésense Conmigo y solo díganme todos los días que están Conmigo.
Vivan en la fe.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón: En este día de Aparición mensual de San José, Cristo Jesús transmitió Su mensaje diario en la presencia del Castísimo Corazón.
Queridos hijos en la Tierra:
Los Sagrados Corazones, en estos tiempos, tienen el propósito espiritual de transformar y elevar la condición de la humanidad actual. Con este fin, el Castísimo Corazón de San José se ha propuesto ayudar en el despertar de la vida espiritual a las consciencias que están dormidas.
De esta manera, el Sagrado Corazón de Jesús obra por medio del Castísimo Corazón de San José para abrir una fuente inagotable de Gracias y de Pureza Infinita para toda la humanidad, a través de este gran Espíritu Obrero.
Jesús quiere consagrar América al Sacratísimo y Bendito Corazón de San José para que esta parte de la humanidad alcance la paz y la pureza del alma y del cuerpo. Esto será posible mediante las oraciones diarias y constantes que nombren las Bienaventuranzas del Casto Corazón.
Si la humanidad en su mayoría respondiera al pedido del Sagrado Corazón de Jesús habría, por intercesión de este Obrero de Dios, una salvación ilimitada de almas que en estos tiempos se están condenando al Infierno eterno.
Antes de Mi Venida gloriosa, América deberá consagrarse al Castísimo Corazón de San José y al Inmaculado Corazón de María, para que esta parte del mundo sea digna de recibir la visita espiritual del Rey de las Estrellas.
Si esta consagración a San José y a la Virgen María se realizara como un voto por parte de las almas, los acontecimientos cambiarían y la humanidad sería perdonada en su totalidad.
Para una mayor consagración de las almas al Bendito y Sacratísimo Corazón de San José, Mi Consciencia Misericordiosa les dejará por escrito en este día Las Siete Bienaventuranzas del Castísimo Corazón de San José, Bienaventuranzas que les permitirán encontrar fuerzas internas para los tiempos críticos, con el fin de que se establezca la paz en todos los seres.
Las Siete Bienaventuranzas del
Castísimo y Sacratísimo Corazón de San José
Primera Bienaventuranza
Recibir los Dones del Cielo
por medio de la consagración al Padre en la Tierra.
Segunda Bienaventuranza
Redimir los errores
a través del amor al Venerable San José.
Tercera Bienaventuranza
Perdonar el pasado
por medio de la cura del Casto Corazón.
Cuarta Bienaventuranza
Vivir eternamente la aspiración de servir.
Quinta Bienaventuranza
Ser misericordioso hasta en las pequeñas acciones
para que las Gracias desciendan desde los Cielos.
Sexta Bienaventuranza
Orar con el corazón para que la devoción del alma emerja.
Séptima Bienaventuranza
Preferir estar en el Cielo junto al Casto Corazón de San
José para que todas las almas encuentren la salvación.
Quien medite sobre estas Bienaventuranzas recibirá el impulso de permanecer eternamente bajo el amparo divino del Castísimo Corazón de San José.
Bajo la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, sean puros y bienaventurados.
Gracias por recibir en el corazón el Amor del Casto Corazón de San José.
Cristo Jesús
Queridos Míos:
En verdad les digo, el alma que se aferre con devoción y amor a la Hora de Mi Misericordia podrá ser reconocida como un alma bienaventurada, capaz de llevar en sus manos el estandarte de Mi Paz. Así Yo le daré, en la hora culminante, el poder de la palabra y del espíritu para que los corazones puedan reconocer Mi Presencia entre sus labios y su pequeño espíritu.
También estoy aquí, en este día, para confirmar a las almas que desde el principio hicieron un voto de consagración a Mi Sacratísimo Corazón de Amor. Además les digo que ningún alma perderá el lazo de amor que la une con Mi Corazón mientras corresponda a la grandeza de Mi Eterno Llamado.
En estos tiempos de purificación para sus corazones, Mis Rayos descienden desde el corazón de este Universo para develar los misterios de Mi Cristificación como hombre y como consciencia. Esto ocurre con la intención de que todos Mis discípulos, como almas del mundo, puedan pronto imitar Mis Pasos en las diferentes fases de la vida.
Queridos, día a día les traigo Mi Reino, para que en la vida terrena se afirme el compromiso de sus almas con Mi Eterno Espíritu. Así, el ejemplo de amor y de devoción por Mi Sagrado Corazón abrirá la puerta para todas las consciencias que padecen en el sufrimiento y en la eternidad del propio infierno.
Cuando sus seres, a pesar de todo, se disponen para recibirme con verdad y fe a las tres de la tarde, la Fuente Inagotable de Mi Misericordia circula por el mundo como el vuelo del Espíritu Santo, para convertir a los corazones y para liberar de las amarras a cuantos viven presos de la ilusión del mundo.
Día a día, a través de Mi Misericordia, los invito a la colaboración con Mi Plan de Rescate y de Conversión del mundo.
Bajo la Luz Infinita del Padre y del Espíritu Santo, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús, el que regresa en victoria a sus vidas.
Hijos:
Que hoy puedan descansar en la Fuente de Mi Misericordia, la que les quitará la sed.
Estoy con ustedes acompañando sus pasos, porque después de cada estado y prueba interna viene la victoria de poder trascenderse. Mis queridos, en un ciclo de purificación, permitan purificarse para que en el encuentro con el Padre puedan reafirmar sus votos con el Plan de Amor.
Los contemplo todos los días desde la oración. Los conduzco al igual que el marinero que dirige la barca hacia el Paraíso. Ustedes son Mis seguidores, Yo Soy su Pastor.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más