APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL 8.° ENCUENTRO ANUAL DE LOS HIJOS DE MARÍA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

 

Adonai,
Misericordia, Misericordia, Misericordia,
Redención, Redención, Redención,
para este planeta.

Amén.
(seis veces)

 

Aunque la oscuridad parezca aprisionar a la consciencia del planeta y a todas las almas posibles, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque todas las guerras se desaten en el mundo y las almas emigren a diferentes naciones, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque se avecinen los tres días de oscuridad y la confusión mental esté presente en la mayoría de Mis hijos, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque, en las ciudades de diferentes lugares del mundo, muchas consciencias vean caminar a entidades, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque la desesperación, la angustia y la ceguera espiritual estén presentes en la mayoría de Mis hijos, especialmente en aquellos que dirigen las naciones y someten a toda la sociedad; Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque el sufrimiento parezca más grande que el amor, aunque el dolor sea más grande que la cura, aunque la mentira parezca más grande que la verdad y aunque la impunidad sea más fuerte que la fraternidad; Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Y aunque las almas de este mundo, es decir todas las personas, vean que suceden cosas horribles, que se abren muchas puertas inciertas y que se sigue sometiendo a las almas por la injusticia y la mentira de este mundo; Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Mi promesa sigue vigente y latente.

Yo vendré, después de Mi Hijo, para restablecer el Reino Espiritual y Celestial en el planeta. Por eso, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Esta es la hora de todos los Hijos de María. Esta es la hora de la confirmación de todos los apóstoles de Cristo.

¿Quién sostendrá, junto a la Madre Celeste, el estandarte de la Paz?

¿Quién no permitirá que su corazón se enfríe delante de esta indiferencia planetaria?

Este es el tiempo de la confirmación final de todos los Hijos de María, porque el tiempo de la preparación ya pasó. Ahora ya no son Mis niños, ahora son los servidores adultos en evolución.

Ahora, deben ser embajadores de la paz y ciudadanos de este universo, para que los Atributos Divinos desciendan a la Tierra y los millones de almas en el mundo, debido a las guerras y los conflictos, no se olviden de que Dios es Amor, Verdad y Justicia, y que nadie, ni ningún acontecimiento borrará de los corazones la esencia del Amor de Dios, aunque parezca que el sufrimiento, los conflictos y las migraciones borren en los corazones la Verdad, que es el propio Dios Vivo.

Por eso, Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Este es el tiempo de que los Hijos de María sean verdaderas consciencias decididas a servir al Plan, que permitan que el espíritu superior de cada hijo Mío descienda y que, a través de su propio origen universal, se establezcan en la Tierra los Espíritus Guerreros de la oración, los Espejos de la oración, los Contemplativos de la oración, los Guardianes de la oración, los Vigilantes del Plan, los Curadores del Amor de Dios y los Gobernantes del Rey Universal.

Coloquen sus consciencias en la dirección correcta, no permitan que lo superficial y lo horizontal los envuelva. No permitan que las fuerzas contrarias a la Luz sigan sometiendo a todas las consciencias a través de la desinformación y de la mentira.

Coloquen sus consciencias en dirección vertical y vean, en lo alto de los montes de este mundo, la victoriosa y luminosa Cruz del Redentor, que ya no será la Cruz del sufrimiento, sino la Cruz de la Misericordia, de la Justicia y del Amor que se ofrece a ustedes, de tiempo en tiempo, para que a través de la victoria de la Cruz en sus vidas, sus consciencias se eleven  a Dios y, en nombre de todos los que niegan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, establezcan en este mundo la Justicia Espiritual y la Compasión, lo que permitirá que los que se han condenado al fuego del infierno, hablo de los que dirigen las naciones y todos sus súbditos, tengan la oportunidad de que, a través de Mi Hijo, el Cristo Redentor y Resucitado, todos se puedan redimir, porque ese es el verdadero Amor, amar al enemigo y no destruirlo. 

Aunque el enemigo destruya en lo material, mental o espiritual, los invito, Mis amados ejércitos orantes, los invito, Mis amados Hijos de María, a que en este tiempo sean verdaderos estrategas del Plan de Dios, que no luchen con armas, que no ofendan con palabras, que no atraigan a través del pensamiento lo que es negativo, sino que sean como Mi Hijo, el Cristo, que en lo alto del Monte Calvario redimió al mundo entero, hasta el último momento de Su expiración.

Por eso, Mis amados hijos, es hora de cambiar la frecuencia de este mundo y permitir que, a través de las columnas de la oración, del servicio, del diálogo, de la compasión y del entendimiento, se abran las Puertas de los Cielos para que las Gracias de la reparación, de la cura y de la redención desciendan sobre las almas más necesitadas en este tiempo y, así, se cierren los infiernos de la superficie de la Tierra, en donde grandes consciencias negativas trabajan en la involución de las consciencias y de las almas.

Pero en esta estrategia espiritual que Yo los invito a practicar por medio de la oración, de la adoración, de la Comunión y del servicio, no deben desafiar ni tampoco tentar al enemigo. La estrategia del silencio será su escudo. La estrategia de la oración será su espada que cortará los grilletes del mal y disolverá los infiernos, en donde muchas almas radican sin poder encontrar la Luz y el Amor.

¿Ahora, comprenden la estrategia de estos tiempos? 

Porque el mal se disolverá por su propio mal. Recuerden que Mi Hijo es el Amor, Él es la Verdad y Él es su Vida, y que Su Amor es lo que le cierra las puertas al mal.

Decídanse, Hijos de María, no solo a ser los apóstoles del fin de los tiempos, no solo a ser consciencias disponibles, decididas y definidas, sino también ofrézcanse a Mi Hijo y a Mi Materno e Inmaculado Corazón como chispas de la Luz de Cristo, códigos de Su Amor Redentor, espejos de la Madre Celeste, que pueden brillar en la superficie de este planeta para que el caos sea vencido, extirpado y retirado de la consciencia humana.

Así como les dije ayer, no quiero venir con un Mensaje de advertencia o de miedo. A través del Universo Celestial, Yo les traigo la verdad y la realidad para que sus ojos ya no se confundan, para que su atención no sea desviada por el caos de este mundo y por la ilusión.

A través de las almas bondadosas y generosas, a través de las almas de sacrificio y de las víctimas del Amor de Cristo, es en donde, una vez más, triunfará el Amor, la Justicia y el Bien de Dios. Y esa será la gran y victoriosa justificación ante todos los pecados y errores del mundo, y mismo delante de todas las guerras, condenaciones, sacrilegios e indiferencias, porque las almas serán esa justificación ante Dios, las almas, los Hijos de María, que a partir de hoy decidan que sus vidas ya no les pertenecen, sino que sus vidas pertenecen a Dios, el Creador.

Así abrirán la puerta correcta para vivir Su Divina Voluntad. Crean que esto es así. Crean y sientan, en este momento, la misma situación interior y espiritual que su Madre Celeste, la Virgen María, vivió con el Arcángel Gabriel.

¿Acaso ustedes creen que Yo dudé del Llamado de Dios cuando recibí ese Llamado del Cielo?

Ustedes están ante el mismo momento interior. Están ante la gran oportunidad, en nombre de muchos hijos perdidos, de abrazar el Llamado de Dios, de amar la cruz, para que ella se vuelva más victoriosa y redentora.

Hoy, vengo de un lugar del universo, de un lugar de este sistema solar, en donde los Espejos Celestes vuelven a trabajar por la paz en el mundo, de una forma silenciosa e imperceptible. 

Por eso, invito a todas las almas orantes, a todos los corazones espejo, a que, en este día, muy especial para Mí, en donde muchos Hijos de María tienen la oportunidad de renovar sus votos internos y de dar un paso definitivo y verdadero, a que los corazones orantes estén muy unidos a los Espejos Celestes de la Madre de Dios; porque ustedes saben que la humanidad lo necesita, necesita de esa paz que fue boicoteada, de esa esperanza que fue condicionada, de ese amor que fue oprimido y sepultado, de esa fraternidad que fue disuelta a través del mal, de la impiedad y de las guerras.

Son los Espejos Celestes de la Madre de Dios que hoy se reflejan en los corazones orantes, que elevan su verbo hasta los Tronos de Dios para suplicar por Misericordia y Redención.

Que se alegren los que han persistido hasta este momento del camino.

Que mediten los que no consiguieron seguir los Pasos de Cristo.

Que oren todos Mis hijos por aquellos que fueron desviados del propósito del Amor, por diversas situaciones y circunstancias.

Quiero que cada Hijo de María, hoy, delante de la cruda realidad del mundo, del dolor y del sufrimiento de las almas más inocentes e inofensivas, que Mis hijos, los Hijos de María, no solo se sientan envueltos por Mi Manto Celeste para que en sus corazones brille la Estrella de la Hermandad, sino que en nombre de aquellos que no pueden llegar hasta Mí, por el conflicto y las guerras, por la desesperación y la angustia, por la oscuridad y el absoluto vacío de los desiertos de la vida, quiero que Mis Hijos de María, en nombre de cada uno de ellos, coloque su cabeza sobre Mi pecho para que Yo los pueda abrazar con Mi Luz y con Mi Amor.

En este momento, sientan en el silencio del corazón el latir del Corazón de la Madre Divina, de un Corazón que los ama, de un Corazón que los acepta, de un Corazón que los abraza, de un Corazón que los baña con el Amor de Dios, de un Corazón que los ilumina en cada uno de sus pasos.

Sientan, por un momento, el Corazón de la Madre de Dios, un Corazón que sufre por el mundo cuando las almas se distancian de Dios, cuando las almas se alejan del Padre de la Divina Misericordia.

Ahora, abrácenme, colocando sus manos en Mi cintura, sobre el cinturón dorado de la Madre de Dios, y coloquen sus oídos sobre Mi pecho, el Centro de Luz Femenino de la Creación, que guarda y protege a todo el universo y la vida.

En esta alianza Conmigo, internamente, renueven sus votos con el Padre Creador.

Yo les agradezco por escucharme y también les agradezco por tener la valentía de persistir, para que el Retorno de Cristo sea una victoria en el mundo entero.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

Oremos. Aún con nuestra cabeza sobre el pecho de la Madre de Dios, oremos junto a Ella en unidad y confianza, en fraternidad y amor.

 

Señor,
 que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza,
que la humanidad pueda expresar su arquetipo,
que la palabra sea viva y construya Tu Templo,
que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.

Amén.
(tres veces)

 

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ante la sombría situación planetaria no dejes de buscar, dentro de ti, a Dios. No dejes de encontrar, dentro de ti, al universo que eres y al propósito que te ha traído hasta este momento.

Así, pasarás a estar en otra dimensión y bajo otra vibración.

Comprenderás los acontecimientos de estos tiempos con otra perspectiva y ya no serás uno más dentro del caos planetario, sino que podrás convertirte en un instrumento en las Manos de Dios, para que Él, en este momento crucial de la humanidad, pueda obrar a través de ti por medio de Sus impulsos de Amor y de Unidad.

No dejes de elevar tu consciencia hacia el Padre.

La humanidad se sumerge, día a día, en su proceso de definición. Las puertas hacia las oportunidades se están cerrando.

Pero Mi energía de Gracia podrá llegar a ustedes siempre que lo necesiten, porque Mi Gracia es un gran afluente, es una Fuente inagotable para aquellos que abran su corazón para recibirla.

Por eso, aspiren a encontrar lo verdadero que son. Libérense a tiempo de las amarras de la vida, de las prisiones de la consciencia, de los obstáculos en el camino espiritual.

Eso no significa que no vivan batallas con ustedes mismos, sino que aprendan a atravesar esas batallas con inteligencia y oración, porque la purificación del ser humano es algo bastante amplio y desconocido.

Sus realidades se desdoblan y se multiplican de una forma indescriptible. Pero ustedes no conocen todo. Por eso, deben elevar sus consciencias para alcanzar el punto máximo de trascendencia y de amor. 

Allí no existirá el conflicto, sino la transición.

Allí también podrán ayudar al resto de la humanidad a salir de su condición retrógrada para que, antes de que se cierren las últimas puertas de las oportunidades, la mayoría de Mis hijos pueda atravesar su estado de consciencia para encontrar la Verdad.

¿Qué representa para ustedes, hijos Míos, la Verdad?

No solo es saber lo que es la realidad, sino también comprenderla. 

La Verdad no es una forma, es la evidencia de una realidad que no está bajo el control de nadie y que viene como impulso de revelación desde la Fuente.

No toda verdad que se muestra en el mundo es cierta. Por eso, en este momento no pueden confundirse.

Deben alimentar sus espíritus de la verdadera oración, es allí en donde todo se muestra, es allí en donde todo se responde.

La humanidad no le ha dado importancia al ejercicio espiritual con el instrumento de la oración.

Ella es su fortaleza en este momento.

Ella es el camino que los llevará a encontrar su verdadero ser.

Ella les permitirá purificarse y trascender sus aspectos humanos.

Pero para saber de la oración deben amarla para reconocer el pulsar que ella tiene en el universo y dentro de cada ser.

Mientras la humanidad no se comunique con lo Alto a través de la oración, ¿cómo terminará la pandemia?

La desconexión de la raza humana es muy grande, pero también desconocida.

No estoy hablando aquí de religiosidad ni de ninguna doctrina. Hablo de la posibilidad que cada hijo Mío tiene de poder estar en Dios y en comunión con Su Espíritu.

Si el Padre depositó, dentro de cada uno de ustedes, Su Reino, ¿por qué no lo buscan? Ya saben dónde está el camino para poder retornar a Su Casa Celestial.

Pero las almas deciden tomar otros caminos, aun aquellas que una vez se consagraron e hicieron promesas de votos ante Mi Hijo y no las cumplieron.

Vivir la espiritualidad no significa estar solamente adherido a ella.

Vivir la Voluntad del Padre no es algo pasajero ni tampoco un gusto de cada uno.

Las almas no saben lo que significa no responderle al Padre Eterno. Por esa razón, están en esta situación planetaria.

Mi Hijo espera aún que Sus compañeros encuentren el camino de la Verdad para salir de la confusión y del sufrimiento.

Hijos, dejen de ser víctimas de ustedes mismos y pasen a ser víctimas del Amor de Mi Hijo. Así, Él les ofrecerá el sacrificio y el sufrimiento que Él vive por cada uno de Mis Hijos. 

Así, sentirán en ustedes las Llagas del Señor, que no son físicas, sino internas y lo acompañarán en este calvario que Él vive a través de Mis hijos del mundo.

Yo deseo que alcancen el camino de la Verdad con determinación, para saber más allá de lo que sucede en este momento; cuál es la verdad que se presenta, de ciclo en ciclo. 

Hay algo que los protegerá de ustedes mismos y del mundo, que es la obediencia; porque la obediencia los llevará a comprender y a ver en qué punto está su humildad y su oferta.

No es solo obedeciendo que alcanzarán la unión con el Padre Eterno, sino a través de ella, siendo humildes y entregados a los Designios Mayores.

Ahora, Mis manos siguen tejiendo la red de oración en el mundo y sus oraciones pueden formar parte de esa red, de ese gran Manto interno que la Madre del Mundo está tejiendo para socorrer a las almas que sufren, para ayudar a sostener a las naciones y a los pueblos.

Pero mientras la humanidad no cambie de estado de consciencia, no podrá encontrar la verdad ni salir de la situación en la cual se encuentra, porque es necesario hacer penitencia para ser bendecidos por una Gracia Mayor, que aún Mi Corazón Inmaculado guarda para, algún día, entregar esa Gracia al mundo. Gracia que lo retirará de la actual situación que vive.

Pero aún, hijos Míos, es insuficiente la adhesión de los verdaderos orantes. Hablo de la humanidad entera, de todos los que de alguna forma u otra oran a Dios, a la Fuente, al Universo, a la Creación.

Así, comprenderán la universalidad de Mi Mensaje, para que cualquier ser humano comprenda lo que estoy diciendo. Mensaje que no se remite a algo religioso, sino a algo universal y planetario.

Sus miradas, hijos Míos, deben salir de lo horizontal. Sus ojos deben elevarse hacia lo vertical para encontrar la Cruz de Cristo. Allí está, en la Cruz, la justificación de sus errores y de todos sus males, allí está el perdón y la redención de toda su historia cósmica y terrestre.

Póstrense ante la Cruz de Cristo e invoquen el Poder de Emmanuel.

Hemos dejado, en los Centros Marianos, el símbolo de la salvación del mundo y el Padre Celestial ha depositado alguno de Sus Aspectos divinos sobre la Cruz de Emmanuel.

Por más que estén lejos o en otras naciones, la Cruz de Emmanuel es omnipresente. Invoquen la Luz azul, y el Poder de lo eterno los auxiliará y aplacará las epidemias, junto con todos los que adoran el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo.

Que la Cruz de Emmanuel y el Santísimo sean el símbolo de protección en la batalla de estos tiempos.

Coloquen, detrás de las puertas de sus casas, una imagen con la Cruz de Emmanuel de los Centros Marianos y que cada uno la tenga consigo en la mesa de su habitación.

Cuando oren o cuando adoren, tengan esa imagen consigo y el Padre, el Todopoderoso, los protegerá de lo que ahora sucede en el mundo y las almas que han sido víctimas de esta tragedia epidémica mundial serán contempladas por la Misericordia y serán llevadas hacia el Reino de la Paz.

Quisiera hablarles, algún día, de todo lo bueno que podría suceder si la humanidad cumpliera los Mandamientos y viviera las Leyes universales.

Por eso, a pesar la actual situación planetaria, no desistan ni bajen los brazos. Hagan todo lo mejor y un poco más, esfuércense verdaderamente y no se engañen. Hagan el sacrificio de corazón y no con apariencias, sean verdaderos ante la mirada de Mi Hijo, el Cristo, y Mis Gracias podrán seguir descendiendo en un momento crucial.

Que los ángeles de la guarda los acompañen, que sus alas los envuelvan en la Luz Divina.

Que el silencio de sus oraciones los inspire a seguir dando los pasos hacia el Redentor, para que la rendición sea vivida por todos, a fin de que surja definitivamente una Nueva Humanidad libre de la indiferencia, del pecado y del sufrimiento.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Unidos a la Virgen Santísima, respondemos en este momento a Sus intenciones, permitiendo que Sus palabras lleguen a lo más profundo de cada ser de este planeta.

Que las Palabras de la Madre Divina resuenen en todos los rincones de la Tierra para que, erguidos por Su Luz y protegidos por Su Amor, cumplamos las aspiraciones del Padre Eterno.

Vamos a orar juntos el Padre Nuestro en arameo, la lengua original que hablaba Jesús en aquel tiempo y, vislumbrando en el horizonte de nuestro interior el surgimiento de la Nueva Tierra y de una Sagrada Humanidad, nos colocamos, al igual que el antiguo pueblo de Israel, a los pies del Monte de las Bienaventuranzas en donde Nuestro Señor proclamó una vez esa oración y nos enseñó a unirnos al Padre Eterno.
 

Padre Nuestro en arameo
(transliterado al español)

Abbun debashmaia
Netkadesh eshmoj
Teite malkutaj
Nejuei sevianaj aikana
Debashmaia af ba-arja
Jav-lan lajma teesunkanan iagmana
Washpocklan jaubein wajtagein
Aikana daf jenan shoaken oljaiaben
Wela tajlan letnesiuna
Ela patsan men bisha
Metul delaje malkuta
Wajela wateshpurjta
Laj-lam almin
Aamein.

Nos recogemos en nuestro corazón para reflexionar sobre los impulsos recibidos de la Madre Divina.

Y para terminar vamos a entonar juntos, como una sola voz y un solo corazón, el cántico “Fuente Primordial”.

APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Treinta y tres son las constelaciones principales de este Universo que llevan adelante la vida evolutiva, lugares de los cuales muchos provienen y que han venido con un motivo especial a la Tierra, para formar parte de esta escuela de redención y de perdón que Mi  Hijo les viene ofreciendo desde el principio.

Nadie podrá entrar al Reino de Dios sin antes pasar por esta escuela.

Es necesario que el Universo se vuelva a recrear en base a sentimientos de paz, de amor y de caridad, en base a experiencias de redención y de perdón; de un sentimiento capaz de ir más allá de todo, así como lo hizo Mi Hijo hasta el último momento en lo alto de la Cruz.

Pero Él reunió en aquel tiempo a todos los que necesitaban de redención y de perdón, no sólo los que estaban presentes durante el acontecimiento de la Pasión de Mi Hijo recibieron esa gran oportunidad universal, sino también todas las constelaciones que forman parte de este sistema de vida, del cual la Tierra también forma parte desde hace mucho tiempo.

Pero para que esta humanidad alcance un nuevo estado de consciencia, será necesario vivir la escuela de la redención y del perdón colocando a los pies del Creador todos los acontecimientos, todas las experiencias y todos los hechos que modificaron Su divino Plan de Amor.

Por eso, hijos Míos, hoy les digo a todas las criaturas de la Tierra que estamos ya en el tiempo de vivir esa redención, para poder definitivamente trascender el sufrimiento y las secuelas que el dolor deja en la vida de los seres humanos.

Ya no es necesario aprender más de los errores, es necesario aprender del amor, de un amor incondicional y vivo que es capaz de dar la vida por el otro, así como Mi Hijo la dio por cada uno de ustedes.

En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo en la Tierra y vivió Su Pasión, se abrió la puerta de la gran oportunidad para la humanidad y aún esa puerta está abierta a pesar de los errores presentes, es la puerta que Nosotros cruzamos cada vez que venimos del Universo a la Tierra para anunciar la Palabra de Dios, para entregar las gracias a Mis hijos y para dar nuevas oportunidades a todos los que las despreciaron por alguna razón.

Todos, absolutamente todos, están ante esa puerta de redención. Esto va más allá de la religión, de la sociedad, de los pueblos o de las naciones. Va más allá de los errores que hayan cometido en el Universo porque esa puerta está abierta por el Amor de Dios, por el Amor que Él tiene por cada uno de Sus hijos, a pesar del desprecio que Él recibe en este tiempo.

Eso también es obra de la divina e insondable Misericordia, a fin de que todas las criaturas que vinieron del Universo, y que hoy están presentes en esta humanidad, no pierdan esa oportunidad de redimirse y de amar incondicionalmente así como Jesús los amó.

Ante la revelación de estos tiempos es importante tener consciencia de lo que estamos viviendo, hijos Míos, porque esa oportunidad que hoy ustedes reciben, también la pueden recibir sus hermanos del mundo entero, buscando de una manera precisa y objetiva que las almas puedan despertar a lo que vinieron a realizar a la Tierra y puedan hacer parte de sí el Plan Divino de nuestro amado Padre Creador.

El Universo no sólo gira en torno a este mundo. El Universo es algo más que el Universo en sí. Él es más amplio de lo que parece, más vasto de lo que tiene, más infinito de lo que posee.

El Universo aún está por mostrarse a la humanidad. Sólo en los últimos tiempos, el Universo se mostró a través de la Jerarquía espiritual, con el fin de buscar el despertar de la humanidad, con el fin de entregar la advertencia de estar desviándose del Propósito de Dios, yendo por el camino de la autodestrucción.

Por eso la intervención divina se da de tiempo en tiempo, así como la intervención de la Jerarquía espiritual en diferentes regiones del planeta, con diferentes culturas y con distintos impulsos de luz que llegan de la Fuente de la Creación para traer consciencia al hombre de superficie.

Es así que hoy el mundo entero, en este día 13 de marzo de 2019, está ante la presencia de su origen, de la oportunidad de recapacitar espiritualmente y de enmendar todos los hechos por más que ellos sean desconocidos y lejanos.

Hoy los primeros velos de la consciencia caen de sus rostros para que puedan ver la realidad que deberá ser redimida y perdonada, porque esa realidad ya no estará en la Nueva Tierra, no estará en el sentimiento ni en la consciencia de la Nueva Humanidad. Todo, absolutamente todo, será transformado especialmente en este tiempo de transición y de caos.

La ampliación y la profundización del amor en la consciencia del ser humano, será la gran llave del fin de estos tiempos que podrá remediar el caos que existe en las naciones, traer paz donde ya no existe y fraternidad donde hoy no se vive.

Esa llave del amor que está en sus manos y especialmente en sus corazones, será la puerta que Cristo utilizará para retornar a la Tierra.

No será una alegoría, será una realidad viva que llegará de la noche a la mañana.

Por eso, es el tiempo de que el mundo entero resuelva sus deudas, perdone sus conflictos y trascienda los errores por la ayuda de la intervención divina que en este día el Universo les da.

Cada nueva consagración de Hijos de María es la oportunidad de ampliar ese conocimiento divino y de aproximar esta revelación a la consciencia humana, de lo que existe en el Universo, así como de lo que existe dentro del universo interior de cada ser.

Este es el momento en donde se puede profundizar el conocimiento, en donde las almas se pueden volver más conscientes de todo lo que hicieron para poder enmendarlo y perdonarlo, para poder vivir finalmente el propósito que los trajo aquí.

Por eso hoy la consagración de Hijos de María será especial para Mí, porque va más allá de su persona, va más allá de sus espíritus, llega muy cerca del Propósito Divino, del motivo principal y primordial que esta consagración generará en la humanidad y no solo en un grupo de personas.

Con esa expansión de consciencia es que hoy los llamo aquí para que vengan a consagrarse, porque estarán haciendo votos no solo con sus mundos internos, con el propósito que los trajo aquí, sino también estarán haciendo un voto con la humanidad, sabiendo que la humanidad finalmente deberá aprender a vivir la Voluntad de Dios, que ya no será necesario pasar por tantos errores y sufrimientos para poder aprender algo.

Hoy es la escuela del Amor que Yo les ofrezco a los Hijos de María, especialmente a los que hoy se consagran y colocan a Mis pies la oferta de su corazón y de su vida para alcanzar algún día la Voluntad de Dios.

Que hoy la llama espiritual de sus corazones esté encendida para que la sabiduría esté presente en la Tierra, más allá de los acontecimientos o de las pruebas, para que siempre la Sabiduría de Dios, como una llama viva, los lleve al Amor de Dios y a la experiencia del perdón, que deberá ser vivida en este tiempo con profunda sinceridad y verdad.

Escuchando el himno de su consagración, hoy volvemos a renovar los votos ante el Padre Celestial en el camino de la persistencia y de la fe, de la constancia, de la caridad y del bien por encima de todo mal o de toda prueba, de toda dificultad o de toda enfermedad, confiando plenamente en la Presencia de la Divina Gracia, en el Universo de la Misericordia de Dios, que en esta noche los congrega en la Presencia del Divino Espíritu para consagrarlos y bendecirlos, en el nombre del Amor.

Que estas flores que fueron colocadas hoy a Mis pies, no sólo sean recibidas por los que hoy se consagrarán, sino por todos los que están aquí, que Me acompañaron aquí, hasta Aurora, para apoyar a su Madre Celeste en este impulso de la nueva revelación que el Universo de Dios les está entregando para que se pueda vivir el perdón y la redención.

Que estas flores que hoy dejaron a Mis pies les recuerde el retorno a sus orígenes, a su esencia interior, a su pureza original, a su verdad, la verdad que Dios les colocó desde el principio como esencias, como almas, como espíritus.

Que estas flores, estas rosas, les recuerden siempre la Verdad de Dios, y especialmente la infinidad de Su Amor y de Su Sabiduría, presente y viva en toda la Creación.

Que sus vidas, hijos Míos, algún día se conviertan en una flor, para que la Luz del Cristo, del Cristo vivo, se irradie a la Tierra, Amén.

Yo los bendigo, los consagro y los despierto a la verdad universal, a la verdad del amor, a la verdad de la sabiduría y de la cura que todos los seres pueden vivir para alcanzar la felicidad celestial de estar en Dios y con Dios para siempre.

Yo los bendigo, con la autoridad que Mi Hijo Me concedió y por los méritos de Su preciosísima y divina Pasión, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pueden cantar.

Les agradezco

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE MADRID, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN 

Yo soy la Madre de todos los hijos del mundo y les traigo desde el Cielo la Paz que es posible vivir en estos tiempos.

Por eso estoy aquí, queridos hijos, para que puedan creer en ello, porque a pesar de lo que sucede en la humanidad, Mi tarea no deja de cumplirse en todos los corazones.

Abro los cielos para que sus corazones se puedan elevar hacia Mí y así ingresar en el Corazón de Dios que, con amor ardiente, los espera para poder acogerlos en Su Espíritu y en Su Divinidad.

Queridos hijos, vengo a Madrid con la misma misión que hace dos años atrás. La Guadalupana ahora debe recorrer cada provincia de España y debe llegar a los corazones que ustedes desconocen, porque si ustedes peregrinan Conmigo, llevando la Santa Imagen, los corazones la buscarán, porque han perdido la fe en Dios y necesitan reencontrarla.

Por eso, Yo estoy aquí, queridos hijos, para pedirles esto; porque desde el Corazón de España es posible que esa tarea pueda comenzar. Y así, encontrarán almas que necesitarán vivir de la oración, necesitarán aprender a orar y saber cómo conectarse con Dios.

Ustedes, que ya viven dentro de Mi escuela de oración, sabrán cómo hacer y cómo enseñar, porque Yo los inspiraré con el poder del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Así, queridos hijos, irán conociendo los Dones de Dios que están esperando descender sobre la humanidad y en los corazones simples que se abran a encontrar el camino de la consagración al Plan del Altísimo.

Hoy vengo aquí para unir lo que está separado entre las consciencias, así como lo dice el cántico. 

Vengo a establecer en sus esencias la Nueva Humanidad, algo que hoy no podrán comprender, queridos hijos, pero que lo irán construyendo dentro de ustedes, dando los pasos en el Plan del Señor y en la redención que les ofrece Mi Hijo en este tiempo. Así, queridos hijos, nunca estarán solos. Por más que sientan que pierden las fuerzas internas, Mi Corazón siempre los apoyará.

Yo soy esa sagrada mano que se extiende hacia ustedes para que la puedan tomar fuerte, y sentirse completamente seguros en este camino de conversión y de transfiguración de sus vidas.

España debe ser el reino de Mi Inmaculado Corazón porque, unida a Portugal, podrá irradiar la paz para todo el continente europeo y más allá de él. 

Saben, queridos hijos, que cuentan con el Santuario de Lys y también con el Santuario de Medjugorje, pero aún no es suficiente. Hay corazones que aún no están arrepentidos y que no encuentran el camino hacia Mi Hijo.

Yo vengo a mostrarles el sendero que los lleva al Corazón del Padre Celestial, y esto dejará de ser una teoría o algo tan invisible para ustedes, queridos hijos.

Necesito que se formen como Mis columnas, como ya se los dije una vez y que sigan fortaleciendo su vida espiritual para que Yo pueda estar cerca de ustedes y guiarlos por este camino del fin del tiempo, entre las tinieblas y la oscuridad que vive el mundo.

Quisiera que esta imagen fuera un portal de la Paz, porque para eso Yo la he consagrado para cada uno de ustedes y de sus hermanos de camino.

Así como Guadalupe cumple una tarea importante en Estados Unidos, también la cumple aquí, porque desde aquí Yo partí para manifestarme en América y ser conocida como la Madre de las Américas y la Madre de Todos los Pueblos.

Yo inspiré a los apóstoles de Cristo cuando evangelizaron y predicaron en esta región, para que dieran a conocer Mi Evangelio, que es la historia de la Madre de Dios con Jesucristo, vuestro Señor, para que dieran a conocer Mi Obra silenciosa y que fuera testimoniada por cada uno que la escuchaba.

Esa historia llegó hasta Guadalupe, en un rincón de esta gran España. Y desde allí fui conocida por el mundo, cuando Mi sagrada Faz de la Madre de Todas las Razas se mostró a las Américas; recordándole al hombre blanco la unión con todos los pueblos, a través de la unidad y del amor que, en aquel tiempo en Guadalupe, Yo vine a instituir por orden de Dios, para que el pueblo de Europa tuviera una oportunidad en este tiempo final, en este tiempo de purificación, en este tiempo de transición.

Sus corazones se autoconvocaron para esto y no han dejado de cumplir lo que Yo he pedido, en esta Obra, de expandir la Luz de Mi Corazón por el mundo, especialmente por Europa.

Mi misión con ustedes, queridos hijos, debe ir más allá de las fronteras y de las naciones. Ustedes deben llegar a esos corazones cerrados que no quieren conocer a Jesús ni tampoco quieren saber nada de Dios. No existirá en ustedes un método para hacerlo ni tampoco una regla. Trasmitan con el amor de sus corazones, el amor que sienten por Mí, porque así, Yo obraré. Y, cuando se unan a orar con sus hermanos, por aquellos que son desconocidos por ustedes, podrán ser convertidos por Mi Amor y encontrarán la paz que tanto buscan.

Queridos hijos, Yo espero esto de ustedes, en este tiempo. Por eso, he venido aquí, a Madrid, para realizar una renovación de sus votos con el Padre Celestial y con el Plan de redención de Mi amado Hijo y de Mi Inmaculado Corazón.

El siguiente paso, en Europa, es difundir el Amor de San José y la transformación que ese santo hombre vivió siendo humano, siendo un hombre simple y verdadero. 

Así, Yo quiero, queridos hijos, crear en ustedes y en este pueblo de Europa, un hombre nuevo y dejar atrás al hombre viejo que se ha cerrado a la transformación y a la renuncia.

San José los llevará como Mediador por ese camino. Si difunden a Nuestra Señora de Guadalupe, sabrán difundir al Casto Corazón de San José, porque en verdad les digo, queridos hijos, que aún aquí en España, por ejemplo, existen almas simples que sienten a Dios en su corazón, pero que no saben cómo poder conectarse con Él.

Las almas que están cerradas son Mis almas predilectas. Son las que Yo aspiro a encontrar a través de vuestras manos, de vuestros servicios unidos a Mi Hijo, a Su Sagrado Corazón.

Aún hay mucho por hacer aquí y es hora de que sus corazones puedan crecer en esta tarea y de que no tengan miedo de dar los pasos, así como sus hermanos los han dado en otras partes del mundo, entregándose definitivamente a vivir el Plan de Dios y a cooperar para la salvación de esta humanidad, de todos los Reinos de la Naturaleza que son muy agredidos.

Queridos hijos, Yo estoy en comunión con ustedes todos los santos días de la vida y en cada momento que oran a Mi Corazón, Yo los puedo fortalecer para que vivan este Proyecto que es tan desconocido por el mundo, que es el Proyecto del Amor y de la Redención.

Hoy estoy sobre ustedes, queridos hijos, porque los amo. Los amo tanto, con el gozo eterno de Mi Corazón Inmaculado, que derrama Sus Gracias sobre Sus hijos para que puedan estar firmes y seguros del camino que Yo los invito a seguir. 

Soy vuestra Madre de la paz, soy vuestra Madre del amor, Madre de la confianza, Madre de la consagración y de la esperanza. Soy quien los levanta cuando caen. Soy quien los hace alegrar cuando tienen sus corazones tristes o cuando están confundidos por Mi adversario.

Únanse a Mí a través del Santo Rosario. Contemplen, como lo han hecho hoy, cada misterio divino de Mi Hijo. Así, sus corazones serán depositarios de los códigos del Universo Celestial, que serán imprescindibles en estos tiempos y para toda la humanidad. Pero como sé, queridos hijos, que no todos recibirán esos códigos que ayudarán a transformar el mundo. Los muy pocos que los recibirán tendrán la responsabilidad de ser consecuentes con ellos y de expandirlos con amor y alegría por el mundo.

Sus Ángeles de la Guarda confían en que lo pueden hacer. Cuentan con ellos en esta Obra de corredención que viven Conmigo y en unión con Mi Hijo.

Por eso, Yo los vengo a preparar para el tiempo final y para que nunca olviden este momento, en que el Cielo toca sus corazones y vidas para poder renovarlos e impulsarlos a dar un poco más en honor a Dios que los contempla en esta hora, con dulzura y detenimiento, a través de Mi Inmaculado Corazón . 

Sientan, queridos hijos, como Mi Paz es viva. Más allá de ser inmaterial, se siente y palpita en el corazón que se abre a recibirla.

Busquen los dones de la caridad y del bien y estarán en el camino correcto. No busquen la realización personal, sino la concreción de obras en la humanidad a través de los Sagrados Corazones.

Así, queridos hijos, como vuestra Patrona de Guadalupe y de toda España, podemos alcanzar en el silencio, la redención de millones de almas que están sumergidas en el caos de este mundo, en la superficialidad de la vida material. Mi adversario se ha encargado de cerrar esos corazones, pero Yo hoy les entrego la llave maestra, que es la llave de sus corazones, la llave del amor y de la confianza en Dios. Porque el corazón que es paciente, queridos hijos, todo lo alcanza.

Oremos ahora, queridos hijos, por la humanidad.

Oración: Padre Nuestro (en arameo).

He aquí, queridos hijos, que hoy ustedes Me ofrecen, ante los Altares de Dios, el mayor testimonio de la verdad y de la redención para los corazones del mundo, a través de la Sangre preciosa y del divino Cuerpo de vuestro Señor, quien habiendo derramado todos los códigos de la rehabilitación para los corazones y espíritus, hoy se hará presente a través de este pan y de este vino, por la transustanciación que los ángeles del universo, unidos a Mi Corazón y en adoración, convertirán a estos elementos en gloria al Padre Celestial.

Cuando beban la Sangre de Cristo, háganlo por aquellos que no beben la Sangre preciosa de Nuestro Señor. Y cuando comulguen, queridos hijos, comulguen por aquellos que lo ofenden y que lo niegan en este tiempo.

Cantarán a Nuestra Señora de Guadalupe, así como lo han hecho, para que Mi Faz unifique a todas las razas y a todos los pueblos en la espiritualidad de Cristo.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Queremos compartir con ustedes cómo fue la Aparición.

María nos pidió que hiciéramos un pequeño relato y que Madre María Shimani hiciera un comentario sobre lo que María nos instruyó hoy.

Cuando estábamos cantando, en una de las decenas del Misterio del Rosario, María primero se mostró como Nuestra Señora de la Asunción, aquella Faz que muestra cuando se eleva al Cielo en Cuerpo y Alma. Fue cuando la hermana Piedad estaba cantando el Ave María de Gómez, un momento bien fuerte.

Enseguida, en el próximo cántico, si recuerdo bien, fue cuando se creó una condición espiritual y los ángeles, una parte del universo ultraterrestre, descendieron y comenzaron a ayudar mucho a España.

Nunca había visto que una nación recibiera tanta ayuda al unísono. Fue algo simultáneo, porque era como que, de acá, desde el Corazón de Madrid, los ángeles salieron para varios puntos de las provincias de España y comenzaron a liberar muchas cosas malas, bien malas. Ahí comenzó el trabajo de liberación, que era un trabajo armonioso, un trabajo muy alineado, muy elevado.

Y bueno, llegó el momento de la Aparición y María se mostró como la Reina de la Paz y me dio la indicación de que me diera vuelta hacia ustedes, hacia los hermanos, porque Ella iba a aparecer ahí y que oráramos.

En ese momento, Yo percibí que María estaba haciendo una tarea con los internos de cada uno de ustedes, con el mundo interno, con el mundo bien profundo. Ella estaba haciendo algo como Madre, como cuando una mamá intenta arreglar un objeto que está roto. Simbólicamente les explico qué fue lo que hizo con las almas de ustedes y con muchas almas más que no están aquí físicamente, pero que están en otros planos y que María ayudó a arreglar y a restaurar.

Ella comenzó a hacer un trabajo de restauración espiritual. Comenzó a limpiar, a purificar lo que nosotros comprendemos como nuestros pecados o nuestras faltas, nuestras omisiones, nuestros juicios de valor y hasta nuestra soberbia. Ella comenzó a limpiar muy amorosamente.

Por momentos veíamos a María como si fuera con un pañito, con una telita, que limpiaba así, a nuestras almas, a nuestros espíritus, de los que están aquí presentes y de lo que no están aquí presentes también.

Ella fue haciendo esa tarea y Yo percibí que estaba, en ese momento, preparando el campo de trabajo. Ella comenzó con lo que ustedes escucharon hablar sobre Guadalupe, la Virgen Peregrina. María hizo un acto de renovación de la tarea de la imagen peregrina que está en Estados Unidos en este momento, haciendo un trabajo importante con los grupos de Estados Unidos y también aquí, en la Península Ibérica.

Y cuando María expresaba que quería que la Virgen Peregrina de aquí, de Europa, fuera por todas las provincias de España, era porque Ella iba a hacer una tarea en cada provincia. Ella sabía que nosotros nos preguntaríamos cómo hacer eso, porque nos conocemos entre nosotros, no conocemos a otros. Ella mostraba, en esa dimensión en la que se encontraba, que había consciencias que estaban esperando a la imagen. Por ejemplo, en un hospital, una residencia, un asilo, una familia de un hogar que precisa a María Guadalupe para unirse, como una familia que está separada o una persona que está sufriendo.

Ella dice que hoy hizo en nosotros una iniciación, nos inició para una nueva acción. Con esa iniciación que hizo en cada uno de nosotros, abrió una puerta digamos así, espiritualmente, para que esas almas encuentren a la Virgen de Guadalupe. Solo que Ella decía que nosotros tenemos que poner manos a la obra, así como las Vírgenes Peregrinas de otros países están haciendo en Colombia, en Nicaragua, en Brasil, en Argentina. La tarea está siendo importante con esas imágenes. 

Entonces, María nos dio un impulso. Hoy nosotros espiritualmente recibimos un impulso directamente de Ella, que no es muy usual que María lo haga, para que nosotros podamos iniciar esa tarea. Y que cuando hagamos esa tarea y nos organicemos, las cosas van a ir aconteciendo naturalmente.

Yo sentí que fue una tarea y una aspiración muy grande que colocó María sobre ustedes, que es llegar a los corazones cerrados. Ella dice que María de Guadalupe, la Virgen Peregrina, debería llegar, por ejemplo, a Rusia, porque hay muchos rusos que precisan de María, muchos rusos que precisan ser tocados por la Virgen de Guadalupe, por esa Faz.

Entonces, nosotros percibimos que María nos colocó delante de un misterio que no lo es tanto, porque Ella está revelando cómo trabaja de una forma simple con la humanidad, con las almas. Ella nos está enseñando, de una forma bien directa, a ser mediadores como lo fue Ella, como fue San José o el propio Cristo Jesús. Que no es algo que está lejos de nosotros, sino que está bien cerca de que lo podamos realizar. Entonces Ella nos dejó ese impulso para que lo tengamos bien presente.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Yo me preguntaba también, mientras escuchaba a la Madre, cuándo iba a nombrar a San José, porque era algo que había sentido super fuerte, porque Él es el que nos enseña a ser simples y a ser humildes, que es lo que nos falta, por eso no llegamos a los demás. 

No podemos llegar a las demás personas de una forma abierta, rápida y efectiva, porque no somos ni simples ni humildes. Yo sentía que necesitábamos de la intercesión de San José. Si nosotros estudiamos a San José, todo lo que nos ha transmitido, Él tiene una técnica de instrucción que es infalible. Él con esas palabras y esa forma de trabajar, esa forma de transmitir la instrucción, es capaz de recorrer dentro de nuestra consciencia espacios que ni siquiera nosotros conocemos. Entonces, era absolutamente imprescindible que San José llegara a la escena para que nosotros pudiéramos aprender de esa simplicidad y de esa humildad, porque es a través de esas actitudes que nosotros vamos a poder llegar a todos esos corazones cerrados.

Ustedes piensen cómo fue que María llegó a ustedes. Cómo fue que una persona les hablo de María y tocó el corazón de cada uno, de una forma simple, de una forma humilde, de una forma directa. Y eso es lo que nosotros tenemos que hacer por otras personas, porque no nos podemos quedar con toda la Gracia en nosotros, porque hay muchos seres que realmente están necesitando mucha ayuda. 

Si ustedes repasan los mensajes de San José, van a encontrar allí muchas llaves de cómo ser simples y humildes, verdaderos, transparentes. Y de esa forma es que se llega a otras personas, porque cuando el corazón es el que habla, todo el mundo entiende, porque no está la mente creando ninguna condición. Entonces, prestemos mucha atención, porque cada palabra de nuestra Madre, cada instrucción, cada indicación, es la que nosotros necesitamos para llegar a cumplir con esas pautas que Ella nos trae.

Entonces, nosotros los invitamos a estudiar a San José, a dejar que San José se convierta en el tercer Mensajero Divino de nuestras vidas. Porque recuerden que Ellos son tres y por algo Ellos traen cada uno, una forma diferente de llegar a nuestro corazón y convertir nuestras vidas. No dejemos que una parte de esa instrucción y de esa conversión nos falte, porque San José es el camino seguro y directo a ser simple de corazón, así como Dios nos quiere. Así que los invitamos a estudiar a San José y a acercarse a aquellas personas que más lo necesitan. 

Hay algunas formas de trabajar con la Virgen Peregrina que abren muchas puertas. Y como decía el Fray, cuando uno se anima y va a un hospital con la Virgen Peregrina, infinidad de cosas pueden pasar; porque en un hospital hay muchas personas y no solamente los que están enfermos, están las familias de los enfermos, están los que curan o los que quieren curar, todos los que trabajan en los hospitales. Es impresionante como María trabaja, Ella sola. Nosotros nos aparecemos con una Virgen Peregrina en un hospital, nos ponemos en una sala de espera y van a ver los milagros de los cuales van a poder participar.

Claro, hay que salir un poco de uno mismo y hacer eso por María y por todas esas personas que lo necesitan. Y una puerta abre la otra, y esa otra puerta abre la otra; y cuando queremos acordar, hay una cadena de personas, de almas, que fueron tocadas por el amor de Nuestra Madre. Pero se tienen que animar. Tienen que hacer algo que no sea para ustedes. Hay que hacer algo por otros. Por eso, necesitamos que San José nos ayude a ser un poco más simples de corazón. Y, bueno, hay otras formas que algunos hermanos han hecho, en otros lugares del mundo con nuestra Madre peregrina, que han sido maravillosos. Tenemos algunos testimonios, algunos videos de algunas reuniones, en las que parece que María está allí y que todos la pueden vivir. Y no están ni los videntes ni está el coral, es Ella la que está allí.

Así que nosotros los invitamos a que den ese paso, a que se animen y que después nos cuenten todas las historias que María está haciendo por aquí, por Europa.

Nos encontramos en el Corazón de nuestra Madre. Gracias.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto