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Señor, báñame completamente
con la Sangre Divina de Tu Misericordia.
Señor, lávame absolutamente
con el Agua preciosa de Tu Misericordia,
para que mi vida
sea justificable y necesaria ante Dios,
a fin de que esta pequeña parte que soy
y que representa a la más pequeña
en todo el grandioso Universo,
sea capaz de corresponder
a Tus Designios Divinos.
Para eso te pido, Jesús,
vacía mi mente y mi corazón
de todas las ideas propias.
Ayúdame a confiar en aquello
que no está bajo mi control y
que proviene de la Voluntad Divina.
Socórreme todo el tiempo
para que mi arrogancia, soberbia y desobediencia,
desaparezcan de los constantes estímulos
de mi personalidad.
Y cuando Tú, Jesús,
hayas conseguido lo que tanto esperas,
envíame adonde sea necesario,
para que yo nunca olvide que nada soy
y que solo vivo por
Tu Presencia espiritual y divina.
Transfigura todo mi ser,
que hasta la más pequeña partícula
de mi consciencia sea redimida;
porque algún día espero ser
el ejemplo de entrega y de abnegación
que Tú, Jesús, tanto anhelas.
Te suplico que no me aparte
de la humildad y de la pobreza de corazón,
porque así seré, para Ti,
el instrumento en las Manos del Rey.
Les agradezco por guardar memoria de esta intención interior.
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Las Sagradas Escrituras anuncian la venida de su Redentor al mundo por segunda vez, y todos son llamados a participar de ese acontecimiento. Por eso, hoy estoy aquí con ustedes y en este lugar bendecido por Dios, el que fue tocado por Su Mano Santa para llamar a las almas para la conversión de sus faltas y para la reparación de Su Corazón ofendido.
Estas Escrituras, las que hoy traigo entre Mis Manos, revelan que el momento está llegando. No solo ustedes sino también el mundo es llamado para vivir esto. El momento se aproxima cada día más y las señales se mostrarán ante el mundo creyente o no creyente. Por eso, sean humildes y mansos, obedientes y receptivos, y podrán estar en Mi Camino y dentro de Mi Corazón.
Pero para que ese momento tan importante llegue a la humanidad, muchas más cosas sucederán dentro y fuera de ustedes. Batallas internas e inexplicables se presentarán. Pruebas y desafíos se mostrarán. Pero no deben perder la mansedumbre y la paz, si Yo los escogí es porque hay un proyecto por cumplirse y realizarse que aún ustedes desconocen.
Por eso, líbrense de la soberbia, de la arrogancia y del orgullo, de la división, de la falta de unidad, de la ausencia de amor, de la ausencia de caridad y de fraternidad.
Yo los acompaño, silenciosamente, como en este momento acompaño al mundo y a cada uno de Mis servidores, independientemente de su religión o de su credo, independientemente de su forma de filiación con Dios, el Padre Celestial.
Este es el tiempo de que las esencias se unan en un mismo propósito. Por eso, los haré encontrarse con personas semejantes a ustedes que, a pesar de vivir sus escuelas, buscan el Camino de Cristo. Por eso, deben estar atentos para no dejar pasar Mis señales y Mis anuncios internos.
En este tiempo y en estos días, no todos los Sagrados Corazones pudieron estar presentes aquí, en Medjugorje, pero su Rey sí está aquí, en nombre de todos ellos, de los Mensajeros de Dios, de los que impulsan a la humanidad al cambio y a la transformación de la consciencia.
Les vuelvo a decir todas estas cosas porque deben recordarlas y practicarlas. Si ustedes viven los Atributos que Yo les entrego, en el día a día, no sufrirán; pero si no los viven, se resistirán y la transformación será dolorosa y nadie causará todo esto porque dependerá solamente de ustedes.
En Mi paciencia, aguardo sus pasos. En Mi contemplación, vislumbro su transformación. Pero Yo no solo les hablo a ustedes, sino también al mundo, a los que Me escuchan y a los que no Me escuchan.
A veces, no puedo decirles todas las cosas que siento y veo porque todo tiene un tiempo y un momento, pero alegren sus corazones por saber que están en el camino de la redención y de la paz. Yo los necesito Conmigo, totalmente, para poder obrar y realizar los Prodigios de Dios en la Tierra, en las naciones y en los pueblos, en los que viven en una profunda soledad espiritual, en los que no tienen amor como ustedes lo tienen todos los días.
Ya es tiempo de poder expresar Mis Atributos. Es tiempo de ir por encima de ustedes mismos, si Yo se los pido es porque lo podrán hacer aunque no lo parezca.
La obediencia los protegerá hasta el fin de los tiempos, no solo a ustedes como consagrados, sino también a Mis servidores, a los colaboradores de la Obra que Mi Madre fue a fundar en el Corazón de Aurora.
Ahora, el tiempo cambió y la responsabilidad también cambió. Ya no son solo palabras escritas en mensajes para motivar a sus corazones para hacer algún cambio, es una realidad, es una verdad, es una necesidad.
Aún hay mucho por hacer y el camino de la entrega se podrá profundizar cada día más, al punto de que se parezcan a Mí en la entrega que Yo hice en la Cruz por cada uno de ustedes y de sus hermanos, en una gran desolación y vacío. Dios estuvo allí porque Mi Corazón confió en Él como el Padre confiaba en Su Hijo hasta el último momento.
Lo que Yo les pido, en este tiempo, moverá sus estructuras, pero así lo necesito. Yo se los pediré una y otra vez, y esperaré como he esperado a muchos otros en otros tiempos.
El paso que ha dado esta Obra ha sido muy importante para Mi Madre Celestial y para el Creador, apoyando una vez más esta Misión por Europa, la que necesita de muchísima Misericordia, más que Sudamérica. Pero de ustedes siempre deberá nacer el don de la compasión para que pueda nacer en sus hermanos que están aquí y que vivieron guerras terribles por los errores cometidos en el pasado.
Todo es una consecuencia, todo es una causa y es un efecto. Los hombres se alejan del Amor de Dios, muchas veces por miedo o por desconfianza. Pero una vez más, Yo vengo a ofrecerle al mundo Mi Corazón como un fuego de amor transformador que pueda transfigurar sus células y átomos, sus mundos internos y almas, para que se pueda realizar el Plan de la Redención en la humanidad y en todo el planeta.
Públicamente no pudimos estar aquí, porque el silencio y la no exposición hacen al camino del apóstol para que se pueda reencender el impulso espiritual que fue dejado aquí, en Medjugorje, a través de su Madre Celeste hace tantos años y para que ese impulso se pueda renovar espiritualmente, de tiempo en tiempo, a fin de que Europa Oriental también reciba Misericordia, así como la reciben ustedes todos los días cuando rezan e invocan a la Misericordia de Mi Corazón.
Hoy se reunieron en Mi Nombre, a pesar de sus purificaciones y pruebas, a pesar del tiempo decisivo y definitivo en el que un gran portal de luz se abre en el Corazón del Universo para que puedan asumir más responsabilidades en el nombre de su Maestro y Señor, a fin de que el mundo reciba más ayuda y más Misericordia para que la Obra se expanda en la Tierra y se una a otras Obras que provienen del Señor, el Todopoderoso.
De esa forma, el mundo reconocerá que todos somos Uno en Dios.
Traigo este mensaje no solo para ustedes, sino también para todos sus hermanos que apoyan este momento y que forman parte de la Confraternidad de Mi Corazón, llevando en su pecho estampada la alianza perfecta con el Padre a través de la Estrella de la Hermandad Divina, la Estrella que una vez el rey David visualizó.
Es así que hoy se cumple, nuevamente, un principio. El Universo espiritual se une al Universo material para que se cumpla la Voluntad de Dios.
Este paso por Medjugorje ha sido importante para su Maestro y Señor porque es el tiempo de estar también aquí, en Europa Oriental, para dar a conocer la Misericordia de Mi Corazón y el poder de la oración transformadora que abre las puertas de los Cielos para los que creen en ella.
Los animo a seguir caminando Conmigo y por Mí. No hay nada que les falte. Mi Madre los protege y los cuida como también protege este santo lugar, en donde Su reinado de Paz se dio a conocer al mundo al igual que Su Corazón Inmaculado en Fátima.
Celebren este momento y esta oportunidad de reflexión, de ampliación de la consciencia, esta Gracia de darse más a Dios en la entrega y en la confianza.
Me voy de aquí con un alivio en Mi Corazón, sabiendo que en alguna parte del mundo Me escuchan y cumplen, con esperanza, Mis Proyectos que aún son desconocidos y que vienen del Cielo.
Los bendigo en el nombre de la Paz Celestial y en el nombre del Amor, a todos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
No importa cuán imperfecto o defectuoso seas. Eso no tiene ningún valor para Mí, lo que tiene importancia es que mejores todos los días un poco más para que, así, Mi Obra de Redención y de Misericordia se realice en tu vida y en el mundo.
Lo que verdaderamente importa es que lo intentes todos los días, que te esfuerces de verdad por agradar a Mi Corazón ofendido. Eso Me bastará para contarte como parte de Mi rebaño apostólico en el fin de los tiempos.
Nunca dejes de abrir el corazón para la transformación de la vida y de la consciencia, porque en esa simple apertura permitirás que los milagros de conversión y de transformación sucedan, de etapa en etapa.
No busco tu santidad ni tu realización inmediata. Busco lo más verdadero que guarda tu corazón y lo que aún no le has mostrado a nadie.
Ábrete a amar tus imperfecciones para que ellas se transformen. Nunca entres en conflicto ni en batalla. Nunca te dejes vencer por la soberbia ni por la arrogancia.
Ríndete a Mis Pies todo el tiempo y sobre ti construiré Mi Templo Espiritual.
Adelante.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Invocación al Divino Atributo de la Humildad
Señor nuestro,
hazme pequeño e insignificante.
Que mi persona no se vanaglorie de nada;
que mi corazón sea un puente hacia Tu santa Paz.
Señor, hazme servicial y bueno,
bondadoso y misericordioso con los demás.
Que mi consciencia siempre reciba
las correcciones necesarias de la vida;
que mi corazón humano nunca se cierre;
que yo pueda aprender a agradecer
todas las lecciones y experiencias.
Que todo lo haga por Ti, Señor,
y nada por mí, ni por mi propia e imperfecta voluntad.
Enséñame a vaciarme.
Enséñame, en humildad, a reconocerte
vivo y presente en la Comunión,
en la consagración de la vida,
en cada uno de los votos
que me he propuesto realizar por Ti.
Señor,
destruye mi soberbia,
disuelve mi arrogancia
y cúrame de la negligencia espiritual.
Que aprenda a proteger de mí mismo Tu majestuosa Obra;
que ya no sea más una espina en Tu Corazón manso,
sino una flor a los pies de Tu sagrado Altar.
Señor,
enciéndeme en Tu Humildad,
vivifícame en el constante vacío
y redímeme, todo el tiempo,
en el fuego amoroso de Tu Corazón
para que, al menos, lo más pequeño de mi vida en la Tierra
sea el testimonio de Tu Amor y de Tu Divina Voluntad.
Amén.
¡Les agradezco por orar de corazón esta oración!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En todo siempre existe y está el Amor de Dios. Es ese Amor el que generó la Creación y que una vez la hizo realidad en los Universos.
El Amor del Padre es la Consciencia que trae sabiduría y entendimiento, que trae cura y compasión a las almas. En ese Amor se encuentra el camino de ingreso a la existencia de cada ser, al conocimiento de la realidad interior de cada criatura.
En el amor se manifiesta la bondad, el bien y la consideración por el semejante.
El amor es el árbol que da las semillas de la paz, de la caridad y de la Misericordia.
El amor actúa en todo, cuando lo dejamos manifestarse.
El amor dispone de más atributos que el amor, él nos coloca ante la Verdad.
El amor disuelve la indiferencia, la soberbia y la negación.
En el amor está la superación de uno mismo y la superación de las diferencias.
En el Amor de Dios encontramos el sentido de por qué estamos aquí y el fin por el cual fuimos creados.
En el amor solo hay perdón y en el perdón todos se reconcilian y se aman.
El amor solo tiende a expandirse.
El amor no se reduce, porque el amor se dona y en la donación está la expansión de la consciencia.
¡Les agradezco por guardar el Amor de Dios en su interior!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cánticos de Figueira - “Devoción”
"Devoción" es un cántico de Figueira que implora e invoca por la Misericordia cósmica y por una gracia universal, permeada por el único y absoluto Espíritu Divino Creador.
"Devoción" es un llamado, un pedido de los mundos más internos y profundos del alma de quien, en entrega y resignación, se ofrece al Creador para ser transformado, redimido y bendecido por la Ley Superior del Amor.
El cántico "Devoción" se nos presenta como llave de acceso a los Dones que ofrece Cristo; como es el Agua espiritual, uno de los alimentos milenarios de la Creación que santifica y quita la sed de los hombres.
A través de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad encontramos a Cristo, como el principal modelo salvífico para la humanidad y el planeta; lo encontramos en el mundo interno de cada ser, como el Redentor e Intercesor universal entre la humanidad y Dios.
Por esa razón, Cristo se presenta en el cántico "Devoción" con Su verdadera Faz, algo aún no reconocido por Su Iglesia en la Tierra, pero testimoniado en los diferentes Evangelios y, así como la Transfiguración de Jesús, un misterio aún por revelarse.
En este sentido, el cántico apela para que la vida de superficie sea corregida del desvío que ha vivido una y otra vez por ignorancia, soberbia y poder humano.
De esa forma, el cántico invita al devoto de Cristo a beber de la Fuente verdadera y pura que el Maestro le ofrece a todos los seres, para que cada alma sea completamente saciada por el Amor Redentor que brinda en este cántico la Divina Persona de Cristo en fusión con Su Divinidad.
El Agua que Él ofrece no solo purifica y limpia, sino que también redime y eleva a la consciencia de estado y de plano, a fin de encontrar el sentido espiritual de su existencia.
Así el Maestro apela a que todos se amen como hermanos, para que no existan confrontaciones y luchas entre los seres y los pueblos.
En el cántico "Devoción" se profetiza, en simples palabras, la importancia de que prevalezca el amor, a fin de disolver los conflictos y, posteriormente, las guerras.
Después de treinta años de la creación de estos cánticos y poemas de devoción a la Jerarquía, especialmente en este cántico "Devoción", se revela una advertencia para evitar catástrofes humanas.
Y, en verdad, sucedió todo lo contrario, porque el ser humano se dejó vencer por el poder y la arrogancia por conquistar el mundo, olvidándose de las reglas del amor y dejándose sumergir por el error.
Renovando el apelo de esta sagrada profecía expresada en este cántico, los últimos Cristos serán los que colocarán nuevamente en el sendero correcto a la vida humana, la que se ha pervertido, separándose de la verdadera razón de su existencia.
Los últimos Cristos serán los que darán su vida por los demás.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Una vez Yo le dije a Mis apóstoles que deberían dar la vida por Mí, y sé que en ese momento no Me comprendieron y huyeron cuando más los necesitaba.
Sabía, desde entonces, que Yo debería estar solo entre Mis enemigos para poder cristificarme.
Ahora, en este tiempo, se vuelve a repetir la situación, pero con hechos diferentes.
De manera semejante, muchos de los que deberían dar su vida por Mí, huyeron con sus propias ideas e incomprensiones y Me dejaron solo.
Esta prueba de fidelidad al Maestro se vuelve a repetir porque es el aprendizaje de los que decían estar Conmigo y que, por diferentes justificaciones propias, no lo están.
Antes Yo volví hacia Mis apóstoles y les mostré que había resucitado y que estaba vivo, así como fue prometido; pero ahora Yo no podré volver a los Míos para decirles que estoy vivo y que estoy regresando para entregarles la Buena Nueva.
Cada uno de los que decían que iban a estar Conmigo hasta el final, pero que se vieron superados por la prueba que fue más fuerte que su propio amor, estos deberán testimoniar ante la Justicia Divina sus fracasos, sus mentiras y su falta de arrepentimiento.
Pero, ¿quién los salvará?
Todo lo que una vez fue dado deberá ser devuelto. Nadie podrá dar la espalda e irse con las manos llenas como si nada hubiera pasado.
Por eso, Me estoy preparando para presenciar lo que en poco tiempo vendrá sobre aquellos que Me abandonaron y se sumergieron en su soberbia y arrogancia.
Solo recemos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Séptimo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Delante de Ti, postrado, Señor,
aspiro a alcanzar Tu misma simplicidad para que,
bajo ese espíritu soberano y amoroso
yo lleve adelante Tus Designios
y Voluntades.
Hazme capaz, Señor,
de amarlo todo
así como Tú, Dulce Pastor,
amas a cada una de Tus ovejas.
Entrégame con confianza
la prueba que Tú
has pensado para mí
a fin de que yo pueda crecer en el amor
y desvanecer de mi consciencia
toda soberbia y arrogancia.
Hazme semejante a Tus siervos,
disponibles en el amor,
entregados en el servicio,
abiertos a Tu Misericordia y a Tu Perdón.
Que Tú puedas
curar a este ser profundamente
y que puedas llegar hasta los espacios
en donde ni siquiera logro percibir la realidad.
Sé que Tú, querido Jesús,
lo puedes todo.
Acepta mi pequeñísima oferta,
en comparación con la oferta
de todo el Universo.
Convierte dentro de mí
todo lo que no está bien
y ábreme la puerta segura
para que mi alma se pueda sumergir
en el océano de Tu Divina Consciencia.
Que nunca deje de sonreírle
a la vida que Dios me ha entregado.
Concédeme, Señor mío,
la fuerza de Tu renovación
para que la humanidad sea renovada
en espíritu y esencia,
y así vivamos la redención
tan esperada.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Las raíces de la soberbia y de la imprudencia pueden ser arrancadas del suelo de vuestro interior por la firme determinación de vivir la Ley Mayor.
Quien aspire despojarse de sí para siempre, que Me busque.
Quien quiera volverse desconocido ante los ojos del mundo como un nuevo ser, que Me llame con coraje y valentía.
Todo lo que vives es respuesta a todo lo que haces; si sufres mucho, el universo quiere enseñarte algo, no te resistas más; no demores más la llegada a tus células del conocimiento de la transformación. Todo lo que piensas tendrá una consecuencia y todo lo que sientas recibirá un poder mayor.
Descalza tus pies antes de entrar en Mi Templo, deseo construir Mi Morada en corazones impuros a la Luz Celestial. Si quieres ser diferente a lo que vives, lo puedes hacer; la voluntad, el esmero y el esfuerzo serán las puertas que abrirán espacio para el nuevo destino.
No te desanimes, entrégate a Mí y libérate pronto de lo que hace tanto tiempo cargas en tu corazón. El control te hará sufrir y la resistencia fortalecerá tu parecer; sabes que Yo Soy Divino y Omnipotente, Sabio y Amoroso, deja atrás todo lo que oprime tu interior.
Construye en base al provenir y a la esperanza, no retrases los pasos por nada relacionado a tus expectativas; busca en Mi Corazón el espíritu de la Humildad.
Levántense los que han caído; caminen los que están presos en sí mismos, porque llegó la hora de la liberación de la vida entera.
Vacíate de todo, vacíate. Entrégame todo, entrégate. Ama todo, ámalo de corazón.
El universo quiere ser parte de ti, para que tú te permitas ser parte del universo; necesito que hables Conmigo y Me digas lo que necesitas de corazón, estoy para ayudarte. Mi Misericordia todo lo proveerá.
Bajo la Gloria de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Luz de Mi Corazón!
Cristo Jesús
Aquel que vive de Mi Sagrada Palabra conocerá los Prodigios Celestiales que Yo derramo en aquellos corazones que cada día Me dicen sí.
Vuelvo al mundo para desterrar de cada esencia la semilla de la soberbia y de la vanidad que ha sembrado con sus acciones el enemigo.
Con Mi Poder derroto los planes contrarios a los de Mi Padre. A través de Mi Amor Misericordioso Yo salvo a los que han caído y por Mi Gracia redimo lo que aún está inmaduro en las consciencias.
Sostener en las manos Mi Bandera redentora y salvadora es solo para los valientes, que aman lo desconocido y que viven la fe como una llama que los ilumina cuando todo está oscuro.
Yo vengo a encender nuevamente el Fuego Divino de Mi Amor, que se ha apagado en muchos corazones, y para eso formo a los discípulos como soldados y como vidas en constante oración por el mundo. Así, mediante la constancia de los corazones devotos, Yo podré restablecer el Reino de Mi Padre, aquel Reino de Amor y Redención que hice descender a través de la sagrada Cruz.
En Mis Manos se marcaron los pecados de los que estaban perdidos y fueron liberados; en Mis Pies se marcaron las faltas de los que por ignorancia sumergieron al mundo entero, y en Mi Costado se abrió la Fuente de la Misericordia que hasta el presente continúa brotando desde el centro de Mi Ser para todo el mundo.
Espero que nunca se cansen de buscar ese inagotable Manantial que los nutre, los redime y los libera de ustedes mismos.
Yo abro Mis Brazos para que los que han caído vuelvan con confianza hacia Mí.
Yo los amo y eso deben saberlo muy bien.
Yo los espero porque hay un lugar guardado para cada discípulo Mío.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más