Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Relato del mensaje:

Durante la ceremonia de consagración de los Misioneros en el Centro Mariano de Figueira, en el altar había una estatua de San José y, en un determinado momento, ella comenzó a brillar muy intensamente. Observamos este movimiento para comprender lo que estaba sucediendo; en cuanto los sacerdotes se estaban aproximando al altar para consagrar la Eucaristía, sobre ellos comenzaron a abrirse muchos portales, de una forma rápida e intensa. En ese momento, apareció San José, luminoso como un sol.

Detrás de Él, había un camino hacia África; Él estaba rodeado de niños y traía también un niño africano en Sus brazos. Él dijo que vino para que comprendamos la importancia de las misiones humanitarias para la Jerarquía.

Trajo consigo una Gracia para cada misionero que se consagró, algo espiritual e interno, y transmitió un mensaje extraordinario. Fue la primera vez que San José apareció, desde el fin de los ciclos de Sus Apariciones, el último 18 de agosto.

Él nos dijo:

Vengo en el silencio, por Voluntad de Dios y por Su Divino Amor. Vengo porque, para Mí, es tan importante acoger y servir a las almas de África, como acoger a los que se consagran al Plan de Dios y a la misión primera de rescatar el amor en los corazones de todos los seres, en la consciencia de todos los Reinos de la Naturaleza.

Vengo para bendecirlos, no porque todas las bendiciones que ya recibieron no fueran suficientes, sino porque deben comprender cuán importante es para Dios la misión que llevan adelante y que la seguirán llevando por los cuatro puntos del mundo.

El Creador acompaña sus pasos, así como Yo también los acompaño; sea inspirando sus espíritus; sea observando sus caminos, Yo siempre los acompañaré.

Hoy se abren los Cielos como se abren sus corazones, porque a cada oferta que la humanidad realiza, nuevos méritos son generados para la salvación y la redención de la humanidad.

Hoy vengo no solo con una bendición; vengo abriendo el camino de sus espíritus para que lleguen a Mi amada África. Yo estoy ahí. En omnipresencia y amor, les indico la dirección en la cual hay mayor necesidad. Vengan conmigo al encuentro de la transformación de sus vidas.

Las misiones humanitarias, hijos, así como los diferentes encuentros de oración que se realizan en el mundo, son los pilares de la redención para estos tiempos, son los instrumentos de los cuales se vale su Creador para mantener viva Su esperanza de redención y de transformación de la humanidad. Por eso estoy aquí.

Vengo con una Gracia. Vengo con una puerta hacia un nuevo paso. Vengo como una confirmación para sus almas y sus vidas. Vengo, como su Padre y Amigo, a decirles que en silencio los aguardo, que África los aguarda, y más que esto, que la África que hay en el interior de cada ser los espera, para que sirvan al prójimo como si fuera su última oportunidad de servir.

Yo Me alegro con sus pasos, así como Dios se alegra y renueva Su Amor a través de su consagración.

Hoy y siempre, ustedes tienen el Amor de Mi Casto Corazón.

Su Padre y Amigo, 

San José Castísimo