Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 119.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Por Mis Llagas fueron curados. Por Mi flagelación fueron liberados. Por Mi agonía fueron consagrados. Por cada uno de Mis padecimientos fueron redimidos.

Pero hoy, no puedo sonreírle al mundo porque el mundo sufre en este momento, porque muchos corazones en el mundo no consiguen alcanzar los méritos de Mi Pasión.

Por eso, contemplo un escenario desolador, que invito a Mis apóstoles a atravesarlo, aunque por ustedes mismos crean que no podrán hacerlo. Pero, Yo vine a este mundo a enseñarles el camino, vine a demostrarles la Sagrada Escuela de la Cristificación.

Por esa razón hoy, llevo en Mis Manos el Libro de Dios, en el que algunos nombres aún faltan postularse para la Escuela de la Cristificación. Y esto, compañeros, no es algo solamente espiritual, es algo concreto, porque después del último 8 de agosto todo cambió y sus oídos no pueden escuchar a la Jerarquía como lo hicieron hasta hace poco tiempo.

El escenario del planeta seguirá cambiando y esa será la hora de Mis apóstoles, que irán decididos hacia donde Yo los necesite, no importando el tiempo o el lugar; porque, recuerden que Mi Iglesia en la Tierra está sostenida por un finísimo hilo de Luz, tan frágil que podría romperse en cualquier momento.

¿Ahora, comprenden por qué en este Libro aún Me faltan muchos nombres?

Mi Proyecto se cumplirá con quienes quieran seguirme hasta el final; porque no serán las multitudes que redimirán el planeta, será la poderosa invocación a la Red Suplicante de las almas orantes y honestas, la que paralizará los graves acontecimientos que llegarán al mundo; aunque vean en este tiempo un escenario de destrucción no solo material, sino también espiritual y moral, porque el lenguaje en este mundo está cambiando rápidamente.

Las almas más pequeñas y más inocentes, los niños de este tiempo, ya no aprenden lo que ustedes aprendieron en otros tiempos. ¿Se han dado cuenta de que el lenguaje de la humanidad ha sido tergiversado?

Por eso la importancia, compañeros, de primero proteger de ustedes mismos los valores que Dios le enseñó al sagrado pueblo de Israel. Sin estos valores, la humanidad no podrá reconstruirse.

Los valores y los principios son los Dones de Dios que la humanidad necesita en este tiempo final para saber dónde colocar sus pies, un lugar seguro y protegido, en donde espiritualmente no corra riesgo ni peligro.

Esto significa que, con los pocos que Me responden y Me obedecen, intentaré hacer algo en este mundo, antes de Mi Retorno a la humanidad.

Pero hoy les digo, verdaderamente, que hay una parte que ustedes deberán asumir, aunque no les corresponda, así como su Maestro y Señor la asumió en silencio y en obediencia, sin quejas y sin reclamos.

Porque este sagrado espíritu de fidelidad y de lealtad, que cada corazón humano puede expresar en este tiempo, es la garantía que la Jerarquía Espiritual tendrá para poder intervenir en la humanidad en estos tiempos de emergencia.

Yo no vengo a ofrecerles un jardín de rosas; Yo vengo a ofrecerles un camino de desafíos, de metas, el camino del Propósito que todos deben tener presente en su corazón. Porque aún la humanidad no comprendió el Mensaje de Dios; por esa razón son necesarios los esfuerzos, la determinación imperiosa de servir, la incansable donación de cada servidor.

No quiero que teman lo que les digo, porque aquí hoy se cumple un atributo: solo tener un lugar de reposo, pero no una morada. Porque la morada de cada compañero Mío es en el Corazón de Dios, lugar en donde siempre conocerán y comprenderán los misterios de la Creación, en donde siempre serán colocados para servir en el lugar y en la hora que sean necesarios.

Ahora llegó el momento de que se cumpla el tiempo del apostolado. Que esto no solo sea una necesidad, sino también una realidad que cada uno podrá vivir según le corresponda, así como está escrito en el Corazón de Dios.

Por eso, abracen la Voluntad Divina, aunque les parezca imposible o inalcanzable; porque cuando abracen la Voluntad Divina, entre ustedes y Dios, no habrá miedos, sino concreciones de Sus Deseos más ardientes y profundos para con cada uno de Sus Hijos.

Es así que Yo vengo a prepararlos para el próximo tiempo, así como preparé a Mis apóstoles antes de Mi Ascensión a los Cielos. Tengan muy presente, compañeros, que estamos en ese importante momento. Por eso, pregúntense si están dispuestos a vivir este momento que Yo les presento.

¿Serán capaces de ir a donde Yo los necesite, en las condiciones que Yo necesite, no aferrándose a un lugar o a una tarea?

Porque las almas que son de Dios no tienen propiedades ni tampoco tienen deseos. Las almas que son de Dios tienen la aspiración de servirlo y, en este tiempo final, tienen la ardiente aspiración de preparar el Retorno de Cristo; primero, purificándose a ustedes mismos, para que el mundo sea purificado de la crueldad, de la indiferencia y de la maldad.

Yo deberé dar testimonio, ante Mi Padre, del Amor que Yo les He entregado a través de los tiempos; porque ese Amor que Yo les di en confianza, Mi Sagrado Amor que es el Amor de Dios por todas Sus Criaturas, es el Amor que Yo necesito utilizar en este momento, ante la emergencia del planeta; para que, en lugares recónditos y lejanos como también en lugares cercanos, se cierren las puertas inciertas que sumergen a las naciones y a los pueblos en este momento.

Necesito que Mi Luz llegue a través de Mis apóstoles. Crean que esto es posible, porque Yo cuidaré la purificación de quien confíe en Mí. Pero no se amedrenten, ya no se precipiten, porque son agraciados y benditos ante Mi Padre y esto no lo pueden olvidar.

Todo lo que Yo hago no es en vano. Todo lo que Yo hago tiene un Propósito y Mi Propósito son las almas, Mi Propósito es vivir en el corazón de los hombres y mujeres de la Tierra.
Por eso, ¿qué temerán?, si Yo ya lo tengo todo previsto, si Yo ya conozco el camino de sus almas. Yo ya sé cuál es el destino de sus vidas.

Para que la humanidad no se destruya a sí misma, Yo vengo a pedirles más. Es la única chance que tengo en este momento, ante el desequilibrio de las Leyes en el planeta.

Por eso, la importancia en este momento de los corazones suplicantes que tendrán como premisa, en este tiempo, suplicar y solo suplicar, para que un niño o aun una familia no se vuelvan mártires a causa de la impunidad.

Por eso, Yo les ofrezco este camino crístico, porque ya están en el tiempo de asumir una responsabilidad y de no tener que ser asumidos por nadie; pues Mis Gracias, en estos tiempos, fueron abundantes.

Ahora es el tiempo de romper con la inercia del planeta, antes de que sea demasiado tarde. No quiero ver lo mismo que en Ruanda; que, por no escuchar a la Madre de Dios, se lamentaron.

Nuestra fraterna cercanía, con ustedes y con toda la humanidad, viene a auxiliarlos, a alentarlos y a impulsarlos a seguir adelante, porque aún hay mucho por hacer y ustedes ya tienen las herramientas para poder hacerlo.

Por eso, Yo vengo a pedir al lugar correcto. Vengo a pedir al lugar en donde Me quieren escuchar y saben que Mi tiempo es precioso en este momento, ante las emergencias de la humanidad, ante la imperiosa necesidad de que los valores de la fraternidad humana, del respeto, de la tolerancia y de la paz, no desaparezcan del mundo.

Yo vengo a pedirles, en esta nueva Maratón de la Divina Misericordia, un voto consecuente de responsabilidad. Esto delineará lo que la Jerarquía podrá hacer; porque ustedes lo harán en nombre de la humanidad, en nombre de las desgracias de estos tiempos que todos estamos viendo y sobre todo lo harán en nombre de Mi Amor, para que Mi Amor triunfe en el mundo y especialmente en donde más se necesite.

Es así que, al igual que a los santos apóstoles, Yo vengo a derramarles el Espíritu Consolador para que sigan caminando al encuentro del Propósito, en la búsqueda incesante de una solución espiritual para esta situación planetaria.

Yo vengo a dejarles Mi Paz y a animarlos para que esta nueva Maratón de oración abra las puertas de los Cielos, toque el Corazón del Padre para que Él derrame Su Misericordia y no Su Justicia, para que todos puedan estar en esta ocasión especial bajo los Rayos de Mi Misericordia, de Mi Sangre y de Mi Agua.

Que esta nueva Maratón de la Misericordia sea un ofertorio, que el templo del corazón de cada compañero Mío esté abierto para poder recibirme y para poder consolarme. Porque vengo a buscar, debajo de esta “Figueira”, un lugar para reposar y para volver a respirar profundo, para seguir adelante junto a los que Me quieran acompañar en este tiempo en el que se debe alcanzar la redención. Esa es Mi aspiración.

Agradezco por las respuestas de los que atendieron a Mi apelo y se dispusieron a servirme.
Ahora, vamos a construir durante estos próximos meses lo que deberá llegar a la humanidad: la fuerza de la esperanza y de la fe para que la cura se establezca, para que la paz se infunda en el mundo.

Yo les agradezco por estar aquí Conmigo, por responder a las Aspiraciones de Dios.
En estos tiempos de tristeza nunca dejen de sonreírle a la vida, para que todo se pueda reparar. La sonrisa es el espejo de Mis apóstoles.

Les agradezco y así los absuelvo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el Señor de las Espadas; Aquel que no batalla, sino que conquista a través del Amor.

He aquí el Señor de las Espadas; que no hiere ni lastima, sino que corta los lazos con el mal.

He aquí el Señor de las Espadas; que ilumina los espacios y los abismos, liberando a las almas de la perdición y rescatando a las esencias de los infiernos.

He aquí el Venerable Señor de las Espadas; que trae el Propósito de Dios a la Tierra, que abre los planos de consciencia con la Luz poderosa de la Espada de Dios, para que las almas se eleven y se trasciendan en el Reino de Dios.

He aquí el Señor de las Espadas; Aquel que derrota con la fe, Aquel que gana con el silencio, Aquel que ostenta la expresión de la Voluntad de Dios.

Reconozcan la Faz del Señor de las Espadas, porque a través de Su Presencia vencerán y no le tendrán miedo al fin de los tiempos; sino que, como guerreros apóstoles de la Paz, de la Misericordia y del Bien, llevarán Mi Amor Crístico a todos los que lo necesiten.

Templen sus espadas; la espada del corazón que no lastima ni hiere, sino que libera los infiernos de la Tierra a través de la fervorosa oración.

Esa es la Luz que enciende sus espadas; esa es la Luz de la oración que les trae sabiduría y entendimiento, ciencia, comando y estrategia.

Es la Luz de la oración la que encenderá sus espadas y, a través de la espada del corazón, construirán una gran fortaleza que no será derrotada por nada; porque su fe siempre deberá estar fuerte, sobre todo, ante lo que es desconocido.

Sean postulantes a guerreros y apóstoles de la Misericordia; porque Mis ejércitos se preparan para la gran y última batalla, la batalla del Armagedón, en donde todos se querrán poner contra todos, sobre todo, en aquellos espacios en donde no existe Mi Amor ni Mi Luz.

Pero ustedes junto a Mi, junto al Señor de las Espadas, compartirán las estrategias, los planes y los proyectos internos que, durante la batalla, se llevarán adelante para rescatar hasta la última alma perdida.

El tablero del fin de los tiempos está sobre la mesa; piezas increíbles están siendo movidas en este juego, porque a pesar de las tinieblas, el caos o el sufrimiento de la humanidad; el Amor y la Luz del Padre y del Espíritu Santo tienen que prevalecer, cueste lo que cueste.

Por eso, sean instrumentos y piezas preciosas en Mis Manos. Nunca jueguen en contra de Mis proyectos, no se dejen arrastrar ni engañar, utilicen la inteligencia del Santo Espíritu, utilicen la templanza del Amor Crístico para que, dentro de esta estrategia de guerra espiritual y planetaria, sus consciencias estén colocadas en el lugar correcto y no en el momento ni en la situación incorrecta.

Para eso, deben ser postulantes al gran Espíritu del Comando de Cristo. 

A pesar de los momentos difíciles o de las dificultades en cualquier plano de consciencia, el Señor de las Espadas los guiará y aún más, les mostrará las más tenebrosas intenciones de Mi enemigo y, en la hora cierta y en el momento preciso, la espada de sus corazones cortará los grilletes y generará la liberación para que las almas no estén perdidas.

Nunca vivieron un tiempo como este. La luz de la oración no solo debe iluminar sus caminos, o hasta aun sus desiertos; la luz de la oración, que enciende la espada del corazón humano, debe demostrarles el Plan del Redentor que está suspendido en el Universo Espiritual, como una gran estrategia para el fin de los tiempos.

Sean parte de una cadena de Luz, de aquella cadena de Luz que gesta la Jerarquía para llevar adelante los Designios del Padre.

Pero si les pido que corten las cadenas del mal, los hábitos de la superstición, de la mentira, de las medias verdades, de los comentarios y hasta de los juicios de valor; sumérjanse en el Amor de Mi Corazón y el Señor de las Espadas siempre los protegerá de cualquier mal. Y, cada día que pase, estarán más lejos, muy lejos de la ilusión y sus ojos aunque sean humanos contemplarán, con el alma, las necesidades urgentes de este planeta; desde sus Reinos de la Naturaleza hasta todos los seres humanos que habitan aquí  y que son tragados por el materialismo y el consumismo, por la invasión constante de las informaciones que no son espirituales ni evolutivas.

Por eso, Yo los invito, en este día, a ser parte del Comando del Señor de las Espadas, no para transgredir ni tampoco para lastimar. 

Por eso, deben cuidar del verbo, de todo lo que digan y de todo lo que emitan, porque la lengua podría convertirse en una espada de transgresión de todas las Leyes.

Que sus labios solo estén en la oración del corazón. En la hora cierta, recibirán la respuesta que necesitan y sabrán qué camino recorrer y no perderán la paz.

Ahora, hagan su oferta interna al Señor de las Espadas y que la luz del corazón les dé el entendimiento en este momento para la necesidad que el Señor les presenta.

Que la luz de la Espada del Corazón, encendida por la poderosa oración y el sublime verbo de la Creación Divina, los consagre y los confirme en esta tarea interna, que no tiene una forma ni tampoco tiene un método, sino que es conducida por una estrategia espiritual.

Oremos:

¡Oh, Señor de las Espadas, Sublime Corazón de Jesús! 
Que mis labios nunca pronuncien ningún mal,
que mi oración se convierta en un verbo sublime,
para que la espada de mi corazón
solo emita amor y compasión
hacia todos los planos de consciencia.

¡Oh, Señor de las Espadas! 
Extirpa las células del mal,
libera las cadenas de la perdición,
para que reconozcamos la Faz de Tu Retorno
en este último tiempo de la humanidad. 

Amén.

Ahora, que han hecho su oferta, consumarán este momento con la Comunión Espiritual que será ofrecida después de este encuentro Conmigo.

Pero antes de que ese ejercicio sea entregado amorosamente a todos, quiero decirles que sepan que Mi Corazón tiene un lugar y un recinto para cada uno de ustedes. Les pido que no le teman al mal. Él podría hacer mucho ruido, pero es muy débil porque no conoce el Amor, no conoce la Luz ni la Unidad; pero ustedes que han sido agraciados y colmados por Mi Espíritu a través de tantos años, sus consciencias y sus almas conocen el Amor, la Luz y la Unidad. 

Afirmen su fe en estos tres importantes principios y pídanle a Dios que les muestre cuando en algún momento no amen, cuando en algún momento no iluminen o cuando en algún momento no estén unidos a sus hermanos. Así permitirán que el mal no prevalezca; y no demoren en retomar el camino hacia el Amor, la Luz y la Unidad, que los llevará a Mi Misericordia.

Crean que Yo estoy aquí y Soy su Redentor, y que traigo un Mensaje de Paz y de despertar para el mundo. Si eso no fuera así, no tendría sentido que vinieran a Mi encuentro. Pero hoy, les digo que sí vienen a Mi encuentro interno, para que sus esencias sean fortalecidas y aprendan a atravesar estos tiempos difíciles con Amor, Luz y Unidad.

Muchos usan Mi Nombre, pero pocos saben lo que significa ese Nombre. ¿Alguna vez se lo preguntaron, qué significa Jesús o en arameo Yeshua? Es un Nombre sagrado que nació del Corazón de Dios para la encarnación del Hijo de Dios en la Tierra.

Es ese nombre, Yeshua, que impulsó la redención de la humanidad y del planeta, que culminó en lo alto del Monte Calvario durante la crucifixión y se completó durante la Resurrección y la Ascensión de su Señor a los Cielos.

Yeshua, en arameo, es un nombre exorcista. Es un nombre que atrae para sus consciencias el Amor Mayor de Dios, aquel Amor que se originó a sí mismo antes de que todo existiera; es ese Amor que no conoce el mal.

Yeshua es la clave de la salvación y es el nombre del Amor, del Amor Mayor.

Por eso, quiero que sepan que ya estoy retornando. Este primer Retorno se está dando a través de estos años de Apariciones, que comenzaron una vez en Ruanda a través de Emmanuel, el joven de África, y que hoy se completa aquí, en este Centro Sagrado, por medio de la Obra de la insondable Misericordia, que en esencia es la Obra de la Redención.

Quiero decirles con esto que, por medio de las Sagradas Semanas que han sucedido y de todos los encuentros de Misericordia que vienen sucediendo de forma ininterrumpida desde hace años, estoy dando continuidad a lo que una vez comencé en Ruanda, por medio del Mensaje preparatorio del Retorno del Señor.

Deberían conocer el Mensaje que Yo dejé en Ruanda, para que entiendan lo que hoy les digo; porque por más que la Jerarquía Celestial aparezca en diferentes lugares del mundo o en diferentes tiempos, el Mensaje es el mismo para todas las culturas y pueblos, mensajes de advertencia, mensajes de salvación.

Ahora, puedo ver que, por medio de su fe y devoción a Mi Sagrado Corazón, se han postulado para ser parte de los Comandos del Señor de las Espadas.

Y, antes de despedirme, quiero finalizar esta primera quincena del mes de julio de tantos impulsos importantes para las almas, impulsos de revelación e impulsos de consciencia y de despertar, trayéndoles una canción que surgió hace mucho, mucho tiempo, en esta Sagrada Comunidad Figueira.

Esa canción les revela un impulso de despertar pero también de preparación para Mi Retorno. Les dejo, a través de este cántico, Mi Reino.

Les agradezco por estar hoy Conmigo, en los Comandos del Señor de las Espadas.

Que la oración que hoy les enseñé sea esencial para ustedes, para que se preparen para el fin de estos tiempos; a fin de que la espada del corazón humano sea la que, a través del amor y de la caridad, haga descender la Misericordia en estos tiempos.

Después de esta canción, que los llevará a Mi Reino, se prepararán para vivir la Comunión Espiritual, la que consumará esta oferta de sus almas en este día.

Les agradezco y los bendigo, como el Señor de las Espadas, en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Pueden ir en paz.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DEL MENINO REI, RIO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 20.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Sagrado Corazón de Jesús, 
Fuente de Amor y de Verdad, 
reconcilia a la humanidad con el Padre Eterno. 
(tres veces)

Hoy les traigo Mi Sagrado Corazón como prueba de Mi Amor y de Mi Verdad por todos ustedes.

Mi Corazón se alegra por ver los corazones buenos y perseverantes, aquellos que responden a Mi Llamado de forma inmediata y que, a pesar de las consecuencias, siempre Me dicen sí.

Vivan en el Sagrado Corazón de Jesús.

Nuevamente, Me ofrezco al mundo como la gran ofrenda de amor por todas las almas y por todo este planeta herido.

Busquen la Fuente de Mi Sagrado Corazón y no se cansen de saciar vuestra sed, porque aún tendrán sed, amados Míos, hasta los últimos días de vuestras vidas.

Vivan en Mi Sagrado Corazón. Actúen a través de Mi Corazón misericordioso y nada deberán temer, porque Yo estaré en vuestros caminos, alumbrando vuestros destinos y cumpliendo vuestros proyectos, los Proyectos de Dios.

Por eso, vivan en Mi Sagrado Corazón.

Así como Yo lo pedí en Ruanda, busquen Mi Corazón de Luz, porque los tiempos ya son difíciles, las almas son muy frágiles y muy pocos están preparados para enfrentar lo que vendrá.

Acudan a Mi Corazón de Luz. Refúgiense en Mi Corazón amoroso.

Reposen vuestras almas en Mi Espíritu y sean como los niños que buscan siempre el abrazo del Padre Celestial.

Sean pequeños todo el tiempo; por medio de vuestras obras simples y humildes, agraden al Corazón de Dios que sigue siendo ultrajado al igual que el Mío.

Alegren el Corazón del Padre Celestial y renuévense todos los días por medio de la Comunión.

Yo vengo a ofrecer lo único que tengo: la Fuente de Mi Amor y de Mi Verdad, que es Mi Sagrado Corazón.

No pierdan tiempo, Mis compañeros, aléjense de las tribulaciones.

Ingresen en el camino de Luz que Yo les estoy ofertando y no hagan llorar a Mi Corazón cuando sus pruebas sean difíciles. Más, con el coraje que Yo les he dado a lo largo de los tiempos, ustedes tienen la fuerza interior para poder trascenderlo todo.

Yo les doy todo lo que tengo, pero aún hay muchas almas que no reciben nada.

¿Quién dará el primer testimonio de Mi Llegada al mundo? ¿Quién se arriesgará a vivir en Mi Nombre y profesar Mi Sagrada Palabra a la humanidad?

De esa forma, amados Míos, Yo los invito al apostolado del sacrificio. Porque solo a través del sacrificio y de la entrega, del sudor de vuestros cuerpos y el llanto de vuestros rostros, la humanidad podrá convertirse.

Pero no vivan el sacrificio como un padecimiento.

Dios Me hizo encarnar en esta humanidad como parte de Su Amor absoluto para que los corazones no volvieran a vivir el martirio ni tampoco el sufrimiento que ahoga completamente a todas las almas.

Pero la humanidad de hoy no ha entendido y muchos no escucharon Mi Llamado en Ruanda.

Me vuelvo a pronunciar en este lugar santísimo, en donde Mi Corazón se complace de ver almas redimidas, resucitadas por el amor de una madre, de una bondadosa madre, entregada a Mi Plan de Amor.

Los invito, Mis compañeros, a que se decidan a ser Mis apóstoles. Mis Mensajes no solo pueden pasar por aquí, deben penetrar en vuestros corazones, fortalecer vuestra fe y convicción de vivir en Mí.

Mis Palabras ya no son teorías. Necesito en este plano de vivos testimonios que representen aquello que nadie quiere hacer.

Amados hijos de Dios, ya no existirá tiempo ni momento de que la humanidad vuelva a decir que no fue avisada. Este es Mi último Llamado.

Mi Dios Me ha permitido que Me acercara a vuestros corazones y almas para encontrar en ustedes el consuelo que Me falta por la constante flagelación interior y espiritual que Yo recibo de los corazones ingratos.

Pero sé que muchos no creen que Yo estoy aquí. Dichosos de los corazones que creen sin haberme visto, porque serán como los apóstoles del pasado, en el que muchos no Me conocieron, pero supieron vivirme profundamente, viviendo Mi Palabra y Mi Evangelio.

Yo les abro las puertas de Mi Corazón de Luz, como la única alternativa para el fin de los tiempos.

No pierdan tiempo en las cosas superficiales. El tiempo está corriendo rápido y las almas cada vez más se pierden, engañadas por las cosas de este mundo y las ofertas de la vida material que hace desviar los caminos de Mis pobres corazones. Pero Mi bendita Madre del Cielo reza junto Conmigo a los Pies del Creador.

Los invito, queridos amigos, a que imiten este ejemplo espiritual. Arrodíllense delante del Creador y recen con todo el corazón y con toda el alma.

No sabré decirles, Mis compañeros, qué será de aquí a los próximos meses, pues el mundo deberá arrepentirse profundamente, reconocer el daño que ha causado a los demás corazones y pedir profundamente por Mi insondable Misericordia.

Sepan, Mis compañeros, que Yo no vengo a traerles el miedo, sino la verdadera consciencia de lo que es cometido por toda la humanidad, las consecuencias difíciles que arrastran a muchas almas hacia los abismos sin luz.

Pero Yo Soy el Sol resplandeciente del universo, la Molécula viva del Corazón de Dios que despierta muchas moléculas más, en los corazones que se ofertan a Mi Corazón a renunciar a todo, a transformarse completamente y a vivir absolutamente Mi Divina Voluntad.

No vengo a pedirles cosas imposibles, vengo a pedirles una colaboración mayor. Aún estoy esperando, hijos amados, que los misioneros de la paz, del Inmaculado Corazón de María, lleguen hacia las tierras africanas para aliviar el sufrimiento que allí existe y que muy pocos conocen.

Las agujas del reloj siguen pasando y la necesidad crece cada día más.

Necesito almas misericordiosas, verdaderas almas misericordiosas, que ejemplifiquen en estos tiempos la presencia de Mi Corazón vivo en este mundo, a través de los Sagrados Sacramentos que Yo los invito a vivir nuevamente para que renueven vuestros espíritus, revivan vuestras almas y sean liberados de toda culpa. Por eso, alégrense en esta tarde misericordiosa.

Que todas las almas escuchen la plenitud de Mi Voz y que todos los ángeles eleven al Cielo la verdadera promesa de esta civilización, que será cumplir la redención, cueste lo que cueste, con quién sea; pues Mi Corazón cuenta con todos, pero son muy pocos los que responden a la verdadera necesidad que Yo les planteo.

Hoy extiendo Mis Manos sobre ustedes y derramo la Luz del Corazón para que se alcance la paz.

Divina Luz de Jesús, 
transforma mis átomos, moléculas, células y todo mi ser,
para la Gloria de Dios.

Hoy recibo la oferta de esta Comunión que irradio también con todo Mi Amor misericordioso para las comunidades y todos los monasterios que, en esta hora tan definitiva, de transición y de cambios, todas las almas del mundo deben responder al Llamado del Creador a través de los Mensajeros Divinos.

Elevaremos al Cielo, amados Míos, este sagrado ofertorio para que se convierta Mi Cuerpo y Mi Sangre, Vida en vuestras vidas, Cura para vuestros espíritus, Redención para vuestras moléculas.

En este momento, en el silencio del corazón y del alma, eleven a Mi Corazón misericordioso una petición espiritual.

Los escucho.

En los cuatro puntos de la Tierra, consagro todos los elementos que son la manifestación viva de la unión de las almas con el eterno Padre Creador. De esa forma, compañeros, consagremos en unión a Dios y a Su principio de Amor y de Unidad.

Mis Rayos se irradian a ustedes en esta tarde; y que este Cuerpo consagrado y esta Sangre preciosa, sirvan de reparación, principalmente para los que no me escuchan.

Padre Nuestro en arameo.

Y así como sucedió en la Cruz, hoy derramo Mi Sangre y Mi Agua sobre ustedes, para que nunca se olviden del Principio de la constante renovación, que es la Fuente del Amor.

Cántico de los Nombres de Dios.

 

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN ASUNCIÓN, PARAGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 15.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Fray Elías del Sagrado Corazón lee el Mensaje extraordinario de Cristo Jesús del 5 de octubre de 2014 y dice:

Con esas palabras vamos a esperar la venida de Cristo. Vamos a colocar nuestro corazón en estas cuentas que nos faltan, permitiendo al Universo Celestial que concrete Su misión aquí, en Paraguay.

 

Yo les doy a conocer los hechos de Mi Pasión como nunca antes nadie los contó.

En Mi Corazón misericordioso no solo se guardan las señales para vuestra salvación, sino también los verdaderos misterios que Dios Me dio a conocer durante Mi agonía. 

Yo les muestro y les doy a conocer Mi Pasión para que encuentren el camino de vuestra fortaleza. Muchos se olvidan de este importante evento universal que fue vivido por Mí aquí, en la Tierra y, principalmente, muchos más se olvidan de querer conocer esta Pasión tan verdadera y profunda que permitió la redención de la humanidad. 

En el Universo de Dios, la Pasión es viva y resplandeciente, pues allí no se guarda el dolor ni el padecimiento, sino el verdadero sacrificio de Amor que Yo he dado, por todos ustedes, en aquellos tiempos.

Hoy les vengo a recordar estas cosas delante de las gravedades que acontecen en este mundo. Yo quiero que ustedes, Mis compañeros, puedan penetrar el misterio de Mi Pasión a través de Mi Corazón. El Rosario de las Siete Agonías, que Yo les entregué, guarda verdaderas llaves para vuestra redención, símbolos significativos, señales luminosas, para aquellos que en verdad quieran descubrir Mi Pasión.

Yo no vengo en esta era para que ustedes se martiricen. Vengo a darles la Verdad, el verdadero conocimiento de aquello que muchos olvidan. Por eso, Mis compañeros, ingresen al universo de Mi Corazón y hagan morada dentro de Mi Corazón. Lo demás, Yo lo podré resolver cuando ustedes se liberen del control de las cosas.

La verdadera cura espiritual, aquella que Yo les prometo a través de Mi Misericordia, puede acontecer en ustedes a través del desprendimiento interior de todo aquello que les hace mal en esta vida, en la que pasaron por muchos aprendizajes y pruebas.

Por eso, abran vuestros corazones nuevamente. Permitan que Mi Sangre pueda correr por ustedes, lavar, limpiar y purificar todas las manchas que guardan ante los Ojos de Dios.

Yo les doy la posibilidad de conocer Mi Misericordia y la oportunidad de poder amar, a través de Mi Presencia a las tres de la tarde. A aquella alma que Me invoque en cualquier parte del mundo, Yo iré a socorrerla, especialmente la bendeciré, porque estaré haciendo un verdadero milagro de Amor en su vida. Aquel que cree en Mí alcanzará la vida eterna y no será necesario esperar al próximo mundo para estar dentro de Mi Universo Celestial.

Yo les revelo, a través de la oración misericordiosa, el potencial para poder alcanzar la redención y la paz, pues vuestros corazones deben estar cada vez más abiertos para poder amar el misterio infinito que representa Mi Vida para ustedes, en estos tiempos.

En este mismo momento, Yo vengo aquí para bendecirlos, curarlos y perdonarlos. Vengo de un lugar distante del universo en donde vibra Dios altamente a través de Su Amor y de Su Unidad, y muchas consciencias celestiales participan de esta vibración de Amor y de Paz.

Así, queridos compañeros, hoy les pido que eleven vuestros cuerpos y células y permitan que los rayos de Mi Pasión, aquellos que permitieron la Resurrección de Mi Ser y la sagrada Transfiguración, puedan penetrar en lo profundo de sus células.

El primer paso, Mis amigos, es amar lo desconocido, tener absoluta confianza en Dios Padre, porque Él siempre les dará las respuestas para los grandes problemas que viven hoy.

Muchas almas más hubieran podido participar de este encuentro Conmigo aquí, pero ¿en dónde están?, ¿ustedes las han llamado correctamente?

El primer llamado al despertar se realiza a través de la donación del corazón. Es el corazón que llama a otro corazón, no es la mente. Por eso, ayúdenme a concretar Mis Planes, así como Yo lo hice en Ruanda cuando di un mensaje importante para el mundo y solo el cincuenta por ciento de la humanidad Me escuchó. 

Ahora vengo más próximo a ustedes, Me acerco a vuestras vidas y corazones para que sean Mis testimonios. Den el ejemplo de vuestra redención a los demás hermanos. Yo vengo a buscarlos como lo hice con los apóstoles. No podrán escapar de Mi compromiso universal, mas siempre serán libres de poder seguir el camino que deseen, Mi amor nunca los defraudará.

Yo les traigo, compañeros Míos, una posibilidad de encontrar un cambio. Abran las puertas de universo espiritual para que él resida en ustedes todo el tiempo. Yo les indico un último camino, Yo les entrego una última llave, Yo les doy el último símbolo que es Mi Corazón de Luz.

La fuerza de Mi Espíritu de Amor debe ser más fuerte que vuestras intenciones. Así, Mis amigos, encontraré un espacio para estar en ustedes y nunca perderé el tiempo al revelarles Mi Voluntad y que puedan conocer Mi profunda petición para estos tiempos finales.

A cada uno Yo le pido algo para que lo pueda cumplir en nombre de Dios. Y cuando esa misión esté finalizada, Yo les haré conocer otras cosas en la próxima vida, en un próximo mundo, donde ya no existirá el sufrimiento y los corazones no padecerán, no necesitarán sufrir más para poder aprender a crecer. Yo les traigo la oportunidad de que en todos los días de vuestras vidas se animen a beber de Mi Fuente de Amor para que se borren vuestros pecados y nazcan, en estos tiempos, las células de luz en sus seres, para que despierten los Nuevos Cristos que deben cumplir la misión de difundir Mi Paz y Mi Redención en los cuatro puntos de la Tierra.

Pero ¿quién se animará a seguirme hasta el final?

Yo siempre les daré una prueba mayor para que puedan superarla y trascenderla, pero Mis Manos están extendidas hacia vosotros, nunca los dejaré de ayudar, siempre derramaré Mi Luz sobre ustedes y sobre aquellos que se abran para recibirme.

Yo les entrego, Yo les dono Mi Corazón como el único motivo para vuestras vidas, porque a través de Mi Corazón y alrededor de Mi Corazón todos Mis discípulos podrán cumplir los Designios de Dios y realizar las obras de vida que están previstas en el Cielo para que ellas se manifiesten en la Tierra.

Hoy vengo a vuestro encuentro para que se animen a darme más, sin miedo, sin temor, con confianza absoluta. 

Guarden Mi Amor en vuestros corazones, guarden Mi Paz.

Agradezco a aquellos que se animen a acompañar la peregrinación de María por Paraguay, pues los Hijos de María son imprescindibles en estos tiempos. Ellos son chispas del Universo Celestial que expanden e irradian la Gracia de la Madre Universal en cada lugar al que van, en cada espacio por el que caminan, en cada corazón que enfrentan para consolarlo, para aliviarlo, para curarlo a través de la oración del corazón.

Bajo el ministerio de la Paz que Dios me ha concedido y la protección del Espíritu Santo, bendeciré, en este momento, el Sagrado Cuerpo de Cristo y la Preciosa Sangre de Jesús, y todos los objetos sagrados que en cualquier parte del mundo sean elevados hacia Mi Corazón en este momento. Porque lo más importante para vuestras vidas es siempre encontrar, a través de los símbolos, un camino de salida y de salvación.

Ofértenme, en este momento, aquello que quieran que Yo consagre, desde donde están. Mi energía se expande en Omnipresencia, Amor y Misericordia. Elevemos esta oferta a Dios por aquellos que se olvidan de vivir en Dios y no encuentran consuelo en este tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Te adoramos, oh Cristo y te bendecimos, 
que por Tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón eleva las ofrendas a ser bendecidas y dice:

Para los enfermos, 
para la humanidad, 
para las almas inocentes que mueren, 
para todos los que son buscadores de la paz, 
para los orantes, 
para los religiosos, 
para los que buscan aromas sutiles, 
para los que no se han redimido, 
para las madres de toda la Tierra.

Oraremos, a pedido de Nuestro Señor, la oración del Ángel de la Paz junto a Jesús.

 

Mi última Voluntad, compañeros amados, es que junto con Mis Ángeles Custodios recemos, cantemos por todos los Ángeles de la Guarda que no pueden cumplir su misión, que no alcanzan a las almas porque las almas no escuchan el llamado interior. En profunda Adoración a Dios, ayudemos a los Ángeles de la Guarda para que cumplan su propósito en este tiempo final.

Repitamos:

 Santo, Santo, Santo es el Señor de las Huestes. 
Santo, Santo, Santo es el Señor de las Huestes.
Santo, Santo, Santo es el Señor de las Huestes.

 

Ahora, dejen que Adonai toque vuestros corazones.

Bendigo a Paraguay por este momento y a todas las almas que hicieron posible que se cumpla Mi pedido. Dios los bendecirá.

Canción: Kodoish.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Con esta alegría que Cristo nos deja por poder encontrarlo, estamos dando cierre a esta Maratón que fue tan importante aquí, en Asunción, en Paraguay. Creemos que muchas almas fueron ayudadas por la Misericordia de Jesús.

Agradecemos a todos por este momento, a todos los que estuvieron coligados con Nuestro Señor.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 14ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Madre María Shimani de Montserrat:

Buenas tardes a todos y gracias por acompañarnos. Estamos en la recta final de esta Maratón de la Divina Misericordia y en el día de ayer Nuestro Señor nos dijo que había podido realizar parte de la tarea que nos había encomendado, de llevar las esencias de los no nacidos al Reino de Dios.

Y hoy con esa tarea tan intensa que hubo aquí, que se escuchaba desde todos los espacios de este lugar, seguramente Nuestro Señor hizo la otra parte de la tarea. Así, ahora nos vamos a colocar para orar y cantar preparando Su llegada, y ver lo que Él tiene para nosotros en esta tarde.

Queremos recordarles que Él nos pidió que oráramos con todo nuestro corazón, porque si lo hacemos así vamos a estar unidos a Su Corazón. Él ayer nos dijo que de Su Corazón debería derramarse la piedad para este mundo.

Así, si estamos conectados con Él, seguramente vamos a recibir una gran bendición en la tarde de hoy. Entonces coloquemos toda nuestra energía, todo nuestro amor en esta recta final.

¡Buen trabajo para todos!

 

Hoy Mi Corazón emite Su voz de Paz para el mundo. Traigo la esperanza y la alegría para aquellos que la han perdido. Vengo a traer el gran silencio a este mundo tan ruidoso, para que los corazones ingresen en Mi armonía universal. 

Yo les traigo la fe y la confirmación de Mi Presencia. Por eso, Yo les traigo la Luz del universo para que vuestros ojos se puedan abrir a lo desconocido y a lo nuevo.

Hoy les oferto Mi Corazón como un agradecimiento predilecto por el esfuerzo que han hecho de orar Conmigo en estos días.

Hoy el Cielo se abre ante vuestras almas y él derrama Sus Gracias y tesoros en los corazones simples; semillas que brotarán en el futuro para que los dones estén disponibles en este Proyecto final que debe cumplirse a través de ustedes y de la humanidad. 

Sientan el latir de Mi Corazón y permanezcan Conmigo, en esta hora tan difícil, pues el mundo necesita de mucho alivio y de mucha cura y, en consecuencia, de mucha oración.

Agradezco a todos los compañeros Míos que comulgan Conmigo. Los premios serán entregados en el universo y serán honrados en el Reino de Mi Padre. Las puertas se abren en este lugar para poder bendecir a todos, principalmente a aquellos que han cerrado su corazón a Mi Corazón. Mi Luz penetra en lo más profundo y oscuro, disipa las tinieblas y trae la luz de la cura para esta humanidad. 

Yo los reúno en el nombre del Amor y de la Verdad. Les traigo el consuelo que tanto necesitan para que en el fin de este tiempo sean renovados por el Espíritu de Dios y se preparen como Mis guerreros para el momento del gran Retorno de Cristo.

Muchos de ustedes Me verán, mas algunos no Me reconocerán. Sean consecuentes Conmigo todos los días de vuestra vida, así Yo Me serviré de vuestras virtudes y destrezas para cumplir con Mi Obra Redentora en el fin de este ciclo. 

Entréguenme aquello que aún no Me han entregado. Yo necesito la calidez de vuestros corazones para que puedan percibir el pensamiento y el sentimiento puro, la llama misericordiosa que los trasforma y los redime.

Yo Soy el Glorificado Corazón de Jesús. Bienaventurados serán aquellos que Me honren en este ciclo. Glorificados serán aquellos que Me sirvan plenamente, porque estarán haciendo obras de servicio y de caridad, de entrega y de sacrificio por aquellos que aún no lo hacen. 

Como Yo lo hice en Ruanda, vengo a evitar la Ley de Dios sobre este mundo, pues este mundo Me pertenece desde el principio. 

Yo Soy la emanación del Gran Espíritu del Creador. Mis Leyes sublimes los pueden permear y curar, borrar de vuestras células cualquier dolor para que vivan, en este tiempo tan difícil, en Mi Misericordia.

Todos los días, a las tres de la tarde, Mi manantial se abre para toda la humanidad. Mi Corazón se dona profundamente a aquellos que lo quieran recibir y trasforma lo que es intransformable, redime lo que es irredimible, cura lo que es incurable. Por eso, confíen en Mi hora de Misericordia.

Yo vengo, en este tiempo a este mundo, no solo por ustedes para poder despertarlos, sino por aquellos que aún siguen durmiendo en su propia ilusión. 

¡Ay de aquellos que nieguen al Hijo de Dios! ¿Cómo podré derramar Mis Gracias sobre ellos? 

Para eso, necesito de todos vuestros instrumentos, de vuestros corazones y de vuestras vidas, para que Mis vertientes de redención y de cura puedan ser derramadas sobre toda la humanidad.

Este momento que hoy comparten Conmigo es único y no se volverá a repetir en este lugar. La necesidad en el mundo es muy grande, la emergencia de las almas también es mayor. Existen muchas carencias, muchas necesidades que resolver en esta era. 

Para que todo eso sea cubierto y todos reciban lo necesario, necesito de misioneros de Mi Misericordia, de misioneros de la oración y del servicio que puedan transmitir Mi Ley Mayor, la Ley del Padre, que es la Ley del Amor. Ley que los llevará a la unidad y a la redención.

No teman purificarse en este tiempo. Permitan que Mis ángeles desaten vuestros nudos. Este momento es único para todos y muchos no reciben estas Gracias, pues Mi Espíritu que es inmaculado y puro, que proviene de la Fuente Mayor de Dios, viene desde lo más alto hacia vuestro encuentro para que puedan despertar y entender lo que está sucediendo en ustedes y Conmigo.

¿Alguna vez se lo han preguntado, Mis compañeros?

Muchos de ustedes ya entienden todas estas cosas. Por mucho tiempo caminaron Conmigo en los grandes desiertos y valles, escucharon Mis predicaciones y Mi Palabra de Vida. Ustedes son remanentes de pueblos antiguos, los grandes pueblos del desierto que escucharon a Dios, desde Moisés hasta Abraham, siempre han estado Conmigo en espíritu y en vida. 

Pero llegó el momento, Mis queridos compañeros, de que asuman en este tiempo la tarea final. Cada uno sabe lo que Me puede dar. Yo no vengo a buscar cosas perfectas ni predilectas. Necesito de vuestras miserias para poder transformarlas.

Así, Yo reconstruiré todas vuestras esencias y las de vuestros hermanos para que puedan resucitar en espíritu y, renovados por Mi Luz y Mi Paz, puedan volver a reencontrar el camino que han perdido.

En verdad les digo, Mis amigos, todos los que han pasado por las Maratones de la Misericordia, ya retornaron a Mi Corazón misericordioso. Agradezco a aquellos que han persistido en acompañarme durante los dos días; que renunciaron a cosas tan vanas, tan materiales y tan mundanas para encontrarse con la fuerza de Mi Corazón.

Amados Míos, ustedes han sido transformados por Mi Luz Celestial y esto trae consecuencias de transformación en toda la humanidad. Los pesares de este mundo están siendo aliviados y muchos corazones que sufren están encontrando consuelo.

Yo les quiero hacer reconocer el Reino de Dios, aquel que se aproxima a través de Mi Presencia cósmica.

Este es Mi último Llamado, antes del gran regreso esperado. No piensen en cómo Yo vendré, solo busquen estar en Mí todos los días. Eso bastará para que Me puedan reconocer en el gran momento esperado. Nada los hará temer. Nada los perturbará. Nada les quitará la fe y la fuerza interior porque habrá sido una gran consecuencia de vuestra perfecta transformación a través de Mi Corazón.

Hoy los bendeciré con el Agua de Vida, con el pan y el vino que representan Mi Cuerpo y Mi Sangre, códigos preciosos que los transforman, día a día.

Mis Manos lavarán vuestros pies y también derramaré bendiciones sobre vuestras cabezas, dándoles el Bautismo de Mi Corazón para que sean bañados por Mi Espíritu Santo.

Compañeros Míos, renovados a través de este encuentro Conmigo, ingresen al Reino de Mi Padre, porque Él siempre los aguarda en silencio. Él siempre está allí para ayudarlos, para escucharlos, consolarlos y amarlos.

Crean en lo que Yo les digo, porque el tiempo del gran cambio está llegando y en ese momento vuestros corazones y almas ya deberán estar fortalecidos, porque a través de Mí, a través de Mi infinita Misericordia, serán inamovibles y cumplirán de esa forma con la parte del Proyecto que hoy Yo les entrego. Proyecto que es desconocido para vuestras mentes, pero profundamente conocido por vuestras almas.

A través de este Cielo infinito que comulga con ustedes, Yo los bendigo y los perdono, los renuevo y los redimo. Les entrego Mi santo Cuerpo y Mi preciosa Sangre como códigos de transfiguración para vuestras vidas.

Yo los bendigo y los amo por el Poder que Dios Me dio para este mundo. Vayan en paz y en confianza Conmigo.

Sostengan con vuestras manos la antorcha de la rehabilitación. La liberación está próxima para muchos. Dichosos de aquellos que confían antes de vivirla, porque nada les faltará.

Ahora los observo en silencio para elevar vuestras miserias. Mi Amor es fuerte y transformador, Amor que comprende y entiende vuestras vidas, no importa el grado de equivocación, lo que importa es vuestra confianza en Mí. Así no estarán separados de Mí y siempre serán bendecidos.

Abran vuestro corazón al perdón. Liberen de vuestras esencias las manchas que las oscurecen. Yo les traigo la fuente renovadora, la fuerza palpitante del Universo Mayor, la Unidad Celestial y Divina que quita la sed de todos los corazones. Yo les traigo el poder de la reconciliación y de la vida infinita para los que creen, en verdad, en el Redentor.

Les agradezco por elevar a los no nacidos hacia los Reinos Mayores, en donde podrán nacer nuevamente, en espíritu, en las moradas del Padre.

La fuerza de la Misericordia nunca los separará de Mí, siempre y cuando confíen en lo que hacen. Cuando oren de corazón y de alma, la Misericordia siempre los ayudará y todo se resolverá en este tiempo definitivo.

Les agradezco por intentar ser misericordiosos en estos tiempos.

Sigan adelante y con fe, Mi Corazón los acompaña.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

A pedido de Nuestro Señor vamos a cantar con mucha devoción “Cristos del nuevo tiempo” para despedirnos de Su Consciencia Mayor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat: 

Los esperamos a todos en el Corazón de los Mensajeros Divinos. Recuerden orar siempre, todos los días, para que Sus Planes se puedan concretar.

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS, EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 9.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Mi Voz llega a este mundo para retirarlo de la oscuridad y del miedo.

Mi Luz proviene del Padre y se derrama sobre los corazones que han caído.

Mi Misericordia se aproxima a vuestras vidas y trae la Luz que necesitan en este tiempo.

Yo vengo a levantar vuestras vidas del suelo. Les extiendo Mis Manos para que se puedan tomar fuerte y seguir Mi Camino de redención y de paz.

Mi Plan para Argentina es perfecto y predilecto, pero Yo necesito de ovejas dispuestas a seguir al Gran Pastor, para conocer nuevos campos y nuevos frutos que tengo para darles.

Necesito de vuestro sí para continuar con Mi Obra. Por eso, en este mes de abril, les envío a Mi Madre como mensajera y curadora, para que prepare vuestros corazones para el nuevo tiempo que llegará a Argentina.

Cada nación tiene un compromiso muy importante con Dios. Los Mensajeros del Cielo se presentan en este siglo nuevamente para advertir a la humanidad sobre los pasos que está tomando y los caminos que está siguiendo, caminos que no van hacia Dios porque son decisiones que no están en la Luz del Padre.

Por eso, en Mi gran Misericordia infinita, vine para abrir vuestros ojos a lo nuevo, para que puedan despertar a tiempo dentro de este caos que vive el mundo internamente.

Mi Misericordia viene a liberar vuestras amarras y vuestros pecados todas las veces que sea necesario, porque el Padre Me ha concedido conocerlos profundamente.

Mi Ley de Misericordia viene a corregir vuestras acciones y vidas. Por eso, vayan como los apóstoles y anuncien Mi llegada al mundo. Yo vendré silenciosamente a este mundo, sorpresivamente, y Me apareceré a aquellos que me abran el corazón y que hayan orado Conmigo constantemente por esta humanidad.

Mi Padre me ha enviado nuevamente a congregar los rebaños que se han perdido y estas Maratones de oración intentan congregar a todas las almas que deben retornar a Dios, principalmente, aquellas que están en Dios, en este momento deberán ayudarme a auxiliar a aquellas que están distantes de Dios.

Por eso, Yo los necesito firmes y dispuestos a seguir Mi Camino.

Yo no les puedo prometer felicidad en este mundo caótico, pero sí les puedo prometer, en el próximo mundo, Mi Misericordia, Mi Eternidad, Mi Divinidad y Mi Espíritu, como muchos santos, ángeles y bienaventurados que gozan de este Espíritu Crístico.

Yo les vengo a traer el universo a vuestras presencias. Yo Soy el Corazón del universo que late profundamente todo el tiempo. Yo les vengo a traer la Verdad de Dios para este tiempo.

Mediten en las acciones que toman todos los días. Sean buenos servidores en este tiempo, en paz. Sean proclamadores de la Paz que viene del Reino de Mi Padre. Yo los amo misericordiosamente todo el tiempo. Yo los reúno cerca de Mi Corazón para que lo puedan sentir. Mi Corazón es el Amor eterno de Dios manifestado.

Por eso, en este tiempo tan definitivo, vengo a recordarles el compromiso que han hecho Conmigo. Vuestras familias, amigos y conocidos, nadie escapará de poder conocerme en este tiempo.

Mi Amor es más fuerte que el amor que se vive en este mundo. Mi Poder y Mi Divinidad es grande en esta humanidad.

Queridas ovejas, queridos compañeros, los invito a preparar esta Sagrada Semana con el corazón, esta Pasión que vienen a recordar todos los años de vuestro tiempo. Yo los invito, queridos amigos, a que sientan Mi Pasión y que mediten en ella, así Yo podré conceder Gracias especiales a aquellos que lo hagan y Mi Corazón los podrá liberar y curar de todo aquello que no han conseguido liberarse.

Yo les vengo a recordar, en esta Sagrada Semana, Mi Pasión. Las diferentes fases que Yo viví en la Pasión, porque en verdad el mundo no conoce lo que viví verdaderamente. A través del Orandio de la Pasión y de la Transfiguración, Yo se los he revelado.

Por eso, durante esta Sagrada Semana, ofértenme sinceramente vuestros corazones. El Altar está abierto a todos. El sacerdote recibirá las ofertas de sus fieles para que todos celebren en el espíritu de la paz y del amor.

No será necesario, en este mundo, que ningún hombre más cargue con otra cruz. Yo lo he hecho por ustedes, queridos amigos. Mis Manos y Mi Cuerpo fueron llagados por ustedes. Yo cicatricé todas Mis heridas a través del Amor y, así, presenté al mundo la redención.

Pero a medida que pasa el tiempo, la humanidad se olvida del compromiso con Cristo. Por eso, Dios, en Su Bondad y en Su Misericordia envía a Sus Mensajeros para recordarles este compromiso.

Necesito que puedan fundirse con Mi Espíritu en esta próxima Sagrada Semana. Por eso, Aurora resplandecerá para recibir nuevamente Mis Rayos, como en el principio. Por eso, los ángeles que Yo envío al mundo están trabajando duramente, para que las almas se puedan aproximar a la Pasión de Mi Corazón y no sean distraídas por las cosas que oferta el mundo.

Yo necesito que sientan Mi Corazón como algo verdadero y simple, necesito que Mis Palabras reverberen en vuestras esencias.

Sepan, queridos compañeros, que este es Mi último llamado al mundo; de la misma forma en que Yo lo hice una vez en Ruanda, anunciando Mi Mensaje a través de Emmanuel, y África consiguió la consagración a Mi Sagrado Corazón, no solo a través de la obra que Dios me envió a realizar en ese país, sino también a través de las misiones que hicieron los Hijos de María.

Aún hay mucho que aliviar en esta humanidad dolorida, pero quién se animará a llevar las llagas espirituales del cuerpo en sus corazones. Esta es una gran propuesta que hoy Yo les entrego.

Muchos temen al sufrimiento por amor a otros. Vivan los ejemplos de todos los que han pasado por esta humanidad, de los grandes bienaventurados y santos que dieron sus vidas por Dios.

Pero en esta era tan importante Mi Llamado es para todos. Mi Corazón está queriendo entregarse a todos. Yo necesito de todos los que nunca me han escuchado ni visto para que Mi Obra se pueda cumplir en gran parte de esta humanidad.

América debe cumplir su gran promesa ante el Universo Celestial. Por eso, las misiones que Mi Madre está realizando, en cada país, preparan a las esencias para lo que vendrá en el próximo tiempo.

Mis Palabras en este momento son verdaderas, necesito que puedan entenderlo con vuestros corazones. Mi manantial está abierto para aquellos que lo busquen, pero pocos se arriesgan bañarse en Mi océano de Misericordia para que Mis aguas eternas puedan lavarlos y cicatrizarlos.

Que todos los que Me escuchan no tengan miedo, Yo vengo a entregarles el Amor de Dios, el Amor verdadero del Padre que es olvidado por muchos, porque reina la soberbia, la ignorancia y la indiferencia, raíces que producen grandes males y que enferman a las almas rápidamente, perdiendo la esencia y la luz interior.

Pero Yo Soy parte de ustedes y ustedes son parte de Mi Corazón eterno, Yo conviví y viví entre ustedes, Yo les proclamé a vuestras vidas Mi sagrada Palabra salvadora. ¿Qué han hecho con el Evangelio que Yo les entregué?

Vengo en este tiempo a buscar los talentos. ¿Por qué los esconden en vuestros corazones? Es tiempo de darse mucho más. Dios espera de ustedes lo máximo. Yo estoy aquí para ayudarlos y socorrerlos.

Yo vengo a abrir vuestros ojos a lo nuevo, al universo, al Reino de la Paz y del Amor. Pero pocos quieren vivir esta realidad. Con los pocos que Yo cuento, en esta era, realizaré Mis grandes Obras en el mundo entero.

Sirvan en paz a vuestros hermanos y a todos los Reinos de la Naturaleza que también sufren perpetuamente. Nadie percibe cómo los árboles son destrozados y heridos.

Ustedes saben, queridos compañeros, que cuando Yo era niño y fui a Egipto, las grandes palmeras del desierto reverenciaron Mi pasar. ¿Acaso Dios no vive en los Reinos de la Naturaleza? ¿Qué están haciendo con este mundo tan precioso que Dios les entregó?

Ha llegado la hora del rescate, del rescate planetario, del rescate de esta humanidad enferma y que muere sin ver la Luz de Dios. Yo vengo a resucitar a aquellos que han caído otra vez y a liberar a los espíritus impuros que condenan a muchas almas en esta humanidad.

Mi Misericordia es preciosa, pero para vivirla debe ser amada, queridos compañeros. ¿Cuándo se animarán a cruzar el portal hacia Mi Corazón? Yo tengo para entregarles cosas preciosas. Mi Palabra siempre se ha cumplido a lo largo de los tiempos.

Yo he convertido Eucaristías en corazones y carnes vivas; Mis Cruces han derramado mucha sangre. Todos han visto Mis milagros a lo largo de los siglos. ¿Qué más necesita esta humanidad? Dios está presente en todos los lugares. Pero ¿será que todos lo pueden ver?

Yo Soy esa parte de Dios que viene a hablarles. Esa emanación de la Fuente que se proyectó sobre la humanidad y que se volvió un hombre vivo, de carne y hueso, que caminó entre ustedes para compartir la Palabra y vivificar vuestros corazones, llevándolos a la Redención y al Amor.

Queridos compañeros, les agradezco por esta gran respuesta de ustedes.

Cuando oren Conmigo y se unan a Mí, recuerden que Yo siempre estaré vuestro lado. Deseo ardientemente estar en vuestras vidas, ser parte de vuestra sangre, de vuestra respiración, de todos vuestros cuerpos. Yo quiero ser la Célula viva en vuestras células, la Luz resplandeciente que transfigura y transforma como un Rayo del universo que viene a auxiliar y ayudar a la humanidad.

Pero todo comenzará, queridos compañeros, con vuestro simple y humilde sí, así todo estará consumado.

Aquí presente, bendeciré los elementos sagrados y las imágenes que traerán resurrección para vuestras consciencias.

Que esta próxima Sagrada Semana que se aproxima sea una celebración verdadera para todos, un encuentro perfecto con la Sagrada Familia universal.

Allí estaremos, en el corazón de Aurora.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Mientras traen los elementos vamos a orar con nuestro Maestro el Padre Nuestro y el Gloria.

 

Cristo Jesús bendice los elementos.

 

Cuando oran de corazón, Yo los amo más.

Gracias, queridas almas, por esta simple dedicación. Les agradezco.

Ingresen en el universo de Mi Paz y caminen firmes en el Propósito. Dios siempre los proveerá. Sean bienaventurados.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Todavía Jesús está presente, acompañándonos. Vamos a esperar por unos instantes hasta poder responder a un pedido que nos hizo de escuchar las Bienaventuranzas que una vez el transmitió en uno de Sus Mensajes diarios.

Él nos pide, en este momento, que sigamos unidos a Él en comunión, de corazón a Corazón, sintiendo Su Presencia.

 

A continuación, se lee el Mensaje diario transmitido por Cristo Jesús el 15 de febrero de 2013, sobre las Bienaventuranzas.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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