Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

Mientras sus voces, una vez más, se unen al afluente infinito de la Misericordia de Mi Hijo, los poderes celestiales pueden volver a interceder una y otra vez por las causas urgentes, principalmente cuando a través de la recitación de la Divina Misericordia se mantienen abiertos los portales espirituales que ayudan a las almas y a todas las situaciones que viven, por intermedio de una Gracia expiatoria que concede la liberación de las cadenas y de las prisiones del mal.

Pero esto no significa, queridos hijos, que todo termine; porque en este tiempo de batalla espiritual, los ángeles del Señor, especialmente los ángeles de la Misericordia, intervienen para que, por los méritos alcanzados por el Sagrado e Insondable Corazón de Jesús, todas las almas posibles sean consideradas como almas rescatables ante Dios.

Queridos hijos, comprendan así que, en cada momento o instancia en la que pueden estar reunidos para orar, deben tener muy presente que espiritualmente no solo se abre la oportunidad de que el Reino de los Cielos interceda, sino también de que sus propias situaciones internas encuentren un sendero de paz para ser resueltas.

Queridos hijos, todo esto es posible por los méritos infinitos que Mi Amado Hijo alcanzó a través del poder inexplicable de Su Sangre derramada y de Su Vida entregada por la redención de todo el género humano.

Unirse a los afluentes de la Misericordia es librarse significativamente de todo posible juicio espiritual, personal o planetario, porque los méritos de Cristo justifican los errores cometidos y liberan a las consciencias de toda condición humano-espiritual.

Es momento de que cada uno de Mis hijos comprenda y, sobre todo, viva los méritos que Cristo le otorgó a la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de la Misericordia

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El sentimiento de Amor de Mi Corazón en el Nacimiento de Jesús

Desde Mis primeros años de vida, y antes de ellos, fui preparada por Dios para cumplir con Su Voluntad y manifestar Sus promesas, esas que estaban guardadas en las palabras de los Profetas, en los Libros Sagrados de nuestro pueblo.

Mi Corazón amaba al Señor con todo fervor y ese mismo Amor permitía que en Mis oraciones Mi Consciencia cruzara las dimensiones para estar delante de Dios.

Contemplaba, así, esa Fuente eterna de Vida y Su Silencio. Observaba cómo toda la vida se renovaba a través de los rayos, sonidos y colores que partían del Corazón de Dios y que eran conducidos por los ángeles y arcángeles hacia los diferentes Universos.

Mi Corazón solo aspiraba a silenciarse con Dios para estar allí, en aquella dimensión de la consciencia, en donde todo era quietud y paz.

Fue así que, contemplando la Consciencia Divina, el Creador Me reveló los misterios de Su Creación; Me mostró el momento en el que Su Amor se expandió y dio origen a la vida manifestada a través de las dimensiones; Me mostró el momento en que eran creados los primeros Espejos del Cosmos y cómo ellos servían para conducir el Amor y la Voluntad Divina hacia todo lo que había sido creado.

En Su Silencio, el Señor Me reveló la gracia de la expresión de la Divina Trinidad y cómo nació, de Su Corazón, Su Divino Espíritu y Su Hijo. Y, al fin, a través del Arcángel Gabriel, el Creador Me reveló que Su Amor se manifestaría en la vida como cuerpo, alma y espíritu humano, ocultando todo ese misterio antes revelado.

Delante del Arcángel Gabriel Mi Corazón se expandió y todo el Cosmos y las realidades sublimes que antes Yo contemplaba delante de Mis ojos, a través de los portales de luz que se abrían en el cielo, ahora comenzaban a ingresar en Mi interior; en Mi Vientre se guardaba todo ese misterio divino.

Primero el Creador hizo morada en Mi Corazón; después en Mi Consciencia y, entonces, en Mi Cuerpo, haciendo que todos los niveles de Mi Ser experimentaran Su presencia divina.

Cuanto más Yo vivía a Dios, más Yo Me silenciaba, porque Su Amor inundaba Mi Ser de forma que no había lugar para expresiones Mías, sino solo de Dios.

Cada día que pasaba, y que el Niño Dios crecía en Mi Vientre, era como contemplar otra vez la Creación de los Universos, la manifestación de los Aspectos de Dios, el nacimiento de los ángeles y de los arcángeles a través de los más puros sentimientos del Padre. Pero en aquel momento, hijos Míos, eso sucedía dentro de Mi Vientre.

Un Cosmos interior despertaba en Mi cuerpo físico y todo lo que Yo era, como parte de la vida humana, se transformaba en un Espejo de la Consciencia Divina. El Espíritu de Dios se espejaba en Mí y, así como Él le dio la vida a todo lo que habitaba en el Universo, ahora Él gestaba una vida nueva en Mi Vientre Materno.

Expreso hoy con palabras lo que fue vivido en el silencio para que sus corazones participen de los misterios de la vida y los amen, a fin de que busquen la verdad sobre sí mismos.

Cada día de Mi gestación fue acompañado de una revelación divina y Mi Espíritu se regocijaba en Dios, en la eterna presencia de los ángeles, como si Mis pies ya no tocaran la Tierra, sino que vivieran constantemente en la renovación de la vida en las dimensiones divinas.

Mi Casto Esposo José acompañaba Mi silencio y también se silenciaba. Eso le permitía comulgar de los misterios, a pesar de que Él no los comprendía y no los vivía con la misma profundidad.

En el Camino hacia Belén, Yo acompañaba con amor cada prueba que Él vivía y, en Mi silencio, dejaba que la humanidad se transformara y se convirtiera a través de Su Casto Corazón. Ya llegaba el momento en que el Espíritu de Dios inundaría Su Corazón y, sabiendo que todo tiene su tiempo, Yo solo silenciaba y dejaba que el Amor de Dios, que pulsaba en Mi vientre, se expandiera hacia Su humilde y fiel Corazón.

El Nacimiento de Cristo fue sentido por Mí como una nueva Creación, una nueva expansión divina. Mi Consciencia se trasladó al Cosmos y, viendo al Dios Único multiplicarse, sentía a Su Hijo nacer y expresarse en la materia.

Los ángeles cantaban gloria y aleluya y emanaban sonidos jamás escuchados en la Tierra. El Silencio de Dios se expandía como ondas de amor y todo eso Yo lo sentía en Mi Corazón.

Tener a Mi Hijo en los brazos Me hizo compartir el Amor de Dios al multiplicarse. El primer sentimiento de maternidad de toda la vida provenía de Su Corazón. Y, como algo sublime e indescriptible, un sentimiento renovado de Amor, un Amor que no vivía en la Tierra, Mi Corazón vivió una nueva expansión de luz.

Sientan, hijos Míos, este Amor que se guarda en la memoria de Mis palabras y dejen que, en este día de gloria, esta expansión de Amor viva, en algún grado, dentro de ustedes.

Hoy les revelé los más profundos sentimientos de Mi Corazón y con palabras simples les di a conocer aquello que no se explica, sino que solo se vive.

Para comprender verdaderamente lo que les digo, deben dejar que Mis palabras ingresen en sus corazones y originen un estado nuevo dentro de cada uno de ustedes.

¡Les agradezco por confiar en los impulsos que provienen del Cielo y por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos cantores e instrumentistas:

En este día de un nuevo encuentro, que sus voces e instrumentos se eleven a Dios para seguir implorando y clamando por la redención del planeta.

Que los Cielos desciendan a la Tierra a través del portal interior que hoy abrirán sus corazones.

Que el Padre Celestial nuevamente escuche todo su ofertorio musical para que, por medio de ese impulso de amor de Sus hijos de la Tierra, Él derrame toda Su Misericordia Infinita sobre esta necesitada humanidad.

Hijos, que hoy se establezca de manera simple, pero profunda, esa unión esencial entre sus almas y el Creador, a fin de que a través de este encuentro de música los atributos de la paz, la armonía, el amor y la fraternidad estén presentes en las consciencias de todos los seres humanos.

En esta noche de gala, en la que sus espíritus podrán brillar más que cientos de estrellas, que sus almas se unan en una sola hermandad, en un mismo amor y en una misma fraternidad para que todo lo que hoy será humildemente ofrecido se irradie al planeta y las necesidades espirituales e internas de los pueblos, de las razas y de las naciones, sean suplidas.

Queridos hijos, hoy nuevamente los estaré acompañando en la unidad y el bien para que, con la ayuda de los ángeles, los frutos de este especial encuentro de música puedan ser colocados a los Pies del Padre Celestial y el mundo entero reciba Misericordia y expiación.

Hijos amados, que sus voces vibren y se eleven en el amor, ante la posibilidad de poder cantarle a Dios, a la vida y a todas las almas que necesitan despertar del sueño profundo de este tiempo.

Hijos amados, que en todo esté su corazón, como lo ha estado en los últimos tiempos.

Que cada nueva gala sea una oportunidad de renovación y de confirmación de su fe para con la Obra de la Jerarquía.

Hoy les dejo Mi Paz, sabiendo, desde ahora, que todo lo ofrecerán de corazón por la cura y la redención de esta raza.

Los bendigo y les deseo una bellísima gala de música para esta noche especial.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Y ahora, que tus pies descalzos como los Míos caminen en dirección al Portal de la Renovación y que, antes de atravesarlo, todo lo viejo se disuelva en ti para que, una vez que lo hayas cruzado tu corazón espejo y tu alma capten y sientan los impulsos de unión con la vida universal.

A partir del nuevo tiempo y después de haber atravesado el Portal de la Renovación, que tu esencia, tu vida y tu consciencia participen de los impulsos divinos que emanarán Nuestros Sagrados y Eternos Corazones, a fin de que se establezca la nueva y renovada consciencia en ti, para que el pasado y toda experiencia se purifiquen, y tu alma, que es inmaterial e interna, pueda alzar vuelo bien alto para unirse al Creador de todo lo que existe y de todo lo que resuena dentro de este universo.

Que tu consciencia sea la nueva clave redimida, sea esa preciosa nota que compondrá la nueva melodía de la paz y de la redención.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN CIUDAD DE OPORTO, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

El divino diálogo entre María Santísima y Jesucristo, Su Hijo Amado

María Santísima: Hijo, sabes que las almas en su naufragio necesitan de Tu ayuda. Te pido, Adorable Hijo de Dios, que Te aproximes a los más débiles, que por sus errores y faltas pierden la Gracia de conocerte.

Mira, Querido Hijo, cuántos siguen Tus caminos y se esfuerzan por vivirlos.

Jesucristo: Clementísima Madre, escucho con atención y gracia Tu dulce y amorosa voz, así como la escuchaba cuando aún era muy pequeño y estaba en Tus brazos.

¿Cuándo será el momento en que los hombres se abrirán para conocer el poder de Tu Amor?

Mi Corazón se avergüenza cuando las almas no son dignas de proclamarte y reconocerte como la Madre del Mesías y la Corredentora, porque en este misterio, Tú siempre fuiste la silenciosa mujer de Nazaret que soportó todos los martirios junto a Su Hijo, en profundo silencio.

María Santísima: Sí, Hijo Amado, en Tus palabras se trasluce la verdad y la importancia del mensaje. Mi Paz todo lo alcanza, y no Te aflijas, Santo Rey, porque aún existen corazones verdaderos y santos que Me viven y Me glorifican; en ellos están las bases de la obra que el Padre Me ha confiado, en ellos edifico la verdadera iglesia celestial, libre de bienes y de poderes humanos.

Jesucristo: Es esa iglesia interior que Yo espero proclamar en honor a Mi Padre y por cada criatura de la Tierra que día a día pierde su filiación con Dios.

Santísima Reina de los Cielos, es por esa divina causa que Te he confiado, en Tus manos y Corazón, a toda la humanidad para que Tú, Arca Sagrada del Espíritu Santo, seas el portal por donde todos Tus hijos puedan pasar.

María Santísima: Por eso te ruego, Divino Hijo, que ayudes a Tus rebaños dispersos por el mundo, para que se unifiquen y solo exista un único propósito en cada corazón humano.

Desearía, Amable Señor, que Tú pudieras erguir en cada espíritu Tu verdadera iglesia celestial para que, fundando miles de ellas en los corazones, las criaturas reconozcan que Tú eres el Rey del Universo.

Jesucristo: Amada Madre del Mundo, Tus súplicas son para Mí caricias y ternuras celestiales de una Madre bondadosa e incansable, que nunca descansará hasta ver a todas las almas en el Paraíso.

Tu divina intercesión, Querida Madre, es motivo de Gracia, de Misericordia y de Gloria. Responderé al llamado de Tu Corazón Purísimo, pues Tus santos ángeles Me han hecho saber que en la Tierra tienes ejércitos orantes que están despertando por Tu Amor.

María Santísima: Sí, Glorioso Hijo, en la Tierra están despertando nuevos ejércitos, rebaños Tuyos que estoy congregando para que finalmente sigan un único camino: el camino del amor.

Por eso, Precioso Rey, estoy pidiendo a todos los ángeles y, especialmente al Ángel de Portugal, que reúnan a todas las consciencias angélicas para que la divina obra de redención se realice en todos los corazones aún no redimidos.

Por eso, revisto con Mi manto celeste a cuantos aceptan Mi convocatoria, pues Mi más íntimo deseo es que Tu Corazón sea glorificado para que el Padre sea glorificado y los acontecimientos cambien.

Jesucristo: Comprendo, Santísima Madre, el propósito que llevas adelante, por eso reforzaré Tus ejércitos angélicos para que las almas sean retiradas de la ilusión y del engaño terrenal.

Enviaré a más consciencias ultraterrestres para que los corazones despierten y sean portadores del Proyecto de Dios, el que Nuestro Amado Padre ha pedido que sea realizado en este tiempo.

María Santísima: Por eso, Hijo Primogénito, sembraré flores en jardines internos para que las almas sientan la existencia de su pureza original.

Verteré gracias inexplicables en corazones que no las merecerían, para que ellos se reconozcan dignos hijos de Dios. No dejaré, Bendito Hijo, que nadie parta de este mundo sin tener consciencia de que el amor todo lo puede cuando el corazón se abre para experimentarlo.

Jesucristo: Es ese misericordioso amor, Divina Madre del Cielo y del Universo, que aún no es vivido ni aceptado. Es el amor de Mi Corazón manso, que derrama Su Sangre de luz sobre el planeta y que todavía espera ser apreciado por todos los hombres.

Es ese amor celestial que espera ser aceptado por cada consciencia, especialmente por aquellas almas que nunca conocieron el amor. Mi Corazón se glorifica cuando los corazones viven los sacramentos y, más aún, Mi Corazón se llena de gratitud cuando las criaturas responden al llamado del Cielo, sea cual sea.

María Santísima: En Tu divina plenitud, Amado Jesús, las almas encuentran su fortaleza y las puertas a la redención se abren tantas veces intentando que las consciencias terrestres las puedan cruzar.

Por eso te ruego, Queridísimo Hijo de Dios, que ayudes con Tu bondad y Misericordia a todos los que las necesitan, para que se animen a dar el paso y ya no pierdan tiempo ni espacio en la superficialidad de la vida.

Prometo, Santo Hijo, que Mi donación y amor abrirán los caminos para que Tus rebaños puedan pasar.

Jesucristo: Es una infinita gracia escuchar Tu casta y dulce voz, la que proclama sin cansancio el triunfo de la esperanza y del amor que tanto necesita el mundo.

Tu Corazón amoroso se entrega por entero en las manos de los imperfectos y Él no teme ser rechazado porque Tu confianza en el Padre no tiene límites ni barreras.

Haz, Santa Madre Mía, que cada hijo Tuyo se anime a cruzar el portal, para que finalmente Yo encuentre en Tu regazo a los que tienen sed de Mí. Calma cada corazón y resucita en espíritu a los que aún deben elevarse al resplandor del Reino de Dios.

María Santísima: Apreciado y honrado Hijo Mío, es una gracia cumplir con Tus designios, porque en Tu Corazón se guarda la máxima Voluntad de Dios, la que los corazones de la Tierra deben aprender a vivir para que el Propósito divino se cumpla.

Por último Te suplico, Amado Hijo, que cada criatura de este enfermo planeta pueda despertar al Propósito, que los velos caigan de la consciencia y que todos los que están ciegos espiritualmente puedan ver y así cumplir con Tus sagradas peticiones.

Jesucristo: Haz saber al mundo, Madre Querida, que ya estoy retornando y que Mi hora se aproxima. Haz saber que las almas deben arrepentirse y perdonarse las unas a las otras, para que abandonen la soberbia y la indiferencia humana.

Haz saber que Me complazco, Santa Madre, en los que se esfuerzan y cumplen en obediencia Mis pedidos, porque así Yo construyo Mi iglesia interior en los corazones.

Haz saber al mundo, que el gran y esperado Juicio de la humanidad está cerca y que todos deben rezar por las agresiones causadas en el transcurso de los tiempos a toda la raza y a los Reinos de la Naturaleza.

Haz saber, Madre Celestial, que pondré fin a muchas cosas.

Queridos hijos, este segundo diálogo fue vivido en el Reino Celestial con Mi Amado Hijo y hoy lo comparto con todos para que lo estudien.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los ama,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando un ser y una consciencia humana se consagran al Padre Celestial, es motivo de alabanza y de Gloria en los Cielos, porque nuevamente se cumple la profecía de Mi Hijo, que en el fin de los tiempos y antes de Su retorno habrá nuevos Cristos, mansos de corazón y puros de sentimiento.

Una nueva puerta se abre desde el Cielo hacia la Tierra para que la humanidad ingrata reciba una oportunidad de salvación. Es a través del alma consagrada que un puente de luz y de misericordia se establece, cuando tan solamente la consciencia declara: “Sí, Señor Mío y Dios Mío, te acepto”.

En ese momento, queridos hijos, los portales se abren y nuevas Leyes de misericordia actúan sobre la enferma humanidad.

Quisiera, hijos amados, que todos comprendieran el valor celestial de una consagración, porque no solo una consciencia se renueva, sino que todos los que están alrededor de ese nuevo consagrado también reciben una Gracia Mayor.

Así, vean en sus corazones los pasos que Cristo dio por cada uno de Sus seguidores para que el propósito espiritual se pudiera cumplir.

Una consagración significa para el Universo un acto de rendición y de entrega; también significa la apertura para que el espíritu de esa pequeña consciencia limpie sus pecados y sea bautizado por la Luz espiritual y divina de Mi Amado Hijo.

Por último, esa consagración atrae para la consciencia la profundización de su compromiso con Cristo y se establece una importante fusión espiritual, lo que llamaría de una transverberación que sucede en el momento en que el alma recibe esa Gracia de consagrarse; así el alma no olvidará ese momento por el resto de su vida, porque se ha encendido en un potente caudal de amor.

Así les revelo la belleza que Dios concibió para cada alma de este planeta, belleza que intenta destruir Mi adversario a través del desvío espiritual. Quien se consagra a Mi Inmaculado Corazón y siga Mis pasos, sepa que no perecerá.

¡Alabado sea Dios por impulsar a Sus criaturas a la consagración espiritual!

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Cuando las almas no consiguen cumplir con el propósito que vinieron a realizar en este plano, esa situación se reparte entre aquellos que sí cumplen con esfuerzo la otra parte del Propósito espiritual de Dios. Es así que la balanza está en desequilibrio, porque en verdad cada alma debe cumplir con lo que ha venido a hacer.

Pero, queridos hijos, las consciencias no pueden asumir por mucho tiempo la parte que otra consciencia dejó de cumplir, ya que cada ser tiene una capacidad para sobrellevar su compromiso ante el Plan. Esta realidad es una cadena en constante desequilibrio y hay consciencias que en este tiempo sobrellevan tareas ajenas solo por amor al Proyecto de Dios.

Imaginen, hijos Míos, cuántas consciencias en el mundo distraídas por la innovación y por la astucia de Mi enemigo dejan de cumplir el servicio que en verdad vinieron a prestar. Así la consciencia planetaria cuenta con muy pocos y verdaderos servidores que alivien la crisis actual de la humanidad. Las almas se sorprenderán cuando vean todo lo que dejaron de hacer, a veces por libre albedrío, llevando el proyecto de la raza a una constante decadencia.

El Universo Celestial trabaja en este tiempo con las consciencias que en verdad tienen un buen corazón y que ya no anhelan nada para sí. Es de esa forma, hijos Míos, que la concreción del proyecto humano está enmarcado dentro de un cuadro de pocas posibilidades, dada la gran indiferencia de la raza humana.

Por eso, todos son llamados a la oración permanente y diaria para que en esta recta final la mayoría alcance la meta de cruzar el portal hacia la salvación, antes de que todas las Puertas del Cielo se cierren y comience a suceder la purificación total de la humanidad, porque entonces ya no habrá más tiempo.

Arriésguense a salir del punto en el cual se colocaron y asuman la purificación y el servicio al Plan mientras sirven a Dios con todo amor y sacrificio. Recuerden que la vida de comodidad y de confort en el mundo será lo primero que se purificará por la presencia de la crisis de hambre que viven muchas, muchas almas.

Como la Madre de la Divina Justicia los intento llevar a otro estado de consciencia en donde se puedan dar los cambios que hasta ahora no se han visto.

¡Les agradezco por comprenderme y por adherirse!

Ora por todos,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como el Soplo del Espíritu Santo sobre los apóstoles de Cristo, hoy este Soplo Divino inunda sus espíritus, para que viviendo el ciclo de la rehabilitación interior, confirmen ahora su unión con Cristo, Nuestro Señor.

Así, Mi Hijo encontrará apóstoles dispuestos a servirlo por encima de todo, porque verdaderamente su purificación es el preámbulo para ingresar al estado de la Consciencia Divina.

Entre sus seres terrestres y el alma de cada hijo Mío no puede existir ningún abismo que los separe del Propósito y del cumplimiento de la tarea que Mi Hijo les encomendó desde el principio.

Ahora, este Soplo Divino los llevará al descubrimiento de todo aquello a lo que le ha llegado la hora de vivir su muerte para que, cruzando el portal hacia los Cielos, sus células se divinicen en Cristo, el Señor.

Entre un ciclo y otro encontrarán los abismos de la consciencia, abismos que deben ser iluminados por el poder del amor y de la unidad entre las almas. Esta es la llave que les abrirá la puerta a la liberación de sí, y crean desde ahora que deben dejarse amar y deben abandonar el calvario que por incomprensión están viviendo en ustedes mismos.

Sus almas deben estar en constante unidad y fraternidad, los pareceres y las ideas concretas ya no pueden reinar en el pensamiento colectivo de las almas. Su fuente de renovación debe ser el Amor de Dios, Amor que todo lo soporta, todo lo perdona y todo lo entiende.

Así, estarán libres de mirar todo el tiempo la imperfección y despertarán a las virtudes de la unidad y del amor que Mi Hijo les enseñó. Por eso, hijos, están a tiempo de recapacitar y de no permitir que las ideas de Mi adversario invadan por completo sus consciencias.

Ya comenzó la batalla espiritual del fin de los tiempos que vendrá de la mano de la purificación acelerada e intensa que muchos enfrentarán, para después poder ingresar en el Reino de Dios.

Durante la batalla, será el momento en el que deberán estar más unidos que nunca, para que el Soplo Divino de la Sabiduría los coloque siempre en el camino correcto. De esa forma, podrán colaborar y ayudar a que todos los que se perderán, por ignorancia o por engaño, se coloquen en el camino correcto.

Sean testigos de todo el Legado Divino que les ha sido entregado. Nada es por acaso, ese Legado será su fortaleza y su conocimiento, así como también lo serán Nuestros Sagrados Corazones.

Les agradezco por responder en consciencia a Mi llamado por la paz, en este tiempo de batalla espiritual del fin de los tiempos.

Los reúne en el Corazón Luminoso de Cristo,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN PRESENCIA DEL CASTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hijos Míos:

Todos los días 19, Mi Casto Esposo abre una puerta universal y celestial para que las almas perdidas reencuentren el camino hacia Dios, el Creador.

Para que esta Gracia sea concedida en el corazón del simple y del buen servidor, para que cada uno de ustedes sea los 19 de cada mes un puente al Universo de Dios, vuestro Amado San José necesita que amen buscar la esencia de la humildad del corazón para que de vuestras mentes sean desterrados los códigos de la autodestrucción y del poder ilegítimo, códigos contrarios a Mi Amado Hijo.

Los 19 de cada mes, los altares de San José reciben, a través de vuestras oraciones, lirios de luz que son almas redimidas y convertidas por la amorosa acción de vuestra sagrada oferta.

Cada lirio de luz que es colocado a los pies del altar del Patriarca San José, es después ofertado como símbolo de restauración y de paz entre la humanidad y Dios, así el Plan vuelve a manifestarse mes a mes en la vida de cada alma.

Queridos hijos, todas estas almas redimidas se funden en el gran Corazón de Dios y un nuevo Propósito desciende sobre un mundo que ya estaría al borde de un colapso universal.

Hijos, no pierdan tiempo con vuestras realidades internas, sean consecuentes con la Gracia de la Humildad que San José les derrama todos los meses, así beberán de la Fuente de la Humildad de San José y vuestras vidas alcanzarán, como resultado, una buena redención.

Todos los días 19, Mi Corazón Inmaculado es el portal purísimo y castísimo para que millones de esencias de este mundo alcancen la paternidad de Dios y la filiación con Dios a través del Casto Corazón.

Cada novena que se realiza al Santo de la Humildad y al pobre Obrero de Dios, es recibida en el Reino de los Cielos como una oportunidad de transformar vuestras vidas. No se engañen, hijos Míos, tomen la mano de la simplicidad y de la castidad que Mi Santo Esposo les extiende, con la esperanza de que algún día alcancen el camino de la renuncia y de la humildad.

Sean puros de corazón y no perderán la Gracia infinita de seguir siendo instruidos por San José. Él es vuestro Padre y Guardián, Él es quien después de Mi Ascensión, desde el universo asumió vuestra conversión a Dios.

Busquen lo más simple que hay en ustedes y entréguense al Casto Instructor del Amor, así podrán conocer todas las humildes cosas que permitieron la glorificación de los Sagrados Corazones. Hoy vuestra Madre Celeste está aquí para consolarlos y espera que ya puedan crecer en la madurez de una vida evolutiva, simple pero llena de la humildad que los hará semejantes a Mi Hijo Amado.

Saludos a todos los misioneros de la paz y espero que ese mismo grupo de almas tenga la Gracia de seguir respondiendo a los designios de los Mensajeros Celestiales. Pues Nuestra eterna aspiración es vuestra humilde santidad, santidad que despertará a la nueva humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los lleva a los brazos de San José,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA FIESTA DE LA MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Encuéntrame en el silencio de este mundo.

Hállame en el corazón de todos Mis hijos orantes.

Yo Soy la Voz Suprema que proviene del Universo.

Yo Soy el Ave que sobrevuela en la Paz Celestial. Yo Soy la Mensajera del Camino.

De Mi renacen los corazones que han caído.

Yo llevo a todos hacia el Reino Mayor.

Soy la Madre de la Eterna Gracia.

Aquel que busca Me encontrará. Aquel que Me llama Me escuchará.

Yo Soy la dulce voz que proviene del Verbo de Dios.

Soy la Madre de todas las criaturas.

Yo Soy el Sendero directo a Mi Hijo.

Soy quien acoge todas tus súplicas.

Soy la que entiende tus problemas; también Yo Soy quien los resuelve.

Soy una parte de la Luz Infinita.

Yo Soy Hija y Madre de la Trinidad.

Soy el Espejo Mayor que irradia Justicia.

Soy el Espíritu de la Paz.

Mis palabras provienen del Verbo Divino y el Verbo Divino nace de Dios.

Yo Soy la Hija del Altísimo. Soy Su Mensajera Fiel y Su Señora Universal.

Soy la Madre de los que están perdidos; también Yo Soy la Madre de los que están en el Camino.

Yo Soy el Escudo contra todo mal, porque Mi protección radica en el Absoluto Amor.

Estoy al auxilio de los que Me llaman, Yo escucho con atención las necesidades de Mis hijos.

Soy la Mujer Vestida de Sol, Aquella anunciada en el Libro Sagrado.

Soy la Palabra de Vida junto a Mi Hijo.

Yo Soy la Madre Universal.

Soy la que revela los misterios, para los que están distantes de Dios.

Yo vengo en búsqueda de los valientes, también Yo vengo en búsqueda de los que se han dormido.

Entre Mis brazos reposa el Nuevo Niño, aquel que nacerá como la Nueva Humanidad.

Yo Soy la que gesta el Nuevo Tiempo.

Soy la Obrera que prepara la venida del Salvador.

Yo Soy la que ordena los mundos internos.

Yo Soy la Madre de la Luz Mayor.

Quien recurre a Mi Corazón siempre será acogido, quien busca consuelo lo encontrará.

Yo Soy la Señora del Gran Pensamiento Divino.

Soy la Maestra de la Oración. Soy la que reúno en Mi Escuela a los discípulos, para que aprendan a amar la unión con Dios.

Yo Soy el Lucero incandescente.

Yo Soy la Reina de la Santa Paz. Mi Gracia brota del Corazón de Dios y Yo manifiesto para todos el gran milagro de amor.

Soy la Madre que cura las heridas. Yo Soy la Inmaculada y Poderosa Compañera de Cristo.

Yo Soy la que les enseña el Evangelio. Soy la que les pide que amen la instrucción.

Yo Soy la Estrella Guía de los navegantes del camino espiritual.

Soy la Querida Madre María. Yo Soy la que les enseña la humildad.

Quien vive en Mí, vivirá el amor al sacrificio y se volverá como una fuente de constante donación.

Yo Soy el Portal al Infinito.

Soy el Inmaculado y Sagrado Corazón, Soy la que irradia los nuevos principios para los que se unen a la simple oración.

Soy la Gobernanta del Universo.

Yo Soy el Espíritu Omnipresente del Amor Materno de Dios.

En este día especial, Yo Soy para todos. Soy la Madre de la Verdad y del Amor.

Quiero que en el mundo celebren el día anual de la Divina Concepción; aquellos que lo hagan se unirán perfectamente al poder de la manifestación de Mi Faz de la Trinidad.

Agradezco que este día sea de alegría y de gratitud para todos.

Los uno a todos en Mi Inmaculado Corazón, porque Yo Soy para ustedes la Reina de la Luz y de la Redención.

Los amo y los protejo. Los amparo y los guío.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Queridos hijos:

Recuerden, en este tiempo, el Portal hacia el Cielo que Mi Inmaculado Corazón una vez abrió en Fátima; un Portal de Paz y Redención para toda la humanidad; un Portal de Fe y Esperanza para todos Mis hijos.

Por eso hoy, hijos Míos, delante de tantos cambios en la humanidad,Yo les pido que retornen en consciencia y con el corazón hacia el Santuario Mariano de Fátima, Portugal, y que desde allí vean surgir nuevamente Mi Paz para todo el mundo.

Cada Centro Mariano consagrado a Mi Inmaculado Corazón es visto desde el Cielo como un pedacito de Mi Morada Maternal sobre la Tierra, como la Presencia del Altísimo entre Sus amados hijos, las criaturas.

Por este motivo, queridos hijos, eleven vuestros ojos hacia el Portal de la Paz, que representa a Mi Inmaculado Corazón y vean nacer en ustedes el Amor del Redentor.

Que cada uno de Mis hijos sea un nuevo y renovado portal hacia la paz y la fraternidad. Que cada pequeño hijo afirme en su vida la presencia Misericordiosa de Jesús.

Hoy celebren una vez más el aniversario de las Apariciones en Fátima.

Les pido, a todos Mis hijos, que eleven sus oraciones por todos los peregrinos y los no peregrinos, por todos los que viven en la fe y por los que la han perdido, por todos los que comulgan de Mi Hijo y por todos aquellos que se olvidan de Él.

Queridos hijos, que hoy cada uno de ustedes lleve a Fátima, el Santuario Mariano Interior, en cada uno de vuestros corazones. Que vuestras vidas se vuelvan a erguir delante de la Luz del Padre para que las esencias encuentren el camino del perdón y del amor.

Hijos Míos, en este día, lleven la Paz que Mi Corazón Maternal derramó una vez en Fátima y que este encuentro con vuestro santuario interior, con la Casa de Dios, les permita reconocer cuál es el verdadero estado que Mi Amor quiere que cada uno de ustedes viva en este tiempo.

Hijos Míos, con reverencia les digo: despierten ante este último llamado que Mi voz pronuncia al mundo, un llamado que les habla de la oportunidad de redención que vuestros corazones pueden vivir y un llamado celestial que les promete un encuentro verdadero con Mi Inmaculada Paz.

Como Señora del Santísimo Rosario, los bendigo todos los días y les digo a Mis pequeños: ¡Oremos por la paz en el interior de cada uno de Mis hijos!

Celebren Conmigo la presencia de Fátima: el Centro Mariano de Amor.

¡Les agradezco por contestar a Mi llamado todos los días!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, MADRE DE LA DIVINA CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD, TRANSMITIDO A FRAY ELÍAS

Como Hija del Espíritu Santo, hoy de nuevo les doy Mi Paz y les agradezco a todos Mis hijos por estar respondiendo a Mi llamado.

Sepan que los amo y los contemplo en el Amor Maternal de Mi Corazón; así, los elevo hacia el Corazón de Dios para que Él se sirva de sus vidas como instrumentos de paz.

Por eso, queridos hijos, hoy los invito a contemplar la Faz de Mi Hijo Resucitado y Ascendido en los corazones más necesitados de Paz y de Luz. Hoy les pido que coloquen la fuerza amorosa de sus oraciones sobre Mis otros hijos, los que deberán ser conducidos por Mí en nombre de Mi Amado Hijo, hacia el Puerta de la Redención, Redención que Cristo les irradiará.

¿Por qué les pido esto?

Ya es hora, hijitos Míos, que vivan de los frutos de la oración y de los actos buenos de caridad hacia el prójimo. Estos dos caminos de consagración los prepararán para lo nuevo que llegará.

Por eso, queridos hijos, también contemplen hoy la Luz Divina del Espíritu Santo y sepan que, colocando en sus oraciones este Espíritu que nace de Dios, Él los fortalecerá hasta que ustedes puedan caminar solos como adultos.

Aun siendo niños, siempre deben recordar que así podrán entrar por el Portal del Nuevo Reino según dijo Jesús una vez.

Quiero que sus vidas sean la Bienaventuranza de Dios en la Tierra, mediante la consagración al Sagrado Corazón de Jesús.

Ustedes, pequeños Míos, tienen la entrega maternal de Mi Corazón de Paz para ascender como niños a los brazos de Mi Hijo. Él, con Su Amor Redentor, siempre los acogerá porque los ama.

¡Les agradezco!

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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