MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MENDOZA, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCIA DE JESÚS

Llegará el día en que los misterios de la Tierra se revelarán, y no será primero a los ávidos buscadores de esa verdad. Será a los simples, a los humildes y a los que nada buscaban para sí, que se abrirán las puertas del Infinito, del macrocosmos universal y del microcosmos del propio interior.

Aquello que hoy está oculto, hasta para las más avanzadas ciencias y tecnologías, se revelará como una comprensión, una experiencia y una sabiduría que no se explica ni se mide con las matemáticas de la Tierra.

Los simples comprenderán en silencio y con ese mismo silencio lo transmitirán, porque serán los únicos que permanecerán impasibles cuando la Verdad emerja en la superficie del planeta. Solo ellos se podrán aproximar a la Vida Superior visible a los ojos humanos, porque la conocen y no le temen.

Vengo para formar corazones simples, que derribarán los muros de su arrogancia con mucho esfuerzo y despertarán la humildad, al reconocer que la arrogancia humana destruyó la Tierra y no hizo triunfar el Plan de Dios; al reconocer que es siendo nada que se tornan aptos para recibir todo y estar en el Todo, que es Dios.

En el principio del Proyecto Humano, el Creador ya conocía la imprevisibilidad y las dificultades de Sus hijos que encarnarían en la humanidad. Por ese motivo, a lo largo de toda la existencia humana , Dios envió hacia el interior de la Tierra, a espacios sagrados, invisibles a los ojos humanos, Consciencias bienaventuradas, que no son ángeles, sino seres en evolución que, venidos de la Eternidad, han permanecido en la Tierra, invisibles, sirviendo a la humanidad, con el simple hecho de vivir, en las profundidades del planeta, Principios evolutivos que despiertan el Amor en la consciencia planetaria y, en consecuencia, en los corazones humanos que se abren para sentirlo.

A pesar de estar en la Tierra desde el principio, pocos pudieron verlos y casi nadie comprendió verdaderamente el sentido de su misión en el planeta, cómo llevan adelante sus vidas y hasta cuándo permanecerán en la Tierra.

Esos espacios son sagrados, porque fueron pensados y creados por Dios y Sus Arcángeles, y allí se vive conforme dicta Su Pensamiento. Ellos permanecen en silencio y sirven casi siempre en el anonimato, porque su base es la Humildad que proviene del Corazón de Dios.

Pero en estos tiempos finales, cuando todo estará permitido y todo se revelará, su presencia también se revelará; primero a los simples y a los humildes, que correspondan a las Leyes que rigen esos espacios. Después, hijos, ante los ojos humanos, estén ellos ciegos o ignorantes, emergerá la Luz que los despertará.

Tal vez para algunos ya sea tarde para arrepentirse de su ignorancia, pero, delante del profundo Amor que emergerá de esa Obra oculta de Dios, todos recibirán una oportunidad.

Ese secreto vendrá con el Hijo del Hombre y, antes de que todo acontezca, solo los puros lo conocerán. Por eso les digo que para estar en esa fortaleza y formar parte de ese misterio que los sustentará, silenciosamente, durante la purificación de la Tierra; primero purifiquen sus corazones, su arrogancia y soberbia, líbrense de las vanidades de este mundo y caminen incansablemente hacia ese destino. Porque si hoy escuchan la Voz de Dios que les habla, es porque fueron elegidos para este fin. Le cabe a cada ser vivir, o no, bajo la Voluntad de Dios.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Lánzate a lo imposible, si así te lo pide el Señor. Vence cualquier temor natural o sobrenatural y responde a la Voluntad divina, aun sin comprenderla.

¿Qué parecerá más imposible para un hombre que aceptar que su virgen esposa gesta, en sí, al Hijo de Dios, traído y fecundado por el Espíritu Santo? Y entre tanto, hijo, delante de ese y de tantos otros misterios de Mi vida, jamás negué la Voluntad del Señor.

Fue por esa obediencia irrestricta que el Creador concedió, a Su simple siervo, la Gracia de compartir Su Poder y Su Gloria, aunque Yo estuviera en vida, en un cuerpo, una mente, un alma y un corazón humano.

El Señor siempre Me pidió cosas imposibles, y lo más imposible de todo fue que Me pidió, un día, que fuera tan semejante a Él como lo era Su Hijo, en la humanidad de aquel pequeño Niño que por años cargué en Mis brazos.

Era tan inmensa la grandeza de aquel Niño e infinitas Su Santidad y Majestad, incluso estando en un cuerpo tan pequeño, que asemejarme a tal amor manifestado Me parecía imposible. Pero no Me negué a ese pedido divino y solo Me abrí a amar a Mi Hijo y a Dios como única cosa. Me dejé impregnar por la Presencia divina en Mi vida y abrí cada célula de Mi cuerpo para vivir en sí el despertar al amor y a la semejanza con Dios.

Poco a poco, fui descubriendo que ser semejante al Padre, como lo era Mi Hijo, era amar al Padre tal como Mi Hijo lo amaba y amar a todo tal como el Padre amaba. La esencia del amor era el comienzo, el medio y el fin de todas las cosas, de todos los caminos.

Y observando al pequeño Jesús fue como descubrí que la evolución es eterna, y que la unión con Dios debe ser permanente, constante. Fue así como, aun después de la muerte, seguí contemplando los pasos y el triunfo de Mi Hijo amado y cada vez más Me adentraba en la vivencia del amor y de la semejanza con Dios.

Te digo esto porque el Creador pide cosas imposibles a todos Sus hijos. Incluso, de la misma forma como Me lo pidió, Él también te pedirá que ames como ama Su Hijo Primogénito y que seas semejante a Él, como es Su Hijo amado.

Sabe, hijo, que la esencia de todo se encuentra en perder el miedo de lanzarse al amor.

Aunque te atormenten la duda, el temor, el orgullo y la falta de paz, jamás dejes de cumplir con la Voluntad del Padre. Cuando respondas a Su Llamado, verás que se manifiestan en tu vida Sus Prodigios.

Yo te amo y con Mi ejemplo, te inspiro siempre.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CASA DE COSTURA OFICINA SAN JOSÉ, COMUNIDAD-LUZ FIGUEIRA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El servicio dignifica al alma y le da al mundo el espíritu de la caridad, tan escaso en todos. Cuando un corazón descubre el amor al servicio, se torna pleno y encuentra un camino seguro para su consagración.

El segundo paso después del servicio abnegado, bajo el espíritu de la caridad, es el sacrificio consciente en nombre de los padecimientos de Cristo. Por más simple que les parezca lo que realizan, siempre que ofrezcan sus acciones en reparación del Corazón de Cristo, sus ofrendas son aceptadas y el Sagrado Corazón es aliviado.

Consagré esta casa a Mi Casto Corazón para que aquí vivan la simplicidad, la caridad y el amor entre todos. Quiero hacer de cada corazón servidor una fuente de paz para este planeta.

Muchos piensan que es necesario realizar grandes obras e ir muy lejos para que el servicio sea válido y verdadero, pero Yo les digo que fue dentro de una simple carpintería que presté el mayor servicio de Mi pequeño Espíritu y ahí encontré la santidad y la puerta a la Divinidad, que alcancé al lado de Mi Hijo.

La santidad en la vida de cada ser no depende de las circunstancias externas en que vive; depende solo de cada corazón, de la disposición de cada uno para tornar sagrada la propia existencia.

Si en el servicio que prestan ofrecen a Dios sus actos, descubrirán muchos misterios que les serán revelados como comprensiones, a veces inexplicables, que provienen del corazón y solo para él serán claras.

Me comprometo, como padre de todos los servidores, a estar presente entre ustedes siempre que invoquen Mi presencia a través de la oración, la caridad y los actos de compasión y de fraternidad.

Me comprometo a interceder por las almas y por los Reinos de la Naturaleza en este oratorio de caridad.

Solo les pediré que se acuerden de Mí y que hagan de este espacio un lugar de alegría, de caridad y de unidad entre los hombres y Dios.

Quisiera que en la entrada de esta casa estuviera la imagen de Mi Casto Corazón, consagrando y bendiciendo este lugar, que irradiará la inspiración al servicio para las almas que deben aproximarse en estos tiempos.

Yo los bendigo y los protejo.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sé que las Apariciones de los Mensajeros Divinos son un misterio para muchos, misterio que en algunos motiva el crecimiento de la fe y en otros el tormento de la duda.

Este mundo, hijos, está lleno de misterios. La propia consciencia humana, en sí, es un gran misterio tanto para el cosmos como para ustedes mismos.

En este planeta, deben aprender a vivir por la fe: fe en lo invisible, en lo intangible, en lo divino, en lo pleno. Solo con la gracia de la fe, el corazón puede estar delante de las diferentes situaciones de la vida con la claridad y la comprensión necesarias.

Les digo esto porque, como grupo y como humanidad, ustedes están delante de dos desafíos que son las dos misiones que están viviendo. Ambas situaciones, que deben ser develadas, tienen raíces muy profundas y desconocidas para todos. Y, para que no estén ante ellas de manera superficial, deben abrir sus corazones a la vivencia de la fe, pues es así, confiando en lo invisible y siguiendo sus corazones en cosas tal vez inexplicables o no tan obvias para sus mentes, que ustedes podrán estar plenos frente a esos dos desafíos.

Las dos situaciones que hoy enfrentan los seres, tanto en Medio Oriente como en Chaco, Argentina, necesitaron llegar al extremo para que la humanidad colocara sus ojos sobre ellas y, aún así, aquellos hermanos padecen mucho con la indiferencia, porque el corazón humano todavía no se abrió para vencer sus propias comodidades e ir al encuentro de las necesidades del prójimo.

Sus hermanos de la consciencia indígena intentaron llevar a cierta parte del planeta, sobre todo a América, a una vida evolutiva diferente de la vida del resto de la humanidad. Ellos encontraron lo Sagrado gracias a la reverencia, porque era justamente la falta de contacto con las creaciones e invenciones materiales de la mente humana lo que les permitía encontrar un camino evolutivo diferente, basado en el amor y en la simplicidad.

Pero en un planeta al que todos vinieron para aprender a amar, la misma tendencia de los espíritus presentes en él sofocó la expresión natural de los guardianes de la pureza, los pueblos originarios. Con la ayuda y el incentivo del enemigo de Dios, ustedes no pudieron comprender las diferencias y, a lo largo de muchos siglos, intentaron imponer una forma de vida mental, material y basada en la competencia y en la lucha por el poder. Por el hecho de que los indígenas no sean así y por haber permanecido en su pureza, ustedes los hicieron sufrir y, hasta hoy, influyen como pueden en las mentes de los pequeñitos, intentando hacerlos desaparecer de la Tierra, sin percibir que, con ellos, desaparecerán el amor, la simplicidad, la pureza y la humildad del corazón.

Es la misma lucha por imponer sus propias costumbres e ideales la que genera, en Medio Oriente, las guerras y los conflictos permanentes. Y Yo les digo que no solo proviene de Medio Oriente el incentivo para esas guerras y que no es solo con la ayuda de las grandes potencias económicas de Occidente que ellas crecen y se desarrollan. Quiero que comprendan que esos males tienen raíces espirituales profundas y un único propósito: destruir los Planes de Dios. Es por eso que contamos más con la fortaleza espiritual de pocos que con los recursos materiales de muchos.

Una de las formas que el enemigo usa para hacerles perder la fe y la esperanza es colocar en las mentes el ansia de encontrar resultados materiales, pero esa búsqueda fue la que llevó a Judas al suicidio, por no comprender que la victoria del Mesías era en la Cruz.

Ustedes, que están más conscientes, deben servir sin buscar resultados; deben trafnsformarse sin recibir méritos; deben esforzarse sin encontrar recompensas ni reconocimientos. Dios tiene Sus Ojos puestos en los que son verdaderos y fieles a Su Plan. Sobre estos Él colocará Su Cruz, que para unos podrá significar muerte y fracaso, pero para los que tienen sus corazones abiertos y sus consciencias despiertas significará el triunfo de Dios en todo el universo.

Sirvan todos los días con la certeza de que la verdadera batalla se vive en el espíritu y que ahí debe ser vencida. Lo que sucede en la materia es un simple reflejo de lo que se multiplica en los Planos Superiores.

Por eso, quiero hacerles comprender los acontecimientos del mundo desde un punto de vista más amplio para que, delante del servicio, ustedes no se apeguen a lo que puedan hacer con las manos, pero sí a lo que se alcanza con el corazón.

Por el descubrimiento del servicio y de la misión espiritual,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Como Sagrada Familia, vinimos para animar a la humanidad a que responda al Llamado de Dios y a que cumpla Su Santa Voluntad.

Como Sagrada Familia, invitamos al mundo a que aprenda de la pureza de los niños y a dejar que ellos les enseñen cómo encontrar a Dios.

Como Sagrada Familia los incentivamos a que abran sus corazones para vivenciar los misterios que trascienden, absolutamente, la comprensión humana y transforman por completo todo lo que conocen sobre la vida en la Tierra e, incluso, sobre sí mismos, abriéndoles los ojos para lo que son en realidad. 

Como Sagrada Familia los animamos a que ofrezcan sus almas como instrumentos de Dios, a que venzan el miedo de perder las cosas del mundo e incluso a sí mismos, porque todo lo que guardan como tesoros, ya sea el modo de vivir, cosas materiales o relaciones afectivas de cualquier tipo, como también lo que  conocen de la propia vida, todo eso pasará con un soplo de la Justicia Divina, mientras que la vivencia de la Verdad fortalece el poder y la acción de la Misericordia.

Como Sagrada Familia los llamamos a que vivan el verdadero amor, amor que trasciende las posesiones, que no busca recompensas, que solo dona y nada recibe a no ser de Dios que, cada vez que se abren para donar algo, les infunde una mayor voluntad de entregar todo.

Como Sagrada Familia los colocamos ante la Gracia del retorno de Cristo, dádiva incomprensible para la mente y solo aceptable para el corazón que ya descubrió en sí la fe.

Como Sagrada Familia los invitamos a que descubran la posibilidad de vivir la paz en tiempos de caos y de mantener la confianza en Dios, aun delante del mayor sufrimiento, cuando el Señor nos pide incluso la propia vida por amor a Su Plan, como fue en la Pasión de Cristo.

Reciban a través de sus oraciones los códigos de la Sagrada Familia y no los dejen guardados bajo siete llaves en su interior; permitan que ellos tomen vida, que se expandan y se multipliquen en aquellos que se aproximan a ustedes, como fue con la Sagrada Familia de Nazaret.

Les dejo Mi paz y la confianza absoluta en la presencia de Cristo en el interior de los hombres, porque el Señor renació.

San José Castísimo, en la presencia sagrada de María Santísima

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sé simple de corazón, para que descubras en la simplicidad la grandeza de todas las cosas.

Sé simple de corazón, para que los misterios celestiales no te sean inaccesibles, pues en tu simplicidad la Sabiduría Divina estará a tu alcance.

Sé simple de corazón, para aprender a ser humilde. Por medio de la simplicidad, acepta las Gracias y las adversidades como un Don único de Dios, dirigido a tu vida para ayudarte y para moldear tu consciencia según la Voluntad Superior.

Sé simple de corazón, para que tu mente conozca también la simplicidad y pueda fluir en los rayos de la Voluntad de Dios y vivir según lo que las leyes universales indican.

Sé simple de corazón, para que la transición pase en tu interior no como un castigo, sino como una gran oportunidad de ser, finalmente, lo que Dios espera de la humanidad.

Sé simple de corazón, para que la vida sea una dádiva para ti y la muerte sea el comienzo de una dádiva aún mayor. Así, no existirá el miedo dentro de tu consciencia.

Sé simple de corazón, para que el confort y el sufrimiento sean para ti vehículos de la providencia de Dios, para que cumplas tu parte en Su Plan. 

Sé simple de corazón, para que la oración sea servicio, el servicio sea oración, y el servicio y la oración sean vida; así como la vida, en todos sus instantes y circunstancias, sea servicio y oración.

Sé simple de corazón, para encontrar en lo rebuscado la simplicidad, y en la simplicidad todas las riquezas y los rebuscamientos que tu mente busca por su naturaleza.

Sé simple de corazón, para que Dios disponga de ti como necesite y, así, cuente contigo como un completo servidor, del cual podrá disponer a cualquier hora, en cualquier lugar y para cualquier misión. Te convertirás, así, en un instrumento de Dios.

Sé simple de corazón, porque en la simplicidad encontrarás la respuesta para todas tus interrogaciones. Descubrirás, de esa forma, que dentro de ti habita Aquel que Es en todas las cosas y verás que en ti está todo de una forma tan simple, como son estas palabras.

Busca en ti lo que procuras lejos.

Busca en estas palabras la sabiduría, pues aquí deposité Mi divina simplicidad.

Dichosos y bienaventurados los simples de corazón, porque ellos heredarán la Sabiduría de Dios para el surgimiento de la Nueva Raza.

Su amado compañero, simple y humilde,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Si observas el universo, verás una infinidad de estrellas, sentirás la grandeza de Dios y de Su Creación, aspirarás a sumergirte en el Todo que se expresa delante de tus ojos. Contempla el cielo estrellado y reconoce la Presencia de Dios en una dimensión en que, al mismo tiempo que parece tan distante, impregna todo lo que fue creado.

Si no puedes encontrar la vida del espíritu en lo invisible del propio mundo interior, contempla el cielo estrellado y sentirás la presencia de los que son Bienaventurados, que te observan y aguardan tu despertar.

Si tu alma no consigue aspirar a nada superior a la vida material, dirige tus ojos físicos hacia arriba, contempla el azul del cielo en un día soleado y siente que, por detrás de ese azul, está Dios esperando que tu aspiración sea más pura y verdadera.

Busca, en la belleza que hay a tu alrededor, la grandeza de Dios y encontrarás en tu interior la verdad del espíritu. Si te parece muy distante alcanzar un descubrimiento espiritual solo con el corazón, descubre en el lado oculto de los Reinos de la Naturaleza las mismas verdades que buscas en el silencio de tu mundo interior.

Toda la Creación está impregnada por los mismos principios divinos. Algunos descubrirán la magnitud del Espíritu de Dios en el silencio del corazón; otros, lo encontrarán contemplando el cielo azul; otros lo buscarán en la expresión de los Reinos de la Naturaleza; otros en el ejemplo puro de un hermano que es verdadero en su caminar. El Creador está en todo, y aquel  que lo busca, según sus posibilidades y de forma cristalina, lo encontrará.

Los misterios solo son misterios para aquellos que no quieren desvelarlos, porque el mismo principio que crea y recrea la vida en el universo es el que anima a todos los seres del mundo. Dios está en todas las cosas. Búsquenlo, únanse a Él. Tornen la vida sagrada, por medio de esa búsqueda permanente del Creador de todo.

Este es Mi mensaje para hoy. La búsqueda de Dios dignificael corazón humano y le da un sentido a su existencia, que es el retorno al Origen.

Su amado padre y guía,

San José

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En la esencia de los seres humanos se encuentra todo el potencial que podrán desarrollar para el despertar del amor y de la fraternidad. La esencia es el tabernáculo de uno de los misterios más grandes de la Creación Universal, porque allí se encuentra lo más perfecto que Dios creó para que se desarrollase y manifestase, más allá de este mundo, en pro de la evolución de todas las criaturas.

Este tesoro que habita dentro de cada uno de ustedes es silencioso, humilde, y jamás se mostrará si no salen en su búsqueda.

Todo lo que necesitan para expresar con perfección lo que son, verdaderamente, se encuentra dentro de cada uno. Lo que sucede es que ustedes siempre están muy ocupados en mostrar al mundo algo que no son, y colocan todo su empeño para no salirse ni lo mínimo de ese lugar, para no perder la imagen ya alcanzada, el respeto que consiguieron y el ejemplo en que se convirtieron.

Cada vez que intentan aparentar algo para agradar a los demás, más se apartan de lo que son en esencia, porque mientras más conquistan buenas apariencias más se despreocupan de buscar lo que deben ser, que se encuentra en lo opuesto a lo que el ser humano aprendió a manifestar.

No teman no ser reconocidos, porque cuanto menor es el reconocimiento y mayor el anonimato, tendrán más libertad para alejarse del viejo hombre y sumergirse en el propio mundo
interior, en búsqueda de las verdades esenciales de la existencia de la humanidad.

Los seres humanos están enredados en sus propias trampas y viajan leguas buscando una verdad que se encuentra en el propio interior, solo por el miedo de estar solos consigo mismos.

Queridos compañeros, Dios Me permitió traer al mundo grandes verdades con palabras simples, para llevarlos a la humildad sin herir sus corazones. Solo necesitan penetrar, profundamente, en el amor que deposito en cada frase y dejarse impregnar por el descubrimiento de estos misterios del mundo interior que les estoy revelando.

Con amor y paciencia, tomen cada impulso e intenten vivir cada día algo diferente, aunque nunca lleguen a percibir los resultados de la propia transformación.

Yo los amo y les dejo Mi bendición, Mi paz y Mi serenidad, para que avancen en el descubrimiento de la propia verdad interior.

San José, padre e instructor de todas las almas que caminan hacia el Corazón de Cristo.

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Existen misterios que sólo son revelados al alma simple, aquella que, en su simplicidad, deja de aspirar a las cosas del mundo y coloca el foco de su evolución en vivir lo que es real y que desconoce por completo.

Sepan que incluso el alma que está aparentemente recorriendo un camino espiritual, cuando tiene alguna meta o aspiración material para sí, jamás comprenderá los caminos de Dios y no será capaz de ingresar verdaderamente en Su Corazón.

El alma que se coloca en el camino correcto es aquella que no aspira absolutamente a ningún mérito en este mundo. Todo lo que construye en su vida material, inclusive la propia transformación, es con la única intención de obedecer lo que a Dios le pide, sabiendo que Él algo hará con todo eso. Su verdadera aspiración es disolverse en Dios, encontrarlo y no ser nada dentro de Su Grandeza.

Esa era la esencia de la Sagrada Familia, que fue el ejemplo para toda la humanidad.

En la vida material, ofrezcan todo con empeño, esfuerzo y perfección, para que aquello que Dios pide, se concrete; no para que ustedes sean los realizadores de la Obra de Dios, sino solo para obedecerle, sin importar la finalidad que Él le dará a todo lo que viven.

Si hacen suyas las Metas de Dios, corren el riesgo de colocar la propia voluntad dentro de los designios celestiales; intentarán descubrir cuál es la Meta de Dios, y al creer conocerla, cuando esta no se concrete, sentirán que fracasaron.

Mis queridos compañeros, ¿comprenden entonces la esencia de ser un obrero del Señor? El obrero de Dios no sabe cómo será el final de la obra, no sabe lo que está construyendo. Sólo coloca, cada día, el ladrillo en donde se le pide. Y lo hace con mucha libertad y con mucho amor, porque la obra no es suya, es de Dios.

La verdadera meta del obrero no está en concretizar la obra, sino en obedecer, cada día, al Gran Constructor Celestial.

Coloquen entonces sus aspiraciones en el lugar correcto y abandonen las metas propias, aunque les parezcan espirituales. Diariamente, déjense construir por Dios y no quieran saber en qué resultará Su Obra. Solo amen ser siervos del Creador. Confíen en Su Perfección y, con simplicidad, encontrarán la unión absoluta con Él.

De esa forma, no importará si fracasan ante los ojos humanos, porque en su interior sabrán que solo Dios, que es Perfecto, conoce el resultado de Sus Obras.

El corazón humilde y simple descubrirá muchos misterios.

Les dejo Mi bendición y Mi paz,

San José, obrero y servidor eterno de Dios

 

Páginas

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto