APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL TERCER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


¡Oh, Dios de Israel!,
que se cumpla Tu Ley hasta en lo más invisible y oculto,
para que todo el universo y todas Tus criaturas
conozcan el poder de Tu Bondad.

¡Oh, Señor de la Ley correcta, sabia y eterna!,
entrega Tus dones y Tus Gracias
a los que, todos los días de la vida,
se esfuerzan en vivir Tus Mandamientos.

¡Oh, Señor de la Verdad!,
que Tu Santa Mano escriba
a través de la historia de las almas
que, encarnadas en estos tiempos,
deben cumplir Tu Santa Voluntad.

Quiero que a través de Tus hijos, Padre Eterno,
se escriba Tu Verdad y se cumpla Tu Ley,
así como Tú lo has pensado desde el Origen.

De esta forma, Padre Eterno,
a través del servicio y de la donación de Tu Hijo,
por intermedio de la irradiación de Mi Amor,
las criaturas, encarnadas hoy en el mundo,
encontrarán la Luz de la Verdad en sus caminos,
para aprender a discernir
por la Gracia de Tu Sabiduría Infinita.

Esto reerguirá las bases de Tu Plan en la Tierra
y los 144 000 se reagruparán
para cumplir Tu mandato y Tu Voluntad.
Por eso, Señor del Universo,
en este tiempo de transición y de aprendizajes,
que Tu Mano escriba la Ley de Tu Bondad y de Tu Gracia
en los corazones para que,
 como en el antiguo pueblo de Israel,
se vuelvan a cumplir Tus más Sagrados Designios,
los Designios del final de estos tiempos,
 que provienen de Tu Reino Celestial,
y que, en las almas y en los corazones,
deben preparar el Retorno de Tu Amadísimo Hijo.

Tu Ley de Amor y de Verdad,
de Sabiduría y de Ciencia,
debe consolidarse en los corazones.
Por eso, Te pido, Padre Eterno,
que le otorgues esta Gracia especial a Tu Hijo,
así como Tú otorgaste la libertad y la redención
a través de la aceptación y del ofrecimiento
de la Muerte de Cristo.

Por eso, en este momento,
en el que los tiempos del universo se unen en uno solo
y las vibraciones superiores de todos los resplandecientes
se hacen presentes,
por la omnipresencia y la omnipotencia de Tu Hijo,
por el Poder Divino que Tú le has otorgado,
escribe a través de Tu Mano, Adonai,
lo que tanto esperas que se cumpla
en la vida de las almas en el final de este tiempo,
para que cada alma encarnada,
más allá de su condición o situación,
pueda ser un pilar vivo y firme de Tu Divino Reino,
por intermedio de la fuerza espiritual
del Amor y de la Luz, de la Misericordia y de la Paz,
 que Tu Amado Hijo entrega y dona en abundancia
 a todos los que se animan a decirle sí
para aprender a atravesar la noche oscura,
el desierto y la aridez de estos tiempos.

He aquí, Padre Amado, Señor del Universo,
el Agua de la Vida que sacia toda sed,
que nutre, a través de Mi Espíritu,
al alma que se ha secado y se ha corrompido,
que resucita a quien está muerto en vida,
que sana a quien está enfermo en sus emociones
y que cura a quien está enfermo en su mente.

Todo esto, Padre Amado,
es para que se cumpla Tu Ley, Tu Bondad
y Tu inmensa Misericordia que no tiene límites,
sino que es una fuente inagotable de abundancia,
a la que todos pueden volver
para poder quitar su sed.

Delante de los ángeles testigos de Tu Ley,
¡oh, Adonai!,
solicita a los Señores de la Ley del Universo,
que registren este ofrecimiento en el éter de este universo,
para que los espíritus y almas que lo necesiten
 lo vuelvan a recordar,
todas las veces que sea necesario;
para que vislumbren a través de Ti, Adonai,
la llama sagrada de Tu Propósito,
 que no podrá apagarse en ningún corazón ni alma
porque Tu Amor está vivo en Tus hijos, Adonai,
Tu Amor Eterno.

Quiero que así la Ley que proviene de Tu Fuente,
de Tu Divina Mente y de Tu Suprema Consciencia,
reorganice y redimensione
los planos de consciencia de Tus hijos,
para que se cumpla, Señor,
Tu Amor, pero también Tu Justicia,
y todos tengan la dicha de ser partícipes
de Tu Gloria y de Tu Reino Celestial
en el momento culminante del Retorno de Cristo.


He aquí, hijos de Dios, las Leyes Sagradas de la Creación, que fueron dictadas al pueblo de Israel a través de los profetas.

Hoy se vuelve a cumplir ese tiempo, así como se cumplió el tiempo de la Muerte del Señor, de la entrega de Su Cuerpo y de Su Sangre, como fuente salvífica para las almas.

Esta es la Ley, semejante a una flameante llama que reenciende el corazón, la vida y el espíritu; que no quema, sino que purifica; que transmuta y que libera las formas más corruptas de la vida humana, los universos más bajos del planeta, sin batallar; porque la Ley de Dios es neutra y sabia, y emite eternamente Su sabiduría y entendimiento a las almas creadas y a todas las demás criaturas de este y de otros universos.

Así, alinéense a la Fuente Creadora de Dios, en esta hora en la que la Fuente de Su Gracia y de Su Misericordia está abierta para otorgar expiación a través de un verdadero arrepentimiento y penitencia.

Quiero poder reconocer en ustedes los valores del Creador en la esencia más íntima y profunda de la consciencia humana.

Pero lo que es superior nunca puede comulgar y unirse a lo que es inferior, porque recuerden que todo lo que se ha desatado en el Cielo será desatado en la Tierra y todo lo que se ha desatado en la Tierra también será desatado en el Cielo.

Hoy, están ante la Sinagoga Espiritual de Dios, ante una de las doce expresiones de la Consciencia Trina.

Aquí, Yo estoy presente emanando la Ley del Creador, irradiando Sus Principios internos y eternos, entregando el bálsamo de Su Sabiduría espiritual para que todo lo que hagan sea bajo ese estado, bajo esa Gracia y bajo esa Ley, teniendo en primer lugar la Ley del Amor. No lo olviden, así podrán comulgar del Cielo y, aun estando en la Tierra, podrán ser contemplados en el Reino que se expresa en la Creación de Dios.

Por eso, los ángeles, testigos de la Ley, están aquí para que en solemnidad acompañen este momento, que no es concreto, sino espiritual; porque sus consciencias y la de sus hermanos ya deben aprender a elevarse espontáneamente y, aún más, esto será necesario en el Armagedón de estos tiempos, para que sus consciencias tengan la Gracia de la neutralidad, que es uno de los dones y de las virtudes de la Sabiduría Divina, así como lo es el sagrado silencio.

Tráiganme aquí el ofrecimiento de sus preguntas, que serán contempladas por la Sinagoga de Dios, por la Ley que siempre ha regido al pueblo de Israel, la Ley que lo ha guiado a lo largo de los tiempos.

Que se abran sus corazones para escuchar la Palabra del Señor.


A continuación, Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús lee algunas preguntas de los asistentes y Nuestro Señor responde.


P: Señor, ¿cómo puedo confiar en que tendré estabilidad financiera sin apartarme del Propósito para mí?

R: Recuerden la parábola de la viuda.


P: Cristo, ¿qué debo hacer para parar de sufrir tanto? No aguanto más.

R: Cuando te rindas a Mí, esto terminará.


P: Señor, ¿cuál es Tu Voluntad para esta humanidad? Nada somos, ayúdanos a cumplirla.

R: Que amen más que lo que Yo los he amado.


P: ¿Qué don o talentos pusiste en mí, Señor? Me pierdo con facilidad y no sé si los conseguiré manifestar de alguna manera.

R: Sustituye tus convicciones por tus talentos.


P: Amado Cristo, me gustaría descubrir cómo puedo curarme de mi sentimiento de inferioridad, de rechazo y de abandono.

R: Haz una novena para Mí.


P: No es que seamos un grupo de Tomás, pero ¿cuándo seremos bendecidos con Tu Aparición visible?

R: Cuando primero creas sin haber visto.


P: Cristo, ¿quién soy yo?

R: Una señal de que es posible morir para ti mismo.


P: Señor, ¿cuál es mi tarea en esta encarnación?

R: Cumplir lo que aún no has hecho.


P: ¿Cuál es exactamente la misión en África? (en inglés).

R: Que existan Comunidades y puntos de Luz semejantes al que fue gestado en Angola; pero eso solamente sucederá con la ayuda consciente de Mis compañeros y compañeras, no esperen que eso suceda solo con misioneros consagrados. Para que África pueda dejar de sufrir, deben asumirla con una verdadera responsabilidad, sin descanso.


P: ¿Cómo descubrir mi mayor propósito en esta encarnación?

R: Las señales ya fueron claras en tu vida, solo basta dar un paso para vivir ese propósito.


P: En la conducción de niños, mientras somos educadores ¿cómo guiarlos por el camino del Amor Crístico, sin ignorar las instrucciones formales?

R: Que, lo que más simple que hagas, debes hacerlo por amor.

 

Última pregunta:

P: Señor, esta, Tu Obra, en la que nos llamas Tus compañeros, ¿ahora está correspondiendo a Tu Llamado?

R: Por los frutos se conoce el árbol.


Que Dios Padre, Rey del Universo, los fortalezca y los bendiga, bajo el Amor incesante a la Ley.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Él dijo que va a responder una pregunta más, porque un alma se lo pidió.


P: Tú que conoces esos dos eslabones que aún no llego a conectar, ¿cuál es, que no lo veo?

R: Ser verdadero.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo Soy el Señor de África y les doy de comer de Mi Cuerpo, les doy de beber de Mi Sangre a los que claman por ayuda, por ayuda espiritual.

Desde el desierto de Sahara hasta las tierras de Yemen, desde el corazón de Etiopía hasta Sudáfrica, se extiende Mi Poderosa Cruz, la Cruz de la libertad espiritual de las almas de África, servicio inimaginable que muchos no quieren vivir.

Porque no es solo ensuciarse las manos o ingresar en el mayor e inexplicable sufrimiento de los que no tienen nada, sino que Mi África tiene un tesoro que aún es desconocido por el mundo entero, que es el tesoro del corazón de Mis hijos de África, lleno de amor, aunque rodeado de sufrimiento; lleno de fe, aunque perturbado por la miseria; lleno de pureza y de inocencia, aun viviendo en la esclavitud.

El Señor de África retornará a Su pueblo, dando primero la gran señal de Su Advenimiento, a través de la poderosa Luz de la Cruz del Redentor que se extenderá por ese querido y amado continente.

Pocos son los que se han comprometido Conmigo para este arduo y difícil servicio por las almas de África.

¿Quién más responderá a Mi Llamado, dejando atrás sus emociones e inquietudes, asumiendo la antorcha de la Luz de Cristo que debe brillar e iluminar a toda África, a través de los servidores y de los misioneros?

¿Se han percibido parte de Mi Luz en el servicio humanitario por esta civilización de superficie?

¿Se han percibido parte de Mi Amor en cada lugar visitado, en donde la donación debe ser espontánea y auténtica?

Yo vengo como el Rey del continente africano, que guía a las almas de ese continente por medio del Cetro de Dios; porque más allá de lo que suceda en estos tiempos y de las agresiones que viven todas las naciones de África, todas las almas de ese continente están bajo Mi Luz. Por eso, Yo vendré primero por cada una de ellas, por las que Me sirvieron y por las que Me negaron.

Yo apareceré, en el fin de estos tiempos, de una forma inexplicable. Daré señales visibles, así como lo hice en Israel, para que Mis compañeros Me puedan reconocer.

Vendré de una forma más fuerte que la Luz Eterna, y volveré a hacer prodigios y milagros para los que no tienen fe.

Pero, sobre todo, viviré un gran momento con Mis hijos de África, cuando no solo los podré abrazar a cada uno con el poder de Mi Amor y de Mi Misericordia, sino que también Yo seré colmado por el amor de cada uno de ellos; porque su voz es escuchada en los Cielos, la voz de los pueblos de África resuena en los Oídos de Dios.

Por eso, confíen y tengan fe, el momento de la liberación está cerca y ni una lágrima más correrá sobre el rostro de Mis hijos del África.

Dichosos son aquellos que se donan por África; todos Mis servidores y compañeros que tienen claro lo que significa y representa, más allá de sí mismos, ese gran servicio por las almas.

Dichosos son los que llevan consigo Mi código de Amor; los que no les temen a las tinieblas, a la oscuridad, a la miseria o a la enfermedad.

Benditos son los que sirven en África sin tener miedo.

Benditos son los que sirvieron en África, en algún momento de sus vidas, porque el Señor tiene todo en Su cuenta y en Su Consciencia.

Esas son las perlas preciosas que son presentadas al Creador, a través del esfuerzo y del sacrificio transmutador de Mis misioneros, porque les aseguro que tienen parte Conmigo en el sufrimiento del Corazón del Redentor. Y cada vez que llevan adelante Mi servicio por las almas de África, retiran de Mi Corazón las espinas que Me hacen agonizar perpetuamente.

Porque no solo He dado a conocer al mundo Mi Misericordia; hoy, le doy a conocer al mundo el Corazón Doloroso de Jesús, a aquellos que tienen claro el Llamado que Yo les hago, el Llamado de atravesar las murallas del egocentrismo para donarse al mundo de forma verdadera, auténtica y simple.

Yo Soy Aquel que anuncia la llegada de lo nuevo a toda África. Porque el Señor del Universo nunca se cansa; hay tanto por hacer y tanto por servir, que Mis apóstoles, Mis verdaderos apóstoles, no tienen tiempo de pensar en sí mismos, porque su tiempo es colocar al otro primero, hasta en lo más pequeño e invisible.

Si sus consciencias parten de este principio, que hoy les presento, no le temerán a ninguna otra misión o desafío que Yo les coloque y podrán ser testimonios vivos de Mi Presencia en el mundo, en los lugares donde existe el verdadero sufrimiento, en donde falta la paz, el amor y la tolerancia.

Esto es lo que Yo tengo para ofrecerles, que tengan parte Conmigo en este final de los tiempos, a través del servicio humanitario y a través de la donación de ustedes.

Porque un verdadero misionero nunca se adelanta; un misionero de la Luz prevé el Plan, lo hace parte de sí y lo interioriza, para que ese Plan se materialice y se cumpla, así como está escrito en los Cielos desde el principio.

Porque un misionero de la Luz siempre está preparado, disponible incondicionalmente, tiene su corazón pronto para enfrentar Conmigo el fin de los tiempos. Y el centro de su principio es la Llama insondable de Mi Amor, que nunca se extingue dentro de sí; porque es la Llama de Mi Amor insondable e invisible que lo guía y que lo conduce, es la Llama de Mi Amor la que le otorga el discernimiento, la ciencia y la sabiduría para saber escoger.

Por eso, después de este 8 de agosto, vengo a ofrecerles esta síntesis.

Espero a los corazones que ya se decidieron a estar disponibles para Mí hasta el fin, sea donde sea, no importando el lugar, el momento o la situación. Con ellos haré nuevas todas las cosas y la Luz de Mi Corazón siempre será abundante para aquellos que se confirman Conmigo, día a día.

Yo les daré el poder de Mi Fortaleza para que Me sirvan donde Yo los necesite. Porque no solo podrán ser la Luz de Cristo en la Tierra, a través de las manos que se donan y abrazan en sí mismos el sufrimiento para transformarlo en alivio, amor, cura y redención; sino que a los misioneros que son decididos, Yo les otorgaré Mi Pensamiento Divino para que construyan Conmigo espiritualmente las bases de Mi Retorno.

Si se sienten estancados, bloqueados o incluso cerrados, pregúntense a ustedes mismos:

¿Cómo está mi servicio al Señor? ¿Es auténtico? ¿Es fuerte? ¿Es un servicio decidido?

¿Estoy realmente disponible para el Plan?

No le teman a la transformación; desde ahora, cambien el concepto y la idea de lo que eso realmente significa. Si doce pescadores se convirtieron en Mis apóstoles; hoy, en este tiempo final, ¿ustedes, en qué se podrían convertir?

Mis Gracias han sido abundantes e infinitas para todos.

Mi Amor ha sido amplio y profundo para todos los corazones.

África y el mundo los esperan para que sean puentes de solución, puentes de reconciliación, para que sean centros de amor y de luz en el mundo. Así, permitirán que Yo pueda obrar sin condiciones; y les mostraré, les haré sentir lo que significa y representa la alegría de servir a Dios, sin nada a cambio.

Hoy, finalizan las escuelas preparatorias, mañana comienza la escuela de la madurez y de la entrega absoluta.

Yo vengo aquí a lanzar las semillas en los corazones que se ofrezcan como tierra fértil para que puedan sembrar en sí mismos Mis tesoros. Y como árboles de luz, algún día, den Mis frutos en abundancia; como algunos de los Míos, en estos tiempos, están dando frutos en abundancia y con esfuerzo, pero no es suficiente. Debo reunir a los 144 000 de los cuatro puntos de la Tierra para que esperen Mi llegada y Mi Retorno sea anunciado al mundo, como hoy Yo se los anuncio a ustedes una vez más.

El tiempo de Mi reaparecimiento se aproxima y Me encontrarán entre los humildes y los simples, entre los refugiados y los descartados; Me encontrarán entre los niños, los jóvenes y los adultos que gritan por esperanza. Nunca Me verán en los palacios o en las iglesias.

Yo les dije una vez, como les dije a Mis apóstoles, que el Reino de Dios está dentro de cada uno de ustedes y es allí donde Yo quiero estar para siempre.

¿Sus corazones están dispuestos a recibirme eternamente?

No necesito respuestas. Yo necesito confirmaciones y predisposiciones, es así que estarán entendiendo lo que Yo les digo por Amor, es así que formarán parte de Mi Gobierno Espiritual y serán Mis instrumentos sobre la superficie de este planeta para que el verdadero Gobierno Espiritual de Cristo descienda a la humanidad, enmiende los errores de todas las guerras que hoy se viven, extirpe la impunidad de muchos gobernantes y alivie a las grandes multitudes y pueblos que viven la opresión y el mal en estos tiempos.

Yo les prometo que vendré como la Nueva Aurora, como aquella aurora que aparece en el firmamento; así también aparecerá Mi Santísima Madre y muchos la verán desatando los grandes nudos del planeta en las cúpulas de las iglesias y en lugares inimaginables.

Estén atentos a las señales del corazón, porque todo está permitido.

Hoy, el Señor de África les deja este Mensaje. No lo tomen como una advertencia, tómenlo como una oportunidad de preparación, la última y gran preparación después de este ocho de agosto, cuando lo último del Apocalipsis se desencadenará.

En esa hora más difícil, que ya vive el mundo, es cuando Yo retornaré como el Señor de la Noche, pero también como el Señor del Sol. Los creyentes o aun los ateos no podrán ocultar Mi Presencia.

Felices serán eternamente los que verán Mi Retorno. Bienaventurados serán para siempre los que se hayan esforzado por Mí hasta el final, aun sin saber cómo hacerlo.

Porque, en esa hora más difícil del planeta, como fue en Pentecostés, Yo les mandaré al Gran Consolador, el Divino, el Eterno y Sublime Dios, para hacer de sus corazones y almas grandes fortalezas, que como soldados de la paz y guerreros de la Misericordia sirvan a Cristo en el fin de estos tiempos, porque así harán triunfar a Mi Corazón cuando estén decididos.

Con todos Mis tesoros en sus corazones y almas, hagan valer y honren Mi Presencia en el mundo porque, así como llamé a los doce a las orillas del Mar de Galilea, hoy los vengo a llamar a todos para que estén a Mi lado y sigan Mis Pasos, los pasos de su propia liberación.

Por todos los que son esforzados, les agradezco.

Por todos los que están confirmados, los bendigo.

Por todos los que sirven a los pobres entre los pobres, por todos los que sirven a los que deben recuperar sus valores y su dignidad humana, haciendo de cada servicio un momento de gran fraternidad, los alabo y los honro en nombre de Mi Padre Celestial.

Porque las señales de su sacrificio y entrega quedarán marcadas en los Cielos y sus espíritus después de este gran servicio en el planeta retornarán al origen, donde servirán a la Fuente Creadora con toda la experiencia del amor y de la redención vividas.

Y todo ese legado, que es de cada uno de ustedes por sus propios esfuerzos y entregas a Mí, se convertirá en una nueva estrella en este vasto cosmos. Y los que vendrán después, en los próximos tiempos, después de que hayan nacido en esta Tierra y formen parte de la Nueva Humanidad, mirarán al cielo en la noche y verán muchas estrellas, como ustedes hoy las ven en el cielo. Y esas almas, recién encarnadas, reconocerán el legado que ustedes habrán dejado en nombre de Cristo, su Señor. Amén.

Preparémonos para esta Comunión Espiritual con alegría, reafirmando el Llamado de su Señor en sus corazones. Y lo haremos a través de una canción, la canción que representa Mi Llamado para cada una de las almas, aquella canción que relata el pasaje de Cristo como pescador de almas a las orillas del Mar de Galilea.

Eso es lo que quiero que Me canten, porque no se olviden de que Yo Soy con ustedes, y ustedes pueden ser en Mí.

Yo Soy el Nazareno, Aquel que predicó, Aquel que anunció la Buena Nueva, que curó y que liberó a los corazones. Soy Aquel que multiplicó los panes y los peces, Soy Aquel que caminó sobre las aguas; y que los invita a hacer lo mismo por el triunfo del Reino de los Cielos.

Los bendigo y les vuelvo a dar Mi Paz, la Paz que siempre los fortalecerá para seguir adelante, confiados, sin miedo a nada.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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