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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El mundo vive su calvario, vive su cruz, pero Yo les traigo la solución para todo esto.
El Rosario es vuestra salvación, es el instrumento poderoso e inquebrantable de Dios, que su Madre y Sierva fiel utilizó durante mucho tiempo mientras estuvo aquí en la Tierra.
Desde Mi Corazón surgió la escuela de la oración del corazón, que es la que Yo necesito que esté viva en ustedes, que vivan esa escuela interior todos los días para que Mi Corazón Inmaculado siga triunfando en sus vidas y en el planeta.
Es a través de los grupos de oración, es a través de los corazones orantes que Yo puedo venir al mundo. No existe otra razón para estar aquí en este momento.
Su oración es la puerta que se abre para Mí, para que Yo pueda descender al mundo y, mientras estoy con ustedes, Yo pueda socorrer a los que lo necesitan en esta hora culminante de la humanidad.
Hoy vengo revestida de celebración, pero también de paz y de esperanza, sabiendo que en el mundo hay muchos hijos Míos que sufren los efectos de la propia enfermedad que ha generado el planeta.
Pero esto pasará. Rezo por ustedes, por las naciones y por todo el planeta porque espero, como Madre, que la humanidad aprenda esta lección, que la pueda superar y que la pueda grabar en su consciencia para que no vuelva a suceder; porque por más que el Apocalipsis se deba cumplir, Yo vengo aquí a interceder por ustedes, hijos Míos, por sus naciones, pueblos y familias, porque solo deseo la alegría y la felicidad del Cielo para cada uno de ustedes.
Su Madre Celeste es muy simple, tan simple y humilde, servidora incansable que se ofrece ante el Padre Celestial por cada una de sus almas, pero también se sirve de este momento, de este aniversario especial, para que una tarea planetaria se vuelva a cumplir en los planos internos, en donde es necesario verdaderamente de ayuda y de redención.
Yo los invito a unirse a Mí en esta cadena de oración en el mes del Santo Rosario para que en cada nuevo día, hijos Míos, ustedes puedan despertar, en su interior y en sus almas, el interés por esta poderosa pero simple oración.
Nuevamente, hijos Míos, contaré con cada una de sus cuentas y de sus oraciones en cada encuentro de oración que es transmitido a través de esta Obra.
Yo los invito, hijos Míos, a reforzar ese compromiso Conmigo como Hijos de María, como grupos de Rosarios de Luz, como todos los orantes de la Tierra que en este momento necesitan elevar al Cielo sus oraciones y súplicas, para que no solo esta pandemia termine, sino para que no llegue nada más al mundo que lo haga sufrir.
Les diré una verdad, cada vez que desciendo aquí, a la Tierra, siempre veo el sufrimiento del mundo, de millones de almas que aún padecen por sus propias elecciones, como también muchas almas inocentes que sufren por las elecciones de los otros. El sufrimiento tiene que terminar, hijos Míos, es posible vivir en la alegría y en el Amor de Dios.
Por eso, Yo estoy aquí como su Madre y Reina para que puedan renovar en esta noche sus votos, para que el Rosario, en cada día de sus vidas, sea el alimento imprescindible y espiritual para ustedes. Porque así, amados, beberán de la Fuente de Mi Gracia, beberán de la Fuente de la Misericordia de Dios, sus problemas terminarán, su fe se fortalecerá y serán Mis siervos, serán parte de la Legión de María.
Hoy, en este día 8 de mayo, en donde el Cielo toca a la Tierra, en donde Dios toca sus corazones, en donde los ángeles del universo se postran ante la Madre de Dios, vengo a invitarlos y a llamarlos para que a través de la oración del Rosario y de su consagración a Mi materno e Inmaculado Corazón formen parte de la Legión de María, de la orden orante de la Legión de María, una orden puramente espiritual de la que los ángeles del Cielo también forman parte, y muchos hijos Míos en el mundo que oran devotamente a Mi Corazón Inmaculado también forman parte de esa orden espiritual.
Mi Hijo Me ha pedido llamarlos a esto, invitarlos a este ejercicio espiritual, así sus almas, sus familias y todos sus seres queridos, también serán contemplados por esta orden espiritual de la Legión de María.
Necesito que espiritualmente, hijos Míos, por medio de la oración amorosa del Santo Rosario, lleven estampado sobre sus pechos el símbolo mariano de Mi Corazón, la “M” de María con la Cruz victoriosa de Cristo, rodeada por las doce estrellas de Mi Corona.
Ese es el símbolo de los legionarios de María.
Los invito a reforzar no solo su compromiso de la oración por la Paz en la Naciones, por Venezuela y por Siria, por Medio Oriente, por Timor del Este, por Corea del Sur, en este caso también por Japón y por China, para que el triunfo de Mi Corazón también se dé en esa parte del mundo, así como también se debe dar en África.
Todos son llamados a recordar lo que una vez les pedí y les solicité. La oración nunca los cansará, la oración los transmutará y los elevará.
Yo necesito formar esta orden espiritual en este tiempo final. La orden espiritual de la Legión de María también fue inspirada por los templarios que formaron la primera orden espiritual en la humanidad, así como por las santas mujeres que fueron las celadoras de las Reliquias de Cristo.
Los invito, hijos Míos, a ingresar en esta orden espiritual y angélica. Tendrán como intermediarios a sus Ángeles de la Guarda. Ellos están allí en silencio y en oración todo el tiempo, y sé que muchos no llaman a sus Ángeles de la Guarda.
Todos los tesoros, las llaves y las herramientas de la Jerarquía fueron dadas para ustedes.
Este es el tiempo no solo de los legionarios de María, sino también de los apóstoles de Cristo. Este es el tiempo de su actuación, de su definición y su momento de servicio espiritual por la humanidad.
Si Yo los he traído hasta aquí, en este tiempo definitivo y culminante del planeta, es porque necesitan, hijos Míos, llevar adelante esa misión espiritual.
Esa orden espiritual de los legionarios de María no tiene edad, no tiene requisitos, sino tres votos principales: devoción, compromiso y obediencia.
Hoy entrego a sus corazones, pero principalmente a sus almas, el símbolo espiritual de los legionarios de María, estampado en lo más profundo de sus corazones para que lo puedan recibir, reverenciar y aceptar en este momento, en donde todos los servidores de Cristo necesitan prepararse para lo que llegará.
Desde sus hogares y familias, pueden hacer muchas obras, aunque no lo parezca. Existen infinitas intenciones en la humanidad, así como existen infinitas necesidades en los cuatro continentes de este planeta que esperan por su ayuda e intervención.
En este mes de mayo, mes del Rosario, las puertas de los Cielos están abiertas por la oportunidad que fue concedida a su Madre Celeste para que la devoción a Mi maternal Corazón permita descender las Gracias y las Misericordias que en este momento muchas almas sufridoras necesitan, especialmente aquellas que han perdido la vida.
Hoy tengo a Mis pies al mundo y dentro de él a toda la humanidad y a las consciencias que son autoconvocadas para formar parte de esta Legión de María.
Mi deseo es que puedan dar respuesta a Mi pedido por medio de esta Obra, que Mi Hijo fundó por una importantísima razón espiritual y planetaria.
Así como deben dar respuesta a los pedidos que ya les hice en estos días, recibiré de brazos abiertos las postulaciones para la Legión de María, para que sus almas tengan la Gracia y la experiencia de vivir aún más la escuela de la oración.
Esta orden espiritual será fundamental e importante cuando su Madre Celeste ya no venga al mundo ni tampoco se aparezca aquí o en otro lugar del mundo.
La orden de los legionarios de María será la que sustentará la última parte de la transición planetaria.
Aquellos que quieren ingresar a la orden orante de María pueden postularse y Yo les daré como respuesta el símbolo espiritual de esta Legión por medio de esta Obra.
Será un ejercicio profundamente espiritual de cada uno de ustedes Conmigo, pero aquellos que se postulen y se dediquen verdaderamente a no ser solo Mis hijos consagrados por el Manto Celeste, sino que también se puedan dedicar a este ejercicio que hoy les presento, estarán Conmigo para ayudar en el momento más culminante de la humanidad, independientemente de donde se encuentren.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, Nuestra Señora está rezando por nosotros. Nosotros rezamos internamente junto con Ella para que se cumplan Sus divinas intenciones, por el triunfo de Su Corazón Inmaculado.
La oración del Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María es la oración de los legionarios de María.
A pedido de nuestra Madre, rezaremos algunas veces esta oración para que el eco de Su Voz y de Sus Palabras, de Sus pedidos e intenciones, lleguen a todos los corazones posibles en los cuatro puntos de la Tierra, mientras que nuestra Madre Divina abre Sus brazos y extiende Sus manos hacia nosotros, encendiendo la Luz de Su Inmaculado Corazón para recibir estas oraciones, que rezaremos ahora.
Inmaculado Corazón de María,
fuerza, luz, protección y esperanza,
en Ti nos renovamos, a Ti nos consagramos
para que seamos testigos, ahora y siempre,
del triunfo de Tu Inmaculado Corazón
en toda la humanidad.
Amén.
(se repite 3 veces)
Y Me elevo al Cielo en esta noche, también escuchando una oración especial que Yo misma inspiré, una oración que entre tantas, nació en Aurora, el Centro Mayor de Mi tarea planetaria con la humanidad.
Es así que, recibiendo esta oración en Mi Corazón y en Mi Alma, llevaré al Cielo las intenciones de los que se comprometan con el Santo Rosario en los tiempos que vendrán y de los que se postulen como futuros legionarios Míos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Por la bendición y por la autoridad que Me ha dado Dios y Mi amado Hijo, Yo los reconsagro a Mi materno e Inmaculado Corazón para que puedan vivir los votos de la devoción, del compromiso y de la obediencia a Mi obra mariana.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Escucharemos “En el simple mirar”.
Queridos hijos:
Hoy el Cielo se abre y desciende en Gloria la Señora de la Divina Misericordia sobre la ciudad de Brasilia y el mundo entero. Mi Manto de Luz se expande sobre la humanidad, para ayudar a caminar a Mis hijos en la fe y en el amor de Jesucristo.
Hijos amados, en honra a Dios Altísimo, Mi presencia hoy ingresará en vuestros corazones, para que sientan que Yo Soy la misma de Nazareth, aquella Santa Mujer de Galilea que cuidó al pequeño Niño Jesús y que trajo para el mundo la Sagrada Pureza de Dios.
Por eso hoy, necesito más que nunca que vuestros corazones se abran, al igual que lo hace una flor a los rayos del sol; así ustedes concederán el permiso para que el mundo entero, el cual sufre y desespera día a día, encuentre a través de Mi Corazón un tiempo más de Paz.
Una vez Yo dije en Fátima a la hermana Lúcia Dos Santos, que el mundo debía consagrarse a Mi Inmaculado Corazón; pero las almas que son más buscadas por las astucias del enemigo están decayendo y ellas necesitan la oración de todos los devotos, porque así permitirán que se manifieste la fraternidad entre los pueblos.
Queridos hijos: hoy Mi mensaje es un llamado al despertar de vuestra consciencia, especialmente el despertar a la necesidad de oración y de Misericordia por Asia y por todo lo que allí vive, como las almas, la vida marina y la naturaleza.
¡Recen!, ¡recen de corazón por toda la Creación de Dios!, porque las propias manos de Sus hijos han destruido la belleza que Él les entregó desde el principio. Como Vuestra Madre de la Misericordia, vengo para recordarles que existe esta Sagrada Fuente de Piedad y de Reparación, en donde vuestros seres podrán clamar por ayuda e intercesión mayor.
Pequeños hijos de Brasilia, Mi Corazón se alegra por vuestra sincera donación a Mi Obra Mariana en América; agradezco desde lo profundo de Mi Alma que ustedes hayan abierto la puerta de vuestros corazones para recibirme, pues vivir el mensaje que Yo anuncio para este tiempo, es la premisa que permitirá generar la salvación del mundo.
Queridos hijos de Brasilia, rogando a Dios por Misericordia, permanezcan en Mis brazos maternales; Yo siempre los ayudaré cuando tan solo me llamen.
¡Les agradezco por escuchar Mi llamado por la Paz!
Vuestra Sagrada Madre María, Madre de la Misericordia
Al final del mensaje transmitido por la Virgen, Nuestra Señora comenzó a rezar la siguiente oración por algunas veces:
Madre del Cielo,
Madre Tierra,
intercede por nosotros
y por los Reinos.
Amén
Y nos dijo al final de la Aparición, que esta oración podría ser recitada cuantas veces el alma sienta hacerla y especialmente por la situación que está ocurriendo con las centrales nucleares de Japón y también por todos los Reinos de esa región.
Hoy, Mi Corazón escucha las súplicas de los inocentes y de los pobres.
Hoy, Mi Alma espiritual abraza a los que han sufrido más el caos y la destrucción.
Hoy Me anuncio a sus corazones como la Señora de Akita, para recordarles que Mi Inmaculado Corazón pertenece al mundo entero y hoy, especialmente, a toda Asia.
Queridos hijos, les recuerdo que una vez, no hace tanto tiempo, el Señor Me envío en peregrinación a Japón para transmitir un importante llamado a la conversión, a la oración y a la paz.
Hoy, en un tiempo de grandes emergencias para todos, Mi Hijo Jesús Me ha pedido que les diga la verdad como buena Madre de todos, por más que la verdad sea dolorosa, como lo fue para Mí en el Monte Calvario.
Yo quiero socorrerlos, auxiliarlos, prevenirlos y advertirles que en este ciclo será necesario transformarse para que el mundo también se transforme y se consagre nuevamente al Proyecto original de Dios.
Hijos amados, ustedes han visto que su planeta sufre con cada nuevo movimiento y que estas catástrofes se llevan la preciosa e inocente vida de muchas almas.
Por eso, hoy les pido, queridos Míos, que abran sus ojos al llamado de la Luz que viene del Cielo. Mientras ustedes, sin percibirlo, comparten Mi Reino de Paz; en el otro lado del mundo las almas mueren y desaparecen de la superficie de la Tierra.
Dios desea difundir la devoción absoluta a Mi Inmaculado Corazón; y en Akita, Japón, Yo transmití un llamado importante para transformar las acciones de las consciencias; así como desde el año 1981 Mi Voz se hizo escuchar en toda África a través de las Apariciones en Ruanda.
Ahora, Yo estoy entre ustedes. ¿Será que es por alguna causa? ¿Qué es lo que su Padre Altísimo les quiere decir a través de Mi Santa Presencia, tanto en América del Sur como en Medjugorje?
Como ha sido siempre, la humanidad madura después de que ha sucedido todo; pero ahora, Yo les pido que por amor despierten a tiempo a la Verdad que el Cielo les quiere revelar; será esta Sagrada Verdad la que los preparará para el regreso de Mi Hijo a la Tierra.
Queridísimos hijos Míos, hoy también los invito a amar el sacrificio que realicen por la reparación de las ofensas cometidas contra el Sagrado Corazón de Jesús. Hoy, los llamo a esforzarse un poco más, aunque les parezca que las fuerzas de la voluntad interior desaparecen.
Pequeños, el mundo está llegando a un momento culminante, porque después de Mis Apariciones, aquí en América del Sur y en Medjugorje, los tiempos en la Tierra cambiarán y la humanidad deberá prepararse para el Juicio Universal.
Ahora, en la víspera de Mi llegada especial al Centro Mariano de Aurora, este día 13, la Señora del Cielo ora por las almas inocentes y condenadas, diciendo:
Oración por las almas inocentes
Oración para ser recitada los días lunes y jueves, para ayudar al alivio de la situación mundial.
Señor Altísimo de la Misericordia,
contempla, en Tu Poderoso Corazón,
la necesidad de paz y de redención
en todas las almas que viven sobre la Tierra.
¡Oh, Salvador Mío!,
Dios del Amor y de la Verdad,
aparta de Mis niños el castigo eterno
y eleva, con Mi oferta, a los corazones perdidos.
¡Oh, Sabio Padre de la Luz!,
encuentra en cada esencia la Luz que proviene de Ti
y acepta las ofrendas de amor
que depositamos en Tu Sagrado Altar;
porque junto con Mi Hijo Jesucristo,
el Rey de reyes y Señor del Amor absoluto,
prometemos, ahora y siempre,
consagrar a Tu amada humanidad.
Escucha ahora, Señor, a Tu Mensajera fiel.
Observa, con Tu Mirada paternal,
el vuelo del Ave del Espíritu Santo;
porque los rayos de Piedad y de Compasión,
que brotan de Tu Santísimo Corazón,
redimirán a toda la Tierra
para que, junto a Tus Ángeles y Arcángeles
Te glorifiquemos por toda la eternidad.
Amén
¡Les agradezco, por responder siempre a Mi santo llamado!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Señora de Akita
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más