MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Después de abrir las puertas de tu corazón para vivir el don de la gratitud, deja, hijo, que tu ser reciba las bendiciones que provienen de Dios. Con las bendiciones del Altísimo deberás fortalecer tu mundo interior, tu misión en el servicio a este planeta, sobre todo a través de la oración.

Cada día que pasa, las naciones claman espiritualmente por auxilio, y el propio corazón de la Tierra se hace oír a los que son sensibles al amor y a la verdadera necesidad de este mundo.

Por eso, ora y ora con fervor, ofreciendo tantas Gracias y bendiciones que recibiste del Cielo, en nombre de todos aquellos que nada tienen.

Ora por el corazón de África, de forma especial, para que, a pesar de todo el sufrimiento, no pierda su pureza e inocencia. 

África debe ser el símbolo del renacimiento de este mundo. De su seno proviene la vida, y después de todo lo que aprendieron, también de sus entrañas el amor se debe renovar y superar.

Ora para que las naciones transciendan las purificaciones de este tiempo, y que en el auge del calvario de este mundo estén los seres capaces de perdonar y de amar por encima de todas las cosas.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo