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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Un Rey es el mayor esclavo de Dios en el universo. No hay corona que lo engrandezca, no hay poder que lo vanaglorie, no hay autoridad que lo sostenga, porque un verdadero Rey es un rey donado de corazón.
¿Ahora, comprenden cuál es Mi Gobierno?
Aunque Yo morí en la Cruz por muchos de ustedes e inclusive morí por los que sabía que no serían consecuentes Conmigo, el Rey en Su gloria celestial no fue coronado por poderes o riquezas, sino fue recibido por los ángeles del Cielo, con la misma humildad humana que su Maestro Jesús pudo vivir aún encarnado en el mundo y entre ustedes.
Es tan humilde el Poder de Dios que envió a Su Hijo a la Tierra para que todas Sus Criaturas en esta superficie del planeta, más allá de cualquier condición o situación, aprendieran sobre el poder de la Humildad de Dios.
Porque Él no podría estar presente en Tres Personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, si Su Humildad no fuera la premisa de Su Existencia. Y es la propia Humildad de Dios que expresa Su Ley, centro de la vida universal y divina, regido por el Amor y la Unidad, Fuente y manifestación de todo lo creado, Luz infinita que guía a las consciencias más allá de cualquier condición.
Por eso, busquen en este tiempo, a través de Mi ejemplo y el ejemplo vivo de Dios, la humildad de la vida, porque el mundo ha perdido la simplicidad y la inocencia para aprender a amar bajo cualquier condición.
Así, Yo los llevo a través del camino que siempre espero, el camino de los Cristos del Nuevo Tiempo; de los que, a pesar de todo, tienen claro cuál es la propuesta de vida que Yo les ofrezco en este momento planetario, en el que todo está en peligro.
¿Ahora, comprenden la importancia de las almas para Mí?
Cada una trae algo precioso de Dios para aportar en esta experiencia de la Tierra. Y eso precioso que trae cada alma, que es un don y una Gracia, no puede quedar en vano, no se puede desperdiciar o perder.
Por eso, Mi silencio se hace presente cuando Mis escogidos no comprenden Mis Caminos y Mi Voluntad; porque tienen que recordar, todos los días, que Yo les ofrezco el camino de la santidad, no como ustedes tal vez la comprenden o la entienden.
El camino de la santidad es el camino de la simplicidad, de estar libres de cualquier o toda arrogancia, de cualquier o toda soberbia, de cualquier o toda ambición que puedan tener en esta vida.
En el final de esta escalera espiritual y celestial que les presenté, verán mostrarse la puerta estrecha, puerta a la que le ha llegado el tiempo de presentarse espiritualmente a la humanidad para que las almas decidan qué harán de sus vidas.
Mi aspiración es que todos puedan atravesar esa puerta estrecha, la que nada personal podrá atravesar ni tampoco nada espiritual, sino un absoluto y único vacío de ustedes mismos para que, después de atravesar esa puerta estrecha, en el universo de lo desconocido, ustedes puedan recibir lo que Dios tiene guardado para cada uno, que no es nada material, sino profundamente espiritual, anónimo y secreto. Esos tesoros que celan los santos ángeles hasta que las almas encuentren en sus caminos esa sagrada puerta estrecha que los libera de sus propias ambiciones y arrogancias, la puerta estrecha de Dios que los convierte en nada.
A medida en que se acerca el final de los tiempos, la aproximación de la puerta estrecha de Dios será más evidente en la vida de las almas. No pasará mucho tiempo hasta que las almas encuentren, delante de sí mismas, esa puerta estrecha de Dios. En ese momento y en esa hora, cada uno de ustedes ante Dios y el infinito tendrá la chance de dar el paso y de decidir el próximo paso.
¿Será que delante de este momento de la humanidad y de todo lo que el planeta está sufriendo, las almas se dan cuenta que están delante de la puerta estrecha de Dios?
¿Cómo retroceder ante un maravilloso misterio que los espera? Misterio que espera dejar de ser un misterio para ser una revelación a través de la fuerza de la fe que sostiene la vida y la existencia.
Quiero que sepan que su Maestro y Señor, Jesús Cristo, en el Huerto Getsemaní, en la hora de Su más crucial y profunda agonía como un ser humano al igual que ustedes, como un ser de carne y hueso al igual que ustedes, como un alma al igual que ustedes y como un espíritu al igual que ustedes, estuvo delante de la puerta estrecha de Dios.
¿Cómo es que Dios se coloca ante Su propio misterio? ¿El propio Dios Vivo, a través de Su Hijo, delante de Su propia puerta estrecha?
¿Cómo entender esta grandiosidad del Amor de Dios que solo intenta impulsar a las almas y a las consciencias de la Tierra a aumentar los grados de su amor y de su perdón?
¿Dios acaso se miró a Sí mismo, delante de la puerta estrecha en el Huerto Getsemaní?
¿Cómo era que el propio Dios bebiera de un Cáliz que no le correspondía, pero era el propio Dios a través de Sus ángeles que le ofrecía a Su Hijo en la Presencia del Dios Vivo?
¿Cuál es ese misterio de la Eucaristía? ¿Por qué comulgar de un pan y de un vino transustanciados? ¿Por qué es necesario servirse de un sacrificio que ya fue?
¿Por qué Dios se dio a todos ustedes a través del Cuerpo y de la Sangre de Su Hijo?
¿Por qué Dios, a través de Su Hijo, justificó todos los errores del mundo hasta el final de los tiempos?
¿Para qué un Ángel Celador de Su Cuerpo Eucarístico en los niveles eternos de la Vida Divina?
¿Por qué Dios perdonó lo que Él creó a Su imagen y semejanza?
¿Cuál es la esencia de Su misterio eucarístico?
¿Por qué Él vino a enseñarles, a través de Su Hijo, sobre el Amor y el Perdón?
Yo tengo la respuesta, compañeros, el misterio de la Eucaristía, de la Última Cena, pasando por el Huerto Getsemaní, la Vía Dolorosa y la Muerte y agonía en la Cruz, es la gran clave de la donación de las almas por algo que desconocen absolutamente y que, por sí mismas, las almas y las vidas de las personas no pueden controlar.
He aquí el misterio de amar lo absoluto y desconocido. He aquí el misterio que deja de ser misterio para que la vida de las almas sea regida por la Santa Voluntad.
Es así que todas las señales fueron dadas, desde el Nacimiento de Cristo hasta Su Muerte y Resurrección, así como hoy las señales les son dadas a las almas que buscan a Cristo.
En el Cielo no existe lo que para ustedes es ideal; en el Cielo solo existe Amor, Unidad y Sacrificio. Es en donde el Amor del Padre se vivifica, se amplia y se multiplica infinitamente para los que buscan la Verdad.
Por eso, siempre les dije y les vuelvo a decir que la Verdad los hará libres. He aquí la Verdad de Dios viva, materializada en Consciencia Divina y Espiritual a través del Sagrado Corazón del Señor.
Esto es lo que tengo para ofrecerles en este momento, que sus seres, y sobre todo sus almas, sepan beber de esta Fuente y no desperdiciarla; porque, así como la Fuente de la expiación brota de la Tierra como un manantial inagotable, así también se puede secar y desaparecer para que las almas vivan la etapa de su desierto espiritual, así como su Maestro y Señor, el Cristo, lo vivió en cada paso del Calvario.
Canadá debe ser el país del renacimiento, el renacimiento espiritual para la Nueva Humanidad. Sé que esto hoy no lo comprenderán, pero está escrito en el Corazón del Padre, así como está escrito en el Corazón del Hijo y así como fue escrito en el corazón del ángel de este país, el Ángel Sariel, el ángel guardián de los elementos creadores de la vida, el ángel protector de la Creación que rige a Canadá.
Espero que todas Mis Palabras no se disuelvan de sus consciencias y que no escuchen como siempre han escuchado, porque ha llegado el tiempo y la hora de cerrar Mi tarea con todos ustedes.
Y en esa hora y en ese momento será el gran tiempo de los apóstoles, de los que a través de su propio Cristo Interno caminarán para cumplir la Voluntad de Dios, así como Yo les enseñé con paciencia en estos tiempos.
Les agradezco por escuchar atentamente Mis Palabras.
Dios los bendiga en este camino de constante transformación.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
He aquí el Padre y el Hijo, el Soberano y Eterno Dios que viene junto a Su Amadísimo Hijo, el Cristo Redentor, para formar parte con Sus Criaturas, en comunión perfecta y perpetua, elevando a las almas por un momento al Reino de los Cielos.
He aquí, compañeros, Quien les dio la vida y le dio la vida a Su Primogénito a través del Vientre Purísimo de María, Vientre que hoy gesta en Su seno a la Nueva Humanidad, Vientre Creador que se ofrece para transformar todas las cosas.
Ahora, he aquí la Madre del Espíritu Santo, la Sagrada Consciencia Trina que desde los Cielos contempla al mundo herido por el odio y por la venganza.
He aquí el Corazón Eterno del Padre, el Sagrado Corazón del Hijo y el Inmaculado Corazón de la Madre. Sagrada geometría aquí se forma, matrices internas son expresadas para que todos los escogidos las reciban en su interior y preparen sus mundos internos para cuando sea la hora del surgimiento de la Nueva Humanidad.
Por eso, el Arcángel Uriel y el Arcángel Gabriel están aquí presentes, ante el Adorado Padre, el Venerable Hijo y la Santísima Madre; los santos arcángeles justifican este momento ante la Creación, para que una vez más el Arca de la Santa Alianza sea renovada por las experiencias de redención y de perdón de las almas que viven en Cristo todos los días.
Por eso, estos santos ángeles, aquí presentes, borran de los Libros de la Justicia Divina los errores que hayan cometido por ignorancia, por insatisfacción o también por culpa. Así, una vez más, sus almas estarán purificadas ante la grandeza de Dios, que viene a entregar Sus Bendiciones y Gracias a través del Corazón de Su Hijo y del Corazón de la Santísima Madre, para que los inocentes sean rescatados y todos los que hoy sufren la impunidad tengan la Gracia de la salvación y, sobre todo, el consuelo de los Cielos.
Hoy, el Padre Eterno, ante la Presencia de Su Hijo y de la Santísima Madre, del Arcángel Uriel y Gabriel, viene a recoger en Sus Brazos a los caídos, a cuantos quedaron atrapados en el sufrimiento sin poder ver la Luz, sin poder encontrar el Amor.
Dios les otorga este momento a los que escuchan Su Llamado, a los que le dicen sí al vacío interior.
Escuchemos a Dios:
“Hijos de la Tierra y del universo, eleven sus espíritus hacia Mí. Yo Soy el Padre que los bendice y los colma, que los alimenta con la vida del espíritu y de toda la Fuente de la Creación.
Lleguen a Mí, Mis pequeños; retornen a Mí los niños de otrora, para que la inocencia se repare en el mundo y el Amor arranque de las garras del enemigo a cuantos están prisioneros y en cautiverio.
He aquí el Dios de Israel, el Dios de los patriarcas y de los profetas, el Dios de las santas mujeres y de los misioneros de Cristo.
Vengo aquí para volverles a otorgar Mi Ley, que ha sido violada y ultrajada por el hombre.
He aquí, en Mi Corazón, la cuna de la Nueva Humanidad, de la que todos los decididos pueden formar parte, creyendo en la promesa del Reino de los Cielos, del triunfo de Mi Voluntad en cada Criatura de la Tierra.
Alaben a Dios, así como lo alaba la naturaleza, para que la sensibilidad espiritual retorne al corazón humano y muchos más en este mundo abandonen la indiferencia y se abran a la caridad. Esto establecerá el perdón que el mundo necesita, ante la injusticia de tantas guerras y sufrimientos humanos inimaginables.
Yo Soy la Ley del Amor Vivo y a través de Mi Amor todo fue creado para Mis Hijos, desde el origen de la Tierra hasta el presente y más allá de este presente.
Yo Soy Adonai, el Dios Resplandeciente y Vivo, el Espejo Inmaculado de la Creación. Soy la causa de su alegría, de su bienaventuranza, de su justicia.
Eleven sus corazones hacia Mí, ¡oh, sagrado pueblo de Israel!; así como Cristo, Mi Hijo, fue elevado en la Cruz y de Su Corazón traspasado por los pecados del mundo, por Su inminente sacrificio, en vez de brotar Justicia, brotó Misericordia en Sangre y Agua.
He aquí, en Mi Corazón, la reliquia perfecta del Amor que eleva al espíritu y libera a la consciencia, que coloca sus pies en el camino correcto para que, al igual que el pueblo del desierto bajo la guía de Moisés, ustedes también encuentren la Tierra Prometida, que está dentro de cada uno de Mis hijos. Sagrada Tierra sembrada por Mis Principios y Atributos, por los nuevos patrones de conducta que volverán a erguir a la humanidad.
Fray Elías de Sagrado Corazón de Jesús:
El Corazón de Dios está abierto de par en par.
¿Quién entrará al Universo desconocido de Dios?
¿Quién será Uno con el Padre?, así como el Hijo es Uno con el Padre y así como el Espíritu Santo es Uno con el Hijo.
Mis Aspectos Sagrados también pueden ser en todos, en los que reconocen y adoran al Dios Vivo, hoy presente en forma Luminosa y Eterna, bajo el amparo de la consciencia arcangélica.
Hijos, que el mundo busque la paz, el fin de la guerra, dentro y fuera de ustedes, para que la Tierra Prometida sea una realidad y ya no más una promesa.
Escuchen la Voz del Padre que los ama, la Voz del Padre que los creo a Su Imagen y Semejanza para que pudieran ser felices en Mí, porque es lo que más deseo”.
Palabras de Cristo:
Compañeros, este es nuestro Padre-Madre Creador, adorado por los ángeles, venerado por todos los seres de buena voluntad, exaltado por los bienaventurados; porque en verdad les digo que nadie va al Padre sino a través de Mí, porque Yo Soy la Puerta directa hacia Él, así como Yo espero que sus corazones Me abran la puerta para que Yo pueda entrar.
Hoy, el Arca de la Santa Alianza es imantada por los que renuevan su consagración al Propósito Divino.
He aquí la Llama de la Abundancia de Dios, eterna e inextinguible, Llama que nada la puede apagar, porque es la Llama Inmaterial de Dios que ilumina el camino de los peregrinos, de los que se retiran sus propias sandalias para caminar descalzos hacia Dios.
He aquí la Sacrificada Consciencia de Dios, bajo la imagen del Divino Propósito, que aspira a enderezar a la humanidad para que retorne al camino de Ley y del Amor, antes de que sea demasiado tarde.
De esta Llama, imperiosa y poderosa, se alimenta Mi Corazón. Así, de esta Llama del Divino Propósito, sus corazones también deben alimentarse espiritualmente, así como también los santos ángeles lo hacen y lo viven en el eterno presente.
Esta es la Llama Sagrada que impulsa la transformación de la vida y de la consciencia, transformando lo corrupto en incorrupto.
¿Cuál es la razón de su existir? ¿Cuál es el motivo de que estén en la Tierra?
Yo vengo a darlo a conocer a través del Dios Vivo, Omnipresente y Eterno, que hoy los visitó en lo más profundo del espíritu, para poder ayudar al mundo entero. Reverencien esta Gracia desconocida, pero infinita; Gracia que viene a otorgarles la reconciliación a todos aquellos que la buscan.
Como lo prometí, vengo a darles la oportunidad, bajo este Impulso de Dios, a todos aquellos que aspiran a consagrar sus almas a la vida eterna, al servicio incansable de los Planes de Dios.
Preparémonos para este momento, que guiaré y presenciaré, así como debe ser para cada alma que busca la consagración de su vida y de su consciencia. Y esto es posible por el poder de Mi Sangre y por los méritos que ella les otorgó a aquellos que adoran Mi Sangre en el Santísimo Sacramento de la Comunión.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a prepararnos en Cristo y por Cristo, a través de una canción; para que, en este momento de consagración, junto al Señor, el poder espiritual de Su Sangre abarque e irradie a todas las almas posibles en la Tierra, especialmente a las almas que más necesitan de Su Misericordia.
Rita, de Portugal, el Señor te llama, ven aquí. Él te hará una pregunta secreta.
Ya está todo dicho. El tiempo se ha consumado, así como Cristo, su Maestro y Señor, vivió Su hora en la Última Cena.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a cantar, a pedido de Cristo, "El poder de la Sangre" y, todos juntos, vamos a acompañar esta consagración de nuevas auxiliadoras.
Pueden acercarse, hermanas.
Aquí, hermanas, en esta cesta están los nombres de consagración de cada una de ustedes, son nombres bíblicos. Ahora, cada una, va a escoger un nombre y yo lo voy a leer para que todos escuchen cuál va a ser su nombre de consagración en esta nueva tarea.
Sara de Adonai, ¡bienvenida!
Hossanah.
Esther.
Jokmah de María.
Belén de María.
Altar de Dios.
Inmaculada de María.
Zéfora.
Débora de Israel.
Claudia de Jesús, ¡bienvenida Claudia!
Yesbeth.
Ruaj de María.
Lea de Israel.
El Bethel.
Leonor de Dios.
María de Magdala.
Martha de Jesús.
María de Sión.
Samara.
Shejiná.
Génesis.
María Ruth.
María Cleofás.
Anna de Dios.
Aruna de Dios.
Isabel del Bautista.
Emilia de San José.
Magdalena de Jesús.
Phoebe de Jesús.
Amparo de Dios.
Vamos hacer, ahora, un Ave María, un Padre Nuestro, y un Gloria.
Vamos a colocarnos de pie para acompañar a las hermanas en esta oferta ante el Sagrado Corazón de Jesús.
Gracias, Señor, por cuánto nos das.
En este encuentro, Te honramos, Señor.
Como un símbolo de paz coloquen sus cabezas debajo de Mis Manos para que Yo los pueda bendecir.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Hoy estoy aquí como Jesús Misericordioso para que recuerden la importancia de esta misión que el Padre le encomendó para el fin de los tiempos.
Ahora sientan Mi rayo blanco y Mi rayo rojo.
Yo soy la justificación y la sanación para las almas y, de la misma forma, Yo soy la Sangre que todo renueva y purifica.
En este segundo día, el segundo Trono de Dios se ha aproximado a través de Mi Sagrado Corazón y del Arcángel Rafael, que ha venido en Mi compañía para glorificar este momento y por la redención de la humanidad.
Mientras el Arcángel Rafael los contempla en nombre de todos los Padres Creadores, busquen unir vuestros espíritus a la esencia de la Cura cósmica que proviene de los Universos mayores, aquellos que tienen fe y fidelidad a los planos mayores, a los planos superiores de consciencia desde donde todo surge en la Creación.
Recemos para nuestro Padre, que está atento a la voz de todas las súplicas. Repitamos:
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Escuchamos trece campanadas a pedido de nuestro Señor.
Observen y sientan con amor todos los prodigios que Yo les traigo desde el Cielo, porque si en verdad las almas se sumergieran en Mi Misericordia, la maldad del mundo ya no existiría y no sería necesario sufrir.
Yo vine a ustedes a través de Mi encarnación en Tierra Santa. Nací como Luz de Dios para el mundo y derramé esa Luz de Dios para todos sin excepción.
Quiero que aprendan a beber de esa Fuente de Luz, que reúnen todos los Padres Creadores en el Universo y, que glorifican el Santo Nombre de Adonai eternamente.
Abracen esta oportunidad de redención y sientan, compañeros, cómo vuestras amarras se liberan, el pecado es purificado y la paz despierta en los corazones que escuchan Mi Voz.
Hoy vengo con la potestad de todo el Universo para el mundo entero y para las almas presentes y no presentes, visibles e invisibles, que necesitan encontrar la luz para poder abrir su corazón y reconocer la presencia del Rey que se hace visible entre las dimensiones, en cada esencia interior, que acoge con amor cada una de las palabras.
Hoy estoy como Jesús Misericordioso Solar. Traigo la sabiduría para todos, la consecuencia de poder cumplir con el Plan y de manifestar las obras de Mi Padre, así como están escritas en vuestros corazones y almas para esta tarea de fin de tiempo.
Ustedes, compañeros, tienen esta parte que cumplir. Otras almas deben hacer otra parte del Proyecto, que está intentando ser concretado a través del servicio de las almas que se donan a Mi Corazón por medio del despertar de los corazones, a la Sagrada Liberación Divina que los congrega.
Hoy vengo en la expresión infinita de Mi Misericordia y por la Misericordia de todos los Padres Creadores, los arcángeles, que intentan elevar este momento como una bendita ceremonia de purificación y de luz, de redención y de paz para todos los espíritus de la Tierra.
Así como Yo entré en Jerusalén y muchas cosas sucedieron, hoy Mi Padre concede a través del Corazón de Su Hijo Amado, un tiempo de paz en los corazones frustrados, en las almas que hacen las guerras y que desvían el Proyecto de Dios por sus acciones.
Hoy estoy aquí por todos, por cada uno de los hijos de Mi Padre, por los que Me responden y por los que no Me responden, por los que abrazan Mi llamado y por los que niegan Mi llamado, porque así Mi victoria se dará y Mi adversario será derrotado, cuando los corazones acepten Mi convocatoria. Está en ustedes el cambio del destino de todo el planeta, así como también está la responsabilidad en toda la humanidad.
Si doce consciencias que en el pasado estuvieron Conmigo consiguieron cambiar los acontecimientos de todo el planeta, ¿qué podrían hacer miles de ustedes, aferrados a Mi Fe, unidos a Mi Corazón, para que todo mal se extirpe en los corazones ignorantes que no ven la Luz?
Si cada uno cumple con su parte, a pesar de lo que suceda, no habrá por qué temer.
Den con amor todo lo que puedan dar y no se restrinjan, no cierren vuestros corazones ante las ofensas sino acojan vuestras lecciones como un acto de humildad y de pacificación, para que al fin, compañeros, la humanidad cumpla el nuevo patrón, la nueva vida sobre la Tierra en los corazones obedientes a Dios y a Su cambio.
Como fue en una Sagrada Semana anterior, conquistaré a siete intenciones, no para revelar la curiosidad y la propia voluntad sino para guiar a los espíritus hacia el Proyecto que Mi Padre tiene previsto para estos tiempos, a través de todas Sus jerarquías y criaturas, que se reúnen en el nombre de la Luz y de la Verdad.
Por eso prepararán, como una vez se los pedí, una cesta dorada para el día de mañana, escribirán vuestras intenciones. Y si pudieran dar un paso mayor, escriban la intención de vuestros hermanos, de vuestros familiares o conocidos y no las propias, así podrían estar en el escalón de la fraternidad y de la hermandad entre todos los seres, poniendo la atención en el que más necesita de una palabra de salvación.
Hasta el final de los días de este encuentro Yo rezaré por cada una de esas intenciones, porque es lo que se Me ha permitido. Y si confían en Mi Misericordia, esas intenciones se cumplirán y no habrá ningún nudo que se oponga a que todo se pueda concretar en el nombre de la Paz.
El Padre Eterno está presente a través de Mi Espíritu para que el mundo despierte a su gran llamado de redención y de conversión, de comunión con el Hijo Primogénito y con la Santísima Trinidad.
Hoy bendeciré los elementos, pero especialmente a los niños que han venido a Mi encuentro en nombre de todos los niños del mundo, especialmente de aquellos que son enterrados en los desiertos en esta hora aguda del planeta.
¿Será que ustedes, compañeros, por un instante sentirían Misericordia por esas cosas y no por ustedes mismos?
Yo necesito que caminen a Mi lado de otra forma y con otra perspectiva, haciendo madurar la consciencia y el corazón en la verdadera necesidad planetaria que Yo los invito a vivir Conmigo, como Mis apóstoles.
Tráiganme aquí el incienso para santificar la Mesa de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
A pedido de Cristo escucharemos Pater Noster, uniéndonos al Espíritu del Creador de todas las cosas.
Pater Noster...
A través de los elementos sagrados se encuentra la liberación de los caminos, se disuelven todas las amarras, se abren las puertas internas para que los corazones caminen en confianza hacia Dios y eleven su aspiración hacia lo Alto.
Esta Comunión de hoy, compañeros la ofreceremos por aquellos que deben ser consecuentes con el plan de evolución, y especialmente por los que más necesitan de una intercesión divina.
Mañana quisiera verlos a todos con velas en sus manos, pues Mi Luz debe materializarse frente a ustedes, para que así crean que Yo estoy presente en el nombre del Amor y de la Paz por los siglos de los siglos.
Hoy Mi Corazón glorifica vuestros corazones. Hoy Mi Amor colma a los que más necesitan del Amor de Dios y ese Amor hace reafirmar los votos en aquellos que dicen “sí” a la Voz del Maestro y a Su Sagrada Palabra.
Hoy necesito, compañeros, que sientan la Alegría de Mi Presencia, porque donde está Mi Alegría no está el mal.
En los más pequeños verán el ejemplo de la inocencia que Yo necesito de ustedes, para que pronto en conciencia y en el próximo mundo puedan entrar al Reino de los Cielos.
Mi Corazón se complacía ampliamente en los más pequeños, cuando Yo vivía aquí en el mundo entre ustedes. Mi Corazón se calmaba en los niños ante tanta adversidad; ellos son el regocijo de la nueva humanidad, es el espíritu de la pureza que nunca puede perderse en los hombres y en las mujeres de la Tierra.
Sean como niños y estarán en Mi Corazón, no con infantilidad sino con inocencia, con verdadera pureza y compasión por todos vuestros hermanos, así como ellos aman a todos los que ven en sus caminos.
Por eso hoy, también vengo al mundo desde el Universo de Mi Padre, trayendo esta buena nueva de que los más pequeños, en estos tiempos, son los que se ofertan de corazón para apoyar a la humanidad en esta transición. Busquen la unión con vuestro niño interior y curen el pasado para que él se pueda borrar de vuestra historia.
Mis Rayos de Misericordia permiten multiplicar todos los dones y todas las obras. En los niños, Yo también Me encuentro, dos veces, cuando juegan y cuando sonríen para los adultos.
Yo estoy en todas las cosas, así como Mi Padre está en todas las cosas, porque si así lo creen vivirán la verdad.
Mientras Me elevo en este día de bendición, cantaremos al Hijo Supremo, para que Su Gloria se expanda por los cuatro puntos de la tierra.
Repitamos:
Aleluya, aleluya, aleluya
Misericordia, Misericordia, Misericordia
Jesús yo confío en Ti.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más