Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Relato del Mensaje

Hermana Lucía de Jesús:

Cuando hoy llegó San José, vino vestido de blanco, con una túnica blanca, un manto blanco y un cordón dorado. Él tenía tres Lirios en las manos, tres Lirios grandes.

Cuando Él comenzó a transmitir el Mensaje, habló sobre esos Lirios. Y, a medida que iba hablando, de cada uno de ellos se desprendían lirios que ingresaban dentro de nosotros, dentro de nuestro mundo interior. De una forma muy rápida, todo lo que Él hablaba, lo mostraba mientras sucedía.
 
San José habló sobre tres ciclos de la humanidad. Yo le pregunté si ya estábamos viviendo alguno de esos ciclos y Él me dijo que no, que todo lo que vivimos hasta hoy como humanidad fue un preámbulo de esa experiencia que Él citó. Entonces, yo le pregunté si eso tenía que ver con los tres años que el Cristo mencionó en la última Sagrada Semana y Él me dijo que sí, que tenía que ver con esos tres ciclos que Él citó en este Mensaje.


Hoy, traigo en Mis manos tres Lirios blancos, como una oferta al Padre por el planeta. Cada uno de estos Lirios representa un ciclo de la humanidad, en el que las almas serán probadas y tentadas, para que despierte en su interior el potencial oculto del Amor que trasciende toda experiencia de amor ya vivida en la Creación.

En cada uno de estos ciclos, las almas cruzarán portales de trascendencia dentro de sí mismas, portales que las conducirán a la verdad que se guarda en el propio interior.

En el Primer Ciclo, ustedes vivirán pruebas consigo mismos, silenciosas y ocultas, aparentemente imperceptibles para aquellos que los ven. Y digo aparentemente porque aunque sientan la soledad de la prueba interior, ella será visible, sin embargo incomprensible para los demás. Y la propia incomprensión ajena, hijos, será también una de las formas de ser probados.

Para este ciclo, les entrego el Lirio de la Fortaleza Interior, que los hará ir más allá de los umbrales de imperfección y miserias para revelarles un nivel interno aún desconocido, el primer grado de la trascendencia de la condición humana.

En el Segundo Ciclo, vivirán pruebas entre ustedes, pruebas que los colocarán ante los abismos ajenos para que sean transcendidos por el poder de la compasión, de la redención y de la misericordia.

Y para eso, les entrego el Lirio de la Humildad. Con este Lirio en el corazón, ustedes podrán ver al prójimo no con ojos de juez, sino con ojos de piedad. Fue a través de este umbral que el Redentor del Mundo fue capaz de emitir Amor a los que lo humillaron en Su Camino con la Cruz. El Lirio de la Humildad les traerá la valentía necesaria para perdonar lo que les parecerá imperdonable y comprender lo que les parecerá incomprensible; y, a través de él, ustedes ingresaran en un nivel profundo de la consciencia humana, en el que aprenderán a vivir la verdadera unidad con el prójimo.

El Tercer Ciclo de pruebas será planetario y ocurrirá entre el hombre y la naturaleza. En este ciclo serán probados en la fe, porque sus creencias serán derribadas por el aparente caos del mundo. Muchos corazones estarán perdidos y entregados a la más profunda oscuridad, pero ustedes, hijos, deben perseverar

Y para eso, les entrego el Lirio de la Fe. Este Lirio emergerá de su interior cuando todas sus fortalezas parecieran haberse desmoronado, cuando el conocimiento pareciera no tener sentido y la sabiduría se silencie dentro de la consciencia. Entonces, emergerá el Lirio de la Fe, como don y Gracia impresos en sus corazones para que puedan ir más allá.

Y, a través de él, ustedes llegarán al umbral de la experiencia de Dios. Esto significa la unión perfecta con el Creador, cuando finalmente podrán encontrar el sentido de todas las incoherencias de la vida y comprenderán que la Cruz, vista desde arriba, significa Amor; y la transición planetaria, vista con los Ojos de Dios, significa la superación del Amor.

Para eso, deben caminar.  

Tienen Mi bendición.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

No midas tus posibilidades según tus propias fuerzas. No busques concretar el Plan de Dios solo con tus propias manos. No pienses que no eres capaz de hacer y de vivir esta o aquella cosa porque no encuentras dentro de ti las posibilidades.

Mira la historia de los que cumplieron la Voluntad de Dios y la expresaron, manifestando la parte que les cabía de la Obra Divina del Creador. ¿Fueron ellos, por sí solos, constructores de esa Obra?

Tus posibilidades humanas y lo que conoces de ti mismo poco importan en el momento de concretar una Obra Divina. Lo que sí importa es tu capacidad de ir más allá de ti mismo, de colocar tus ojos, tu pensamiento y tu corazón en Dios y decir:

Señor,
Haz en mí y a través de mí Tu Obra,
cumple Tus promesas, manifiesta Tu Espíritu
y toma mi corazón vacío como Tu morada.
Yo soy Tuyo.

 

Esa, hijo, debe ser tu oración en los tiempos que vendrán.

No mires tus imperfecciones, sino la Perfección de Dios. No mires ni siquiera tus destrezas y virtudes, para que no limites la Obra Divina a tus posibilidades; solo sé un instrumento vacío, morada del Espíritu Santo, dispuesto siempre a seguir caminos que no están en tu mente, que no fueron trazados por ti, sino por Dios. 

Confía en que, en un corazón vacío y dispuesto al Creador, allí operan Sus milagros, y sé tú un milagro vivo.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Donde haya un corazón que ora sinceramente, allí estará Dios. 

Donde haya un corazón que sale de sí mismo para servir a los demás, allí estará Dios.

Donde haya un corazón capaz de liberarse de sus propias voluntades y aspiraciones para cumplir las Voluntades y aspiraciones del Padre Celestial, allí estará Dios.

Donde haya un corazón capaz de obedecer los designios superiores y dejar de lado sus propias creencias y formas de manifestarse en la vida, allí estará Dios.

Donde haya un corazón que, a pesar de sus imperfecciones, ame sin condiciones al prójimo y, sobre todo, al Creador, allí, hijos, vivirá y habitará el Señor, Se expresará y hablará a los hombres a través de Sus hijos.

Busquen en las pequeñas cosas la unión con Dios; unión que debe ser constante no solo cuando oran, sino también cuando viven bajo Sus Leyes y hacen de la vida una oración.

Déjense moldear y corregir y no teman sufrir o amar, sino teman, hijos, ser ignorantes y ciegos delante de las propias miserias. 

Vivan en la Presencia del Señor, abriéndole espacio en sus vidas a través del olvido de sí y del amor al prójimo. Así será Él mismo, Su Señor y Creador, que los transformará y moldeará según Su Voluntad, silenciosamente, a través de cada situación de sus vidas. 

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que se sentía perturbada por su mundo interior descontrolado, por su cuerpo enfermo, por su mente sin equilibrio, sentía que sus problemas ya no tenían solución, y le cuestionaba a Dios, diciéndole: “Señor, soy un pozo de enfermedades y de miserias, un pozo de imperfecciones y dificultades. Siento que no hay solución para mí, siento que no hay razón para vivir. ¿Puedes Tú decirme cuál es el sentido de permanecer así?”.

Y después de un largo tiempo en silencio, el Señor le respondió: “Alma amada, las soluciones del Cielo no son las mismas de la Tierra. Todo lo que pareces padecer sin fin ya es, en verdad, la respuesta para el equilibrio de algo que en tu interior necesitaba ser equilibrado. Las enfermedades que viven los seres tienen, en verdad, innumerables razones y sentidos, pero todas ellas buscan despertar el sentido de la fragilidad humana, para que las almas no permanezcan en la autosuficiencia y, sí, perciban que solo habrá cura cuando haya unidad con toda la vida.

Un cuerpo solo estará en equilibrio cuando todos sus sistemas funcionen en unidad y, si la menor de las células se sintiera autosuficiente y comenzara a construir su propio plan dentro del cuerpo, habrá desequilibrio y enfermedad y, por pequeña que sea esa célula, un ser puede llegar a la muerte solo por su rebeldía.

Cuando un alma está enferma, necesita comprender que es parte de un Todo. Y, para volver a su equilibrio, para curarse, debe ser amparada por el poder de la unidad; debe dejar que el amor y el auxilio del prójimo suplan aquello que, por sí misma, ya no está consiguiendo; debe permitir que la unidad con la vida, con los universos, con Dios, vuelva a reinar en su corazón. Que esa alma no se sienta sola, aislada o separada de un cuerpo mayor.

Cada ser, alma pequeña, es una célula del Cuerpo Místico de su Señor y Dios. Por eso, debes percibir el fluir de las leyes, el sentido de la vida, que no es propio, sino que es un sentido universal. Cada célula tiene su función, pero el propósito de un cuerpo es único. Por eso, alma amada, no busques un propósito personal, busca el propósito del universo, busca tu lugar en Mi Corazón.  Ingresa en consciencia en el espacio que te corresponde, dentro de este Cuerpo Infinito de la Creación; esto se alcanza con humildad, dejándote ayudar, con paz y con una rendición profunda, fruto de un corazón que aprendió a orar con sinceridad”.

Que este diálogo, hijos, les enseñe a estar siempre en equilibrio en el Cuerpo Místico de su Creador.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma que aspiraba a cumplir la Voluntad Divina, pero que se sentía constantemente indigna e incapaz de hacerlo, ante todas las grandes cosas que el Señor la llamaba a vivir, le cuestionó a Su Sagrado Corazón por sentirse pequeña y pobre para cumplir Su Obra y le dijo: “Señor, grande es Tu Plan y lleno de un profundo Amor por la humanidad y por toda la Creación. Contemplo Tu Voluntad y me asombro de Tu Misericordia, pero cuando intento manifestar lo que quieres, me siento incapaz ante tantas imperfecciones y dificultades. Entonces, miro al mundo y a tantas almas preciosas que creaste y con las cuales puedes contar para manifestar Tu Obra y me pregunto: ¿por qué Tú me llamaste?”.

Y el Señor, contemplando a esa alma con Amor, viéndola transparente y cristalina tal como Él la creo, le respondió: “Ve, alma pequeña, tu reflejo en Mis Ojos. No te mires en los espejos del mundo, pero sí en el Espejo de Mis Ojos. Lo que los espejos del mundo te pueden mostrar son limitaciones y defectos, imperfecciones y tal vez destrezas, pero lo que verdaderamente eres solo lo verás si miras tu reflejo en Mis Ojos.

Yo te veo tal como eres. Yo sé el potencial que hay en ti. Yo conozco tu trayectoria desde el principio. Yo sé para qué fuiste creada y para qué fue formada tu esencia y tu consciencia. Por lo tanto, alma pequeña, es Mi Voz a la que debes oír y no a las voces del mundo ni tampoco a la voz confusa de tu mente, que tantas veces se pierde por los estímulos de esta Tierra. Abre tus oídos internos y escucha Mi Voluntad, sabiendo que ella te corresponde y a nadie más.

Para cada ser de este mundo, tengo una Voluntad perfecta, un camino a través del cual llegará a Mí. Y ese camino no es aquel que te es conocido, muchas veces no es aquel por el cual ya sabes caminar. Ese camino es aquel que forjará en ti lo que Yo necesito, es aquel que te revelará lo que Yo veo cuando contemplo a tu pequeña alma, porque hará emerger en tu consciencia lo que eres, y la verdad tomará el lugar de tantas capas con las cuales cubriste tu consciencia.

Por eso, alma amada, cuando Yo te pido algo, no busques tu referencia en los espejos del mundo. Mira en Mis Ojos, ve tu verdadera faz reflejada en Mí y siéntete capaz de realizar todo lo que Yo te pido, porque Mi Voluntad para ti es perfecta.

Cada día, ábrete para descubrir en ti lo que se refleja en Mis Ojos: tú misma, como Yo te veo. Y no serán las vanidades ni el orgullo o la falsa humildad lo que habitará en tu corazón, sino que seré Yo y Mi Verdad, la transparencia y la perfección de Mi Pensamiento para ti”.

Que esta historia los inspire, hijos, a no buscar la propia referencia en lo que ven en sí mismos ni en el mundo, sino solo en lo profundo de los Ojos de Dios. Es allí que se encontrarán.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En los lugares simples y con los corazones simples, allí Yo siempre estaré, en silencio y en paz, trayendo el Reino de Dios hacia el mundo.

Con los que se esfuerzan, a pesar de sus imperfecciones, y dan lo mejor de sí en las pequeñas y en las grandes cosas, Yo siempre estaré porque es su esfuerzo el que abrirá las puertas hacia el Cielo y no la perfección de sus corazones.

Con los que aspiran a construir una nueva vida y a encontrar un nuevo tiempo, Yo siempre estaré, porque esta es Mi misión: conducirlos de la mano a ese encuentro con la Verdad. Y aunque Mi voz se silencie, aunque Mi presencia parezca ocultarse, no se engañen porque Yo siempre estaré aquí, soplando en sus corazones los Designios de Dios, inspirándolos para que sigan el camino correcto, alertándolos cuando se desvíen y trayéndoles paz cuando parezca que la perdieron.

Yo siempre estaré aquí, con Mis manos sobre las suyas, elevando los ladrillos para construir las nuevas moradas y para reconstruir lo que es verdadero y puro cuando se quiebre por los embates de estos tiempos.

Oren siempre Conmigo, aunque sea en el silencio de sus corazones, y descubrirán, hijos, cómo Mi silencio resuena más que Mi voz, y lo que les haré comprender en sus corazones será más claro que todas las Palabras que ya pronuncié.

A través de este contacto interno, profundo y verdadero Conmigo, consolidarán la unión con Dios y madurarán como Sus hijos y como Sus compañeros.

Yo ya les dije: soy solo Su Siervo, Siervo del Divino, Su Mensajero, Su Obrero. Vine a su encuentro por un pedido de Él y ahora, que están ante Su Sagrado Corazón, llegó el momento de que cada uno de ustedes viva ese encuentro con Él.

Yo los acompañaré siempre, con amor, con alegría. Adoraré a Dios por sus triunfos y rogaré a Dios ante sus derrotas. Juntos, hijos, llegaremos al Nuevo Tiempo cuando nada más estará oculto, cuando todo se revelará, cuando todos los ojos verán, todos los oídos escucharán y todos los corazones sabrán la verdad, sobre sí mismos y sobre la vida.

Por eso, Yo los traje hasta aquí. Por eso, vine al mundo durante tanto tiempo y por eso, también, les daré a conocer Mi silencio, porque todo es parte de un Plan único, una Voluntad que será comprendida a medida que sea experimentada.

Para que vivan esto, Yo los bendigo, los abrazo y les dejo Mi amor paterno.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

No temas a la verdad, a la transparencia o a lo que te es desconocido.

No temas estar delante del mundo sin capas, sin máscaras o sin los velos que ocultan tu condición humana.

No temas ver tus miserias con transparencia y tus imperfecciones con claridad.

No temas sentirte peor que los demás cuando, a lo largo de toda la historia humana, los seres buscaron sentirse superiores a sus hermanos.

No temas ingresar en otras Leyes, en otro tiempo, en otro arquetipo de vida. Déjate desnudar delante de la verdad y, con valentía, ve caer las capas de tus orgullos y de tus vanidades. La humildad que nace en el corazón de los que se dejan humillar, con sinceridad, es el mayor tesoro de su evolución.

Experimentar la verdad y la transformación es la verdadera realización humana.

No estás en la Tierra para crear un personaje que se adapte a los gustos y admiraciones humanas, y que sea alabado por todos. Estás en la Tierra, hijo, para seguir el ejemplo de Aquel que fue humillado, coronado de espinas y crucificado y que, así, rompió con todos los arquetipos de honra y de gloria humanas, y mostró a los seres cuál es el verdadero legado que un hombre debe dejar en la Tierra: el Amor sin condiciones.

Deja caer por tierra todos tus orgullos, tus vestiduras de vanidades y de egoísmos. Deja que este ciclo llegue con intensidad y te transforme, quebrando, dentro y fuera de ti, tus más profundas resistencias.

Sin temor, siéntete pequeño, pobre y miserable. Vacía el cáliz de tu corazón y la morada de tu interior porque llegó el momento de que ellos sean ocupados verdaderamente por Dios y no por ti.

No temas sufrir, no temas perder lo que crees haber construido porque finalmente, hijo, dejarás de construir para permitir que Dios construya en ti Su fortaleza.

Esto no será fácil. Superará todos tus límites y romperá todas tus barreras, pero finalmente te revelará el verdadero motivo de tu existencia. Y más que saber que el Amor Crístico existe, podrás vivirlo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para que puedas llegar al Corazón del Padre y no solo ser conocedor de una parte de la Sabiduría Divina, sino que también puedas experimentarla, debes comenzar a tornar realidad y vida, dentro de ti, los principios más básicos de una conducta humana evolutiva.

Fuiste llamado a trascender las tendencias comunes y naturales de los seres humanos de este tiempo, para que una nueva vida se instale en la Tierra, a través de tu corazón y de todos aquellos que buscan la vida espiritual para encontrarle un sentido a su propia existencia.

Comienza, entonces, siéndole fiel a Dios, verdadero y transparente delante de Él, así como delante de tus hermanos, sin miedo ni vergüenza de tornar visible tu esfuerzo y tu transformación. Sé fiel a lo que ya sabes que es una conducta evolutiva para ti, sustituyendo en tu consciencia la decadencia por la evolución.

Profundiza en tus oraciones diarias y hazlas cada vez más sinceras, de manera que te lleven a un diálogo transparente con Dios, para que así, confesándote con Él, puedas rendir lo que te parece imposible transformar.

Esfuérzate sinceramente por amar y comprender al prójimo, y véncete todos los días, sin dejar para después tu pedido de perdón y un acto sincero de reconciliación, cuando ofendes a alguien o cuando eres ofendido.

Si no te esfuerzas en esas pequeñas cosas, muy poco valdrá que Dios pronuncie delante de ti y a tu corazón las revelaciones más sublimes de los misterios celestiales y te dé a conocer las más puras Verdades sobre la vida y el Infinito, porque la sabiduría se perderá en la imperfección de tu mente y, a pesar de creer que sabes muchas cosas, no serás un instrumento para la manifestación de esta Verdad en la Tierra.

No serás digno de ser participante de las cosas sublimes del Cielo, no porque no tuviste las herramientas y las oportunidades para eso, sino porque no abriste un espacio en tu corazón para experimentar la Verdad, para ser transformado por ella y para anunciarla al mundo a través de tu propia vida.

Por eso, ve y profundiza en las cosas simples. Que la vivencia de la Verdad acompañe su revelación. Al menos inténtalo todos los días.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE BAD VÖSLAU, AUSTRIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Observa como el mundo agoniza y ora con el corazón.

No es suficiente que tu mente conozca los acontecimientos del mundo y los juzgue según principios que, para ti, son espirituales.

Observa como la pureza se pierde en los corazones de los seres humanos, cada vez más distantes de Dios y entregados al mundo, y busca esa pureza en tu interior.

No es suficiente que compruebes las imperfecciones ajenas y las juzgues según principios que, para ti, son espirituales.

Observa como en las acciones de los hombres cada vez hay menos compasión, menos piedad, menos misericordia, y ve a buscar en la Fuente esas dádivas para el mundo.

No es suficiente observar como las almas tienen sed y juzgar sus motivos en base a principios que, para ti, son espirituales.

Hijo Mío, todo lo que te digo es para que te sumerjas en lo profundo de tu corazón y encuentres a Dios.

Tus ojos pueden ver todas las cosas y tu mente puede juzgarlas con un juicio que se disfraza y que se oculta en todo el conocimiento que adquiriste para sentirte una persona espiritual, pero el conocimiento no te hace espiritual.

El conocimiento es una puerta que se abre para que sepas por donde caminar; pero puedes conocer todas las filosofías, las religiones y las ciencias y, sin embargo, estar parado delante de esas puertas contemplando caminos por los que nunca te adentraste, porque la transformación es lo único que mueve tus pies.

Sustituye el juicio por el ímpetu de ser un ejemplo.

Sustituye el conocimiento por la experiencia que te trae sabiduría y no tengas miedo de intentar y ver que es difícil, y como en tus caídas y dificultades aparecen tus debilidades e imperfecciones.

Porque Yo te digo, hijo amado, que cuando tus ojos están listos, no solo para conocer el mundo, sino también y sobre todo a ti mismo, es que tus pies comenzarán a caminar, aunque te sientas parado.

La grandeza de la sabiduría es que ella se construye lejos de la mente y del entendimiento, en lo profundo del corazón, y cuando menos lo esperas, rendido a los Pies de Dios, en el auge de tus miserias, te descubres sabio, porque el amor que allí te rindió, te hizo sabio.

Por eso, hijo, observa el mundo y contémplalo, pero después encuéntralo dentro de ti y transfórmalo. Así, todo se cumplirá.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando Mi Corazón llega al mundo, no es solo para traer a las almas el Don de la Paz. Yo vengo para enseñarles a vivir este Don, que Dios ya les entregó por medio de la Presencia de Sus Mensajeros Divinos.

Vengo, en humildad y en silencio, para que las almas comprendan que las grandes cosas solo se alcanzan cuando el corazón sabe ser pequeño. Los misterios más infinitos y ocultos se revelan como una comprensión superior al corazón que sabe ser humilde, aún sin reconocer esto en sí mismo. Porque Dios busca a los menores para revelarles Su Faz, busca a los más imperfectos, pero que se disponen a ser otros, todos los días, dejando que su duro barro sea moldeado en las Manos del Alfarero Celestial.

Aquellos que aman la apariencia de su propio barro y que cuidan de él como un tesoro, jamás podrán tornarse receptáculos de un tesoro verdadero, de un Legado Universal. Por eso, hijos, Yo continúo viniendo a su encuentro, porque aún les falta mucho para rendirse a Dios, mucho por entregar. Esta Obra aún no está completa, pero ella puede ser constante si ustedes se disponen, todos los días, a recomenzar y a ser diferentes. Ofrezcan al Padre, todos los días, una pequeña parte de su barro para que sea transformado y para que así, Él consiga, poco a poco, diseñar Su Obra por medio de ustedes.

Encuentren, hijos, el verdadero sentido de la vida en la transformación, para que finalmente puedan, un día, descubrir la verdad sobre sí mismos.

Hay un sentido para la existencia humana, hay una verdad que trasciende a las apariencias y hay una experiencia a ser vivida, que trasciende toda enseñanza y toda sabiduría escrita en los Libros Sagrados de este mundo.

Al contrario de lo que muchos piensan, para saber, ustedes deben ser y para ser, deben dejarse transformar. Yo estoy aquí para ayudarlos.

Vuestro Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los corazones se unen para cumplir el Propósito Divino, las imperfecciones, las dificultades y los obstáculos se disuelven. Es en el misterio de la verdadera unidad donde las almas se equilibran las unas a las otras, para que todas alcancen la meta del Encuentro con Dios.

Hijos, cada corazón y cada consciencia tienen algo único para ofrecer al Plan, algo que no está vinculado a ninguna destreza material. Hablo de virtudes espirituales, energías tan desconocidas para la humanidad, que ni siquiera se encuentran entre los conceptos de sus diccionarios. No existe, expresado en palabras, esto que les digo; Pero aquellos que viven en el espíritu de la unidad podrán sentir cómo las almas se elevan en simplicidad a Dios y de una forma desconocida recorren el camino que las lleva al Creador.

Cada prueba que es colocada en sus vidas tiene un motivo espiritual para existir y aunque, en todos los niveles por debajo de Dios, todo parezca imprevisible, el Creador sí observa en silencio el cumplimiento de lo que Él escribió para la consciencia humana. El Pensamiento Divino es vivo y también lo es Su Plan. Por eso, no hay nada que sea un misterio para Dios.

Les digo esto para que comprendan que estos son tiempos de construir la unidad y de reconocer que las circunstancias para aproximarse a Dios nadie las construye en forma individual, sino que se construyen por medio del amor que cada uno tiene por Él.

La concreción del Plan Divino se encuentra en descubrir la unidad. Por eso es importante que sientan que sus miserias desaparecen cuando aquel que está a su lado las equilibra con sus virtudes y de esta forma, un alma lo hace con la otra hasta construir una unidad perfecta e inmaculada, capaz de recibir códigos nuevos.

Para reconstruir al mundo, cuando llegue la hora de hacerlo, no precisarán otra cosa que no sea la unidad y el amor. Experimenten esas instancias en las que viven la unidad y el amor no solo como algo inusitado o que viven sin premeditar. Reflexionen sobre los acontecimientos y perciban cómo el Creador los prepara siempre e inclusive en circunstancias aparentemente muy negativas. Pero cuando hay disposición y unidad, el Creador hace surgir de allí un aprendizaje único que les servirá en cada instante de sus vidas y mucho más en los días que vendrán.

Comprendan, de esta forma, la importancia de responder al Llamado Celestial y también la importancia de esforzarse día y noche para vivir la unidad, para dejar que lo mejor del otro los transforme y para aportar al prójimo siempre lo mejor.

Mediten en este aprendizaje y amen al espíritu de la unidad y que, más allá de las pequeñas circunstancias, él se expanda a diario en cada pequeño detalle.

Aquel que los ama y los acompaña siempre,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Multiplica los impulsos que recibes con la alegría del corazón y la disposición permanente a trascender lo viejo, para vivir lo nuevo.

Rememora cada instrucción recibida en los últimos días, en los últimos tiempos. Vuelve a sentir en tu interior aquella alegría que emanó de tu alma cuando estuvo ante la posibilidad de vivir en plenitud los Planes del Altísimo.

Que no te consuma la rutina diaria ni te consuman tus dificultades. La consciencia humana está mucho más dispuesta para abrazar las limitaciones que a su verdadero potencial, porque fue educada para que nunca descubra la realidad sobre sí misma y para restringir siempre la grandeza de la semejanza con Dios a la pequeñez de un cuerpo humano transitorio.

Transforma, entonces, esos viejos patrones de consciencia y aférrate a lo más perfecto y maravilloso que hay dentro de ti. Reconoce, sí, las dificultades, pero sabe que más allá de ellas está tu posibilidad de trascenderlas, no por ti mismo, sino porque escondido dentro de ti se encuentra Aquel que puede todas las cosas, las imposibles e impensables. Él es tu posibilidad de trascendencia. Estar en Él es descubrirlo dentro de ti y reconocer que tú eres parte viva del Creador, así como lo es toda la vida manifestada.

Concéntrate, hijo, en no perder la alegría y la esperanza, para que esos dos dones divinos te impulsen siempre a lo nuevo y para que encuentres en ellos la fuente eterna de la vida en sacrificio, en entrega, en renuncia y en trascendencia; atributos tan temidos por aquellos que aún no descubrieron que la plenitud se encuentra en servir a Dios con alegría y perderse de sí mismos para encontrar, en su lugar, al Creador de los universos.

Piensa en lo que te digo, hijo, y más que eso, tómalo como una posibilidad para ti. Tus dificultades no desaparecerán ni tampoco las imperfecciones dejarán de herir a tu alma. Lo que ocurrirá es que ese peso te será más leve, porque lo más importante para ti no estará en los defectos, sino en la grandeza de Dios, en Su posibilidad de transformar todo lodo, toda impureza, y tornar sagrado y perfecto aquello que antes era un simple barro en Sus Manos.

Confíate al Señor y ten en Su perfección tu mayor esperanza. Esfuérzate por estar en Sus Manos todos los días y encuentra tu eterna alegría en los dones que alejan al mal y te aproximan a Dios: sacrificio, renuncia, entrega y trascendencia.

Aquel que te llama a servir con alegría y a no perder de vista la perfección de Dios en el corazón,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

¡Oh alma humana que está en el último tiempo de su imperfección, renuncia a lo que te ata al viejo mundo y lánzate al infinito de una nueva vida! Lucha con firmeza tu última batalla de este ciclo de oscuridad, batalla que te hará ascender a realidades sublimes y que, a pesar de ser larga y dolorosa, sus méritos no tendrán fin.

¡Oh alma que es tan desconocida para si misma, sumérgete en tu mundo interior y retira los velos que cubren tus ojos humanos, para que descubras el infinito de tu propia consciencia!

Alma de Dios ya tan cansada por los ciclos de ilusión vividos en esta Tierra, ya terminan la ceguera y la indiferencia, para que reposes contemplando el despuntar del sol de un nuevo día, de una nueva era.

¡Alma de Dios, que eres tan pequeña e infinita al mismo tiempo! Tu grandeza fue escondida por la ignorancia de la mente humana, y tu pequeñez se encuentra en la humildad, que has de develar. En ti, humildad y grandeza deben encontrarse, porque solo reconociéndote una pequeña nada es que descubrirás tu semejanza con Dios que contiene en Sí todas las cosas.

Ábrete de corazón al Verbo Creador y habla por medio de la oración y ya no con limitados conceptos e ideas humanas.

Contempla, delante de ti, el ejemplo grandioso de la Sagrada Familia y vence el prejuicio milenario de ser puro y simple como esos tres Sagrados Corazones. El mayor de los misterios se devela en la simplicidad.

Ya no busques tanto las grandes ciencias, pues la mayor de todas las ciencias es descubrirse semejante a Dios: en Él se encuentra la Omnisciencia.

Mientras el mundo afianza la materia en los viejos patrones de la Tierra, elévate, alma pequeña. Hazte leve como el viento y retorna al Padre. Carga contigo, en el silencio de tu ejemplo, a toda la humanidad y, llegando al Cielo, abre las puertas al nuevo tiempo, al tiempo que siempre fue, que es, pero que tu mundo nunca conoció.

Ve en busca de lo nuevo, de lo eterno, de lo infinito.

Aquel que te muestra el camino hacia la nueva era,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Cumple con alegría la misión que Dios te encomendó, la misión de vivir en la Tierra principios que provienen del Cielo y manifestar en el mundo una Nueva Humanidad.

Muchos se preguntan todos los días, si están haciendo lo que deben hacer como almas y como espíritus; se preguntan, en dónde deberían estar, con quién y haciendo qué. Pero pocos, muy pocos están esforzándose para verdaderamente abrir el corazón y atraer un arquetipo de la vida que aún no existe en la superficie del planeta.

Si quieres vivir lo que Dios pensó para ti, comienza por disponer tu corazón para algo nuevo. Busca dentro de ti lo que debe ser perdonado y lo que debes perdonar. Busca dentro de ti la fuerza para vencerte a ti mismo y ser más manso, más humilde, más servicial y pacificador.

Trata de romper dentro de ti las barreras que te separan del prójimo y trabaja en ti todo aquello que juzgas en los demás. Permanece todos los días con el espejo del corazón dirigido hacia ti mismo y, antes de irritarte o de criticar algo que ves en el otro, observa el espejo del corazón y mírate a ti mismo reflejado en aquel defecto que no puedes soportar.

Trata de comprender al otro como te comprendes a ti mismo: así como sabes que tienes infinitas dificultades y miserias, los otros también las tienen. Así como intentas dar los pasos y te esfuerzas de buen corazón, el otro también lo hace.

Solo la comprensión mutua abre el corazón para la vivencia del amor.

Si no consigues controlar las reacciones de tu mente ni de tus emociones, no te preocupes tanto; pero que ellas duren poco y que energías como la ira, la envidia, la codicia o aun el sentimiento de superioridad no tengan tu permiso para permanecer dentro de ti.

Si amas al Plan de Dios, hijo, o por lo menos quieres amarlo, reflexiona siempre que el Creador necesita de una raza de Cristos y no de uno solo, y que no será suficiente que tú te cristifiques. Recuerda que no necesitas ser mejor ni peor que nadie, pero que tanto tú como aquel que tienes al lado deben llegar a la meta de la unión con Dios.

Ese es el gran misterio de la existencia humana y, por eso, vienes como espíritu hasta aquí, para curar los errores del pasado en el universo.

Para que el Plan de Dios se cumpla, los seres humanos deben ayudarse mutuamente. Recuerda esto hijo, todos los días y, antes de colocar trampas en tu camino, deseando que este o aquel desaparezca de la Tierra, acuérdate de que sin ellos tu vida tampoco tiene sentido.

Acuérdate de que no importa cuán imperfecto seas tú o el otro, pues existe algo dentro de cada ser que lo asemeja a Dios y que abre los portales entre las dimensiones para que toda la Creación se una al Padre.

Si quieres que tu espíritu se aproxime y que tu alma te conduzca por el camino de la Voluntad del Creador, ábrete primero a la transformación, a la vivencia del amor y de la fraternidad, y después el propio universo conducirá tus pasos y no tendrás que andar tan preocupado contigo mismo.

Escucha con atención Mis palabras y vuelve a escucharlas una y otra vez, porque es mucho más fácil olvidarlas que ser verdaderamente transformado por ellas, ya que tu humanidad no está acostumbrada a buscar lo Divino, sino solo aquello que la engrandece y la afirma como materia.

Ilusión de ilusiones es no buscar ser nada como hombre, creyendo que la vida comienza y termina en ti. No conoces lo que es ser en verdad un ser humano semejante al Padre, pues para  eso, hijo, debes vivir la unidad con Él: morir para ti y nacer de novo dentro del Creador.

Te dejo Mi paz y Mi bendición, para que descubras la verdad sobre ti mismo, olvidando lo que piensas ser.

Ábrete para ser nada y ahí encontrarás Todo.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros en Cristo:

Sé que muchos creen que repetimos las mismas palabras muchas veces y se preguntan por qué hacemos esto. ¿No será porque aún no se abrieron para la esencia de la Enseñanza y siguen en la superficialidad de entenderla, pero no en la profundidad de vivirla? ¿Será porque siguen con la información dentro de la mente, creyendo que saber es lo mismo que ser? 

Yo vengo a hablarles sobre el silencio, que es tan poco comprendido y vivido por la humanidad, sobre todo en el Occidente del planeta.

Vengo a hablarles sobre el silencio como una búsqueda del vacío y del camino a la humildad. Quiero que comprendan el silencio como algo que los saca de sí mismos y no algo que los encierra en el propio ombligo.

El silencio mal vivido los vuelve egoístas, llenos de juicios sobre los demás y con un sentimiento sutil de superioridad. Ese es un falso silencio, que calla la boca pero que descontrola la mente y los aspectos más bajos del ser. Ese es un silencio forzado, un silencio que oprime, un silencio que, partiendo de la falta de paz y al generarse por medios forzados y conflictivos, jamás dará paz al espíritu y menos aún al planeta.

El silencio del que les hablo es aquel que el alma comienza a buscar cuando ya no encuentra salida para sus imperfecciones y ya no soporta estar consigo misma. Por eso, camina ávida hacia la elevación, hacia el Dios que es el Verbo y, al mismo tiempo, es el propio Silencio, que ampara todo lo que fue creado en Su misterioso Sonido sin ruido.

En estos tiempos de purificación, el silencio será una llave maestra que, combinada con el servicio y la caridad fraterna, nunca permitirá que ustedes pierdan el camino.

En medio de tantas imperfecciones, que al mismo tiempo son tan palpables y tan ilusorias, el alma solo podrá salir de la confusión que la envuelve buscando el silencio, silenciando el tumulto de la expurgación interior, para vivir la propia evolución de una forma más armoniosa y pacífica, más consciente y efectiva. 

Ustedes no deben buscar el silencio como mutismo y pensar que ya está todo resuelto. El silencio es el medio, la elevación es lo que los motiva, y el encuentro con Dios es la verdadera meta.

Si viven el silencio con la intención de elevarse para traer un poco más de paz para el mundo, ayudarán a la humanidad a dar sus pasos. Y si, además del silencio, viven la caridad fraterna, sabrán cuándo las palabras serán necesarias.

El hablar se volverá un acto de caridad. Sabrán el momento de reír, de estar sobrios, de dar un aliento o de recogerse, de emitir un parecer o de solo observar.

Yo los llamo a buscar el equilibrio por amor al planeta y no solo por ustedes mismos.

Si ya están cansados del propio abismo, intenten estar más silenciosos, en una búsqueda permanente del Dios que se esconde en Su Creación.

Si aún no comprendieron lo que Yo les dije hoy, experimenten vivir estas palabras y vuelvan a leerlas pasado algún tiempo.

Verán cómo la consciencia se encontrará en otro punto de comprensión.

Su padre e instructor, amigo del silencio que lleva a Dios y que les muestra a los corazones las necesidades más profundas del prójimo.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fortalece la verdad en tu interior y sé verdadero, no solamente cuando estás solo y sabes que no puedes esconderte de Dios en tu soledad.

Consolida tus aspiraciones más puras y mantente en esa pureza lo máximo que puedas.

Recuerda la grandeza del Plan de Dios; recuerda también el sufrimiento del mundo y ofrece tu transformación, pensando en cómo debería ser el mundo y observando en qué se convirtió. Tanto en la grandeza del Plan del Señor como en la abismal situación planetaria, debes encontrar los impulsos para no ser lo que eres y caminar hacia lo que debes ser.

Busca un mayor contacto con Dios en la soledad del corazón y fortalece allí la pureza de tu interior. Cuantos más momentos de unión con Dios tengas en tu día, más fácilmente te mantendrás en el propósito y resistirás las tentaciones que se presentandelante de ti.

Sin embargo, si eliges estar ante todas las situaciones que ya sabes que no puedes superar, en vez de escoger estar en soledad con Dios y ser verdadero delante a Él, jamás podrás salir de la permanente batalla contra ti mismo. Y no será necesario que el enemigo se aproxime a ti, porque tú solo corres hacia los abismos de tu consciencia.

Hijo, ya sabes que te estás purificando al retirar el lodo en tu interior; ya sabes que, muy intensamente, las tentaciones y los deseos mundanos que aún tienes dentro de ti te llaman a que caigas. Por eso, no coloques tu consciencia en pruebas innecesarias, cuando el camino de la paz se muestra a tus ojos.

Antes de correr hacia las situaciones que te comprometen, da un paso atrás y encamínate a la soledad con Dios. Aunque sea por un instante, confiésate con Él y renueva tu aspiración a estar en la pureza de tus intenciones.

Fortalece lo puro que hay dentro de ti y deja que lo impuro pierda su fuerza y perezca por el desinterés de tu consciencia en relación a las impurezas, porque aquello que hoy estás purificando se alimenta de ti mismo y solo permanece en tu interior cuando es retenido por tus propias manos.

Escucha, entonces, lo que te digo y no reafirmes las imperfecciones y vanidades, contemplándolas delante de ti; suéltalas y dirige tus ojos a la pureza. Deja que tu interior se purifique por la intensidad de la luz de la verdad de tu esencia, que debe expandirse cada día.

Si comprendiste lo que te dije, entonces, vívelo rápidamente.

Tu padre, guía y compañero de siempre,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros en Cristo:

Quiero ofrecerles cada día algo más que palabras, porque tengo la posibilidad de llevarlos a que vivan lo que ustedes verdaderamente son, no solo como individuos, sino también como humanidad.

Por eso insisto, una y otra vez, para que en cada momento de sus vidas ofrezcan todo lo que hacen por la consciencia humana, sobre todo por todos aquellos que no conocen a Dios y que, independientemente de la clase social y de la situación física, viven en la ignorancia y en total ilusión. 

Mis amados, cuando estuve en este mundo como José de Nazaret, en todo lo que hacía en Mi trabajo, en el descanso o en las liturgias diarias, la oración era siempre lo que movía Mi Casto Corazón y, así orando, ofrecía todo por los demás hermanos del mundo.

Trabajaba por los que no lo hacían; descansaba por los que no podían descansar; era verdadero y simple por los que no podían serlo. Y así era con todo. Entonces, fui descubriendo cómo amar las imperfecciones de los hombres. De esa forma, mientras trabajaba por alguien que no lo hacía, comencé a comprender el porqué de aquellos que no lo hacían estaban en esa situación y, en Mis intenciones, ofrecía siempre a Dios las dificultades de Mis hermanos.

Viendo la pureza de Su siervo que no oraba para sí mismo, sino para que el reinado de Dios se expandiese por el mundo, el Señor comenzó a mostrar, a los ojos de Mi Corazón, diferentes situaciones del planeta en lugares que, en vida, no había conocido, pero sabía de la realidad de todo lo que veía.

Dios Me concedió la Gracia de servir más profundamente y de tener la certeza de que, en cada instante de Mi vida, Él podría interceder por algún alma. De esa forma, fui aprendiendo el arte de interceder ante Dios por las almas y por los seres de la naturaleza, los que nunca eran olvidados por Mi Corazón Castísimo.

Hoy les digo que el secreto para ser un intercesor ante Dios es que nunca pierdan la pureza de intención y que no se crean nada, sino solo un siervo de Dios. En donde haya orgullo por alguna obra ofrecida a Dios, esa obra ya no alcanzará el Cielo.

Muchos creen que interceden por las almas cuando, en realidad, están perdiendo un tiempo precioso de orar con el corazón para alimentar el propio orgullo y la vanidad.

Vengo para enseñarles a ser puros como los niños y a orar como un pequeño niño ora a Dios: no hay vanidad en sus palabras ni tampoco orgullo, solo hay una unión pura con Dios. Los niños no buscan nada cuando oran, solo entregan sus oraciones.  Esos son los verdaderos intercesores.

Mis queridos, lo que sí quiero es que sean intercesores delantede Dios por las almas perdidas, pero antes de eso, debenencontrarse a sí mismos en la propia esencia de la pureza y de la humildad.

Yo vengo al mundo para darles esa posibilidad, pero no piensen que eso es imposible, solo únanse a Mi Espíritu de Amor y, cada vez que vean que no están orando con pureza y humildad, acuérdense de Mí y sean como niños caminando hacia el Corazón de Dios.

Yo los amo y les dejo la pureza de Mi Casto Corazón.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La esencia del silencio es, en verdad, el acto de silenciar las propias aspiraciones. Aquí se encuentra la clave para la ascensión tanto del espíritu como de la materia.

Mientras cada uno de los diferentes aspectos del ser busque la propia satisfacción y conquista, ustedes jamás conseguirán cumplir con perfección la meta espiritual de sus almas y de sus espíritus.

En estos tiempos de purificación, dispónganse interna y conscientemente a purificar las intenciones más profundas de todos los aspectos que componen su ser.

Construyan con la oración una fortaleza que soporte, con amor, serenidad y paciencia, el encontrar las mil resistencias que surgirán del inconsciente.  Dispónganse a conocer la raíz de todos los movimientos que no consiguen transformar y, con mucha calma, iluminen, con el poder del verbo que se eleva a Dios, esos espacios de la consciencia.

La oración es la llave de muchas puertas, no solamente para la salvación de las almas, sino también para prepararlos para todo lo que deberán vivir dentro y fuera de sí, en un futuro próximo.

Si oran de corazón y se disponen a la transformación, todo les será posible. No les digo que sea algo fácil de vivir, porque la peor batalla es la que se vive consigo mismo; sin embargo, no será imposible y, con un poco de valentía y persistencia, estarán aptos para vivir batallas mayores y ayudar a otros que aún no comenzaron a recorrer el camino del espíritu.

En tanto no purifiquen las intenciones, todas las virtudes que viven son pasajeras, como el silencio, la humildad, la caridad y aun la fraternidad, porque en el fondo de todo esto habrá siempre una intención propia que debe ser purificada.

Cuando descubran las raíces de las propias imperfecciones, podrán actuar, sentir y respirar siempre para Dios y en función de Su Plan. Es a partir de ahí que todo lo que hagan se tornará verdadero y las semillas de una Nueva Raza, que obedecen plenamente a Dios, comenzarán a germinar en el mundo.

Por esta razón, Yo los animo a no alarmarse con lo que encuentren en sí mismos. Al contrario, den gracias al descubrir un aspecto imperfecto, porque irán un paso adelante en la manifestación de la Nueva Raza.

Aprendan a vivir la propia transformación con mucha simplicidad y sin grandes angustias, como quien cura una gran herida, limpiándola todos los días. Y aunque sientan dolor o, a veces, exhale un mal olor o pase por una inflamación, en algún momento la herida cicatrizará. Cuanto más paz y cuidado hubiere, más rápido el propio cuerpo, fortalecido por el poder de la oración, la cicatrizará.

Yo los bendigo y los conduzco al descubrimiento de sí mismos y a la pacificación interior ante cualquier circunstancia de la vida.

San José Castísimo, siervo paciente y humilde de Dios

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto