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Queridos hijos:
Lo que hoy sucede en algunas naciones del mundo es el reflejo de lo que una vez sucedió en el Universo.
Todos fueron partícipes de una historia muy antigua que trascendió los tiempos hasta los días de hoy.
Todos presenciaron y participaron de un acontecimiento en el Universo que modificó el Plan de Dios, en el sentido de su realización y de su cumplimiento.
Todos provienen de un origen espiritual y universal. En ese origen comenzaron los primeros aprendizajes, los que, en la mayoría de los casos, fueron aprendizajes y experiencias que los hicieron llegar hasta aquí, hasta la Tierra, para poder alcanzar, algún día, el perdón y la redención.
Cada uno de Mis hijos carga en sí mismo una historia no visible a los ojos humanos, pero sí conocida a los ojos del espíritu.
Este es el tiempo en que esa historia, sucedida en el Universo, se cerrará para que otra etapa comience y la humanidad finalmente sea liberada de la cadena interminable de los errores.
Por esa razón, hijos, existen ciertos acontecimientos, aún no conocidos por ustedes, que están guardados en la historia de su ser espiritual. Su ser espiritual es el que conoce profundamente todas las causas y las consecuencias que una vez fueron vividas por ustedes mismos en el Universo.
Todos vienen de una experiencia un poco traumática. Todos vienen de antiguas guerras en el Universo que solo buscaban la conquista del espacio y el beneficio de la evolución personal, habiendo, para ello, salteado la Ley de la Jerarquía y la Ley del Amor.
Esa historia, que aún está grabada en el Universo, permanece allí, a la espera de ser purificada por cada hijo Mío, en el momento y en la hora que le corresponda.
En cada uno de ustedes, esa historia de grandes conflictos en el Universo tiene mayor o menor intensidad según las experiencias vividas y la participación de cada uno en esos acontecimientos.
Este es el tiempo de poner fin a esa historia porque la humanidad, a través de las naciones y a través del tiempo, ha vuelto a repetir los mismos errores, tan semejantes a los hechos más determinantes que una vez se vivieron en el Universo.
Los planos superiores esperan que cada uno de Mis hijos, por medio del servicio y de la entrega, puedan ayudar a disolver y a reparar esos acontecimientos pasados. Así, la humanidad tendrá la gracia de pasar a un nuevo ciclo con más posibilidades de profundizar en el amor y en el servicio.
En este sentido, todo lo que una vez se vivió en el Universo no solo es el resultado de los conflictos que fueron causados por la ambición de conocimiento y de poder, sino que también fueron delicadas experiencias que dejaron huellas imborrables en las consciencias.
Ahora que todos pueden ser más conscientes de eso y pueden ayudar a romper esa cadena de errores que la humanidad aún vive y comete, deben saber que la oración será esa llave que abrirá la puerta correcta para que todas esas historias del Universo se puedan perdonar y las almas tengan la oportunidad de comenzar a caminar con esperanza.
Tomar contacto con esa historia del Universo, en la cual la mayoría participó, es retomar el compromiso consciente de vivir el perdón, la cura y la redención, más allá de lo que haya sucedido.
Por eso, todos los que hoy se vuelven conscientes de que no solo son seres encarnados en la Tierra, reciben, en nombre de la humanidad, la posibilidad de cambiar el rumbo de la historia para que finalmente todos los seres vivan el gran momento de la redención.
Este es el tiempo en que la historia del Universo saldrá a la luz para que también las consciencias aprendan a redimirla.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La cura y el perdón del pasado – Parte I
En el principio, cuando Dios creó a Sus criaturas, Él pensó en dejar en ellas algo que, siendo valioso para el Universo Espiritual, deberían aprender a encontrarlo dentro de sí.
Ese don y, al mismo tiempo, ese potencial que Dios depositó en Sus hijos, impulsaría el gran cambio a través de los tiempos y generaría la renovación de la Creación, a nivel espiritual, mental y material.
Así, Sus criaturas fueron evolucionando y viviendo experiencias universales e internas, pero, después de la gran caída del adversario, comenzaron a manifestarse los errores y las fallas.
Todos esos acontecimientos, sucedidos una vez en el Universo Material, fueron el resultado de la falta de obediencia a la Voluntad Divina; esto hizo manifestar la escuela de la dualidad.
A partir de allí, muchas humanidades atravesaron diferentes aprendizajes y pruebas que, en la mayoría de los casos, las llevaron a la decadencia interior y espiritual.
Pero todo eso acontecía porque las criaturas, creadas a imagen y semejanza del Altísimo, se estaban olvidando de ir hacia dentro de sí para encontrar el amor que es la matriz que todo lo cura y lo perdona.
Cada ser de este planeta carga con una historia espiritual aún desconocida para él, pero que su espíritu guarda con total consciencia, más allá de que el mundo consciente del ser no sepa nada.
En el Universo está registrada esa historia cósmica que deberá ser curada por medio de la escuela del amor y del perdón que ofrece este planeta.
Este es el tiempo de los grandes y de los verdaderos milagros que permitirán que las almas se liberen de la cadena de los errores y que, viviendo el camino de la redención, todas las consciencias sean rehabilitadas.
Será de esa forma, tan simple, que la historia del pasado será curada por la Fuente del Amor de Dios.
Llegó el tiempo y el momento de que el Universo pueda respirar y liberarse de cientos de historias y hechos que llevaron a las criaturas de Dios hacia el camino del sufrimiento.
Es así que la Jerarquía Espiritual viene para tender su mano y para sostener a aquellas consciencias que acepten, con total confianza y amor, perdonar y curar el pasado espiritual que una vez vivieron y experimentaron en otras estrellas.
Los Espejos se preparan para poner en evidencia la historia guardada en muchas humanidades, a fin de atraer la reconciliación interior y el alivio tan necesario luego de eras de acontecimientos que llevaron a las consciencias a separarse del Amor y de la Verdad.
Por esa razón, hijos, llegará el tiempo del fin de un fin, el comienzo de una nueva etapa en la vida superior y espiritual de las almas.
El Universo Espiritual se abrirá como una fuente reparadora y curadora para poder llegar hacia aquellas regiones del Universo Material y disolver de la memoria universal todos los errores, para que todas las consciencias ya no sientan el peso de cargar con un pasado imborrable.
Que, al contrario, las consciencias puedan volver a creer en los prodigios del amor, para que las vidas de las almas sean otras.
El Amor de Dios será ese bálsamo vital para la reconstrucción espiritual del Universo y para el surgimiento de una Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La muerte está permeada por una Ley, la Ley de la Desintegración.
Esa Ley es aplicada en el momento en que los cuerpos ingresan en el ámbito mortal y espiritual y, de a poco, son preparados para vivir el desprendimiento de toda la vida terrestre para pasar, en seguida, al principio de un juicio espiritual en donde se evalúa toda la vida humana experimentada.
Ese momento es importante porque la consciencia está delante de una síntesis y, a partir de allí, todo se define.
La muerte es el pasaje a nuevas esferas de experiencias que son acompañadas por los ángeles.
Por eso, orar al lado del moribundo ayuda en el desprendimiento de su consciencia y favorece en la elevación de su ser hacia escuelas de madurez mental, álmica y espiritual.
Si todo eso es acompañado por la oración y la unción del cuerpo corrupto por parte de un sacerdote, todo se elevará más rápidamente y ciertas fuerzas terrestres no intervendrán en la atracción de la consciencia hacia la Tierra.
La unción es el vehículo que permite la liberación total.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Guarda en tu corazón la Voluntad de Dios y vivifícala.
Guarda en tu corazón todos Sus Designios, principios e ideas que provienen de lo Divino.
Guarda en tu corazón todo Su Mensaje y las señales que Él te envíe para poder guiarte.
Guarda en tu corazón todo Su Conocimiento, el conocido y el desconocido, para que este último se revele.
Guarda en tu corazón todo Su Poder, para que algún día percibas la potestad de Su Misericordia.
Guarda en tu corazón lo grandioso que Él es y lo pequeño que se hizo a través del Pan y del Vino consagrados.
Guarda en tu corazón todo lo que hizo, semejante e infinito a Él, por Sus hijos.
Guarda en tu corazón la alegría y el júbilo de pertenecer a Su eterno Reino.
Guarda en tu corazón la humildad y la belleza que Él expresó en todo lo que hizo.
Guarda en tu corazón lo maravilloso y lo bueno que Su Sagrado Espíritu emana de todo lo manifestado por el Cielo.
Guarda en tu corazón el anhelo de encontrarlo, algún día, delante de las puertas de Su Reino Celestial para entregarle toda tu experiencia y el aprendizaje vivido a través de los tiempos.
Guarda en tu corazón el Amor incondicional del Padre Celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hay ciertas pruebas que, a pesar de ocasionar dolor o incomodidad, ayudan a colocar a las consciencias en otro punto de su evolución y despertar.
Esas pruebas llevan a que las almas puedan definirse y, así, encontrarle sentido al propósito de su existencia en este planeta.
Esas experiencias que llevan a las consciencias a madurar en algún grado, hacen que se definan y también que despierten con la intención de que, a través de las pruebas, los corazones aprendan a escoger los caminos que recorrerán para llegar a la santidad plena algún día.
Las almas viven las pruebas diariamente; pero lo que cada alma debe percibir es el sentido que cada prueba tiene, a pesar de ser intensa o dolorosa.
Detrás de cada prueba se encuentra la posibilidad de desprenderse de sí y de no aceptar más esa condición humana que los llevaba a cometer errores.
Toda prueba puede ser superada con el amor, sabiendo que cada circunstancia de la vida se presenta para elevar aún más la consciencia, salir de lo cotidiano e ingresar en la verdadera realidad de estos tiempos.
Las pruebas nos llevan a cambiar profundamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que Mi Corazón de Paz sea la guía que los lleve a Cristo
Hijos Míos:
Vengo en un tiempo de caos, de ignorancia y de indiferencia para con Dios, para con Su Plan y Su Verdad, para abrir los ojos de una generación que se está perdiendo en las heridas y en las memorias del pasado.
Vengo para revelarles un Propósito Divino que borra para siempre de sus consciencias los obstáculos que los separan de Dios.
Y ese mismo Propósito les revela no solo lo que el Corazón del Padre les ofrece, sino sobre todo, hijos, los aproxima a la Verdad del Corazón de Dios. Verdad que estuvo oculta a lo largo de toda la evolución humana y que ahora debe revelarse.
Vengo como la Madre del Mundo, como su Madre Universal, para que comprendan que no solo la eternidad, después de esta vida, está llena de misterios, sino que la vida en sí guarda secretos que aún no fueron revelados, guarda verdades que están comenzado a emerger en este tiempo, como una última oportunidad de despertar para las almas.
Mi Corazón no les ofrece nada más que el despertar al camino de la oración, de la entrega, del servicio y del sacrificio. Y es ese mismo camino el que abrirá en sus vidas las puertas a lo nuevo y traerá, finalmente, el sentido que sus almas esperaban conocer sobre la existencia de la vida sobre la Tierra.
Ya pueden sentir y percibir la propia ignorancia, no solo ante el Universo y la Creación, sino también acerca de sí mismos.
Lo que vengo a hacer en estos tiempos, hijos Míos, es a abrir sus ojos mediante el poder de la oración para que, transformados bajo el espíritu de la humildad, puedan adentrar en la verdad que habita dentro de sí, un Universo tan vasto y tan amplio como el que ven en una noche estrellada en el cielo de la Tierra.
Como la inmensidad del Cielo, como la infinidad de las estrellas, así también es dentro de cada uno de Mis hijos, porque Aquel que los creó a Su imagen y semejanza, es infinito y desconocido.
La semejanza con Dios no se limita a la apariencia del hombre. La semejanza con Dios se guarda en un misterio profundo que habita en sus corazones y que guarda en sí el verdadero motivo por el cual Dios creó a esta humanidad.
Cada ser de esta Tierra, hijos Míos, es un potencial renovador de la Consciencia Divina. De sus más profundas y sinceras experiencias de amor, el Creador extrae su renovación, la recreación de Su Creación Divina.
Sé que este es un misterio casi incomprensible para las criaturas de la Tierra, pero esto es así debido a la gran ceguera e ignorancia de la humanidad.
Para adentrar en los Misterios celestiales deben tener un corazón humilde y simple, y su Madre Celeste les concede ese corazón mediante la oración que los transforma, por dentro y por fuera, que transforma sus vidas y, como consecuencia de eso, la vida sobre la Tierra.
Vengo como su Madre Divina para conducirlos de la mano hacia un Propósito Superior.
Quiero, hijos Míos, que en este último tiempo de despertar no solo conozcan a Cristo, sino que sean en Cristo aquello que Dios pensó para sus vidas y para este mundo.
Aún están a tiempo de transformar a este planeta en un planeta sagrado, de construir y de habitar las Islas de Salvación que servirán como principio de lo nuevo cuando llegue el tiempo.
Pero eso, hijos amados, comienza en lo pequeño y en lo verdadero; comienza con el rosario en sus manos y el corazón en Dios; comienza con el servicio sincero y el verdadero interés de que sus hermanos también reciban lo mejor; comienza escuchando las Palabras de Dios a través de Sus Mensajeros y siguiendo y viviendo esas Palabras, porque cuando menos lo esperen ellas estarán vivas y consolidadas en su mundo interior.
Y será allí cuando todos los ojos que los vean encontrarán un ejemplo y todos los corazones, que los sientan, sentirán a Dios porque ustedes serán llamados Sus instrumentos, Sus compañeros.
Hoy les revelo un camino y les tiendo Mis Manos para que Me permitan conducirlos hacia lo nuevo, al eterno e insondable Corazón de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado y por seguir Mis pasos de Madre y Peregrina!
Las almas que despiertan están en júbilo y el planeta siente alivio en su corazón.
Todo esto se da por el esfuerzo de cada uno de Mis hijos.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Universidad de los Cielos – Parte 2
Es en la Universidad de los Cielos en donde las almas, después de haber aprendido todo en la Tierra, son reconocidas como hijas de Dios y son exaltadas de manera semejante a su Divina Señora.
En la Universidad de los Cielos se aprende a profundizar en los grados de amor y en los grados de entrega; a fin de que las almas se preparen para vivir, algún día, el servicio eterno, así como lo viven los Divinos Mensajeros y todos los santos.
Es así que, en otro sector espiritual de la Universidad de los Cielos, los santos, que antes realizaron sus experiencias en este planeta, enseñan e instruyen a las almas para que aprendan interiormente y reciban los impulsos que necesitan para seguir dando los pasos en el despertar de la consciencia en esos niveles superiores.
Esa es la razón por la cual los grandes santos, dentro de la Universidad de los Cielos, son reconocidos como los sabios Maestros de la Ascensión, ya que, al igual que las almas, ellos alcanzaron altos grados de amor crístico, expresándolo en sus pasajes por la Tierra, así como dentro del sistema del Universo mental y espiritual.
En la Universidad de los Cielos se aprende a contactar interiormente con la virtud espiritual de cada ser; para que esa virtud o ese don, constituido en la esencia original de cada ser, ayude a la expansión del servicio en las consciencias y así se siga recreando la Creación, no solo en el plano espiritual, sino también en el plano material.
En estos tiempos la Universidad de los Cielos se está ofreciendo, con sus diferentes escuelas de despertar, para que sus discípulos y aprendices dediquen cada instrucción recibida, así como cada impulso, por el rescate de la pureza esencial de la humanidad.
Por otra parte, dentro de la Universidad de los Cielos, los grandes Arcángeles, con el permiso del Padre Eterno, están penetrando en los planos internos de la materia para poder intervenir en las diferentes situaciones planetarias.
Así como lo fue en el pasado, los Arcángeles de la Luz vuelven a contactar a algunos representantes de la humanidad para que, mediante el impulso que están emanando desde sus Resplandecientes Consciencias, ciertos valores espirituales e internos permanezcan intactos ante cualquier circunstancia o riesgo que se presente.
En la Universidad de los Cielos las almas se congregan en círculos de oración y de vigilia, a fin de detener las causas que condenan a la actual humanidad y para implorarle al Padre Celestial la recuperación de Su Proyecto original para la humanidad.
Dentro de la Universidad de los Cielos, los diferentes fuegos del Espíritu Santo renuevan a las consciencias y las impulsan a vivir el servicio en todos los planos, a fin de mantener dentro de la consciencia espiritual de la humanidad los patrones de conducta que, a partir de una minoría, ayudarán en la elevación de esta civilización actual.
En la Universidad de los Cielos el Fuego del Espíritu Santo transfigura a las almas y las despierta aún más a sus verdaderas virtudes, para que los Dones estén al servicio del Plan Mayor.
Todo lo que sucede dentro de la Universidad de los Cielos es para generar la ascensión de la consciencia, hasta que cada alma, por sus propios medios, y después de todo lo que aprendió, se una definitivamente a la Fuente Primordial.
Que, en este segundo día de instrucción, los corazones del mundo, a través del Sagrado Santuario de Fátima, encuentren el camino de ascensión y de pureza, a fin de que algún día, dentro de la trayectoria universal, también puedan ser partícipes de las enseñanzas de la Universidad de los Cielos, de la Universidad de Dios.
Los bendice desde el corazón del Santuario interior de Fátima,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Universidad de los Cielos
Queridos hijos:
Así como en la Tierra existen escuelas de aprendizaje y de formación, también en los Cielos existen universidades espirituales de aprendizaje y de formación.
La Universidad de los Cielos es un lugar que está presente a partir del séptimo Cielo hasta el décimo primer Cielo universal.
Allí, hijos, ella recibe y acoge amorosamente a las almas que pasaron por una reciente experiencia en la Tierra y que en sus últimos aprendizajes vivieron en este planeta la escuela del amor y del perdón, del servicio y de la abnegación.
A la Universidad de los Cielos llegan las almas que siempre, o de alguna forma, han buscado la unión con Dios de una manera verdadera; ya sea por algún camino espiritual o por medio del servicio a los demás.
A esa Universidad de los Cielos ingresan las consciencias que ya no necesitan regresar a la Tierra para seguir aprendiendo lo básico de la vida espiritual y de la vida humana.
Existen requisitos simples provenientes de Leyes divinas que son aplicadas en esos altos niveles de conciencia y que son los que permiten el ingreso de las almas a los diferentes Cielos, según los grados de despertar que las consciencias adquirieron en la Tierra, así como en los diferentes momentos de la vida.
A la Universidad de los Cielos las almas llegan para profundizar en las enseñanzas del amor, de la luz y del servicio.
Por eso, la oferta que cada alma efectúa en la Universidad de los Cielos es importante y, según el grado de amor y de esfuerzo colocado, ese acto de oferta podría permitir, en otros niveles, el rescate de alguna consciencia que no ha alcanzado el ingreso a la Universidad de los Cielos y se ha estacionado en espacios más bajos de la consciencia, debido a que sus experiencias de amor y de redención fueron muy prematuras o deficientes.
Es así que los ejércitos angélicos que moran en la Universidad de los Cielos intervienen, y por la oferta sincera de esfuerzo y de amor de parte de esa alma que ingresó a la Universidad de los Cielos, se genera, por Ley de Correspondencia, la salvación de otra alma que es retirada por los propios ángeles y es llevada hacia un reservorio en donde comenzará a sentir y a tomar contacto con Principios sublimes de la Creación del Padre, lugar en el que recibirá los afluentes de la Gracia y de la Misericordia Divina.
Dentro de la Universidad de los Cielos las almas viven y transitan por diferentes estados y escuelas de amor.
En la Universidad de los Cielos se presenta la oportunidad espiritual de vivir las divinas Virtudes y de desarrollar los sublimes Dones; los que se amplían aún más después de haberlos vivido en la Tierra.
La Universidad de los Cielos también reúne y congrega una agrupación de Rayos divinos que provienen de la Fuente Mayor del Padre, en donde se expresan y se muestran según los diferentes niveles de consciencia en los diferentes Cielos.
Estos Rayos de Dios, proyectados directamente por la Fuente y conducidos por los grandes Arcángeles, ayudan a profundizar la virtud o el don que cada consciencia desarrolla según su escuela y según su grado de despertar.
En la Universidad de los Cielos no se dan reconocimientos ni honores porque el amor interior en los seres es lo que hace evolucionar a las consciencias y las hace ir ingresando, según sus aprendizajes, en nuevos Cielos, en donde encontrarán nuevas experiencias creadoras y vivirán nuevos estados de consciencia, a fin de ir perfeccionando la Creación y así recrear el Universo por medio del servicio incondicional y de la entrega de las almas.
En la Universidad de los Cielos se vive la realidad de la consciencia, y la presencia de la paz eterna es lo que reina en esos niveles de consciencia; paz que muchas veces se aproxima a la humanidad cuando los Divinos Mensajeros descienden a la Tierra.
La Consciencia de la Madre de Dios, por medio de la ofrenda sincera y amorosa de las almas, dentro de la Universidad de los Cielos ha abierto un sector para la experiencia divina de la consagración eterna que alguna vez las almas consagradas vivieron en la Tierra.
En ese lugar, en un recinto especial de la Universidad de los Cielos, las almas pueden vivenciar esa unión con la Fuente Divina de una manera más profunda y consciente, experimentando el Sacramento de la Fe y de la Comunión con los niveles del Sagrado Espíritu.
Que la Universidad de los Cielos sea la aspiración de los servidores de Cristo y de todos los que despiertan al llamado de vivir y de expresar el amor y la paz en el planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dentro de los Universos Mayores de Dios se encuentra la explicación espiritual sobre nuestra existencia, para qué nacimos y lo que verdaderamente vinimos a hacer, lo que podríamos comprender como Propósito Divino de cada ser.
Por medio de las experiencias de la vida, a través de las acciones, sentimientos y pensamientos, vamos alterando esa existencia dentro de nosotros. Significa que la distanciamos de la realidad de la vida o de nuestro alrededor cuando nos resistimos por diferentes circunstancias.
En este sentido, la existencia de nuestro ser permite llevar adelante el propósito que nos fue encomendado desde el origen.
Cuando algo opuesto sucede, el camino de la realización espiritual se ve alterado por varios factores y el alma demora en poder dar los pasos hacia la meta final.
La respuesta que buscamos para comprender si estamos o no llevando adelante el propósito de nuestra existencia, primero se encuentra dentro de nosotros, reconociendo si estamos o no en sintonía con lo Alto y con todo lo positivo que debe suceder alrededor de nosotros.
Así sabremos, en una primera instancia, si estamos dentro del espíritu de la realización de nuestra existencia. De lo contrario, estaríamos perdiendo pasos en la evolución de la consciencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cree, por encima de cualquier situación o circunstancia, que todo está en las Manos de Dios. Por más difícil que sean ciertas experiencias, el poder de todo lo tiene Dios, porque Él es único y Él es grande. Todo lo que está por debajo del Padre es pequeño.
Cree, por encima de todo, que el Padre es quien sostiene el timón del barco y es quien lo dirige hacia los buenos puertos. El Padre está en cada detalle, pero Él, en Su infinita Sabiduría, permite que Sus criaturas más pequeñas, los seres humanos de este planeta, aprendan a través de las diferentes experiencias.
Ten fe y afírmalo, porque el Padre está por encima de todo, Él es el Comandante del Universo y el Regente de todos los espacios y de todos los ámbitos del trabajo espiritual. Solo que Él permite, en Su infinita Bondad, que Sus hijos de la Tierra aprendan para, algún día, ser tan semejantes como el Padre lo es en el amor; para eso las almas cometen errores, una y otra vez, hasta que por sus propios medios aprenden que sin amor y sin verdad uno no es nada en este Universo.
El Padre impulsa en este tiempo la realización de Su Obra de Amor por medio de la vivencia de la humildad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más